FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 06/1998

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RESUMEN


ESTADO DEL TIEMPO Y PERSPECTIVAS DE LAS COSECHAS

En el Africa septentrional, las cosechas de cereales de invierno, que se están recogiendo ahora, deberían ser significativamente superiores a las cosecha afectada por la sequía del año pasado en Argelia, Marruecos, y Túnez, y ligeramente inferior a la del año pasado en Egipto. Según estimaciones preliminares, la producción de trigo en Argelia estará en torno a los 2,5 millones de toneladas como consecuencia de una mejora de las precipitaciones caídas durante el período vegetativo tras un comienzo malo. En Marruecos, unas lluvias muy abundantes recibidas durante el período vegetativo impulsaron el desarrollo de los cultivos y la producción de la cosecha de trigo podría alcanzar los 4,1 millones de toneladas, superior en más del 70 por ciento a la del año pasado. Análogamente, en Túnez, se supone que la producción de trigo aumentará en alrededor de un 32 por ciento con respecto al año pasado, debido a unas lluvias favorables. En Egipto, la producción de la cosecha de trigo, casi totalmente de regadío, debería ser marginalmente inferior a la del año pasado, debido a unas temperaturas excepcionalmente elevadas, que podrían influir negativamente en los rendimientos.

En los países sahelianos del Africa occidental, las lluvias comenzaron a principios de abril en Burkina Faso, y se generalizaron y llegaron a ser abundantes en todo el país al final de mayo. En el extremo sur del Chad, Malí y el Níger la estación de las lluvias comenzó en abril. Las primeras lluvias importantes llegaron al este de Guinea-Bissau a mediados de mayo y al extremo sudeste del Senegal a principios de junio. En otras partes, como en Cabo Verde, Gambia, la mayor parte del Senegal, Mauritania y el este del Níger, los preparativos de la tierra y la siembra están marchando bien después que comenzaron las lluvias. Los cultivos están despuntando satisfactoriamente en Burkina Faso, el sur del Chad y Malí. En los países del litoral, la estación de las lluvias comenzó a mediados de marzo, y unas lluvias copiosas cayeron en toda la región en abril y mayo. La cosecha principal de maíz se está desarrollando satisfactoriamente en el sur, mientras que la siembra de mijo y sorgo está casi terminada en la parte septentrional. Las perspectivas de las cosechas son desfavorables en Sierra Leona, debido a una nueva situación de inseguridad imperante en las zonas rurales. La situación de los suministros de alimentos y las perspectivas de las cosechas han mejorado algo en Liberia, debido al restablecimiento de la paz y a los programas de rehabilitación.

En el Africa central, los cereales secundarios plantados recientemente se están desarrollando satisfactoriamente en el Camerún y la República Centroafricana. En el extremo norte del Camerún todavía se está sembrando. Las perspectivas de las cosechas son variadas en la República Democrática del Congo.

En Africa oriental, los cultivos alimentarios de la temporada principal de 1998 se encuentran en fases diferentes. En Burundi, Rwanda y Tanzanía está a punto de comenzar la recolección. A pesar de unas condiciones atmosféricas en general adecuadas, la recuperación de la producción con respecto a los niveles del año pasado se verá limitada por la escasez de insumos agrícolas en los dos primeros países y por una disminución de la superficie sembrada en el último. En Somalia, las perspectivas iniciales para los cultivos de la temporada "Gu" de este año son desfavorables, debido a una disminución de la superficie plantada y al tiempo seco. En Uganda, se necesitan más lluvias tras la racha seca registrada en mayo. En otras partes de la región, como en Etiopía, Eritrea y el Sudán, se han comenzado a sembrar los cultivos de la temporada principal en condiciones atmosféricas hasta ahora favorables.

