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5. CONCLUSIONES

En este trabajo hemos querido reunir los puntos fundamentales que permitirán el comienzo de una investigación integrada sobre la dinámica de este o estos stocks.

Aunque la base de datos no ha sido muy extensa, los resultados parecen ser coherentes. De cualquier modo, dichos resultados deben considerarse como un primer ensayo, o una primera acotación a los valores paramétricos que rigen la dinámica de este recurso y a su evaluación.

Como conclusiones mas importantes retendremos las siguientes:

a) Nuestro análisis del crecimiento ha dado resultados muy parecidos a los ya descritos por Mangold-Wirz (1963) y probablemente haya comenzado a resolver las diferencias descritas por Guerra (1978) y Hatanaka (1978).

Querríamos aclarar un concepto que quizás no se haya usado siempre con la propiedad debida; el pulpo crece mucho, pero no crece muy rápido. Su aumento en talla y peso puede parecemos espectacular, pero no deja de conseguirse bastante regularmente a lo largo de su ciclo vital. Lo que queremos decir es que el crecimiento es rápido cuando, en una etapa temprana del ciclo vital, se alcanza un porcentaje alto de su talla máxima. Así, podemos decir que las hembras de esta especie crecen mas rápidamente que los machos; crecer mucho, sin embargo, es una afirmación subjetiva ante un hecho que, por alguna razón, nos parece espectacular.

Queremos reiterar también que parecen desaparecer las divergencias en el crecimiento hasta los 20 cm de talla del manto, es decir, durante la mayor parte de la fase explotada. Queda por resolver con rigor todavía el crecimiento de los 20 cm en adelante.

Si nuestras estimaciones del valor de L¥, como acotado entre 30 y 40 cm, son validas, no variara mucho el valor que se estime de K en el futuro, y, por ello, no influirá mucho esa variación en las posteriores evaluaciones del recurso.

En cuanto al crecimiento diferencial por sexos, nuestros resultados vuelven a coincidir con los obtenidos para otro stock por Mangold-Wirz (1963), a partir de datos y métodos completamente diferentes. Para nosotros, desaparece, con esta estimación del crecimiento de las hembras, la contradicción biológica que supondría el que se cortase abruptamente la posibilidad de que un stock generase biomasa futura, lo que supondría un desperdicio económico para el stock bastante inexplicable.

b) La mortalidad total, obtenida a partir de las curvas de captura descritas, supone una grosera estimación provisional, a la espera de que puedan utilizarse series de datos que permitan aplicar técnicas de población virtual.

Sin embargo, el esquema que aparece - sea considerado como cualitativo o cuantitativo; nosotros preferimos considerarlo cualitativamente, es decir, marcar límites superiores e inferiores a una gama de valores mas o menos amplia que incluya los valores posibles - no contradice, sino todo lo contrario, lo que sabemos con seguridad sobre la pesquería. La mortalidad total anual sobrepasaría en 1976 ligeramente un valor de 2.

Con respecto a la mortalidad natural, nos inclinamos a pensar en un valor de M de 0,5 o 0,6, mas que en un valor que se aproxime a 1,0. Las razones ya expuestas incluyen la baja mortalidad total a edades altas en pulpos machos y las conclusiones de comparar la situación actual con el marco teórico de la producción por recluta, y las curvas de producción por recluta con los modelos globales de producción. Desde un punto de vista biológico (Pereiro, 1978), la situación de esta especie dentro de la cadena trófica hacía prever que la mortalidad natural de este stock no debía ser excesivamente alta. Estas son las razones que nos inducen a pensar que sería mas exacto utilizar valores de M que se encontrasen cerca del límite inferior de la gama de valores acotada.

c) La razón de sexos ha sido estudiada con los datos disponibles, sustituyéndose el concepto de “mayor hembra capturada” por la curva que explica la reducción de hembras en la captura al aumentar la talla.

No hemos realizado ningún ensayo del error cometido en la evaluación al sustituir la desaparición progresiva de las hembras por una desaparición “en filo de cuchillo”. Esto quedara para trabajos futuros; a priori, creemos que ese error - sobre todo como es lógico, desde un punto de vista relativo - no será muy grande.

d) Volviendo a las cifras globales de mortalidad, si comparamos la mortalidad por pesca en los anos 1967, 1972 y 1976 (suponiendo M = 0,5 sobre una base anual), con los valores de esfuerzo puestos a punto por el Grupo de Trabajo de CPACO (CECAF, 1978), en esos anos, el panorama resulta bastante coherente. Según nuestros cálculos, la mortalidad por pesca en el año 1972 fue 2,1 veces dicha mortalidad en el ano 1967, mientras que F en el 1976 fue 1,7 veces superior a la del ano 1967; recuérdese que el esfuerzo calculado por el Grupo de Trabajo para el ano 1972 fue 2,16 veces mayor que el calculado para el ano 1967, mientras que en el ano 1976 fue 2,22 veces mayor; las divergencias no parecen insalvables y, dada la base de datos empleada, la imagen global sigue siendo mas que coherente.

e) El marco de producciones por recluta de una imagen enormemente interesante para decidir estrategias racionales para la evaluación de estos recursos.

