Practicas para el control de la desertificacion y el mejoramiento de la produccion ganadera


Back to contents - Previous file - Next file


Tasa de ocupación o carga animal apropiada
Sistemas de pastoreo
Pastoreo durante todo el año
Pastoreo estacional
Decisiones diferidas
Métodos sistematizados
Uso comunal
Flexibilidad de la tasa de ocupación
La suplementación
Integración de pastizales naturales y cultivados
Utilización de los subproductos agrícolas e industriales
Pastizales suplementarios
Pastoreo comunal
Combustibles alternativos
Resiembra artificial
Control de matorrales
Métodos mecánicos
Métodos químicos
Quema prescrita o controlada
Métodos biológicos


Se han desarrollado numerosas prácticas de manejo de pastizales desde que esta ciencia se originó hace unos cincuenta años, y otras se están desarrollando. Estas prácticas están orientadas al control de la desertificación y a obtener la máxima producción animal de manera económica y sostenida. Se requiere urgentemente la aplicación de los principios de estas prácticas en la región, aunque habrá variaciones en los aspectos específicos.. Los síntomas de desertificación se encuentran ampliamente extendidos y la producción media de los rumiantes es lastimosamente baja. De las regiones donde se consume carne, sólo Africa tiene niveles de producción inferiores a los de la región de América Latina y el Caribe. Se incluye una breve reseña de la situación de la producción ganadera para reiterar la necesidad urgente de implementar prácticas acertadas de manejo de pastizales y ganado.

El ganado vacuno es, sin duda, el componente más importante de la industria ganadera de la región. Esto se debe principalmente a las vastas áreas de pastoreo que tienden más a la producción de ganado vacuno que a otros tipos de rumiantes. Tradicionalmente, también se ha dado preferencia al ganado vacuno sobre los rumiantes pequeños. Aproximadamente el 85 % de las 325 millones de cabezas de ganado vacuno de la región se encuentran en Argentina, Brasil, Colombia, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela. La producción promedio por cabeza de ganado vacuno sólo alcanza a 30 kgs. equivalente en canal. Este bajo nivel de productividad se debe principalmente a las bajas tasas de reproducción, las altas tasas de mortalidad y a los prolongados períodos de engorda. Un estudio de la información proveniente de once paises en la consulta de expertos de la FAO para el Mejoramiento de la Eficiencia Reproductiva del Ganado Vacuno en América Latina, reveló que la cosecha promedio de terneros fluctuaba entre 50 y 55% con un porcentaje tan bajo como el 40% en el noreste de Brasil hasta uno tan alto como el 63% en Argentina. La primera parición normalmente tiene lugar entre los 3 y 4 años de edad y el intervalo de parición excede los 400 días. A causa de esta baja eficiencia reproductiva combinada con la alta mortalidad de terneros, es casi imposible mejorar la productividad porque resulta en: (1) un número insuficiente de animales para la venta para justificar las inversiones orientadas a un mejor manejo del hato y (2) una cantidad demasiado baja de hembras de reemplazo limita el progreso genético.

Esto se ve agravado por los períodos prolongados de engorda en pastizales tropicales, con duraciones de cuatro a seis años para alcanzar el peso de matanza. En consecuencia, los hatos tienden a incluir un alto porcentaje de machos en desarrollo. Como resultado de ello, el porcentaje de vacas de cría en los hatos nacionales tiende a ser bajo. Las tasas de extracción son bajas, fluctuando entre aproximadamente el 10% en Paraguay hasta el 20% en Argentina. La baja eficiencia reproductiva se debe a una multitud de factores interrelacionados tales como la nutrición inadecuada, el estrés climático, el mal manejo de los hatos, las enfermedades, las razas, y el mal desarrollo fisiológico reproductivo en la forma de esterilidad, pubertad tardía y otros. El hombre puede influenciar todos estos factores, excepto el estrés climático. Existen numerosos ejemplos de hatos bien manejados en la región cuyas tasas reproductivas alcanzan al 80% o más con tasas anuales de extracción del 20% y más. Estos resultados se obtuvieron mediante la nutrición mejorada, la utilización de vigor híbrido y el manejo apropiado de los hatos.

