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DECISIONES Y RECOMENDACIONES DEL SUBCOMITÉ DEL COFI SOBRE COMERCIO PESQUERO ADOPTADAS EN SU NOVENA REUNIÓN, CELEBRADA EN BREMEN (ALEMANIA), DEL 10 AL 14 DE FEBRERO DE 2004 INCLUIDOS LOS ÚLTIMOS AVANCES EN LO QUE RESPECTA AL ECOETIQUETADO Y LA CITES


44. Este tema fue presentado por el Presidente de la novena reunión del Subcomité sobre Comercio Pesquero y por la Secretaría; el debate se basó en los documentos COFI/2005/3 y COFI/2005/Inf.12.

45. El Comité, observando el importante papel que desempeñaba la FAO en el ámbito del comercio pesquero, refrendó el informe de la novena reunión del Subcomité sobre Comercio Pesquero y expresó su satisfacción por la labor del Subcomité y por el importante papel que desempeñaba la FAO en el ámbito del comercio pesquero.

46. El Comité dio su respaldo a la FAO para que prosiguiera su labor de armonización de la documentación relativa a las capturas. Observó que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico estaba reexaminando su sistema de documentación, y que en una reunión de las OROP que se ocupaban del atún programada para 2007 también se examinaría el tema de los sistemas de documentación. Algunos miembros propusieron que la FAO tomara en cuenta los resultados de estas actividades en la formulación ulterior de su labor relativa a la documentación de las capturas. Se planteó la necesidad de aclarar el término «sistema de documentación de las capturas».

47. El Comité hizo notar las limitaciones que afectaban la capacidad de los países en desarrollo, en particular considerando la importancia de que participaran en las reuniones internacionales donde se trataban cuestiones comerciales como los Acuerdos de la OMC sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, así como en las reuniones del Codex Alimentarius. La asistencia a estas reuniones era fundamental facilitaría la participación de los países en desarrollo en la elaboración de normas sobre inocuidad y calidad. Asimismo, aumentaría su capacidad para cumplir con los requisitos reglamentarios del comercio pesquero.

48. Algunos miembros observaron la importancia del comercio pesquero en pequeña escala. A este respecto se pidió a la FAO que prosiguiera su labor destinada a determinar de qué forma los pescadores artesanales podrían obtener más beneficios del comercio, teniendo en cuenta la importancia de éste como fuente de empleo e ingresos. El Comité destacó que un comercio sostenible dependía de la aplicación de prácticas sostenibles de ordenación pesquera.

49. El Comité pidió a la FAO que continuara el seguimiento de las novedades en el campo de la inocuidad de los alimentos, en particular la presencia de residuos de antibióticos en los productos de la acuicultura, de dioxinas y BPC en el pescado, y la relación entre la harina de pescado y la encefalopatía espongiforme bovina (EEB).

50. El Comité refrendó la conclusión del Subcomité sobre Comercio Pesquero de que no existía evidencia epidemiológica de que la EEB fuera transmitida a los rumiantes y otros animales por la harina de pescado. Algunos miembros indicaron que quizás faltaran datos científicos para aplicar medidas comerciales en relación con esta cuestión.

51. El Comité destacó la vinculación entre inocuidad alimentaria, calidad y rastreabilidad. Muchos miembros de países en desarrollo indicaron la necesidad de asistencia técnica para poder aplicar los requisitos en materia de inocuidad alimentaria, calidad y rastreabilidad, y pidieron a la FAO que proporcionara dicha asistencia.

52. El Comité acogió con satisfacción el hecho de que España y Alemania hospedaran, respectivamente, la 10ª y 11ª reuniones del Subcomité sobre Comercio Pesquero. Asimismo convino en estudiar la posibilidad de celebrar reuniones futuras del Subcomité en países en desarrollo.

