Entre los muchos factores que deben tomarse en consideración para
obtener buenos resultados en la piscicultura de agua dulce, uno de los
más importantes es poseer un buen conocimiento de los suelos y
sus características. El objetivo de este manual es ayudarle a adquirir
los conocimientos básicos de los suelos que se necesitan para la
construcción de estanques, suministros de agua, canales, embalses,
azudes y pequeñas presas, y para el ordenamiento eficiente de estanques
piscícolas.
Para ello aprenderá:
A investigar su propio suelo mediante ensayos sencillos que usted mismo
puede realizar;
Cuándo no debe realizar los ensayos si éstos requieren
equipos y habilidades demásiado especializados para usted;
A comprender el lenguaje técnico de los edafólogos y los
ingenieros civiles para poder hacer uso de los análi- sis y los
laboratoríos de suelos.
1.1 ¿Qué es el suelo?
El suelo es una mezcla compleja de organismos vivos,
materia orgánica, minerales, agua y aire. Tome un puñado
de tierra y obsérvelo detenidamente. Verá que es una
mezcla de pequeñas partículas de muchos tipos.
El suelo se compone de:
Partículas orgánicas, de materias vegetales
y animales, descompuestas que provienen de plantas y animales
vivos;
Partículas minerales tales como arena, arciIla,
piedras o grava que, alguna vez, fueron parte de rocas mayores.
Según su textura, estructura
y consistencia, los diversos tipos de suelos retienen mayor o menor
cantidad de agua y aire. En la Sección 16 se estudiará
más a fondo la composición de los suelos.
1.2 ¿Por qué es necesario investigar su suelo?
El suelo es su material básico
Si se propone tener éxito en la piscicultura de agua dulce, es
preciso que conozca bien su suelo. El fondo de su estanque es de tierra.
Después de cavar su estanque, usará la tierra extraída
para construir los murallones. Si va a construir un embalse para almacenar
agua, utilizará tierra para hacer la presa. Tendrá que cavar
en la tierra zanjas o canales desde su suministro de agua hasta sus estanques.
¿En qué medida eI suelo retiene eI agua?
Es importante saber en qué medida el suelo retiene el agua. Esto
se denomina permeabilidad del suelo. El suelo permeable no
retiene el agua. El suelo impermeable retiene el agua. Antes de construir
un estanque piscícola tendrá que hacer ensayos del suelo
para determinar si su permeabilidad es apta para la construcción
de un estanque. Si las pérdidas de agua por infiltración
son demasiado grandes, quizás tenga que sellar el fondo de su estanque,
o sellar los diques, o quizás descubra que pierde demasiada agua
por sus canales de suministro.
Pero, recuerde ...
Escoja un sitio para la construcción de su estanque que
tenga un buen suelo en el que las pérdidas de agua por
infiltración sean mínimas (véase
la Sección 21, P�rdidas de agua por
infiltraci�n, Colección FAO: Capacitación, N°
4);
Al construir un estanque, un buen suelo garantiza diques
fuertes e impermeables que retienen el agua en el estanque. Los
terrenos húmedos y cenagosos suelen ser buenos para la
construcción de estanques;
Al construir su estanque, evite los sitios que tengan huecos
o grietas, hormigueros y afloramientos de roca o raíces
de grandes arbustos o árboles. Aquí el nivel de
pérdida de agua puede ser excesivo y podría ser
difícil sellar el fondo del estanque correctamente;
Si piensa construir un pequeño embalse, debe
seleccionar un buen sitio para la presa, que tenga cerca tierra
adecuada para su construcción.
Cómo realizar un levantamiento de suelos
Antes de comenzar a construir un estanque, debe realizar un levantamiento
de suelos para determinar si el sitio es satisfactorio para la construcción
de estanques. Aprenderá a hacerlo en el Capítulo 2, Planificación
y realización de un levantamiento de suelo.
1.3 Origen y evolución del suelo
¿Cuál es el origen del suelo y cómo se forman las
diferentes rocas?
