El breve análisis de los elementos que se presentan a continuación, permite tener una visión actualizada de la situación del sector forestal colombiano y su importancia relativa dentro de la economía nacional.
Según datos incluidos en reciente documento sobre el sector1, de las 114´174.800 ha de extensión de Colombia, el 61.5% es de vocación forestal, pero solo un 49% está bajo ese uso; llama la atención como se observa en el cuadro siguiente, la excesiva ocupación actual del suelo que hace la ganadería (35%) ante el uso potencial para esta actividad económica (16.8%) y el escaso uso actual del suelo en agricultura (4.7%) ante un potencial del 12.7%.
Tabla 1 - Colombia - uso actual y potencial del suelo
Actividad |
Uso
Potencial |
% |
Uso
Actual |
% |
Agricultura |
14´500.200 |
12.7 |
5´317.900 |
4.7 |
Ganadería |
19´181.400 |
16.8 |
40´083.200 |
35.1 |
Forestal |
70´201.600 |
61.5 |
55´939.500 |
49.0 |
Otros |
10´291.600 |
9.0 |
12´834.200 |
11.2 |
Total |
114´174.800 |
100.0 |
114´174.800 |
100.0 |
Según estimaciones de la FAO2, la cobertura boscosa de Colombia pasará de 49´601.000 ha en el 2000 a 45´780.000 ha en el 2020, significando una reducción del 8%. Mientras tanto, en el mismo período la cobertura permanente de pastos aumentará un 4.3; la de cultivos permanentes un 3.8% y las tierras arables disminuirán un 25.7% pasando de 2´818.000 ha a 2´094.000 ha.
A las causas tradicionales de destrucción de los bosques naturales, tales como ampliación de la frontera agrícola, incendios forestales, desastres naturales y alteraciones por aprovechamiento industrial no sostenible, en las últimas décadas se adicionó como factor destructivo la siembra de cultivos ilícitos.
Un serio avance se hizo para analizar políticas sectoriales promotoras de deforestación3 y allí se identificaron varios factores importantes, entre otros las políticas y planes de ocupación de tierras para la colonización, actividades agropecuarias no sostenibles, uso intensivo de leña, obras de infraestructura vial, la minería y la exploración y explotación petrolera. Sobre los cultivos ilícitos y los incendios forestales se trata más adelante.
Una estimación del IDEAM4 respecto a los cambios que se han venido presentando en las coberturas vegetales naturales con componentes boscosos y como una tendencia de cambio entre los años 1990 a 1994, indica que en el período se presentó la disminución de unas 280,000 ha de diversos ecosistemas naturales; en el Anexo 2 se presenta la lista de ecosistemas afectados. Como puede observarse allí, la mayoría de los tipos de cobertura disminuyen dando paso a una gran fragmentación de los ecosistemas, hecho que inevitablemente corta los flujos que existen a nivel intra e inter ecosistémico, generando una tasa de velocidad mayor de degradación e incrementando la pérdida de la biodiversidad.
Los datos más recientemente reportados5, basados en otro estudio del IDEAM mediante interpretación y comparación de imágenes de satélite Lansat, a partir de análisis multitemporal entre 1986 y 1996, estiman una pérdida anual de cobertura boscosa de 91.932 ha y una ganancia media anual de 36.858 ha. La información aún no ha sido verificada en campo.
Los procesos asociados a las pérdidas y ganancias no han sido específicamente estudiados, para caracterizarlos y cuantificarlos. Respecto a las ganancias, la hipótesis planteada es que están asociadas al abandono de tierras que inicialmente se intervinieron para ampliar la frontera agrícola en zonas de colonización.
Según datos incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo Forestal - PNDF6 generados por el IDEAM, se estimó que el país tiene alrededor de 64 millones de hectáreas cubiertas por bosques naturales7. Datos de la FAO8 indican que el área es de 49´460.000 ha. Según el Banco Mundial9 es de 47´800.000 ha.
De otra parte, según la FAO10 Colombia es el séptimo país del mundo con mayor cobertura de bosques tropicales con 52´862.000 ha, de las cuales se estima que 38´821.000 ha son bosques productores.
El INDERENA (anterior autoridad forestal nacional) a principios de los 90´s estimó que el país tenía 54 millones de hectáreas de bosques naturales, distribuidos en cinco regiones, con porcentajes así: (i) la Amazonia con el 62%; (ii) la Zona Andina el 14%; (iii) la Orinoquia el 13%; (iv) el Pacífico 10%; y (v) la Región Caribe cerca al 1%11 . Del área total se ha estimado que unos 39 millones de hectáreas son bosques comerciales12.
De acuerdo al anterior estudio, los bosques del Pacífico y la Amazonia son los de mayores posibilidades para permitir actividades de aprovechamiento sostenible. La última región ofrece más posibilidades de desarrollo a partir de la silvicultura, tanto en productos maderables como no madereros13.
El mismo INDERENA en informe de los 80´s, estimó que de la superficie en bosque natural y debido a su accesibilidad, tan solo 5´596.000 ha ubicadas en el Pacífico se consideraban como una fuente potencial de abastecimiento de madera del bosque natural. Se concluyó que en el área existía un volumen aprovechable de 258´947.000 m3 de madera14.
Las cifras variables de la riqueza que en bosques naturales tiene el país, son resultado de la incapacidad para implementar un programa dinámico de inventario nacional forestal, que le permita identificar con más precisión no solo áreas, sino volúmenes disponibles y así disponer de una herramienta para planificar una oferta basada en el manejo sostenible de un recurso renovable de tal magnitud.
En el gráfico del Anexo 2 se identifican las regiones de aprovechamiento de bosques naturales, siendo las principales la Pacífica y la Sur (Amazonia)15
A pesar de que los bosques naturales han sido objeto de distintos grados y formas de intervención humana, se encuentran en diferentes niveles de deterioro y las recientes políticas no dan estímulos para su aprovechamiento sostenible, ellos continúan siendo la principal fuente de abastecimiento de la madera utilizada en el país. Según diversas estimaciones16, el volumen de madera suministrado por el bosque natural constituye un 70% a 80% de la oferta nacional.
Una lamentable característica del aprovechamiento de estos bosques es la informalidad con la cual vienen siendo aprovechados y comercializada la madera, sin los planes de manejo aprobados por la autoridad ambiental, ni los permisos establecidos en las normas; la situación implica efectos destructivos sobre los ecosistemas debido a que no se trabaja con base en planes de manejo sostenibles. Adicionalmente, la mayoría de los aprovechamientos legales conllevan a efectos similares sobre el bosque, debido a que la mayoría de los permisos otorgados por la autoridad son en pequeñas áreas, hay en consecuencia una corta duración del proceso y el esquema no es propicio para buscar el manejo sostenible del recurso.
Las plantaciones forestales en el país son de dos tipos: (i) aquellas en que predomina el propósito de restaurar, conservar y proteger los ecosistemas forestales y que en los últimos años han sido ejecutadas por el Ministerio del Ambiente a través de las Corporaciones Autónomas Regionales; y (ii) aquellas con fines comerciales y cuyo fomento corresponde al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
El registro estadístico de las plantaciones es un elemento adicional a las debilidades de información forestal del país. En principio se manejan estimaciones ya que no existe un registro actualizado que permita conocer áreas, edades, especies y volúmenes totales en crecimiento, afectando así la proyección de oferta de materia prima que permita una planificación de la producción industrial.
A. Plantaciones forestales comerciales
Esta actividad económica se ha desarrollado apoyada por diferentes mecanismos de incentivos, sobre los cuales se trata en 3.2.3. De ellos el más importante en los últimos años es el Certificado de Incentivo Forestal para reforestación (CIF), elemento que es pieza fundamental para apoyar la conformación de los núcleos forestales y de las cadenas forestales que se están conformando en el país bajo el liderazgo del Ministerio de Agricultura.
Según datos publicados por el Ministerio del Medio Ambiente17, hasta 1999 el área con plantaciones forestales comerciales era de 145.759 ha, total basado en registros de superficies iguales o mayores de 10 ha.
Con el apoyo del CIF entre 1995 y 2002 se plantaron en total 61.774 ha y como puede observarse en el Anexo 11, entre 2000 al 2002 se plantaron 28.482 ha.
Con los datos anteriores y adicionando las 145.759 ha hechas hasta 1999, con las 28.482 ha mencionadas del período 2000-2002, el área total de plantaciones forestales comerciales del país al 2002 es de 174.241 ha.
Respecto a los avances de los planes oficiales para estimular las plantaciones comerciales, la falta de asignación de recursos del presupuesto nacional para financiar el CIF, los ha afectado significativamente. Como ejemplo, lo alcanzado en el período 2000 – 2002 está muy distante de la meta que había establecido el PROAGRO18, la cual era de 70.000 ha.
El PNDF19 señala que el potencial nacional de tierras susceptibles de ser aprovechadas con cultivos forestales, bajo esquemas de producción sostenible y de manera competitiva, es de unos 25 millones de hectáreas y que de ellas será factible incorporar en los próximos años a la base forestal productiva cerca de 3 millones de hectáreas, la mayoría de las cuales están bajo usos agropecuarios poco sostenibles.
La zonificación de áreas para plantaciones comerciales adelantada hasta el momento, cubre buena parte del territorio nacional. Los resultados obtenidos indican que hay unos 4.5 millones de hectáreas con aptitud forestal comercial sin restricciones y aproximadamente 11.5 millones de hectáreas con aptitud forestal y restricciones menores, para un gran total de unos 16 millones. Las restricciones menores se refieren a factores de suelos que pueden manejarse con tecnologías apropiadas implicando esto algún aumento en los costos de establecimiento20.
