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SUMARIO

Este capítulo ofrece definiciones relacionadas con la tierra, identifica las futuras tendencias sobre los recursos de la tierra y da una visión general de las interrelaciones de las causas-problemas-síntomas. Finalmente, identifica el punto de intervención al cual se dirigen estas guías.

La tierra es un recurso natural esencial tanto para la sobrevivencia y la prosperidad de la humanidad como para el mantenimiento de todo el ecosistema terrestre. A lo largo de los milenios la población se ha hecho progresivamente mas experta en la explotación de los recursos de la tierra para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, los límites de esos recursos son finitos mientras que las necesidades no lo son. La creciente demanda, o sea la presión sobre los recursos de la tierra se asoma bajo la forma de producción declinante, de la degradación de la tierra en calidad y cantidad y de la competencia por la tierra. La atención se debería dirigir ahora al papel de la humanidad como gestora antes que como explotadora, con la responsabilidad de salvaguardar los derechos de las generaciones que aun no han nacido y de conservar la tierra como base del ecosistema global.

PALABRAS PRINCIPALES

  • tierra y uso de la tierra
  • función de la tierra
  • presión sobre la tierra
  • causa - problema - síntoma
  • punto de intervención: el enfoque

Definición de Tierra y Uso de la Tierra

La tierra no debe ser considerada simplemente como el suelo y la superficie topográfica sino que abarca muchos otros elementos como los depósitos superficiales, los recursos de agua y clima y también las comunidades animales y vegetales que se han desarrollado como resultado de la interacción de esas condiciones físicas. Los resultados de las actividades humanas, reflejadas en cambios en la cobertura vegetativa o en las estructuras, también son vistas como características de la tierra. Cambiando uno de los factores tal como el uso de la tierra, tendrá un impacto sobre otros factores como la flora y la fauna, los suelos, la distribución superficial del agua y el clima. Los cambios en esos factores se pueden fácilmente explicar en razón de la ecodinámica del sistema y la importancia de sus relaciones en la planificación y el manejo de los recursos de la tierra es evidente.

DEFINICIONES

La tierra y los recursos de la tierra se refieren a un área definible de la superficie terrestre de la tierra, abarcando todos los atributos de la biosfera inmediatamente por arriba y por debajo de esa superficie, incluyendo aquellos atributos climáticos cercanos a la superficie, el suelo y las formas del terreno, la superficie hidrológica -incluyendo lagos poco profundos, ríos, humedales y pantanos-, las capas sedimentarias cercanas a la superficie y el agua subterránea asociada y las reservas geohidrológicas, las poblaciones animales y vegetales, los modelos de asentamientos humanos y los resultados físicos de la actividad humana pasada y presente -terrazas, estructuras para drenaje o almacenamiento de agua, caminos, edificios y otros- (FAO/UNEP, 1997).

El uso de la tierra se caracteriza por los arreglos, las actividades y los insumos de la población para producir, cambiar o mantener un cierto tipo de cobertura de la tierra (Di Gregorio y Jansen, 1998). El uso de la tierra definido de esta manera establece un vínculo directo entre la cobertura de la tierra y las acciones de la población en su ambiente.

La cobertura de la tierra es la que se observa (bio)físicamente sobre la superficie terrestre (Di Gregorio y Jansen, 1998).


Funciones de la Tierra

Las funciones básicas de la tierra en apoyo de los ecosistemas humanos y otros ecosistemas terrestres pueden ser resumidas como sigue:

  • un depósito de riqueza para los individuos, los grupos o las comunidades
  • la producción de alimentos, fibras, combustibles u otros materiales bióticos para uso humano
  • un habitat biológico para plantas, animales y microorganismos
  • co-determinante en el equilibrio global de energía y en el ciclo hidrológico global, lo cual proporciona una fuente de y un depósito para los gases de invernadero
  • regulación del almacenamiento y flujo del agua superficial y subterránea
  • depósito de minerales y materias primas para uso humano
  • un amortiguador, filtro o modificador de contaminantes químicos
  • provisión de un espacio físico para asentamientos, industrias y recreación
  • almacenamiento y protección de la evidencia de los registros históricos o prehistóricos -fósiles, evidencia de climas anteriores, restos arqueológicos y otros
  • favorecimiento o impedimento del movimiento de la población, de las plantas y de los animales de un área a otra

En la terminología de la economía ambiental, la tierra puede ser considerada como un recurso público renovable. Los recursos de la tierra no se ajustan exactamente a las categorías de renovable o no renovable. En general, son lentamente renovables; sin embargo, su tasa de degradación excede su tasa natural de regeneración. En términos prácticos, esto significa que la tierra que se pierde por degradación no es naturalmente reemplazada dentro del lapso de una vida humana, dando lugar así a una pérdida de oportunidades para las siguientes generaciones.

