Página precedente Indice Página siguiente


Capítulo 15. Manejo de malezas en raíces y tubérculos


Manejo de malezas en papa
Manejo de malezas en raíces y tuberculos tropicales: Ñame, Malanga, Casava y Patata dulce


Manejo de malezas en papa


Introducción
El problema de malezas
Control de malezas
Referencias


P.G. Americanos

Introducción

Se considera que la papa es originaria de la región andina del Perú y Bolivia y que era ya cultivada en gran parte de América Latina al momento de la conquista española. En Europa fue introducida a fines del siglo XVI. Actualmente se cultiva en todos los continentes y es un alimento fundamental en muchos países. El área cultivada de papa a nivel mundial es de alrededor de 18 millones de hectáreas, mientras que la producción anual es de cerca de 270 millones de toneladas (FAO Production Yearbook 1990). Poco más de un tercio del área de papa se encuentra en los países en desarrollo, donde el rendimiento es de poco más de un cuarto de la producción mundial, lo cual indica que se necesita de mejorar las prácticas del manejo del cultivo.

El problema de malezas

En la mayoría de los países en desarrollo la papa se cultiva, bien como cultivo bajo irrigación o durante la temporada del monsón, y se le aplica una cantidad significativa de fertilizantes, condiciones que también favorecen el crecimiento abundante de las malezas. El cultivo es muy sensible a la competencia de las malezas, especialmente durante sus estadios iniciales de desarrollo, por lo que se pueden reducir marcadamente los rendimientos si no se controlan las malezas (Pereira 1941, Stephens 1962, Ingram 1964). La magnitud de la reducción del rendimiento depende de la densidad y capacidad competitiva de la población específica de malezas y de la disponibilidad de luz, nutrientes y agua. En experimentos sobre este tema, Neild y Proctor (1962) encontraron que las reducciones de rendimiento provocadas por las malezas variaron entre 16 y 76%. Más recientemente Tripathi et al. (1989) informaron reducciones de rendimiento de hasta un 65% comparado con parcelas testigos libres de malezas. Singh (1982) mostró que los rendimientos del tubérculo decrecían si desyerbe se retrasaba desde 25 hasta 40, 55 y 75 días después de la plantación, mientras que otras investigaciones han indicado que el período más crítico de competencia entre cultivo y malezas fue de cuatro a seis semanas después de la plantación (Thakral et al. 1985).

La mayoría de las especies de malezas germinan antes de la emergencia de las plantas de papa, por lo que poseen una ventaja sobre el cultivo. Especies de alto porte y de rápido crecimiento, como Amaranthus hybridus L.,., Amaranthus retroflexus L., Avena spp., Chenopodium album L., Chenopodium murale L., Malva nicaeensis All, Malva sylvestris L., Sinapis arvensis L. y Sonchus oleraceus L. pueden asfixiar al cultivo, poniendo en riesgo los rendimientos e interfiriendo las operaciones de cosecha. Las malezas de hábitos trepadores tienen un efecto similar, por ej. Galium aparine L., Galium tricomutum Dandy, Fumaria officinalis L. y Fumaria parviflora Lam. (Americanos 1991).

Además de su efecto directo a través de la competencia, las malezas son también dañinas al incrementar el número de tubérculos remanente en el suelo al momento de la cosecha (Fischnich et al. 1958; Stephens 1965), y por ser hospederas de muchas plagas y enfermedades. Un ejemplo es Myzus persicae Sulzer, que trasmite algunas enfermedades virales muy dañinas, incluyendo el enrollado de las hojas y el mosaico.

Este áfído puede vivir sobre especies de malezas como Capsella bursa-pastoris (L.) Medicus, Chenopodium album, Sinapis arvensis y Solanum nígrum L. (Ahmed et al. 1988).

Ya se ha dicho que el cultivo es muy sensible a la competencia de las malezas en etapas tempranas de su desarrollo. Una vez que crece, forma un copioso follaje que les da pocas oportunidades a la mayoría de las malezas, aunque Sorghum halepense (L.) Pers. y algunas otras especies pueden crecer a través del cultivo. Por lo tanto, las prácticas de manejo tienen que estar dirigidas a mantener al cultivo razonablemente libre de malezas hasta que sus hojas se cierren en el entre-surco.

Control de malezas

Métodos culturales y físicos

Preparación del terreno. La arada, los pases de rastra y la creación de la cama del cultivo antes de plantar destruyen las malezas existentes y dejan el campo limpio. Sin embargo, estas labores se tienen que realizar juiciosamente, ya que el cultivo de la papa es sensible a las condiciones físicas del suelo. No se debe laborar en suelos húmedos, ya que los aperos y el pase del tractor alterarán la estructura del suelo.

Las rotaciones también pueden contribuír al manejo exitoso de las malezas, aún cuando la papa, por sí misma, se considera un cultivo competitivo con las malezas en la rotación. Las rotaciones también tienen como otros beneficios que ayudan a mantener la textura y fertilidad deseados del suelo y a reducir las pérdidas causadas por enfermedades y plagas. Maíz, frijoles y cereales son cultivos comunes de rotación en muchas partes del mundo.

Cultivos asociados. La sombra producida por un cultivo asociado tiene un doble beneficio para la papa: mantener la superficie del suelo fresca y asfixiar a las malezas. Los cultivos asociados más comunes son el maíz (en los trópicos cálidos. China, Filipinas y Sudamérica), trigo (China y Pakistán), caña de azúcar (Bangladesh y la India) y varias hortalizas.