Al decir estrategias racionales nos referimos simplemente a aquellas que avanzan hacia la consecución del objetivo que se han propuesto, sea cual sea este objetivo.

Digamos, en primer lugar, que el cambio de malla ha sido completamente beneficioso para este recurso y, dado que este hecho no parece admitir discusión, no lo discutiremos tampoco mas:

Pasemos entonces a discutir la producción por recluta con la malla actual.

Para M = 0,5, que es, para nosotros, la situación mas probable (M/K = 1,32), la producción por recluta se mantiene a niveles muy parecidos para valores de F que van de 0,75 a 1,5; de hecho, al doblar el esfuerzo efectivo la producción por recluta pasaría a ser de un 99,3 por ciento la anterior. La fecundidad relativa por recluta, sin embargo, disminuye en un 47 por ciento (de 40,4 por ciento a 19 por ciento) con respecto al stock virgen.

La situación mas beneficiosa para el recurso, en cuanto al esfuerzo se refiere, sería, por tanto, la situación aproximada de 1967-1968, pero con la nueva malla de 60 mm, siempre según estos modelos (recordemos que las capturas reales se situaron en estos anos en 101 104 t y 120 984 t respectivamente).

Aumentando el esfuerzo, la producción por recluta no disminuye de forma apreciable, pero se coloca al reclutamiento en una situación posiblemente mucho mas inestable, y, en nuestro fuero interno, no tenemos ninguna duda de este hecho.

La producción por recluta con malla de 40 mm es todavía mas constante para distintos valores de F, pero el esquema sigue siendo el mismo. Lo citamos porque es el que ha regido en el período histórico de la pesquería y el que deberíamos comparar con el modelo global de producción. El paso de F = 0,75 a F = 1,5 supone una perdida de producción por recluta de un 11 por ciento mientras que la fecundidad relativa por recluta queda reducida en un 67 por ciento aproximadamente de una situación a otra. Fmax vuelve a situarse próxima a la situación del ano 1967.

Por su parte, los modelos globales de producción nos sitúan en un esfuerzo correspondiente a producción máxima mas o menos equivalente al desarrollado en 1972, muy por encima del predicho por los modelos de producción por recluta. Esto podría deberse, desde un punto de vista teórico, a que aquellos integran en el modelo los fenómenos compensatorios que ocurren sobre todo a niveles medios y bajos de abundancia del stock de reproductores.

Sin embargo, nos queda la duda de si la rama derecha de la curva de producción no nos dará, como ya hemos indicado, una visión optimista debido a la gradual expansión de la zona de pesca.

De cualquier modo, el cambio de malla va a modificar este modelo global, y la producción por recluta debería aumentar, a largo plazo, en un 30 o 40 por ciento en la situación de esfuerzo del ano 1976. Lo que se deduce de nuestros cálculos es que no existe apenas sobrepesca de crecimiento, pero que evitaríamos las consecuencias imprevisibles (imprevisibles al menos por el momento) de una sobrepesca de reclutamiento reduciendo el esfuerzo, al menos hasta el punto en que los modelos de producción global sitúan un esfuerzo equivalente a f0,1.

No vamos a comentar otros puntos, bien porque ya lo hayamos hecho en el texto del trabajo, bien porque la endeblez de los resultados haga que sirvan solo de punto de comienzo de una discusión futura. Solo queremos apuntar que es necesario aumentar a corto plazo nuestros conocimientos sobre ciertos aspectos muy confusos de este tema, que están condicionando la eficacia de estudios posteriores sobre el tema que nos ocupa.

1) Uno de ellos es la estructura del stock o stocks; existen fundadas sospechas de que nos encontramos no con uno, sino con varios stocks desde el punto de vista de la dinámica. Sería esencial empezar, a corto plazo, a resolver este problema.

2) El segundo es la selectividad; para confirmar los resultados del presente trabajo, resulta de todo punto necesario confirmar a su vez los resultados del único trabajo de selectividad existente (Guerra, 1978).

3) Nos gustarla recalcar que es necesario también mejorar las estimaciones de M, pero no lo diremos, al menos en voz muy alta, porque resulta muy difícil, en casi cualquier situación, hacerlo; sin embargo, el uso de técnicas de población virtual en un futuro próximo debería llevarnos a intentarlo.

