MIEMBROS DEL GRUPO DE TRABAJO
Sr. Ertugrul Bilgili (Turquía) - Presidente
Sr. Ricardo Vélez (España) -
Secretario
Sra. Mette Løyche Wilkie (FOR) - Secretaria
Técnica del FO
Sr. Daniel Alexandrian (Francia)
Sr. Michel Bassil, (Líbano)
Sr. Giancarlo Calabri (Italia)
Sr. Franco Cozza (Italia)
Sr. Haluk Hilmi (Reino Unido)
Sr. Bruno Lafon (Francia)
Sr. Michel Malagnoux (FAO)
Sr. Christian Pinaudeau (Francia)
Sr. D. Schwelan (OMS)
Sr. Ali Temerit (Turquía)
Sr. Paolo Vicentini (Italia)
INFORMACIÓN DE ANTECEDENTES
Se abarcan a 23 países del Mediterráneo:
Albania, Argelia, Bosnia, Croacia, Chipre, Egipto, Eslovenia, España,
Francia, Grecia, Irán, Israel, Italia, Jordania, Líbano, Libia,
Malta, Marruecos, Portugal, Siria, Túnez, Turquía y la ex
Yugoslavia. Todos ellos poseen una estación seca más o menos
prolongada: al norte del Mediterráneo, dura entre uno y tres meses; en el
sur, más de siete meses en algunos países. Una humedad
relativamente baja y la existencia de vientos fuertes y regulares, en especial a
lo largo de las costas, exacerban el impacto de los incendios
forestales.
Superficie total quemada por año: 600 000 ha en
promedio.
Número de incendios por año: 50 000 en
promedio.
PRINCIPALES CUESTIONES PLANTEADAS EN EL DOCUMENTO REGIONAL
Y EN LOS DEBATES
- El limitado acceso a información
estadística fiable y la ausencia de una definición común
de incendio forestal dificulta la comparación entre países;
- Las principales tendencias en los últimos
diez años consisten en un incremento de los incendios - pese a importantes
actividades de prevención - y una fluctuación de la superficie
quemada cada año que guardan relación con las condiciones meteorológicas
y con un aumento de superficies quemadas en algunos países, a pesar
de los esfuerzos realizados en materia de prevención y extinción;
- La mayor parte de los incendios se deben
a la acción del hombre. Las causas naturales, como los rayos, cubren
menos del 5 por ciento de los casos. Sin embargo, los rayos son responsables
de daños cada vez mayores (a causa del abandono de las tierras y una
mayor masa combustible de los bosques);
- La mayor parte de las causas de origen humano
guardan relación con actividades agrícolas o forestales. Otras
incluyen: conflictos y guerras; el uso del fuego como medio de reclamar el
derecho de propiedad y modificar la clasificación de la utilización
de tierras; problemas ocupacionales, que pueden dar lugar a la ignición
voluntaria por personas que desean emplearse temporalmente como bomberos;
- En los últimos decenios, Europa occidental
ha experimentado el abandono de las tierras y la despoblación de las
áreas rurales, así como la disminución de la demanda
de leña. Esto ha ocasionado el aumento de la superficie de tierras
boscosas, mayores masas combustibles en los bosques y la falta de sentido
de responsabilidad de las poblaciones locales por lo que se refiere a la protección
de los bosques (y además la carencia de personas para detectar los
incendios forestales y encargarse de su pronta extinción). El resultado
es un incremento significativo de incendios forestales y en el tamaño
de las superficies quemadas (debido a la continua cubierta forestal) en tales
zonas.
- En los países magrebíes, ha
crecido la demanda de leña y productos forestales, lo que ha conducido
a una sobreexplotación de los recursos del bosque. Las poblaciones
locales consideran los incendios como una amenaza directa para sus medios
de sustento. Así, la incidencia de incendios ha permanecido en un nivel
relativamente estable.
- Los beneficios económicos directos
procedentes de los bosques del Mediterráneo son escasos y se tiene
la sensación de que también lo es el valor económico
total.
- Las actividades de urbanización en
las áreas costeras están originando nuevos riesgos para la vida
humana.
- La falta de límites de las propiedades
y de mapas catastrales bien establecidos en algunos países ha provocado
que se recurriera al fuego para reclamar tierras adicionales.
- El fuego es una herramienta tradicional
de ordenación de la tierra, pero no siempre se usa en la forma debida.
- Las políticas actuales dan prioridad
a la lucha contra los incendios más que a su prevención.
- La dificultad de lograr políticas
y prácticas coherentes de ordenación forestal a menudo estriba
en la existencia de muchos terratenientes dueños de pequeñas
parcelas, y en algunas áreas, en la falta de dueños de la tierra.
CONCLUSIONES ALCANZADAS EN RELACIÓN CON LAS
POLÍTICAS QUE AFECTAN A LOS INCENDIOS FORESTALES
Actuales políticas en materia de
incendios
Políticas existentes
- En todos los países existen políticas
de prevención de incendios. Sin embargo, no cuentan siempre con una
aplicación eficiente.
- Como norma general, se asignan recursos
para el control total de los incendios.
- Se hace poco hincapié y se facilitan
recursos insuficientes en la esfera de prevención de incendios y a
las medidas de orden silvicultural.
Problemas relacionados con la ejecución de
políticas de incendios
- Las políticas pueden ser inadecuadas
(las causas de los incendios no se conocen con exactitud y no se ha analizado
su distribución ni las causas de fondo específicas de cada lugar,
y por ello las políticas podrían no ser apropiadas).
