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La dasonomía y la asistencia técnica en Pakistán

por ROBERT K. WINTERS

Asesor Forestal, Administración de Operaciones en el Extranjero, Estados Unidos de América

Ejemplo de acción cooperativa mediante programas nacionales, bilaterales e internacionales

El Pakistán, que es el estado musulmán más extenso del mundo, tiene una superficie aproximada de 951.000 Km.², pero está dividido en dos secciones separadas entre sí por más de 1.600 Km. de territorio indio. La separación física y la situación específica de las fronteras entre el Pakistán y la India son en gran parte el resultado de las concentraciones de la población musulmana. En general, las zonas musulmanas de la India anteriores a la partición pasaron a formar el Pakistán, en tanto que las hindúes y otras no musulmanas siguieron perteneciendo a la India.

La superficie territorial del Pakistán Occidental es de 809.400 Km.² y la población de 33,8 millones de habitantes, lo que representa una densidad de población de 42 habitantes por Km.² En el Pakistán Oriental la superficie es de 141.600 Km.² y la población asciende a 42 millones, con lo cual la densidad de población es de 300 por Km.². Puesto que el 80 por ciento de la población total se gana la vida en el campo, la economía de la nación es predominantemente agrícola.

El Pakistán Occidental, excepción hecha de las laderas superiores de las montañas que lo flanquean al norte y al oeste, es un país seco y caluroso. Grandes extensiones son de absoluto desierto. Por estar comprendido entre los 24° y 37° de latitud norte, las temperaturas máximas estivales varían entre 32° y 49° C., y salvo en las alturas superiores a 1.500 m., la temperatura mínima en invierno rara vez desciende por debajo del punto de congelación. Mucha parte del Pakistán Occidental recibe una precipitación anual inferior a 250 mm., llegando a ser en algunas zonas menor de 50 mm. En otras comarcas, las lluvias aumentan con la altitud (900 mm. en Abbottabad a elevación de 1.400 m. y 1.300 mm. a 2.300 m. en la misma localidad). En las llanuras se concentran las principales actividades agrícolas, con agua de riego. La cosecha más importante es la de trigo.

En contraste, el Pakistán Oriental, situado en la desembocadura de los ríos Ganges y Brahmaputra, entre los 21° y 27° de latitud norte, está en el paso de los monzones suboccidentales y la precipitación es abundante (desde 2.200 hasta más de 5.000 mm. al año). Las lluvias caen casi todas durante la estación de los monzones (del 15 de junio al 1° de octubre). La temperatura máxima de verano rara vez excede de 38° C., y la mínima de invierno excepcionalmente baja de 5°-7° C. La humedad relativa se mantiene alta, sobre todo en la época de los monzones.

Puede decirse que, en el aspecto industrial, el Pakistán apenas empieza a evolucionar. Al ocurrir la partición de la India, la mayoría de los establecimientos industriales y del personal técnico quedó en el territorio que continuó siendo indio. Por ejemplo, el grueso de la producción de yute se recogía, y todavía se cosecha, en lo que es hoy el Pakistán Oriental, pero con pocas excepciones, las instalaciones fabriles yuteras se hallaban en las cercanías de Calcula, ahora pertenencia de la India. En los 8 años transcurridos después de la separación, el número y la capacidad de las fábricas de yute en el Pakistán Oriental han aumentado lo suficiente para elaborar gran parte de la producción local de esta fibra. A últimas fechas, comenzó a funcionar en Karachi un taller para el montaje de automóviles, y una fábrica de pulpa y celulosa produce ya papel de bambú del país en este sector. Al parecer, se dispone de capital especulativo local para su inversión en empresas industriales probadas. La Corporación de Fomento Industrial del Pakistán, entidad patrocinada por el gobierno, se encarga de la construcción y funcionamiento de nuevas industrias hasta que su sostenimiento está asegurado, tras de lo c cual ofrece a los capitalistas particulares hasta el 40 por ciento de las acciones.

El fomento industrial será intensificado más aún. Ahora se importan muchos artículos necesarios que podrían producirse en el país, lo cual impone una pesada carga a las limitadas reservas nacionales de divisas. Además, algunos productos locales, como por ejemplo, el algodón y el yute, se despachan al extranjero en bruto o semielaborados, en tanto que prosiguiendo la manufactura hasta dejarlos acabados, se daría empleo a los obreros nativos y subiría mucho el valor de los géneros exportados. En los planes actuales para mejorar la situación interna se propugna, con sobrada razón, el desarrollo industrial, simultáneo al adelanto de la agricultura.