Los índices de productividad del ganado lechero, las ovejas y las cabras y probablemente de las alpacas y llamas son similares a los del ganado para carne. Existen aproximadamente 34 millones de vacas lecheras en la región que producen un promedio de menos de 1000 litros de leche por vaca. La mayoría de las explotaciones lecheras de la zona tropical no se especializan en la producción de leche porque la mayor parte de las vacas que utilizan son de doble propósito, se ordeñan por temporada y, en muchos casos, sólo una vez al día. Sin embargo, hay una tendencia notable, especialmente en la cercanía de los centros de consumo para establecer operaciones lecheras intensivas y especializadas. La producción promedio de carne y lana lavada por oveja es de 3.5 y 1.6 kg. respectivamente. Las prácticas de producción y crianza de ovejas varian. En muchos paises se encuentra mayormente a nivel de subsistencia. Las ovejas se mantienen en pequeñas manadas y son llevadas a pastar durante el día principalmente por mujeres y niños o las mantienen atadas. No es común la práctica de la esquila sistemática. Los pequeños productores y sus familias sacan la lana durante todo el año y la hilan y tejen para producir telas.

Las empresas ovejeras comerciales para la producción de lana y carne existen principalmente en Argentina, el sur de Brasil, Chile, Uruguay y México que poseen el 75% de la población ovina de la región. Argentina es, sin duda, el mayor productor de ovejas de la región, la mayor parte de las cuales se cría en la Patagonia y en Tierra del Fuego. La baja eficiencia reproductiva y una alta mortalidad de corderos debido a la mala nutrición y a las condiciones climáticas adversas constituyen limitaciones importantes a la producción en esta zona. Existen muchas razas de ovejas de pelo adaptadas a las condiciones tropicales. Estas se encuentran en pequeñas explotaciones en los paises del Caribe, Venezuela, el nordeste de Brasil y México. Estas razas se distinguen por ser muy prolíficas y fecundas. Representan un recurso valioso para la producción de carne en las zonas tropicales. Sin embargo, las pérdidas por la muerte de corderos son muy altas, lo que contrapesa la ventaja de las pariciones múltiples.

La cantidad de cabras por explotación fluctúa desde dos a tres en los predios pequeños hasta varios cientos en las empresas grandes o en los rebaños semi-nómadas como los de la península de Guajira en Colombia y en la costa del Pacífico en Chile y Perú. La producción por animal es baja en general debido a la nutrición y al manejo inadecuado. Los perlados de lactancia de unos 160 días y el rendimiento diario de leche entre 200 y 300 gr. son comuna. Esto suma sólo 32 a 48 kg. de leche por hembra al año. Las pérdidas por muerte de cabritos, que alcanzan al 50% o más durante las primeras semanas de vida, también son comunes, así como los pesos medios al destete de 5 a 8 kg.

Las alpacas y llamas son de gran importancia económica para Perú y Bolivia debido a su capacidad para utilizar las tierras de pastoreo del Altiplano Andino a elevaciones superiores a los 4.000 m. donde es difícil criar ovejas y vacunos. Las llamas, de las cuales hay unos 3 millones en Bolivia, se utilizan como animales de carga, se aprovecha su carne y su pelo es utilizado por la industria artesanal para la fabricación de alfombras. La alpaca es valiosa por su fibra, carne y pieles. Perú, que tiene aproximadamente 2,9 millones de cabezas, es el productor más importante de alpacas seguido por Bolivia con 300.000 cabezas. Aproximadamente el 80% de las alpacas en Perú y todas la llamas en Bolivia son criadas por pequeños productores. Por lo menos 200.000 familias campesinas del Perú dependen de la crianza de la alpaca de una forma u otra. No existen datos sobre la productividad de estos animales. Sin embargo, se sabe que se encuentran debajo del potencial.


Tasa de ocupación o carga animal apropiada


Anteriormente se mencionaron dos formas de aumentar la producción ganadera y para controlar la desertificación: (1) aumentando la capacidad de pastoreo y (2) mejorando el rendimiento individual de los animales. La primera se describió en la sección "Condición de los pastizales en relación con la desertificación y la producción ganadera". La influencia del grado de utilización en la producción individual de los animales se ilustró en la figura 8 en la sección "Nutrición de las plantas de pastizales". Sin embargo, si uno tuviera que elegir un solo factor que afectara la productividad animal en mayor medida, ese factor tendría que ser la tasa de ocupación en relación con el grado de utilización. Por este motivo, aquí presentamos este aspecto en forma más detallada.

