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Silvicultura tropical

IRVINE T. HAIG, Jefe del Departamento de Tecnología Forestal, Dirección de Montes, FAO*

* El Sr. Haig se ha reincorporado recientemente al Servicio Forestal de los Estados Unidos, lagunas en nuestro conocimiento de los tipos y zonas principales.

El presente articulo está tomado de la publicación de la FAO titulada Silvicultura Tropical, preparada por 1. T. Haig, M. A. Huberman y U Aung Din. En ella se resumen las analogías y diferencias más notables de las principales formaciones arbóreas de los trópicos. Como base para una discusión de las prácticas silvícolas surgidas en Asia, Africa y la América Latina se comparan los rasgos físicos y bioecológicos del bosque húmedo siempreverde (higrofítico), mesofítico caducifolio y xerofítico caducifolio. A modo de orientación para los silvicultores tropicales se esbozan las investigaciones futuras y trabajos de campo que serán necesarios para llenar las lagunas que se observan en los actuales conocimientos.

Los bosques tropicales ocupan casi la mitad de la superficie forestal del globo. Se extienden ampliamente por tres regiones principales, Asia, Africa y América, y contienen una enorme cantidad de materias primas renovables para un mundo de necesidades rápidamente crecientes. La adecuada ordenación de estos bosques con carácter permanente, constituye una de las tareas más complejas y de mayor empeño con que se enfrentan los forestales profesionales. En el presente estudio se ha tratado de resumir en un plano mundial la información de que hoy se dispone sobre una de las fases fundamentales de esta tarea, a saber, la regeneración natural de los bosques tropicales como guía para la futura formulación de políticas forestales bien cimentadas.

Aunque esta tarea es enorme, queda simplificada por el hecho de que cada una de las principales formaciones presenta notables semejanzas en la fisonomía, estructura, sucesión y otros rasgos bioecológicos como reacción al clima y a otros factores ambientales en las tres zonas mundiales, y pese a las grandes divergencias en sus floras, a la presencia de una multitud de variantes edáficas, florísticas y altitudinales que exigen un estudio particular en cada caso. El clima, y en particular el régimen de lluvias, influyen en forma especial y permiten agrupar la mayor parte de la vegetación de los bosques tropicales en tres formaciones generales, ordenadas con arreglo a la aridez y carácter caducifolio crecientes: el bosque húmedo siempreverde (higrofítico), el bosque mesolítico caducifolio y el bosque xerofítico caducifolio que comprende espinares y matorrales. Esta división ha simplificado mucho el estudio de formaciones aproximadamente análogas en cuanto al medio ambiente físico y a las características bioecológicas, pese a la gran complejidad de los bosques y a la enorme extensión de las zonas que ocupan. En el cuadro que puede verse en la página 160 aparece un resumen de las comparaciones generales que pueden hacerse desde un punto de vista mundial ajustándose a nuestro actual conocimiento. Se tratan además, con algún detalle, tres tipos especiales de bosque de gran valor económico actual y potencial. No obstante, si bien el medio ambiente físico y los rasgos bioecológicos más salientes de cada formación principal resaltan con relativa claridad, existen evidentes

En general, las prácticas y el conocimiento científico en aspectos botánicos como la dendrología, y también en el terreno puramente silvícola o bioecológico, han evolucionado más en Asia que en Africa o América. Por otra parte, en Asia y Africa, los bien organizados organismos de investigación existentes y los programas activos de investigación prometen un rápido adelanto. En América, tales instituciones y programas son de limitado alcance y se hallan, en su mayor parte, en la fase inicial. La falta de conocimientos constituye un evidente impedimento para la evolución de acertadas prácticas silvícolas, a la vez que la creciente cuantía de los fondos disponibles para su inversión en tales prácticas, junto con la necesidad de lograr el provechoso uso de tales fondos, hacen cada vez más difícil la labor del forestal.