Labores de cultivo, incluso el desyerbe manual. Una total dependencia del desyerbe manual solo es factible donde existe abundante mano de obra y a bajo costo. La escarda manual y la labranza mecanizada se pueden usar fácilmente en el cultivo de la papa, ya que su amplia distancia entre surcos permite el acceso.

Las labranzas se pueden realizar, bien mediante tracción animal o mediante aperos acoplados a tractor. El último tiene la ventaja de ser más rápido y de permitir una mayor flexibilidad de surcos. Se puede pasar rastra varias veces al campo completo antes de la emergencia de la planta y se puede cultivar el espacio entre surcos después de su emergencia. Pases posteriores de rastra después de creada la cama o surco se pueden realizar. Sin embargo, cada labor de cultivo estimula una nueva germinación de semillas de malezas y muchas operaciones de este tipo probablemente reducen los rendimientos, lo cual ha sido informado. Asi, Aldrich et al. (1954) encontraron que más de dos o tres cultivos reducían los rendimientos, mientras que Nelson y Giles (1986) informaron que las labranzas convencionales mantenían el cultivo libre de malezas, pero reducían los rendimientos hasta un 31%.

El suelo se puede compactar como consecuencia de las labranzas, especialmente en suelos pesados, con el consiguiente daño a las plantas, reducción del rendimiento y la calidad (Stephens, 1965; Flocker et al. 1960). Otras desventajas de este método son la pérdida de humedad y la formación de terrones, que pueden interferir con la cosecha mecanizada. Bajo condiciones de suelo húmedo no son posibles las labores de cultivo, con lo cual la planta cultivable queda a expensas de la competencia de las malezas.

Métodos químicos

Los herbicidas ofrecen una alternativa a las labores de cultivo, siempre que sean efectivos, no costosos y que no sean tóxicos a las plantas ni a los consumidores de la papa. Durante los últimos treinta años se han desarrollado muchos compuestos que son apropiados para su uso en campos de papa, tales como herbicidas de contacto, residuales de pre-emergencia y de post-emergencia.

Herbicidas de contacto. Estos destruyen las malezas en germinación, pero tienen poca o ninguna acción en el suelo para prevenir su posterior germinación. El principal producto químico de este tipo es el paraquat, que destruye las malezas brotadas dentro de uno o dos días y que se inactiva en contacto con el suelo. Se aplica usualmente a una dosis de 200-300 g i.a./ha en 200-300 1 de agua, en dependencia del tamaño y tipo de maleza. Es un herbicida poco costoso, efectivo y no selectivo, que puede destruír la población completa de malezas, incluyendo las partes aéreas de muchas malezas perennes. Diquat es similar a paraquat, pero es más efectivo contra malezas de hoja ancha y tiende a ser más costoso.

Herbicidas residuales de pre-emergencia. La mayoría tiene un grado variable de acción foliar, por lo que son capaces de destruír plántulas de malezas. Su actividad se afecta por el tipo de suelo. Se necesitan bajas dosis en suelos ligeros, altas dosis superiores en suelos pesados y dosis aún más altas en suelos orgánicos. Las recomendaciones deben basarse en la experiencia local. Se debe notar que no todos los compuestos de esta categoría son apropiados para todas las situaciones y pueden resultar tóxicos bajo algunas circunstancias (Americanos 1972). Todos los herbicidas con acción residual son más efectivos cuando se aplican sobre suelo saturado de humedad o cuando se produce un riego por aspersión o lluvia poco después de la aplicación. En la Tabla 1 se muestran los herbicidas para papa.

Herbicidas de post-emergencia. Hasta ahora los únicos compuestos seguros de esta agrupación para la papa son los graminicidas específicos, como alloxydim-sódico, fluazifop-p-butil, haloxyfop-etoxietil, quizalofop y sethoxydim, los cuales solo controlan gramíneas anuales y perennes, y tienden a ser débiles contra las especies del género Poa. Para el control de malezas de hoja ancha ninguno de estos herbicidas posee selectividad aceptable, aunque investigaciones recientes indican que bentazon a 1.1 kg i.a. más aceite a 0.5% o bentazon solo a 1.5. kg i.a./ha pueden ser bastante satisfactorios bajo ciertas circunstancias (Americanos, datos inéditos).

La comparación de los herbicidas con las prácticas de cultivo sobre suelos de textura ligera a media arrojó que en algunas ocasiones los primeros eran superiores a los segundos en el control de malezas, mientras que en otras ocasiones ocurrió lo contrario (Eddows 1966; Americanos 1972). Diferencias significativas en el rendimiento entre labores de cultivo y herbicidas no se registraron.

Las condiciones de suelo y clima afectan la eficacia de los herbicidas. Los herbicidas residuales son más eficientes cuando la superficie del suelo está finamente preparada comparada con el suelo con terrones. Los herbicidas de contacto y de post-emergencia no se deben aplicar cuando hay lluvia inminente. El método de irrigación también puede afectar la actividad del herbicida. Se ha demostrado que los herbicidas residuales actuan mejor bajo riego por aspersión que bajo riego por surcos (Americanos 1972).