El anterior análisis confirma a otras fuentes que señalan el alto potencial del país para establecer plantaciones forestales comerciales. El mencionado potencial de 16 millones de ha aptas permitirá a los inversionistas seleccionar cuidadosamente las áreas más apropiadas, según sus preferencias de mercado. Cuando se compara este potencial y las 174.241 ha que están plantadas, es fácil concluir que el desarrollo de esta actividad económica ha sido totalmente marginal frente a su potencial.
Según los registros de plantaciones comerciales21, alrededor del 73% del área plantada es con especies introducidas como pinos y eucaliptos; sólo el 9% lo está con especies nativas. En el Anexo 3 se presenta la lista de las especies más utilizadas.
Ante las tendencias mundiales de plantaciones con especies como pino y eucaliptus, su gran desarrollo tecnológico y la gran competencia en mercados con los productos derivados de esas especies, el país busca construir ventajas competitivas a través de la plantación de especies nativas. La tendencia ya se está observando en las plantaciones apoyadas con el CIF, en las cuales 65% del material plantado es de estas especies.
Una proporción importante del área plantada con fines comerciales es propiedad de 5 a 7 empresas particulares. Algunas decidieron establecer plantaciones para aprovechar los incentivos tributarios y asegurar la propiedad de la tierra ante programas de reforma agraria; otras, que aprovechaban madera del bosque natural para su actividad industrial, ante las dificultades para el manejo de las concesiones forestales y presiones internas y externas adversas al aprovechamiento industrial del bosque natural, decidieron recurrir a las plantaciones para generar su materia prima.
Actualmente y basados en la estrategia de las cadenas de producción que estableció a través del Ministerio de Agricultura la política del ya mencionado PROAGRO, los recursos del CIF de Reforestación se han reorientado para apoyar la cadena forestal concentrándolos para consolidar el plan de núcleos productivos forestales regionales (ver numeral 3.2.5).
La contribución de las plantaciones al suministro de madera industrial en el país, se estima22 entre el 12% y el 20% del volumen total.
B. Plantaciones forestales protectoras
Estas plantaciones normalmente establecidas para recuperar la cobertura arbórea, recuperar y proteger los suelos, regular el ciclo hidrológico, han sido un programa bandera en el Ministerio del Ambiente, impulsado inicialmente a través del llamado Programa de Microcuencas el cual recibió financiamiento internacional del Banco Mundial y luego con el denominado Plan Verde23. En este Plan, se adicionaron a los anteriores arreglos forestales, otros tales como bosques energéticos, barreras o cercas vivas y esquemas silvoagrícolas y silvopastoriles.
Según el Ministerio del Medio Ambiente24, durante el período 1998 a 2001 se reforestaron 75.791 ha con plantaciones protectoras, bajo los arreglos mencionados. En los mencionados programas se utilizaron unas 150 especies, de las cuales 133 son nativas.
Esta categoría o agrupación no tiene estadísticas ni aproximaciones en el país, lo que indica que aún se reconoce como una importante fuente de productos madereros. En distintas regiones del mundo a medida que el bosque natural disminuye la oferta de leña, madera para construcción rural y productos no madereros, los árboles fuera del bosque son la gran alternativa de suministro. En Indonesia, por ejemplo (Asia-Pacific Forestry Towards 2010, FAO 1998), a pesar de sus inmensos recursos de bosques, un 20% del total de la madera consumida proviene de árboles fuera del bosque.
En términos generales, los árboles fuera del bosque se encuentran en fincas, entre sistemas combinados de cultivos, en sistemas agroforestales, en pequeños bosquetes, en tierras comunales, a lo largo de caminos, como cortavientos, esparcidos en el campo o como límites de áreas. Dentro del grupo están los llamados “cultivos de árboles” (tree crops) como lo son cacao, caucho, palma de aceite, frutales como el mango, etc., especies que son muy abundantes en Colombia.
A pesar de no estar debidamente identificada y cuantificada su participación en el mercado, estos árboles sí están considerados en la legislación forestal del país y se les denomina “árboles aislados”; la normatividad25 ha establecido condiciones específicas para su aprovechamiento.
Tres tipos de estas reservas existen en el país:
i) Reservas forestales de orden nacional 26
Son siete estas grandes reservas27 creadas por la Ley 2ª de 1959 y el Decreto 111 del mismo año, cubriendo originalmente una extensión de 65.6 millones de hectáreas. Vastas extensiones han sido convertidas en polos de desarrollo, con impactos negativos sobre la reserva, algunos de ellos irreversibles. No toda el área sustraída ha sido desmontada, ni el área bajo Reserva está sin intervención humana. Tampoco el proceso colonizador está estabilizado. En la autoridad de reforma agraria INCORA hay solicitudes de sustracción pendientes de otorgamiento, las cuales deberá resolver una nueva autoridad del Ministerio de agricultura denominada el INCODER.
Debido básicamente al proceso colonizador oficialmente se han sustraído de la Reserva 12 millones de ha, o sea un 18.4% del total original. En consecuencia, el área de la Reserva al segundo semestre de 2003 es de 53.6 millones de ha.
Debido a que gran parte de las áreas de la Reserva no cuentan con linderos factibles de materializar, de gráficos de precisión para ubicar los puntos que los definen, de cartografía actualizada, de carencia de planes de manejo y de falta de recursos, a las entidades del Estado responsables de su administración se les imposibilita cumplir adecuadamente sus responsabilidades sobre estas Reservas.
ii) Reservas forestales protectoras de orden nacional
Este segundo grupo está integrado por 52 Reservas que fueron creadas por el Ministerio de Agricultura y el INDERENA y cubren unas 357.000 ha. La mayor tiene una extensión de 62.375 ha y se encuentra en la frontera con Panamá.
Estas áreas por su naturaleza son de utilidad pública e interés social y generadoras de bienes y servicios ambientales, requiriendo planes de manejo especial para atender sus problemas específicos. Se encuentran ubicadas en lasa siguientes regiones del país: Amazonía, Andina, Caribe, Orinoquia, y Pacífico.
iii) Otras categorías de orden nacional
En adición a las dos anteriores y al Sistema de Parques Nacionales Naturales que se trata a continuación, el Estado ha declarado otras categorías de manejo basadas en la normatividad existente. La extensión total que cubren es de 3´856.727 ha y son:
- Reservas Forestales (13): 521.585 ha.
- Reservas Forestales Protectoras-Productoras (4): 251.785 ha.
- Distritos de Manejo Integrado (8): 2´783.356 ha.
- Distritos de Conservación de Suelos (1): 300.000 ha.
Las autoridades regionales y locales pueden declarar este tipo de áreas y reglamentar su uso y funcionamiento.
Aparte de las tres categorías comentadas, existen en el país las Áreas de Reserva de la Sociedad Civil, cuyo esquema organizativo tiene una integración nacional de redes, con sistemas locales y regionales. La Asociación Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil es el ente visible para las gestiones del caso..
A mediados del año 2003 existían 175 de estas reservas, ubicadas en 18 Departamentos del país, cubriendo 32.629 ha; esto es un 0.03% del territorio nacional. Los propietarios de las reservas han solicitado incentivos al Estado, para ayudar al mantenimiento de sus reservas; la aceptación de sus pedidos significaría el automático incremento de este tipo de reservas.
El Sistema está integrado por 49 áreas que cubren una extensión total de 10´442.859 ha, esto es un 9% del territorio nacional. A él pertenecen 2 Reservas Nacionales Naturales; 35 Parques Nacionales Naturales; 10 Santuarios de Flora y Fauna; 1 Área Natural Única; y 1 Vía Parque.
Los recursos para financiar las diferentes actividades que se desarrollan para administrar el Sistema, se originan significativamente en donaciones de fuentes internacionales.
El Sistema de Parques tiene un Plan Cuatrienal diseñado hasta el año 2006, con programas para: planes de manejo de parques; sistemas sostenibles para la conservación; lograr acuerdos sobre oferta y demanda de agua originada en los parques, buscando retribución de los beneficiarios a los pobladores de la parte alta de la respectiva cuenca; sistema de información sobre los parques; ecoturismo; y esquemas de comercialización a mercados verdes de productos originados en las zonas de amortización de los parques.
Los objetivos del manejo dependen de la naturaleza del bosque disponible, las prioridades de desarrollo y las demandas sociales. La gran riqueza forestal colombiana que permitiría tener grandes extensiones bajo manejo sostenible se encuentra en los bosques naturales. El área de plantaciones forestales aumenta muy lentamente y cubre un porcentaje mínimo del total forestal nacional.
Se considera29 que el país ha tenido un retroceso significativo en este campo de la ciencia forestal, debido a las políticas que restringieron la actividad industrial organizada del aprovechamiento del bosque natural. Los grandes permisos persistentes y concesiones en donde podría implementarse el manejo desaparecieron y el aprovechamiento formal que hoy registran las autoridades ambientales regionales, muestra que la mayoría son permisos de aprovechamiento de poca extensión, abundando los denominados permisos “domésticos”, los cuales no requieren de plan de manejo forestal para ser autorizados..
Al problema se adiciona el hecho de que las Corporaciones Regionales (ver Anexo 1), autoridades ambientales, con mayor presencia de recurso forestal, carecen de recursos económicos y de personal técnico forestal para controlar el aprovechamiento del bosque, supervisar la implementación de los planes de manejo que aprueban y dar asistencia técnica. En la estructura administrativa de dichas autoridades, generalmente no existe específicamente la “Oficina Forestal” directamente responsable de las actividades pertinentes al recurso.
De otra parte, se considera30 que la política vigente de “no uso” comercial del bosque natural, está llevando a su destrucción por la vía de la informalidad y del riesgo de que aparezcan otros usos para esas tierras forestales. Es lógico31 que al no haber una ordenación del bosque no puede existir un manejo y no lo hay por que no existe interés del Estado; la decisión de entregar grandes extensiones a resguardos indígenas y a comunidades negras es evidencia de que el problema del manejo sostenible quiere dejarse en otras manos. Mientras tanto, continúa saliendo madera del bosque por el sistema de entresaca y con ello empobreciéndose el bosque.