Los sistemas de transporte del Pakistán Occidental difieren notablemente de los usuales en la sección oriental del país. El Pakistán Occidental cuenta con más de 8.480 Km. de líneas férreas y otro tanto de carreteras afirmadas, pero casi no posee vías de navegación interior. En cambio, el Pakistán Oriental tiene sólo 2.560 Km. de ferrocarriles y por decirlo así ninguna carretera afirmada, pero se extienden más de 7.200 Km. sus vías de aguas interiores navegables.

Por desgracia, en el Pakistán hay pobreza de diversos recursos naturales. Las provisiones de hulla, petróleo y otros minerales comerciales importantes, explotables económicamente, no son abundantes. Hasta la superficie boscosa es reducida en comparación con la territorial entera y con el número de habitantes. A causa de la escasez de carbón, petróleo y otros combustibles, la madera representa un valioso combustible en todo el país. Donde no se consigue la madera, como es el caso en gran parte del Pakistán Occidental, está generalizado el empleo de la boñiga seca para hacer lumbre. Por supuesto, las industrias elaboradoras de la madera no podrán desarrollarse mientras no exista un suministro seguro de madera, a precios razonables de los bosques accesibles. En consecuencia, la importancia del fomento silvícola es inestimable, sobre todo en lo que se refiere a las provisiones de combustible y otras materias primas industriales.

Los montes

Es de lamentar la falta de información precisa acerca de la superficie boscosa y del volumen maderable. Las estimaciones de la zona forestal potencial ascienden a cifras hasta de 40.500 a 48.500 Km.² de los cuales quizá no más de la mitad estén cubiertos de especies arbóreas. El resto se compone por lo regular de tierra inculta poblada de matas, pastos altos, bambúes y otra vegetación no arbórea. Esta distribución significa que, a lo sumo, podría considerarse zona forestal una superficie que no llega al 3 por ciento de todas las tierras pakistanas. Hasta donde puede determinarse según los datos conocidos, los montes del Pakistán Occidental tienen aproximadamente igual extensión que los del Pakistán Oriental, pero por razón de la mayor superficie territorial del primero, la relación entre montes y territorio total es en él mucho menor que en el Pakistán Oriental.

Considerada la nación en su conjunto, alrededor de tres cuartas partes de la zona boscosa pertenecen a las diversas provincias conforme a la presente división administrativa. Casi toda la otra cuarta parte restante, situada prácticamente entera en el Pakistán Occidental, es de propiedad privada. El Gobierno central no posee tierras boscosas.

Los terrenos forestales sometidos a la administración provincial son de dos clases principales:

(a) reservas forestales;
(b) montes del estado, sin clasificar.

Las reservas forestales son tierras boscosas del dominio público, ordenadas para la extracción de madera o de otros productos forestales o: con el fin de proteger el suelo contra la erosión. Los montes no clasificados del estado se componen de tierras boscosas de propiedad pública que no están sometidas a ordenación. De ordinario, estos últimos tienen algún impedimento constituido por un derecho privado que restringe su ilimitada explotación como bosques públicos. Por ejemplo, grandes zonas en las serranías de Chittagong, Pakistán Oriental, tienen que designarse como montes del estado, sin clasificar, por razón de los derechos adquiridos de la tribu Chakma y otras de la región. Con arreglo a pactos antiguos con sus jefes, los miembros de la tribu gozan del derecho de proveerse de productos forestales y de desmontar las tierras en estas zonas para el cultivo. Sin embargo, a medida que los derechos privados sobre los bosques del estado no clasificados se anulan mediante avenimientos de pago en dinero efectivo o de otra manera, estas zonas van convirtiéndose en reservas forestales.

En el Pakistán Oriental, y en determinadas provincias del Pakistán Occidental, existe una tercera clase, a saber: la de bosques intervenidos, que son montes de propiedad particular administrados por el gobierno. La superficie correspondiente a esta categorías es muy limitada. En el Pakistán Oriental, casi el 60 por ciento de los montes es de reservas y prácticamente todos los bosques privados se destinan a la obtención de productos forestales o a la protección del suelo.

El carácter y la distribución de los montes difieren notablemente entre el Pakistán Oriental y el Occidental. En este último, los bosques de calidad superior se encuentran sobre todo en las montañas donde la precipitación pluvial es suficiente para mantener la vegetación arbórea. Los bosques se encuentran también a lo largo de las corrientes de agua y de los canales de riego en las porciones más o menos bajas y áridas del país y en las colinas y llanuras secas, en particular del Punjab y Beluchistán. La flora silvícola más rica se halla, por supuesto, en las comarcas cerriles y montañosas del norte y noroeste, a altitudes de 900 a 3.960 m. sobre el nivel del mar.

