El Salvador está situada en la América Central, está integrado además en el estrecho istmo Centroamericano y limita al O y NO con Guatemala y al N y E con Honduras; en el S presenta un extenso litoral que sé habré al océano pacífico, y al SE el Golfo de Fonseca separa a El Salvador de Nicaragua.
Cuando se visitan los diferentes departamentos del país, y se pone atención a la vegetación que los rodea, se da cuenta la poca existencia de ella, desapareciendo gran parte de la vegetación original del Bosque Húmedo Sub-tropical limitándose a las zonas protegidas donde aún existen remanentes de las masas boscosas, pequeñas extensiones de ellas como los manglares, bosques nebulosos especialmente en Montecristo y algunos pinares en la Palma.
El grado de deterioro que se ha sometido la vegetación original es muy considerable por la deforestación acelerada por él implante de cultivos agrícolas y pastoreo de animales, agregándole cada día mas la presión que la población ejerce sobre este recurso para satisfacer necesidades básicas como la leña que el bosque provee.
El bosque en el contexto nacional definido a nivel local es la predominancia de especies arbóreas en un área determinada, o un terreno lleno de árboles, si nos referimos a árboles fuera de bosque en las comunidades se conocen como sistemas agroforestales, los árboles plantados al rededor de las zonas de amortiguamiento y si se refiere a l concepto en sí, es desconocido solamente cuándo se les pone un ejemplo como cercos vivos o se les habla de cortina rompevientos visualizan el concepto y lo determinan como sembrar árboles asociado con los cultivos o alrededor de las parcelas, principalmente en las zonas de ladera, obteniendo diferentes beneficios y sostenibilidad del ambiente..
Entre los principales sistemas agroforestales que se encuentran en el país son cortinas rompevientos con Gliricidia sepium (madrecacao o cacahuanance) y Croton reflexifolius, en barreras vivas, Jatropha curcas, Bursera simarouba y Gliricidia sepium, lo más abundante en todas las prácticas agroforestales es Madrecacao.
El concepto es desconocido para el agricultor que no está inmerso en un programa de capacitación y educación agrícola o ambiental.
La agroforestía es el nombre genérico utilizado para describir un sistema de uso de la tierra antiguo y ampliamente practicado (John G.Farrell y Miguel A. Altierí), en el que los árboles se combinan espacial y/o temporalmente con animales y/o cultivos agrícolas. Esta combina elementos de agricultura con elementos de forastera en sistemas de producción sustentables en la misma unidad de tierra. Sin embargo, sólo recientemente se han desarrollado los conceptos modernos de agroforestería y hasta la fecha no ha evolucionado ninguna definición aceptable universalmente, a pesar de que se han sugerido muchas, incluyendo la definición de ICRAF: "La agroforestería es un sistema sustentable de manejo de cultivos y de tierra que procura aumentar los rendimientos en forma continua, combinando la producción de cultivos
Forestales arbolados (que abarcan frutales y otros cultivos arbóreos) con cultivos de campo o arables y/o animales de manera simultánea o secuencias sobre la misma unidad de tierra, aplicando además prácticas de manejo que sean compatibles con las prácticas culturales de la población local" (Consejo Internacional para la Investigación en la Agroforestía: 1982). Cualquiera sea la definición, generalmente se está de acuerdo en que la agroforestería representa un concepto de uso integrado de la tierra que se adapta particularmente a las zonas marginales y a los sistemas de bajos insumos. El objetivo de la mayoría de los sistemas agroforestales es el de optimizar los efectos benéficos de las interacciones de los componentes boscosos con el componente animal o cultivo para obtener un patrón productivo que se compara con lo que generalmente se obtiene de los mismos recursos disponibles en el monocultivo, dadas las condiciones económicas, ecológicas, y sociales predominantes (Nair: 1982).
Existen algunas instituciones que trabajan en el rescate de los recursos naturales, entre ellas se citan las siguientes:
FONDO INICIATIVA PARA LAS AMÉRICAS (FIAES): es un Fondo establecido para promover las actividades destinadas a preservar, proteger o recuperar los recursos naturales y biológicos de la República de El Salvador, de manera sustentable y ecológicamente acertada, así como aquellas que fomenten la supervivencia y el progreso de los niños en El Salvador.
Los Proyectos de agricultura orgánica y conservación de suelos, serán considerados por el FIAES solamente en acciones Agroforestales y específicamente en el componente forestal o de producción orgánica.
El PROGRAMA AMBIENTAL DE EL SALVADOR (PAES) que promueve el SUBCOMPONENTE DE CONSERVACION DE SUELOS Y AGROFORESTERIA, orientado a disminuir el deterioro progresivo de las áreas de cultivo a través de la inducción y adopción de prácticas conservacionistas y/o con obras biomecánicas, así como elevar los niveles de vida de los beneficiarios a través de la diversificación agrícola, acompañando de promoción, organización y capacitación, extensión, asistencia técnica y manejo de incentivos.
El FONDO AMBIENTAL DE EL SALVADOR (FONAES) y otras Instituciones Nacionales e Internacionales como CARE, CRS.
Los sistemas de árboles fuera del bosque han sido inmersos en el contexto de los programas de conservación de suelos y plantaciones de árboles forestales, la divulgación de este sistema es más fáciles en estos programas, ya que impera el factor tradicional y cultural del manejo de los suelos donde las prácticas de quema de rastrojos, deforestación total para implante de cultivos es imperante en la cultura Salvadoreña, además de la tenencia de la tierra que limita la siembra de AFB.
En los ochenta, una vez decretada la reforma agraria, se elaboran con apoyo de la FAO nuevas propuestas de reforestación. Sin embargo, en la medida que la reforma agraria consolida una parte del minifundismo prevaleciente, en las tierras de vocación forestal se retoma en esas propuestas la reflexión sobre lo que se puede lograr en esas tierras. Yuseem (1981), por ejemplo, insistía que en las zonas con predominio del minifundismo, los esfuerzos debían limitarse a la promoción de la arborización.
En la practica, entre 1980 y 1992 se implementaron tres proyectos del PNUD-FAO dirigidos hacia los pequeños productores campesinos, que tenían como uno de sus principales objetivos la difusión de un modelo de agricultura conservacionista.
Aunque en términos cuantitativos los resultados fueron modestos, el gobierno, según FAO (1994), contaba con un modelo de agricultura conservacionista suficientemente consolidado y comprobado en diversas zonas del pais, que facilitaría la puesta en la practica de programas masivos de agricultura sostenible en zonas de ladera.
Con esos antecedentes, se puso en marcha el proyecto Agricultura Sostenible en Zonas de Ladera. Al mismo tiempo, tomando en cuenta que la experiencia en términos de una recuperación masiva de la cubierta vegetal no había resultado muy aleccionadora, la FAO, a petición del gobierno, propuso, de nuevo, un ambicioso plan de reforestación y se inicia la formulación de una Política Forestal. Lo novedoso de este plan de reforestación, elaborado en 1990, es que envez de reducirse a proponer plantaciones forestales, le otorga un papel central a la promoción de la agroforestaría.