En el Pacífico Chocoano, región de bosque húmedo tropical entregada a comunidades negras32, hay unas 50.000 ha 32 , que debido al aprovechamiento irracional del bosque, sin planes de manejo, se han alterado totalmente. La tendencia es un cambio de uso del suelo, involucrando comunidades en un proyecto de plantaciones de palma aceitera; otra fuente33 reporta la extensión afectada es de 20.000 ha.
Definitivamente lo que actualmente se otorga en el país son permisos de extracción34, los cuales no ocurren en bosques naturales definidos como productores, debido a que no existe una zonificación forestal que técnicamente los haya identificado y declarado para el aprovechamiento sostenible de madera.
Otro problema identificado35 que complica el manejo sostenible, es que la gente de la zona boscosa y los empresarios locales ven el negocio forestal como una actividad de corto plazo, ignorando que la silvicultura es una actividad de muy largo plazo. Esta situación y la falta del manejo, conllevan a la no adecuada renovabilidad del bosque, a sentir que éste pierde valor y a proceder con la búsqueda de otras opciones de ingreso en esos suelos.
Definitivamente falta cultura forestal, excepto en algunas comunidades indígenas, que hace que el manejo sostenible se convierta en una gestión de muy largo plazo, que debe comenzar con un cambio de actitudes sociales hacia el bosque.
Se considera36 que la falta de asistencia técnica es el factor crítico que afecta el manejo forestal tanto en las pequeñas áreas de plantaciones comerciales, como en las de conservación; estas últimas y muchas de las comerciales se encuentran atomizadas en diferentes partes del territorio nacional, en superficies que no permiten implementar un plan de manejo de largo plazo. La carencia de entes responsables de transferencia de tecnología complica aún más el problema. Las autoridades ambientales regionales carecen de capacidad técnica y operativa para ello y lo mismo sucede con las autoridades a nivel local (UMATAS) que tienen las funciones pero no los medios para ofrecerla.
Así las cosas, hay una base forestal de pequeños predios que carece de manejo forestal. Aunque no se tienen evaluaciones, se estima que áreas plantadas superiores a 200 ha sí tienen los medios para realizar su manejo y aquí se destacan algunas empresas reforestadoras del sector privado, con sus plantaciones debidamente planificadas y paquetes tecnológicos para manejarlas, con tecnologías de punta de nivel internacional.
El hecho de que la industria de productos no madereros tiene una estructura atomizada, imposible de identificar y cuantificar por la vía de la información secundaria, la cual es igualmente escasa, conlleva a carecer de muchos datos sobre ella.
Sin embargo, hay dos casos bien identificados de plantaciones forestales con manejo especial para obtener un producto primario y hacer de la madera un producto secundario a ser aprovechado cuando el primario ya no sea rentable. El primero37 es la plantación de 8.000 ha de pino caribe con fines de resinación y producción de 500 ton/año de colofonia, oferta que está siendo consumida totalmente por el mercado nacional. El segundo38 son las plantaciones de caucho con 5.000 ha en producción y 5.000 en crecimiento.
De los demás productos no madereros que llegan al mercado y que son innumerables, no se tiene información sobre producción ni localización y mucho menos sobre prácticas de manejo del bosque para lograr un aprovechamiento sostenible.
Estas demandas se relacionan básicamente con las que hace la sociedad por los servicios ambientales, los productos no madereros, la madera para combustible y la madera industrial
En Colombia la sociedad en general reconoce que existen estos servicios, obtiene provecho permanentemente de ellos y hay conciencia sobre la necesidad de conservar los bosques que los proveen. Sin embargo, aún no existe una disposición a pagar por éstos, para compensar a los propietarios de los bosques que los generan, ni hay las valoraciones pertinentes que permitirían definir esquemas de pago.
Los servicios a los cuales se hace referencia se relacionan con:(i) los beneficios hidrológicos (control y regulación de caudales); (ii) la reducción de sedimentos; (iii) la prevención de desastres (inundaciones, deslizamientos); (iv) la conservación de la biodiversidad; y (v) el secuestro de carbono.
El Instituto Alexander von Humboldt39 ha venido tomando un liderazgo en este tema a través del Programa “Uso y Valoración de la Biodiversidad”, con dos líneas temáticas: (i) Valoración Económica y Equidad, y (ii) Diseño de Incentivos a la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad.
El país aún no tiene implementado un sistema de registro y generación de estadísticas, que permita evaluar la oferta y demanda de estos productos, la consecuente contribución a la economía sectorial y nacional, y su potencial de desarrollo.
Es conocido que una gran variedad de estos productos se comercializan y juegan un importante papel socioeconómico en la generación de ingreso rural. Muchos están bien posicionados en el mercado. En estudio para el Ministerio del Medio Ambiente40, no fue posible cuantificar la oferta ni la demanda de estos productos, ni identificar y caracterizar industrias con potencial para ser desarrollado. Solo pudo llegarse al nivel de identificación y el potencial de unos productos interesantes.
Puede decirse que la colofonia, el caucho, el palmito y algunas frutas silvestres tienen una demanda bien conocida por sus productores, al igual que las oportunidades en el mercado para ampliar su producción.
Aunque en el Anexo 10 se presentan valores totales del comercio del Grupo CIIU 1220, mismo que incluye productos no madereros, no fue posible disponer de estadísticas desagregadas por producto.
Parece que el país aún no siente un problema en el tema de la madera para combustible y por ello muy lentamente se implementa lo establecido en la Política de Bosques vigente41 hacia la búsqueda de fuentes alternativas; aún no se dispone de una estrategia interinstitucional que coordine acciones de distintos organismos del Estado, orientada a disminuir la presión sobre los bosques para obtener este producto combustible. De todas maneras, hay positivas acciones del sector energético nacional que se mencionan en el numeral 3.1.3.1.
En las deficientes estadísticas oficiales no se incluye información continua y actualizada sobre leña y carbón vegetal; no hay investigaciones continuas sobre oferta y demanda, ni sobre precios y por ello es imposible generar tendencias a niveles locales ni regionales.
Proyecciones incluidas en el documento de la Política de Bosques del Ministerio del Medio Ambiente, indican un consumo de 9.3 millones de toneladas para 1985, 10.2 toneladas en 1990 y 11 millones en los años siguientes, incrementando hasta 11.8 toneladas para el año 2000. Mientras tanto las estimaciones incluidas en el Anuario de Productos Forestales FAO 2000, para madera de combustible y madera para carbón vegetal, son del orden de 7 millones de toneladas/año en los 90s, incrementando a 8.3 millones para el año 2000. Sin duda existe un significativo consumo de madera para dichos usos.
Las estadísticas forestales oficiales son inconsistentes y carecen de series históricas que permitan consolidar el volumen de madera industrial que se produce en los bosques naturales y las plantaciones forestales. Esta madera es demandada por diferentes grupos de industrias y de datos de reciente estudio42 se deriva la siguiente información:
Según estudio para el Ministerio del Medio Ambiente43, los datos históricos del período 1990-1998 dan un promedio anual de producción de madera industrial del bosque natural de 1´892.280 m3. Las proyecciones del estudio mostraron:
• Año 2003: 1´591.152 m3
• Año 2004: 1´640.954 m3
La producción de las plantaciones forestales fue de 860.917 m3 durante el período 1995 a 1998 (no hay registros de años anteriores). Las proyecciones fueron:
• Año 2003: 1´044.678 m3.
• Año 2004: 1´077.376 m3.
En consecuencia, el promedio total de madera industrial suministrada localmente fue de unos 2´274.910 m3/año.
Las proyecciones de demanda del estudio fueron:
• Año 2002: 2´635.930 m3.
• Año 2003: 2´718.330 m3.
Contrario a lo anterior, según los datos de permisos de aprovechamiento legalmente otorgados por la autoridad ambiental, en la primera mitad de los 90´s el volumen promedio aprovechado fue de unos 700.000 m3 siendo el de la segunda mitad muy inferior, debido a falta de información de diferentes regiones del país.
La inconsistencia indica que para reportar las estadísticas forestales de sus áreas de jurisdicción, hubo dificultades en las entidades de la nueva institucionalidad que entre 1994 y 1995 comenzó a implementarse en el país (ver 2.3.2); allí recae la responsabilidad de registrar, consolidar y reportar las estadísticas del sector. Aparte de lo anterior debe destacarse la existencia del aprovechamiento ilegal de madera del bosque natural.
En la Tabla siguiente se muestran las cifras desagregadas de madera extraída del bosque natural y de plantaciones forestales. Igualmente se presentan estimaciones de la FAO.
Tabla 2. Producción
de Madera Industrial en Rollo - Colombia
(en 000´s m3)
Año |
De Bosque Natural (1) |
De Plantación Forestal* (2) |
Total |
FAO |
FAO |
FAO |
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2010 2020 |
1.974 1.942 2.161 2.262 2.307 1.723 1.502 1.663 1.496 |
- - - - - 832 787 843 982 |
1.974 1.942 2.161 2.262 2.307 2.555 2.289 2.506 2.478 |
2.395 2.361 825 3.751 3.783 |
3.683 2.164 1.893 2.077 |
3.683 2.144 1.871 2.045 |
* No hay información de años anteriores
** FAO
Yearbook. Forest Products 1996-2000
*** FAO. Trends and Projections for
Production and Consumption of Forest products in Latin America. 2003
Basados en las cifras, aunque variables, puede decirse que en el período 1990-2000 la producción de madera industrial en rollo ha oscilado entre 2.5 y 3.7 millones de m3. En paralelo, según las estimaciones de la FAO, las perspectivas de producción tendrán reducciones muy significativas hacia el 2010, mejorando algo al 2020. En cuanto al consumo proyectado por FAO para el 2010 y el 2020, los volúmenes son igualmente inferiores a los recientes niveles de producción nacional.
