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Labor de investigación a cargo del servicio forestal de los Estados Unidos

En su aspecto general, el nivel real conseguido gracias al sistema del Servicio Forestal de los Estados Unidos, consistente en el funcionamiento de estaciones regionales experimentales de montes y pastizales, pueden apreciarse por:

1) la concordancia que existe entre la organización de las estaciones y proyectos de investigación de una parte, y las realidades y exigencias de los problemas planteados por las tierras sin explotar y los recursos naturales de otra

2) la imaginación unida a la disciplina que preside la organización de los proyectos y métodos seguidos;

3) el inteligente engranaje de los trabajos de la estación con los de otras organizaciones de investigación;

4) la capacidad de trabajo de cada investigador y del personal en general

5) el interés y habilidad con que se dan inmediatamente a los resultados de la investigación una forma clara y aceptable para los que hayan de aprovecharlos

6) el buen sentido con que se han abandonado ciertos proyectos o que ha servido para no incurrir en divagaciones costosas y dilaciones sin objeto, dando de lado a minucias atrayentes, pero fútiles

7) el atrevimiento de haber dado a conocer resultados en pugna con actitudes tradicionales consagradas por la práctica o el uso

8) quizás por encima de todo, la claridad con que se ha apreciado la compleja interrelación de todos los aspectos de las tierras sin explotar y la firmeza con que los directores han evitado núcleos cerrados en los diversos campos de actividad o en los proyectos, consiguiendo en cambio aunar los conocimientos y preocupaciones de diversa índole relativas a problemas de interrelación.

Los informes anuales de las distintas estaciones, si bien se ocupan en principio del pasado y futuro inmediatos, ofrecen un panorama bastante claro del nivel y valor de la labor de cada estación.

Organización de una Estación

El concepto original de organización de una estación, según lo definió el fundador del sistema, Earl H. Glapp, abarcaba todas las responsabilidades territoriales, dirección suprema a cargo de un jefe auxiliar del Servicio Forestal; no intervención de otros administradores generales; creación de un personal de técnicos, organizados en divisiones y adecuados para los principales problemas de cada región, creación de medios para continuar los trabajos en el campo sirviéndose de los bosques y pastizales experimentales, y establecimiento de relaciones y división del trabajo con otros organismos. Este concepto, tal y como se ha seguido y aplicado, ha dado buenos resultados. Por ejemplo ha mostrado una conveniente y justificable flexibilidad al asignar a un centro de investigaciones de California un solo aspecto de la investigación (cabeceras hidrográficas, incendios, pastizales o madera en pie) y, a cada uno de los centros subregionales de los estados del Sur, todos los campos de actividades.

Al mismo tiempo, los trabajos asignados a las estaciones se han incorporado a la esfera del planeamiento de programas y reconocimientos, quedando con ello obligadas permanentemente a ocuparse de los dos principales proyectos nacionales: el reconocimiento forestal y los planes y estudios de la prevención de las inundaciones en las cabeceras hidrológicas. Al principio fué necesaria mucha investigación en cuanto a los métodos, y el estímulo de esta asignación con toda evidencia ha repercutido en los esfuerzos productivos y continuos para perfeccionar los métodos y mejorar los resultados. La dirección continuada del reconocimiento forestal por las estaciones está además justificada por ser el principal objetivo del trabajo la evaluación de los recursos forestales nacionales mediante la interpretación de estadísticas sobre zonas forestales y regímenes de propiedad, volumen de madera en pie, proporción entre crecimiento y extracción y necesidades actuales y previstas en cuanto a diferentes productos forestales. Esta labor se realiza en estrecha interdependencia con otras investigaciones sobre economía. Por el contrario, el encargarse de los ya bastante rutinarios reconocimientos para la defensa contra las inundaciones, y la formulación de programas para remediarlas servirán, con toda probabilidad, para reducir el volumen de investigación por parte de funcionarios inspectores. El trabajo en equipo por un investigador y un administrador, cada uno en su propia esfera de acción, puede resultar ventajoso.