En los principales grupos climáticos que en el presente estudio se reconocen (húmedo siempreverde, mesofítico caducifolio y xerofítico caducifolio) la evolución de la silvicultura ha estado dominada en casi todos los montes por los problemas creados por la gran complejidad relativa de los bosques tropicales, sobre todo en lo que se refiere al gran número de especies, muy entremezcladas, junto con la existencia de mercados sólo para algunas especies de elevado valor comercial. Sólo cuando se cuenta con buenos mercados, como ocurre para los montes xerofíticos productores de leña de la India y el Pakistán, en las masas gregarias de especies comerciales o en los puntos en que existe abundancia de mano de obra barata, han podido seguirse prácticas adecuadas de regeneración natural en extensiones considerables, las cuales, sin embargo, son relativamente reducidas en función de los totales mundiales. En las demás porciones de estas tres formaciones principales, las cortas de explotación conservan aún en gran medida su carácter de selección maderera, que consisten en la extracción de algunos pies valiosos por unidad de superficie, prestando poca o ninguna atención a la futura productividad, salvo, quizá, la imposición de límites perimétricos mínimos para preservar las masas más jóvenes o de crecimiento más lento integradas por especies comerciales, completándose esta práctica en ocasiones con cortas de mejoramiento. El problema principal lo ha constituido la forma de mantener y, si es posible, aumentar, la proporción de tales especies de valor comercial.

CARACTERES FÍSICOS Y BIOECOLÓGICOS DE LAS ES FORMACIONES CLIMÁTICAS FORESTAL ES

Caracteres


Formación

Húmedo (higrofítico)

Mesofítico

Xerotifítico

Factores físicos

 

Temperatura

Libre de heladas
Poca fluctuación diurna o estacional
Media: 780 F. (250 C.)

Fundamentalmente libre de heladas
Mayor fluctuación diurna y estacional
Media: 750 F. o menos (240 C. o menos)

Fundamentalmente libre do heladas
Notables fluctuaciones
Media: 70-900 F. (21-320 C.)

Luminosidad (irradiación solar)

No elevada: 40-50 % de lo posible

Más elevada

Muy elevada

Vientos

Ligeros: 3-7 millas por hora(5-12 Km./h.). Huracanes

Entre suaves y moderados: 6-12 m.p.h. (10-20 Km./h.) Huracanes

Entre moderados e intensos Desecadores

Humedad

Muy alta: 90 %

Alta: 60-80 % (sal, 45-60 % en marzo)

Algo elevada: 50-60 %

Precipitación

80" + (2 030 mm.)

50-80" (1 270-2 030 mm.)

Menos de 50" (1 270 mm.)

Régimen de lluvias

Sin verdaderas sequías: hasta 2 meses secos; 4 en casos extremos

Sequía estacional: de 4 a 6 meses secos; 7 en casos extremos

Señalada sequía: de 6 a 11 meses secos; 11 ½ en casos extremos

Suelos




Muy variados

Muy variados

Muy variados

Lixiviados

No tan lixiviados

No lixiviados

Lateríticos

Fértiles

Fértiles con agua

Algunos alealinos y salinos

Factores bioecológicos

 

Fisonomía





Siempreverde

Semiperennifolio

Caducifolio,

Tres estratos arbóreos

Dos o tres estratos arbóreos

Uno o dos estratos arbóreos

Sin período de defóliación

Breve período de defóliación

Dilatado período de defoliación

Abundan los bejucos y trepadoras

Bejucos y trepadoras presentes

Bejucos y trepadoras raros

Masas cerradas y exuberantes

Masas cerradas y exuberantes

Masas entre cerradas y abiertas y desiguales

Altura

Arboles altos; dominantes de 140 ó 180 pies (43-55 m.)

Arboles entre altos y medios; dominantes de 80 a 120 pies (24 a 37 m.)

Arboles bajos; dominantes de 50-75 pies (15 a 23 m.)

