En el presente informe, elaborado a petición del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, se exploran las tendencias, limitaciones y perspectivas de la participación y el empleo juveniles en la agricultura y en sistemas agrícolas sostenibles. El mundo en el que vive la juventud actual se enfrenta a múltiples crisis convergentes, en especial a las vulnerabilidades relacionadas con el cambio climático y ambiental y las desigualdades globales en materia de seguridad alimentaria, nutrición, empleo y bienestar humano, que se han visto acentuadas por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). La necesidad de transformar de manera radical los sistemas alimentarios locales y mundiales nunca ha sido tan acuciante.
En
este informe se evalúa la situación actual de la participación y el empleo
juveniles en los sistemas agrícolas y alimentarios con miras a definir las
principales limitaciones y desafíos que restringen la capacidad de los
jóvenes para contribuir a la configuración de los sistemas alimentarios y
alcanzar medios de vida dignos derivados de ellos. Se propone un programa
mundial para la juventud que, centrándose en el acceso a los recursos, el
conocimiento y el empleo y en el apoyo a la innovación social, convierte a
los jóvenes y a la juventud en conjunto en agentes activos del cambio de
los sistemas agrícolas y alimentarios. Se presenta un cambio de paradigma
que ayuda a concebir la participación y el empleo juveniles en los sistemas
alimentarios como una meta en sí misma y, al mismo tiempo, como un
medio para transformar los sistemas alimentarios de manera sostenible y
lograr economías del bienestar resilientes. Los enfoques y las políticas en
favor de esa meta deben basarse en el arbitrio, los derechos, la equidad y el
reconocimiento del papel de los jóvenes en cuanto agentes del cambio en
todas las dimensiones de los sistemas alimentarios.