En estos bosques predominan las coníferas, distinguiéndose el cedro llorón (Cedrus deodara [Boxb.] Loud.), Pinus griffithii McClell. (sin. P. excelsa Wall., no Lam.), Picea smithiana Boiss. (sin. P. morinda Link), Abies sp., Pinus roxburghii Sarg. (sin. P. longifolia Roxb., no Salisb.) y otras especies. Las especies frondosas asociadas más comunes son los robles, arces, sauces, abedules, castaños de Indias, chopos y nogales. Parte de la zona forestal, sobre todo en las altas laderas escarpadas de las montañas, es inaccesible comercialmente.

A menor altitud y en ambientes menos húmedos, se dan especies más robustas y resistentes a la sequía, como Pinus gerardiana Wall y Juniperus sp. A orillas de las corrientes y de los cauces de riego, medra el shisham o sissoa (Danbergia sissoo Rosb.), el babul o árbol de goma arábiga (Acacia arabica Willd.), Prosopis spicigera L., Tamarix sp. y Populus euphratica Olivier.

El desarrollo de las industrias forestales del Pakistán Occidental está limitado por no haber fácil acceso a la madera en pie. Para completar las provisiones locales se importan rollos y trozas escuadradas de la Federación Malaya Birmania y el Pakistán Oriental. La mayoría de las trozas producidas en 1s localidad se asierran a mano en el monte para dejarlas escuadrados o sacarles piezas gruesas que en las comarcas más escarpadas del país se transportan luego con dos a cuatro hombres hasta la carretera o vía fluvial próxima. En Karachi, Lahore y otros grandes centros urbanos las trozas escuadradas y demás material grueso se cortan de nuevo con sierras circulares o sinfín para transformarlas en madera de construcción. Producida de esta suerte, la madera aserrada resulta cara (de 350 a 400 dólares por 1.000 pies tablares [2,36 m³] de madera ordinaria de construcción). Los artículos de madera para deportes (raquetas de tennis, mazos de hockey, etc.) se manufacturan en Sialkot, y en 1954 comenzó a funcionar en Karachi una fábrica de chapas y madera contrachapada; En la porción norte del Pakistán Occidental se produce trementina cruda del Pinus roxburghii, de la que se extrae aguarrás y colofonia cerca de Labore. En los últimos años, la producción media anual de miera ha ascendido a unas 2.000 toneladas métricas. De los árboles y arbustos de los bosques del Pakistán Occidental se extraen ciertas drogas; como la efedrina y la santonina.

La fuerza de tiro de elefante se aprovecha para juntar las trozas extraídas de un bosque repoblado de teca, operación preliminar a la construcción de almadías en el río Karnaphuli, Pakistán Oriental.

Hay en el Pakistán Oriental una dilatada zona de selva de frondosas prácticamente virgen y de repoblado comercializable. Casi toda la parte virgen se encuentra en la región de Chittagong-Cox's Bazar, comarca cerril submontañosa entre la Bahía de Bengala y Birmania. La madera de repoblado está; situada sobre todo en los Sundarbans, tierras bajas y pantanosas cuya extensión aproximada es de 4.050 Km.², adyacentes a las varias desembocaduras del sistema fluvial Ganges-Brahmaputra. En esta localidad existe fácil acceso a la madera en pie porque las vías de agua se entrelazan a modo de red y durante muchos años esos montes han abastecido el mercado de la cercana Calcula y de otras comarcas rurales adyacentes densamente pobladas.

El monte de la comarca Chittagong-Cox's Bazar es de dos tipos generales, bosque tropical de especies perennifolias y bosque mixto de especies perennifolias y caducifolias. Además, existen zonas de plantaciones, bambucales y sabanas.

El bosque tropical perennifolio se encuentra de ordinario en los valles hondos húmedos y en las laderas más húmedas orientadas al norte, nordeste y este. Los árboles de mayor talla en el piso superior exceden de 31 m. de altura y pertenecen principalmente a las siguientes especies: chaplash (Artocarpus chaplasha Roxb.), utilizado sobre todo para la construcción ligera y fabricación de muebles, embarcaciones y artesonado; telsur (Hopea odorata Roxb.) para la fabricación de embarcaciones y usos interiores; mainakat (Tetrameles nudiflora R. Br.) adecuada para cajones de té y cajas; y narikel (Sterculia alata Roxb.), para cajones de té, madera contrachapada y cajas. Las especies más comunes en el piso inmediato inferior son: pitraj (Amoora rohituka Wight and Arn.) para la construcción de casas y mobiliario; y toon (Cedrela toona Roxb.) para la fabricación de embarcaciones y muebles. En muchas zonas se encuentra todavía abajo un tercer piso de especies para leña