Un 50% de la producción es consumido por la industria del aserrío y lo restante por la industria de los tableros y la pulpa de madera.
De acuerdo con la información disponible en la única investigación integral encontrada sobre el tema44, la industria forestal colombiana tiene las siguientes características:
(A) Industria del Aserrío
Esta es una industria bastante atomizada, que ha venido decreciendo en número de unidades y que con la desaparición de las concesiones forestales vio desaparecer los grandes aserraderos mecanizados. Sus características recientes se muestran en la siguiente Tabla:
Tabla 2.1 Estructura y Capacidad de la Industria del Aserrío - Colombia
Tipo |
No. de Unidades |
Capacidad
Instalada |
% Capacidad Utilizada |
Aserraderos mecánicos pequeños Aserraderos mecánicos medianos Aserraderos mecánicos manuales Motosierras |
145 140 1500 400 |
305,4 589,5 99,0 160,0 |
40 40 50 50 |
TOTAL |
2.185 |
1.153,7 |
Fuente: Tecniforest- Ministerio del medio Ambiente. Lozano Gerardo, Acosta Israel et al. 1999
Según se destaca en el citado estudio, el mayor problema que afecta a esta industria son los equipos obsoletos de más de 20 años, con sierras circulares la mayoría y generando desperdicios del orden del 50% en el proceso productivo.
La investigación de Tecniforest indica que el 56% de la producción va a la industria de la construcción; el 17.7% a la de muebles; el 7.3% a embalajes y el restante 18.9% a otros usos como carrocerías, traviesas de ferrocarril, estivas, etc.
Según el estudio, un grave problema que afecta la competitividad de esta industria es los equipos obsoletos de más de 20 años, con sierras circulares la mayoría, generando desperdicios del orden del 50% en el proceso de aserrado. Igualmente la afecta la demanda derivada de la industria de la construcción, cuyas oscilaciones afectan la demanda y son las principales causantes de las fluctuaciones de producción.
Tabla 2.2 Producción de Madera Aserrada - Colombia
Año |
Volumen |
Crecimiento** |
FAO |
FAO |
FAO |
1995 1996 1997 1998 1999 2000* 2001* 2002* 2003* 2004* 2010 2020 |
549,1 522,4 568,6 n.d. 499,8 521,2 530,1 520,7 516,8 520,9 |
-4.8 8.8 - -12 4.2 1.7 -1.8 -0.7 0.8 |
1.134,0 1.085,0 160,0 870,0 915,0 |
587,0
540,0 540,0 |
585,0
601,0 682,0 |
* Proyecciones del estudio de Tecniforest
** Variación entre años
*** FAO Yearbook. Forest Products 1996-2000
**** FAO. Trends and Projections for Production and Consumption of Forest products in Latin America. 2003
(B) Industria de chapas y paneles de madera
La estructura de esta industria se muestra en la Tabla siguiente, en la cual se indican las empresas presentes y su capacidad instalada y producción:
Tabla 2.3 Estructura y Capacidad de la Industria de Tableros de Madera – Colombia (1998)
Empresas |
Capacidad
Instalada |
Producción |
Capacidad
Utilizada |
1. Chapas y Contrachapados Acemar Chapas San Juan Derivados Forestales Inversiones Omega Madecen Pizano S.A. Pricoma Triplex Braun Triples Santander Triples Rubarco Subtotal 2. Tableros de Fibra y T. de Partículas Láminas del Caribe (T. Fibras) Pizano S.A. Tablemac 1 Tablemac 2 Subtotal |
4.000 1.750 27.000 5.000 7.200 40.000 3.000 3.500 3.000 1.000 95.450
130.000 33.000 64.000 246.300 |
2.000 850 13.000 1.000 4.800 28.000 1.000 1.200 1.800 400 54.050
88.500 23.000 38.000 161.500 |
50 50 50 20 60 70 35 35 60 40
68 70 60 |
TOTAL |
341.750 |
215.550 |
Según datos informales, entre los años 2000 y 2001 dos o tres empresas del grupo 1: Chapas y Contrachapados, pararon su producción.
Tabla 2.4 Producción de Chapa y Tableros de Madera
Año |
Chapa y T.
Contrachapados |
T.
Aglomerados |
Total |
FAO** |
FAO*** |
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2010 2020 |
85.782 87.620 91.978 86.931 50.250 48.941 59.803 54.050 61.459* 65.475* 67.651* 68.831* 69.470* 69.817* 70.005* |
119.089 102.013 133.833 136.985 72.113 63.998 n.d. 161.500 72.873 75.754* 78.760* 81.896* 85.168* 88.583* 92.148* |
204.871 189.633 225.811 223.916 122.363 112.939 - 215.550 134.332 141.229 146.411 150.727 154.638 158.400 162.153 |
123.000 119.000 113.000 174.000 206.000 |
207.000
241.000 315.000 |
* Datos y Proyecciones del estudio de Tecniforest
** FAO Yearbook. Forest Products 1996-2000
*** FAO. Trends and Projections for Production and
Consumption of Forest products in Latin America. 2003
Se observa que respecto a la primera mitad de los 90´s, las proyecciones de producción de chapas y contrachapados muestra una disminución del orden de un 20%. En los tableros aglomerados la situación es similar, disminuyendo sensiblemente entre la primera parte de los 90´s y las proyecciones hasta el 2005.
Respecto a la producción total de tableros en el 2002, no desagregada por tipos, la proyección de la FAO al 2020 indica un incremento en producción del orden del 110%.
(C) Industria de pulpa de madera
Esta industria es un duopolio en el cual una empresa está produciendo pulpa química y pulpa semiquímica, con capacidades instaladas de 600 ton/día y 160 ton/día respectivamente; y la segunda produciendo pulpa química y semiquímica, con capacidad instalada total de 60 ton/día.
La producción total de pulpa de madera45 en el período 1997-2001 fue de 948.977 toneladas, para un promedio de 190.000 ton/año, con un rango de 174.236 ton en 1997 a 211.212 ton en el 2000. En el año 2001 la producción fue de 197.161 toneladas.
La madera que directamente consume la industria se origina en madera de plantaciones; otras fuentes de materia prima son pulpa importada y papel de desperdicio nacional e importado. No hay consumo de madera del bosque natural.
Tabla 2.5 Producción – Consumo –
Importación de Pulpa de Madera
(en Toneladas Métricas)
Año |
Producción |
Consumo |
Importaciones |
1996 |
169000 |
244000 |
75000 |
1997 |
176000 |
262000 |
86000 |
1998 |
176000 |
272000 |
96000 |
1999 |
189000 |
285000 |
96000 |
2000 |
210000 |
386000 |
176000 |
Tomado de: FAO Yearbook. Forest Products 1996-2000
Como puede observarse, la industria no ha podido crecer al ritmo del consumo nacional, el cual durante 5 años se incrementó un 58%, dando como resultado un incremento del 134% en las importaciones de pulpa de madera, las cuales actualmente provienen de Chile (ver 4.2.2.3).
(D) Industria del mueble de madera
Es una industria con estructura muy atomizada que concentra un 73% de la producción en 3 regiones del país. Está integrada por 12.265.000 empresas de las cuales el 75% son pequeños talleres que tienen hasta 5 operarios; solo el 1% son grandes empresas tecnológicamente avanzadas.
Las industrias son mayormente abastecidas con madera del bosque natural y son generadoras de grandes cantidades de desperdicios, los cuales debido a la falta de integraciones en cadena, se convierten para los pequeños y medianos productores en costos adicionales para deshacerse de ellos.
Actualmente la industria es gran consumidora de tableros importados, especialmente MDF.
Se comentan bajo este numeral, la situación respecto a políticas y normatividad, los organismos rectores de las políticas y su implementación, la investigación forestal, incendios forestales y estadísticas forestales.
Existe una Política de Bosques explícita (Documento CONPES 2834 de 1996) elaborada dentro del marco de la Política Ambiental del país, que aunque no es una política de Estado sino de Gobierno, continua vigente. Diferentes actores del sector han manifestado la necesidad de actualizarla y darle más espacio a la función productiva del bosque como elemento de desarrollo y lucha contra la pobreza, debido a que su carácter conservacionista no estimula el aprovechamiento sostenible del bosque natural. La falta de una política de plantaciones forestales, con claridad total en las reglas del juego para el inversionista privado es igualmente sentida.
Los principios de dicha política obviamente no están reflejados en los componentes productivos del Plan Nacional de Desarrollo Forestal, que en Diciembre 5 de 2000 fue aprobado por el Consejo Nacional Ambiental y fue instrumentado para su consolidación por el Documento 3521 de 2001 del Consejo Nacional de Política Económica y Social – CONPES. Este Plan tiene un horizonte de trabajo de 25 años y se están dando los pasos iniciales para que su implementación tenga durante los próximos 3 años un apoyo instrumental de la FAO.
En materia normativa el sector forestal colombiano dispone de los siguientes instrumentos jurídicos de mayor jerarquía: Ley 2a de 1959 relacionada con las reservas forestales. Decreto Ley 2811 de 1974, Ley 70 de 1993 y Decreto 1791 de 1996, relativos al manejo de los bosques naturales y plantaciones forestales. Ley 139 de 1994 y Ley 788 de 2002 pertinentes a los incentivos a la reforestación comercial. Ley 388 de 1997 que regula el ordenamiento territorial del país. Ley 99 de 1993 y Ley 101 de 1993 pertinentes a las autoridades que definen políticas, acompañan al sector y definen otros temas fundamentales al sector.