Ello refleja el cambio del enfoque forestal de la misión de FAO en el pais, desde el tradicional de reforestación vía plantaciones, hasta llegar al predominio de la agroforesteria.
Las propuestas mas recientes de FAO e IICA (mejor adaptadas a las condiciones del pais: elevado minifundismo en laderas, debilidad del Estado, falta de incentivos y créditos, etc.), contienen elementos para un enfoque de agricultura sostenible que dimensionan mejor el rol que puede jugar lo forestal. En ambos casos, las propuestas se orientan a promover un mejor manejo de la vegetación existente y la revegetación en el contexto de la producción agrícola, enfatizando el trabajo en las laderas.
Al haber surgido desde la preocupación del rol protector (suelo y agua) de la cobertura forestal, su aplicación se dirige hacia la resolución de este problema. Sin embargo, existen otros aspectos cruciales que analizar para una política de regeneración de cobertura vegetal. En la propuesta reciente de la FAO, aunque trabajando más por la experiencia del proyecto MADELEÑA-CATIE, se incluye como respuesta a la deforestación por extracción de leña, la experimentación técnica–científica con especies adecuadas para el uso energético y maderable.
Si bien proyectos como MADELEÑA lograron avanzar en el conocimiento del manejo de las diferentes especies con fines maderables y con fines energéticos (leña), los resultados del proyecto nunca lograron ser experimentados en áreas significativas del país.
El tiempo ha demostrado que los aspectos técnicos y científicos requieren ciertas condiciones (procesos y tiempos} para acertar en sus propuestas locales. Pero también, los proyectos reconocen de manera creciente que sus objetivos no son alcanzados por falta de propuestas adecuadas en términos económicos, sociales y organizativos de la población sobre la cual se quiere influir. También refleja lo inadecuado de los modelos institucionales que han adoptado los proyectos.
Tanto para las propuestas de la FAO como del CATIE y otros, las condiciones económicas, sociales e institucionales en que se experimentaba con proyectos pilotos cambiaron radicalmente a lo largo de la duración de los proyectos, generando condiciones que aún no han sido interpretadas como fuerzas de elementos que influyen sobre la propagación de sus propuestas (PRISMA, 1995).
La reconsideración del papel de la pequeña producción campesina y de la agroforesteria por parte de los proyectos de la cooperación externa, todavía no ha trascendido en los actuales intentos por definir la política forestal.
No siempre se logra que las comunidades participen fuertemente desde el inicio de un proyecto de AFB, por la falta de conocimientos de conceptos básicos, conciencia y tradición al cultivo de árboles, no se perciben los beneficios individuales, ambientales al implementar los AFB y hay dependencia a los incentivos , aunque esta práctica se adapta facilmente a los pequeños agricultores.
La presión de la tierra sobre la agricultura como único medio de sobre vivencia y que cada día aumenta la frontera agrícola determina que la mejor opción, es la creación de zonas de amortiguamiento como el cultivo de árboles fuera del bosque.
Las cuencas hidrográficas están compuestas en su mayoría por áreas de laderas, que están siendo manejadas por una gran parte del sector rural con las prácticas agrícolas tradicionales y que han causado el mayor deterioro de los recursos.
La extracción de leña y la deforestación por el implante de cultivos agrícolas ha afectado las principales cuencas de agua del país, permitiendo cada día más que no se de el sistema de renovación del recurso agua.
Los árboles fuera del bosque desempeñan un papel importante, ya que en las zonas de ladera contribuyen grandemente ha evitar la erosión del suelo, y ha permitir mayor infiltración de agua.
Tanto las plantaciones forestales puras o como árboles fuera del bosque, mantienen el ciclo hidrológico contribuyendo a la recarga de los mantos acuíferos, a la conservación del suelo controlando la erosión hídrica y eólica, y la calidad del agua disminuyendo la sedimentación, protección en general de tierras agrícolas, mejoramiento del medio ambiente y la contribución a la biodiversidad de especies, regulación del micro clima conservando la humedad y favoreciendo las precipitaciones, fijación de carbono y almacenamiento del mismo y principalmente los árboles fuera del bosque forman una gran capacidad de amortiguamiento para las zonas mayormente perturbadas como son las cuencas hidrográficas.
Además las plantaciones forestales puras o en árboles fuera del bosque, proveen de muchos bienes tangibles a los agricultores como son productos maderables, leña, madrea para construcción y otros que no son maderables como árboles fijadores de nitrógeno, forraje para animales, medicinas, frutos, y productos naturales para combatir plagas.
El contexto macroeconómico y sectorial han cambiado dramáticamente durante la última década, provocando un colapso de los medios de vida en la población rural. Las áreas rurales del Norte y Oriente del país mantienen la misma densidad poblacional que hace más de 20 años, mientras en el Sur-Oriente la que ha aumentado dramáticamente, sin tomar en cuenta el crecimiento de las espacios propiamente urbanos.
Los múltiples impactos, en su conjunto, forman un nuevo contexto que debe ser estudiado cuidadosamente para poder formular una política adecuada. Entre los elementos a considerar están: la tendencia del empleo y los ingresos rurales (salarios e ingresos por la venta de granos básicos), los cambios institucionales en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), las Implicaciones de la reforma financiera (desde la liberación hasta las reformas institucionales en el Banco de Fomento Agropecuario y de la Federación de Cajas de Créditos), la política y práctica de la electrificación rural, los cambios en el régimen de tenencia de la tierra, y el manejo de la deuda agraria.
Para la elaboración de una política realmente integral, se necesita volver a contextualizar las propuestas técnicas que han acumulado experiencia en el terreno. Son estos elementos del contexto que se vuelve crucial estudiar e interpretar para lograr una propuesta de política coherente con las opciones de los actores sobre los cuales descansa la responsabilidad de la reforestación o revegetación del país.
Es en este campo, con este enfoque, donde hay menos trabajo sistematizado. Los proyectos ejecutados como los de la FAO, CATIE, IICA, Metalío-Guaymango y otros que están siendo nutridos dentro de proyectos de ONG’s (COAGRES), proporcionan elementos claves para ser articulados como un conjunto de opciones o acciones locales. Pero la aprobación y sostenibilidad de estas acciones descansan más en la elaboración de un conjunto de políticas que corrijan el contexto adverso que actualmente socava el logro de la revegetación.