El piso superior de bosque mixto con especies caducifolias y perennifolias, además de contener una o varias de las antes mencionadas, consta de otras especies caducifolias, entre las que son principales el garjun (Dipterocarpus sp.) utilizado para la construcción, traviesas de vía y viviendas; civit (Swietonia floribunda Griff.), que al presente apenas tiene aplicación alguna, pero que se adapta para la fabricación de cajerío, fósforos y, posiblemente, madera contrachapada y pasta para papel; y koroi (Albizzia procera Benth.), fuente potencial de pasta para papel. Este piso superior tiene una altura que varía entre 45 y 60 m. Abajo se halla un segundo piso de muchas especies, casi todo de perennifolias, entre 15 y 25 m. de altura. Debajo de éste se encuentra un tercer piso también en su mayor parte de especies perennifolias, cuya altura varía entre 8 y 15 m.

En el territorio de Chittagong-Cox's Bazar se han plantado unas 4.450 Ha., en su mayoría de teca (Tectona grandis hijo). Alrededor del 85 por ciento de esta zona se plantó desde 1930 y el incremento actual de plantación es como de 280 Ha. al año

El bosque de la zona de los Sundarbans está formado por especies que pueden medrar en un suelo arcilloso y compacto donde la marea alta inunda la base de los árboles a menudo con agua salada o algo salobre. En general, el grado de salinidad del agua divide al bosque en tres zonas: la zona de agua relativamente dulce, la de agua medio salina y la de agua salina. La calidad y densidad del bosque son mejores en las zonas de agua un poco dulce del nordeste, y se van empobreciendo gradualmente hacia el sur y oeste.

En las zonas de agua dulce, durante la estación lluviosa, los ríos y arroyos llevan agua dulce o a lo sumo algo salina, y el suelo recibe cada año un nuevo depósito de arcilla o limo. La especie dominante es aquí el sundri (Heritiera minar Roxb.), madera pesada de ordinario utilizada para hacer embarcaciones, carruajes y carretas, así como postes y pilotes. El bosque de sundri, de mejor calidad, se encuentra en las zonas de las que escurre bien el agua después de cada vaciamar. Con esta especie se halla asociada la gewa (Excaeceria agallocha L.), utilizada para cajas, fósforos y fuente potencial de madera triturada u otras formas para pasta de papel, que representa alrededor del 20 por ciento de la masa heterogénea en el nordeste y casi el 50 por ciento cerca de la línea limítrofe de la zona medianamente salina. Otras especies, enumeradas según su orden aproximado de importancia, son: passur (Carapa moluccensis Lam.) para muebles, mangos de herramientas y leña; kankra (Bruguiera gymnorhiza Lam.), para leña y horcones; keora (Sonneratia apetala Ham.) para fabricación de casas, embarcaciones y cajas. A lo largo de las riberas abunda la palma golpatta (Nipa fruticans Wurmb.), cuyas hojas se emplean para techos. Por lo común, los bosques de agua dulce están bastante exentos de sotobosques.

Las zonas medianamente salinas se encuentran casi siempre más próximas al mar, y en ellas el agua es salada durante la estación seca, pero sólo algo salina en la de lluvias. Las principales especies arbóreas son aquí la gewa y el sundri, disminuyendo la proporción de este último a medida que crece la salinidad del agua.

En las zonas donde el agua es salada todo el año, el bosque está formado sobre todo por pies diseminados y achaparrados de gewa, que llegan a 3 ó 3,75 m. de altura.

Las industrias forestales mecanizadas comienzan a introducirse en el Pakistán Oriental. Antes de 1947, los aserraderos, fábricas de papel, de chapas y madera contrachapada, y otras instalaciones para productos forestales que proveían a las necesidades de este sector, se hallaban en su mayor parte en Calcula y otros centros que ahora pertenecen a la India. En 1954 comenzó a funcionar una fábrica de pasta y papel en Chandraghona, Pakistán Oriental, que utiliza el bambú local. Funcionan también unos cuantos pequeños aserraderos y una modesta fábrica de chapas habiendo proyectos de montar otras instalaciones. Casi toda la madera de construcción y las traviesas de vía se sierran a mano. En un taller próximo a Chittagong, para preservar la madera, se tratan las traviesas que emplea la compañía ferroviaria del este de Bengala.