En Diciembre de 1993 la Ley 99 creó el Ministerio del Medio Ambiente y 33 Corporaciones Autónomas Regionales desapareciendo así el INDERENA, Instituto de carácter nacional dependiente del Ministerio de Agricultura, que durante el anterior cuarto de siglo había sido el único ente rector del sector forestal.
Actualmente tres autoridades actúan directamente sobre el recurso forestal y todas tienen además otras responsabilidades diferentes a lo forestal. La estructura orgánica que presentan es muestra evidente de la poca importancia relativa que dentro de ellas tiene el recurso forestal en general y el sector forestal productivo en particular.
(i) El Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (anterior Ministerio del Medio Ambiente); directamente responsable de las actividades del sector forestal en su estructura orgánica tiene a la Dirección de Ecosistemas; en ella funcionan tres Grupos de Trabajo: Ecosistemas Forestales; Biodiversidad; y Ecosistemas Costeros y Humedales.
(ii) El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; en su estructura no hay una dependencia directamente responsable de la actividad forestal productiva; hay funciones asignadas dentro de la dependencia de Cadenas Productivas. El nuevo Instituto Colombiano de Desarrollo Rural creado en Mayo de 2003, tampoco tiene en su estructura una dependencia responsable del desarrollo forestal productivo.
(iii) Las Corporaciones Autónomas Regionales, por definición las autoridades ambientales regionales, son 27 entes con total autoridad de Ley para administrar el aprovechamiento de los bosques, la movilización, procesamiento y comercio de los recursos naturales. En general dentro de su estructura la dependencia forestal específica, responsable de las acciones derivadas de la administración de los bosques; normalmente las funciones dentro de una oficina de medio ambiente que además tiene otras funciones.
El conocimiento científico que tiene el país sobre los ecosistemas de bosques naturales tropicales ha tenido de un proceso lento, intermitente, difícil y con resultados dispersos y muchos desaparecidos, al haberse perdido la memoria institucional que dejó el INDERENA, ente del sector agropecuario que luego de más de un cuarto de siglo como autoridad única forestal, fue liquidado al ser creado el Ministerio del Medio Ambiente por Ley 99 de 1993.
Cuatro Institutos de Investigación científica46 creados por la citada Ley y adscritos al Ministerio, continúan fortaleciéndose y desarrollando actividades en sus áreas de especialización, aunque con limitaciones presupuestales que afectan su trabajo. Las Universidades, principalmente tres que tienen programas consolidados de Ingeniería Forestal, también aportan a la investigación forestal.
CONIF es una Corporación privada sin ánimo de lucro de la cual el sector forestal espera los mayores logros de investigación y desarrollo tecnológico, que impulsen el desarrollo forestal productivo. Luego de 27 años de funcionamiento, la entidad siente las mismas limitaciones financieras de antaño para poder realizar proyectos estratégicos de investigación de largo plazo y su limitada planta de personal no dispone de los profesionales especializados que ello requeriría.47.
En el lanzamiento de Agrovisión 2025, propuesta del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para el sector agrícola, dentro del cual está inmerso el sector forestal productivo, se planteó que la situación de la investigación y el desarrollo tecnológico del país se caracteriza por 48:
• Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología con una débil articulación y entes muy independientes.
• Dispersión de fuentes de financiamiento.
• Escasa inversión pública en investigación y desarrollo.
• Mal uso de los recursos naturales renovables.
• Institucionalidad debilitándose.
• Talento humano perdiéndose.
En reciente documento de CONIF49 se establece que el país no dispone de una infraestructura adecuada de investigación forestal, de medios modernos para adelantarla, ni de recursos humanos y económicos para sustentarla y darle la continuidad que requiere, para generar tecnologías de punta e incursionar en la investigación básica, fuente de verdaderas ventajas competitivas. Adicionalmente en el documento se identifican las siguientes limitantes al desarrollo de la investigación forestal:
• Falta de políticas claras y permanentes para el fomento de la investigación forestal.
• Recursos económicos insuficientes para la implementación de programas de investigación forestal de largo plazo y permanentes.
• Baja continuidad en el desarrollo de programas de investigación.
• Dispersión de los pocos recursos y de los ejecutores sobre la investigación
• Carencia de un plan de investigación forestal de acuerdo a prioridades nacionales.
• Escasos recursos humanos dedicados a la investigación
• Bajo nivel y capacidad de recursos humanos para adelantar investigaciones de alto nivel tecnológico.
• Bajo desarrollo forestal para el estímulo de la investigación en diferentes campos técnicos.
• Limitados estímulos y oportunidades hacia los centros e investigadores para lograr estándares de calidad.
• Rezago en las oportunidades de capacitación y formación tecnológica.
Citadas en un Congreso Nacional Forestal50, según CONIF en 1991 las principales limitaciones de la investigación forestal eran: carencia de recursos económicos; insuficiente capacitación; insuficiencia de personal especializado; déficit de infraestructura física y centros de investigación; escasa información y medios de difusión; carencia de políticas estatales de investigación; descoordinación institucional; y tímida aplicación de resultados y escasa transferencia de tecnología. Todo indica que la situación poco optimista se mantiene en el tiempo.
Lo mencionado permite recordar que como resultado del Plan de Acción Forestal para Colombia – PAFC que en los años 80´s apoyó la FAO y tuvo el soporte del Departamento Nacional de Planeación de Colombia, en 1.991 se estructuró el Plan Nacional de Investigación y Transferencia de Tecnología Forestal – PLANIF. Sin duda una vital decisión futurista de apoyo para el crecimiento y desarrollo del sector.
Tanto el PAFC como el PLANIF no tuvieron la adecuada institución del Estado que se apropiara de ellos e implementara su ejecución en el tiempo. Los dos planes hoy son elementos de consulta y seguramente parte de sus propuestas hayan podido desarrollarse, pero la integralidad se perdió.
El IDEAM, otra institución del Estado, aunque tiene responsabilidades asignadas por la Ley 99 de 1993 para realizar investigación forestal y conoce la problemática, carece de recursos para involucrarse en estos temas directa o indirectamente51. De su actividad cercana al sector forestal es importante destacar los siguientes proyectos en proceso de consolidación o ya iniciados: Mapa de Ecosistemas; Sistema de Información Agroclimático y de Incendios Forestales; y Sistema de Estadísticas Forestales.
En conclusión, hay esfuerzos de más de 40 años de investigación forestal realizada por entes del Estado y por la empresa privada, claramente insuficientes frente a la magnitud del sector forestal y su reiterado potencial para ser actor fundamental en el desarrollo del país.
Aunque poco a poco los distintos niveles de gobierno nacional, regional y local, y la empresa privada, reconocen que se requieren más conocimientos para el manejo sostenible del bosque natural y las plantaciones forestales, y para la conservación de ecosistemas forestales generadores de servicios ambientales demandados por la sociedad, se requieren a corto plazo decisiones muy profundas de política y tomar decisiones acertadas para reducir la incertidumbre de los inversionistas en el sector forestal, a través de los resultados de la investigación.
La situación es compleja si se tiene en cuenta que Colombia destina solo el 0.4% del PIB para fomentar la investigación científica, uno de los montos más bajos del mundo y de y de Sudamérica y origen de divorcio entre la academia y el sector empresarial.
Perspectivas: Teniendo en cuenta la situación económica del país, las tendencias institucionales con la investigación forestal y las estructuras de los entes que manejan el sector forestal productivo, no hay perspectivas de que llegue a configurarse una estructura única de carácter nacional, que lidere los procesos de investigación de corto, mediano y largo plazo que requiere el desarrollo del sector forestal productivo.
Hacia el 2020 las perspectivas para apoyar el desarrollo productivo están inicialmente en el fortalecimiento de CONIF, recibiendo recursos del presupuesto nacional, a través del Ministerio de Agricultura, como lo plantea el sector privado52. Adicionalmente existe la opción de alianzas estratégicas del sector privado con otros entes del sector agropecuario actualmente bien dotados en personal especializado y equipos, en donde puede desarrollarse cierta investigación forestal.
Finalmente, la creación de un Fondo Parafiscal Forestal (ver 3.2.2) es una gran posibilidad de mediano plazo ya que los recursos que maneja este tipo de fondos deben dedicarse en gran parte a la investigación y la transferencia de tecnología. Los mismos podrían generar muchas acciones en el mencionado CONIF y en universidades para hacer la investigación forestal específica que requiera el sector privado y para apoyar otras investigaciones previstas en el Plan Nacional de Desarrollo Forestal.
El país no ha tenido esquemas formales enmarcados en principios de política de Estado, que hayan permitido diseñar mecanismos para enfrentar con seriedad el grave problema de los incendios forestales y sus consecuencias.
Actualmente y debido a tres situaciones básicas, la capacidad de respuesta para la atención y control de los incendios forestales es lenta y genera consecuencias ambientales y económicas negativas; ellas son: (i) no se tiene una cobertura operativa acorde con la extensión y características del territorio nacional; (ii) no se conoce que las autoridades administrativas y ambientales destinen recursos financieros suficientes para dar mantenimiento a los equipos empleados en el control de incendios; (iii) se carece de una red articulada de sitios de observación y de un sistema de información consolidado a nivel nacional, para la detección y alerta temprana de este tipo de eventos.
Se estima que la casi totalidad de los incendios forestales son de origen antrópico, generados intencionalmente para la ampliación de la frontera agropecuaria, por descuido o negligencia al no tomar las precauciones adecuadas53 sobre todo en las quemas agrícolas y por atentados terroristas.
Durante el período 1986-2002 se reportaron 14.492 incendios, con daños sobre unas 400.000 ha. (ver Anexo 4). Las plantaciones comerciales aún no reportan grandes calamidades por incendios forestales y en una u otra forma sus propietarios desarrollan actividades de prevención.
