Las tendencias de la actividad forestal en México muestran un futuro incierto tanto para el aparato productivo dependiente de esta actividad como para la sustentabilidad de los bosques del país. De aquí que el rumbo de la futura dinámica de esta actividad dependerá en gran medida de los objetivos y acciones que se definan tanto para los recursos forestales como para la misma actividad forestal en el contexto de la actividad económica nacional.
Por lo anterior los escenarios que se plantean en este apartado están ligados tanto a la estrategia productiva como al tipo de acciones que son factibles de llevar a cabo dado el contexto de tipo, cantidad y calidad de recursos forestales, distribución de sus derechos de propiedad y niveles de inversión requeridos. De igual forma, la factibilidad de los escenarios se restringe de acuerdo al entorno socioeconómico de las áreas forestales, el marco institucional y el ambiente internacional.
Bajo este marco de referencia se han definido 5 escenarios desarrollo de la actividad forestal: (a) Tendencia Natural –BAU- (b) Manejo Forestal Sustentable (c) Manejo Maderable Intensivo, y (d) Desarrollo Forestal.
Este escenario supone que la situación actual continuará igual en el futuro. Esto significa suponer que las tendencias relativas de fragmentación y deforestación continuarán al nivel presente y que la industria forestal tendrá poca inversión y desarrollo. Por su parte, el crecimiento en el mediano plazo del sector solo vendrá de la apertura de mayor terreno a la explotación forestal maderable.
Este escenario estima una producción forestal maderable de cerca de 12 Millones de m3r hacia el año 2025. La estimación se basa en las tendencias en la apertura de terrenos a la producción maderable y la continua demanda por productos forestales (ver sección IV.1). Se estima que esta producción requerirá incorporar al manejo forestal entre 15-18 Millones de hectáreas, por lo que tal aumento no solo demandará mayor superficie sino asume baja inversión en el bosque y un deterioro sostenido de la productividad forestal maderable.
La distribución de productos maderables derivados de la materia prima continuará la misma distribución general, esto es, habrá una fuerte participación de la producción de madera aserrada y celulosa (cuya proporción se espera que aumente marginalmente con respecto a los otros productos) y se espera que la producción de tableros se reduzca proporcionalmente, al igual que la madera para postes y pilotes.
Se espera que la producción de PFNM no aumente proporcionalmente al aumento de la producción maderable y se conserve en los niveles de producción actual. Resulta difícil que la producción de resina, principal no maderable de producción constante, expanda su área de producción a los estados del norte del país, mientras que la producción de comestibles de alto valor (e.g. honog blanco) seguramente reducirá sus niveles de producción. Existe la posibilidad de un aumento en la demanda de servicios ambientales aunque resulta difícil identificar una alternativa productiva ante un escenario de constante degradación e incorporación de mayor cantidad de tierras a la superficie productiva.
La tendencia actual define un aumento marginal en la producción forestal maderable, una producción casi constante en la producción no maderable y un posible incremento en el uso de áreas forestales para la producción de servicios ambientales. Esta tendencia esta definida únicamente por la demanda de productos y servicios derivados del bosque y por las necesidades de uso de las áreas forestales.
La tendencia actual continuará si no existen estrategias de desarrollo del sector que incluyan: (a) Mecanismos para identificar, ejecutar y monitorear programas de manejo forestal sustentable (MFS), (b) Mecanismos de difusión y uso de prácticas mejoradas de manejo forestal (PMMF) en las actividades de extracción, (c) optimización del uso de la materia prima (d) aumento en la eficiencia tanto laboral como industrial de la planta productiva (e) identificación y promoción de redes de valor que definan las mejores alternativas de inversión y de uso de materia prima y subproductos (f) clara regulación sobre el mercado de productos que evite prácticas desleales de comercio (tanto en productos como en servicios) y una distribución sesgada del mercado.
Si bien estas estrategias no promueven en forma directa un mayor desarrollo de la actividad forestal, si son la base para que la actividad forestal maderable tenga menos impactos negativos en el bosque, para que haya un menor cambio de uso del suelo, para que los ingresos de la actividad primaria no decaigan, para que la industria doméstica sea capaz de mantener sus niveles de productividad y su participación en el mercado (con respecto al mercado internacional) y para que se asegure una producción mínima de servicios ambientales derivados de las áreas forestales bajo aprovechamiento maderable.