El área forestal y específicamente lo concerniente a ARBOLES FUERA DEL BOSQUE no está establecida específicamente como política, falta legislación para estimular y garantizar el establecimiento. El desarrollo del sector forestal no está siendo valorado adecuadamente , debido a que la rentabilidad forestal es a largo plazo, lo que hace que los otros sectores industriales tengan mayor rentabilidad que el sector agropecuario, incluyendo en el sector forestal, el ingreso de los pequeños productores del sector agrícola va en descenso por las pérdidas en el cultivo de granos básicos, lo que intensificará el cultivo y por lo tanto la deforestación sobre las tierras de vocación forestal añadido a la recolección de leña que les permitirá algún ingreso extra.
La política de promoción de exportaciones no tradicionales aplicada al agro, se ha concentrado en la exportación de otros productos que no son forestales, lo que siempre contribuye a modificar el uso de la tierra de uso forestal a uso agrícola pecuario, y ha desviado las inversiones en el agro que excluye la inversión forestal, la misma política del sector cafetalero no favorece por la tendencia descendente de los precios internacionales del café por lo tanto está cobertura no se está manteniendo, por la inversión en lotificaciones e infraestructuras urbanas.
La política crediticia dirigida al sector forestal no fomenta grandemente la producción forestal, aunque ha creado incentivos y año de gracias no es atractiva por los resultados a largo plazo, la mayoría de pequeños y medianos productores no invierten en este sector y dirigen las inversiones y los créditos a actividades económicas a corto plazo, en esa forma , el marco de políticas económicas no son atractivo para el sector forestal.
El marco legal existente que apoya el sector forestal es la LEY FORESTAL, facilitando el establecimiento de plantaciones forestales pero que no se especifica la existencia de una política o Ley directa para la existencia de plantaciones de árboles fuera del bosque.
Se han tomado en cuenta los proyectos como Green Project de AID (antes proyecto PROMESA), PROCHALATE (Unión Europea), LADERAS (préstamo del IICA-Holanda) y el Programa Ambiental de El Salvador (préstamo BID), que tienen el propósito de incidir sobre este tema, aprovechando la experiencia acumulada por proyectos ejecutados anteriormente en el país y utilizándolo para detectar cómo el contexto socioeconómico y ambiental incide en la adopción de nuevas técnicas y practicas de producción, utilizando además la experiencia de las ONG´s y algunos sectores ciudadanos quienes han contribuido en la propuestas para el establecimiento de una política forestal.
Por otro lado es importante mencionar , la Ley del Medio Ambiente, recién promulgada en mayo de 1998, contempla casi todas las funciones de las áreas naturales, Además porque toma aspectos siguientes:
• Aquellos en los que predominan las funciones de conservación, y
• Aquellos en los que predominan otras funciones, como las agrícolas u otras. En el cual seria importante retomar el establecimiento de AFB.
Políticamente, han existido varios planteamientos sobre la importancia y necesidad de establecer un sistema de áreas protegidas, pero hasta el momento estos no se han traducido en medidas y acciones de consideración.
En general, las áreas naturales de El Salvador son muy pequeñas, fragmentadas, vulnerables, desprotegidas y todavía sujetas a acciones de deterioro y reducción alarmantes. Esta destrucción, inclusive a veces oficialmente autorizada y financiada, es la mayor amenaza a la biodiversidad del país en la actualidad.
Lo limitado del territorio, la densidad poblacional y el mal uso y sub-valoración de los recursos naturales del país no justifican la marcada reducción y degradación de las áreas naturales, ya que su enorme valor y potencial económico y social son imprescindibles para el bienestar y calidad de vida de toda nación. Al eliminarlas vamos a más pobreza y violencia, y peores perspectivas para el futuro.
El reducido tamaño de los pocos remanentes naturales de El Salvador requiere particular atención. Solo en 15 áreas el tamaño es mayor de 1000 Ha; sólo en 5 (El Imposible, Montecristo, Los Volcanes, Desembocadura Río Grande de San Miguel/ Isla San Sebastián, Los Cóbanos) es igual o mayor de 5,000 Ha. y en ningún caso es mayor de 10,000 Ha. Esta limitación es uno de los factores más críticos para la biodiversidad del país y el que más urge ser atendido con efectividad a través de medidas y acciones concretas, en particular en aquellas áreas representativas de las principales comunidades biológicas.
Las malas prácticas en las zonas aledañas a la s áreas naturales, como la excesiva o mala aplicación de pesticidas, el uso de fuego para la limpieza de terrenos.
Varios criterios se pueden utilizar para clasificar las prácticas y sistemas agroforestales (Nair: 1985). Corrientemente, se utilizan más la estructura del sistema (composición y disposición de los componentes), función, escala socioeconómica, nivel de manejo y la distribución ecológica. En cuanto a la estructura, los sistemas agroforestales pueden agruparse de la siguiente manera:
• Agrosilvicultura: el uso de la tierra para la producción secuencias o concurrente de cultivos agrícolas y cultivos boscosos.
• Sistemas agrosilvopastoriles: sistemas en los que la tierra se maneja para la producción concurrente de cultivos forestales y agrícolas y para la crianza de animales domésticos.
• Sistemas de producción forestal de multipropósito: en los que las especies forestales se regeneran y manejan para producir no sólo madera, sino también hojas y/o frutas que son apropiadas para alimento y/o forraje.
Otros sistemas agroforestales se pueden especificar, como la apicultura con árboles, la acuicultura en zonas de manglar, bosquetes multipropósito y así sucesivamente. Los componentes se pueden disponer temporal o espacialmente y se utilizan varios términos para señalar las diferentes disposiciones. La base funcional se refiere al producto principal y al papel de los componentes, en particular los arbolados. Estos pueden ser funciones productivas (producción de las necesidades básicas, como alimento, forraje, leña, otros productos) y roles protectores (conservación del suelo, mejoramiento de la fertilidad del suelo, protección ofrecida por los rompevientos y los cinturones de protección).
Basándose en la ecología, los sistemas se pueden agrupar para cualquier zona agroecológica definida como las zonas tropicales húmedas de las tierras bajas, zonas tropicales áridas y semiáridas, tierras altas tropicales y así sucesivamente. La escala socioeconómica de la producción y el nivel de manejo de los sistemas se puede utilizar como los criterios para designar a los sistemas como comerciales, intermedios o de subsistencia. Cada uno de estos criterios tiene méritos y aplicabilidad en situaciones específicas, pero también tienen limitaciones, por lo que ninguna clasificación única se puede aplicar universalmente. La clasificación dependerá del propósito para el que se planifique.
Los sistemas de Arboles fuera de Bosques se han puesto en práctica en el uso de la tierra y protección de áreas naturales en zonas de amortiguamiento, con el fin de aumentar la productividad agrícola y forestal en parcelas de agricultores sin dañar los recursos, tienen la propiedad de conservar el ambiente, ya que estos AFB proporcionan protección al suelo y, agua, los árboles en general contribuyen positivamente en el ciclo del agua, en el control de la erosión y en la satisfacción de necesidades rurales a través de sus productos.
Tipificación Tradicional:
• Existencia de árboles dispersos irregularmente en las parcelas.