El uso apropiado es el grado de aprovechamiento del crecimiento de un año que, si se continúa, permitirá alcanzar los objetivos del manejo y mantendrá o mejorará la productividad del sitio en el largo plazo (SRM, 1989). Nuestros objetivos son los de detener y revertir la desertificación y obtener una producción ganadera máxima sostenida. La ocupación apropiada consiste en colocar una cantidad de animales en un área determinada que dará como resultado el uso apropiado al final de la temporada de pastoreo. La ocupación apropiada continua conducirá al pastoreo apropiado.

A los ganaderos les resulta difícil comprender la relación entre la tasa de ocupación y el rendimiento por animal. Sin embargo es muy simple. Los animales amanecen todas las mañanas con apetito y tienen necesidad de alimento igual que las personas. Necesitan consumir suficiente forraje durante el día para satisfacer sus apetitos y necesidades nutricionales. En cambio un pastizal sólo puede producir una cantidad determinada de forraje. Si el número de animales excede el suministro de forraje, se crea una competencia entre los animales por el forraje y todos se duermen en la noche con sus estómagos sólo parcialmente llenos. Estas insuficiencias diarias se acumulan y, eventualmente, conducen a un mal rendimiento. El axioma general de que con buen manejo y buena nutrición se obtendrán animales más productivos con mayor capacidad para resistir las enfermedades, los períodos temporales de subalimentación y las condiciones climáticas adversas no se podrá lograr con una sobreutilización continua.

La producción individual de los animales disminuye al aumentar la tasa de ocupación como se muestra en la figura 8, el cuadro 13 y la figura 16. El cuadro 13 muestra los resultados de un estudio de tasas de ocupación de largo plazo en una estación experimental en los EE.UU. El porcentaje de terneros obtenidos en condiciones de sobre-pastoreo fue 20 puntos inferior al obtenido en condiciones de sub-pastoreo y 19 puntos inferior que en el caso de pastoreo apropiado. Los pesos de los terneros a los 205 días fueron 56 kg. y 50 kg. inferiores que en el caso del subpastoreo y del pastoreo apropiado respectivamente. Mientras que la mayor producción por animal se obtuvo con la subutilización, la mayor producción por hectárea se obtuvo con el uso apropiado.

Las interpretaciones de los estudios sobre tasas de ocupación con clasificaciones cualitativas como intenso, intermedio (moderado) y liviano (sub) pueden inducir a error. Pareciera que los investigadores evitan el pastoreo destructivo en sus estudios, probablemente porque saben cuales serán los resultados. Por lo tanto, pastoreo "intenso. generalmente significa alrededor del 75 al 80% de utilización y el pastoreo destructivo daría como resultado reducciones drásticas en la producción individual (Véase la Figura 8). El moderado por lo general es de alrededor de 50 a 60% de utilización y el liviano es inferior a 50%.

Cuadro 13. Influencia a largo plazo del grado de utilización sobre la produción ganadera en la Estación Experimental de Miles City, Montana (EE.UU.) (De Valentine, et al., 1965).

GRADO DE USO
ITEM Sobre Apropiada Sub
% terneros (1) 70 89 90
Peso terneros a los 250 dfas-kg. 143 193 199
Producción/ha-kg. 10,6 13,9 11.5

(1) Porcentaje destetado sobre de la cantidad de vacas preñadas.

La influencia de la tasa de ocupación en la fertilidad de las vacas y el porcentaje de terneros obtenidos indicado, en la figura 16 fue proporcionado por un productor venezolano (Carrero Necker, 1990). La explotación estaba poblada con algo menos de 3.900 vacas en 1978 y la cantidad de terneros fue inferior al 35 %. En 1979 se inició un programa serio de reducción de la ocupación, y el porcentaje de terneros comenzó a aumentar. En 1983, alcanzó el punto máximo de alrededor de 65%, casi el doble que en 1979 con unas 600 vacas menos. La reducción en el número de vacas y terneros en 1984 se debió a una enfermedad, lo que constituye una buena razón por la cual el control de las enfermedades debe formar parte integral del manejo de hatos. Con el control de las enfermedades y el mejoramiento de los pastizales como resultado de las tasas de ocupación apropiadas y de otras medidas, en 1985 se inició un programa para aumentar las tasas de ocupación. La cantidad de terneros se ha mantenido sobre el nivel de 1978 con una cantidad muy inferior de vacas.