Dadas las condiciones de mercado de productos forestales es muy probable que exista poco incentivo para la ampliación natural de la superficie bajo aprovechamiento forestal maderable en áreas degradadas, así como para la ampliación de la planta industrial poco eficiente y con fuertes problemas de materia prima. Sin embargo, es poco probable que este escenario fomente una mayor conservación de las áreas forestales dado que es de esperar un aumento en la tala clandestina, una mayor fragmentación de las áreas actualmente aprovechadas24, una ampliación de los niveles de cosecha en áreas con mejor acceso y una degradación de las áreas no aprovechadas.
El TLCAN y demás tratados de comercio internacional (con Chile y algunos otros países de la Cuenca del Pacífico) tendrán el efecto de aumentar la oferta de productos maderables altamente competitivos a precios muy bajos. La consecuencia inmediata de ello será una mayor presión sobre el bosque25 y la salida del mercado de empresas forestales con altos costos de producción o con problemas de abasto de materia prima. Un resultado adicional será el bajo incentivo para invertir en el sector, tanto en la actividad primaria a través de actividades silvícolas que eleven el rendimiento maderable, como en las actividades de extracción e industrialización de productos. Sin embargo, en el otro extremo, esto podría ocasionar que haya muy poco incentivo económico para aprovechar las áreas de baja accesibilidad, baja productividad y baja calidad, además de que brindaría a la sociedad en general productos maderables de buena calidad a un menor costo. Sin duda la evaluación del impacto de los tratados comerciales requiere una mejor evaluación de costos y beneficios en el largo plazo.
Continuar con la tendencia natural implica continuar con la degradación y cambio de uso de la superficie forestal. Con respecto a la superficie bajo aprovechamiento, ésta podría incrementarse en el corto y mediano plazos, sin embargo, dados los sistemas de manejo y de extracción actualmente en uso es muy probable que los rendimientos futuros decrezcan, que la superficie se siga fragmentando y que sea más difícil continuar con una actividad forestal sustentable, tal y como lo muestra el PEF-2025.
Bajo este escenario se estima que toda la superficie forestal comercial (alrededor de 22 millones de ha) podrá estar bajo manejo hacia el año 2025, tal y como lo supone el PEF-2025. Esto significa que la degradación y fragmentación de los bosques, así como el proceso de deforestación se detienen hacia esta fecha a través de un proceso paulatino en el que no solo se aumenta la superficie forestal, sino se aplican métodos de manejo forestal sustentable. Esta estrategia supondría además que un amplio porcentaje de la superficie actualmente bajo manejo maderable se incorporaría a un manejo más intensivo junto con áreas de bosque comercial de latifoliadas y bosques mixtos.
El manejo intensivo en bosques templados presupone el uso de la regeneración artificial en lugar de la natural, así como prácticas silvícolas que mejoren el rendimiento del bosque y las características de los productos obtenidos. El manejo extensivo tendría como objetivo la sola remoción del crecimiento poblacional sin alteraciones de mezcla de especies o estructura pero si bajo la óptica de conservar altas existencias en pie (contrario a la estrategia actual). Por su parte, el manejo en áreas tropicales procuraría aumentar las existencias de maderas preciosas y fomentaría el uso de una mayor cantidad de especies, así como la práctica de actividades silvícolas no tradicionales.
La estrategia asume que es posible elevar el rendimiento promedio de la superficie actualmente bajo manejo de un estimado de 1.2 m3/ha/año, a 1.8 m3/ha/año y las existencias de aproximadamente 70 m3/ha a 100 m3/ha. Para lograr este objetivo es necesario que la superficie incorporada al manejo aumente aproximadamente 3.5% anualmente (450,000 hectáreas en promedio al año) y que el rendimiento aumente a una tasa de 1.5% por año. El primer objetivo se puede lograr con los actuales objetivos de los programas de desarrollo forestal (PRODEFOR y PROCYMAF), mientras que el objetivo de rendimiento solo implica mejorar las técnicas de manejo para asegurar una regeneración más rápida y abundante, así como mejorar las prácticas de cortas intermedias.
