FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.3, Junio 2000 - Page 7

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AFRICA ORIENTAL

BURUNDI* (5 de junio)

Ha comenzado la recolección de las cosechas de la segunda temporada de 2000. Las perspectivas son inciertas debido al retraso de la estación de las lluvias y a una racha seca registrada en abril y mayo que puede haber determinado una disminución de la superficie plantada y de los rendimientos. Tras la cosecha menguada obtenida en la primera temporada, recolectada a principios del año, el resultado de la presente campaña es crucial para la seguridad alimentaria en el país.

La situación política es inestable, con incidentes esporádicos de violencia entre el Gobierno y los grupos rebeldes, particularmente en los alrededores de la ciudad de Bujumbura. La situación alimentaria continúa siendo difícil para un gran número de personas afectadas por una cosecha menguada y para las personas desplazadas en los campamentos de reagrupación. El Gobierno ha comenzado a desmantelar los campamentos, en los que la situación alimentaria y nutricional de la población es extremadamente deficiente. Se estima, sin embargo, que siguen acampadas alrededor de 317 000 personas. Se está distribuyendo asistencia alimentaria de urgencia a más de 250 000 personas afectadas.

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA visitará el país del 19 de junio hasta el 1 de julio de 2000.

ERITREA* (3 de junio)

Las perspectivas para las cosechas de la temporada principal de 2000, que están a punto de plantarse, son desfavorables debido al desplazamiento de un gran número de agricultores de las principales zonas productoras a raíz del conflicto fronterizo con la vecina Etiopía. Además, las lluvias primaverales de marzo y abril fueron insuficientes para reponer la humedad del suelo. Las lluvias principales llegan recién en julio y agosto. La producción de cereales de 1999 fue muy inferior a la cosecha abundante de 1998 debido a la sequía y al retraso de la siembra. En las zonas del litoral la sequía fue particularmente grave y afectó a los cultivos y pastizales. Además, en las zonas afectadas por el conflicto armado, la producción se vio gravemente afectada por el desplazamiento de la población.

La situación alimentaria es muy difícil para más de un millón de personas desplazadas por la guerra con Etiopía y por la grave sequía que está asolando las tres zonas administrativas de Anseba, Mar Rojo Norte y Mar Rojo Sur. Hace unos meses, las necesidades de importación de cereales en 2000 se calculaban en 290 000 toneladas, de las cuales la ayuda alimentaria ascendía a 100 000 toneladas. Sin embargo, con la escalada del conflicto, las necesidades de asistencia alimentaria deberían aumentar.

En enero de 2000, el equipo de las Naciones Unidas en el país dirigió un llamamiento en el que pedía 42,7 millones de dólares EE.UU. para prestar asistencia a unas 372 000 personas damnificadas por la guerra y a más de 211 000 personas afectadas por la sequía. A finales de mayo, las promesas totales ascendían a alrededor de 53 000 toneladas, de las cuales se habían entregado 23 000 toneladas.

ETIOPIA* (3 de junio)

Las perspectivas para la cosecha secundaria "Belg" de 2000, que se recolectará a partir de junio, son desfavorables a causa del retraso de las lluvias y la irregularidad de las precipitaciones caídas en algunas zonas. La cosecha Belg representa entre el 8 y 10 por ciento de la producción anual de cereales, pero en algunas zonas es la cosecha principal. Las lluvias, que normalmente comienzan en febrero, no se establecieron hasta mediados de marzo. Las precipitaciones fueron bastante abundantes en abril y principios de mayo en las partes centrales y septentrionales. Sin embargo, pese a unas lluvias intensas, que causaron inundaciones localizadas, todavía no ha cedido la sequía imperante en la parte meridional y sudoriental de Etiopía. El fracaso de la campaña Belg del año pasado ha afectado gravemente la situación del suministro de alimentos de un gran número de personas, exacerbada por la continua sequía registrada en esas zonas durante toda la temporada principal de 1999.