Todos los suelos están comprendidos
en dos categorías principales: los suelos minerales y los
suelos orgánicos.
Los suelos minerales provienen
de una roca madre denominada material de partida. Se forman con
el tiempo al quebrarse el material de partida por diversos procesos
físicos, químicos y biológicos ocasionados
por el clima, el drenaje, la lixiviación, la erosión,
la vegetación y los organismos vivos. Esto se denomina meteorización.
Por ejemplo, las altas temperaturas del suelo rompen las piedras
en fragmentos menores mediante el calentamiento y enfriamiento.
El material de partida se reduce gradualmente a partículas;
las superficies mayores entran en contacto con el agua y cambia
la composición química de los minerales presentes.
Las sustancias químicas solubles son arrastradas o se lixivian, hacia las capas
m�s profundas del suelo, mientras los elementos menos solubles
permanecen en las capas superiores del suelo. Continúa el
proceso de meteorización y, con el tiempo, se forman suelos
minerales como los que conocemos hoy
Los suelos orgánicos
provienen de materia orgánica. Se forman mediante
la acumulación y la descomposición graduales de
materias vegetales y animales. Por regla general, se dice que
un suelo es orgánico si:
Más de la mitad de los 80 cm superiores del suelo son
orgánicos, o;
Se encuentra materia orgánica de cualquier espesor
directamente sobre la roca madre.
Los suelos turbosos
son un tipo frecuente de suelo orgánico (véanse
las láminas en color). Se forman en lugares escasamente
drenados, como valles fluviales y zonas costeras que suelen estar
bajo el agua, y en que la descomposición de la materia
orgánica vegetal es muy lenta o incluso se detiene. Las
capas de materia orgánica, que se forman con la vegetación,
comienzan a acumularse una tras otra sobre el suelo mineral y
pueden alcanzar un espesor de varios metros. Los suelos turbosos,
formados aproximadamente por un 80% de materia orgánica
parcialmente descompuesta, tienen un contenido de agua muy elevado
y son muy permeables.
Existen otros tipos de suelos minerales
Algunos suelos minerales se forman a partir de un material de patida
que se fragmenta en pequefías partículas en el mismo lugar
por efecto de la meteorización. Estos se Ilaman suelos residuales.
Otros suelos minerales se forman a partir de pequeñas partículas
provenientes de suelos minerales que se formaron en otro lugar, recorrieron
alguna distancia y se sedimentaron. Estos se Ilaman suelos sedimentarios.
Suelos formados a partir de un material de partida local:
suelos residuales
Los suelos residuales se encuentran por lo general en las colinas y se
extienden hasta sus estribaciones, a lo largo de las lindes de los valles.
Los suelos residuales no suelen encontrarse en amplias superficies Ilanas,
sino en zonas ya suavemente incli-nadas, ya bastante escarpadas. La presencia
de roca sólida o de material rocoso parcialmente descompuesto debajo
del subsuelo indica que el suelo residuai se formó en el lugar.
Suelos formados a partir del material de partida transportado:
suelos sedimentarios
Las partículas que componen los suelos sedimentarios
pueden haber sido transportadas por el viento o por el agua.
Si las partículas han sido transportadas por el
viento, el suelo se forma a partir del loess,
que suele ser la mejor capa vegetal agrícola que arrastra
el viento desde otras zonas. Se encuentra con frecuencia en terrenos
de topografía fuertemente ondulada o colinada. Por lo regular
el loess es bastante fértil y contiene una buena cantidad
de materia orgánica hasta grandes profundidades
Si las partículas han sido transportadas por el agua,
el suelo se forma a partir del aluvión y el suelo sedimentario
que se produce es un suelo aluvial. Los suelos pueden
ser transportados por aguas en movimiento como la de lluvia, la
de los ríos o de las marismas. La sedimentación
puede ocurrir en aguas acumuladas como en los lagos, los pantanos
o el mar. El agua puede ser dulce o salina (interiores, costeras
o de estuario). El transporte puede haber ocurrido hace mucho
tiempo o estar ocurriendo hoy.