Dado que la mayor parte de los terrenos forestales que se pueden incorporar a la explotación forestal pertenecen a los núcleos agrarios, este escenario presupone el desarrollo y ejecución de estrategias para mejorar la administración de las actividades productivas de los núcleos agrarios, el desarrollo de capital social así como mecanismos de gobernabilidad y rendición de cuentas que permitan fortalecer la capacidad productiva de tales núcleos.
De igual forma se asume que existirán mecanismos de autoselección y asesoría que permitan definir no solo la escala de producción de cada núcleo agrario, sino el nivel de integración industrial que permita asegurar la mayor producción posible sin poner en riesgo la sustentabilidad de los ecosistemas manejados.
Figura 5.1. Escenario de crecimiento de la superficie bajo aprovechamiento y el rendimiento Maderable.
Fuente: Estimación propia con base a supuestos del escenario.
La incorporación a la producción de alrededor de 12 Millones de ha tiene varias implicaciones operativas como:
Definir una estrategia de MFS que garantice la sustentabilidad de las áreas abiertas al manejo maderable.
La incorporación de las áreas actualmente bajo manejo, a un manejo intensivo, requiere inversión en actividades silvícolas, inversión en monitoreo e investigación así como el diseño de una estrategia para incentivar el uso de PMM y sistemas de MFS, así como la adopción de políticas que incentiven el libre mercado de servicios técnicos forestales26 y productos maderables.
Tal ampliación requerirá de mayor inversión tanto en el desarrollo de una mejor red carretera como en los sistemas de extracción ambientalmente amigables y compatibles con tradiciones de productores y eficientes.
El financiamiento de estas actividades podría innovar a través de estrategias de autofinanciamiento con liquidación de capital maderable27, contratos de financiamiento indexados al rendimiento maderable en ciertos intervalos o bien el desarrollo de mercados financieros que permitan la viabilidad de inversiones riesgosas y de largo plazo. Sin embargo, a pesar de la gran ayuda que pueden proporcionar estas estrategias se requerirá de una alta inversión gubernamental para detonar todo el programa.
El desarrollo de estrategias de monitoreo e investigación requiere una fuerte inversión en inventarios confiables y periódicos, además del diseño de un programa de investigación sobre la dinámica de las poblaciones sujetas a manejo así como su entorno social y económico.
Los mecanismos para incentivar el uso de PMM y sistemas de MFS pueden incluir estrategias de sobre precio a través de la certificación monitoreada o bien sistemas regulación con la adopción de criterios e indicadores (C&I) de MFS claramente definidos en las normas de manejo forestal, servicios técnicos y programas de manejo referidas en la legislación forestal.
La transformación de áreas actualmente bajo manejo extensivo en áreas de manejo intensivo requerirá no solo inversión directa en la operación, sino en un programa de capacitación y adiestramiento, en investigación y en el desarrollo de mercados específicos.
La operación directa de la estrategia requerirá de un programa de mejoramiento genético, el cual deberá evolucionar a un programa de plantaciones forestales de alto rendimiento. De igual forma, se deberá promover el desarrollo de un programa silvícola intensivo, tanto para bosques naturales como para plantaciones, que permita aprovechar el excedente productivo actualmente no utilizado de las áreas forestales.
Dado el alto costo de las actividades de extracción, deberá promoverse el uso de sistemas de extracción más eficientes y de bajo impacto ambiental.
La capacitación de productores deberá dirigirse no solo al componente técnico y administrativo, sino además, para el caso de núcleos agrarios, se deberá enfatizar el fortalecimiento del capital social, la democratización de los núcleos agrarios y la organización interna y entre ejidos y/o comunidades28.
El desarrollo de mercados puede ser un mecanismo detonador de la inversión bajo este escenario. La provisión de información de oferta de productos (en cantidad y calidad) por parte de los productores, así como la demanda de éstos por parte del sector industrial puede destrabar el mercado, ayuda a reducir intermediarios, reduce costos de transacción, mejora sustancialmente la estructura de costos del sector (hace más eficiente el manejo y calendarización de inventarios) y brinda mayor certidumbre y flexibilidad a un sector con alto riesgo. Estos mercados pueden ampliarse y consolidarse en la medida en que toda la información del sector, tanto en precios, cantidades, tipos de contrato y calidad del producto se homologuen y se puedan seguir mecanismos de subasta para cualquier concesión relacionada con el uso o conservación de bosque.