Flora



Muy rica en especies

Menos rica en especies

Aún menos rica en especies

Muy entremezclada

Muy entremezclada

Entremezclada

Rara vez gregaria

Gregaria en ocasiones

Más comúnmente gregaria

Especies de valor comercial

Presentes y agresivas

Presentes y muy agresivas

Presentes y muy agresivas

Fuegos y pastoreo no regulados

Pocos o ninguno

Frecuentes

Frecuentes

Sucesión

Clímax

Hacia el bosque húmedo

A veces, hacia el bosque mesofítico

Producción de semillas

Satisfactoria o abundante: periódica

Satisfactoria o abundante. Periódica

Profusa: con frecuencia anual

Diseminación

Por el viento u otros medios

Por el viento u otros medios

Por el viento u otros medios

Germinación


Buena o excelente

Buena

Buena

Especies principales con viabilidad limitada

Algunas especies con viabilidad limitada

Conservan bien la viabilidad

Establecimiento


Mediano o bueno

Insignificante o mediano

Insignificante

Buena producción de chirpiales

Abundante producción de chirpiales
Es común la muerte retrogradante

Abundante producción de chirpiales
Presente a veces la muerte retrogradante

Desarrollo


Especies fotófilas

Muy fotófilas

Muy fotófilas

Se desarrollan bien después del despeje

Se desarrollan bien después del despeje


Resistencia

Resistente

Resistente en general y a los fuegos

Muy resistente en general y a los fuegos

Hasta la fecha, uno de los aspectos más sobresalientes de la silvicultura tropical ha sido la forma en que se han salvado, a veces con notable éxito, los problemas creados por la riqueza florística, dedicándose con especial atención a un número relativamente corto de las muchas especies arbóreas presentes. Por fortuna, en todas o casi todas las formaciones tropicales más importantes, una o varias especies o grupos de especies, a veces gregarios, han unido a su valor comercial otros rasgos bioecológicos adecuados que a veces llegan a ser excelentes. En realidad, la silvicultura tropical de nuestros días podría escribirse casi por entero en función de un reducido número de tales especies superiores o grupos e especies, como son la teca, el sal, el limba, el okumé, el cedro de España, las caobas y otras meliáceas, los dipterocarpos, bambúes, manglares, etc. Los adelantos, y más exactamente, todas las actividades forestales, dependieron ante todo, en sus fases iniciales, del descubrimiento y apreciación de tales especies, atendiendo en un principio a sus calidades comerciales y tratando después con todo empeño de determinar la forma de utilizar estas especies de valor comercial para sustituir o enriquecer la masa forestal. Este objetivo se ha perseguido muchas veces en forma de plantaciones compensatorias, o de enriquecimiento o sustitución de montes mixtos mediante la regeneración artificial, ya que muchas de estas especies poseen excelentes cualidades bioecológicas y comerciales.

En lo que se refiere a la regeneración natural, estas cualidades favorables permitieron el uso de una gran variedad de prácticas forestales que, en el caso de los tipos húmedo y mesofítico, con frecuencia dependían de que las especies más convenientes poseyeran la capacidad de establecerse adecuadamente bajo la sombra de los bosques naturales (como ocurre en gran parte del bosque higrofítico) o de regenerarse satisfactoriamente en el momento de la corta (caso de la teca) siempre que se adopten las necesarias medidas para conseguir una adecuada producción de semillas, preparación del suelo y cuidados culturales. Nuestro conocimiento actual es aún incompleto para todos los tipos, incluso para especies tan evolucionadas como la teca, a la vez que la forma de conseguir el establecimiento de una adecuada cantidad de especies convenientes en la mayor parte de los bosques húmedos y mesofíticos, así como de mantenerlos prestándoles los cuidados culturales necesarios, plantean una multitud de complejos problemas aún por resolver. La cuestión del establecimiento de una regeneración natural de cualquier clase, se hace también tanto más difícil cuanto menor es la cantidad de lluvias recogida y mayor la frecuencia y gravedad de las sequías recurrentes. El sal, aunque en general es una especie agresiva, ilustra la dificultad de conseguir el establecimiento en un medio ambiente en el que las heladas, los períodos de excesiva humedad, la sequía recurrente, los incendios frecuentes y otros rasgos ambientales indeseables, unidos a la semillación periódica y a un limitado período de viabilidad de las semillas, crean dificultades en la obtención de la regeneración natural, sea por un tratamiento de la cubierta de vuelo o por otras medidas silvícolas adecuadas aplicadas en un determinado momento o lugar, única forma en que puede decirse que el silvicultor está en condiciones de regular adecuadamente la regeneración. Si bien en casi todos los tipos de bosque xerofítico, aunque el régimen florístico es menos complejo, los bosques xerofíticos de teca y sal por ejemplo, son con frecuencia puros, la regeneración natural sólo es posible en forma vegetativa, como brotes de cepa; En el presente estudio, así como en la literatura correspondiente, entre la que figuran las ponencias presentadas al Cuarto Congreso Forestal Mundial, se han mencionado otros problemas análogos que atañen a tipos especiales discutidos (manglares, bambúes y coníferas), así como las investigaciones especiales que tales problemas exigen, por lo cual no es preciso extenderse más aquí sobre ello.