Fue preparado dentro de la Comisión Nacional Asesora para la Prevención y Mitigación de Incendios Forestales54, con apoyo de consultores nacionales e internacionales. Se aprobó en diciembre de 2002 por el Comité Técnico Nacional de Desastres. Tiene un carácter estratégico y un horizonte de 25 años (25), concomitante con el Plan Nacional de Prevención y Atención de Desastres y el Plan Nacional de Desarrollo Forestal.
Su objetivo general es establecer los lineamientos de orden nacional para la prevención, control y restauración de las áreas afectadas por los incendios forestales, mitigar su impacto y fortalecer la organización nacional, regional y local con programas a corto, mediano y largo plazo (3, 10 y 25 años respectivamente).
Los recursos para financiar el Plan provendrán de los Ministerios del Interior, Medio Ambiente, Agricultura, Educación y demás Ministerios e Instituciones adscritos al Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres y al Sistema Nacional Ambiental. Según el Decreto 919 de 1989, todos los organismos y dependencias de la administración central y todas las entidades descentralizadas del orden nacional, incluirán en sus presupuestos apropiaciones especiales para la prevención y atención de desastres55.
El Sistema Nacional de Bomberos creado por Ley 322 de 1996, está elaborando un Plan Operativo de acción hasta el 2012. Ya se han formado instructores regionales con el apoyo de la OFDA, Programa de la Oficina de Asistencia de Desastres en el Exterior de la AID56.
Lo tratado en el evento de Agrovisión 2025 sobre información agropecuaria, también aplica al sector forestal productivo respecto a su información estadística:
• Es muy limitada y no es oportuna
• Es poco articulada e inconsistente
• No hay continuidad en su generación
• Hay vacíos de información sectorial
• Requiere de unidades regionales de información y una Coordinación con redes de información entre las unidades.
Respecto al anterior punto, en el sector forestal las unidades regionales existen y son las Corporaciones Autónomas Regionales y las Corporaciones de Desarrollo Sostenible (ver mapas jurisdicción Anexo 1), autoridades ambientales regionales que controlan las actividades forestales productivas. En cuanto a la coordinación de redes, existe la entidad nacional de coordinación que es el IDEAM57, ente responsable de generar información forestal, pero que aún maneja bases incompletas y desactualizadas, debido a que es muy irregular o nulo el envío de datos por parte de las mencionadas Corporaciones.
De otra parte, es notoria la carencia de estadísticas oficiales sobre empleo en los diferentes eslabones de la cadena forestal, de precios de las diferentes maderas en los distintos mercados, del número de permisos de aprovechamiento que anualmente se otorgan en bosque natural y los volúmenes que se movilizan tanto de madera del bosque natural, como de las plantaciones forestales. Igual situación se presenta con estadísticas de la estructura de la industria forestal, número de empresas, capacidad instalada, ubicación y productos que ofrecen al mercado. Igualmente se carece de información actualizada sobre los volúmenes de las ofertas regionales y nacionales de madera industrial, así como de consumo de madera aserrada y de madera para leña y carbón vegetal.
La falta de estadísticas forestales actualizadas, consolidadas y centralizadas para su fácil consulta, es un factor que impide la valoración real de la importancia relativa del sector dentro de la economía nacional y afecta negativamente todos los tipos de análisis relacionados con el sector, indispensables para planificar su desarrollo y/o tomar acciones correctivas en situaciones dadas.
A pesar de la gran extensión de bosques naturales y del gran potencial para establecer plantaciones forestales, la contribución de la silvicultura y de la extracción de madera al PIB agropecuario es solo del 1.2% y al PIB nacional del 0.2%. Incluyendo los grupos industriales CIIU que se analizan más adelante, la contribución del sector forestal al PIB nacional en el 2000 fue del 1.6%. CONIF lo estima en 1.8%58. Para la década de los 80´s el promedio del PIB del sector fue del 1.48%; esto implica que respecto al año 2000 ha habido un leve crecimiento de la participación en el PIB nacional.
El país aún no dispone de mediciones para dar valor a los servicios ambientales generados por los bosques naturales o por las plantaciones forestales, pero como consecuencia de las tendencias mundiales en este tema, se espera que hacia el 2020 el sistema colombiano de cuentas nacionales pueda incluir valores por dichos servicios, acción que tendrá un efecto directo sobre la participación del sector forestal en el PIB nacional.
De acuerdo con información del INDERENA59, los empleos anuales directos generados por el sector forestal, incluyendo la reforestación, eran del orden de 91.000 en los años 80s, desglosados por labores, así: aprovechamiento 12.000; aserraderos 15.000; industria de paneles 2.600; pulpa y papel 5.550; muebles 43.800; reforestación 9.600; industria de inmunizado 400.
Datos más recientes60 muestran que las actividades forestales generan anualmente unos 37,700 empleos, que corresponden al 1% del generado conjuntamente por el sector agrícola y agroindustrial
Aunque pueden presentarse variaciones originadas en las metodologías de medición, es evidente una disminución en la importancia relativa del sector forestal como generador de empleo, situación que se origina en el retroceso que su desarrollo industrial ha tenido en las últimas décadas.
El análisis sobre la importación y exportación de productos forestales se presenta de acuerdo al nivel de detalle que permiten las estadísticas que genera la autoridad nacional pertinente, el DANE, las cuales están agrupadas según la clasificación internacional CIIU revisión 2 y son los siguientes:
GRUPO CIIU 1210. Incluye los siguientes productos: musgos y líquenes, follajes, gomas, resinas, jugos y extractos vegetales, bambú, carbón vegetal, materias vegetales de las especies utilizadas principalmente en cestería, productos vegetales no expresados ni comprendidos en otra parte, raíces de regaliz, raíces de ginseg, goma arábiga, achiote, bellotas y castadas de indias, roten.
GRUPO CIIU 1220. Corresponde a las maderas en bruto de coníferas, maderas tropicales en bruto, maderas en bruto, incluso descortezada, dasalburada o escuadrada, flejes de madera, rodrigones hendidos, estacas y estaquillas de madera.
GRUPO CIIU 331. Corresponde a la madera y sus productos. Pertenecen a este grupo los tres subgrupos siguientes: (a) 3311: aserraderos, talleres de acepilladura y otros talleres para trabajar madera. (b) 3312: fabricación de envases de madera y artículos menudos de caña. (c) 3319: fabricación de productos de madera y de corcho n.e.p.
GRUPO CIIU 332. Pertenecen a este grupo los muebles y accesorios, excepto los que son principalmente metálicos.
GRUPO CIIU 341. Incluye la fabricación de papel y sus productos. Pertenecen a este grupo los tres subgrupos siguientes: (a) 3411: fabricación de pulpa de madera, papel y cartón. (b) 3412: fabricación de envases y cajas de papel y de cartón. (c) 3419: fabricación de artículos de pulpa, papel y cartón n.e.p.
Los comentarios siguientes pretenden no generalizar sobre la balanza comercial del sector forestal como un todo, sino identificar con claridad el comportamiento de las diferentes agrupaciones de productos. Las bases de datos usadas con información generada por el DANE, se tomaron del DNP61.
La Tabla 3 siguiente presenta un resumen de los valores totales acumulados en el período 1980-2001, de la balanza comercial de los productos forestales colombianos, según los grupos de la clasificación internacional unificada CIIU atrás descrita. Los datos se presentan con base en dos grupos: (i) los productos de madera sólida y (ii) los de pulpa, papel y cartón. Hacer análisis de la balanza sin separar el comportamiento de estos grupos, generan distorsiones innecesarias.
Tabla 3
Se observa que hay grupos como el 1210 y el 1220 cuya balanza comercial en las dos últimas décadas ha sido negativa. Mientras tanto, en los grupos 331 y 332 ha sido levemente positiva. Totalmente diferente es el caso negativo del grupo 341, jalonado por las importaciones del subgrupo 3411, como puede observarse en las gráficas y análisis que se presentan en el Anexo 5.
Un análisis general mostraría que en los últimos 20 años el sector ha sido deficitario en casi US $ 3.000 millones. Sin embargo, la realidad es que el grupo de productos basados en madera sólida ha mostrado una balanza positiva de casi US $ 90 millones, mientras que los productos de la industria de transformación química tienen una balanza negativa superior a los US $ 3.000 millones.
Con el fin de observar el comportamiento del comercio exterior del país en el quinquenio reciente 1998 – 2002, en las Tablas 3.1 y 3.2 y sus gráficos, se muestra para el Grupo CIIU 331 de Madera y Productos de Madera, por países principales de mercado, el origen de las importaciones y el destino de las exportaciones.
Tabla 3.1
Origen de las Importaciones de
Madera y sus Productos
Grupo CIIU 331
Período 1998 - 2002 | |||||
ZONA |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
2002 |
Argentina |
51 |
18 |
21 |
8 |
66 |
Bolivia |
1 |
0 |
|
|
3 |
Brasil |
1.038 |
362 |
499 |
573 |
1.065 |
Chile |
1.546 |
4.049 |
4.335 |
5.355 |
4.012 |
Ecuador |
9.675 |
7.364 |
7.201 |
8.072 |
8.029 |
México |
304 |
36 |
21 |
6 |
55 |
Perú |
1.906 |
446 |
49 |
167 |
68 |
Venezuela |
117 |
10 |
59 |
471 |
10.538 |
Resto de ALADI |
6 |
6 |
1 |
2 |
4 |
Canadá |
632 |
61 |
7 |
2 |
2 |
EE.UU. |
3.879 |
3.870 |
3.512 |
3.260 |
2.464 |
Resto del ALCA |
2.022 |
1.414 |
742 |
637 |
501 |
UE 15 |
2.483 |
1.677 |
2.261 |
3.080 |
4.028 |
Resto del Mundo |
2.444 |
1.868 |
1.891 |
2.371 |
3.773 |
Total |
26.104 |
21.181 |
20.599 |
24.004 |
34.608 |
Fuente: Observatorio Agrocadenas Colombia. Informe Anual No. 2, Comercio del Sector Agropecuario Colombiano 1991 - 2002. | |||||
Como puede observarse, las importaciones desde el Ecuador han sido bastante estables, manteniéndose en un nivel alrededor de los $EE.UU.8 millones/año. Chile es el segundo actor y lo importado desde allí muestra una tendencia creciente que de algo más de $EE.UU.1 millón pasó a más de $EE.UU.5 millones en 2001, cayendo a $EE.UU.4 millones en el 2002. Especial es la tendencia de compra que se muestra con Venezuela, la cual de montos inferiores a los US $100.000 pasó a más de $EE.UU.10 millones en el 2002.