El financiamiento de la estrategia podría iniciar con la definición de redes de valor de mayor rendimiento, financiando externamente o proporcionando concesiones a empresas medianas y pequeñas que agilicen los cuellos de botella de tales redes de valor.
Una mayor superficie forestal bajo manejo exigirá mayor inversión en protección, reducción de riesgos y monitoreo. Esto solo será económicamente viable y sostenible en la medida que se desarrollen mecanismos de estímulo al buen manejo forestal,29 así como estrategias de organización de agentes concesionarios a diferentes escalas de manejo que sean fácil y económicamente monitoreados tanto por el organismo regulador como por los mismos productores. En muchos casos los incentivos tendrán que iniciar como concesiones y prebendas fiscales.
La mayor disponibilidad de materia prima a menor precio y de mayor calidad será un atractivo para la inversión en el sector industrial. Sin embargo, deberá trabajarse en la adopción de estrategias contractuales entre productores e industriales que no solo beneficien a productores y contratistas o industriales, sino que reduzcan el riesgo contractual y sobre todo, que fomenten la inversión en el bosque.
Para el caso de unidades industriales de propiedad comunal o ejidal deberá trabajarse en la definición de estrategias administrativas que independicen la unidad industrial de los complicados mecanismos de toma de decisiones ejidales o comunales. De igual forma, deberán definirse escalas y ventajas competitivas adecuadas a estas unidades ejidales de tal forma que se fomenten niveles óptimos de integración vertical y de asociación entre unidades agrarias productivas.
El rendimiento maderable comercial tendría la posibilidad de elevarse de los actuales niveles de 8.5 Millones de m3 al año a un poco más de 31 Millones de m3. Este rendimiento no sería suficiente para satisfacer la demanda doméstica al final del periodo de planeación, sin embargo cubriría aproximadamente el 85% de las necesidades. Adicionalmente, se tendría la posibilidad de detener el avance del cambio de uso del suelo en una superficie aproximada de 12 Millones de ha, sin considerar los empleos generados y la dinámica económica generada por los encadenamientos en el sistema productivo.
Este escenario es el recomendado por el PEF-2025 en el cual se considera la integración de una mayor superficie forestal en un periodo más corto (12 años), así como el desarrollo de plantaciones forestales a gran escala.
Este escenario asume un cambio en los recursos forestales de la siguiente manera:
Aumenta el incremento total anual del capital arbóreo de 40,623 Millones de m3 a 63,837 Millones de m3.
Reduce las tasas de fragmentación y deforestación.
© Aumenta el volumen de las existencias totales de 2,797 Millones de m3 a 2,821 Millones de m3.
Aumenta la posibilidad de producción y calidad de los productos a largo plazo.
Mejora los recursos genéticos forestales en las áreas manejadas.
La estrategia se basa en incorporar al manejo forestal aproximadamente 21 Millones de hectáreas hacia el año 2015. Adicionalmente se recomienda un programa ambicioso de plantaciones forestales que cubra aproximadamente 2.8 Millones de hectáreas al final del periodo de planeación (año 2025), que incluye pequeños productores y plantaciones industriales (Figura 5.2).
Figura 5.2. Escenario estimado de plantaciones forestales comerciales.
Fuente: PEF-2025 (2001)
El desarrollo de plantaciones estará a cargo de dos grupos objetivo que serán: (a) los inversionistas financieros potenciales que tienen interés en las plantaciones comerciales y que serán tanto nacionales como extranjeros; y (b) la industria forestal. La estrategia consiste en introducir y ajustar incentivos fiscales para plantaciones comerciales forestales sobre todo en la etapa de establecimiento. Además considera:
• Facilitar el acceso a la tierra especialmente para proyectos de plantaciones forestales de gran escala a través de ajustes en el marco normativo, así como la promoción de asociaciones entre dueños e inversionistas.
• Ajustar el marco legal para dar seguridad a las inversiones de largo plazo en las plantaciones comerciales forestales.
• Adoptar una política para el desarrollo de las plantaciones forestales comerciales.
• Vincular el desarrollo de las plantaciones comerciales con el desarrollo económico y social para asegurar una economía más estable.
• Asegurar la calidad y disponibilidad de semillas y plantas considerando el establecimiento de 28 millones de hectáreas de plantaciones industriales y 2.5 millones de hectáreas de plantaciones por pequeños productores.
