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Situación nutricional y vulnerabilidad

El espectro de la malnutrición

El espectro de la malnutrición abarca toda la gama de problemas que pueden presentarse cuando la ingestión de energía dietética y/o nutrientes es insuficiente, excesiva o simplemente desequilibrada.

En uno de los extremos del espectro de la malnutrición energética se halla el problema de la subnutrición y subnutrición que se describe frecuentemente en términos de macronutrientes. Se utilizan para identificar el problema el bajo aporte de energía dietética, la emaciación, el retraso del crecimiento, la falta de peso y el bajo índice de masa corporal (IMC). Este déficit de energía deja a sus víctimas expuestas a enfermedades y a una muerte prematura. Las hace también desatentas e incapaces de concentrarse.

La desnutrición en niños menores de cinco años en países en desarrollo

Los lactantes y niños pequeños, especialmente menores de dos años, debido a que crecen rápidamente, necesitan una alimentación rica en energía y nutrientes. Las dietas pobres en esos elementos causan muertes prematuras, discapacidades permanentes y mayor susceptibilidad a enfermedades mortales. El crecimiento de los niños es un buen indicador de su estado general de salud. El gráfico muestra la prevalencia de la desnutrición entre los niños pequeños en países en desarrollo.

En el otro extremo del espectro se encuentra el problema de la supernutrición, que provoca exceso de peso y obesidad. Un alto IMC es el indicador del problema. La obesidad, fenómeno bien conocido en los países desarrollados, está aumentando entre los nuevos habitantes urbanos del mundo en desarrollo. No se ha prestado mucha atención al problema en los países en desarrollo debido a que son más acuciantes los problemas planteados en el otro extremo de la escala. Sin embargo, las consecuencias de la obesidad - que reduce la productividad e incrementa el riesgo de cardiopatías, hipertensión, diabetes y algunos cánceres - pueden ser tan graves como las de la falta de peso. Es preciso afrontar el problema mundial de la obesidad lo mismo que el del hambre.

Las cifras que figuran en estas páginas muestran el espectro de la energía y las correspondientes manifestaciones físicas en los adultos, así como la información más reciente sobre la subnutrición en los niños. En las páginas 11 y 12 se examina el estado nutricional de las mujeres adultas.

Una dieta desequilibrada en macronutrientes, que son los componentes alimentarios que aportan energía, es también causa de preocupación aún cuando el aporte energético total sea suficiente. Sin embargo, la gama saludable de aporte de macronutrientes, expresada en porcentaje de energía total, puede ser amplia: 55-75 por ciento de carbohidratos, 15-35 por ciento de grasas y 10-15 por ciento de proteínas.

Al espectro del aporte energético se sobrepone el problema mundial de la malnutrición en micronutrientes. Los micronutrientes -minerales y vitaminas- son necesarios para un crecimiento, desarrollo y actividad adecuados. Las carencias son especialmente comunes entre las mujeres en edad reproductiva, los niños y adultos con problemas que afectan el sistema inmunitario, como los afectadas por el SIDA. Las carencias de micronutrientes afectan invariablemente a personas cuyo aporte energético es bajo, pero también a las que consumen demasiada energía. Las carencias de micronutrientes más frecuentes son:

Se han establecido necesidades específicas para la mayoría de los micronutrientes. En la mayoría de los casos, pueden corregirse las carencias con una dieta bien equilibrada. La variedad de la dieta es decisiva.

Variedad en la dieta: añadir alimentos para incrementar el aporte de micronutrientes

Interpretación del índice de masa corporal

El índice de masa corporal (IMC) es una norma antropométrica para definir la composición del cuerpo de los hombres y las mujeres. Se utilizaba en un principio para medir la obesidad en países desarrollados, pero se aplica ahora tanto a la falta como al exceso de peso en adultos en los países de todo el mundo.

El IMC constituye un indicador sencillo, cómodo y relativamente barato para evaluar si una persona ingiere demasiado poca o demasiada energía. Es una medida bruta del estado nutricional, que debe completarse con otra información para determinar el estado de salud de la persona. Pueden adaptarse umbrales para grupos específicos de adultos, como adolescentes, mujeres embarazadas y ancianos.

Cómo se mide el IMC

El valor del IMC de una persona se calcula dividiendo su peso (en kilogramos) por el cuadrado de su altura (en metros):
IMC = peso corporal (kg)/altura2 (m)

Qué significa un IMC alto o bajo

La figura muestra una gama de valores de IMC desde una grave falta de peso (<16) hasta una grave obesidad (>40). El riesgo de problemas de salud es mayor en personas con un IMC en ambos extremos del espectro que para quienes tienen valores medios (18,5-25).