Tabla 1. Herbicidas para papas

Herbicida

Dosis kg i.a./ha

Momento

Comentarios

Aclonifen

2.0-3.0

Pre


Alachlor

1.5-2.0

Pre


+ flurochloridone

+ 0.5



Ametrina

1.0-2.0

Pre


Bentazon

1.0-1.5

Post

Experiencia limitada

Chiorbromurón

1.0-2.0



Cyanazina+ linuron

1.0-2.0 total

Pre

Tiene acción de contacto sobre malezas brotadas

Flurochioridone

0.5-0.75

Pre


Linuron

0.5-2.0

Pre

Tiene alguna acción de contacto

Metribuzin

0.5-1.0

Pre

También se puede usar en post a dosis inferiores

Monolinuron

0.75-1.5

Pre


Oxadíazon

0.5-0.75

Pre

Controla Convolvulos arvensis emergida

Paraquat

0.2-0.3

Contacto*

Se puede usar también en post-em. temprana

Pendimetalin

1.2-1.8

Pre


Prometrina

1.0-2.0

Pre


Terbutrina (35%) + terbutilazina

1.2-2.0 total

Pre

Sólo en suelos pesados

* aplicado a malezas brotadas antes de la emergencia del cultivo.

Pudrición de los tubérculos no se produce cuando se aplican las dosis recomendadas o bajas de los herbicidas. El riesgo de residuos en el suelo se puede evitar para los cultivos subsiguientes en rotación, para lo cual se deja suficiente tiempo entre la aplicación del herbicida y la siembra del nuevo cultivo. Además, el suelo se debe labrar profundamente y escoger un cultivo sucesivo apropiado.

Una consideración final acerca de los herbicidas residuales es que ninguno de los disponibles actualmente para uso en papa es apropiado para todas las situaciones. Todos tienen sus debilidades, lo que permite escapar del control a ciertas especies. Este hecho resalta la necesidad de alternar los herbicidas donde se cultiva la papa en el mismo campo año tras año, de lo contrario las especies resistentes se incrementarán y se convertirán en un problema.

Recomendaciones

De los párrafos anteriores es evidente que ni las labores de cultivo ni los herbicidas por sí solos son satisfactorios, que los mejores resultados se obtienen con una combinación de ambas prácticas. En tales situaciones se pueden usar dosis bajas de herbicidas con un menor riesgo de toxicidad y menos residuos de herbicidas, tanto en el suelo como en los tubérculos. Existen varias formas para combinar las labores de cultivo y los herbicidas en la papa:

1. El campo se deja plano después de plantar y se le pasa una rastra una vez previo a la brotación del cultivo para destruír las plántulas de malezas germinadas. El nuevo brote de malezas que surge después del pase de rastra se destruye durante la labor para crear la cama del surco. A continuación de un riego o una lluvia se aplica un herbicida residual a una dosis baja, pero suficientemente alta para contener a las malezas hasta que la papa haya formado un buen follaje. Las especies de gramíneas que crecen bajo el cultivo, como A vena spp., Sorghum halepense y cereales indeseables se pueden destruír con dosis bajas de un graminicida. Para reducir aún más el costo de dicho tratamiento el graminicida se puede aplicar a dosis reducida mezclado con un coadyuvante apropiado (Americanos y Vouzounis 1991). Si el número de malezas es bajo, se puede desyerbar manualmente.

2. El campo se deja plano después de plantar y se aplica paraquat después de la brotación de las malezas. Los tratamientos subsiguientes, a partir de la labor de la cama de cultivo, son iguales a los descritos anteriormente.

3. Después de plantar plano se aplica una dosis reducida de herbicida residual para prevenir el crecimiento de la mayoría de las malezas hasta que se realiza la labor de crear la cama. El desarrollo posterior de malezas puede bien ser controlado con pases de rastra, por lo que la cama se rehace o se controla con la aplicación de un herbicida residual. Este último se puede aplicar poco antes del momento de la brotación del cultivo, siempre mezclado con paraquat para destruír las malezas brotadas.

4. Se crea la cama del cultivo al momento de la plantación, se le pasa rastra dentro de pocas semanas y se rehace la cama, entonces se aplica un herbicida residual. Este método tiene la ventaja de que, al dejar un intervalo mayor entre la plantación y los pases de rastra, permite destruír una mayor cantidad de malezas, incluyendo las especies de germinación tardía, pero requiere dos labores para rehacer la cama.

Donde las labores de cultivo sean el único método disponible de control de las malezas, éstas se deben realizar siempre que las condiciones sean favorables y el riesgo de compactación del suelo sea mínimo. Esto significa laborar cuando el suelo esté bien preparado y no húmedo, especialmente en suelos pesados. Por otra parte, si solamente se usan herbicidas, se deben seleccionar cuidadosamente los productos después de considerar las condiciones del suelo, las poblaciones de malezas y la susceptibilidad de las variedades de papa a los herbicidas individualmente (Americanos 1972, 1991; Duvauchelle 1985; Freeman 1981).

Referencias

Ahmed S.A., A.W.M. Ali y A.M. Salman 1988. Effect of weed control on the diversity and abundance of insects in potatoes. Acta Horticulturae 220: 417-424,

Aldrich RJ., G.R. Blake y J.C. Campell 1954. Cultivations and chemical weed control in potatoes. New Jersey Agricultural Expteriment Station Circular 557.

Americanos P.G. 1972. Chemical Weed Control in Potatoes. Technical Paper No.1, Agricultural Research Institute, Chipre, 16 pp.