Almadías sueltas de trozas de Dipterocarpus sp. a la vera del río Karnaphuli, cerca de Chittagong, Pakistán Oriental, durante el reflujo. Obsérvense los haces de bambú que se necesitan para que las trozas floten.,

Preparativos para el transporte de una troza de Dipterocarpus sp. al aserradero que mantiene Kalurghat el Departamento Forestal de la Bengala Oriental.

La administración forestal

Los conservadores de bosques se encargan de la administración de los montes provinciales. En una o dos provincias, los bosques poseen importancia suficiente para justificar el empleo de un jefe conservador y de cierto número de conservadores ayudantes. Bajo la autoridad inmediata de los conservadores, jerárquicamente, se hallan los oficiales distritales de montes, encargados de las diversas unidades administrativas llamadas distritos forestales. Los vigilantes de montes dependen administrativamente del oficial distrital de montes. Bajo los vigilantes de montes se encuentran sus ayudantes (vigilantes auxiliares de montes), los técnicos forestales y los guardabosques.

El Inspector General de Montes, al presente Y. S. Ahmad, es el Funcionario Forestal en Jefe del gobierno central y actúa como coordinador de recursos forestales en el Pakistán. Aunque no ejerce una autoridad administrativa directa sobre los bosques provinciales su influencia es considerable en todo lo relativo a los montes de la nación. Su opinión es decisiva en la concesión de donativos o subsidios del gobierno central a los provinciales para el fomento forestal. Periódicamente inspecciona la organización forestal en las distintas provincias y puede recomendar normas de acción al gobierno provincial, que a su vez dará las instrucciones procedentes al jefe conservador o al conservador, según el caso. El Inspector General tiene bajo su responsabilidad el planeamiento nacional en materia forestal; la compilación de estadísticas forestales en la nación entera; el funcionamiento de la escuela de ingeniería forestal, ahora con sede en Abbottabad y que en breve se transferirá a Peshawar; y las actividades del Instituto de Investigaciones Forestales en Abbottabad y del Laboratorio de Investigaciones Forestales en Chittagong. Asimismo, representa al Pakistán en las reuniones internacionales de silvicultura.

El programa de ayuda técnica

No se cuenta con datos actuales de la producción anual de madera en el Pakistán. Las cifras más recientes (1952), relativas a la nación en su conjunto, indican un rendimiento total registrado de casi 255.000 m.³ de productos industriales, excluida la leña. La producción registrada de leña fué 5 veces superior a esta cantidad. La magnitud de la no registrada probablemente es mucho mayor que la conocida.

Ahora se está haciendo un inventario de los recursos forestales y esperan los encargados de formular planes que las industrias de productos forestales serán desde luego capaces de producir casi todos los artículos de madera que están importándose y también de producir otros que son útiles pero que al presente no se aprovechan en el país. A fin de realizar dicho plan, han de vencerse antes algunos obstáculos. En primer lugar, gran parte de la madera pakistana de mejor calidad es inaccesible económicamente por razón de las actuales prácticas de corta y transporte. Mediante la mecanización, sistemas adelantados de ordenación, e implantando otros métodos eficaces, de seguro se reducirían los costos de explotación y manufactura. Así sería posible el aprovechamiento de masas maderables hoy inaccesibles; y a la vez ensanchar la disponibilidad de recursos forestales que permitiera crear nuevas industrias nacionales.

El segundo obstáculo consiste, como de costumbre, en que no se conocen a ciencia cierta las propiedades de algunas especies locales de madera ni los métodos fabriles para obtener de ellas productos utilizables. En las serranías de Chittagong, por ejemplo, se halla la madera civit en considerable volumen, puede decirse sin explotar. Los árboles de 1,50 a 2 m. de diámetro y altura de 60 m., mezclados con otras especies de más valor, se apean y queman en las operaciones de desmonte subsiguientes a la explotación comercial y previas a la plantación de teca en una área de corta. En Dehra Dun, India, y en otros lugares, se han efectuado ensayos sobre algunas propiedades del civit, y hacen falta todavía más. Asimismo, la madera de esta especie debería emplearse por vía experimental en la fabricación de productos para los que se adaptan sus propiedades físicas. De tal modo, podrán idearse métodos adecuados de elaboración.

Ante estos obstáculos por vencer, el Gobierno del Pakistán se dirigió en primer término a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Cuatro técnicos forestales de esa Organización (Alexander Rule, experto en corta y extracción; F. Cermak, experto en aserrado; J. A. von Monroy, experto eh industrias forestales; y Arne Sundelin, experto en papel y celulosa) visitaron el Pakistán y formularon recomendaciones en sus respectivas especialidades. La Administración de Cooperación Técnica (posteriormente la Administración de Operaciones en el Extranjero) de los Estados Unidos de América llegó a interesarse por la realización práctica de algunos de estas recomendaciones. El resultado fué la solicitud del Gobierno del Pakistán para la ejecución de dos proyectos forestales con arreglo al programa de ayuda exterior del Gobierno de los Estados Unidos.