• Cercos vivos
• Arboles dispersos en potreros
Tipificación Nacional:
• Arboles frutales asociados con cultivos
• Cercos vivos
• Cortinas rompevientos
• Huertos caseros
• Arboles forestales de valor maderable
• Arboles en callejones
• Arboles mejoradores de la fertilidad del suelo
• Arboles como barreras vivas
La relación existente entre AFB plantados y los que han sido preservados y manejados desde formaciones vegetales pre-existentes es que esta relación solo existe en las áreas protegidas.
Importancia Económica
La capacidad de mantener la productividad del suelo y la diversificación de cultivos, aprovechando al máximo los productos producidos de los AFB se obtiene un ingreso que transforma la actividad forestal en una fase más de la productividad agrícola, los ingresos se acumulan y existe mayor rentabilidad al agricultor porque dispone de forraje, leña, sombra, protección de cultivos y fertilidad del suelo, mejoramiento de la productividad agrícola, descensos en la emigración de las familias, incremento en la producción de vegetales, frutales y animales que aumentan la sostenibilidad del sistema.
Sustentabilidad. La agroforestería optimiza los efectos beneficiosos de las interacciones entre las especies leñosas y los cultivos o animales. Al utilizar los ecosistemas naturales como modelos y al aplicar sus características ecológicas al sistema agrícola, se espera que la productividad a largo plazo pueda mantenerse sin degradar la tierra. Esto resulta particularmente importante si se considera la aplicación actual de la agroforestería en zonas de calidad marginal de la tierra y baja disponibilidad de insumos.
Incremento en la productividad. Al mejorar las relaciones complementarias entre los componentes del predio, con condiciones mejoradas de crecimiento y un uso eficaz de los recursos naturales (espacio, suelo, agua, luz), se espera que la producción sea mayor en los sistemas agroforestales que en los sistemas convencionales de uso de la tierra.
1). Mediante la eficiencia ecológica se puede aumentar la producción total por unidad de tierra. No obstante que la producción de cualquier producto individual puede ser menor que en los monocultivos, en algunos casos la producción del cultivo base puede aumentar. Por ejemplo, en Java se ha demostrado que después de la introducción del sistema Taungya, la producción de arroz de secano aumentó considerablemente.
2). Los diferentes componentes o productos de los sistemas podrían ser utilizados como insumos para la producción de otros (por ejemplo, implementos de madera, abono verde), y disminuir así la cantidad de inversiones e insumos comerciales.
3). En relación con las plantaciones puramente forestales, la introducción de cultivos agrícolas junto con prácticas culturales intensivas bien adaptadas, a menudo se traduce en un aumento de la producción forestal y en una merma en los costos del manejo arbóreo (por ejemplo, la fertilización y desmalezado de los cultivos agrícolas también puede beneficiar el crecimiento de los árboles), y proporciona una serie más amplia de productos.
4). Los productos arbóreos a menudo se pueden obtener a lo largo de todo el año, proporcionando oportunidades de mano de obra y un ingreso regular anualmente.
5). Algunos productos arbóreos se pueden obtener sin necesidad de un manejo muy activo, otorgándoles una función de reserva para los períodos en que fallan los cultivos agrícolas, o para necesidades sociales determinadas (por ejemplo, la construcción de una casa).
6). En la producción de varios productos se distribuye el riesgo, en la medida que varios de ellos serán afectados de manera diferente por condiciones desfavorables.
7). La producción se puede enfocar hacia la autosuficiencia y el mercado. La dependencia de la situación del mercado local se puede ajustar de acuerdo con la necesidad del agricultor. Si se desea, los diversos productos son consumidos total o parcialmente, o son destinados al mercado cuando se dan las condiciones adecuadas.
Tipo de producción maderable y no maderable
Función productiva. Los árboles producen gran cantidad de productos importantes para los humanos y los animales; además del forraje y alimentos, proporcionan productos madereros, subproductos como aceites y taninos y productos medicinales. Por ejemplo, Leucaena, leguminosa que fija nitrógeno, es valiosa como alimento de ganado y de aves en los trópicos, debido a su alto contenido de vitaminas y proteínas. También es una fuente primaria de leña (NAS: 1977). Los cultivos de árboles, también pueden complementar la producción de granos.
Existen algunas plantaciones forestales de teca, eucalipto, ciprés, pino y madrecacao que están siendo manejadas, en su mayoría cuentan con planes de raleo, algunas con planes de manejo forestal y otros que no cuentan de ninguna herramienta técnica de apoyo. Además existen algunas plantaciones de maderas preciosas como caoba (Swietenia humilis), cedro (Cedrela spp), laurel (Cordia alliodora) y nogal (Juglans nigra), que son pequeñas extensiones cuentan con un buen mercado Nacional e Internacional.
Los aprovechamientos realizados son rústicos en su mayoría, venden la madera en rollo, en pié, con excesivo desperdicio y a un bajo precio.
La población consumidora de leña durante el quinquenio se incrementó en casi 500,000 personas, las cuales en su mayoría corresponde el área rural (diagnóstico Forestal de El Salvador , borrador1996).
El consumo total por año supero los 3x10m3, y de éste el consumo domestico representó alrededor del 80% mientras que el consumo industrial el 15% (Mansur 35). La leña representó el 54% del total de energía consumida en 1988, SEMA (46). La población consumidora se estima en 77% la mayor parte de la cual reside en el área rural, 95% y el resto un 56% reside en áreas marginales de la ciudad. El consumo actual se estima en 5.3 millones de m3(diagnóstico Forestal de El Salvador , borrador1996).
La fuente de producción son los cafetales, matorrales, árboles dispersos, cerca vivas, residuos de carpintería, poda de árboles ornamentales y otros. Hay pocas estimaciones de producción por sector, Mansur (Pág. 58) estimó que de los cafetales proveen 1.3x10 m3 equivalente a 33% del consumo total y estimó que otra parte importante de producción de leña proviene de matorral, cuya producción por tipo de bosque(diagnóstico Forestal de El Salvador , borrador1996).
Según estimaciones de Paul Dulin (Ref.10, Pág. 18) el 87% desde hace años, el país está en situación critica respecto a abastecimiento de leña (17.9 Km2 de país) y solo el 0.4% del territorio tiene una situaciones satisfactoria(diagnóstico Forestal de El Salvador , borrador1996).
Según el estudio de Dean Current (Ref. 6, Pág. 18) las principales fuentes de abastecimientos en la zona de cafetales son: cafetales con 76% y otras fuentes 24% mientras que en otras zonas no cafetaleras el 43% de la leña proviene de matorrales y el 54% de residuos agrícolas, árboles aislados, árboles de cerco. Lo anterior deja ver el efecto de la demanda de leña sobre la vegetación(diagnóstico Forestal de El Salvador , borrador1996).