• Desarrollo y aplicación de tecnología apropiada, considerando la selección de especies, tratamientos silvícolas, uso de productos y comercialización.
• Reorientar y fortalecer los servicios técnicos: apoyar a los productores y sus asociaciones en organización, aplicación de esquemas de financiamiento y nuevas tecnologías.
El escenario considera que el motor del desarrollo forestal es la industria forestal. De esta forma, el desarrollo industrial futuro dependerá de la ejecución de las propuestas efectuadas sobre el aprovechamiento que básicamente se basan en crear las condiciones suficientes para la inversión privada: (a) eliminando las imperfecciones del mercado de productos e insumos a través de ajustes en la políticas y el marco institucional, (b) otorgando incentivos apropiados, y (c) apoyando el desarrollo del conocimiento y de recursos humanos calificados.
La estrategia igualmente considera el uso de incentivos para la producción responsable de forma tal que se incentive (a) la inversión en infraestructura (b) Haya acceso al crédito para la industria de pequeña y mediana escala (c) Exista promoción de sistemas mejorados de gestión de calidad y ambiental (ISO 9001/14001), y de certificación del manejo forestal sustentable, que pueden ser reconocidos en los criterios de compra por el sector público (incluyendo sus proyectos de construcción).
De igual forma se consideran Ajustes de las políticas y el marco institucional consistentes en:
Facilitar el acceso a la tierra especialmente para proyectos de plantaciones forestales de gran escala a través de ajustes en el marco normativo, así como la promoción de asociaciones entre dueños e inversionistas.
Ajustar el marco legal para dar seguridad a las inversiones de largo plazo en las plantaciones comerciales forestales.
Reconocimiento de la importancia de las industrias forestales y sus características especiales (impactos en las zonas rurales, aprovechamiento de recursos naturales renovables, etc.), en las políticas para la economía nacional.
Mejoramiento de la transparencia del mercado y de la distribución de los beneficios generados, incluyendo la cuantificación y restricción a las actividades clandestinas.
Promoción de programas estatales para la creación de cuencas de abasto suficiente de materias primas, para la industria de escala mediana y grande.
Ajuste a las normas oficiales de clasificación y calidad de los productos, considerando su compatibilidad con las internacionales.
El escenario considera la autosuficiencia en productos forestales al final del periodo de planeación (Figura 5.3), aunque no hace estimaciones sobre la recuperación de la inversión.
Figura 5.3. Escenario de producción industrial (PEF-2025).
Fuente: PEF-2025 (2001)
El PEF-2025 estima que los impactos económicos son sobresalientes. En estas estimaciones se prevé: (i) contribuciones al PIB forestal de 72 mil millones de pesos (impactos directos e indirectos) (año base=2000) sin considerar los beneficios derivados de los PFNM y servicios ambientales. Adicionalmente, se mejora la balanza comercial sustituyendo bienes importados por bienes domésticos, lo cual facilita el financiamiento de inversiones en otros sectores de la economía.
Los impactos sociales muestran drásticos cambios en la generación de empleos (170 mil empleos nuevos), ingreso rural y PIB forestal.
Entre los impactos ambientales de la estrategia sobresalen: (a) Una reducción de la tasa de deforestación de 3.9 millones de hectáreas; (b) Se estima una reducción de la presión sobre las áreas claves de alta importancia, para la biodiversidad y para la producción de agua. Esto resultaría también en una desaceleración de la tasa de fragmentación y deforestación de las áreas arboladas y (c) El manejo intensivo reduce el riesgo de incendio, tiene un impacto positivo en el balance de carbono y contribuiría a la conservación de los recursos hídricos.
Esta estrategia se basa en la premisa de que el manejo forestal maderable es tan solo una de la gran cantidad de alternativas productivas a las que tiene acceso el productor forestal, que además se caracteriza por tener un bajo nivel de ingreso, pocos activos, un bajo nivel de salud y de educación y que frecuentemente debe tomar decisiones colectivas sobre la forma de aprovechar el recurso forestal. Adicionalmente, la estrategia asume que no todas las áreas forestales son adecuadas para realizar un manejo forestal maderable sustentable y que su incorporación al aprovechamiento forestal puede causar más externalidades negativas que beneficios.