Americanos P.G. 1991. Weed management in potatoes. Paper presented at the FAO Weed Management Workshop, Nicosia, Chipre.

Americanos P.G. y N.A. Vouzounis 1991. The effect of the addition of an organic adjuvant on the efficiency of four systemic herbicides. Miscellaneous Reports 44, Agricultural Research Institute, Chipre, 6pp.

Bremner P.M. 1966. The effect of cultivations on yield of the potato crop. Proceedings, 8th British Weed Control Conference, pp 1-7.

Duvauchelle S. 1985. Le desherbage de la pomme de terre. Cultivar 190: 96-99.

Eddows M. 1966. Chemical weed control in potatoes. Agriculture 73: 170-173. FAO 1990.

FAO Production Yearbook 44: 90-91.

Fischnich O., C.Patzold y C. Schiller 1958. The use of growth regulating substances on potato crops. European Potato Journal 1: 25-30.

Flocker WJ., H. Timm y J.A. Vomocil 1960. Effect of soil compaction on tomato and potato yields. Agronomy Journal 52: 345-348.

Freeman J.A. 1981. The influence of weather on the tolerance of potato varieties to metribuzin. Research Review, Agassiz Research Station, Canada, pp. 4-5.

Ingram J.M. 1964. Weed control in potatoes-experiments in Nothern Ireland 1963. Proceedings, 7th British Weed Control Conference pp 483-486.

Neild R.R.A. y J.H. Proctor 1962. Chemical weed control in potatoes. Proceedings, 6th British Weed Control Conference pp.697-701.

Nelson D.C. y J.F. Giles 1986. Implications of post-emergence tillage on root injury and yields of potatoes. American Potato Journal 63: 445-446.

Pereira H.C. 1941. Studies in soil cultivation IX. The effect of inter-row tillage on the yield of potatoes. Journal of Agricultural Science 31: 212-231.

Singh B.N. 1982. Effect of periodic manual weeding on potato. Indian Journal of Agronomy 27: 291-293.

Stephens RJ. 1962. The control of weeds in potatoes by pre-emergence application of herbicites. Weed Research 2: 185-191.

Stephens RJ. 1965. The place of herbicides in the potato crop. European Potato Journal 8: 33-51.

Thakral K.K., M. Pandita y S.C. Khurana 1985. Effect of time of weed removal on growth and yield of potato. En Abstracts of Papers, Annual Conference of Indian Society of Weed Science, 1985.

Tripathi B., C.M. Singh y M.Bhargava 1989. Comparative efficacy of herbicides in potato under conditions of North-Western Himalayas. Pesticides 23: 37-38.

Manejo de malezas en raíces y tuberculos tropicales: Ñame, Malanga, Casava y Patata dulce


Introducción
Ñame (Dioscorea spp.)
Malanga (Colocasia spp. y Xanthosoma spp.)
Casava (Yuca) (Manihot esculenta Crantz)
Patata dulce Ipomea batatas (L.) Lam.
Referencias


K. Ampong-Nyarko

Introducción

Los principales cultivos de raíces tropicales, como casava (yuca o mandioca), ñame, patata dulce (camote o boniato) y malanga, se cultivan extensamente y se utilizan principalmente como alimentos básicos en muchas regiones de los trópicos. Los cultivos de raíces son productores de calorías biológicamente más eficientes que ningún otro cultivo tropical (Hahn 1984). Varios métodos de control cultural se utilizan en el manejo integrado de malezas de los cultivos de raíces tropicales, tales como la preparación del terreno, el método de plantación, la variedad, el período de plantación, la densidad de plantas, la fertilización y el acolchado, todos los cuales son compatibles entre sí y generalmente ocasionan poco o ningún costo adicional de producción. El factor esencial en cualquier programa de manejo integrado de malezas es el número de métodos directos e indirectos que se pueden combinar económicamente en una situación dada (Ampong-Nyarko y De Datta 1991).

Ñame (Dioscorea spp.)

Las especies más importantes dentro de los ñames son Dioscorea rotundata Poir (ñame blanco), D. (data L. (ñame de agua), D. cavensis Lam. (ñame amarillo) y D. escalenta (Lour.) Burk. (ñame menor). Los ñames usualmente se asocian con caupí o con bajas poblaciones de maíz, casava, hortalizas y plátano.

Problemas de malezas

El lento crecimiento inicial, el hábito de crecimiento y la incapacidad de proyectar sombra completamente sobre el suelo, hace al ñame muy susceptible a la competencia de las malezas. Las reducciones promedio de rendimiento por la competencia no controlada de las malezas en ñame varían entre 40 y 90% (Akobundu 1990; Hahn 1984). Imperata cylindrica (L.) Rausch. es una de las malezas más nocivas del ñame.

Control de malezas

Preparación del terreno. La plantación de ñame está precedida de labores de labranza para preparar el suelo. El ñame regularmente se planta en montículos, llevando el suelo de la superficie a la creación de cúmulos cónicos en diversos puntos del campo. Esta es, en gran medida, la práctica más común en la agricultura tradicional de bajos insumos (Onwueme 1978). Estas operaciones cuidadosas de labranza producen un lecho de plantación libre de malezas para el ñame.