Los aluviones antiguos
Ilevan suficiente tiempo en el lugar como para mostrar las distintas
capas que han creado los procesos de formación del suelo.
Normalmente se encuentran en terrenos que están muy por
encima de los actuales niveles de inundación. Con frecuencia
la topografía es llana o suavemente ondulada.
Los suelos aluviales son
de enorme interés para la piscicultura. Se encuentran en
las zonas denominadas Ilanuras de sedimentación, donde
la topografía es, por lo regular, ligeramente ondulada
o casi llana. Ello significa que hará falta una cantidad
mínima de movimiento de tierra para construir los estanques
piscícolas. A menudo, la composición de estos suelos
contiene suficiente arcilla para la retención del agua
y la construcción de diques. Por regla general, cerca del
lugar hay una fuente de agua, aunque no siempre. Los suelos aluviales
pueden encontrarse en:
Los aluviones
nuevos se encuentran en las Ilanuras aluviales, a las que
han sido Ilevados por inundaciones recientes, fenómeno
este al que continúan expuestos. Es difícil distinguir
las capas del suelo. La topografía es generalmente llana,
pero también se encuentran ondulaciones pequeñas
y cañadas. Estos suelos suelen ser muy fértiles.
Nota: es posible que hace miles de años hubiera
un mar o un lago en un lugar que hoy está cubierto de montes
o sabanas. Este suelo es aluvial aun cuando ya no haya agua.
Llanuras aluviales de ríos expuestas a inundaciones estacionales;
Deltas de ríos, en que se encuentran sedimentos fluviales
junto con un manto freático constantemente alto;
Estuarios fluviales en cuya sedimentación influyen los movimientos
de la marea en el punto de transición de agua dulce a agua
de mar;
Llanuras costeras en que las mareas crean depósitos de agua
de mar.
1.4 El suelo y el subsuelo de
los suelos minerales
Es la capa en que se produce la mayor
parte de las actividades biológicas, como las excavaciones
y las deyecciones de los animales, el crecimiento de las raíces
de las plantas, la descomposición de la materia orgánica,
y las actividades agrícolas del hombre. En ella es mayor
la circulación del aire, el agua y las sustancias químicas,
y el suelo es más friable. Al arrastrar el agua los minerales
y las materias orgánicas de la superficie a las partes más
profundas, se pueden reconocer dentro de este estrato superior dos
capas más estrechas que son.
El estrato superior: el suelo
Esta es la capa donde tiene lugar la mayor parte de las acciones biológicas, como animales que escaban, animales enterrados, raíces de plantas creciendo, descomposición de materia orgánica y cultivos humanos. La circulación del aire, el agua y materias químicas desde la superficie hasta las partes más profundas, se pueden reconocer dentro de este estrato de superficie dos pequeñas capas que son :
El suelo superficial o capa superior, que suele ser
poco profundo, y, a veces, es cultivado por el hombre. El suelo
superficial contiene materia orgánica y la mayoría
de las raíces secundarias de las plantas que viven en él.
Es de color más oscuro y en algunos casos puede ser hasta
negro. En el fondo de este suelo superficial puede haber una capa
delgada de grava;
El suelo propiamente dicho, la segunda capa, que
es de color más claro y contiene las raíces de las
plantas mayores, como los arbustos y los árboles.
El estrato inferior: el subsuelo
Es la capa más profunda y en ella sólo penetran las
raíces mayores de los árboles. En esta capa es muy
reducida la circulación del aire, el agua y las sustancias
químicas, y el suelo es duro. El aspecto general de este
subsuelo varía según su origen:
Si es un suelo residual (véase
ilustración) la cantidad de piedras aumenta rápidamente
hacia el fondo del subsuelo hasta llegar a la roca madre;
Si es un suelo sedimentario (véase ilustración
en está página) las capas de suelo pueden ser más
estrechas. Cada capa puede tener su propia composición
según el modo en que fue sedimentada. Estos suelos a menudo
son bastante profundos y la roca madre se encuentra a varios metros
de la superficie.