Introducción de maquinaria

El primero de estos proyectos tenía por objeto la capacitación de funcionarios forestales del Gobierno del Pakistán en el empleo de maquinaria para la explotación mecánica y elaboración de la madera en las serranías de Chittagong.

Era preciso adquirir un corto número de tractores y trinquibales, así como un taller en que se mantuviera el material en condiciones de servicio. Dos o más técnicos de los Estados Unidos habrían de trasladarse al Pakistán en comisión de dos años para instruir a los técnicos locales en el funcionamiento y conservación adecuada de las máquinas, construcción de vías de saca y planeamiento de las operaciones completas de corta y extracción. Además, el técnico pakistano que hubiera de encargarse de la empresa debería ir a los Estados Unidos a fin de estudiar los métodos de explotación análogos a los que podrían aplicarse en el Pakistán Oriental.

En las postrimerías de 1952, un técnico del Servicio Forestal de los Estados Unidos, Maxwell E. Becker, salió rumbo al Pakistán para dar comienzo a las obras. A principios de 1953, E. A. Meidler, técnico austríaco empleado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, visitó la zona maderera con el señor Becker. Hecho el reconocimiento, se colocó un pedido de maquinaria de explotación, piezas de repuesto y materiales de taller, la mayor parte de los cuales se recibieron en Chittagong en el invierno de 1954/55. Mientras tanto, Nuruddin Ahmed, técnico pakistano, fué enviado a los Estados Unidos para estudiar, durante un período aproximado de 6 meses, los métodos de explotación y elaboración mecánicas de la madera. En septiembre de 1954, Paul Logan, técnico en explotación forestal del Servicio Forestal de los Estados Unidos, sucedió en el cargo al señor Becker por haber éste terminado su misión.

Al mismo tiempo, se amplió el alcance del proyecto de corta y extracción de trozas a efecto de dar en él cabida a la adquisición e instalación de un moderno aserradero, y a la capacitación del personal que se encargara de su funcionamiento. Los detalles de este proyecto aún se están puntualizando. Es posible que después se añadan un taller de tratamientos preservativos y otras secciones de elaboración de la madera.

Laboratorio de investigaciones forestales

El segundo proyecto forestal, que era la creación del Laboratorio de Investigaciones Forestales, comenzó también a finales de 1952, ocasión en que fué designado el autor con tal propósito, habiéndose trasladado a Chittagong, Pakistán Oriental, donde se montaría el propuesto laboratorio. Las providencias iniciales consistieron en preparar un análisis de los problemas, pormenorizando las condiciones locales del aprovechamiento de los montes y los problemas forestales que hiciesen necesaria la investigación. Por supuesto, este trabajo se ejecutó en estrecha colaboración con los técnicos locales entendidos en esas cuestiones y con el señor J. A. von Monroy, de la FAO. Dada la probabilidad de que el personal y los recursos disponibles para la investigación forestal fueran escasos en el Pakistán Oriental en plazo no lejano, las labores primitivas del Laboratorio de Investigaciones Forestales se circunscribirían al ramo de los productos forestales. Al tomar esta decisión, se reconoció la urgencia de que las industrias madereras locales se esforzaran por conseguir la autosuficiencia nacional en la materia.

Con la mira de cumplir las exigencias internas, se dió la preferencia primordial a los siguientes cuatro campos de investigación:

1. secado de la madera;
2. preservación de la misma;
3. chapas, tableros contrachapados y tablas de construcción;
4. talleres de elaboración de maderas (empleo de maquinaria moderna para labrarlas).

Las investigaciones sobre el secado de la madera son muy importantes en Pakistán. Si no se seca con las debidas precauciones la de muchas especies locales se contrae, tuerce y agrieta estando ya en servicio, y no presta utilidad, o al menos no es aconsejable, para ciertos usos. Además, algunas aplicaciones de la madera no secada o parcialmente seca conducen a la pudrición y obligan a sustituirla poco después, lo cual resulta a menudo costoso Son indispensables estas investigaciones para determinar las condiciones; en que convenga secar la madera y otros productos forestales en estufas, y fijar las mejores operaciones del horno para las especies locales de mayor importancia.