Es evidente que las estaciones demuestran una viva comprensión de los principales problemas en las diversas regiones, lo que se ha reflejado en la asignación de recursos y atención a las principales directrices de su labor. Las estaciones Intermountain, Southwestern y Rocky Mountain se ocupan de los pastizales y ordenación hidrológica de los mismos; las estaciones del este de los Estados Unidos se especializan en los problemas de regenerar los montes empobrecidos y aprovechar los productos forestales de baja calidad; la estación del noroeste del Pacífico trata de la conversión de grandes selvas vírgenes en montes ordenados y productivos; la estación de California estudia los problemas de las zonas críticas de captación de aguas cubiertas de maleza, protección de bosques contra incendios y obtención de híbridos y razas superiores de pinos; la estación de Northern Rockies se ocupa del problema de la explotación de Pinus monticola, incluida la lucha silvícola contra la roya vesicular y la lucha contra incendios en todas las zonas. Casi todas las estaciones conceden una gran atención a la economía forestal, y muchas de ellas proporcionan un servicio proyectado para aumentar el aprovechamiento forestal. Si bien la investigación sobre pastizales ha estado tradicionalmente a cargo de las estaciones del oeste, los estados del centro y del sur y las estaciones del sudeste se ocupan actualmente de problemas de lotes boscosos y del pastoreo en pinares, y las estaciones del este se están orientando hacia las influencias forestales y la ordenación hidrológica.

Así, pues, cada programa se propone conceder atención a los problemas regionales que caen bajo los temas de estudio nominales. Aún así, las asignaciones monetarias y los programas no se han puesto aún a nivel de algunos de los problemas regionales más acuciantes: por ejemplo, la defensa contra incendios en el sudeste y la ordenación hidrológica en la cuenca interregional del río Columbia, problemas cuya resolución por tanto sufrirá demora.

Proyectos y métodos

El planteamiento y organización de los proyectos es disciplinado y racional y se aceptan cada vez más como adecuadas las teorías matemáticas del muestreo, del proyecto experimental y del ensayo de los resultados, La aceptación de los evidentes méritos del criterio matemático puede, por el contrario, llegar hasta el punto de que la fidelidad estadística constituye en forma demasiado exclusiva el sine qua non en el estudio de cualquier proyecto. Por ejemplo, la estación Northern Rockies ha analizado con toda precisión los abundantes registros acumulados, y hasta ahora sin clasificar, sobre incendios, extrayendo de ellos importantes relaciones y tendencias, esto es, verdades no estadísticas. Después de todo, otros métodos más antiguos y de menor precisión han servido para obtener resultados valiosos y duraderos cuando han sido aplicados con un criterio elevado.

El sistema estimula la ingeniosidad y la osadía en los métodos, y existe cierta prevención a aplicar las nuevas tecnologías a los problemas silvícolas; por ejemplo, en la lucha contra las plagas y la vegetación nociva por medio del vasto surtido de máquinas y de productos químicos de que se dispone actualmente. Por supuesto, el menor costo por unidad y la rapidez con que se tratan grandes extensiones constituyen suficiente recompensa, En grandes líneas, las estaciones del este dirigen toda su atención a la regeneración de montes escogidos, y las del oeste se ocupan ante todo de librar de malas hierbas a los pastizales empobrecidos. Asimismo, se ha podido apreciar mucho ingenio en la creación de métodos y dispositivos para evaluar el comportamiento y disposición del agua en condiciones muy complejas del suelo, lluvia, vegetación y tratamiento de la tierra. Una estación del oeste se ocupa de un estudio cooperativo sobre la lluvia artificial como medio de reducir los fuegos causados por el rayo. Los trabajos de genética forestal en la estación de California y en otros lugares muestran el perfecto conocimiento de los métodos y la habilidad de adaptarlos a grupos específicos de árboles forestales.

Estas cualidades de la investigación en las estaciones (ingeniosidad de método y perfecto conocimiento del mundo científico) reflejan la asociación existente entre las estaciones y las universidades afiliación planeada desde el principio y que a todas luces ha resultado fecunda.