El Salvador ha iniciado un proceso de desarrollo del sector forestal, como respuesta de identificación de alternativas rentables ante la caída del café, cuyos resultados aún no pueden revelarse pero con signos de la obtención de buenos rendimientos.
En cuanto a sistemas agroforestales, los productos son obtenidos para satisfacer demandas familiares y en otros casos para venta de leña y postes.
El acceso a la tierra es limitado la mayoría son arrendatarios, lo que dificulta la adopción y puesta en práctica de nuevas tecnologías, la mayoría carecen de empleos permanentes y la actividad económica principal es la agricultura tradicional de cultivos de granos básicos de sub-sistencia y en algunos otros la pesca artesanal.
A pesar de que la agroforestería es apropiada para diversas condiciones socioeconómicas, su potencial ha sido particularmente reconocido para los pequeños agricultores en áreas marginales y pobres de las zonas tropicales y subtropicales. Si se considera que los campesinos generalmente no son capaces de adoptar tecnologías muy costosas y modernas, que han sido pasadas por alto por la investigación agrícola , la agroforestería se adapta particularmente a las realidades de los pequeños agricultores.
1. Se hace un uso más eficiente de los recursos naturales. Las diversas capas de vegetación proporcionan una eficiente utilización de la radiación solar, los diferentes tipos de sistemas de raíces a distintas profundidades hacen buen uso del suelo y las plantas agrícolas de corta duración pueden aprovechar de la capa superficial enriquecida, como resultado del ciclaje mineral mediante las copas de los árboles. Además, la integración de animales en el sistema puede aprovecharse para la producción secundaria y el reciclaje de nutrientes.
2. La función protectora de los árboles con respecto al suelo, la hidrología y la protección de las plantas puede utilizarse para disminuir los peligros de degradación ambiental. Sin embargo, se debe tener en cuenta que en muchos sistemas agroforestales, los componentes pueden competir por luz, humedad y nutrientes, por lo tanto, se deben considerar los intercambios entre los componentes. El buen manejo puede reducir al mínimo estas interferencias y aumentar las interacciones complementarias.
Los AFB, tienen la propiedad de conservar el ambiente, siendo los árboles los que proporcionan protección al suelo, por los efectos de la intercepción, infiltración, evapotranspiración, y la protección contra la erosión hídrica.
En la protección del ambiente y de los ecosistemas, la asociación agroforestal Reynel cita los siguientes efectos de las asociaciones forestales sobre dichos recursos:
• “La humedad se conserva mas tiempo debido a una mayor captación y retención del agua, por parte de los árboles y arbustos, así como brinda protección contra los vientos desecantes y la radiación solar intensa.”
• “Al colocarse los árboles o arbustos en sentido transversal a la pendiente máxima del terreno formando ”barreras vivas” o bajo prácticas similares, se intercepta el flujo de escorrentía superficial pendiente abajo, favoreciendo la infiltración de agua en el suelo y retención de los sedimentos arrastrados.”
• “Las vertientes con prácticas agroforestales suministran a los ríos un caudal de agua limpia, dado el arrastre menor de sedimentos, esto evita el azolvamiento de los cauces y las consecuentes inundaciones.”
Se pretenden sistemas ecológicamente sostenibles, sin que contaminen o deterioren el ambiente, mantener producción de leña sin que se acabe el bosque y la diversidad biológica.
La Especie de uso en los sistemas agroforestales son las siguientes:
Carreto
Pepeto
Copalchí
Pito
Jiote
Tempate
Flor
amarilla
Leucaena
Acacia
mangium
Nim
Teca
Eucalipto
Madrecacao
Achiote
Aguacate
Anona
Cítricos
Gandul
Predominando el madrecacao.
El papel potencial de los árboles
Los árboles generalmente son subutilizados en la agricultura y, si bien se ha escrito mucho respecto a sus virtudes (Smith: 1953, Douglas y Hart: 1976, MacDaniels y Lieberman: 1979), su potencial se ha explotado relativamente poco. A causa de sus hábitos de crecimiento y su forma, los árboles influyen a otros componentes del sistema agrícola (Figura 12.1). Sus grandes doseles afectan la radiación solar, precipitación y movimiento del aire, a la vez que su extenso sistema de raíces ocupa grandes volúmenes de suelo. La absorción de agua y nutrientes y la redistribución de los nutrientes como el humus, al igual que el movimiento irruptivo de las raíces y las posibles asociaciones bacteriales/fungales, también pueden alterar el ambiente de crecimiento.
Los árboles pueden mejorar la productividad de un agroecosistema, al influir en las características del suelo, del microclima, de la hidrología y de otros componentes biológicos asociados.
Características del suelo. Los árboles pueden afectar el nivel de nutrientes del suelo al explotar las reservas minerales más profundas en la roca parental y recuperar los nutrientes lixiviados y depositarlos sobre la superficie como hojarasca. Esta materia orgánica aumenta el contenido de humus del suelo, el cual a su vez aumenta su capacidad de intercambio de cationes y disminuye las pérdidas de nutrientes. La materia orgánica adicionada modera además las reacciones del suelo extremas (pH) y la consecuente disponibilidad de nutrientes esenciales y elementos tóxicos. Puesto que el nitrógeno, fósforo y azufre se tienen fundamentalmente en forma orgánica, la abundancia de materia orgánica es especialmente importante para aprovecharlos. La asociación de árboles con bacterias fijadoras de nitrógeno y micorrizas también incrementará los niveles de nutrientes disponibles. La actividad de microorganismos tiende a aumentar debajo de los árboles, debido a que la materia orgánica es incrementada (un abastecimiento de alimentos mejorado) y a un mejor ambiente de crecimiento (temperatura y humedad del suelo).
Un estudio realizado para evaluar el papel de los árboles en los sistemas de agricultura tradicional de México Central (Farrel: 1984) ilustra la influencia potencial de los árboles sobre la fertilidad del suelo. Las propiedades de la superficie del suelo se midieron a distancias crecientes de dos especies de árboles, capulin (Prunus capuli) y sabino (Juniperus deppeana) que se encontraron dentro de campos de maíz. Se encontraron valores superiores de todas las propiedades medidas bajo los doseles de capulin, y se observó una gradiente que disminuía al incrementar la Distancia de los árboles. El fósforo disponible aumentó de cuatro a siete veces bajo los árboles y los totales de carbón y potasio aumentaron dos a tres veces; el nitrógeno, el calcio y magnesio aumentaron de uno y medio veces a tres y la capacidad de intercambio catiónico aumentó de uno y medio a dos veces. También se encontró que el pH del suelo era mayor bajo los doseles. Este patrón espacial se atribuyó fundamentalmente a la redistribución de nutrientes con la caída de las hojas y la acumulación de materia orgánica cerca de los árboles de capulin.