En resumen, si bien se ha conseguido un gran progreso, pese a lo incompleto de nuestros conocimientos y a lo limitado de los mercados, la expansión material de las prácticas de regeneración natural exigirán no sólo el perfeccionamiento y enriquecimiento de nuestros conocimientos y de los métodos hoy aplicados, sino también la aplicación de unos y otros a bosques y especies forestales hoy no comerciales. Por supuesto, esto significa una tarea gigantesca, si se atiende a la complejidad de los bosques tropicales y a su amplia distribución geográfica, pese a la general analogía en cuanto a medio ambiente y caracteres bioecológicos que se advierte dentro de cada formación principal de todas las regiones mundiales, y a la probabilidad de que los problemas bioecológicos puedan asemejarse de un modo genérico, lo que constituye el punto focal a que se dirige el presente estudio. En estas circunstancias, parece esencial una expansión de las actividades de investigación y de los ensayos en gran escala, a fin de proporcionar información sobre costos y sobre el grado en que los diversos métodos son practicables, así como sobre resultados silvícolas. Si bien parece de la máxima conveniencia contar con un más amplio conocimiento en la mayor escala posible, se advierte la necesidad práctica de centrar todos los esfuerzos en torno a las especies y grupos de especies más prometedores y a los sectores más productivos de la botánica y la bioecología. Las obras sobre silvicultura tropical (incluidas las ponencias y el informe de la Sección de Silvicultura Tropical del Cuarto Congreso Forestal Mundial) contienen una abundancia de indicaciones útiles y detalladas en cuanto a los campos de investigación y forma que ésta puede adoptar según los tipos y formaciones forestales principales.

FIGURA 3. - Bombacopsis sepium, especie arbórea frecuente y de interés económico del bosque mesofítico caducifolio de la parte norte de Sudamérica, que ha traspuesto los limites del bosque higrofítico con sus bejucos y palmas característicos. (Foto: Jurgenson)

FIGURA 4. - Regeneración natural de teca (Teutona grandis) en un rodal de kyathoung (Bambusa polymorpha) florecido. (Foto: Pyinmana Division, Birmania)

Por consiguiente, sólo merece la pena indicar aquí aquellos sectores principales de valor actual o potencial concreto.

Es evidente que, en este aspecto, los pasados adelantos se han obtenido más rápidamente por los siguientes medios:

1. Ampliando los mercados:

(esto es, haciendo llegar las prácticas silvícolas hasta muchas zonas que hoy son económicamente inaccesibles por carecer de tales especies, o que hoy se explotan por selección comercial únicamente);

2. Efectuando investigaciones bioecológicas:

(sobre métodos de enriquecimiento de masas futuras, aumentando la proporción de las especies más prometedoras. De especial importancia han resultado los siguientes aspectos bioecológicos: hábitos de semillación, factores que influyen sobre el establecimiento, protección de las masas, comportamiento de diversas especies bajo la sombra del bosque maduro y capacidad de competir en bosques mixtos y formar una masa comercial satisfactoria desde el punto de vista tanto cuantitativo como cualitativo);

3. Investigando la forma de reducir los costos:

(prestando cuidados culturales a las masas complejas, por ejemplo, mediante prácticas mejoradas de envenenamiento por anelación, o reduciendo las costosas operaciones de desbroce);

