Cada año, los incendios afectan a grandes áreas de sabanas y formaciones mixtas de bosques y praderas, especialmente en las zonas áridas de África y Sudamérica. También los bosques de las zonas tropicales húmedas, si bien son menos inclines a los incendios, se ven afectados por grandes incendios, y entre los más recientes, los de mayor gravedad fueron los de Indonesia en 1983, que quemaron 3,6 millones de hectáreas en Kalimantan oriental, y los incendios de 1997 y 1998. En los bosques de coníferas de las áreas tropicales húmedas los incendios son frecuentes: en el decenio de 1980 la superficie de pinares quemada anualmente en Honduras y Nicaragua alcanzó cerca del 3,5 por ciento de la superficie total de bosques de pinos de ambos países, e incendios de grandes proporciones quemaron pinares tropicales naturales y artificiales en México e Indonesia (Sumatra septentrional).
El fuego representa una amenaza permanente también en las zonas subtempladas y templadas de África del Norte y Sudamérica; asimismo, según se tiene noticia, de 1950 a 1990 en China los incendios consumieron un promedio de 890 000 ha cada año, y el más grave de ellos llegó a quemar 1,85 millones de hectáreas en la provincia nororiental de Heilinjiang, el 6 de mayo de 1987. En la ex-Unión Soviética, entre 1991 y 1995 la superficie total quemada de bosques y otras tierras abarcó más de 5 millones ha. En América del Norte, a pesar de amplios y altamente sofisticados esfuerzos de prevención y lucha contra los incendios, más de 2,3 millones de hectáreas de tierras forestales siguen quemándose cada año.
Si bien se dispone de algunos datos respecto de los incendios en ciertos países, la mayoría son incompletos. Por ello, es difícil proporcionar un cálculo global del alcance anual de incendios en los bosques y otros espacios arbolados. Una estimación bruta de las zonas templadas y subtempladas así como de las tropicales húmedas de los países en desarrollo -ignorando las vastas áreas tropicales secas, respecto de las cuales existe muy poca información fidedigna- era del orden de 2 millones de hectáreas de bosques y otros espacios arbolados por año en el decenio de 1980. En el período de 1983 a 1994, se registró un total de 902 330 incendios en relación con 20 059 346 ha de tierras forestales en los bosques templados del hemisferio norte.
Los ingentes incendios de 1997 y 1998 hicieron que la atención pública e internacional se centrara en la necesidad de abordar no solamente las medidas de emergencias conexas, sino también las políticas de los sectores forestal y no forestal que contribuyen directa o indirectamente a que se produzcan esos incendios.
Por muchos años la FAO ha proporcionado información y asistencia técnica en la esfera del manejo de los incendios forestales, inclusive sobre reunión de datos, producción y difusión de información, preparación de directrices en materia de manejo de los incendios forestales y de informes de situación sobre éstos, y asesoramiento directo a los Estados Miembros.
Recientemente, se ha otorgado especial atención a la información y la concienciación pública sobre cuestiones normativas, jurídicas e institucionales conexas. En consideración de las recomendaciones formuladas en el XI Congreso Forestal Mundial y de los resultados obtenidos tras la reunión de información sobre incendios forestales celebrada el 12 de noviembre de 1997 durante la 29a Conferencia de la FAO, como respuesta a la atención prestada recientemente por los medios de comunicación a los incendios forestales, la FAO organizó, del 28 al 30 de octubre de 1998, una Reunión sobre Políticas Públicas que Afectan a los Incendios Forestales.
Los principales objetivos de la Reunión fueron:
Entre los diferentes participantes que coincidieron en la reunión se contaron expertos clave en materia de políticas de utilización de la tierra que afectan a los incendios forestales, procedentes de los gobiernos, el sector privado, organizaciones no gubernamentales (ONG) y organismos internacionales.
La reunión ha puesto en claro las principales políticas públicas que contribuyen a dar lugar a los incendios forestales y ha facilitado una mejor comprensión de las soluciones encaminadas a reducir su incidencia.
La presente publicación consta de dos partes. La Parte I contiene los documentos regionales en los que se analizan las causas sociopolíticas de los incendios forestales y las medidas y acciones adoptadas a fin de prevenir y reducir su impacto; en ella se ofrecen también los puntos prioritarios para el intercambio de información y de ideas entre los participantes y se presentan las principales conclusiones y recomendaciones de la reunión. En la Parte II, encuentran cabida los documentos y aportaciones de los participantes en el evento.
M. Hosny El-Lakany
Subdirector General
Departamento de Montes