Método de plantación. El mejor material de plantación del ñame son los tubérculos pequeños enteros, que brotarán fácilmente. Los propágulos grandes producen plantas más vigorosas con mayor área foliar, que son por tanto más competitivas contra las malezas que las plantas desarrolladas a partir de propágulos menores (Onwueme 1978).

Período de plantación. La plantación temprana, al principio del período lluvioso, es preferible a la plantación en período de sequía (Onwueme 1978). La plantación en el período lluvioso de propágulos pre-brotados o de tubérculos de baja latencia previamente almacenados, conduce a una brotación temprana y sincronizada, lo que acorta el período de crecimiento del ñame. Esto reduce también el período de competencia de las malezas con el ñame.

Población de plantas. El ñame generalmente se planta a 1 m entre surcos y 1 m dentro del surco. Se les colocan soportes sobre los que trepan las enredaderas del cultivo un mes después de la brotación. El desyerbe es mucho más fácil de realizar en campos estaquillados que en campos sin estaquillar.

Fertilizante. El ñame responde bien a la fertilización nitrogenada y potásica. La fertilización, cuando el ñame ha desarrollado un sistema radical extenso, conduce al desarrollo de un gran área foliar, que mejora su capacidad competitiva contra las malezas.

Desyerbe manual. El ñame tiene un período crítico libre de malezas de alrededor de 16 semanas después de la emergencia. Por lo tanto, normalmente requiere de tres a cuatro desyerbes durante su ciclo de vida. El ñame desyerbado a uno, tres y seis meses después de la plantación rindió casi tanto como el desyerbado mensualmente (Kasasian y Seeyave 1969). No es común el desyerbe mecanizado del ñame debido a su hábito de crecimiento, su estaquillado y su sistema radical poco profundo (Onwueme 1978).

Acolchado. El acolchado es esencial en la producción de ñame y si no se realiza los rendimientos se reducen (Lal y Hahn 1973). El acolchado ayuda a reducir la temperatura del suelo, lo cual provoca una buena brotación y mayores rendimientos. El acolchado puede reducir los requerimientos de desyerbe del ñame, así como el consumo de mano de obra en más de un 20% (Hahn 1984). En el ñame se ha utilizado con éxito un cultivo de porte bajo, la sandía "egusi", Colosynthis citrullus (L.) Ktze., el cual sirve para reducir las malezas (Akobundu 1990).

Herbicidas. Las prácticas culturales integradas arriba descritas, combinadas con el desyerbe manual, controlarán con efectividad las malezas en el ñame. De ser necesario se podrán utilizar algunos herbicidas que han demostrado ser efectivos para el control de malezas en el cultivo (Tabla 1), tales como la aplicación pre-emergente de atrazina y metolachlor (1: 1) a 3.0 kg i.a./ha, diuron a 3.0-3.5 kg i.a./ha (IITA 1973) y metribuzin 1.5-2.0 kg i.a./ha (Renant y Merlier 1973). Los herbicidas resultaron ser más efectivos cuando se aplicaron en mezclas con paraquat tres semanas después de la plantación, en post-emergencia de las malezas y con un 5% de emergencia del ñame (Unamma y Melifonwu 1986).

Malanga (Colocasia spp. y Xanthosoma spp.)

Las malangas son un importante grupo cultivos de raíces tropicales, desarrollados principalmente en el Pacífico, la islas del Caribe y en Africa Occidental (Plucknett et al. 1970; Nzietchueng 1983). Las malangas usualmente se asocian con poblaciones tempranas de cultivos perennes, como banano, cacao, cítricos, cocotero y caucho (Plucknett et al. 1970).

Problemas de malezas

Xanthosoma sagittifolium (L.) Schottis se cultiva casi exclusivamente bajo condiciones de secano, mientras que Colocasia se cultiva tanto en condiciones de irrigación como de secano. Bajo condiciones de secano las malezas constituyen un problema durante todo el ciclo del cultivo en Xanthosoma y Colocasia. Estos son especialmente susceptibles a la competencia de las malezas cuando su follaje es escaso. El ciclo de vida de estos cultivos tiene algunas características, tales como que en etapas tardías de su ciclo aparecen nuevas hojas progresivamente más pequeñas que las existentes, por lo que si el cultivo llegó a cerrar con su follaje los entre-surcos a mediados de su ciclo, ésto desaparece y el follaje se abre nuevamente, por lo que las malezas logran prosperar. Por lo tanto, el control de las malezas aquí es crítico en dos etapas definidas: durante la etapa temprana de crecimiento vegetativo y durante los períodos de acumulación de almidón (Onwueme 1978). En cultivos de Colocasia inundados, los problemas de malezas son menores que en la malanga de secano, debido al efecto controlador de malezas de la capa del agua. A pesar de esto, las malezas no controladas aún logran reducir los rendimientos. Las malezas comunes en los campos inundados son competitivas y bien adaptadas a las condiciones acuáticas. Las malezas crecen e infestan el campo si no se mantiene la profundidad óptima del agua.