Respecto a las exportaciones, con Estados Unidos el principal mercado, de algo más de US $11 millones en 1999 y 2000 se ha caído alrededor de $EE.UU.9 millones en 2001 y 2002. Hacia Venezuela el crecimiento que venía desarrollándose alcanzó los $EE.UU.11 millones en 2001, pero problemas en el vecino país hicieron que se disminuyera a unos $EE.UU.6 millones, nivel intermedio a los montos de 1999 y 2000. El tercer destino de estos productos colombianos es el grupo de los restantes países de la región americana, con valores que de más de $EE.UU.1 millón en 1998 ha crecido al nivel de $EE.UU.14 millones en 2002.
La balanza comercial del Grupo CIIU 331 para el quinquenio, muestra que aunque en algunos años fue positiva, en el total fue negativa ya que el país exportó US $122.8 millones, mientras que para el mismo período importó $EE.UU.126.3 millones.
En el Anexo 5, con base en datos anuales, se muestran las tendencias y balanza comercial para cada uno de los tres subgrupos que integran este grupo de madera y productos de madera.
Tabla 3.2 Destino de las Exportaciones de Madera y sus Productos. Grupo CIIU 331
Período 1998 –2002 ( Miles de Dólares) | |||||
ZONA |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
2002 |
Argentina |
1 |
0 |
1 |
0 |
0 |
Bolivia |
25 |
4 |
12 |
61 |
31 |
Brasil |
1 |
0 |
2 |
2 |
0 |
Chile |
153 |
23 |
11 |
2 |
14 |
Ecuador |
525 |
50 |
253 |
194 |
461 |
México |
225 |
304 |
262 |
354 |
88 |
Perú |
256 |
190 |
140 |
172 |
196 |
Venezuela |
4.153 |
5.278 |
7.634 |
11.290 |
6.060 |
Resto de ALADI |
168 |
1.155 |
528 |
338 |
631 |
Canadá |
0 |
25 |
3 |
21 |
21 |
EE.UU. |
3.319 |
11.083 |
11.437 |
9.745 |
8.901 |
Resto del ALCA |
1.234 |
1.920 |
3.692 |
5.380 |
14.796 |
UE 15 |
70 |
108 |
467 |
293 |
253 |
Resto del Mundo |
1.557 |
1.307 |
1.738 |
1.585 |
2.915 |
Total |
11.687 |
21.447 |
26.180 |
29.437 |
34.367 |
Fuente: Observatorio Agrocadenas Colombia. Informe Anual No. 2, Comercio del Sector Agropecuario Colombiano 1991 – 2002. | |||||
Comercio de los muebles de madera en el último quinquenio
Para observar el comportamiento del comercio exterior del país en el quinquenio reciente 1998 – 2002, en las Tablas 3.3 y 3.4 y sus gráficos se ilustra el comportamiento de este grupo de productos CIIU 332, por países principales de mercado, el origen de las importaciones y destino de las exportaciones.
Tabla 3.3 Origen de las Importaciones de Muebles de Madera – Grupo
CIIU 332
Período 1998 –
2002 (Miles de Dólares)
Lugar |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
2002 |
Argentina |
1,634 |
19,530 |
|
17,033 |
2,325 |
Bolivia |
|
22,000 |
37,500 |
40 |
|
Brasil |
92,633 |
75,468 |
78,449 |
30,000 |
42,113 |
Canadá |
239,364 |
218,181 |
168,218 |
75,004 |
298,944 |
Chile |
10,333 |
41,954 |
30,098 |
32,750 |
10,001 |
Ecuador |
364,695 |
187,091 |
112,840 |
91,032 |
109,095 |
Estados Unidos |
4,436,105 |
2,939,157 |
2,235,917 |
1,910,336 |
1,462,502 |
México |
186,383 |
178,611 |
203,186 |
114,930 |
42,999 |
Panamá |
17,532 |
23,661 |
1,956 |
7,538 |
4,379 |
Perú |
12,145 |
10,600 |
12,264 |
2,873 |
1,558 |
Venezuela |
75,598 |
21,669 |
48,471 |
5,495 |
1,423 |
UE |
1,856,283 |
1,103,013 |
797,452 |
656,406 |
994,495 |
Resto del Mundo |
1,396,365 |
796,963 |
1,030,739 |
422,094 |
596,692 |
TOTAL |
8,689,070 |
5,637,898 |
4,757,090 |
3,365,531 |
3,566,526 |
Fuente: Observatorio Agrocadenas Colombia.
Tabla 3.4 Destino de las Exportaciones de Muebles de Madera - Grupo
CIIU 332
Período 1998 - 2002 (Miles de Dólares)
Zona |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
2002 | |||||
Bolivia |
6,413 |
7,938 |
17,550 |
3,149 |
5,020 | |||||
Brasil |
20 |
|
12,830 |
13,969 |
7,936 | |||||
Canadá |
|
|
10,518 |
1,780 |
117 | |||||
Chile |
325,841 |
194,688 |
391,311 |
141,365 |
422,781 | |||||
Ecuador |
487,151 |
159,812 |
115,047 |
637,717 |
481,680 | |||||
Estados Unidos |
4,279,470 |
5,477,810 |
9,085,770 |
13,023,879 |
8,145,804 | |||||
México |
42 |
837 |
136,540 |
573,143 |
424,158 | |||||
Panamá |
674,278 |
1,010,489 |
1,698,457 |
1,774,855 |
1,455,970 | |||||
Perú |
146,874 |
62,361 |
201,210 |
183,124 |
370,250 | |||||
Venezuela |
3,667,575 |
3,704,853 |
7,871,779 |
10,540,051 |
5,256,565 | |||||
UE |
115,078 |
297,277 |
306,418 |
336,449 |
577,284 | |||||
Resto del Mundo |
276,508 |
468,196 |
586,845 |
2,490,954 |
1,892,779 | |||||
TOTAL |
9,979,250 |
11,384,261 |
20,434,275 |
29,720,435 |
19,040,344 |
Fuente: Observatorio Agrocadenas Colombia.
La balanza comercial de este grupo durante el quinquenio es totalmente positiva, con $EE.UU.90.5 millones de exportaciones y $EE.UU.26.0 millones de exportaciones.
Las importaciones en el quinquenio fueron principalmente de los Estados Unidos, presentando una tendencia decreciente importante, que pasó de $EE.UU.4.5 millones en 1998 a menos de $EE.UU.1 millón en 2003. Similar tendencia ocurrió con las compras a la Unión Europea, las cuales disminuyeron de casi $EE.UU. 2 millones a menos de $EE.UU.500.000.
Sobre exportaciones, Estados Unidos fue consistentemente el principal comprador, seguido por Venezuela. Ambos países tuvieron un comportamiento incremental hasta el 2001, año a partir del cual sus compras cayeron en 38% el primero y en 50% el segundo. Con Panamá hubo un comercio que se mantuvo alrededor de un millón de dólares por año.
En resumen:
En el Anexo 5 y basado en datos anuales, se presentan las gráficas de tendencias de las importaciones y exportaciones y la balanza comercial de los distintos Grupos CIIU atrás definidos, con valores en dólares corrientes, según la información oficialmente registrada en el país, para el período 1980-2001.
De acuerdo al análisis incluido en el anexo, se concluyen las siguientes situaciones:
• El grupo CIIU 1210 presenta una balanza consistentemente negativa y con tendencia incremental.
• El grupo CIIU 1220 ha mantenido durante las dos décadas una tendencia estable bordeando el punto de equilibrio entre importaciones y exportaciones, excepto en los años 1992 a 1994 cuando se presentó un repunte en la industria de la construcción que coincidió con la apertura económica y disparó las importaciones.
• El grupo CIIU 331 muestra una balanza estable y positiva, excepto en el período 1993 a 1998 en el cual se incrementaron significativamente las importaciones del subgrupo 3311, mismo que se ha recuperado ý a partir de 1999 muestra su recuperación y la generación de excedentes exportables.
• El grupo CIIU 332 ha sido consistentemente positivo en su balanza, excepto en el período de inicio de la apertura económica del país, 1992; sin embargo, a partir de 1998 ha registrado una recuperación total y una balanza positiva creciente.
• El grupo CIIU 341 muestra una tendencia estable en la balanza comercial de los envases, cajas, papeles y cartones, bordeando el punto de equilibrio entre importaciones y exportaciones, pero es totalmente negativa y con tendencia incremental en lo que se refiere al comportamiento de la pulpa de madera.
Finalmente, debe destacarse el hecho de que dentro del comercio exterior del país la presencia de la industria forestal es totalmente marginal, con participaciones del 0.34% de las exportaciones totales en 1996, mejorando a un 0.58% en el 200262.
1 El
Sector Forestal Colombiano una Breve Reseña. Oficina para la Mitigación del
Cambio Climático. Ministerio del Medio Ambiente. Enero 2003.