1.5 Los horizontes del suelo en los suelos minerales
Existen muchos tipos distintos de suelos
Ya sabe usted (Sección 1.3) que existen muchos tipos de suelo
y que dentro de ellos hay muchas variaciones. Los suelos pueden ser de
poca o gran profundidad, lixiviados* o salinos, maduros o inmaduros. Las
características de los suelos varían de acuerdo con:
Las condiciones locales, como la topografía, el
clima, la vegetación y la actividad humana;
Ejemplos:
El tipo de material de que se ha derivado el suelo;
Ejemplo
Los suelos residuales difieren de los suelos sedimentarios; materiales
de partida tan diversos como el granito*, el basalto*, el gneiss* y los
micasquistos* se transforman en de suelo.
Cantidad de tiempo que Ileva formándose el suelo.
Ejemplo
Los horizontes del suelo son capas que caracterizan a cada tipo de
suelo
Al igual que existen muchos tipos y variaciones de suelo, también
hay variaciones en las capas horizontales que son típicas de todos
los suelos. Las capas de suelo tienden a varíar de un lugar a otro
en el número, grosor individual, color, y caracteristicas físicas
y químicas.
Las capas principales que se analizan en la Sección
1.4 (El suelo y el subsuelo de los suelos minerales) se subdividen en
capas más delgadas Ilamadas horizontes dominantes. Cada
horizonte dominante puede subdividirse a su vez en subhorizontes.
¿Cómo se forman los horizontes del suelo?
Las propiedades físicas de los estratos del suelo, desde la superficie
del terreno hasta una profundidad de unos 1.5 - 2 metros o, en ocasiones,
a mayor profundidad, se ven afectadas por los cambios en el contenido
de agua y la temperatura según la estación, y por diversos
agentes biológicos como raíces, gusanos, insectos y bacterias
La parte superior del suelo mineral, el horizonte dominante A,
está sometida a los efectos mecánicos de la meteorización
y a la pérdida de algunos de sus elementos debido a la lixiviación.
En la parte inferior del estrato del suelo, el horizonte dominante
B, se precipitan y acumulan algunas de las
sustancias lixiviadas de la parte superior .
Debajo del horizonte dominante B, la naturaleza del suelo se determina
por el tipo de roca madre del que se formó, la manera en que se
depositó y por hechos geológicos ulteriores.
El suelo
adiciones, movimientos, cambios, p�rdidas
¿Cómo se clasifican los horizontes
del suelo?
El sistema de clasificación que emplean los edafólogos
para designar los horizontes del suelo es complejo. Emplearemos
el sistema más simplificado, que figura en el Cuadro
1 en el que las letras mayúsculas H, O, A, E,
B, C y R indican los horizontes dominantes
Para designar los subhorizontes se añade
un número a la letra del horizonte dominante. Está
clasificación se hace en cada horizonte dominante, en orden
descendente. Por ejemplo, el horizonte dominante B puede subdividirse
en los subhorizontes B1, B2, B3 .
CUADRO 1 Definiciones y designaciones simplificadas de los horizontes
dominantes del suelo
Horizonte orgánico formado (o
en formación) por una acumulación de materia orgánica
depositada en la superficie del suelo. Contiene por lo menos
de 20 a 30% de materia orgánica, y su composición
depende del tipo de vegetación de que provenga la materia
orgánica. Sólo puede formarse en ausencia de aire,
cuando los suelos están continuamente anegados.
O
Horizonte orgánico como el anterior,
salvo que no está saturado de agua más de unos
cuantos días por año. Contiene por lo menos un
35% de materia orgánica que, por lo general, consiste
en materia orgánica parcialmente descompuesta.
Horizonte mineral formado (o en formación)
en la superficie o adyacente a ésta. Este horizonte muestra
una acumulación de materia orgánica humificada
(humus) intimamente asociada con partículas minerales
o posee una morfología adquirida por la formación
del suelo. Es de coloración algo más oscura que
el horizonte B subyacente y el material orgánico descompuesto
aparece mezclado con el material mineral merced a la actividad
biológica.