Períodos críticos de competencia. El período crítico de competencia en las malangas es durante las primeras 4 a 16 semanas después la plantación (Akobundu 1990)

Tabla 1. Herbicidas usados en cultivos de raíces

Herbicidas

Cultivo

Dosis

Tratamiento (kgi.a./ha)

Alachlor+ metolachlor

patata dulce, casava, ñame

3-6 total

Pre

Atrazina

malanga

3-4

Pre

Chioramben

patata dulce

2-4

Pre

Diuron

casava, malanga

3-4

Pre

Fluazífop-butil

patata dulce

0.28-0.56

Post

Fluometuron

casava

2-3

Pre

Linuron

malanga

3-4

Pre

Metribuzin

ñame

1.5-2.0

Pre

Paraquat

ñame, malanga, casava

0.6-1.12

Post (DS)

Prometrina

ñame, malanga

4-6

Pre

Sethoxydim

patata dulce

0.3-0.6

Post

Control de malezas

Preparación del terreno. En condiciones de secano, la preparación del terreno comprende el desmonte, los pases de arado y de rastra. La preparación mecánica del suelo debe garantizar un campo libre de malezas para facilitar un óptimo crecimiento inicial. El fangueado, bajo condiciones de inundación, controla las malezas que crecen después de la labranza. La nivelación del suelo es importante en el cultivo de inundación, con el fin de evitar poblaciones aisladas de malezas en áreas no inundadas.

Método de plantación. La plantación se realiza comúnmente sobre suelo llano, sobre canteros o sobre caballetes), usando trozos de tallo, cormos o cormos secundarios. Los trozos de tallo producen plantas que producen los mayores rendimientos, el mayor número de raíces y el mayor peso de las hojas, por lo que pueden ser más competitivas contra las malezas.

Población de plantas. La malanga se desarrolla mejor a distancias estrechas, de alrededor de 60 cm x 60 cm. Cuando se usan distancias más estrechas disminuye la incidencia de malezas (Onwueme 1978). Como la malanga se produce como cultivo asociado, su distancia de plantación dependerá de la densidad de los cultivos asociados.

Acolchado. Al igual que el ñame, la malanga de secano normalmente es acolchada. El acolchado con hojas muertas, malezas gramíneas o polietileno suele conservar la humedad y controlar las malezas.

Manejo del agua. En cultivos inundados de Colocasia, la plantación se realiza con una lámina de 2-5 cm de agua. En los campos se pueden hacer diques para retener el agua. Cuando las raíces se han desarrollado suficientemente se eleva el nivel del agua de manera que la base del cultivo permanezca sumergida (Onwueme 1978). La densidad y tipo de malezas que emergen posteriormente está estrechamente relacionado con la profundidad del agua inundada. La inundación poco profunda (menos de 2.5 cm) facilita el crecimiento de las malezas (Ampong-Nyarko y De Datta 1991).

Fertilizante. Las deficiencias de nitrógeno y fósforo provocan un crecimiento lento y hace al cultivo menos competitivo contra las malezas. En sistemas tradicionales de malanga en Africa y las regiones del Pacífico se usa poco o ningún fertilizante. Fertilizantes o estiércol se deben aplicar en tierras que se han cultivado durante largos períodos.

Desyerbe manual. El período crítico de competencia en malanga es durante las primeras 4 a 16 semanas después de la plantación (Akobundu 1990). De dos a tres desyerbes manuales bien programados son necesarios. En Colocasia inundada las malezas se controlan mediante el manejo del agua. Las malezas sobrevivientes se deberán controlar mediante extracción manual.

Herbicidas. Varios herbicidas han demostrado ser efectivos en Colocasia inundada. En malanga de secano han resultado efectivos prometrina a 1-2 kg i.a./ha, que brinda un control de 4-8 semanas (Kasasian 1971), atrazina a 3.5 kg i.a./ha, así como linuron y diuron, cada uno a 3 kg i.a./ha (Table 1).

Casava (Yuca) (Manihot esculenta Crantz)

La casava (yuca o mandioca) es un cultivo alimenticio fundamental, cultivado en un amplio rango de condiones agro-ecológicas (Jennings, 1970). Se cultiva generalmente por pequeños agricultores usando métodos tradicionales de control de malezas y usualmente se asocia con frijoles, maíz, melones y bananos. En Africa Occidental la casava es regularmente el último cultivo usado en la rotación, antes de dejar la tierra para barbecho (Doku 1967).

Problemas de malezas

La casava puede ser más tolerante a enfermedades y plagas que muchos otros cultivos debido a la ausencia de un período crítico de formación del rendimiento (Cock 1977). Después de su establecimiento, se puede detener el crecimiento en cualquier momento sin destruír los órganos formadores de la producción. Esto generalmente no sucede en cultivos reproductivos, donde por ejemplo, un stress durante la iniciación floral puede causar una falla completa de la cosecha (Cock 1977). No obstante, la casava es susceptible a la competencia de las malezas. El crecimiento incontrolado de las malezas en la casava puede provocar pérdidas de rendimiento de 75-95% (Moody y Ezumah 1974). La casava es un cultivo de larga duración (10-24 meses) y de crecimiento relativamente lento, que no alcanza un área foliar óptima hasta cerca de cuatro meses después de la plantación. Normalmente los costos más elevados en la producción de casava son los de la mano de obra, de la cual entre 25 hasta 55% se usa en labores de desyerbe (Doll 1977).

Período crítico de competencia de las malezas. El período critico de competencia de las malezas en casava es durante los primeros 3 a 4 meses después de la plantación, por lo que una vez formado el follaje del cultivo no se requieren posteriores labores de desyerbes (Onochie 1975; Doll y Piedrahita 1973).