Los árboles también pueden mejorar las propiedades físicas del suelo, siendo la estructura del suelo la más importante. La estructura mejora como resultado del incremento de materia orgánica (hojas y raíces), de la acción disociadora de las raíces de los árboles y la actividad de los microorganismos, todos los cuales ayudan a desarrollar agregados del suelo más estables. La temperatura del suelo se modera por la sombra y la cubierta de la hojarasca.
La función que pueden desempeñar los árboles en la protección del suelo es bien reconocida. Además de reducir la velocidad del viento, el follaje de los árboles disipa el impacto de las gotas de lluvia que golpean la superficie del suelo. La capa de hojarasca que cubre el suelo y su estructura mejorada también pueden ayudar a reducir la erosión de la superficie. El sistema de raíces penetrantes de los árboles realizan una función importante en la estabilización del suelo, especialmente en laderas escarpadas.
La inclusión de especies compatibles y convenientes de perennes leñosos en terrenos de cultivos pueden dar como resultado un mejoramiento acentuado en la fertilidad del suelo, mediante lo siguiente:
• El aumento en los contenidos de materia orgánica del suelo por la adición de hojarasca y otras partes de las plantas.
• Un ciclaje eficiente de nutrientes dentro del sistema y consecuentemente una mejor utilización de los nutrientes tanto nativos como los nutrientes aplicados.
• La fijación biológica de nitrógeno y la solubilización de nutrientes relativamente escasos, por ejemplo el fósforo por medio de la actividad de micorrizas y bacterias solubilizadoras de fosfato.
• El aumento en la fracción cíclica de nutrientes de las plantas y reducción de la pérdida de nutrientes más allá de la zona de absorción de nutrientes del suelo.
• Interacción complementaria entre las especies componentes del sistema, dando como resultado una repartición más eficiente de los nutrientes entre sus componentes.
• Economía adicional de nutrientes debido a diversas zonas absorbentes de nutrientes de los sistemas de raíces de las especies componentes.
• Efecto moderador de la materia orgánica del suelo en reacciones de suelo extremas y la consecuente liberación y disponibilidad de nutrientes.
Aunque los mecanismos específicos son poco entendidos, por lo general, involucran un microclima más benigno; temperatura de suelo favorable, régimen de humedad y estado de materia orgánica; una mayor disponibilidad de nutrientes así como su eficiente utilización y reciclaje.
Durante el desarrollo de manejo de bosques, se han introducido conceptos que no se utilizan en otras ramas de la agricultura. En comparación con los cultivos agrícolas, el bosque y el árbol tienen características muy propicias en cuanto a función y crecimiento.
El bosque
El bosque es un conjunto de arboles que ocupa grandes extensiones de terreno. El bosque está formado por rodales. Un rodal es una parte del bosque que se diferencia de otras por su composición, edad o estado. Las áreas arboladas de aproximadamente 3 hectáreas no se consideran bosques, aunque pueden ser manejadas de igual manera.
Las funciones de los bosque son múltiples. El bosque no sólo produce madera y un sinnúmero de productos derivados, sino también servicios indirectos. La regulación de afluentes, la prevención de la erosión y la proteccion contra el viento, son ejemplos de estos servicios indirectos. La ciencia que trata de obtener en forma sostenida el máximo en valores directos e indirectos del bosque.
El bosque como ecosistema.
El bosque es una comunidad compuesta por organismos vivos y elementos sin vida. Los primeros se llaman componentes bióticos; los últimos abióticos. Los componentes bióticos son por ejemplo, los arboles, los animales y los hongos.
Los elementos abióticos incluyen el suelo, el agua y la temperatura. Estos componentes se encuentran en una interacción continua. El estudio de estas interacciones se llama ecología.
Bosques homogéneos y heterogéneos
Los bosques homogéneos están formados por especies adaptadas a condiciones especificas del medio ambiente. Por ejemplo, el manglar se ha adaptado al agua tropical.
La diferencia principal entre el cultivo agrícola y un bosque, reside en el tiempo reducidos para madurar. El agricultor generalmente cosecha sus cultivos una vez al año; la rotación de arboles varía entre 5 y 120 años.
También existen bosques llamados secundarios que se establecen y desarrollan después que la vegetación original ha sido eliminada o dañada en forma extrema en ese lugar en un pasado cercano o mediano. Si bien algunos de estos bosques pueden tener árboles de gran tamaño (como conacastes y ceibas) en particular si tienen mas de 50 años de no sufrir daños, las especies de árboles por lo general son en su mayoría distintas y de menor tamaño y diversidad de lo existente en los bosques primarios. En contraste con los bosques secundarios maduros, existen secundarios jóvenes constituidos por una baja diversidad de árboles invasores pequeños a medianos (como laureles, guarumos y caulotes) . La menor altura y copa de árboles permite suficiente penetración de luz para que el sotobosque por lo general sea una maleza densa e impenetrable. En El Salvador existen unas 20,000 a 25,000 Ha. de bosque secundario maduro (del 1% al 1.25% de su territorio). El resto es bosque secundario joven.
Con la excepción de los manglares, que han sido reducidos a un 60-70% de su distribución o tamaños originales, todos los tipos de bosques natural como los nebulosos, han sido reducidos a menos del 20%. En el caso de los robledales y pinares, a menos del 10%. En el caso de los bosques de altura media (como El Imposible y otros relictos primordialmente en terrenos muy quebrado o de muchas pendiente) y los morrales la reducción ha sido a menos del 2%. En el caso de los bosques de la planicie costera y los bosques pantanosos esta reducción ha sido a menos del 1% de su distribución original. Algunos, como los ya mencionados bosques pantanosos de Zapotitán, han sido eliminados en su totalidad, quedando únicamente vestigios reflejados por árboles aislados indicativos de una comunidad distinta otrora existente.
Las implicaciones en términos de escasez de agua y el incremento en frecuencia e intensidad de catástrofes naturales son cada vez más palpables. Por tanto la necesidad de preservar algunos de los pocos relictos existentes para salvaguardar la biodiversidad que contienen es critica.
El bosque como cultivo
El objetivo del técnico forestal es obtener un rendimiento sostenido. La cosecha anual de madera o leña no debe superar el incremento anual del bosque. (El incremento anual es el volumen de madera que anualmente se añade a todos los arboles.)
Disposición de las plantas
Al ordenar las especies vegetales componentes en el tiempo y el espacio, se deben considerar algunos factores. Ellos pueden incluir los requerimientos culturales de las especies componentes al crecer juntas, su fenología y forma de crecimiento (sobre y bajo el suelo), las necesidades de manejo para todo el sistema y la necesidad de acciones adicionales como la conservación del suelo o el mejoramiento del microclima. Por esto los patrones de ordenamiento tienen propiedades específicas. Los posibles patrones comprenden (Nair: 1983):
• Cultivar intercaladamente especies arbóreas con cultivos agrícolas anuales, sembrar en forma simultánea especies herbáceas y arbóreas (o durante la misma temporada).