Los programas futuros podrían abarcar los siguientes aspectos:

(a) inventarios en que se muestren las especies de que se dispone en las masas accesibles de dimensiones y calidad económicas y en suficiente cantidad para garantizar una satisfactoria provisión comercial. Es precisa una exacta identificación botánica de tales árboles, incluso en sus fases de brinzal y latizal;

(b) estudios tecnológicos para determinar cuáles son las más prometedoras de estas especies, con independencia de su actual aceptación comercial, esto es, aquellas que presentan cualidades superiores desde un punto de vista comercial. En tales estudios figurarán no sólo las pruebas normales de sus propiedades anatómicas, físicas y mecánicas, sino también otros ensayos de desecación y labra, duración, facilidad de su tratamiento preservativo, etc.;

(c) estudios de los caracteres bioecológicos, especialmente en cuanto a las especies más prometedoras, así como de los métodos de aumentar la proporción de estas especies en las masas futuras. En este sentido, los siguientes aspectos son de la máxima importancia al dar forma a las prácticas silvícolas iniciales;

(i) Hábitos de semillación. Frecuencia y abundancia de la semillación; carácter de la diseminación; condiciones necesarias para la germinación.

(ii) Tolerancia. Especialmente capacidad de sobrevivir bajo plena sombra, formar reproducción avanzada, responder y desarrollarse satisfactoriamente después del despeje bajo sombra variable y en competencia con otra vegetación.

(iii) Resistencia a los insectos, enfermedades y otros agentes destructivos.

(iv) Productividad. Régimen de crecimiento; capacidad de formar una masa comercial satisfactoria, tanto cualitativa como cuantitativamente.

(v) Reducción de los costos silvícolas. Estudios y pruebas en gran escala, encaminados a eliminar o reducir los costos de las operaciones culturales más onerosas, por ejemplo, eliminando los aclareos o cortas de despeje innecesarios. Uso adecuado del fuego y del pastoreo regulados, medidas para capacitar y supervisar las cuadrillas de operarios especializados y mejoramiento de las técnicas de envenenamiento por anelación.

(d) Comparaciones en gran escala de los métodos de regeneración más prometedores para determinar los más prácticos y económicamente ventajosos en un monte en que las especies de valor comercial suelen ser pocas y hallarse diseminadas, a la vez que los costos de extracción son elevados y escasos los fondos, mano de obra y personal especializado.

En las tres zonas mundiales se hallan hoy en curso trabajos muy significativos y de amplitud cada vez mayor en todos estos aspectos. Es esencial contar con entidades de investigación bien organizadas, dotadas de un personal inteligente y con iniciativa, que cuente con una sólida capacitación en modernas técnicas de investigación. Esto será de importancia particular, ya que al intensificarse las prácticas, se explotarán especies nuevas y posiblemente menos agresivas. Es también necesaria una estrecha asociación con el personal administrativo y de campo al dedicar zonas a la explotación experimental o a pruebas en volumen comercial, sujetas a una adecuada regulación, para ensayar los métodos y procedimientos más recientes en su aplicación práctica y para obtener una información adecuada en cuanto a costos. Convendría que cada país y región examinase sus organizaciones técnicas y de investigación teniendo presentes estos principios.

FIGURA 5. - Bosque higrofíticos malayo: aplicación de arsenito sódico en la anelación abierta en un tronco. (Foto: Malayan Forest Service)

Por último, las grandes analogías que existen entre las diversas formaciones tropicales en cuanto a rasgos bioecológicos, así como las resultantes posibilidades de adoptar régimenes silvícolas homólogos en zonas muy distantes entre sí, aconsejan una intensificación en todo intercambio de información y de personal entre las diversas zonas tropicales. En tal intercambio habrán de estar comprendidos (i) los trabajos publicados (artículos técnicos y boletines); (ii) las conferencias mundiales en gran escala (como el Cuarto Congreso Forestal Mundial, las Conferencias Forestales Interafricanas y los Congresos Forestales del Commonwealth Británico); y (iii) un contacto directo del personal (seminarios técnicos y viajes de estudio).


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