El aserradero de Kalurghat, perteneciente al Departamento Forestal de la Bengala Oriental. En primer término están algunas trozas de pies plantados; y a la izquierda, traviesas de vía labradas a sierra con trozas de Dipterocarpus sp.

Por razones parecidas, el aspecto de la preservación de la madera tiene igual trascendencia, sobre todo en el Pakistán Oriental, donde el tiempo cálido dura casi todo el año y la humedad alcanza grados muy altos en la época de los monzones. No sólo acontece que la pudrición es bastante rápida, sino que también hay considerables pérdidas que ocasionan los insectos, en particular los comejenes (termitas). Se necesitan las investigaciones para averiguar la presión y las cantidades de diversas clases de preservativos que requiera la protección de las especies locales poco duraderas.

Tanto el Pakistán Oriental como el Occidental cuentan con determinadas espacies adecuadas a la fabricación de chapas y tableros contrachapados. Hoy en día tiene importancia especial el suministro local de tableros contrachapados adaptables a la fabricación de cajas para el transporte del té, ya que prácticamente toda la cosecha se envasa en cajones hechos con madera terciada de 6,3 mm. procedente de Finlandia, que se paga en moneda extranjera. Además, una calidad comercial de tableros contrachapados satisfaría la demanda creada por las obras de construcción, la ebanistería y las artes decorativas. Sin investigaciones de laboratorio no Be pueden resolver los problemas de laminación, secado y encolado de especies indígenas. Una vez allanados estos inconvenientes, no tardarían los capitalistas en persuadirse de la bondad de invertir caudales en la producción comercial. La madera contrachapada para los cajoncillos de té tiene que ser resistente y estar exenta de olores. La manufactura de tableros buenos con especies locales no utilizadas ahora, haría posible asimismo la disponibilidad de un material de construcción que tanta falta hace, aprovechando maderas que de otro modo seguirán desperdiciándose. Las investigaciones sobre sustancias aglutinantes, métodos de desmenuzado o desfibrado y de manufactura de tableros comprimidos, son ineludibles antes de emprender la producción comercial.

Hasta cierto punto, quizá no se justifique considerar el funcionamiento de un taller de transformación de la madera como labor de investigación: Sin embargo el empleo de máquinas de tornear y otras destinadas a operaciones de labrado en que se usen especies de madera todavía no probadas, dará sin duda origen, a problemas de funcionamiento, velocidad de corte ángulo de fijación de la cuchilla, etc. Por otro lado, en las comunidades donde los métodos individuales de artesanía han prevalecido durante siglos, las ventajas de una alta producción y el montaje de piezas idénticas e intercambiables en muebles y artefactos de madera exigirán su previa demostración. Asimismo los encargados de las máquinas deberán enseñarse a manejarlas si se quiere introducir los métodos fabriles más eficaces. Esas circunstancias dan sobrado motivo a la instalación de un taller de elaboración de la madera como parte del laboratorio de investigaciones forestales.

Había proyectos de montar un taller para el ensayo de la resistencia mecánica de las especies maderables indígenas, pero fué desechado sobre todo en vista de que ya se ensayaron la resistencia y otras propiedades mecánicas de las especies más importantes en el Instituto de Investigaciones Forestales de Dehra Dun. La mayoría de los resultados se dieron a conocer en publicaciones obtenibles.

Después de decidir a qué campo de actividad debería circunscribirse la investigación inicial, el siguiente paso era proyectar locales adecuados para laboratorio. Con el objeto de encargarse de esta fase de los trabajos, Laurence V. Teesdale, del Laboratorio de Productos Forestales de Madison, Wisconsin, es tuvo varias semanas en Ghittagong. Después de un detenido estudio de los planos de otros laboratorios, se acordó construir cuatro edificios independientes que en conjunto ocuparían una extensión aproximada de 1.300 m 2 y se trazaron los croquis correspondientes. El verdadero material de laboratorio se pondría en tres edificios de un solo piso construidos de ladrillo y hormigón. El cuarto un cuerpo de dos pisos de ladrillo y hormigón, se dedicaría a los servicios administrativos y habría de contener las oficinas principales, la biblioteca, una sección de escribientes, etc. Los croquis fueron examinados por el arquitecto de la Administración de Operaciones en el Extranjero y se entregaron después al Departamento de Obras Públicas del Pakistán para que dibujara los planos arquitectónicos definitivos, estimara los gastos, hiciera las diligencias de licitación y adjudicara los contratos de construcción.