Horizonte eluvial, yace bajo un horizonte
H, O o A. Contiene menos materia orgánica, presenta una
acumulación de minerales resistentes y es de.color más
claro. Se forma por la pérdida de hierro, arcilla fina,
etc., que han sido trasladados al horizonte B subyacente y se
acumulan allí.
Horizonte mineral de material no consolidado
a partir del cual se ha desarrollado el suelo. También
se incluyen aqui los materiales gravosos y pedregosos de fondo
que permiten el desarrollo de las raíces.
R
Capa de roca continua endurecida suficientemente
coherente en húmedo para hacer impracticable la excavación
con una pala. Esta roca puede tener fisuras, pero éstas
son muy escasas y demasiado pequeñas para un desarrollo
radical significativo. De hecho, éste no es un verdadero
horizonte del suelo.
Identificación de los horizontes del suelo: el perfil del suelo
La manera más fácil de identificar y describir cada uno
de los horizontes del suelo es examinando un perfil del suelo
no alterado. Un perfil del suelo es un corte vertical del suelo que muestra
el espesor y la secuencia de cada uno de los horizontes. Para identificar
los horizontes del suelo, siga el procedimiento::
Observe el perfil del suelo e identifique los horizontes dominantes;
Dibuje un perfil del suelo en que se muestren los horizontes dominantes.
Clasifiquelos según la técnica ya indicada;
Estudie cada horizonte dominante por separado y determine los subhorizontes,
si los hay. Clasifique los subhorizontes de cada horizonte dominante
por orden numérico, de arriba hacia abajo, como se ha indicado;
Una vez que haya dibujado el suelo, mida la profundidad
de la parte superior e inferior de cada horizonte y anote esas profundidades
en el dibujo. La profundidad debe medirse en centímetros desde
la superficie del suelo (inmediatamente debajo de cualquier capa de
hojas u otra vegetación no descompuesta) hasta los Iímites
superior e inferior de cada horizonte.
Identifique, dibuje y clasifique los horizontes dominantes
Mida cada horizonte
Anote las profundidades en el dibujo
Nota: si se observan cambios en el espesor de los horizontes
del perfil, afiada una nota en que se consigne la amplitud de ese cambio.
En la ilustración, la parte superior del subhorizonte B2 varía
entre 51 y 62 centímetros y la inferior entre 90 y 94 centímetros.
Por lo tanto, el espesor del subhorizonte B2 varía entre 32 y 39
centímetros.
1.6 Composición del suelo
En la Sección 1.1, ya ha visto que el suelo es una mezcla compleja
de organismos vivos, materia orgánica, minerales, agua y aire.
En ésta sección aprenderá algo más sobre algunos
de estos elementos del suelo.
La materia orgánica
del suelo
A veces la materia orgánica es fácil de distinguir
por su tamaño, por ejemplo, hojas pequeñas, ramitas,
pedazos de madera podrida y gusanos. Hay otro tipo de materia orgánica
tan pequeña que resulta invisible. Se denomina humus y se
halla en el suelo en estado coloidal*. El humus proviene de las
plantas y los animales muertos que se descomponen en el suelo. No
puede verse como los minerales, pero se sabe que está en
el suelo por su color. El humus hace que
el suelo parezca más oscuro que de costumbre, incluso
negro (véanse láminas en color). Las partículas
de humus tienen la propiedad de atraer fuertemente los minerales
del suelo hacia su superficie mediante la adsorción*.
Materia org�nica del suelo
Los minerales del suelo
Los minerales están presentes en forma de partículas
de diversos tamaños. En algunos casos, esas partículas
pueden unirse y formar terrones mayores. Las partículas minerales
reciben distintos nombres, según su tamaño, tales
como pedrejón, piedra, guijarro, grava, arena, limo
o arcilla. Algunas de estas partículas pueden verse
con facilidad pero algunas de las más finas, como el limo
y la arcilla, sólo son visibles a través del microscopio.