• Limpiar las franjas casi a un metro de ancho en bosques primarios o secundarios a intervalos convenientes, y sembrar especies agrícolas perennes que toleren la sombra, como el cacao. Luego, cuando las especies sembradas crezcan, la vegetación forestal se entresacará según convenga y, dentro de 5 años, se contará con un dosel de 2 ó 3 capas que estarán compuestas por las especies agrícolas perennes y las forestales elegidas.
• Introducir prácticas de manejo como él raleo y la poda con el fin de que penetre más luz en la superficie del terreno y así sembrar especies agrícolas seleccionadas entre las hileras de los árboles. El grado de raleo o de poda dependerá de la densidad arbórea de la estructura del dosel y otros.
• En áreas inclinadas, las especies arbóreas seleccionadas pueden sembrarse en líneas perpendiculares a la pendiente (a lo largo del contorno) con diferentes disposiciones de siembra (hileras únicas, dobles, alternadas) con diversas distancias entre las hileras; los pastos fijadores del suelo pueden establecerse entre los árboles a lo largo del contorno. El área entre las hileras se puede usar para las especies agrícolas.
• Sembrar cercanamente árboles de múltiples propósitos alrededor de los lotes de los campos. Los árboles formarán cercos vivos y rompevientos, proporcionarán forraje y combustible, y marcarán los límites de los predios agrícolas. El esquema es particularmente apropiado para las áreas de tierra de uso extensivo.
• Entremezclar con árboles, en una forma regular o al azar, las áreas agrícolas manejadas.
Ejemplos de agroforesteria
Los huertos familiares en áreas tropicales son uno de los ejemplos clásicos de la agroforestería. Estos constituyen formas altamente eficientes de uso de la tierra, incorporando una gran variedad de cultivos con diferentes hábitos de crecimiento. El resultado es una estructura similar a los bosques tropicales con diversas especies y una configuración por estratos. A lo largo de las áreas tropicales, los sistemas agroforestales tradicionales pueden incluir, plantas por campo. Estas se usan para la obtención de materiales de construcción, leña, herramientas, medicamentos, alimentos para el ganado y el hombre. Por ejemplo,
Otra técnica agroforestal comprende el cultivo intercalado intensivo con cultivos de plantación, como el coco, el cacao, el café.. El café, el té y el cacao se siembran tradicionalmente bajo uno o dos estratos de árboles que proporcionan sombra; éstos corresponden, a menudo, a leguminosas fijadoras de nitrógeno que también otorgan valiosos productos madereros.
En lugares semiáridos y áridos, la práctica agroforestal preponderante es la utilización de árboles multipropósito mezclados con cultivos o como parte de sistemas pastoriles. La densidad de los cultivos varía desde campos con sólo unos pocos árboles hasta virtualmente bosques con cultivos sembrados abajo.
Cerca de Ostuncalco, Guatemala, se descubrió una práctica algo diferente, el sauco (Sambucus mexicana) es rigurosamente podado y colocado en algunos puntos de los campos de maíz y papas. Anualmente se extraen las hojas y las ramas, se esparcen alrededor de las plantas de] Cultivo, luego se cortan y se entierran con azadones. Los agricultores locales manifiestan que el rendimiento y la calidad del cultivo en los suelos volcánicos de esta región dependen de las aplicaciones anuales de hojas de sauco.
Mejoramiento de los frutales
En el huerto y el área arable del predio es útil añadir árboles frutales. Los árboles aislados, plantados cerca del hogar, permitirán la protección de los animales. Los árboles frutales también se pueden plantar para crear límites alrededor del predio. Esto mejorará la nutrición, producirá frutas para la venta y proporcionará sombra y leña.
El uso del sistema está limitado por la disponibilidad de las variedades de frutas. Se necesita ajustar a la extensión de tierra disponible las variedades y el manejo, por ejemplo, propagación, injerto y yemación, plantación, aplicación de mulch, riego y el control de las malezas, plagas y enfermedades.
Bordes / cercos vivos
Los bordes y cercos vivos son útiles en áreas con una densidad de población alta a media y donde los animales deambulan libremente en el sector. Los cercos o bordes vivos proporcionan una alternativa a los cercos construidos sistemas de pastoreo).
Protegen de la devastación
causada por el ganado que pastorea libremente, por ejemplo, tierras de cultivo,
huertos, semilleros, bosquetes forestales, embalses, bancos de proteínas
(sistemas de pastoreo), huertos de verduras y casas.
Además, los cercos pueden ofrecer beneficios secundarios, tales como la reducción de la influencia adversa del viento, y proporcionan no sólo material orgánico a suelos adyacentes, sino también diversos productos a las comunidades locales (leña, palos, frutas, fibra, medicina, etc).
El sistema agrícola apropiado para los cercos vivos con un cultivo permanente.
Cultivo intercalado o combinado
El cultivo intercalado o combinado es más útil en suelos pobres o que se agotan fácilmente, en tierras planas o con poca pendiente y en áreas con una densidad de población media. Este sistema servirá para restaurar/ mejorar los nutrientes del suelo y para aumentar la materia orgánica.
Plantación de árboles domésticos/industriales en estratos múltiples
El cultivo de árboles en estratos múltiples se adapta mejor a los huertos familiares y al estrato más alto de árboles productivos en cercos o plantaciones. La plantación de multiestratos es apropiada en áreas donde existe una alta densidad de población y donde existe un régimen de lluvias considerable; aportará recursos para los productos de los árboles, algunos de los cuales abastecerán las necesidades de la familia.
Plantación de bosquetes para leña y postes
La plantación de bosquetes para leña y postes es apropiada para áreas deforestadas y para todas las zonas con un mercado para postes y/o leña. Dichos bosquetes pueden producir leña/postes para satisfacer las necesidades familiares y/o las necesidades de la industria familiar.
Microclima Los árboles moderan los cambios de temperatura, dando como resultado temperaturas máximas más bajas y mínimas más altas bajo los árboles, en comparación con las áreas abiertas. La disminución de temperatura y la reducción de los movimientos del aire debido al dosel de los árboles reduce el promedio de evaporación. También se puede encontrar mayor humedad relativa bajo los árboles en comparación con los sitios abiertos.
Hidrología. El equilibrio del agua de un micrositio dado, predio o región está influido por las características funcionales y estructurales de los árboles. En distintos grados, dependiendo de la densidad del follaje, y las características de las hojas, la precipitación pasa a través de ellas hasta el suelo, se intercepta y se evapora o se redistribuye a la base por el flujo a través del tronco. La humedad del aire también puede ser recogida por el follaje de los árboles y ser depositada como precipitación interna (goteo de niebla), una significativa fuente potencial de agua en áreas de neblinas húmedas. Como resultado de una mejor estructura del suelo y la presencia de una capa de hojarasca, el agua que llega al suelo se utiliza más eficientemente debido al incremento de la filtración y permeabilidad, reduciendo la evaporación y el escurrimiento superficial. En gran escala, particularmente en las áreas propensas a las inundaciones, los árboles pueden reducir las descargas de aguas subterráneas, existiendo la evidencia de que las características hidrológicas de las áreas de captación son influidas favorablemente por la presencia de árboles.