Debates actuales sobre el IMC

En esta publicación, se considera saludable una gama de IMC de 18,5-25 para los adultos. Han recomendado estos umbrales la FAO, la Organización Mundial de la Salud y el Grupo Consultivo sobre Energía Dietética, y su utilización está difundiéndose en todo el mundo.

No todos aceptan los límites de 18,5 para la falta de peso y 25 para el exceso de peso. Algunos investigadores consideran que deberían establecerse límites basados en grupos de referencia específicos de cada país, para reflejar las diferencias en la altura y masa muscular. Estas consideraciones sobre la aplicabilidad universal del índice de masa corporal deberán tenerse en cuenta al interpretar la prevalencia de la falta o exceso de peso en la población en determinados países.

De la carencia al exceso: espectro del IMC en los adultos

La mujer: necesidades diferentes, mayores riesgos

En los hogares donde la seguridad alimentaria es precaria, las mujeres suelen estar más expuestas que los hombres a la malnutrición debido a sus distintas necesidades fisiológicas. Por término medio, las mujeres son más pequeñas y tienen tasas metabólicas más bajas y menos músculos que los hombres, lo que significa que necesitan un 25 por ciento menos de energía dietética al día.

Sin embargo, las mujeres necesitan la misma cantidad o más de muchos nutrientes. Para compensar su menor ingestión de alimentos, tienen que consumir una proporción mucho más elevada de alimentos ricos en nutrientes.

En el cuadro se ofrecen los resultados de investigaciones recientes sobre las necesidades de algunos nutrientes en hombres y mujeres. No obstante, si se consideran solamente las necesidades diarias, se puede obtener una imagen errónea de las necesidades reales de la mujer.

En general, la mujer necesita un aporte de vitaminas y minerales mayor que el hombre en proporción a la ingestión total de energía en la dieta. Por ejemplo, una mujer necesita 2,5 veces más hierro que un hombre, pero, teniendo en cuenta que ella come menos, en unidades de energía alimentaria su necesidad es 3,5 veces mayor. Por la misma razón, aunque la mujer y el hombre necesitan la misma cantidad de calcio y vitamina C, la dieta de la mujer tiene que contener un 40 por ciento más de esos nutrientes.

¿Discriminación en las comidas?

En algunas sociedades, la tradición manda que los hombres aptos para el trabajo coman antes que las mujeres, los niños y los ancianos. Algunos observadores han considerado esta práctica como una indicación de desnutrición para quienes tienen que esperar a la hora de comer.

Sin embargo, muchos estudios realizados sobre la distribución de los alimentos dentro de los hogares, han analizado plenamente todas las cuestiones pertinentes a la necesidad de alimentos, especialmente:

Gasto de energía: qué hacen durante el día los miembros de la familia. Cuánta energía se necesita para arar a mano, recoger leña, trabajar en casa, vender en la tienda.

Masa corporal: corpulencia de los miembros de la familia. Si su peso corresponde a su altura, edad y estado reproductivo.

En 1996, el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias hizo una reseña de la literatura de la que concluyó que «son escasas las pruebas de un sesgo en el consumo de alimentos favorable a los varones». De hecho, realizado el ajuste para las pautas de actividad y peso corporal, el sesgo a favor de los varones resultaba mínimo en muchos de estos estudios.

Con todo, es preciso investigar acerca de la forma en que se adoptan las decisiones sobre la asignación de alimentos en el hogar. Habrá que educar a los responsables del hogar en lo relativo a las necesidades nutricionales específicas de todos sus miembros.

Cuando la mujer está embarazada o en período de lactancia, su alimentación debe ser aún más rica en energía y nutrientes. Durante el embarazo, una mujer necesita 300 kilocalorías más al día después del primer trimestre y 500 kilocalorías más cuando está amamantando. Durante el embarazo, necesita casi tantas proteínas como un hombre (60 g frente a 63 g al día) y, cuando amamanta, necesita incluso más (65 g/día). Una mujer embarazada necesita hasta cuatro veces más hierro, 1,5 veces más folato y 20 por ciento más de calcio que cuando no lo está. Durante la lactancia, necesita un 40 por ciento más de vitaminas A y C, al menos un 15 por ciento más de vitamina B12 y cantidades suplementarias de micronutrientes.

La falta de acceso a cantidades suficientes y a una variedad adecuada de alimentos representa para la mujer un riesgo mayor de complicaciones en el embarazo y el parto. Muchas muertes de lactantes y niños pequeños registradas en países en desarrollo pueden atribuirse al mal estado nutricional de sus madres.

