CADA DOS AÑOS, los representantes de todos los Estados Miembros de la FAO se reúnen en conferencia para analizar la situación mundial y lo que hace la Organización y, a la vista de este examen, acuerdan un programa de labores y presupuesto para los dos años inmediatamente siguientes. El 12° período de sesiones de la Conferencia de la FAO, se celebró del 16 de noviembre al 5 de diciembre de 1963.
En estas ocasiones el análisis inicial de las actividades actuales y propuestas de la FAO corre a cargo de los comités técnicos que abarcan los principales sectores de actividad de la Organización. Uno de estos comités es el de Montes y Productos Forestales que esta vez estuvo formado por un número de representantes de Estados Miembros mayor que nunca, pues eran 68 representantes de 49 países. Este número de países es, sin embargo, todavía inferior a la mitad del número de Estados Miembros de la FAO, que actualmente es de 107 Estados Miembros y 4 Miembros Asociados. En este período de sesiones de la Conferencia fueron elegidos Miembros de la Organización: Argelia, Burundi, Rwanda, Trinidad y Tabago, y Miembros Asociados Kenia, Malta y Zanzíbar. Sudáfrica se ha retirado posteriormente de la FAO.
El tema fundamental de las deliberaciones de la Conferencia lo señaló el Presidente de la República de Tanganyika Julius Nyerere, que en esta ocasión pronunció la disertación en memoria de McDougall con que se abre habitualmente la Conferencia. El Presidente Nyerere dijo: «La continuación del presente caos, en el cual el rico se hace más rico y el pobre sigue siendo pobre, es inaceptable para aquellos que, como nosotros, somos conscientes de nuestra pobreza». El Sr. Nyerere pidió un ataque mundial planeado al problema de la pobreza pues, de no ser así, los países más pobres tendrán que retirarse de momento en un aislamiento económico deliberado. El Director de Montes y Productos Forestales, Dr. N. A. Osara, en el transcurso de la Conferencia, desarrolló también la idea de que una forma de efectuar tal ataque pudiera ser la expansión del comercio de productos forestales. Esto puede que llegue a ser un tema importante de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo que habrá de reunirse en 1964. «La magnitud de nuestras actividades está justificada ante el hecho de que las industrias forestales constituyen una de las principales industrias del mundo, cuya producción anual alcanza un valor global de unos 35.000 millones de dólares, y el número de personas empleadas en estas industrias la cifra de más de 5 millones».
Más adelante, después de dedicar unas palabras en honor de su predecesor en el puesto de Director, Egon Glesinger, prosiguió: «Aunque llevo participando en las actividades de la FAO desde los primeros años de esta Organización, es esta la primera vez que asisto a la Conferencia de la FAO y a las reuniones de su Comité de Montes y Productos Forestales. He quedado muy impresionado por la calidad técnica y la labor de este Comité. Los debates que en él se han desarrollado han sido de una categoría profesional realmente considerable. En la FAO se piensa ciertamente que este Comité constituye un firme sostén de la Dirección y de sus actividades, no sólo para el bienio próximo futuro sino también para más adelante... y espero sinceramente que todos nosotros conseguiremos ganar vuestra confianza tan necesaria para nuestra labor futura».
El Sr. Osara dio especialmente la bienvenida a J. R. Nicholson, Ministro de Montes, que presidía la delegación de Canadá ante la Conferencia. «Son pocos los países que cuentan con un ministerio cuya labor se dedica enteramente a los montes y las industrias forestales. Ciertamente sería conveniente que otros países siguiesen este ejemplo, porque las cuestiones forestales y de las industrias forestales no reciben la atención que merecen a menos que las presenten y defiendan personas de alta categoría.»
El Director continuó en el siguiente modo: «Esta es la primera vez que vienen delegados que representan exclusivamente las industrias forestales más destacadas.
Esto debe considerarse un progreso muy importante. Es síntoma del creciente interés que existe en el campo industrial por nuestras actividades.»
«Estamos también orgullosos», continuó «de haber tenido con nosotros a Edward P. Cliff, Jefe del mayor servicio forestal de todos los Estados Miembros de la FAO. También nos ha honrado con su presencia el Profesor Eino Saari, conocido decano de la dasonomía mundial, y nos llena de satisfacción el que haya venido como delegado un antiguo miembro de la Dirección, Sir Henry Beresford-Peirse, cuyo juicio y asesoramiento se basan sobre conocimientos de primera mano.»
Así pues, ya se ha decidido la labor de la Organización en cuanto se refiere a los montes y los productos forestales para otros dos años. La importancia que los Estados Miembros están concediendo a la potenciación de los montes y las industrias forestales como parte integrante de su desenvolvimiento económico general, se evidencia con el creciente número de proyectos de campo que se encomiendan a la FAO.