El establecimiento de relaciones cooperativas con otros organismos e individuos prosigue, tanto en la división del campo de actividad como en la creación de proyectos conjuntos, No se prevé aún el final, ya que existen cuestiones por resolver en cuanto a la jurisdicción de los organismos y celo profesional, pero en general existe un gran nivel de auténtica cooperación.

Comunicación de los resultados

La productividad de cada investigador (esto es, el volumen, prontitud y calidad de publicación profesional) es inevitablemente muy variable. Muchos proyectos, por su propia naturaleza, son muy lentos en rendir resultados definitivos. Algunos investigadores por cuestión de carácter son refractarios a comunicar el resultado de su labor y tratan siempre de ganar un año más para continuar reuniendo más datos. Se producen otras demoras justificadas, como por ejemplo, debido a transferencias y a pasar las asignaciones actuales a los proyectos nacionales de defensa. Lo cual no es privativo de las estaciones del Servicio Forestal de los Estados Unidos.

Todas las estaciónes se esfuerzan en dar a conocer los resultados en tal forma y con tal claridad que sean comprensibles para los profanos que puedan hacer uso de ellas. Para esto existen varios medios: informes anuales, artículos para publicaciones comerciales, charlas ante organizaciones de interesados, folletos publicados por las estaciones, distribución de las publicaciones de la estación entre personas minuciosamente seleccionadas, demostraciones en zonas experimentales, etc.

Libertad de acción

Evidentemente, uno de los puntos de mayor importancia al elaborar un sistema eficaz y al formar un cuadro de personal valioso es la libertad de los investigadores de poder elegir proyectos de especial carácter polémico, dando luego a conocer los resultados pese a quien pose. Ejemplos de las cuestiones polémicas con que el investigador ha de enfrentarse en los programas son la quema protectora en los montes meridionales de pinos, el rozado de las tierras californianas cubiertas de maleza por medio del fuego, los efectos del pastoreo abusivo tanto sobre la producción forrajera como sobre los valores de tierras y aguas en las zonas del Great Basin y de las Montañas Rocosas, los verdaderos resultados de la silvicultura de subsistencia en muchas regiones, las consecuencias negativas de valuar las zonas públicas de captación de aguas como si se tratase de servicios particulares, etc.

El sistema reporta beneficios

Sistema, dirección y trabajadores se mezclan dando por resultado gran número de operaciones combinadas, algunas de las cuales, las más atrayentes, giran en torno a la protección y ordenación de aguas y cuencas hidrológicas. Algunas estaciones del este y del oeste están realizando estudios a largo plazo en cuanto al aprovechamiento de la madera en pie y relación con los aspectos hidrológicos (tipos de rodales y modalidades silvícolas que ayudarán a conseguir la máxima afluencia de corrientes aprovechables y la mejor protección de los suelos forestales y del caudal de los recursos bajos). Otras estaciones del oeste se ocupan, como ya se ha hecho observar, de estudiar las tierras de pastoreo con análoga finalidad. El reciente tema del pastoreo en tierras boscosas y de la silvicultura en las granjas está recibiendo una saludable y eficaz atención. Tales ejemplos ilustran el buen juicio que preside el manifestado intento de que cada estación proporcione servicios bien elaborados para todos los valores, por separado y colectivamente. De un año a otro los programas se orientan de manera que los muchos problemas interrelacionados reciban cada vez mayor atención.

En conjunto, la perfección absoluta no preside el sistema o los trabajos que con arreglo al mismo se realizan. Aquellos que utilizan los resultados seguirán mostrándose impacientes ante los aparentes retrasos y fallos de los programas. Quizá haya oportunidad de reducir la labor en proyectos que acarrean un gran volumen de actividades administrativas, pero no existe indicio alguno de que comience a flaquear la capacidad de inventiva, el atrevimiento y la inquietud intelectual, existiendo por el contrario claras señales de que un apoyo políticamente eficaz continuará manteniendo el orifico y valioso papel del sistema dentro del panorama general de cosas.

S. B. SHOW,
Servicio Forestal de los Estados Unidos (retirado) y adscrito últimamente a la Dirección de Silvicultura de la FAO


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