Las madres adolescentes y sus hijos son particularmente vulnerables a la malnutrición. Las muchachas suelen aumentar en peso y estatura hasta los 18 años y no alcanzan el máximo de masa ósea hasta los 25 aproximadamente. La dieta de una adolescente que padece hambre crónica (como la esposa pakistaní descrita en la página 14) no puede sostener adecuadamente ni su propio crecimiento ni el del feto. Las mujeres jóvenes malnutridas suelen dar a luz niños con falta de peso.

Una forma de evaluar el estado nutricional de las mujeres es mediante el empleo del índice de masa corporal (IMC). En la figura se expone en gráficos el espectro del IMC en las mujeres de varios países.

El índice de masa corporal da dos indicaciones acerca de la situación nutricional de las mujeres. En primer término, debido a que muchos problemas nutricionales están vinculados a la insuficiencia ponderal o al sobrepeso, el IMC indica el estado de salud de la mujer. En segundo término, el IMC es un indicador importante del resultado probable del embarazo. Un estudio llevado a cabo en la India, por ejemplo, mostró que el 41 por ciento de los bebés de madres con insuficiencia ponderal moderada (IMC de 16 a 17) presentaban insuficiencia ponderal al nacer (peso inferior a 2 500 g). La cifra llegaba al 53 por ciento cuando la IMC de la madre era inferior a 16. Análogamente, una mujer obesa corre un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones durante el embarazo y de tener un parto difícil.

Necesidades de nutrientes de las mujeres* y los hombres

Nutrientes

Necesidades de
la mujer adulta
por día

Necesidades del
hombre adulto
por día

Necesidades de
la mujer adulta
por 1 000 kcal1

Necesidades del
hombre adulto
por 1 000 kcal2

Calcio (mg)

1 000

1 000

500

350

Hierro (mg)3

24

11

12

4

Vitamina A (µg RE)

500

600

250

210

Vitamina C (mg)

45

45

23

16

Vitamina E (mg)

7,5

10

3,6

3,6

Niacina (mg)

14

16

7

6

Proteínas (g)

50

63

25

22,5

1 Basándose en un aporte total de energía dietética de 2 000 kcal por día.
2 Basándose en un aporte total de energ'a dietética de 2 800 kcal por día.
3 Basándose en una biodisponibilidad del 12 por ciento.
* Estas cifras no reflejan las necesidades mayores de las mujeres embarazadas y lactantes. Para detalles, véase el texto.
Fuente: Para vitaminas y minerales: Consulta Mixta FAO/OMS de expertos sobre necesidades de vitaminas y minerales de consumo humano, Informe sobre aportes recomendados de nutrientes, FAO, Bangkok, septiembre de 1998 (en prensa).

Porcentaje de mujeres que no entran en la gama de salud del índice de masa corporal

Alimentación de las personas que padecen hambre

La subnutrición se suele expresar en porcentaje de la población cuya dieta es insuficiente, pero ¿qué significa para una persona vivir día tras día sin alimentos suficientes?

Se presentan aquí las dietas reales de tres personas que padecen hambre crónica: un adulto de Bolivia, un muchacho de Zambia y una adolescente recién casada del Pakistán*. Estas personas padecen una vulnerabilidad nutricional continua porque viven en hogares donde se carece de recursos para producir, comprar y preparar los alimentos que permitirían mantener una alimentación sana, aunque las comidas varíen según los días y las estaciones.

Cómo se estudian las dietas

Al realizar estudios sobre dietas, el personal encargado recoge información sobre las formas en que se preparan los alimentos, el tamaño de las porciones que se consumen y la frecuencia de las comidas. Se recoge generalmente información sobre un día pero, como las comidas varían y la de un día puede no ser representativa de la dieta general, es preferible obtener información sobre tres días o incluso una semana entera. Algunos estudios tienen en cuenta los cambios en la dieta según la estación. El paso siguiente es analizar los valores de nutrientes de los alimentos consumidos. Estos cálculos manifiestan las fuentes y cantidades totales de energía y nutrientes en la dieta.

Aun en los casos en que un país dispone de lo suficiente para alimentar bien a su población, habrá dentro de él grupos vulnerables a la inseguridad alimentaria. Dentro de las comunidades, unas familias corren mayores riesgos de malnutrición que otras y, dentro de las familias, el riesgo es mayor para algunos miembros que para otros. Los niños pequeños y las mujeres embarazadas y lactantes son los grupos más vulnerables, pero la subnutrición afecta a todos los estratos de la sociedad: esto significa que un niño en edad escolar podrá no sacar todo provecho de la educación, un trabajador será menos productivo y una joven tendrá peligro de abortar.