4) Sería necesario, asimismo, actualizar los estudios sobre razón de sexos, para confirmar los resultados obtenidos por Cort y Pérez-Gándaras (1973) en su excelente trabajo.

5) Digamos que el resto de los problemas planteados tendría, a nuestro modo de ver, una repercusión muy inferior sobre las conclusiones que aquí se expresan; sin que esto signifique, por supuesto, que deban ser olvidados.

6) Y, por ultimo, se hace imprescindible, para mejorar esta investigación, disponer conjuntamente de las series estadísticas existentes; en este sentido, la publicación y elaboración de los datos japoneses supone una necesidad urgente.

Cuadro 1

Modas que se aprecian en las distribuciones de tallas analizadas

Campaña

I

II

III

IV

V

VI

VII

1967

7

11

14

18

21

-

24-25

1972

-

10

14

19

-

22

24-25

1976

8

11-12

15

18

20

22

-

1978

7

12

-

18

21

23

25


Cuadro 2

Comparación de los pesos medios de pulpo eviscerado por talla obtenidos en las campañas de verano de 1972 (Cort y Pérez-Gándaras, 1973), verano de 1978 y primavera de 1979 (Instituto Español de Oceanografía, Laboratorio de Canarias)

Talla
(cm)

Campaña


19721/
(g)

(7 807)
1978
(g)

(7 903)
1979
(g)

11

424

904

699

12

539

1 047

854

13

671

1 202

1 030

14

823

1 432

1 198

15

995

1 704

1 439

16

1 187

2 137

1 762

17

1 403

2 510

2 032

18

1 641

2 985

2 310

19

1 904

3 245

2 779

20

2 192

-

3 298

1/ Los pesos de esta columna han sido deducidos de la relación talla-peso deducida del trabajo correspondiente (Cort y Pérez-Gándaras, 1973)

Cuadro 3

Razón de sexos por clase de tallas en la campana de verano de 1972
(Cort y Pérez-Gándaras, 1973)

Clase de tallas
(cm)

Machos
(%)

Hembras
(%)

5-9

48

52

10-14

49

51

15-19

63

37

20-24

68

32

25-29

100

0


Cuadro 4

Vector F hipotético para 1976
(sobre base anual)


malla de 40 mm

malla de 60 mm

t

F

F

0,29




1,5

0

0,64




1.5

1,5

1,0




2,0

2,0

1.5




2,0

2,0

2,0




2,0

2,0

2,75




1,0

1,0

3,5




1,0

1,0

4,5




1,0

1,0

5,5




Cuadro 5

Rendimientos por recluta para M = 0,5

Malla

F

0,5

1

1,5

2

“Actual”
(F variable)

40 mm


126

127

113

100

113

60 mm


139

155

151

144

151

%


10

23

34

44

34


Cuadro 6

Rendimientos por recluta para M = 1 ,0

Malla

F

0,5

1

1.5

2

2,5

“Actual”
(F variable)

40 mm


100

134

119

104


122

60 mm


103

134

144

147

149

150

%


3

-

21

42


23

Nota: los valores de los dos cuadros anteriores se representan como relativos al valor más bajo de cada cuadro

Cuadro 7

Fecundidades relativas por recluta para M = 0,5

Malla

F

0,5

1

1.5

2

“Actual”
(F variable)

40 mm


45

22

11

6

9

60 mm


54

31

19

12

15

%








Cuadro 8

Fecundidades relativas por recluta para M =1

Malla

F

0.5

1

1,5

2

2,5

“Actual”
(F variable)

40 mm


48

25

14

8


11

60 mm


58

35

23

16

11

19


Cuadro 9

Valores estimados de los parámetros de los modelos globales de producción resueltos (véase texto)

Caso Nº

cpue

Años

Schaefer

Fox


a

b

r2

RMS

U

b

r2

RMS

2

Española

1969-1977

2,33

-0,01

0,80

135 720

2,77

8,2E-4

0,96

123 924

3

Grupo de Trabajo

1964-1975

202,72

-0,09

0,80

114 154

239,38

7 ,9E-4

0,86

110 911

4

Standard

1969-1977

1,73

-6,6E-6

0,85

113 368

2,11

7 ,4E-6

0,86

104 602

5

Standard

1969-1975

1,78

-7,2E-6

0,83

109 559

2,2

7 ,9E-6

0,84

101 899

1a

Grupo de Trabajo

1964-1977




239,59

7,95E-4

0,88

110 282

1b

Grupo de Trabajo

1964-1977

Modelo generalizado (gráfico): RMS unidades sobre 110 000 t; fmax sobre 1100


Fig. 1 - Relación entre el tiempo que tarda el huevo en hacer eclosión y la temperatura del agua en que se encuentra, a partir de datos de diversos autores (véase texto). Los trazos rectos indican que la información no se refiere a una temperatura constante (trazo horizontal) o a una duración constante del período (trazo vertical), sino a la gama de valores indicada por el trazo

