En este estudio se han descrito cinco instrumentos de planificación que pueden ser útiles al planificador a la hora de pronosticar la producción. El primero, el la sección 4, consiste en abordar las proyecciones a breve plazo en forma de análisis de series cronológicas. En su forma más sencilla, se trata de una extrapolación de las tendencias recientes hacia el futuro.
El segundo introduce el concepto de países con acuicultura desarrollada (PAD), que puede servir para definir los niveles de producción que es posible conseguir cuando se logren determinadas condiciones cualitativas generales.
El tercer instrumento es la consideración de los distintos factores que pueden influir en el desarrollo de la acuicultura. Cuantificando subjetivamente algunos de esos factores se encuentra una buena correlación con el desarrollo de la producción en el pasado a nivel mundial y buenas promesas de correlaciones similares a nivel regional o por especies.
El cuarto instrumento - el enfoque econométrico, que se ha desarrollado conceptulamente - ofrece un marco general para pronosticar el desarrollo futuro en relación con las fuerzas que influyen en el sistema, especialmente fuerzas tales como cambios demográficos, ingresos y costo de otros productos competidores.
El último instrumento presentado, que es el más subjetivo de todos, sugiere simplemente de qué manera la relación de la acuicultura con la agricultura, por un lado, y con la pesca, por otro, si se entiende bien en una situación concreta, puede ser útil para pronosticar las posibilidades de producción.
Cada uno de esos instrumentos tiene su función que desempeñar en la planificación y lo ideal sería utilizarlos todos a la hora de evaluar propuestas a pronosticar cmbios en la producción. Cada uno de esos instrumentos, sin embargo, se ve limitado tanto en sus aplicaciones como en su validez relativa por la falta de datos exactos.
En pocas palabras, los datos que serían conveniente para poder aplicar esos instrumentos son: cifras de la producción anual por países (y en algún caso, con subdivisiones por países) de los diversos grupos de especies y con distintas técnicas de producción; información sobre precios y costos; y proyecciones de algunos factores externos, como población, ingresos y costo de productos competidores. Las necesidades concretas se han examinado (o sobreentendido) en las secciones específicas en que se ha tratado de cada uno de esos instrumentos. De todas maneras, parece útil examinar aquí el carácter general de la información que necesitará el planificador, que, en parte, va más allá de las necesidades básicas de un pronóstico pasivo.
Si se usa aquí el término “información” en vez de “datos” es para insistir en la conclusión de que no basta con simple información cuantitativa (es decir, datos) para pronosticar los cambios en la producción acuícola. Es necesario comprender algunos factores que nunca es posible cuantificar satisfactoriamente, como actitudes del gobierno, disturbios civiles y tradiciones. Es necesario contar también con información que permita sacar conclusiones sobre la eficacia de la utilización de los recursos para la acuicultura y lo que ello aportará al productor y a su país.
Es precisamente esta conclusión la que ha servido de base para la siguiente recomendación relativa al desarrollo de la información.
La FAO debe tomar la iniciativa en lo que se refiere a facilitar información sobre la producción acuícola en todo el mundo, ajustándose al esquema siguiente.
1. Definición
La FAO debe definir la naturaleza específica de la información cuantitativa y cualitativa que se desea de cada país. Ello implica, ante todo, que se defina la “producción acuícola” en sus varias subdivisiones, de manera que sea posible recoger datos lo más eficientemente posible.
2. Ejemplos
Por ejemplo, si en la definición general se incluye la producción obtenida en programas de siembra de lagos, es necesario hacer un análisis de la contribución que eso representa a la producción lacustre total. Lo mejor para ello sería que esos datos los recogieran los servicios de información, datos y estadísticas de pesca (FIDI). En ese caso, el FIDI deberá hacer algunos reajustes en sus métodos, para permitir que esos recursos “mixtos” se indentifiquen por separado hasta que sea posible hacer una estimación de la contribución de la acuicultura. Puede suceder que la dificultad de un reajuste de ese tipo lleve a excluir esa subdivisión particular de la producción de una definición general de acuicultura (la misma dificultad se plantea a propósito de los programas de repoblación de salmones).