2
Socio-economic trends and outlook in Latin America: implications for the
forestry sector to 2020. LAFSOS Working Paper 01. 2003
3
Revisión de Políticas Sectoriales que Promueven la Deforestación en
Colombia. Acosta Israel, Ramírez Santiago et al. Ecoforest – Ministerio del
Medio Ambiente. 1997.
4 El Medio Ambiente en Colombia. IDEAM.
1.998 .
5
Informe sobre Seguimiento a la Política Nacional Ambiental. Cuatrenio
1998-2002. Ministerio del Medio Ambiente. 2002. 6 Plan Nacional de Desarrollo Forestal.
Ministerio del Medio Ambiente, DNP y otros Ministerios. Diciembre 2000
7
Mapa de Coberturas Vegetales, Usos y Ocupación del Espacio en Colombia.
IDEAM. 1997.
8 Evaluación de los Recursos Forestales
Mundiales 2000. FAO. Informe Principal. 2002
9 The Little Green Data Book. The World
Bank. 2002
10 Situación de los Bosques del Mundo.
FAO. 1999. ( 1º Brasil con 546´239.000 has., 2º el Congo 109´203.000 has., 3o
Indonesia 103´666.000 has., 4º China 99´523.000 has., 5º Perú 67´378.000 has. y
6º México con 55´278.000 has.).
11 Lineamientos y estrategias de Política
para el Desarrollo Forestal Sostenible. Instituto de Desarrollo de los Recursos
Naturales y del Medio Ambiente-INDERENA. 1994.
12 Plan de Acción Forestal.
Establecimiento, Manejo y Aprovechamiento del Bosque Natural y del Bosque
Plantado. 1999.
13 Opus Cit 12.
14
Diagnóstico Forestal . Instituto de Desarrollo de los Recursos Naturales y
del Medio Ambiente-INDERENA. 1983 .
15 En el Anexo 1 se presentan 3 mapas: (i)
información de los bosques naturales; (ii) Departamentos del país; y (iii) áreas
de jurisdicción de las Corporaciones Autónomas Regionales. Esto para facilitar
la ubicación de referencias geográficas que se hacen en diferentes partes del
texto.
16
Sector Forestal Colombiano. Fuente de trabajo y Bienestar Social. CONIF.
Marzo 2003 .
17 Informe sobre Seguimiento a la Política
Ambiental, Cuatrenio 1998-2002. Ministerio del Medio Ambiente 2002 .
18
Programa de Oferta Agropecuaria. Consejo de Política Agropecuaria -CONPES
3076 de Mayo 2000.
19 Plan Nacional de Desarrollo Forestal –
Colombia. Departamento Nacional de Planeación, Ministerio del Ambiente,
Ministerio de Agricultura, Ministerio de Desarrollo, Ministerio de Comercio
Exterior. Diciembre 2000.
20 Sector Forestal Colombiano: Fuente de
Trabajo y Bienestar Social. Corporación nacional de Investigación y Fomento
Forestal – CONIF. 2003 .
21 Sistema de Información Técnica de
Plantaciones Forestales – SITEP.
22 Sector Forestal Colombiano. Fuente de
Trabajo y Bienestar Social. CONIF. Marzo 2003
23 El Programa de Microcuencas recibió
financiamiento del Banco Mundial y del BID. El Plan verde es el Plan Estratégico
para la Restauración y el Establecimiento de Plantaciones Forestales en
Colombia. Los programas han usado esquemas de cofinanciación: Ministerio,
Autoridades regionales, Fondo Nacional de Regalías y la comunidad
beneficiada.
24 Informe de Seguimiento a la Política
Nacional Ambiental. Cuatrenio 1998-2002. Ministerio del Medio Ambiente.
Dirección General de Ecosistemas – Grupo de Ecosistemas Forestales. 2002
25
Régimen de aprovechamiento forestal. Decreto 1791 de 1996. Ministerio del
Medio Ambiente.
26 Reservas Forestales de Orden Nacional y
otras categorías de manejo diferentes a las del Sistema de Parques Nacionales.
Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 2003
27
Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía de Los Motilones, Sierra del Cocuy,
Río Magdalena, Costa Pacífica, Región Central, Amazonia.
28
Datos y comentarios de entrevista con el Dr. Emilio Rodríguez, Sub
Director Técnico del Sistema de Parques Nacionales Naturales.
29
Entrevista Enrique Vega, Jefe Área de Estudios Técnicos. CONIF.
30
Entrevista con Miguel Rodríguez, Director Forestal y de Recursos
Naturales. Pizano S.A.
31 Entrevista con Jorge Forero, Ing.
Forestal, ex consultor de FAO, OIMT y DNP.
32 Ley 70 de 1993 entregó a comunidades
negras la propiedad colectiva sobre tierras estatales en las zonas de la Cuenca
del Pacífico.
33 Alerta por Palmicultura en el Bajo
Atrato. Fundación Beteguma, Gonzalo Díaz .www.citara.ipfox.com
34
Entrevista con Rubén Darío Guerrero, Dirección de Ecosistemas, Ministerio
de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
35 Entrevista con Miguel Rodríguez.
Director Forestal y de Recursos naturales. Empresa Pizano S.A.
36
Entrevista con Enrique Vega, Jefe Área de Estudios Técnicos. CONIF
37
Entrevista con Paolo Lugari, Director del Proyecto Las Gaviotas.
38
Entrevista con Julio César Alzate, Secretario de la Cadena Productora de
Caucho.
39
Entidad de investigación adscrita al Ministerio del Ambiente, que trabaja
específicamente el tema de biodiversidad.
40 Evaluación de la Oferta y la Demanda
Nacional de Productos Forestales Maderables y No Maderables. Lozano Gerardo,
Acosta Israel et al. Tecniforest- Ministerio del Medio Ambiente. 1999
41
Política de Bosques. CONPES 2834 de 1996.
42 Viabilidad para la Creación de un Fondo
Parafiscal en el Sector Forestal. CONIF- Acosta Israel et al. Enero 2003
43
Evaluación de la Oferta y la Demanda Nacional de Productos Forestales
maderables y no Maderables. Tecniforest – Lozano Gerardo, Acosta Israel et al.
1999 .
44
Evaluación de la Oferta y la Demanda Nacional de Productos Forestales
Maderables y No Maderables. Tecniforest- Ministerio del medio Ambiente. Lozano
Gerardo, Acosta Israel et al. 1999.
45 Datos de la
Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón. ANDI - Bogotá.
46
La Ley 99 de 1993 que creó el Ministerio, igualmente definió varias
entidades adscritas y vinculadas a éste. De relevancia para el sector forestal
son: (i) el IDEAM, responsable del levantamiento y manejo de la información
científica y técnica sobre los ecosistemas, de establecer bases técnicas para
clasificar y zonificar el uso del territorio nacional, y de dar seguimiento a
los recursos biofísicos del país, entre otras cosas; (ii) el Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos “Alexander Von Humboldt” , responsable de
la investigación básica y aplicada de los recursos genéticos de flora y fauna y
del inventario científico de la biodiversidad, entre otras; (iii) el Instituto
Amazónico de Investigaciones Científicas “SINCHI”, responsable de la
investigación científica relacionada con la realidad biológica social y
ecológica de la región amazónica; y (iv) el Instituto de Investigaciones
Ambientales del pacífico “John Von Neumann” para la investigación del medio
ambiente del Litoral pacífico y del Chocó Biogeográfico.
47
Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal – CONIF.
Reuniones técnicas para revisar la Misión y Visión de CONIF. Diciembre 2002 –
Mayo 2003.
48 Colombia: situación y perspectivas de
la agricultura y el medio ambiente rural. Lanzamiento del Programa Agrovisión
2025. Dr. Luis Arango, Viceministro de Agricultura. Bogotá Abril 2002.
49
Sector Forestal Colombiano; fuente de trabajo y bienestar social. CONIF.
Marzo 2003.
50 VI Congreso Nacional Forestal 1994.
Situación de la Investigación Forestal en Colombia. De Las Salas Gonzalo.
51
Entrevista con Gonzalo Arango, Subdirector de Ecosistemas. IDEAM.
52
Plan de Acción Forestal Nacional. Documento preparado por Víctor Giraldo,
Vicepresidente del Grupo Smurfit Cartón de Colombia. Agosto 2002.
53
Diagnóstico Nacional sobre la problemática de los incendios forestales en
Colombia y la percepción del público en general en cuanto a las acciones de
divulgación e información adelantadas a nivel nacional y regional. Ministerio
del Medio Ambiente. 2000 .
54 Plan Nacional de Prevención, Control
de Incendios Forestales y Restauración de Áreas Afectadas. Ministerio del
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 2003 .
55 El Decreto 2211
de 1997,establece en su Artículo segundo, “que como fuentes financieras para el
Fondo Nacional de Bomberos, se cuenta con el 1% sobre el valor pagado de las
pólizas de seguro, que amparen el riesgo de incendio así como las partidas que
se asignen; y las donaciones Nacionales e Internacionales. Igualmente precisa
sobre otras fuentes de financiación.”
56 Entrevista con la
Ing. Forestal Olga Ospina, coordinadora del tema en el Ministerio del Ambiente,
Vivienda y Ordenamiento Territorial.
57 Instituto
Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales; creado en la Ley 99 de 1993 y
adscrito al Ministerio del Medio Ambiente y una de cuyas funciones es dirigir y
coordinar el Sistema de Información Ambiental Nacional y el Sistema de
Estadística Forestal - SEF.
58 Sector Forestal Colombiano. Fuente de
Trabajo y Bienestar Social. CONIF. Marzo 2003.
59 Opus Cit 15
60
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Características y
Estructuras del sector Forestal, Madera, Muebles en Colombia. Agosto 2002.
61
Bases de Datos de la Dirección de Desarrollo Empresarial. Departamento
Nacional de Planeación.
62 DANE