Componentes biológicos asociados. Todas las plantas, los insectos y los organismos del suelo pueden resultar beneficiados por la presencia de árboles compatibles. El mejoramiento en el estado de la materia orgánica del suelo puede dar como resultado una mayor actividad de los microorganismos favorables en la zona de raíces. Tales microorganismos también pueden producir substancias que promueven el crecimiento mediante interacciones deseables provocando efectos comensalísticos en el crecimiento de especies de plantas.
Ventajas de los sistemas agroforestales
Mediante la combinación de la producción agrícola y forestal se pueden alcanzar mejor diversas funciones y objetivos de la producción de bosques y cultivos alimenticios. Existen ventajas ambientales, como también socioeconómicas, de tales sistemas integrados sobre la agricultura y/o monocultivos forestales (Wiersum: 1981).
Algunas restricciones de los Sistemas Agroforestales
Existe un número de restricciones o condiciones limitantes para la aplicación de los sistemas agroforestales. Es necesario reconocerlas y hacer esfuerzos por superarlas, si se desea aplicar con éxito la agroforestería.
Una de las principales limitaciones es en relación con el hecho que los sistemas agroforestales son específicos del ecosistema y, en ciertos suelos de baja calidad, la elección de las especies vegetales apropiadas puede resultar limitante, aún cuando muchos árboles tienen mayor capacidad para adaptarse a los suelos pobres que los cultivos anuales. La competencia entre los árboles y los cultivos de alimentos, y la prioridad que se les debe dar para satisfacer necesidades básicas, puede excluir del cultivo arbóreo a los agricultores pobres, que cuentan con muy poca tierra, para cultivar árboles.
Al promover la plantación de árboles, se necesitan beneficios a corto y largo plazo. Estos beneficios económicos o productivos deben ser considerados.
El tamaño del terreno puede afectar el tipo de insumos. En áreas con una alta presión poblacional y suelos pobres, los predios pueden resultar demasiado pequeños como unidades confiables de producción.
La tenencia de árboles también constituye una posible restricción. En algunos casos, la tierra en la cual los árboles pueden ser plantados y protegidos no pertenece a aquellos que los plantaron. De manera que los que las plantaron pueden no estar legalmente autorizados para hacer usufructo de los árboles y su producción. Aún más, en algunos países existen leyes que restringen la cosecha/tala de los árboles para cualquier propósito, sin considerar al dueño de la tierra en que se encuentran plantados.
Diseño de sistemas agroforestales
Los ecosistemas naturales pueden ser útiles como modelos para diseñar sistemas agrícolas sustentables. El rasgo más sobresaliente de los bosques naturales radica en la organización múltiple de los árboles, arbustos, malezas y hongos, en la que cada uno utiliza diferentes niveles de energía y recursos, y donde cada uno contribuye al funcionamiento del sistema total. Estos estratos reducen el impacto mecánico de las gotas de lluvia sobre la superficie y disminuyen la cantidad de luz directa que alcanza el suelo, como consecuencia de lo cual se reduce al mínimo la pérdida potencial de suelo, se disminuye la evaporación y se retardan los índices de descomposición de materia orgánica. Generalmente, en el ámbito de suelo existe muy poco viento. Sobre la superficie, la hojarasca proveniente de los vegetales en descomposición proporciona una cubierta protectora y una fuente de nutrientes para reciclar (Figura 12.3).
Todas estas condiciones crean un ambiente ideal para la microflora y fauna, insectos y lombrices que facilitan la descomposición de la materia orgánica en el suelo, creando así una buena estructura del suelo, la que a su vez aumenta la ventilación y el drenaje del agua. Los depredadores y parásitos residentes mantienen controlados a aquellos insectos potencialmente dañinos para la vegetación. También existen múltiples capas bajo la superficie, donde las raíces de diversas formas vegetales mejoran la aireación y la filtración del agua. Los insectos potencialmente dañinos para la vegetación y que se mantienen controlados en las plantas, utilizan diferentes volúmenes del suelo. De esta manera, las raíces de los árboles, que alcanzan mayor profundidad, interceptan los nutrientes lixiviados bajo la zona radicular de la vegetación más pequeña y los llevan a la superficie en la forma de hojarasca.
El objetivo principal al diseñar un sistema agroforestal es resaltar las características ecológicas fundamentalmente del bosque de modo que la comprensión de estos procesos en un sistema natural resulta de vital importancia. La mayoría de los principios que se presentan en el Capítulo 5 se puede aplicar al diseño de sistemas agroforestales, especialmente las ideas de Hart (1978), sobre el diseño de secuencias de cultivos de manera análoga a la sucesión natural. En las zonas tropicales húmedas, los modelos de sucesión pueden ser particularmente apropiados para diseñar ecosistemas agrícolas. En Costa Rica, los ecólogos realizaron reemplazos espaciales y temporales de especies silvestres por especies de plantas botánica, estructural y ecológicamente similares. Las especies del ecosistema natural tales como Heliconia, curcubitáceas, especies de Ipomoea, leguminosas, arbustos, pastos y árboles pequeños fueron reemplazados por plátanos, variedades de zapallo, ñames, camotes, cultivos de frijoles locales, Cajanus cajan, maíz/sorgo/arroz, papaya, marañón o castaña de cajú y especies de Cassava, respectivamente. Alrededor del segundo y tercer año, los cultivos arbóreos de rápido crecimiento (por ejemplo, nuez del Brasil, duraznero palisandro) pudieron formar un estrato adicional y mantener así una cubierta continua del cultivo; evitando la degradación del terreno y la lixiviación de nutrientes; y proporcionando rendimientos a lo largo del año. Este enfoque puede resultar muy útil en regiones carentes de vegetación natural, donde se pueden iniciar modelos de sucesión a partir de áreas ecológicamente homólogas. Oldeman (1981) propuso el concepto de "transformación" como otro diseño opcional. De manera complementaria al método análogo, dicho concepto se basa en el análisis estructural de unidades colectivas (ecounidades). La transformación se puede lograr al reemplazar especies silvestres por especies útiles que ocupen el mismo nicho estructural y funcional de los silvestres. Este proceso transforma la estructura del sistema natural al mismo tiempo que mantiene sus propiedades benéficas. En ocasiones en que un área totalmente forestada no es apropiada para un predio, los árboles se pueden combinar de otras formas con cultivos y animales para aumentar las relaciones funcionales requeridas. Wiersum (1981) y Combe y Budowski (1979) han resumido estas prácticas en sus intentos por desarrollar un sistema de clasificación para las técnicas agroforestales.