La dieta de Zambia muestra cómo una persona puede alimentarse adecuadamente en una estación y estar subalimentada en otra, lo que es especialmente peligroso para los niños, cuyo crecimiento puede retrasarse y están expuestos a otros problemas. Esta dieta muestra también que pueden faltar nutrientes importantes incluso en casos en que la energía dietética es suficiente.

La dieta de Bolivia es un ejemplo de la importancia de los alimentos indígenas, que frecuentemente no aparecen en estadísticas oficiales sobre suministro alimentario. Pero, incluso con estos alimentos nutritivos tradicionales, se puede adolecer de una subnutrición grave.

La dieta de Pakistán pone de relieve las preocupaciones por el mal estado nutricional de las madres adolescentes, lo que contribuye a los altos índices de mortalidad infantil y materna en muchas partes del mundo.

Las dietas que se describen muestran lo que estas personas comieron durante dos períodos de 24 horas y se presentan como ejemplo de pautas comunes de alimentación, pero no son estadísticamente representativas de las dietas de una población mayor.

* Se han cambiado los nombres de las personas.

Muchacho de Zambia

Mumba Mwansa, de siete años, vive en el norte de Zambia cerca de un lago en el que su padre pesca como empleado de otro hombre. La madre de Mumba cultiva batatas, caupíes, calabazas y maní. Su padre produce yuca durante la estación de las lluvias, cuando no se puede pescar en el lago.

Durante la estación seca, Mumba desayuna batata hervida con maní tostado. En la escuela almuerza yuca tostada y, por la tarde, comparte la comida familiar de nshima de yuca (una papilla densa) con pescado cocido. Por la noche, su familia tiene para cenar una olla recién preparada de nshima con condimento de pescado.

Gracias al pescado y a la harina de yuca, la dieta de Mumba durante la estación seca satisface las necesidades mínimas de carbohidratos y proteínas. Sin embargo, no contiene suficientes grasas, hierro o calcio, que son imprescindibles para el crecimiento y la salud.

La estación húmeda es más difícil. Los padres de Mumba van temprano a los campos, por lo que tiene que tostarse él mismo la yuca o no desayunar. Por la tarde, la Sra. Mwansa prepara nshima y un condimento de hortalizas y harina de maní. El niño almuerza y merienda tres pequeños mangos, ya que los Mwansa no cenan.

En este período del año, la dieta de Mumba no proporciona energía suficiente para las actividades diarias, la salud y el crecimiento. Un niño de esa edad necesita 1 800 kilocalorías al día, mientras que, ese día, consumió sólo 1 121 kilocalorías.

El hambre estacional y la falta de algunos alimentos esenciales durante todo el año contribuyen a los muchos casos de retraso en el crecimiento detectados en la zona donde vive Mumba.

* La absorción de vitamina A es limitada debido a la insuficiencia de grasas en su dieta.

Adulto de Bolivia

Pedro Quispe, de 35 años, mantiene a su mujer y sus cuatro hijos trabajando en una explotación agrícola cerca del lago Titicaca en Bolivia. Algunas mañanas desayuna maíz hervido, algo de chuño (papas conservadas) y frijoles fritos. Dos o tres veces por semana, su mujer le prepara wallake, una sopa hecha con pescado llamado carachi procedente del lago, más papas, cebollas, pimientos amarillos, koa (hierba aromática), tocino y sal.

El Sr. Quispe camina una hora para llegar a los campos. Después de trabajar varias horas, almuerza chuño con una salsa de pimientos, cebollas y tomates.

Cuando al atardecer regresa al hogar su mujer le sirve sopa de arroz, papas, cebollas, zanahorias, tocino y sal. La sopa se come con una pasta llamada quispina hecha de un cereal (Chenopodium quinoa) indígena del altiplano andino. Suelen tomar también una bebida fría de cebada, llamada pito de cebada retostada, con agua y azúcar.

El Sr. Quispe necesita gran cantidad de energía para trabajar en la agricultura, recorrer largas distancias y realizar en el hogar tareas pesadas que su mujer no puede realizar. Se estima que un hombre de esta región montañosa necesita al menos 2 800 kcal al día para mantener su nivel de actividad y salud. En cambio, la dieta del Sr. Quispe proporciona sólo el 75 por ciento de la energía dietética que necesita, porque son insuficientes las grasas y carbohidratos que consume. Como su dieta es pobre, carece también de calcio y vitamina C.

Adolescente del Pakistán

Tahira Khan, tiene 15 años y acaba de casarse en una comunidad aislada de las montañas de Pakistán. Por la mañana va a buscar agua para preparar el té, que toma con leche y azúcar. Ella y su suegra preparan el desayuno familiar; cuando los hombres se van a los campos, Tahira come su parte, una paratha (tipo de panqueque) hecha con harina integral de trigo y ghee (manteca). Una o dos veces por semana come un huevo frito con el ghee.