Las partículas de suelo más finas, denominadas arcilla
coloidal*, son invisibles. Las partículas de arcilla
coloidal también tienen la propiedad de atraer fuertemente
los minerales del suelo a su superficie mediante la adsorción*.
Las partlculas minerales se clasifican teniendo en cuenta su tamaño.
Según el país y los objetivos del estudio (ingeniería,
agricultura o conservación de suelos), se emplean distintos
sistemas de clasificación, aunque se ha tratado de normalizarlos.
En el Cuadro 2 figuran diversos sistemás de clasificación.
Minerales del suelo
El agua del suelo
El agua del suelo puede existir en dos formas: como agua libre
o como agua ligada. El agua libre se encuentra en las porosidades
del suelo* y el agua ligada se halla unida a las partículas
del suelo como una película (agua de cohesión*)
o es adsorbida* por la superficie de la partícula
del suelo (agua de adhesión*).
La permeabilidad del suelo
consiste en el movimiento del agua libre a través de los
poros, fisuras y cavidades del suelo. En el Capítulo 9 se
analizará este aspecto más a fondo. El agua ligada
puede ser de gran importancia, en especial cuando las partículas
del suelo son muy finas, a causa de la influencia directa que ejerce
en algunas de las propiedades mecánicas del suelo como el
coeficiente de contracci�n-dilataci�n
(v�ase la Secci�n10.4). Cuando las partículas del suelo
son muy finas, como en el caso de las partículas de arcilla,
el agua y las sustancias químicas pueden ser adsorbidas fuertemente
hacia su superficie. Por ende, el contenido de agua de la arcilla
puede varíar notablemente. Las partículas de arcilla
pueden adsorber basta 600% de su peso seco, lo que correspondería
a una dilatación* diez veces mayor que su volumen original
en seco.
Agua del suelo
El aire del suelo
Los suelos también contienen una proporción de aire
en los espacios libres que existen entre las partículas y
entre los terrones o agregados del suelo. También se encuentra
en las fisuras y cavidades que originan la actividad de organismos
vivos tales como gusanos, termitas, hormigas, roedores y raíces
de plantas.
El volumen de la atmósfera del suelo se determina principalmente
por la naturaleza física de éste, su contenido de
agua, su grado relativo de compactación *, y por
el grado de actividad biológica de los organismos vivos presentes.
Porosidad media de suelo como porcentaje del volumen total
Arenoso
38
Franco arenoso
43
Franco
47
Franco arcilloso
49
Arcilioso limoso
54
Arciiloso
53
CUADRO 2 Diferentes sistemás de clasificación
de las partículas minerales del suelo
* DSC cataloga la arcilla y el limo en una sola
categoría Ilamada FINAS
NOTA:
Clave para
la
s partículas minerales de suelo
Arcilla Limo Arena Graval
NOTA:
Símbolos
usados para limo, arena y grava
F = fina
MF = muy fina
M = media
G = gruesa
MG = muy gruesa
Sistema Internacional (Clasificación de Atterberg)
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA)
American Society for Testing Materials (ASTM), y US
Public Roads Administration (USPRA)
US Bureau of Soils (USBS)
Mássachusetts Institut of Technology (MIT), y
Bristol Standards Institute (BSI)
Sistema Unificado de Clasificación de los Suelos
(USC), Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos (USCE),
Oficina de Colonización de los Estados Unidos (USBR)
e Indian Standards Institution
1.7 Tipos básicos de suelos
En la Sección 1.3 ya hemos visto que los suelos son minerales
u orgánicos y que varían de acuerdo con su origen. Los suelos
minerales se derivan de un material de partida y se desarrollan o bien
localmente (suelos residuales) o después de ser transportados (suelos
sedimentaríos). Los suelos orgánicos, por lo general, se
originan mediante la acumulación de materias vegetales (suelos
orgánicos).