Las rutas de desarrollo de las comunidades forestales se pueden integrar por cuatro alternativas: (a) Diversificación, (b) Migración, (c) Asistencia y (d) Desarrollo forestal. La ruta de la diversificación integra todas aquellas actividades no agropecuarias o forestales que pueden contribuir al ingreso de la comunidad. Esta alternativa requiere una alta inversión y capacitación para rendir frutos y queda fuera del esquema de manejo de recursos forestales y de desarrollo forestal. La migración es la ruta tradicional de desarrollo de las comunidades agropecuarias y se consideran también alternativas de desarrollo de las comunidades forestales; ejemplos son las comunidades de la Sierra en los estados de Durango y Jalisco. La ruta de la asistencia integra las opciones de política que permiten hacer llegar fondos para el desarrollo de las alternativas (b) y (d). Finalmente, la ruta de Desarrollo Forestal integra diversas alternativas productivas de desarrollo de comunidades en su entorno con el mínimo impacto posible.
El desarrollo de la actividad forestal maderable solo es posible en algunas comunidades que presentan las características adecuadas de (a) capital social, (b) gobernabilidad, (c) cantidad y calidad de recursos –escala30-, (d) organización para la producción y (e) acceso a mercados –ubicación-. Si bien estas comunidades tendrán la oportunidad de obtener ingresos adicionales, es muy improbable que se verifiquen cambios sustanciales en el nivel de vida de estas comunidades con la sola actividad maderable31; por lo que es indispensable que se realicen actividades productivas adicionales como la recolecta de PFNM o la venta de Servicios Ambientales.
El nivel de integración vertical de los negocios forestales (maderables) comunales debe corresponder a la cantidad de capital disponible, tanto natural como humano, financiero y social y no necesariamente un mayor nivel de integración representa la mejor opción productiva para un núcleo agrario.
La extracción de PFNM como trabajo temporal y alternativo es otra fuente de ingresos de las comunidades, la cual regularmente tiene menor impacto que la extracción maderable. Esta actividad es tradicionalmente practicada por los miembros más pobres de las comunidades, sin embargo, en algunas regiones y para algunos productos puede significar una extraordinaria alternativa productiva que pueda proporcionar varios empleos temporales de alta remuneración. No obstante la alternativa debe siempre considerarse temporal, con un mercado variable, que en el mejor de los casos va a converger a un nivel de consumo muy por debajo del nivel actual.
La provisión de otros servicios derivados de la conservación o manejo de las áreas naturales como el ecoturismo, el manejo de áreas de reserva o de amortiguamiento, o la caza deportiva son alternativas que de igual forma pueden proporcionar ingresos adicionales a grupos dentro de las comunidades forestales. Estas estrategias productivas ya han iniciado en algunos núcleos agrarios y es de esperarse que continúe el desarrollo de estas actividades mezcladas con la venta de servicios culturales como muestras de música, tradiciones y gastronomía.
La compensación por la producción de servicios ambientales (SA) es otra fuente de ingresos para las comunidades forestales. Esta compensación puede incluir no solo las áreas sujetas a conservación, sino las áreas bajo aprovechamiento maderable e incluso áreas dedicadas a la agroforestería o manejadas con sistemas agrosilvopastoriles. Sin embargo, esta compensación requiere de usuarios con disponibilidad a pagar por los servicios, por lo que es necesaria una estrategia de creación de mercado y mecanismos de transferencia que faciliten la compensación.
La producción maderable sustentable en núcleos agrarios requiere de una enorme inversión en capital natural, humano y social. Con estos elementos es relativamente fácil que la iniciativa privada pueda invertir en participación con núcleos agrarios que posean recursos naturales de buena calidad y cantidad, que tengan mecanismos de autogestión, que posean mecanismos de toma de decisiones y rendición de cuentas y que tengan recursos humanos bien calificados para ejecutar diversas tareas.
La formación de capital humano requiere evidentemente mejorar los niveles de educación formal, así como la capacitación y adiestramiento de diferentes labores. La mejora del capital social es un proceso más largo que requerirá del diseño de mecanismos de participación, de generación de confianza y de transparencia al interior de la comunidad. Para ello algo de capacitación y de observación de casos exitosos resulta sin duda una buena alternativa. Finalmente, la generación de capital natural se dará en la medida que existan reglas clara de uso y manejo de recursos, basados en principios de sustentabilidad y adoptando prácticas mejoradas de manejo.
