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Capítulo 6 - Las operaciones de carga


Definición
Orientaciones generales
Objetivos
Consecuencias que pueden acarrear el funcionamiento inadecuado de los cargaderos
Prácticas recomendadas

Definición

Los cargaderos son lugares en los que se reúnen las trozas durante el proceso de extracción. En los puntos de carga se clasifican o almacenan temporalmente las trozas en plataformas para luego transportarlas a las fábricas de elaboración o a otro destino final.

Orientaciones generales

Los cargaderos son lugares concurridos y ruidosos ya que generalmente están en funcionamiento grandes máquinas y motosierras para igualar los troncos irregulares o talar las ramas que pudieran haber olvidado cortar los miembros del equipo de corta. Son lugares embarrados y polvorientos y hay en ellos plataformas de carga donde se acumulan las trozas en pilas de varios metros de altura. En suma, se trata de lugares que pueden presentar muchos peligros y han de ser considerados como tales. Una planificación y un trazado adecuados pueden contribuir a reducir el riesgo y garantizar que todas las operaciones se realicen con eficacia y seguridad.

Los cargaderos son también fuentes potenciales de contaminación del agua y de sedimentos. Son zonas relativamente extensas de suelo desnudo que se recubre con piedra o gravilla. Al tratarse del punto intermedio entre la extracción y el transporte, son lugares donde normalmente se depositan el combustible y las piezas de repuesto. Ello hace necesario tener en cuenta el peligro de que se derrame combustible y se produzca contaminación por el vertido de aceite.

Objetivos

El diseño y construcción adecuados de los cargaderos, junto con la realización eficaz de las operaciones en los mismos contribuirá a:

· garantizar la seguridad y protección del personal que trabaja en el cargadero o en sus proximidades;

· reducir el costo total de construcción y mantenimiento del mismo;

· limitar el tamaño del cargadero y el movimiento de tierras necesario durante la construcción;

· proteger los cursos de agua superficiales y subterráneos de los sedimentos o contaminantes;

· transportar todas las trozas que se han acumulado en el cargadero sin que se produzca una pérdida importante de volumen o un deterioro notable de calidad.

Consecuencias que pueden acarrear el funcionamiento inadecuado de los cargaderos

El funcionamiento inadecuado de los cargaderos puede acarrear las siguientes consecuencias:

· graves problemas de seguridad que comportan mayores costos elevados en concepto de seguros o compensaciones;

· costos elevados de construcción, mantenimiento o funcionamiento;

· sedimentación o contaminación de las aguas superficiales o subterráneas;

· pérdida de volumen o valor de las trozas.

Prácticas recomendadas

Cargador frontal colocando una gran troza de madera frondosa tropical en un camión para transportar la. Este tipo de cargaderos registran una intensa actividad, por lo que deben ser planificados y construidos adecuadamente. También se ha de prestar la máxima atención a la seguridad. En esta fotografía, dos personas sin casco ni otro equipo de seguridad permanecen de pie en un lugar riesgoso para su seguridad. Además, el cargador frontal no cuenta con una estructura de protección total

(Fotografía de Dennis Dykstra)

Pluma de carga

Camión autocargador

Cargador frontal

· La ubicación y el diseño de los puntos de carga debe realizarse cuando se elabora el plan de aprovechamiento, al mismo tiempo que se diseñan y se trazan las carreteras.

· En algunos casos, no se necesitan cargaderos, ya que las trozas se pueden depositar temporalmente en apartaderos, donde luego se cargan en los camiones. Eso reduce los costos y la inevitable erosión del suelo en superficies extensas que ocasiona el desmonte. En los apartaderos es conveniente utilizar palas de carga articuladas y camiones autocargables, pues necesitan menos espacio para maniobrar que los vehículos de carga frontal.

· Cuando sea posible, los cargaderos deben ubicarse en una zona en ligera pendiente. Se recomienda una pendiente del 2% (1°). Las zonas abiertas alejadas de los cursos de agua son el mejor emplazamiento. Los puntos de carga han de estar bien drenados y sus canales no deben desembocar directamente en los arroyos sino en la vegetación circundante. La distancia mínima entre los cargaderos y los cursos de agua ha de ser de 30 m, o bien mayor cuando el terreno es empinado. Para impedir que el agua de escorrentía se acumule en el cargadero durante los períodos de lluvia es necesario construir zanjas y tubos de drenaje en la parte de la montaña del cargadero, especialmente en los lugares en los que penetran las vías de arrastre.

· Los cargaderos han de tener la menor extensión posible que permita desenganchar las trozas del equipo de saca, clasificarlas y almacenarlas temporalmente y cargarlas en los camiones u otros vehículos de transporte. Entre 500 y 1000 m2 parece una superficie razonable cuando se han de manipular trozas de grandes dimensiones. Para trozas de tamaño más reducido y sistemas de extracción poco mecanizados se requiere una superficie menor.

· Cuando se trabaja con helicópteros y sistemas de explotación muy mecanizados los cargaderos han de ser mayores para garantizar la seguridad del personal y evitar que la operación de carga entorpezca y dificulte las operaciones de extracción.

· En el cargadero deben especificarse con claridad los lugares reservados para las diferentes máquinas y tipos de actividad. Por razones de seguridad, sólo podrá acceder a ellos el personal cuya presencia sea indispensable.

· Es necesario adoptar medidas para impedir el derrame de combustible y lubricantes en el curso de las operaciones de reportaje o de los trabajos de reparación y mantenimiento. Para impedir el vertido de contaminantes en los arroyos o en la capa friática, las zonas reservadas para repostar deberán aislarse con diques.

· Si las operaciones de carga deben continuar por la noche, es indispensable instalar sistemas adecuados de iluminación para garantizar la seguridad.

· Prácticamente en todos los casos, incluso en los climas muy húmedos, es necesario controlar la acumulación de polvo durante los períodos secos. Normalmente, para ello se utiliza un camión de riego. Cuando la acumulación de polvo es muy grande, se dotará al personal de máscaras y se cambiarán frecuentemente los filtros de aire de la maquinaria a motor.

· Antes de que inicien el viaje es necesario revisar los camiones cargados para asegurarse de que las ataduras están bien aseguradas, la carga se ha correctamente colocada en el vehículo y los neumáticos y frenos en buenas condiciones.

· Una vez concluidas totalmente las operaciones de carga deberán adoptarse las medidas necesarias para rehabilitar el emplazamiento del cargadero, eliminando los restos y desechos, arrancando el pavimento si se construyó y restableciendo la vegetación.

Un sencillo cabrestante que puede utilizarse para cargar trozas en los camiones: polea; cable de apoyo; ganchos de amarre; cable para izar unido a m torno mecánico


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