También hemos visto que los elementos fundamentales del suelo
son variados. En partícular, el tamaño de los diversos materiales
puede variar considerablemente de un suelo a otro. De acuerdo con el elemento
que predomine en un suelo, podemos clasificarlos en los tipos básicos
siguientes:
Grava y arena
De las partículas que componen el suelo, las que pueden ser más
fáciles de reconocer son la grava y la arena, que aparecen como
fracciones de roca visibles sin coherencia. Si tomamos en la
mano un poco de arena seca, está se deslizará entre los
dedos como el agua porque la arena no es un material estable. Los suelos
arenosos son fáciles de trabajar y no se adhieren a las herramientas.
El aire y el agua circulan a través de ellos con facilidad. La
grava y la arena pueden distinguirse por su tamaño, como se indica
en el Cuadro 2. Para los fines de este
manual, emplearemos los tamaños siguientes:
Las partículas de arena tienen un diámetro
menor de 0,2 cm (o 2 mm);
Las partículas de grava tienen un diámetro
de 0,2 a 7,5 cm;
Las partículas mayores que la grava comúnmente se denominan
piedras (7,5 a 25 cm) o pedrejones (más de 25 cm de
diámetro).
Limo inorgánico
Las partículas de limo son mucho más pequeñas que
las de arena; no son visibles a simple vista y están
mucho más próximas unas de otras. El limo no deja pasar
el agua tan fácilmente como la arena, y es menos permeable. Cuando
el limo seco se desmenuza, se convierte en un polvo no tan fino como el
de arcilla. Los suelos limosos no se agrietan cuando se secan y no se
adhieren a las herramientas cuando están húmedos. Los suelos
limosos son más difíciles de trabajar que los arenosos,
pero más fáciles que los arcillosos.
Nota: el limo inorgánico tiene una apariencia lisa,
como la arcilla, con la que a menudo se confunde. Pero el limo puede distinguirse
rápidamente de la arcilla mediante el ensayo de sacudimiento . Es importante
establecer esta diferencia, ya que algunos suelos limosos pueden resultar
muy inestables cuando están húmedos, por ejemplo, cuando
se utilizan en la construcción de diques y quedan bajo el agua.
Por el contrario, la arcilla es un material de construcción estable.
Limo orgánico
Las partículas de limo inorgánico se mezclan con partículas
muy finas de materia orgánica, algunas todavia visibles, como las
conchas y las materias vegetales. EI color del suelo varía desde
el gris claro hasta el muy oscuro. Por lo general, el limo orgánico
huele a materia orgánica en descomposición.
Arcilla inorgánica
La arcilla es la parte más fina del suelo y muchas
de sus partículas no son visibles incluso bajo el microscopio.
Tiene fuertes propiedades de retención para el agua
y las sustancias quimi-cas. La mayoría de" las arcillas se
pueden reconocer fácilmente ya que al perder agua se agrietan y
forman terrones muy duros. La arcilla adsorbe muy lentamente el agua,
pero una vez que lo hace, es capaz de retenerla en grandes cantidades
y entonces dilatarse hasta alcanzar más del doble de su volumen.
La arcilla se torna muy adhesiva al humedecerse, y cuando se sostiene
en la mano, se adhiere a los dedos. Cuando los suelos arcillosos están
húmedos se vuelven demasiado adhesivos para trabajarlos y cuando
están secos son demásiado resistentes al laboreo.
Note: Se puede ver la diferencia entre arcilla in orgánica y limo inorgánico, usando ensayo de sacudimiento . Al frotar
la arcilla seca entre los dedos no se desprende polvo de su superficie.
Asimismo, la arcilla inorgánica suele ser de color amarillo, rojo
o blanco.
Arcilla orgánica
Este tipo de arcilla contiene materia orgánica muy fina. Generalmente
es de color gris oscuro o negro. La arcilla orgánica suele tener
un fuerte olor a materia orgánica en descomposición.
Turba
La turba es un suelo verdaderamente orgánico
compuesto por fragmentos visibles de materia descompuesta. Su color varía
del pardo claro al negro. Huele a materia orgánica.