Control de malezas

Preparación del terreno. En la agricultura tradicional, la preparación del lecho de siembra para la plantación de casava se puede realizar de varias formas, pero la más común es plantar sobre suelo bastante limpio, pero no labrado. La quema, que es común en el sistema de preparación de desmonte y quema, destruye las semillas y las plántulas de malezas, lo que puede mantener el campo libre de malezas durante 2-3 semanas. A la vez que se adiciona ceniza neutralizadora a suelos de bajo pH, la quema incontrolada deja el suelo descubierto, lo que incrementa la erosión del suelo, las pérdidas de nitrógeno y de otros elementos. En tierras agrícolas en desarrollo para casava, primeramente se labra con arado, que corta la vegetación al nivel de la superficie del suelo y entonces se realiza un pase de rastra. Un campo bien preparado permite un óptimo crecimiento inicial de la casava. La labranza durante el período de sequía es un método práctico de controlar las malezas gramíneas dotadas de rizomas, tales como Imperata cylindríca y Cynodon dactylon (L.) Pers., mediante la desecación de sus estructuras de mantenimiento y propagación perenne.

Método de plantación. La casava se puede plantar plano, en camellones, en montículos o en surcos. La plantación en surcos facilita el desyerbe y otras prácticas de manejo.

Período de plantación. Las plantas de casava requieren de una adecuada humedad durante las primeras semanas después de la plantación para asegurar una buena germinación, lo cual conduce a un rápido cierre del follaje, que reduce el crecimiento de las malezas. En regiones que presenten una distribución de las precipitaciones defínidamente bi-modal, la plantación se debe realizar al inicio del período lluvioso.

Variedad. Se prefieren las variedades de alto rendimiento, con resistencia a enfermedades y plagas. Las variedades de porte bajo y ramificación profusa tienen la ventaja de un mayor control de las malezas en comparación con las de porte alto, de poca ramificación (Akobundu 1980).

Población de plantas. Con vistas a desarrollar rápidamente un follaje que pueda inhibir el desarrollo de las malezas es importante que el cultivo posea una alta población de plantas. Distancias de plantación entre y dentro de los surcos de 80 y 100 cm son ideales para la casava, pero dependen de la variedad, la fertilidad del suelo y la lluvia. Albuquerque (1969) observó que sólo se necesitó un desyerbe cuando se plantó la casava a una densidad de 15, 000 plantas/ha comparado con tres desyerbes para una distancia más ancha.

Fertilizante. En suelos pobres parece existir respuesta a la aplicación de nitrógeno. La casava es especialmente susceptible a la deficiencia de zinc (Onwueme 1978). La fertilización en la casava se debe realizar de forma localizada a las plantas cultivables, después de los desyerbes, para así evitar un crecimiento excesivo de las malezas.

Acolchado. El acolchado de la superficie puede tener un efecto importante sobre el control de las malezas y sobre el rendimiento de la casava. El asocio de la casava con cacahuete, melón o caupí regularmente suprime el desarrollo de las malezas.

Desyerbe manual. Una vez que se ha formado el follaje del cultivo, entre 3 y 4 meses después de la plantación, desyerbes posteriore en casava no son necesarios (Onochie 1975; Doll y Piedrahita 1973). Dos desyerbes realizados a los 15 y 30 días de la plantación resultaron menos efectivos que dos desyerbes a los 30 y 60 días. Un mínimo de dos a tres desyerbes se requieren antes de que la casava desarrolle completamente su follaje. Las labores de cultivo entre surcos mediante tracción animal, tractor e instrumentos manuales, acompañado de la escarda de los espacios dentro del surco, son operaciones más rápidas que el desyerbe manual.

Herbicides. El control químico de la malezas bajo condiciones de agricultura de bajos insumos es factible. Los herbicidas de pre-emergencia, atrazina y metolachlor a 2.5 kg i.a./ha, fluometuron a 2.0-3.0 kg i.a./ha o diuron a 2.0 kg i.a./ha, aplicados solos o en mezclas con alachlor o metolachlor a 3.0 y 2.0 kg i.a./ha, respectivamente, han resultado efectivos para el control de malezas en casava en los trópicos húmedos (Akobundu 1980).

Patata dulce Ipomea batatas (L.) Lam.

La patata dulce tiene una duración de su ciclo de vida de sólo 4 a 5 meses, el más corto entre todos los cultivos de raíces producidos en los trópicos (Hahn 1984).

Problemas de malezas

Las malezas son un problema en la patata dulce sólo durante la fase inicial de crecimiento lento. Después de este período, el crecimiento vigoroso y agresivo de los bejucos conduce a un cubrimiento efectivo del suelo que asfixia las malezas presentes (Onwueme 1978). Si no se controlan las malezas durante la fase de crecimiento lento, la reducción de rendimiento puede alcanzar un 90% (Akobundu 1990).

Control de malezas

Preparación del terreno. La preparación del terreno para patata dulce es similar a la del ñame y la casava. La patata dulce se cultiva extensamente en camas y montículos.

Método de plantación. Los bejucos normalmente se plantan en camas para producir densidades de 20 000 plantas por hectárea. Por encima de esta densidad se produce reducción del tamaño de los tubérculos. Tal densidad también permite el asocio con otros cultivos. La incidencia y severidad de las malezas son mayores a bajas densidades de plantas.

Fertilizante. La patata dulce responde bien al fertilizante, especialmente si se ha cultivado la tierra durante un largo período. La aplicación de fertilizantes incrementa la capacidad competitiva del cultivo contra las malezas.