53. Algunos miembros recomendaron que en el futuro el Subcomité se ocupara del comercio del pescado de agua dulce.

54. El Comité observó con satisfacción el alto nivel de cooperación entre la FAO y la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES). En particular, señaló que los criterios revisados para la inclusión en las listas de la CITES aprobados en el 13º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CdP 13), en 2004, tenían en cuenta las recomendaciones fundamentales de la FAO para la aplicación a las especies explotadas comercialmente. Muchos miembros señalaron que el Cuadro especial de expertos consultivo para la evaluación de las propuestas de inclusión en las listas de especies acuáticas explotadas comercialmente constituía una indicación más del nivel de colaboración entre las dos organizaciones. Tras señalar la importancia del Cuadro de expertos consultivo, algunos miembros propusieron que en el futuro se financiara con cargo al Programa ordinario de la FAO.

55. Muchos miembros recomendaron que la FAO diera seguimiento a la petición de la CITES de que la FAO convocara un seminario sobre la ordenación de los tiburones, a fin de promover la formulación y puesta en práctica de planes de acción nacionales para la conservación y ordenación del tiburón.

56. Varios miembros indicaron que sería beneficioso que la FAO elaborara una estrategia de ordenación del cohombro de mar y examinara la situación mundial de esta especie; un miembro se ofreció a proporcionar recursos para financiar dicha actividad.

57. La Secretaría describió el proceso que se había acordado en la novena reunión del Subcomité sobre Comercio Pesquero con vistas a finalizar el proyecto de memorando de entendimiento entre la FAO y la CITES. De conformidad con este proceso, la Secretaría y el Presidente del Comité Permanente de la CITES acordaron un texto de transacción que se había remitido a la CITES.

58. El Comité apreció el esfuerzo de la Secretaría que había conducido al acuerdo sobre el texto citado. Algunos miembros, no obstante, expresaron su opinión de que el único texto del memorando de entendimiento entre la FAO y la CITES aprobado por la FAO era el texto que se había acordado durante la novena reunión del Subcomité sobre Comercio Pesquero, y que ese era el texto que debería remitirse a la CITES. Estos miembros expresaron la opinión de que el texto de transacción acordado por la Secretaría de la FAO y el Presidente del Comité Permanente de la CITES no tenía carácter oficial.

59. Un Grupo de Amigos del Presidente emprendió consultas informales a fin de alcanzar un acuerdo sobre el texto que habría de remitirse a la CITES. Muchos miembros de este Grupo eran de la opinión de que a tal efecto el texto apropiado era el texto de transacción, pero no había consenso a este respecto.

60. Al no haber consenso respecto del texto de transacción negociado entre la Secretaría de la FAO y el Presidente del Comité Permanente de la CITES, se acordó que el texto recomendado por el Subcomité sobre Comercio Pesquero seguía siendo el único proyecto de memorando de entendimiento aprobado por un órgano de la FAO. Se reconoció que el Comité Permanente de la CITES tenía libertad para examinar cualquier posible texto de memorando de entendimiento.

61. El Comité acordó que, a la espera de recibir comentarios de la CITES sobre el memorando de entendimiento FAO/CITES, volviera a considerarse la cuestión en la 10ª reunión del Subcomité sobre Comercio Pesquero, con la posibilidad de que en ella se conviniera en un memorando de entendimiento.

62. El Comité convino en que era fundamental garantizar que en las reuniones de la FAO y la CITES los miembros asumieran posiciones coherentes en torno a la cuestión del memorando de entendimiento.

63. Muchos miembros expresaron su opinión de que competía a los Estados soberanos, la FAO y las OROP desempeñar el papel más importante en la conservación y ordenación de las especies acuáticas explotadas comercialmente.

64. El Comité tomó nota de que en 2004 y 2005 se habían celebrado sendas reuniones de la Consulta técnica sobre las directrices internacionales para el ecoetiquetado de pescado y productos pesqueros de la pesca de captura marina. La Consulta preparó las Directrices internacionales para su examen y aprobación por el COFI.