La Relación Básica: Tierra, Población y Estrategias de Manejo

La producción potencial de las tierras arables y su susceptibilidad a la degradación dependen de las estrategias de manejo empleadas y las características inherentes del suelo y otras características. En las sociedades dependientes de la agricultura esta combinación de factores determina potencialmente la población que puede soportar y su nivel de vida. Cuando en una determinada área aumenta la población, el incremento de la demanda sobre la producción puede inducir al estrés y a la consecuente degradación de los recursos de la tierra. Si no se puede recurrir a otros recursos -por ejemplo, migración a áreas urbanas- los niveles de vida de la población decrecerán. Sin embargo, si se dispone de estrategias mejoradas de manejo -incluyendo tecnología- el estándar de vida puede mejorar o puede ser mayor la población que puede ser soportada al mismo nivel sin deteriorar la base de los recursos naturales. De aquí se deduce que una amplia disponibilidad de tierra de buena calidad y las tecnologías adecuadas de producción son esenciales para satisfacer las necesidades de una población en aumento.

Los Recursos de la Tierra bajo Estr&eaucte;s

Hoy día, los recursos de la tierra están claramente bajo estrés; el 16 % de la tierra arable está degradada y esa cifra está aumentando (FAO, 1997). Los sistemas tradicionales de manejo de la tierra están perdiendo su valor o simplemente ya no son apropiados y el manejo y las tecnologías necesarias para su reemplazo no están siempre disponibles. La razón primaria para esta situación es la creciente demanda que pone sobre la tierra una tasa de crecimiento de la población sin precedentes y las consecuencias que ello causa. Los factores externos relacionados con el cambio global también están siendo una limitación para el manejo sostenible de la tierra.

Disponibilidad de Tierra

A pesar del papel de la tecnología para apoyar el mayor número de personas que pueden ser soportadas por la biosfera terrestre, hay un límite finito a los recursos disponibles de la tierra. La FAO estima que un área total de 2 500 millones de hectáreas de tierra en el mundo en desarrollo2 tiene algún potencial para agricultura de secano, si bien dos tercios de la tierra es clasificada como teniendo limitaciones importantes debido a la topografía o a las condiciones del suelo, por lo que no toda esta tierra está disponible para las actividades agrícolas (Alexandratos, 1995). Sin embargo, la tierra no está uniformemente distribuida entre o dentro los países, y la diferencia en acceso a la tierra en relación a las necesidades de la población son mas importantes que los totales globales. Basada en una evaluación del potencial de producción de la tierra disponible y la proyección de crecimiento de población en 117 países en desarrollo, la FAO concluyó que en el año 2000, 64 países -55 %- no serían capaces de soportar sus poblaciones a partir de los recursos de sus tierras usando solamente sistemas basados en pocos insumos (FAO, 1982).

La tierra se está convirtiendo en un recurso cada vez mas escaso, especialmente la tierra disponible para la producción primaria de biomasa o para propósitos relacionados con la conservación. La competencia por la tierra entre los diferentes usos es cada vez mas aguda y los conflictos relacionados a esta competencia son cada vez mas frecuentes y complejos. Esta competencia es a menudo mas aparente en las fajas periurbanas, donde la continua presión de la expansión urbana compite con las explotaciones agrícolas y con las necesidades recreacionales. Tales situaciones frecuentemente llevan a un rápido incremento en el valor económico de la tierra y la tenencia de la tierra se convierte en un importante problema político.

Muchos factores asociados con el cambio global, directa o indirectamente tienen influencia sobre la forma como es usada la tierra. Esto incluye las influencias biofísicas tales como los cambios en el clima o los desastres inducidos por el hombre, así como también los aspectos socioeconómicos tales como la liberalización del comercio, la globalización de los mercados, la descentralización de la toma de decisiones, la privatización y la mayor diferencia entre los que "tienen" y los que "no tienen".

Presión de la Población

De acuerdo a las proyecciones de la media de población de las Naciones Unidas (revisión 1998, publicada en 1999) el incremento anual de la población mundial entre 1995 y 2000 fue de 78 millones de habitantes; el incremento anual entre 1995 y 2025 tendrá un promedio de 72 millones de personas y el incremento en los países en desarrollo comprenderá el 98 % del total. Por otro lado, entre 1995 y 2050 la población de África se multiplicará por 2,5.