Ella y su suegra dedican casi todo el día a las tareas del hogar. Por la tarde, Tahira come un chapati, rebanada de pan blanco y un plato de papas y berenjenas, con tomate, cebolla y pimiento rojo, fritas en ghee. Cuando vuelven los hombres de los campos, Tahira les sirve la cena y después come la suya: otro chapati y hortalizas variadas cocinadas con ghee.

Como es difícil llegar a la aldea, la familia obtiene la mayor parte de sus alimentos de sus huertos, por lo que la variedad es limitada. La dieta de Tahira contiene niveles casi suficientes de proteínas, pero son de baja calidad porque proceden del trigo. Las legumbres mejoran la calidad de las proteínas, pero no las come en medida suficiente. Su dieta es particularmente deficiente en grasas y carece también de suficientes carbohidratos.

Su dieta limitada es preocupante, porque Tahira está creciendo todavía. Especialmente necesita más calcio para nutrir a sus futuros hijos y almacenarlo para más adelante. Si quedara embarazada, ella y su prole se hallarían en peligro a causa de su dieta. El mal estado nutricional contribuye a los altos niveles de mortalidad infantil y materna en Pakistán.

Búsqueda de quienes padecen hambre: trazado del perfil de los grupos vulnerables

En la lucha contra el hambre mundial, ha surgido un nuevo instrumento para ayudar a las autoridades a orientar sus intervenciones hacia las personas más vulnerables a la inseguridad alimentaria.
El «trazado del perfil de los grupos vulnerables» es un medio de identificar quién padece hambre en una población determinada, por qué y, por deducción, qué se puede hacer al respecto. Este método analítico se ha elaborado como parte de la iniciativa del Sistema de información y cartografía sobre la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad (SICIAV). Se puede aplicar sólo o en combinación con otros métodos de evaluación de la vulnerabilidad.

Grupos de subsistencia vulnerables en Benin

Los resultados pueden ser sorprendentes y dar un fuerte impulso a la actuación. Por ejemplo, en Benin el trazado de un perfil puso de manifiesto que casi la mitad de la población es vulnerable a la inseguridad alimentaria; la FAO estima que alrededor de un tercio de esas personas vulnerables ya están subnutridas.

La determinación de los grupos vulnerables en un país requiere numerosas consultas. Un buen punto de partida es una sesión nacional de reflexión en la que participe un grupo amplio de interesados, entre ellos representantes de instituciones académicas, asociaciones comerciales, cooperativas, grupos de agricultores, ministerios y organismos oficiales, autoridades locales, organizaciones no gubernamentales, grupos tribales y asociaciones de mujeres.

Marco para la recopilación de información sobre un grupo vulnerable

En Benin se celebró en mayo de 1999 una sesión de este tipo con 40 participantes en representación de todas las regiones y sectores de la sociedad. Los participantes, elegidos por su conocimiento práctico y su experiencia en relación con las condiciones de la seguridad alimentaria en el país, identificaron ocho grupos de subsistencia y tres grupos demográficos vulnerables a la inseguridad alimentaria.

En una labor que puede repetirse en todo el mundo, las diversas impresiones y experiencias de los participantes les permitieron identificar:

Criterios para la clasificación de los grupos con inseguridad alimentaria y vulnerabilidad, con ejemplos

Medios de subsistencia (pescadores artesanales en Viet Nam)

Lugar (habitantes de zonas urbanas marginales en Guatemala)

Relación con el medio ambiente (habitantes de bosques en Turquía)

Demografía (niños menores de cinco años en Benin)

Cultura (campesinos en Namibia)

Situación social (refugiados de Sierra Leona en Liberia)

Situación física (personas discapacitadas en Chad)

Combinación compleja de características (población indígena sedentaria urbana y semiurbana en Mauritania)

Fuente: Resultados de sesiones nacionales de reflexi-n celebradas en 1999 en los pa'ses mencionados.

Hay tantas maneras de clasificar a la población pobre como causas de su hambre. Un sistema particularmente útil de clasificación es la fuente primaria de sustento, puesto que es fácil de aplicar e integra los múltiples factores de los que se deriva la inseguridad alimentaria. Otras bases para la clasificación pueden ser también eficaces, siempre que sean generales y puedan aplicarse en todo el país sin duplicación del recuento.