La producción de PFNM puede promoverse con una adecuada mercadotecnia del producto en la que no solo se venda el producto, sino también sea posible vender el sistema de producción, los valores intrínsecos del producto (culturales, sociales, etc.), la zona donde se extrae y todas las externalidades positivas que genera su producción y consumo. Esta estrategia aunada a una mejora en la homogeneidad del producto, la reducción de su estacionalidad y la disminución de intermediarios puede representar para varios productos una extraordinaria alternativa productiva, sobre todo en aquellas zonas donde la producción maderable es poco rentable.
El desarrollo de mercados de servicios ambientales es una estrategia de alto potencial. Sin embargo resulta evidente que el mercado por servicios como la Captura de Carbono o la Biodiversidad se agotarán tan rápido como se hayan generado y llegaran al equilibrio muy rápidamente debido a que la oferta potencial es mucho más alta que la demanda. Sin embargo, servicios como el desempeño hidráulico son altamente demandados y con un volumen de mercado potencial mayor.
La generación del mercado requerirá en muchos casos la acción coercitiva del estado para extraer los excedentes del consumidor que permitan pagar por el servicio. En algunos casos no existirán tales excedentes por lo que serán necesaria transferencias gubernamentales derivadas de consumidores indirectos y en algunos otros casos serán necesarios subsidios a la producción de estos servicios.
El financiamiento de las transferencias para pago por servicios ambientales se puede lograr con el uso de varias alternativas como: (a) Eco-impuestos a gasolinas o bien áreas con propósitos definidos como áreas de recarga de acuíferos o de protección de infraestructura, (b) swaps de deuda, (c) bonos de carbono, (d) contratos de bioprospección o (e) permisos o cargos por uso de servicios.
La estrategia de desarrollo forestal sin duda puede mitigar el impacto negativo sobre las áreas forestales, sin embargo es muy difícil que por si sola pueda reducir notablemente la pobreza de la mayoría de las áreas forestales.
A fin de que la estrategia pueda tener mayor impacto social, económico y ecológico es necesario que se desarrollen alternativas productivas diversas ya sea a través de la integración de esquemas productivos derivados de la producción maderable, no maderable o venta de servicios ambientales o bien otras estrategias como pueden ser actividades agrosilvopastoriles, agrosilvícolas o industriales a pequeña escala.
24 Otros usos del terreno forestal seguramente darán mayor rendimiento o
seguridad.
25 Es muy probable que se fomente la tala clandestina para reducir costos de
producción.
26 La falta de una norma que estandarice las características y detalle de los
programas de manejo forestal, que defina las obligaciones y derechos tanto de
prestadores de servicios técnicos como de productores con autorizaciones de
aprovechamiento maderable ha originado una anarquía en la forma de evaluar y
monitorear los programas de manejo, en el tipo de servicio y precios que cargan
los PST, y que muestre , así como de las
27 Las estrategias de liquidación de excedentes a través del procedimiento de “Efecto de la Corta Permitida” puede usarse para transferir excedentes de sitios con alta
liquidez a sitios deficitarios. La estrategia fue muy popular en E.U.A entre la
década de los 50’s y 70’s.
28 Varios autores han demostrado que el manejo forestal comunitario bajo
cualquier nivel de integración vertical es eficiente en la medida en que hay
gobernabilidad en el núcleo agrario, exista capacidad de gestión y se desarrolle
una administración empresarial e independiente.
29 El buen manejo forestal deberá estar
definido por la entidad gubernamental de acuerdo a normas internacionales y
deberá tener la opción tanto de requerimientos mínimos como de actividades
complementarias que deban incentivarse.
30 De no existir una cantidad mínima de
recursos en cantidad y calidad es muy improbable que las comunidades puedan
liquidar los excedentes para asegurar una capitalización que les permita
adquirir activos, ser competitivas y asegurar niveles de cosecha sostenibles en
los periodos de desarrollo.
31 Por muy abundante que sea el recurso y por muy bien organizado que se
encuentre el sistema de producción es muy improbable que toda la comunidad pueda
depender económicamente de esta alternativa productiva, a menos que la
productividad del bosque y de la industria sean equiparables con los estándares internacionales ajustados por distancia e incentivos.