Los últimos 100 años han visto ocurrir grandes adelantos en la tecnología de la producción, tales como el desarrollo de variedades mas productivas de los principales cultivos y el mayor uso de irrigación y fertilizantes. De cualquier manera, es cada vez mas dificil que el progreso tecnológico mantenga el ritmo con la creciente demanda causada por el incremento poblacional. Esto ocurre parcialmente como resultado de la extensión de los cultivos a áreas mas marginales donde los factores físicos limitan el potencial de productividad dando lugar a mayores posibilidades para los fracasos. El éxito de la tecnología para satisfacer esas demandas ha sido geográficamente desuniforme, siendo mas exitoso en áreas de bajo crecimiento reciente de población como Europa y América del Norte, con resultados variables en Asia y América Latina y, por lo general, menos exitoso en el África sub-sahariana, donde la producción per capita ha en realidad declinado en 20 % desde 1960.

El crecimiento del total de la población en los últimos 50 años ha sido paralelo al incremento relativo de la población urbana a expensas de la población rural (Figura 1). El impacto de esta tendencia es doble. Por un lado, el movimiento de la población a las ciudades puede reducir la presión absoluta sobre la tierra para la agricultura y al mismo tiempo estimula el mercado para los productores. Por otro lado, la obtención de productos primarios como los alimentos, las fibras y el combustible debe ser obtenida en una menor área por una población que, en proporción disminuye, mientras que la expansión urbana reduce el total de la tierra disponible para la agricultura. Un factor agravante es la desproporcionada migración de hombres económicamente activos hacia las ciudades, dejando las mujeres, los niños y los ancianos con la carga onerosa de la agricultura. La situación es a veces exacerbada por las políticas urbanas erróneas, tales como alimentos baratos para sus habitantes y sus empleadores, pero que a menudo penalizan a los productores quienes por lo general están menos organizados y tienen menor peso político. La urbanización debida al crecimiento de la población y los efectos de la migración también han promovido un crecimiento per capita del consumismo el cual a su vez ha incrementado mas aun la demanda en los recursos de la tierra.

FIGURA 1

TENDENCIAS EN LA POBLACION RURAL Y URBANA

Fuente: FAO, 1992


Síntomas del Problema

Los síntomas del problema de la presión sobre los recursos de la tierra se manifiestan tanto en términos de impacto sobre la población como en términos de deterioro en la condición de la tierra o los impactos en otros recursos naturales (Figura 2). El deterioro en la condición de la tierra puede ser reflejado por una pérdida de capacidad para llevar a cabo alguna de las funciones citadas anteriormente, algunas de las cuales, tales como la menor capacidad de producir biomasa afectan a su vez el soporte de la población o la calidad de la vida.

FIGURA 2

SINTOMAS DEL PROBLEMA DE LA PRESION
SOBRE LOS RECURSOS DE LA TIERRA


La Causa del Problema

Muchos de los factores citados anteriormente están interrelacionados. La Figura 3 presenta la relación entre las causas, los problemas y los síntomas.


FIGURA 3

RELACION CAUSA-PROBLEMA-SINTOMA


El problema de los recursos de la tierra bajo estrés tiene causas físicas, sociales y políticas. A nivel nacional, las ganancias políticas a corto plazo se han hecho, a menudo a expensas del daño ambiental a largo plazo. Quienes toman decisiones, a menudo, pueden tomar decisiones difíciles deseando incrementar la producción para aliviar la pobreza y alimentar a la población y al mismo tiempo conservar recursos para luchar contra la degradación ambiental pero también pueden olvidar la sostenibilidad a largo plazo enfocando a las necesidades inmediatas. Esto también es cierto en el caso de los agricultores de subsistencia quienes no tienen alternativas a la búsqueda de beneficios inmediatos para su superviviencia. La tecnología por si sola no puede ser considerada como una respuesta, y frecuentemente las tecnologías disponibles para manejar tales áreas en una forma sostenible simplemente no están disponibles o los usuarios de la tierra no tienen acceso a ellas debido a la falta de información o de recursos. Sin embargo, un factor clave es el papel de las instituciones humanas y de las políticas de uso de la tierra que deben ser adaptadas para enfrentar el desafío que ponen esas condiciones rápidamente cambiantes.