Luego se pueden utilizar los datos del censo y los resultados de otras encuestas para calcular la proporción de la población nacional representada por cada grupo vulnerable. Puede ser necesario desglosar los grupos definidos al principio de manera amplia en distintos subgrupos para garantizar que las medidas relativas a la seguridad alimentaria sean apropiadas.

Como se indica en el marco, cada perfil debe contener información sobre los factores que influyen en el sustento y en consecuencia en la seguridad alimentaria de quienes están incluidos en el perfil. Estos factores son los siguientes:

Los pescadores artesanales (en pequeña escala) son un ejemplo de un grupo de subsistencia relativamente homogéneo, que es común en todo el mundo y se está convirtiendo cada vez en más vulnerable a la inseguridad alimentaria. Por estos motivos y debido a la disponibilidad de datos de interés, los pescadores artesanales fueron el primer grupo de subsistencia del que se trazó el perfil utilizando el nuevo enfoque del SICIAV. Entre abril y junio de 2000 se realizó un examen general de las condiciones que contribuyen a la vulnerabilidad de este grupo y se elaboraron perfiles de vulnerabilidad para los pescadores artesanales de Benin, Guatemala y Viet Nam.

Para elaborar estos perfiles, la FAO recurrió a bibliografía secundaria y consultó a personas con conocimiento de las comunidades de pescadores artesanales.
En los casos de Guatemala y Viet Nam, se realizaron encuestas superficiales para complementar la información.

Características comunes de los pescadores artesanales

Los pescadores artesanales, que son unos 8 millones y equivalen a más de la mitad de los pescadores que salen al mar en todo el mundo, trabajan con embarcaciones sin motor y sin muelles y arrastran grandes redes desde la playa. A diferencia de las flotas de pesca en gran escala, que permanecen en el mar durante días o semanas, la mayoría vuelven a la costa a diario.

La pesca artesanal costera es una actividad comunal que se concentra alrededor del punto de desembarque de la aldea del cual salen las tripulaciones de las embarcaciones cada día. Los compradores y vendedores se congregan en el lugar de desembarque; en las cercanías, las mujeres limpian y ahuman o secan parte del pescado capturado.

Las comunidades de pescadores artesanales son unidades con un entramado social tupido, a menudo formadas por una o varias familias ampliadas orgullosas de su tradición pesquera. Sin embargo, estas comunidades están con frecuencia aisladas del resto de la sociedad, por lo que tienden a quedar marginadas. Los pescadores artesanales constituyen uno de los grupos de subsistencia más débiles en cuanto a poder en el mercado e influencia política.

Los factores que contribuyen a su vulnerabilidad y que indican las posibles prioridades para la acción son los siguientes:
• deficiente ordenación de la pesca;
• competición con el turismo y las reservas naturales para el acceso a las aguas situadas frente a las playas y cerca de la costa;
• condiciones de trabajo peligrosas (incluida la exposición a condiciones atmosféricas extremas), que da lugar a una tasa de mortalidad elevada, especialmente en alta mar;
• método de aprendizaje para adquirir los conocimientos prácticos, lo cual obliga a los muchachos a abandonar la escuela a una edad temprana;
• falta de conocimientos prácticos transferibles a sectores más productivos;
• falta de capital de inversión, con la consiguiente baja rentabilidad del trabajo;
• variaciones estacionales en los ingresos y la disponibilidad de alimentos;
• salud deficiente, debido en parte a la mala calidad del agua potable, la vivienda inadecuada y la incidencia elevada de enfermedades transmisibles.

Trazado del perfil de los pescadores artesanales en Benin

Los pescadores artesanales con sus familias son cerca de 400 000, el 8 por ciento de la población de Benin. Entre las personas con mayor inseguridad alimentaria están los pescadores sedentarios de dedicación completa sin tierras. Viven en comunidades pesqueras en la costa, donde el suelo arenoso impide la actividad agrícola, por lo que la pesca es la principal fuente de ingresos familiares. Los peor situados de este grupo no poseen equipo o artes de pesca, reciben salarios muy bajos como miembros de tripulaciones de pesca y tienen una cantidad limitada de dinero para sufragar sus gastos básicos.

En estas páginas se presenta un perfil de las características típicas de los hogares de los pescadores artesanales, en particular los más pobres, elaborado en un taller celebrado en Benin en mayo de 1999. Cada variable se ha evaluado en cuanto a su potencial para crear riesgos u oportunidades. En el recuadro de la página 18 se exponen las preocupaciones más apremiantes en relación con la seguridad alimentaria identificadas en este perfil y se indican medidas para abordarla.

Clave: Efectos en la seguridad alimentaria

Potencialmente adversos

Neutros

Potencialmente positivos

Sin información

BIENES DE SUBSISTENCIA

Capital humano

 

Un hogar normal cuenta con dos personas que obtienen ingresos, un hombre y una mujer, y cuatro o cinco familiares a cargo, de los cuales uno por lo menos es menor de cinco años.