En Africa austral, la recolección de la cosecha de cereales secundarios de 1998 está casi terminada y se estima provisionalmente una producción inferior a la media de alrededor de 15,5 millones de toneladas, frente a 17 millones de toneladas en 1997. Pero los efectos negativos de El Niño han sido inferiores a lo previsto. La situación varía considerablemente de un país a otro, como lo confirman las misiones de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, concluidas recientemente en la subregión. En Angola, Malawi, Mozambique y Swazilandia, las condiciones agroclimáticas fueron en general favorables, con precipitaciones entre normales y superiores a lo normal en la mayor parte del territorio. Pese a unas pérdidas de rendimientos localizadas, debidas a las lluvias excesivas, las estimaciones iniciales señalan cosechas superiores a la media en dichos países. Sin embargo, en Lesotho, Namibia y Zambia, se estima que la producción es muy inferior a la media como consecuencia de unas condiciones atmosféricas anormales. También se estima inferior a la media la producción de Botswana, Sudáfrica y Zimbabwe, de resultas de unas precipitaciones irregulares alternadas con rachas prolongadas de tiempo seco que redujeron los rendimientos. También disminuyó la superficie sembrada en algunos países como consecuencia de la alarma contra la sequía y el retraso de las lluvias. En Madagascar, la recolección de la cosecha principal de arroz está muy avanzada y se supone que la producción se verá menos afectada por las langostas de lo que se había previsto. Sin embargo, dada la persistencia de grandes enjambres en distintas partes del país y su desplazamiento hacia las zonas productoras del centro y el norte, no se puede descartar que se produzcan daños graves a los cultivos.

En Asia, la recolección de las cosechas de invierno está casi terminada y ha comenzado la siembra de arroz y cereales secundarios. En China, se supone que la producción de la cosecha de trigo de 1998 disminuirá en un 2-4 por ciento con respecto a la cosecha récord del año pasado (124 millones de toneladas). En la India, se prevé para este año una cosecha de trigo de alrededor de 66,5 millones de toneladas, alrededor de 3 millones de toneladas menos que el año pasado. Unos abastecimientos suficientes de fertilizantes y el aumento de los precios de sostenimiento han determinado una producción récord de trigo en el Pakistán, estimada en más de 18 millones de toneladas. En Indonesia, pese a unos chaparrones fuertes que aumentaron los abastecimientos de riego para los cultivos de la segunda temporada en Java, se estima que la producción total de arroz disminuirá en 1998 a alrededor de 47,5 millones de toneladas, alrededor de un 3,6 por ciento menos que el año pasado. En Filipinas, la sequía ha reducido la producción de las cosechas secundarias de arroz y maíz recogidas recientemente y obstaculizó la siembra de la cosecha de arroz de la temporada principal. Análogamente, en Viet Nam la sequía ha menguado la producción de la cosecha de arroz de verano y otoño, recién recolectada, y podría afectar al desarrollo temprano de la cosecha de verano y otoño que se está plantando ahora. En la RPD de Corea ha terminado la siembra del maíz y de la mayor parte del arroz, y las perspectivas iniciales son favorables. En Tailandia, se está plantando el arroz de la temporada principal. En el Afganistán, la agricultura sigue recuperándose en las zonas pacíficas y la producción podría aumentar debido a unas precipitaciones en general favorables caídas durante el invierno y la primavera pasados. Sin embargo, es probable que el terremoto registrado últimamente haya perjudicado las infraestructuras de riego. Se supone que la producción de las cosechas de invierno en el Iraq se verá limitada por las precipitaciones inferiores a la media y distribuidas de manera despareja, y por la escasez de insumos esenciales.

En América Central y el Caribe, la siembra de las cosechas de cereales de la primera temporada de 1998 se ha retrasado en la mayoría de los países, a causa de la falta de lluvias atribuida a los coletazos de El Niño. Unas lluvias moderadas caídas a principios de junio podrían, sin embargo, indicar la llegada de la estación de las lluvias en los países centroamericanos, en los que se prevé una superficie plantada de nivel medio superior. En la República Dominicana y Haití, ha terminado la siembra y se pronostican provisionalmente unas producciones de cereales de nivel medio superior, mientras que en Cuba el mal tiempo ha afectado gravemente a la importante cosecha de caña de azúcar.