65. Muchos miembros señalaron los beneficios para los encargados de la ordenación pesquera, los productores, los consumidores y otros interesados directos que se derivarían de la existencia de directrices internacionales voluntarias ampliamente aceptadas y aplicadas con objeto de garantizar la credibilidad y confiabilidad de los sistemas voluntarios de ecoetiquetado de pescado y productos pesqueros. Dichos sistemas debían ser transparentes, orientarse al mercado, ser accesibles (desde el punto de vista de los costos) para los operadores independientemente de su tamaño y su condiciones económicas, no ser discriminatorios, basarse en la información científica más avanzada disponible y ser plenamente consecuentes con las reglas de la OMC, a fin de no crear obstáculos innecesarios al comercio internacional y de permitir una competencia leal y respetar los derechos soberanos de los Estados. Muchos miembros subrayaron que un beneficio adicional de las Directrices residiría en el aumento de la legitimidad del ecoetiquetado y en que se evitaría la proliferación de ecoetiquetas no creíbles.

66. El Comité tomó nota de las circunstancias, condiciones y salvedades especiales aplicables a los países en desarrollo y en transición, que necesitaban tiempo y asistencia financiera y técnica para establecer y mantener mecanismos apropiados de ordenación pesquera con objeto de participar en sistemas voluntarios de ecoetiquetado y beneficiarse de ellos. Se acordó además en que también sería necesario apoyo directo en relación con los costos a menudo elevados de la acreditación y la certificación.

67. Aun reconociendo la necesidad de ulteriores mejoras y, en particular, las reservas expresadas por algunos miembros respecto de la aplicación oportuna de las Directrices, y exhortando a la FAO a que continuara trabajando en ellas, el Comité aprobó las Directrices. Al mismo tiempo:

a) El COFI observó que la parte de las Directrices relativa a los aspectos de procedimiento e institucionales ya no incluía disposiciones sobre un panel independiente que actuaría como órgano último de apelación, puesto que éstas no eran compatibles con la Constitución y la práctica de la FAO. En vista de la importancia de esas disposiciones, se expresaron diversas opiniones sobre la necesidad de establecer un acuerdo específico y diferente fuera del marco de la FAO, y se señaló asimismo la posibilidad de utilizar mecanismos de apelación ya existentes.

b) El COFI tomó nota de que estas Directrices se aplicarían igualmente a la certificación de pesquerías en sistemas de ecoetiquetado cuando los productos pesqueros procedentes de esas pesquerías certificadas no llevasen una ecoetiqueta porque la parte interesada hubiera decidido no usarla.

c) En relación con los requisitos sustantivos mínimos y los criterios para las ecoetiquetas, el COFI recomendó que la FAO revisara y elaborara en mayor grado criterios generales relativos a las «poblaciones en examen» y a los efectos graves de la pesca en el ecosistema (véase el párrafo 27 de las Directrices).

d) El COFI tomó nota de la opinión de la República de Corea de que en el párrafo 30 debería hacerse referencia claramente al artículo 7.6.3 del Código de Conducta, relativo a la capacidad pesquera, en vez de mencionarse las medidas más amplias descritas en el artículo 7.6.

e) El COFI tomó nota de las reservas de China debido a que consideraba que los criterios pertinentes de las Directrices no estaban claros y se requeriría un trabajo ulterior para mejorarlos.

f) El COFI tomó nota de las reservas expresadas por Mauritania en el sentido de que i) las Directrices internacionales debían someterse al examen del Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio, cuyas observaciones debían tenerse en cuenta, y ii) antes de la puesta en práctica de estas Directrices se requería un período de transición de dos años.

g) El COFI recomendó que la FAO realizara una revisión lingüística del texto de las Directrices en los idiomas oficiales de la FAO, especialmente en árabe, chino, español y francés, a fin de velar por la coherencia de los distintos textos.

h) El COFI recomendó que la FAO preparara también directrices internacionales sobre el ecoetiquetado de pescado y productos pesqueros de la pesca continental.

i) El COFI pidió a la FAO que le informara en su 27º período de sesiones, en 2007, sobre su labor con objeto de mejorar las Directrices.


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