En un momento dado, es probable que al menos un miembro de la familia padezca paludismo.

La escuela es gratuita y los niños en edad escolar se matriculan.

Los niños asisten a la escuela de manera irregular.

Las funciones del hombre y la mujer están claramente definidas:
• La madre cuida a los hijos, mantiene un huerto familiar y proporciona alimentos distintos del pescado.
• El padre proporciona el pescado, así como dinero para gastos, como la escuela, las prendas de vestir, las ceremonias y los regalos.

 

Capital social

 

La madre es miembro de una tontine, sociedad tradicional de seguro social y microcrédito para las mujeres.

El padre mantiene estrechas relaciones con otros miembros de la comunidad pesquera.

 

Capital natural

 

El acceso al mar y a las zonas de desembarque en la playa es libre.

Los manglares proporcionan leña para cocinar y ahumar el pescado; los troncos de cocotero se utilizan para el cobijo.

 

Capital físico

 

La familia vive en un cobijo hecho con troncos de cocotero.

La madre mantiene un huerto familiar en el que cultiva tomates, cebollas y hortalizas verdes para el consumo familiar y para la venta.

La familia no posee ningún animal.

El padre no posee ningún equipo de pesca.

Hay un centro de asistencia sanitaria básica cerca.

El centro de asistencia sanitaria se utiliza raras veces.

Hay un camino a lo largo de la costa.

En la aldea hay agua de pozo disponible.

El agua de los pozos con frecuencia no está limpia.

 

Capital financiero

 

El hogar no tiene ahorros privados.

La madre posee una participación en el fondo rotatorio de la tontine.

 

FACTORES INTERMEDIOS
Políticas

 
 

Hay reglamentación que restringe el uso excesivo de redes grandes.

 

Programas/proyectos

 

Se acaba de comenzar un proyecto regional en apoyo de la pesca artesanal en la costa de África occidental, financiado por el Reino Unido.

La falta de coordinación entre el creciente número de ONG se considera un problema.

 

Creencias/actitudes

 

Un día a la semana los pescadores no pescan ni consumen pescado para evitar la «mala suerte». Esto ayuda a disminuir la pesca excesiva.

 

Legislación

 

No hay información disponible acerca de leyes sobre los efectos de la inseguridad alimentaria.

 

ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA
Actividades generadoras de ingresos

 
 

Estación seca (alta de pesca): de septiembre a marzo

 

El propietario de la embarcación da cada día al padre una pequeña parte del dinero obtenido de la venta de las capturas del día y algún pescado.

La madre gana algo de dinero con el pescado que compra, ahuma y vende de nuevo.

Estación de lluvias (baja de pesca): de abril a agosto

 

El padre emigra con la tripulación de pesca en busca de trabajo al puerto de Cotonou y a veces envía a casa pequeñas cantidades de dinero.

La madre vende productos del huerto y prepara y vende aceite de coco y sal artesanal.

 

Gastos

 

Estación seca

 

Alimentos, reembolsos de préstamos, pagos a la tontine, otros (alcohol, costos escolares).

Estación de lluvias

 

Alimentos, pagos a la tontine, otros (alcohol, costos sanitarios).

 

Alimentación y fuentes de alimentos

 

Estación seca

 

Maíz con salsa de tomate, aceite de palma, cebolla, hortalizas verdes; pescado, normalmente cocinado en salsa o ahumado.

Estación de lluvias

 

Yuca y salsa de tomate, aceite de palma, hortalizas; pescado ahumado en raras ocasiones.

 

Mecanismos para salir adelante a corto plazo

 

Los hogares cambian a alimentos más baratos y consumen menos durante la estación de lluvias.

 

DISTRIBUCIÓN FAMILIAR DE LOS ALIMENTOS
Comportamiento discriminatorio

 
 

No se ha observado ninguno.

 

Hábitos de consumo

 

La madre y los hijos comen juntos; el padre come por separado. Todos comen los mismos alimentos.

 

ACTIVIDADES RELATIVAS A LA SALUD
Prácticas de atención

 
 

Se amamanta a los lactantes; el destete comienza demasiado pronto, a los tres meses, con papilla de maíz.

 

Prácticas de salud e higiene

 

El agua de los pozos no se hierve.

 

FUERZAS DE CAMBIO
Tendencias

 
 

Agotamiento de las poblaciones de peces y destrucción de los hábitats marinos naturales.