Un tipo de pesca que está excluido de las estadísticas del FIDI es la pesca recreativa. A menudo, sin embargo, la repoblación representa una contribución importante a esa forma de pesca, que utilizando una definición amplia, debería formar parte de las estadísticas de producción acuícola. Ello podría conseguirse a través de los organismos que controlan esa forma de actividad que, en general, controlan también la producción y suelta de peces para repoblación. Aunque esta forma de producción no se tiene en cuenta a nivel internacional, se estima que en zonas como Europa y América del Norte constituye una parte importante del consumo de pescado.
También las cifras relativas a la acuicultura para el mercado interior y de subsistencia resultan inferiores a la realidad en aquellos países en que las estadísticas de mercado no recogen eficazmente datos sobre esas formas de producción. En ese caso, quizás la mejor manera de reunir datos sea recurrir directamente a las actividades de recopilación de datos agrícolas de la FAO, ya bien establecidas (esta integración de ambos tipos de datos exigirá un esfuerzo importante, para conseguir que se acepte el punto de vista de que la explotación de aguas y tierras son en buena parte cosas idénticas).
En resumen, la FAO debe definir la “producción acuícola”, como primer paso para la recogida de datos, y puede ser necesario limitar esa definición de alguna forma, debido al esfuerzo necesario para la toma de los datos.
3. Información cualitativa por países
Es necesario también que la FAO defina claramente el carácter de la información cualitativa, para que sea posible recogerla eficazmente. Por ejemplo, si grandes sectores de la población no comen ciertos tipos de pescado, ese aspecto debe estar incluido en la información sobre ese país. Si los gobiernos han demostrado un apoyo efectivo a la acuicultura, por ejemplo mediante controles de precios, ha de hacerse notar ese hecho. Todos estos tipos de factores intervieñen en los “instrumentos” examinados más arriba.
4. Toma de datos
Una vez que los parámetros básicos de la información que es necesaria sobre un “país” han sido definidos por la FAO, es necesario establecer mecanismos para su recogida anual y su elaboración y publición. Es evidente que ello depende de la disponibilidad de los distintos países a participar y de la capacidad de la FAO de facilitar apoyo adecuado. Estos aspectos pueden limitar el esfuerzo inicial, pero, si se quiere que resulte eficaz a largo plazo, es preciso que la FAO haga oficialmente un esfuerzo en una escala análoga al que se hace para recoger datos para los anuarios de pesca y de producción.
Como mínimo, los esfuerzos del país han de orientarse a obtener (1) cifras sobre producción por productos, tipos de cultivo, ingresos de exportación, precios de mercado y beneficios al productor por unidad de peso, y (2) en el caso de la producción en estanques, embalses y recintos, capacidad de producción de la superficie en cultivo. (En este último caso, los esfuerzos del país podrían completarse gracias al centro de telepercepción de la FAO. Ello permitiría, por ejemplo, y con la adecuada comprobación sobre el terreno, hacer inventarios de las zonas de estanques y embalses utilizando imágenes de satélites y fotografías aéreas. Poniendo en relación esa información con evaluaciones específicas sobre el terreno, podrán hacerse estimaciones de la producción y de la capacidad no aprovechada.)
5. Publicación
Pero no basta con definir la información que es necesaria sobre un país y recogerla. La FAO ha de pasar además a la etapa siguiente, redefiniendo las estadísticas de producción en términos que permitan describir la contribución nutricional y económica de la acuicultura. (En concreto, y como mínimo, peso consumible, aportación proteica y calórica, ingresos derivados del mercado interior y de exportación, y componentes de producción.)
La publicación anual de la información mínima aquí descrita, además de ayudar a los planificadores a evaluar programas y pronosticar la producción, representará una contribución importante para el buen desarrollo de la acuicultura mundial.