76. La Secretaría presentó el documento COFI/2005/5. El Comité elogió a la Secretaría por el documento y reconoció que proporcionaba orientación valiosa sobre las estrategias y medidas necesarias con vistas a crear un entorno propicio para la pesca en pequeña escala. Asimismo observó que debía prestarse mayor atención a la pesca continental, y que se proponía que se determinaran intervenciones normativas más específicas en algunos ámbitos en apoyo de estas pesquerías, teniendo debidamente en cuenta los posibles ajustes en otros ámbitos.
77. El Comité tomó nota de una variedad de cuestiones que deberían abordarse para que la pesca artesanal pudiera hacer una mayor contribución al desarrollo rural, al logro de medios de vida sostenibles, a la mitigación de la pobreza y a la seguridad alimentaría. Entre esas cuestiones figuraba el riesgo de sobreexplotación de muchos recursos pesqueros, especialmente en las aguas costeras, el incremento de los costos de explotación especialmente a causa del aumento de los precios del gasóleo y los conflictos con las pesquerías en gran escala y otros usuarios de los recursos costeros. Además, muchos miembros señalaron la lejanía física de muchas comunidades de pescadores artesanales, la insuficiencia de la infraestructura y de los servicios, la falta de acceso al crédito, así como las pérdidas postcaptura. Asimismo se indicó que la considerable exposición a peligros ocupacionales y la elevada incidencia del paludismo, la esquistosomiasis y el VIH/SIDA cobraban un alto precio a los pescadores, especialmente en algunas zonas del África subsahariana.
78. El Comité reconoció la importancia especial de la pesca artesanal, particularmente para los pequeños Estados insulares en desarrollo, y las experiencias positivas de algunos países en relación con el respaldo a este sector. Esas experiencias incluían la elaboración de políticas y legislación específicas respecto de la pesca artesanal en esferas tales como el acceso preferencial y exclusivo a los recursos pesqueros cercanos a la costa y los derechos seguros sobre las tierras costeras; el fortalecimiento de estructuras de ordenación conjunta como el SCV; la diversificación de los medios de vida y la mejora de la integración con otras actividades económicas; medidas para reducir las pérdidas postcaptura y para añadir valor, en particular mediante planes de microfinanciación dirigidos a las mujeres, que desempeñan una función principal en estas actividades y en la comercialización de pescado; una competencia leal en el punto de primera venta para mitigar las prácticas abusivas de los «intermediarios»; y el apoyo con objeto de mejorar la seguridad en el mar y aumentar la preparación frente a los desastres.
79. El Comité expresó su reconocimiento a la FAO y los países donantes por conceder mayor atención a la pesca artesanal y por destinar más recursos para apoyarla. Acogió con agrado la versión anticipada de las Directrices para aumentar la contribución de la pesca artesanal a la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaría relacionadas con el Código de Conducta. El Comité señaló la importancia de algunas de las medidas previstas en las Directrices, incluida la mejor integración de la pesca artesanal en las estrategias nacionales de desarrollo y reducción de la pobreza y el aumento de la capacidad de acción de las pesquerías artesanales por medio del refuerzo de las organizaciones de pescadores, así como de actividades de comunicación y de fortalecimiento de la capacidad. Se formuló la inquietud de que las Directrices debían abordar la cuestión de las pesquerías de libre acceso, ya que la experiencia enseñaba que las condiciones de libre acceso redundaban invariablemente en prácticas pesqueras insostenibles.
80. Varios miembros del África occidental y central agradecieron al Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) del Reino Unido por financiar, desde 1999, el Programa regional de medios de subsistencia pesqueros sostenibles (SFLP) y a la FAO por prestar asistencia a los 25 países de la región para su aplicación. Se presentaron a los miembros ejemplos de actividades realizadas con vistas a reducir la pobreza y favorecer una ordenación sostenible de la pesca artesanal que habían producido resultados satisfactorios. Se subrayó la importancia de este enfoque regional en beneficio de las comunidades de pescadores artesanales en los respectivos países. Se pidió a la comunidad de donantes que prorrogara el Programa al término de la fase en curso, que finalizaría en octubre de 2006.
81. Algunos miembros recomendaron que en el Código de Conducta para la Pesca Responsable se concediera mayor atención a la pesca artesanal por medio de un artículo o un apéndice específicos. Otros miembros manifestaron su preocupación por la posibilidad de reabrir los debates sobre el Código y expresaron su preferencia por la elaboración de Directrices adicionales.
82. Algunos miembros subrayaron la necesidad de entablar negociaciones internacionales sobre el seguimiento de los buques pesqueros en el marco del Código de Conducta en lo relativo a su aplicación, especialmente con objeto de combatir la pesca INDNR y garantizar la asistencia a los pescadores en peligro.