La "producción máxima, sostenida y económica de ganado" es uno de los objetivos del manejo de pastizales. Posiblemente la productividad máxima de animales individuales no sea la más económica. Probablemente la producción por unidad de tierra sea una medida mejor. Las interrelaciones entre la producción por animal y área en relación con las tasas de ocupación producen una curva en forma de campana lo que revela una tasa óptima con respecto a la producción por unidad de tierra. Esto se ilustra en el cuadro 13, la figura 8 y nuevamente en la figura 17. Esta relación también se puede demostrar matemáticamente. Jones y Sandland (1974) calcularon que se pueden esperar ganancias cero por animal cuando la tasa de ocupación es él doble de la requerida para una ganancia óptima por hectárea resultando en producción cero por hectárea, como se indica en la figura 17.

Los principios de la ocupación apropiada también se aplican a las ovejas, cabras, alpacas y llamas. En una explotación en Chile, la producción de leche de cabras criollas aumentó en 77% con mejor manejo, mejor nutrición y control de las enfermedades. En una estancia en la Patagonia, Argentina, la producción total de lana aumentó de alrededor de 85 mil toneladas a aproximadamente 95 mil toneladas con 13 mil ovejas menos. La reducción se hizo en forma gradual en el curso de cincuenta años y los aumentos en la producción de lana no se debieron tan sólo a los ajustes en las tasas de ocupación, sino también al mejor manejo y al mejoramiento genético.

Figura 16. Porcentaje de preñez, parturientas y cultivo de terneros con relación a la tasa de stock en un rancho de Venezuela (Carrero Necker, 1990).

Figura 17. La producción máxima de ganado por hectárea es alcanzada a un nivel óptimo que resulta en un uso apropiado. La producción disminuye drásticamente una vez que el nivel óptimo es excedido y puede alcanzar niveles cero a una tasa doblemente óptima.

Frente a la declinación de la producción animal y de las utilidades económicas a causa de la sobreutilización y la falta de conocimientos técnicos, se puede comprender por qué los propietarios de ganado piensan que la solución de sus problemas descansa en el aumento del ganado, cuando en realidad esto empeora las El adagio adagio animales - más producto. sencillamente no funciona cuando existe una sobreutilización En cambio, no es posible comprender cómo se puede medir el progreso nacional o regional sobre la base de los aumentos en la cantidad de ganado sin una provisión adecuada de nutrición. Por raro que parezca, ha producción de carne, leche y fibras aumentará con un menor número de animales en las tierras de pastoreo de la región. Además se dará un gran paso hacia el control de la desertificación.


Sistemas de pastoreo


Un sistema de pastoreo puede definirse como un proceso de manejar el pastoreo, definiendo los períodos de pastoreo y de descanso de los pastizales. También se puede definir como la manipulación del pastoreo del ganado con el fin de alcanzar un resultado deseado. Los científicos y aún los ganaderos han invertido mucho tiempo en el diseño y prueba de diversos sistemas con resultados variados.

En el diseño de sistemas de pastoreo se toman en consideración numerosos factores diferentes. Uno es el de evitar en lo posible los efectos nocivos de la defoliación durante la etapa más vulnerable del crecimiento de la planta como se indica en la figura 7. Las plantas dependen casi por completo de las reservas de carbohidratos durante estos períodos y éstas no serán reemplazadas mientras no haya una superficie foliar adecuada para ello. La defoliación durante estos períodos vulnerables tiene un efecto adverso sobre la salud de la planta, en el crecimiento y en la producción de forraje del año en curso y de años futuros.

Los sistemas que intensifiquen la sucesión secundaria y el mejoramiento de 1a condición del pastizal constituyen otra consideración importante. Como se explicó anteriormente la sucesión no puede tener legar sin emigración, "ecesis" y agregación. En primer término es necesario algún tipo de descanso para que las especies deseables y menos deseables produzcan semillas u órganos de reproducción vegetativa. En segundo término, es necesario algún descanso para que tengan éxito la emigración, la "ecesis" y la agregación.

Otras consideraciones se refieren a sistemas que, (1) reducirán la frecuencia del pastoreo, (2) darán como resultado un uso más eficiente de los recursos forrajeros, (3) crearán reservas forrajeras para ser utilizadas durante la temporada de receso del crecimiento, (4) reducirán costos, (5) favorecerán la vida silvestre y (6) asegurarán niveles aceptables de producción ganadera. luego que el detener y revertir la desertificación constituye el objetivo de mayor importancia.