En América del Sur, la recolección de la cosecha de maíz de 1998 está casi terminada en las zonas australes. En la Argentina, se pronostica oficialmente una cosecha récord, mientras que en el Brasil, la producción se estima en un nivel inferior a la media como consecuencia del mal tiempo relacionado con El Niño. En el Uruguay y el Paraguay, se estiman producciones superiores a la media, pese a las pérdidas de cosechas causadas por las intensas lluvias e inundaciones. En Chile, se prevé una producción de nivel medio. En los países andinos, la sequía relacionada con El Niño ha afectado gravemente a los cultivos de maíz, cebada y papa que se producen en los valles de las tierras altas de Bolivia y el Perú, mientras que en el Ecuador se prevé un bajo nivel de producción de cereales debido a las intensas lluvias e inundaciones que han afectado durante varios meses a las principales zonas productoras. En Colombia y Venezuela, las condiciones del tiempo se han normalizado y beneficiaron la siembra de los cultivos de maíz y arroz actualmente en curso.

En Europa, las perspectivas para las cosechas de cereales de 1998 siguen siendo satisfactorias, gracias al tiempo en general favorable para el desarrollo de los cultivos de invierno y la siembra de primavera registrado en los dos últimos meses. La producción total de cereales en la CE se pronostica en 209 millones de toneladas, volumen prácticamente inalterado respecto al año anterior. Se supone que el aumento de la producción de trigo se verá compensada por la disminución de la de cereales secundarios. En la parte oriental, se pronostica una disminución de la producción en Bulgaria, Hungría y Rumania, pero en los otros países sigue en general sin modificaciones con respecto a 1997. En los países bálticos, las perspectivas para la cosecha de cereales de 1998 son satisfactorias, y la producción podría estar cercana a la del año pasado.

En la Comunidad de Estados Independientes (CEI), todo parece indicar una cosecha de cereales inferior a la de 156 millones de toneladas del año pasado. La superficie total sembrada con cereales ha descendido, debido principalmente a los problemas económicos y a una disminución de la superficie sembrada en Kazajstán y Ucrania, pero también en algunos de los estados más pequeños. En la Federación de Rusia, las plantaciones se han retrasado mucho con respecto al período óptimo para la siembra, y es probable que los problemas atmosféricos localizados en las Tierras Nuevas, unidos a la disminución del empleo de fertilizantes, determinen también una disminución de los rendimientos.

En América del Norte, las perspectivas para la cosecha de trigo de 1998 en los Estados Unidos siguen siendo favorables. Los pronósticos oficiales cifran la producción de trigo de 1998 en 64,1 millones de toneladas, 7 por ciento menos que el año pasado debido a una drástica disminución de la superficie sembrada. La siembra del maíz está prácticamente terminada en condiciones favorables y todo parece indicar que la cosecha de este año crecerá en alrededor del 4 por ciento. En el Canadá, la siembra de los cereales de primavera está prácticamente terminada. La producción total se pronostica en 24,5 millones de toneladas, poco menos que en 1997, mientras que la de los cereales secundarios se cifra en 27,3 millones de toneladas, alrededor de un 8 por ciento más que en 1997.

En Oceanía, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno de 1998 son favorables. La siembra del trigo está casi terminada y unas lluvias buenas caídas en los dos últimos meses han favorecido el crecimiento temprano. La superficie sembrada con trigo ha aumentado con respecto al año anterior, y la producción se pronostica ahora en 19,3 millones de toneladas, más que en 1997. En cambio, se supone que descenderán tanto la superficie sembrada con cereales secundarios como la producción debido a que continúan las perspectivas de precios bajos para estos cultivos.


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