Desyerbe manual. El período crítico de competencia de las malezas en patata dulce es durante las primeras 3 a 6 semanas después de la plantación. La demora en el primer desyerbe hasta cuatro semanas después de la plantación causó una reducción significativa del rendimiento (Kasasian y Seeyave 1969). Un desyerbe a tiempo en patata dulce con una densidad de 20 000 plantas por ha, seguido de una eliminación de los focos aislados de las malezas, puede brindar un control adecuado. El desyerbe de patata dulce después del segundo mes producirá daños al cultivo y reducción del rendimiento (Macdonald 1967; Kasasian y Seeyave 1969; IITA 1973).

Herbicidas. Un excelente control de gramíneas anuales se observó en patata dulce con 0.28-0.56 kg i.a./ha de fluazifop-butil (Tabla 1). Alachlor a 3.4-6.7 kg i.a./ha y difenamida también brindan buen control de malezas en patata dulce (Herman et al. 1983).

Referencias

Akobundu I.O. 1980. Weed Science research at the International Institute of Tropical Agriculture and research needs in Africa. Weed Science 28: 439-444.

Akobundu I.O. 1981. Weed control in cassava cultivation in the subhumid tropics. Tropical Pest Management 27: 247-250.

Akobundu I.O. 1987. Weed Science in the Tropics: Principles and Practicos. Chichester: John Wiley and Sons, 510 pp.

Akobundu I.O. 1990. The role of weed control in integrated pest management for tropical root and tuber crops. En: S.K. Hahn y F.E. Caveness (Eds.) Integrated Pest Management for Tropical Root and Tuber Crops, Ibadan, International Institute of Tropical Agriculture, pp 23-29.

Albuquerque M. de. 1969. A mandioc na Amazonia. Sudam, Belem, Brasil, 277 pp.

Ampong-Nyarko K. y S.K. De Datta 1991. A Handbook for Weed Control in Rice. Philippínes: International Rice Research Institute, 113 pp.

Cock J.H. 1979. A physiological basis of yield loss in cassava due to pest. En Proceedings of Cassava Protection Workshop. Centro Internacional Agricultura Tropical, Cali Colombia. CIAT Series-CE-14, pp 9-16.

Doku E.V. 1967. Root crops in Ghana. En Proceedings of First International Symposium on Tropical Root Crops. Trinidad, Vol 1 Section 3, Agronomy, pp 39-68.

Doll J.D. 1977. Weeds: an economic problem in cassava. En Proceedings Cassava Protection Workshop, CIAT, Cali, Colombia, CIAT-CE-14, pp 65-69.

Doll J.D. y W.C. Piedrahita 1963. Effects of time of weeding and plant population on the growth and yield of cassava. En Proceedings of 3rd International Symposium on Tropical Root Crops, Ibadan, Nigeria.

Hahn S.K. 1984. Tropical root crops: their improvement and utilization. En: D.L. Hawksworth (Ed.). Advancing Agricultural Production in Africa, Commonwealth Agricultural Bureaux, Slough., R.U. pp 91-97.

Herman, N.D., T.J. Monaco y T.J. Sheets 1983. Weed control with alachlor and residues in sweet potato (Ipomea batatas) and soil. Weed Science 31: 4, 567-571

International Institute of Tropical Agriculture (IITA). 1973. Fanning Systems Program 1972 Report. IITA, Ibadan, Nigeria.

Jennings D.L. 1970. Cassava in Africa. Field Crop Abstracts 23: 271-278.

Kasasian L. 1971. Weed control in the Tropics. Leonard Hill, Londres 307 pp.

Kasasian L. y J. Seeyave 1969. Critical periods of weed competition. PANS, 15: 208-212.

Lal R. y S.K. Hahn 1973. Effect of method of seedbed preparation, mulching and time of planting on yam in western Nigeria. En Proceedings of the Third Symposium of International Society for Tropical Root Crops held on 2-9 December 1973, Ibadan, Nigeria, pp 293-306.

Macdonald A.S. 1967. Some aspects of the sweet potato and its agronomy in Uganda. Proceedings of First International Symposium on Tropical Root Crops, Trinidad, 1967. Vol. 1. Section 3, Agronomy, pp 112-123.

Moody K. y H.C. Ezumah 1974. Weed control in major tropical root and tuber crops - a review. PANS, 20: 292-299.

Nzietchueng S. 1983. Etudes sur la pourriture racinoire dumacabo (Xanthosoma sagittofolium) au Cameroon: 1 - Systomology et etiologie de la malade. Agronomique Tropicale, 38: 321-325.

Onochie B.E. 1975. Critical periods for weed control in cassava in Nigeria. PANS, 21: 54-57.

Onwueme I.C. 1978. The Tropical Tuber Crops: Yams, Cassava, Sweet potato and Cocoyams. Nueva York, John Wiley & Sons, 234 pp.

Plucknett D.L., R.S. de la Pena y F. Obero 1970. Taro (Colocasia esculenta). Field Crop Abstracts, 23: 413-426.

Renaut G. y H. Merlier 1973. Weed control under mechanised yam growing. Proceedings of Third International Symposium on Tropical Root Crops. Ibadan, IITA.

Unamma R.P.A. y A.A. Melifonura 1986. Herbicides for 'seed' yam production from 'minisetts' in the rainforest of Nigeria. Weed Research 26: 115-120.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente