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Cereales secundarios

Introducción

Las proyecciones relativas a los cereales secundarios consisten en la agregación de tres proyecciones distintas: maíz; sorgo y mijo; otros cereales secundarios, incluidos la cebada, la avena, el centeno; y otros cereales de menor importancia. En total, se prevé que el comercio internacional de cereales secundarios aumentará en un 15 por ciento en 2010, o sea alrededor de 15 millones de toneladas, con respecto a la media del período base (1998-2000). Esto se compara con un crecimiento prácticamente nulo registrado en el comercio mundial durante el decenio anterior, debido principalmente a que algunos países pasaron de ser importadores netos en los años 1980 a ser exportadores netos en los años 1990, principalmente entre las economías en transición (Europa oriental y la Comunidad de Estados Independientes - CEI -), una pauta que debería continuar durante el período que abarcan las proyecciones. Se prevé que casi todo el crecimiento de la demanda de importaciones se producirá en los países en desarrollo, principalmente para su utilización como piensos pero también para el consumo humano, aunque se prevé que el consumo humano de cereales secundarios por habitante disminuirá un poco. Según las proyecciones, las existencias mundiales de cereales secundarios se contraerán en comparación con el período base, en consonancia con el proceso de liberalización del mercado y del comercio que se está produciendo en algunos países.

Producción

Según se prevé, la producción mundial de cereales secundarios aumentará en un 13 por ciento en el presente decenio, una tasa de crecimiento semejante a la de los años 1990 que se espera alcanzar a través del aumento de los rendimientos medios (7 por ciento más) combinado con el de la superficie sembrada (5 por ciento más). En el caso de la superficie cultivada con cereales secundarios, la tasa de crecimiento prevista indica una recuperación con respecto al crecimiento negativo registrado en el decenio anterior. En conjunto, la superficie de cereales secundarios prevista para los países desarrollados se mantiene en el nivel del período base, invirtiendo la reducción registrada durante el decenio anterior en el que las políticas de algunos de los principales exportadores de cereales secundarios restringieron la superficie sembrada. También se redujo la tierra dedicada a la producción de cereales secundarios en los países en transición durante el decenio anterior, pero se prevé una ligera recuperación para el año 2010. Por lo tanto, la mayor parte de la expansión de la superficie mundial sembrada con cereales secundarios debería de producirse en los países en desarrollo, especialmente África (sobre todo Nigeria, Sudán) y en la región de América Latina y el Caribe (sobre todo Brasil).

Con respecto a los países en desarrollo, las perspectivas para la producción continúan estando sujetas a la presión de la disminución de las tierras cultivables y a la creciente escasez de agua. En particular, es probable que en el futuro los países en desarrollo de Asia dependan más de los aumentos de la productividad que del incremento de las tierras cultivables, que se supone se enfrentarán con más limitaciones (agua, urbanización) que en otras partes del mundo en desarrollo. Se supone que las mejoras de la productividad se producirán principalmente gracias a una amplia adaptación de las tecnologías corrientes de los productores de los países en desarrollo y a la reactivación de la productividad en los países de la CEI y de Europa oriental. En realidad, en estos dos últimos grupos los rendimientos descendieron tras las reformas políticas y económicas introducidas en la ex Unión Soviética y en los países pertenecientes a su esfera de influencia.

Consumo

En general, se prevé una disminución del crecimiento del consumo humano de cereales secundarios, excepto en algunas partes de África en las que constituye una parte integrante de las dietas locales, que incluyen maíz, sorgo, mijo, y algunos cereales tradicionales producidos en dichas zonas.[6] El aumento más fuerte de la demanda se prevé en el sector de los piensos. También es probable que registren una expansión relativamente fuerte algunas otras utilizaciones de los cereales secundarios, destinados especialmente a aditivos para combustible y a bebidas alcohólicas.

Aproximadamente dos terceras partes de la utilización total mundial de cereales secundarios son para piensos, los cuales, según se prevé, aumentarán en un 13 por ciento durante el período que abarcan las proyecciones. La demanda de piensos en los países en transición, sobre todo de maíz y cebada, combinada con el crecimiento continuo y fuerte registrado en los países en desarrollo, aunque a un ritmo más lento que durante los años 1990, debería de absorber la mayor parte del incremento mundial registrado en el presente decenio en la utilización de cereales secundarios para piensos. Entre los países en desarrollo, se prevé que los incrementos previstos en el crecimiento económico y la urbanización continuarán promoviendo cambios en las preferencias alimentarias hacia una alimentación basada en proteínas, lo cual dará lugar a una mayor demanda de cereales forrajeros. En los países en transición, que durante el decenio anterior experimentaron fuertes disminuciones en el sector de la demanda de cereales, se prevé que en el presente decenio se recuperará la utilización de piensos. El crecimiento de la demanda de piensos debería de seguir siendo moderadamente fuerte en los países desarrollados, sólo ligeramente inferior al del decenio anterior.

Según las proyecciones, el consumo humano mundial de cereales secundarios continuará aumentando, aunque debido totalmente al crecimiento demográfico, ya que el consumo humano medio por habitante continuará bajando de 29 kilogramos en el período base a 28 kilogramos en 2010. La disminución mayor del consumo humano por habitante se registra entre los países en desarrollo, principalmente de Asia y América Latina y el Caribe. En África, los países en desarrollo deberían reducir sólo un poco su ingestión anual individual de 75 kilogramos. El aumento de los ingresos y la creciente urbanización contribuirán, según se prevé, a que la demanda se desplace desde el consumo humano de cereales secundarios, especialmente maíz, sorgo y mijo, hacia alimentos con más proteínas, más convenientes, y más fáciles de preparar. Se prevé que la demanda de cereales secundarios para otros usos, especialmente para usos industriales y como sucedáneos de los productos existentes, se mantendrá relativamente fuerte. Los cereales secundarios se utilizan para hacer almidón, cerveza y como sucedáneos del azúcar de caña, así como en la producción de productos adhesivos y de alcohol para aditivos del petróleo.

Comercio

Según las proyecciones, el comercio mundial de cereales secundarios alcanzará los 119 millones de toneladas aproximadamente, frente a una media de 104 millones de toneladas correspondientes al período base. La mayor parte del incremento corresponde al maíz, que en 2010 aumentará 11 millones de toneladas a 85 millones de toneladas. Se prevé que los países en desarrollo como grupo aumentarán sus importaciones de cereales secundarios en 10 millones de toneladas, principalmente en Asia, para satisfacer una fuerte demanda prevista en el sector de los piensos. Las importaciones totales de las economías en transición se mantendrían sin modificaciones con respecto a la media de 4,3 millones de toneladas del período base.

Entre las principales regiones exportadoras de cereales secundarios, América del Norte podría aumentar las exportaciones en 14,5 millones de toneladas a 74 millones de toneladas, tras el crecimiento muy reducido registrado durante el decenio anterior. También se prevé que las exportaciones sudamericanas aumentarán en aproximadamente un 38 por ciento durante el corriente decenio, dando lugar a un aumento de su participación en el mercado mundial. En cambio, se prevé una disminución de las exportaciones de Europa occidental, lo que modifica radicalmente los aumentos registrados durante los años 1990. Las exportaciones de cereales secundarios de los países en transición continuarán aumentando hasta alcanzar los 8 millones de toneladas en 2010, mejorando su posición de exportadores netos.

Es probable que los Estados Unidos aumenten su cuota mayoritaria del mercado mundial de cereales secundarios de 54 por ciento en el período base a 58 por ciento en 2010, principalmente en el sector del maíz. Otros de los países que aumentarían notablemente sus exportaciones netas son Australia, Brasil, Canadá, Hungría, Kazajstán, la Federación de Rusia, Sudáfrica y Ucrania. Es probable que la mayor parte del aumento de las exportaciones de los Estados Unidos provenga de China que, según las proyecciones, se convertirá en un importador neto de maíz a partir de su actual posición de exportador neto (13 millones de toneladas exportadas en 2002/03). Hasta ahora, la entrada de China en la OMC no ha sido vinculante para sus exportaciones de maíz ni ha promovido importaciones en virtud de su compromiso de contingentes arancelarios (7,2 millones de toneladas para 2004). A un plazo más largo, la posibilidad de que la producción interna cubra la creciente demanda interna, sobre todo de piensos, será el factor principal que determine la posición neta de China en el sector comercial.

Asia sudoriental aumentará con toda probabilidad su participación en el mercado mundial de importaciones a 23 por ciento, debido principalmente al cambio de la posición neta de China en el sector del comercio, mientras que otros de los principales países importadores mantendrían sus cuotas históricas, tales como México (10 por ciento), Arabia Saudita (6 por ciento) y Egipto (4 por ciento). El Japón, el mayor mercado mundial de cereales secundarios (20 por ciento), podría experimentar una disminución de la demanda de importaciones debido a su crecimiento económico relativamente lento previsto para el período abarcado por las proyecciones (en comparación con otros países de la OCDE).

Existencias y precios

Se prevé que al término de las campañas las existencias de cereales secundarios disminuirán ulteriormente ya que los gobiernos están tratando de liberarse del sostenimiento directo de la producción y de los precios de mercado y de limitar sus riesgos financieros reteniendo menos excedentes. Para 2010, las existencias remanentes mundiales de cereales secundarios, como porcentaje de la utilización total, podrían descender a 22 por ciento, frente al 28 por ciento del período base. Aunque no tan decisivos para la seguridad alimentaria mundial como las existencias de trigo y arroz, los cereales secundarios todavía se consideran como alimentos básicos en muchos países, especialmente algunos de los más aquejados de inseguridad alimentaria. Sin embargo, dado que se prevé que más países surgirán como exportadores netos de cereales secundarios en 2010, es posible que el efecto de la disminución de las existencias en la seguridad alimentaria mundial se amortigüe mediante la diversificación de los suministros exportables.

Según las previsiones, los precios reales de los cereales secundarios se mantendrían en 2010 cercanos a la tendencia descendente. Se prevé que en 2010 los precios internacionales deflactados del maíz serán superiores en alrededor del 1 por ciento a los precios del período base, mientras que los del sorgo/mijo y otros cereales secundarios podrían ser inferiores en un 1-2 por ciento al nivel medio del período base. En términos nominales, las proyecciones de los precios internacionales del maíz para 2010 representarían un mejoramiento considerable respecto de los precios deprimidos del período base.

Problemas e incógnitas

La producción de cereales secundarios en la UE y en algunos países en transición podría verse limitada como consecuencia de la reforma de la PAC. Partiendo de los análisis más recientes ofrecidos por la Comisión Europea (CE), la superficie dedicada a cereales secundarios en la UE (15) podría reducirse en virtud de las propuestas de la reforma, en comparación con una proyección de referencia a 2009/10, que va desde una disminución de alrededor del 1 por ciento para la cebada hasta una pérdida máxima del 9 por ciento correspondiente al centeno[7]. La intervención en el mercado del centeno quedará abolida en virtud de la reforma de la PAC (Comisión Europea-2003a). Como consecuencia de la reforma de la PAC, se previó que la producción de cereales secundarios de la UE (15) descenderá alrededor del 2 por ciento en 2009/10 en comparación con el período base. Aún cuando las proyecciones se hicieron para la UE ampliada (25), la superficie sembrada con cereales secundarios será todavía menor que la del período base, excepto para la cebada, que es el cereal más importante entre los diez nuevos miembros de la UE.

Con la ampliación de la UE, el comercio de cereales secundarios de la UE podría apartarse de las proyecciones básicas. Muchos de los grandes exportadores de cereales secundarios de la región se hallan entre los nuevos miembros, y se verán afectados por las reformas de la PAC y por cualquier decisión que se tome sobre las subvenciones a las exportaciones durante la actual ronda de negociaciones de la OMC. Aunque todavía no se ha decidido el programa definitivo de las reducciones de las subvenciones a las exportaciones, la cebada será el cereal secundario más afectado, según la Comisión de la UE. Además, si la actual fuerza del euro se mantiene a medio plazo, ello podría ejercer una presión al alza sobre los precios de exportación de los cereales secundarios de la UE.

En cuanto al comercio mundial de cereales secundarios, el papel de China tendrá una importancia fundamental para el futuro. China se ha convertido en uno de los mayores exportadores mundiales de cereales secundarios, especialmente maíz. A pesar de los compromisos asumidos al entrar en la OMC, sus importaciones de cereales secundarios se han mantenido en 2-3 millones de toneladas en los últimos años. La suposición actual es que el país no puede continuar recurriendo a sus existencias para satisfacer la demanda interna y las exportaciones, y tendrá que importar volúmenes mayores a medio plazo. Sin embargo, el volumen real y el calendario de esas importaciones están sujetos a muchas incertidumbres y especulaciones.

En cuanto al volumen de las importaciones, es improbable que las importaciones de cereales secundarios de China excedan los 8 millones de toneladas, que representan el 5 por ciento del consumo interno previsto, lo cual está en consonancia con el objetivo gubernamental de un 95 por ciento de autosuficiencia. Por lo que se refiere al momento en el que China se convertirá en un importador neto de cereales secundarios es más difícil de prever, aunque podría realizar alguna actividad importadora una vez que vuelva a negociar sus compromisos de contingentes arancelarios en 2005.

La adopción de semillas modificadas genéticamente no constituirá, según se prevé, una diferencia considerable en la producción mundial de cereales secundarios durante el período abarcado por las proyecciones. La mayor parte de las características de los productos modificados genéticamente se ha concebido para reducir los costos de producción, principalmente a través de la resistencia a los insectos y la tolerancia a los herbicidas, más que a través del mejoramiento de los rendimientos, aunque hay algunos indicios de que los rendimientos medios han mejorado con la adopción del maíz modificado genéticamente. En 2002 se plantaron alrededor de 12 millones de hectáreas de maíz modificado genéticamente, lo que representa alrededor de un 9 por ciento del total mundial. El maíz modificado genéticamente ha sido adoptado primordialmente por los productores comerciales de los Estados Unidos y la Argentina, que son los dos exportadores mayores. Sin embargo, la actual controversia relacionada con la aceptación de alimentos y piensos basados en cultivos modificados genéticamente probablemente limitará su adopción a medio plazo.


[6] En la región subsahariana, cuatro quintos de la utilización de cereales secundarios se destinan al consumo humano directo.
[7] En el caso del centeno, la intervención se aboliría con la reforma de la PAC. Véase “Reform of the common agricultural policy: A long-term perspective for sustainable agriculture - Impact analysis” de la Dirección General de Agricultura, de la Comisión Europea, marzo de 2003.

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