Fig. 2 - Incremento en talla del manto de dos pulpos marcados, entre la fecha de captura y recaptura (Bravo de Laguna et al. , en prensa)

Fig. 3 - Diversas relaciones talla-peso descritas en la referencia para pulpo de la zona de Cabo Garnett. 1. (Guerra, 1978a), 2. (Hatanaka, tesis, sin publicar), 3. (Guerra 1978a, hembras) 4. (Guerra 1978a, machos y hembras), 5. (Guerra 1978a, machos), 6. (Cort y Pérez-Gándaras, 1972), 7. (Bravo de Laguna, sin publicar)

Fig. 4 - Relaciones talla-peso descritas para la zona de Cabo Blanco, por Hatanaka, 1978(1) y Bravo de Laguna et al. , sin publicar

Fig. 5 - Relación entre longitud del manto y longitud total para machos, hembras y conjuntamente (total). Según Pérez-Gándaras (com. pers.)

Fig. 6 - Comparación entre la relación longitud del manto a longitud total, según Pérez-Gándaras (línea a trazos) y Pereiro (1978) (línea continua)

Fig. 7 - Curvas de selección para el pulpo. La línea gruesa corresponde a la descrita por Guerra (1978), para malla de 53 mm. El resto corresponde a la misma corregida (A), para malla de 40 mm, (B), de 60 mm y de 70 mm

Fig. 8 - Cpue mensual, en el período 1975-1978, cono porcentaje de la cpue media durante todo el período, para mostrar la estacionalidad de la pesquería. Basado en datos de la flota española

Fig. 9 - Distribución de tallas en la campaña de 1967 (Cabrera, 1963), mostrando los componentes de edad

Fig. 10 - Distribución de tallas en la campaña de 1972 (Cort y Pérez-Gándaras, 1973), mostrando los componentes de edad

Fig. 11 - Distribución de tallas en la campana de 1976 (Instituto Español de Oceanografía, Laboratorio de Canarias), mostrando los componentes de edad

Fig. 12 - Distribución de tallas en la campana de 1978,(Instituto Español de Oceanografía, Laboratorio de Canarias), mostrando los componentes de edad

Fig. 13 - Distribución de tallas de los machos capturados en la campana de 1972, mostrando los componentes de edad

Fig. 14 - Distribución de tallas de las hembras capturadas en la campaña de 1972, mostrando los componentes de edad

Fig. 15 - Curvas de crecimiento de pulpos machos y hembras (véase texto)

Fig. 16 - Curva de razón de sexos por clase de talla. El segmento A equivale a una mortalidad de las hembras en filo de cuchillo

Fig. 17 - Curvas de captura para las campañas estudiadas

Fig. 18 - Curvas de captura por sexos. Campana de 1972

Fig. 19 - Evolución de la biomasa de una cohorte virgen de pulpo, bajo dos hipótesis del valor de mortalidad natural (véase texto)

Fig. 20 - Curvas de producción por recluta del pulpo para malla de 40 mm - trazo discontinuo - y 60 mm - trazo continuo -. Valor de M = 0,5

Fig. 21 - Curvas de producción por recluta del pulpo para malla de 40 mm - trazo discontinuo - y 60 mm - trazo continuo -. Valor de M = 1,0

Fig. 22 - Fecundidad relativa por recluta en función de F, bajo la hipótesis M = 0,5. La flecha indica el valor actual aproximado

Fig. 23 - Fecundidad relativa por recluta en función de F, bajo la hipótesis M = 1. La flecha indica el valor actual aproximado

Fig. 24 - Comparación entre el modelo de Fox utilizado por el Grupo de Trabajo de CPACO (FAO, 1979) y el modelo global generalizado de producción (resolución gráfica). El valor del RMS se encuentra sobre 110 000 t. La unidad de esfuerzo utilizada es arbitraria (véase texto)

Fig. 25 - Modelos globales de producción (Schaefer y Fox) para el caso (3) descrito en el texto. Las flechas indican el punto de RMS. La unidad de esfuerzo utilizada es arbitraria, (véase texto)

Fig. 26 - Modelos globales de producción (Schaefer y Fox) para el caso (5). Las flechas indican el punto de RMS. Obsérvese la situación de los puntos correspondientes a 1976 y 1977, con esfuerzo standardizado; estos puntos no han sido utilizados en el ajuste

Fig. 27 - Representación de la cpue en el ano (i + 1) en función de la cpue en el ano i (véase texto)


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