Nota: la mayoría de
los tipos de suelos se componen de una mezcla de dos tipos diferentes
de suelos. Se Ilaman suelos compuestos, y se les denomina
de acuerdo con los elementos principales y secundarios que contienen.
Suelo compuesto
Suelo compuesto
Predominante
Menos destacado
Limoso arcilloso
Limo
Arcilla
Arenoso limoso
Arena
Limo
Arcilloso arenoso
Arcilla
Arena
1.8 Algunos ejemplos de nombres específicos
de suelos
Suelo que ofrece una resistencia excepcionalmente grande a la penetración
de herramientas de perforación. Por lo general, es un suelo mineral
muy denso de arcilla, arena y grava que se ha cementado basta formar una
capa semejante a la roca. No se ablanda al humedecerse y para cavar en
él se requiere un pico.
Loess
Sedimento que transporta el aire, generalmente de color pardo claro.
La variación en el tamaño de las partículas
es muy pequeña (0,01 a 0,05 mm). Las partículas se unen
con fuerza debido a un material aglutinante calcáreo o arcilloso.
Presenta extensa penetración de raíces.
Bentonita
Arcilla con alto contenido de montmorillonita*, que es arcilla
muy fina. La bentonita suele derivarse de la transformación química
de la ceniza volcánica. Al añadírsele agua, la bentonita
seca se dilata más que otros tipos de arcilla seca. Pero al secarse,
también se contrae mucho más. La bentonita puede emplearse
para sellar los fondos de los estanques que no sean suficientemente impermeables.
Suelo arcilloso pesado que suele contener del 40 al 50 por ciento de
arcilla, en su mayor parte montmorillonita*, poca materia orgánica
y una elevada proporción de carbonato cálcico. El color
varía desde gris claro basta gris oscuro, negro o negro-azul (véanse
las láminas en color). Al humedecerse se hace muy adherente, blando
y dilatado, y su capacidad de resistencia se reduce. Al secarse, se contrae
considerablemente, entre un 20 y un 30 por ciento. En la superficie aparecen
grandes grietas que pueden alcanzar basta 3 m de profundidad. Este tipo
de suelo,por regla general, tiene una profundidad que oscila entre 1 m
y 3,6 m, o más. Suele encontrarse en climás cálidos
y relativamente secos. En la India recibe el nombre de «regur».
Nombre antiguo con el que se denomina un suelo tropical muy uniforme,
típico de las zonas tropicales húmedas. La meteorización
intensa y continua durante un período muy largo de tiempo ocasiona
la lixiviación* de sustancias químicas (como
la silice), la acumulación de sales de hierro y aluminio y la formación
de arcillas. La actividad biológica es intensa, especialmente en
condiciones boscosas, y el sistema radicular está muy extendido.
Este suelo es normalmente de color rojizoo amarillento. Cuando hay influencia de aguas freáticas
en la zona de O a 125 cm, suele formarse un material arcilloso firme con
un alto contenido de hierro (plintita*), que apareceen forma de manchas*rojas
(véanse las láminas en color). Al quedar expuesto al aire,
se seca y se torna irreversiblemente duro (laterita o piedra ferruginosa),
y forma una capa dura (véase supra) o concreciones duras.
El suelo ácido-sulfático se caracteriza por su gran acidez (pH infe- rior a 4 ) y
por la presencia de manchas amari- llas generalmente abundantes (véase
la Sección 51 y las láminas en color). Esas manchas indican
la presencia de un compuesto de sulfato de hierro (jarosita) que se forma
por la exposición al aire (oxidación*) y la acción
bacteriana a partir de un mineral que con tiene hierro y piritasulfurosa.
Estos suelos se encuentran en zonas salinas, como los manglares costeros,
o en zonas de agua dulce, como las Ilanuras f luviales. En Asia sudoriental
abundan los suelos ácido-sulfáticos de agua dulce, por ejemplo,
en la Llanura de los Juncos, en el delta del Mekong, y en la Llanura de
Bangkok, en Tailandia. La utilizaci�n de estos suelos para la piscicultura debe planificarse cuidadosamente (v�ase la Secci�n
4.2).