- Insuficiencia de recursos para la ejecución
de las políticas.
- Falta de coordinación entre instituciones
y falta de consulta con las partes directamente interesadas.
- Muchos terratenientes de explotaciones en
pequeña escala o ausencia de terratenientes.
- Agitación social.
- Falta de continuidad en las políticas.
Otras políticas que afectan a la incidencia o el
impacto de los incendios forestales
Políticas con impacto negativo
- La política agrícola común
de la UE (que promueve el abandono del uso agrícola y brinda incentivos
para la forestación de esas tierras sin condicionalidad alguna en cuanto
a la ordenación adecuada de esas plantaciones) ha traído como
resultado un aumento de las superficies forestales o arboladas, un incremento
en la masa combustible y una reducción de los obstáculos naturales
para el avance de los incendios, puesto que rara vez se incorporan medidas
de prevención y mitigación de incendios. Por ello, en caso de
incendios en esas áreas, con frecuencia la superficie quemada es mayor.
- El abandono de los campos y de las prácticas
agrícolas en las áreas rurales a causa de políticas que
en forma directa o indirecta fomentan la urbanización, ha tenido efectos
similares. Además, el abandono de las tierras ha hecho que haya menos
personas para detectar los incendios y encargarse de su extinción temprana.
- El aumento de áreas que se reservan
a los fines de protección estricta sin consultas con la población
local ha originado conflictos y la falta de interés en la protección
de las áreas en cuestión. En consecuencia, algunos incendios
se desatan intencionalmente.
Condiciones previas para una mejor formulación de
políticas en materia de incendios
- Voluntad política.
- Reunión, análisis y divulgación
de información.
- Evaluación ambiental (análisis
costos-beneficios ampliado, en el que se incorporen también los beneficios
indirectos de los bosques y los costos totales de los incendios forestales).
- Objetivos claros de políticas de
incendios.
- Análisis del impacto de las opciones
de políticas de incendios.
- Concienciación pública de
los riesgos y los efectos de los incendios y apoyo para medidas de política.
Principios recomendados en la formulación de
políticas de incendios
- Acceso a fuentes de información fiables
(con inclusión de imágenes obtenidas por teledetección).
- Mayor énfasis en la prevención
de incendios forestales.
- Participación de los directos interesados,
especialmente los terratenientes privados.
- Políticas apropiadas en el plano
local y desde un punto de vista cultural.
- Planificación integrada de la utilización
de la tierra.
- Coordinación de las políticas
de incendios y otras políticas.
- Políticas amplias cuya validez sea
duradera, y que sean a la vez lo suficientemente flexibles para permitir revisiones
a medida que van cambiando las circunstancias.
Ejemplos de instrumentos normativos para la
prevención o mitigación de los efectos de los incendios
forestales
Inversiones públicas directas
- Desarrollo de infraestructura y adquisición
de equipo.
- Adopción de medidas silviculturales
y de otra índole orientadas a la reducción de la inflamabilidad
de los combustibles.
- Ejecución de actividades forestales
generadoras de ingresos a fin de acrecentar el valor de los bosques.
- Educación y capacitación.
- Reunión, análisis y divulgación
de información.
- Mayor concienciación pública.
Disposiciones institucionales y
organizativas
- Participación de los agentes locales.
- Designación del servicio forestal
como organismo principal de manejo de incendios forestales.
- Desarrollo de mecanismos para una mejor
coordinación entre instituciones y organizaciones.
Medidas de política
reglamentarias
- Zonificación a los fines de la utilización
de la tierra, con inclusión del establecimiento de zonas de protección.
- Expedición de permisos de quema.
- Prohibición del uso del fuego (incluso
de fumar) en los bosques o en sus cercanías, y restricción de
acceso durante los períodos de elevado riesgo.
- Quemas controladas.
Instrumentos de índole
económica
- Desgravaciones fiscales o subsidios a los
terratenientes para llevar a cabo inversiones en los sectores de la prevención
y mitigación de incendios.
- Revisión de los incentivos con efectos
negativos.
- Multas por ocasionar incendios.
RECOMENDACIONES A LOS GOBIERNOS, LA FAO U OTRAS
INSTITUCIONES
El grupo de trabajo recomienda que:
Gobiernos
- Hagan mayor énfasis en la prevención
de los incendios.
- Adapten la legislación a las actuales
condiciones y eliminen las contradicciones entre políticas diferentes
relacionadas con los incendios (verbigracia las políticas en materia
de urbanización, desarrollo de la infraestructura, ambiente y sector
forestal).
- Promuevan la planificación integrada
de la utilización de tierras con especial atención en la interfaz
bosque-ciudad.
- Fomenten la sensibilidad pública
respecto de los riesgos y efectos de los incendios forestales.
- Promuevan medidas silviculturales apropiadas
en los bosques y áreas arboladas públicos y privados.
- Apoyen programas de investigación
aplicada y desarrollo en materia de manejo de incendios forestales.
FAO
- Continúe realizando las actuales
actividades de desarrollo de una base de datos común y descentralizada
(Silva Mediterránea).
- Brinde capacitación en prevención
y extinción de incendios.
- Siga actuando como foro de políticas
neutral.
Otras organizaciones
- Coordinen actividades y programas relacionados
con los incendios forestales.
- Presten asistencia en las actividades de
fomento de la concienciación pública y de extensión.