Al mismo tiempo que se proyectaban los edificios se preparó una lista de enseres y materiales de laboratorio, la cual se despachó por los conductos oficiales establecidos para que se revisara y en definitiva se efectuaran las adquisiciones en los Estados Unidos. Se incluyeron en la lista las estufas apropiadas al secado experimental; tanques de tratamientos preservativos y cilindros de presión; tornos, cuchillas, secadores y prensas para chapas, así como las máquinas correspondientes a un modesto taller de carpintería. Además, se seleccionaron varios centenares de libros con que habría de iniciarse la biblioteca técnica, y se encargaron los necesarios productos químicos y de consumo. El Gobierno de los Estados Unidos había de adquirir estos artículos y pagarlos en dólares. La aportación pakistana en este acuerdo cooperativo correspondía a la compra de tierras y la construcción de edificios.

Mientras se hacían estos preparativos, se llevaban a cabo otras negociaciones para conseguir el solar adecuado. El lugar escogido se halla en las afueras de Chittagong, a unos 6 Km. del centro urbano. La parcela mide 17 Ha. y alrededor de la mitad era pertenencia original del Departamento de Montes de la Bengala Oriental, pero de buena gana fué cedida. El resto, que es el punto más propio para la construcción, se obtuvo de propietarios particulares. El terreno se había ya adquirido cuando se terminaron los planos de las estructuras basados en los croquis primitivos y se lanzó la convocatoria a subasta. Las obras de acondicionamiento del predio y edificación comenzaron a principios de septiembre de 1954 y casi estaban terminadas en marzo de 1955.

La capacitación de personal técnico pakistano de laboratorio se ha logrado de la siguiente manera: el funcionario elegido como futuro director del laboratorio se envió a los Estados Unidos para que se adiestrara en Madison, Wisconsin, antes que ningún técnico de los Estados Unidos emprendiera el viaje al Pakistán. Regresó a su país a tiempo de ayudar en la adquisición del solar destinado a construcciones, preparar los croquis de los edificios y redactar el pedido provisional de material. A finales de 1954 se habían escogido cuatro técnicos que pasarían a los Estados Unidos a recibir instrucción durante un período de seis meses, cada uno respectivamente en su especialidad asignada de: secado de la madera; preservación de la madera; chapas, madera contrachapada y tableros de construcción; y elaboración de la madera.

Educación forestal

Los programas de ayuda técnica contribuirán todavía en otro aspecto distinto al fomento dasonómico en el Pakistán. Antes de dividirse la India británica, los ingenieros forestales se formaban de preferencia en Dehra Dun. Consumada la partición, quedó la institución docente en la India, lo cual obligó al Pakistán a organizar su propia educación forestal desde los rudimentos. Al principio, la instrucción forestal se daba en Murree Hills, en condiciones que distaban mucho de ser satisfactorias. En el programa estaba previsto que cada año se graduasen unos 30 vigilantes de montes en la Escuela de Vigilancia Forestal, a quienes se encomendarían cargos en uno u otro de los departamentos forestales de las provincias. Cada dos años se recibirían de 15 a 20 guardas mayores en la Escuela de Ingeniería Forestal, entrando a formar parte del cuadro de personal superior en los departamentos forestales de las provincias.

En 1952 se establecieron en Abbottabad locales más adecuados que los de Murree Hills, pero aun así la instrucción y los recursos de laboratorio estaban muy lejos de ser completos. En 1954 las gestiones entre el Gobierno del Pakistán, la Administración de Operaciones en el Extranjero y la Escuela de Agricultura y Mecánica del Colorado dieron la pauta para la construcción de nuevos recintos consagrados a la enseñanza forestal y a ensayos en laboratorios de productos forestales, como parte integrante de la Universidad de Peshawar. Según estos planes, el Gobierno del Pakistán construiría los locales en Peshawar; la Escuela de Agricultura y Mecánica del Colorado cedería por cierto lapso algún personal facultativo en calidad de asesores; y la Administración de Operaciones en el Extranjero suministraría el material de laboratorio y de otro tipo y soportaría los gastos que ocasionasen los asesores facultativos. En tal forma fué posible mejorar la educación en el Pakistán.

En resumen, la dasonomía está ayudando al Pakistán a conseguir mayor autosuficiencia industrial y potencia económica. Con los pocos medios económicos y técnicos que al principio se le prestaron, el vigoroso impulso forestal del Pakistán contribuirá mucho a que la economía nacional reciba crecidos beneficios de los recursos y de las industrias forestales. Por su parte, todos los técnicos extranjeros que de uno u otro modo participaron en esta actividad, pueden con justo orgullo sentirse satisfechos de haber puesto su grano de arena en la empresa.

Articulo traducido de un texto original en inglés.


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