El Punto de Intervención

El desafío esencial es dirigir la presión sobre la tierra de tal forma que no cause mas deterioro de sus recursos o que perjudique sus funciones esenciales. Como indican las estadísticas precedentes esta será una tarea muy difícil. La prioridad inmediata es romper la espiral negativa en la cual los agricultores de pocos recursos están obligados, a causa de la falta de tierras, a degradar mas aún esos limitados recursos por un inadecuado manejo de la tierra de modo de satisfacer sus necesidades inmediatas. Este escenario se muestra en la Figura 4.


FIGURA 4

LA ESPIRAL: LOS RECURSOS DE LA TIERRA Y LAS ACTIVIDADES DE LA POBLACION


Conociendo que el manejo de los recursos de la tierra tiene un componente de producción y otro de conservación, una tarea obvia es asegurar que la tasa de producción se incremente en forma sostenible.
Tal vez un aspecto menos obvio pero igualmente importante del manejo de los recursos de la tierra es la capacidad de los usuarios de la tierra y de quienes toman decisiones para llegar a tomar esas decisiones basados en la información disponible sobre los recursos de la tierra existentes. Mientras que las poblaciones rurales continúen siendo importantes y vulnerables, habrá pocas oportunidades para fortalecer el capital social -redes de educación, institucionales y sociales- que puedan fortalecer el proceso de toma de decisiones.

Tal como se aprecia en el escenario simplificado de la Figura 4, la clave para romper la espiral negativa es mejorar la capacidad de los usuarios de la tierra para tomar decisiones cabales. Un aspecto importante es por lo tanto, mejorar el acceso a la información y a la tecnología y fortalecer la capacidad para usarlas. En cierta forma este es el mecanismo usado junto con la revolución verde, que ha sido exitoso, sobre todo en los países asiáticos para mejorar los rendimientos y aún construir excedentes. Sin embargo, las tecnologías de la revolución verde han mostrado no ser sostenibles ni en rendimiento de la producción ni en la conservación de los recursos naturales.

La información y la tecnología y la capacidad para el uso de ambas son esenciales para una toma de decisiones mas conciente y mas informada. Sin embargo, si los individuos o las instituciones no tienen fuerza para tomar decisiones, entonces no se puede llegar al resultado del manejo sostenible de la tierra. El establecimiento de políticas de uso de la tierra que permitan tomar decisiones bien fundadas acerca de los recursos de la tierra, es por lo tanto, el factor crítico ya que las políticas facilitadoras deben ser construidas con la intervención de todos los participantes o usuarios de la tierra.

No existe una tecnología universal única para el desafío de satisfacer las necesidades humanas y al mismo tiempo proteger la biosfera terrestre. La tierra varía ampliamente en su potencial productivo, en sus limitaciones y en sus respuestas al manejo, aún en áreas tan pequeñas como las fincas individuales. Las metas específicas de los distintos grupos de usuarios también difieren, así como la tecnología y los recursos físicos y financieros a su disposición. Esas amplias variaciones de los recursos de la tierra y de las condiciones socioeconómicas necesitan un enfoque de planificación integrada aplicado con gran flexibilidad para enfrentar los problemas particulares y proponer soluciones específicas.


Referencias

Alexandratos, N. (ed). 1995. World Agriculture: Towards 2010. An FAO Study. Rome: FAO, & Chichester, UK: John Wiley.

Di Gregorio, A. and Jansen, L.J.M. 1998.Land Cover Classification System (LCCS): Classification Concepts and User Manual. For software version 1.0. GCP/RAF/287/ITA Africover - East Africa Project in cooperation with AGLS and SDRN. Nairobi, Rome.

FAO. 1982. Potential Population Supporting Capacities of Lands in the Developing World. Technical report of Project INT/75/P13, based on the work of G.M. Higgins, A.H. Kassam, L. Naiken, G. Fischer, and M.M. Shah. FAO/IIASA/UNFPA, Rome.

FAO/UNEP. 1997. Negotiating a Sustainable Future for Land. Structural and Institutional Guidelines for Land Resources Management in the 21st Century. FAO/UNEP, Rome.


Otras Lecturas Recomendadas

Di Gregorio, A. and Jansen, L.J.M. 1998. A New Concept For A Land Cover Classification System. The Land 2(1): 55-65.

FAO. 1996. FAO Yearbook 49: Production. Rome.

FAO. 1999. Terminology for Integrated Resources Planning and Management. FAO, Rome. (en prensa)

FAO/UNEP. 1996. Our Land Our Future. A New Approach to Land Use Planning and Management. FAO/UNEP, Rome.

UNCED. 1993. Agenda 21: Programme of Action for Sustainable Development. United Nations, New York.




2 Datos disponibles excluyendo China y los países de la ex-Unión Soviética.


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