Los sistemas de pastoreo no son una panacea. La columna vertebral de todo sistema es una tasa apropiada de ocupación y ningún sistema tendrá éxito sin ella. Mi experiencia ha sido ver muchos sistemas de pastoreo de rotación diferida que causaron más daño que beneficio debido a que las tasas de ocupación no eran apropiadas. No existe un sistema ideal apto para todas las situaciones. No es el propósito de ate documento comparar los méritos y defectos de algunos de los sistemas, especialmente de los sistemáticos. Presentamos algunos de los sistemas más conocidos que son aplicables en alguna parte de la región dependiendo de las circunstancias. Será necesario introducir modificaciones para adoptarlos a las condiciones locales y aún se podrían desarrollar sistemas mejores.


Pastoreo durante todo el año


Esto se refiere a tierras de pastoreo que se utilizan o pueden ser utilizadas durante todo el año. Pastoreo durante todo el año es la utilización continua de 105 pastizales por todo un año calendario. Existe evidencia de que con tasas de ocupación apropiadas y continuas es posible mantener pastizales en condiciones buenas y excelentes. Esto también es cierto en el caso de las condiciones mala y regular, pero la mantención de éstas no deberá ser un objetivo. El pastoreo apropiado continuo, o aún el pastoreo más liviano, no conducen a la sucesión progresiva. La cantidad de plantas menos deseables es limitada y la de las plantas deseables lo es aún más. Dado que los animales comen lo que les gusta primero, eligen y pastorean continuamente las especies deseables, impidiendo su reproducción. Lo mismo sucede con las plantas menos deseables en menor medida. Por lo tanto es necesario algún tipo de aplazamiento para permitir la propagación de las especies deseables y menos deseables.


Pastoreo estacional


Algunos pastizales no se pueden o no debieran ser pastoreados durante todo el año por diversas razones; la topografía, la nieve, las inundaciones, patrones estacionales de crecimiento y otras. Un sistema de pastoreo estacional es aquél en que la utilización está, o debiera estar, restringida a temporadas especificas. Es posible encontrar ejemplos de tierras de pastoreo estacional en las zonas montañosas y las sabanas húmedas (llanos) de la región. El período apropiado de pastoreo para un pastizal estacional es breve y los intentos por utilizarlo por períodos más largos producen deterioro y malos rendimientos del ganado.

Los métodos apropiados de pastoreo estacional no están sistematizados en el sentido de que el ganado sea trasladado en fechas fijes. No se deberá colocar el ganado en un pastizal estacional antes que éste se encuentre apto, a decir que haya alcanzado una etapa de crecimiento en que se pueda iniciar el pastoreo sin causar daño a la vegetación ni al suelo. Con el mismo razonamiento, no deberán permanecer en un pastizal estacional hasta que el forraje haya sido consumido completamente. Se debe dejar algún crecimiento en beneficio de las plantas y en beneficio del medio ambiente. Los sistemas de pastoreo de rotación o de rotación diferida se pueden superponer a algunas unidades de un sistema de pastoreo estacional para asegurar la utilización oportuna y para promover el mejoramiento de la vegetación.


Decisiones diferidas


Ya se ha visto que los sistemas de pastoreo estacional entrañan alguna toma de decisiones. Los sistemas de pastoreo diferido o rotación diferida, basados en decisiones, también pueden constituir una forma eficaz y económica de mejorar los pastizales de todo el año. Las decisiones pueden estar basadas en diversas u observaciones tales como la condición del pastizal, la tendencia de la condición del pastizal, el grado de utilización, la preparación del pastizal, la condición del ganado, el vigor de las plantas y la pluviosidad. La pluviosidad no es uniforme en las regiones áridas y semiáridas. Puede llover mucho en un lugar y muy poco o nada en otros lugares. Puede lleva más en un área de una explotación que en otras. La decisión de diferir se puede tomar de acuerdo con ello. Es obligatoria la postergación después de algunas prácticas físicas de mejoramiento tales como la resiembra y el control del matorral.

La decisión diferida requiere una visión capacitada que la mayor parte de los propietarios de ganado no poseen. Normalmente se requiere asistencia técnica y capacitación de los ganaderos para la implementación en gran escala de sistemas de pastoreo con decisiones acertadas, y en la región no se dispone de dichos servicios. Esto es muy desafortunado porque este método de manejo de pastizales y de ganado puede ser una forma muy eficaz de controlar la desertificación y de mejorar la producción a bajo costo. Una razón por la cual se diseñan métodos costosos de pastoreo sistemático es la carencia de "visión capacitada y entendida..