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foro mundial fao/oms de autoridades de reglamentación
sobre inocuidad de los alimentos

Marrakech, Marruecos, 28 - 30 de enero de 2002

Mejora de la eficiencia y transparencia
en los sistemas de inocuidad de los alimentos:
compartir experiencias

APÉNDICE III

DISCURSOS INAUGURALES DE LA FAO Y LA OMS



Dr. Jacques DIOUF - Director General, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

Excelentísimos señores,
Señoras y señores:

En primer lugar, desearía expresar mi agradecimiento a Su Majestad el Rey Mohammed VI y a su Gobierno, por habernos invitado amablemente a celebrar el Foro Mundial FAO/OMS de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos en la encantadora e histórica ciudad de Marrakech.

La seguridad alimentaria es una de las máximas prioridades de la FAO. La alimentación - y la alimentación adecuada - de centenares de millones de personas que sufren hambre y malnutrición requiere atención no sólo a sus necesidades de calorías sino también a las cuestiones relacionadas con la calidad.

Varios millones de personas sufren o mueren cada año por enfermedades transmitidas mediante los alimentos. Esta situación inaceptable exige una pronta y eficaz acción correctora. Se trata no sólo de un imperativo por razones de salud y de economía sino también de una responsabilidad moral.

La inocuidad de los alimentos afecta a todos los participantes en la cadena de la alimentación, desde los productores primarios hasta los consumidores, ya que los alimentos pueden estar contaminados por agentes patógenos en cualquier eslabón de la cadena. Por ello, las medidas más eficaces y, con frecuencia, menos costosas deben tratar de impedir esta contaminación en su origen.

Las últimas crisis alimentarias han puesto de manifiesto la responsabilidad de la agricultura y de los agricultores en la inocuidad de los alimentos. Su participación en la resolución del problema es, por lo tanto, algo más que un requisito; es un deber. La responsabilidad de la inocuidad de los alimentos debe ser compartida también por el sector privado, los consumidores y las autoridades públicas, que deben colaborar para establecer reglamentos acertados, instituciones adecuadas, capacidades comprobadas y controles eficaces.

Finalmente, la inocuidad de los alimentos es una responsabilidad común de los países tanto desarrollados como en desarrollo. Con la creciente globalización del comercio de productos alimenticios, los requisitos sanitarios aplicados por los países importadores deben tratar de proteger a los consumidores y de no levantar obstáculos técnicos al comercio. Obviamente, la inocuidad de los alimentos es responsabilidad de todos. Por ello, insto a los países desarrollados a que ofrezcan a los países en desarrollo apoyo técnico y financiero.

La FAO está dispuesta a contribuir señaladamente a establecer un sistema integrado de inocuidad de los alimentos, en cooperación con la OMS y otros organismos internacionales competentes. La inocuidad de los alimentos, inseparable de la seguridad alimentaria, es un derecho inalienable de cada individuo y requiere un esfuerzo de comprensión, comunicación y cooperación.

Estoy convencido de que este Foro representará un verdadero avance en el intento de garantizar que todos tengan acceso a alimentos inocuos. Por ello, les deseo el mayor éxito en sus deliberaciones.

Dra. Gro Harlem BRUNDTLAND - Directora General
Organización Mundial de la Salud


Excelentísimos Señores Ministros y queridos participantes:

Es para mí una gran satisfacción poder dirigirme a ustedes en la inauguración de este primer Foro Mundial FAO/OMS de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos.

Se trata de un acontecimiento innovador y apasionante. La inocuidad de los alimentos es una prioridad fundamental de la salud pública en todo el mundo. Es una de las actuales prioridades de la OMS. No hace mucho, la seguridad alimentaria - como el tabaco - se consideraba un problema de lujo del mundo industrializado, no algo en que valiera la pena gastar los valiosos recursos financieros internacionales. Afortunadamente, ese malentendido ha cambiado en relación con el tabaco; ustedes están ayudando a que ocurra otro tanto con la inocuidad de los alimentos.

La OMS estima que cada año 2,1 millones de personas mueren de diarrea, causada sobre todo por los alimentos o el agua, y que incluso en los países desarrollados hasta un tercio de la población sufre todos los años alguna enfermedad transmitida por los alimentos. La inocuidad de los alimentos es una prioridad mundial, no sólo porque estos problemas afectan a todo el mundo, sino porque tienen una importante influencia en la salud y el desarrollo a escala mundial.

Muchos países están registrando importantes aumentos de las enfermedades transmitidas por los alimentos. Ello nos demuestra que los sistemas de inocuidad de los alimentos no están a la altura de los cambios ocurridos en los riesgos microbiológicos y químicos, las nuevas pautas de consumo de los alimentos y la creciente urbanización, los nuevos métodos de producción y la nueva tecnología, o incluso la globalización del comercio de alimentos.

Debemos reflexionar sobre estas tendencias. Tenemos que mejorar nuestros sistemas y evitar repetir los errores del pasado. La OMS, junto con la FAO y nuestros Estados Miembros, están haciendo todo lo posible por elaborar nuevas estrategias preventivas, basadas en las pruebas disponibles, para reducir el riesgo de enfermedades. Esta labor se centra en el conjunto de la cadena de producción de alimentos. Promovemos un marco de análisis de riesgos abierto y transparente, y en particular un diálogo con los consumidores. Alentamos la colaboración interdisciplinar en todo momento, desde la granja hasta la mesa.

Pero la teoría no basta. La experiencia nacional en la aplicación de nuevos medios de prevención y respuesta a los riesgos alimentarios será el parámetro para determinar el éxito. Aquí es donde interviene el Foro Mundial. Necesitamos compartir nuestras experiencias, positivas o negativas, para que los futuros sistemas de inocuidad de los alimentos puedan mejorar y evitar los errores del pasado. Me alienta el amplio interés mundial por esta reunión, tanto en lo que se refiere a la participación como a la presentación de informes de los países.

Deseo que este Foro sea todo un éxito, y espero con interés continuar colaborando con ustedes en el futuro en este sector crítico de la salud pública.

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