 

Choque

 

La devaluación del franco CFA (del África occidental) en enero de 1994 provocó un aumento de los costos de muchos propietarios de las embarcaciones muy superior del precio del pescado. En compensación, ahora toman para sí una proporción mayor de las capturas, quedando menos para la tripulación.

 

Estacionalidad

 

Estación de lluvias

 

Los ingresos registran un fuerte descenso durante la estación baja de pesca.

La alimentación es menos variada y el paludismo y las infecciones respiratorias son más frecuentes.

 

RESULTADOS MENSURABLES
Ingresos

 
 

No hay información disponible.

 

Situación sanitaria

 

La incidencia de paludismo, resfriados y diarrea es elevada en los niños menores de cinco años.

 

Situación nutricional

 

El retraso del crecimiento (peso bajo para la edad) afecta aproximadamente a un cuarto de los niños menores de cinco años en las zonas costeras de Benin.

En los distritos administrativos de la costa, el 62 por ciento de los niños menores de 2 años sufren de deficiencia de hierro y el 52 por ciento son anémicos.

Preocupaciones básicas y posibles medidas surgidas del trazado del perfil

RIESGOS PARA LA SALUD

Los riesgos para la salud constituyen un factor de vulnerabilidad importante para los pescadores artesanales marítimos de Benin. El paludismo es endémico y la diarrea y las infecciones respiratorias son frecuentes, especialmente en la estación de lluvias, cuando la población se ve debilitada por la escasez de alimentos. Aunque se dispone de asistencia sanitaria básica, los hogares vulnerables raras veces la usan. Son escasos los esfuerzos que se hacen para hervir el agua de los pozos u observar otras prácticas de higiene que ayudan a prevenir las enfermedades. Los alimentos disponibles se comparten a partes iguales, pero se desteta a los lactantes demasiado pronto y los alimentos de destete no proporcionan una nutrición adecuada.

La erradicación del paludismo, que tiene prioridad para la OMS en todo el mundo, sería muy beneficiosa. Otras posibles medidas son los programas de apoyo a prácticas de destete mejoradas, alimentación complementaria para los niños malnutridos y protección del agua potable. Esto se debería llevar a cabo localmente, a fin de evitar actuaciones descoordinadas y duplicadas que exigen demasiado tiempo de los beneficiarios previstos.

ENDEUDAMIENTO Y FALTA DE CAPITAL

La falta de capital financiero y físico es un problema importante para los hogares de pescadores vulnerables.
El salario de un pescador se basa en la cantidad de capital que aporta a la tripulaciaón de la embarcación. Un miembro de la tripulación que no posea por lo menos una parte de las redes y otros artes de pesca gana un salario muy bajo. En la estación de lluvias, cuando el marido emigra con la tripulación para buscar trabajo distinto de la pesca en Cotonou, la cantidad de dinero que envía a casa es mínima.

Durante la estación de lluvias, la única fuente de ingresos de la esposa es la venta de productos artesanales y alimentos de su huerto. A menudo esto no basta para satisfacer las necesidades básicas, y debe recurrir al uso del crédito para comprar alimentos. La consecuencia es un aumento del endeudamiento y el hambre.

Las mujeres de las comunidades costeras de Benin pertenecen a tontines, sociedades tradicionales de seguro social y microcrédito para mujeres, a las cuales contribuyen y de las que pueden obtener préstamos cuando los necesitan. Constituyen un bien de capital, útil pero pequeño, que se podría mejorar a fin de proporcionar fondos para invertirlos en empresas en pequeña escala generadoras de ingresos.

ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES

Los pescadores artesanales sedentarios de Benin tienen acceso a buenas aguas de pesca cerca de la costa y sus lugares de desembarque están situados cerca de un camino que lleva a los mercados urbanos. Los manglares y los cocoteros proporcionan leña, cobijo e ingresos suplementarios, y hay agua dulce abundante. Las condiciones atmosféricas no crean riesgos importantes.

Sin embargo, aunque existen prácticas habituales y reglamentación que impiden la pesca excesiva, los métodos tradicionales de ordenación de la pesca se están desmoronando, la reglamentación no se impone y los pescadores industriales invaden regularmente las zonas de pesca utilizadas tradicionalmente por los pescadores artesanales. Estos factores amenazan la sostenibilidad de los medios de subsistencia de los pescadores en pequeña escala.

Aquí, como en otras partes, las medidas locales solamente serán eficaces si van acompañadas de un mayor esfuerzo para controlar la sobrepesca en las aguas internacionales.

Benin se está beneficiando de un programa importante para mejorar los procedimientos de ordenación de la pesca basados en la comunidad, financiado por el Reino Unido con el apoyo técnico de la FAO.

Pesca costera, continental e industrial

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