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1. INTRODUCCIÓN

Este documento describe las necesidades y beneficios de la armonización de los términos y definiciones relacionados con los criterios e indicadores (CeI) para la ordenación forestal sostenible (OFS). Resume las actividades realizadas hasta ahora, determina los problemas actuales para nuevos trabajos y propone los caminos a seguir. El documento llega a la conclusión de que gran parte del trabajo sobre armonización ha venido avanzando durante décadas y que últimamente se han logrado progresos encomiables. Sin embargo, hay una necesidad creciente de avances reales en la armonización -que no deben confundirse con la normalización- de las definiciones y, en efecto, los países podrían lograr considerables beneficios de tales tareas.

La gama de términos y definiciones relacionados con el bosque y sus significados son interminables. Ésta es la consecuencia de muchos factores, incluyendo la variedad de las condiciones ecológicas en que se desarrollan los bosques, su diferente ordenación práctica y la forma en que la administración forestal está organizada por las instituciones públicas. Además, la variedad de términos y definiciones refleja la amplia gama de percepciones de la utilidad de muchas características, menores o mayores, de los bosques para diferentes partes de la sociedad y su evolución con el tiempo. En consecuencia, hay docenas de definiciones incluso para los términos más fundamentales como “bosque” y “árbol”.

Diferentes definiciones de un término fundamental pueden encontrarse con frecuencia incluso dentro de un país. Tales términos y definiciones diferentes son utilizados por diversas instituciones para distintas fines, a nivel local, regional o nacional. Las definiciones desarrolladas localmente suelen captar las características específicas de los ambientes ecológicos y socioeconómicos en que se utilizan. Sin embargo, las definiciones empleadas dentro de un país, con mucha frecuencia, evolucionaron gradualmente a lo largo de grandes períodos de tiempo con el papel cambiante de los bosques en la sociedad. A escala internacional, la divergencia de términos y definiciones añade simplemente una dimensión más a las circunstancias nacionales.

En los años 80 y 90 del siglo XX, el interés público y político mundial por los temas de los bosques se ha incrementado espectacularmente. El Acuerdo Internacional sobre Madera Tropicales (AIMT) fue firmado en 1983 como un tratado internacional. Desde los años 90 los gobiernos han suscrito una serie de convenciones, protocolos y acuerdos sobre aspectos relacionados con el bosque. Los “Principios Forestales” de la Conferencia de NU sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) y los capítulos referentes al bosque de la Agenda 21 contienen especificaciones del término “Ordenación Forestal Sostenible” sin utilizar específicamente este mismo término. El Capítulo 11 de la Agenda 21 de la CNUMAD requiere la formulación de criterios y directrices para la ordenación, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo de bosque. Análogamente, la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD) y también el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Después de la CNUMAD, los procesos regionales para el desarrollo de criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible desempeñaron un papel extraordinariamente importante para desarrollar aún más una mejor comprensión del significado del término ordenación forestal sostenible y de la multitud de aspectos que incluye, en todos los niveles, además de los trabajos de los foros internacionales enumerados anteriormente. Algunos de estos procesos, como el de la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT), en 1991, o la Conferencia Ministerial sobre la Protección de los Bosques Europeos (CMPBE), en 1993, han definido específicamente el término “OFS”. Todos los nueve procesos existentes actualmente han llevado a la creación de una comprensión considerablemente renovada y ampliada de lo que supone la ordenación sostenible de todo tipo de bosques.

Considerando estos diversos orígenes, contextos y finalidades, no es sorprendente que las definiciones relativas al bosque sean divergentes dentro de las naciones y entre ellas, entre las convenciones internacionales y los procesos regionales y entre diferentes tiempos. Sin embargo, la abundancia de los distintos términos y definiciones a nivel internacional, ocasiona cada vez más dificultades en el diálogo y la información internacional. No sólo las diferentes interpretaciones de una misma definición dificultan efectivamente la comunicación y hacen más difícil llegar a una comprensión común entre la multitud de socios implicados. Ello también ocasiona:


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