Está a punto de comenzar la plantación de las cosechas de la temporada principal "Meher" de 2000. Las perspectivas iniciales mejoraron con las lluvias recibidas últimamente que favorecieron a los preparativos de la tierra. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA realizada en noviembre estimó la cosecha de la campaña Meher de 1999/2000 en 10,7 millones de toneladas, alrededor de un 6 por ciento menos que el año anterior. Los factores más importantes que afectaron a la producción fueron el bajo nivel de las lluvias Belg y el retraso de las lluvias Meher.

Sigue siendo precaria la situación del suministro de alimentos en las zonas pastorales del este y el sur, particularmente en la región de Somali, en la que durante tres años consecutivos ha llovido poco o nada. Numerosos animales han perecido debido a la sequía y se señalan algunas muertes relacionadas con la inanición, particularmente entre los niños. La población se está concentrando en las ciudades y en los centros de distribución de alimentos en busca de agua y víveres. En el país en conjunto, más de 8 millones de personas, incluidas 400 000 personas desplazadas a causa de la guerra con Eritrea, están sufriendo una grave escasez de alimentos. Con la intensificación de la guerra con Eritrea y las perspectivas poco prometedoras para la cosecha de 2000, se prevé que aumentará el número de las personas que necesitan asistencia. La necesidad de ayuda alimentaria de socorro en 2000 se calcula en 652 000 toneladas, pero es probable que la cifra aumente debido a las malas perspectivas de la campaña Belg. En febrero de 2000, la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de urgencia por un valor de 136,8 millones de dólares EE.UU. para un período de nueve meses. Al final de mayo las promesas totales ascendían a 823 000 toneladas, de las cuales se han entregado 298 000 toneladas.

KENYA (3 de junio)

Las perspectivas para la cosecha principal de cereales de "lluvias largas", que se recolectará a partir de octubre en las principales zonas productoras, son desfavorables debido a la sequía que continúa afectando la mayor parte del país. Las precipitaciones que comenzaron como siempre a principios de marzo en las partes sudoccidentales del país han sido irregulares. Para finales de mayo, la mayor parte del país había recibido lluvias muy inferiores a la media, razón por la cual se retrasó la siembra de los cultivos y la superficie plantada fue considerablemente inferior a la media.

La producción de la cosecha secundaria de cereales de "lluvias cortas" de 1999/2000, recolectada hace unos meses, se estimó en un nivel bajo de 315 000 toneladas, frente a la media de los últimos cinco años situada en 410 000 toneladas. En conjunto, la producción de maíz de 1999/2000 se calcula ahora en alrededor de 2,2 millones de toneladas, que se compara con los 2 440 000 toneladas en 1998 y con la media de los últimos cinco años situada en 2,5 millones de toneladas, debido a la sequía, al suministro insuficiente de insumos y a la infestación de orugas negras registrada en algunas partes.

La situación del suministro de alimentos es crítica en los distritos pastorales septentrionales, orientales y sudoccidentales y en algunas partes de las provincias centrales, costeras y del valle de Rift, como consecuencia de pérdidas consecutivas de cosecha debidas principalmente a la sequía. Entre los distritos más afectados figuran Turkana, Mandera, Moyale, Garissa, Kajiado, Machakos, Mbeere, Kitui, Wajir, Mwingi, Tana River, Marsabit, Isiolo, Baringo, Samburu, Pokot Oeste, Makueni, y Tharaka Nithi. Los precios del maíz, el alimento básico principal, aumentaron de forma pronunciada en la mayoría de las partes, lo que afectó el acceso a los alimentos de un gran número de personas. También se señaló un aumento de los problemas de malnutrición y salud en las zonas damnificadas.

En mayo, el Gobierno lanzó un llamamiento en el que pedía asistencia alimentaria internacional por un total de 134,2 millones de dólares EE.UU., debido al gran número de personas que atravesaban una grave situación de escasez de alimentos. La sequía prolongada ha drenado también los embalses, obligando al Gobierno a tomar medidas para racionar la electricidad durante los próximos seis meses.

RWANDA* (5 de junio)

La recolección de la temporada B de 2000 ha comenzado con perspectivas inciertas. Es probable que las lluvias irregulares recibidas durante la campaña, unidas a las rachas secas prolongadas registradas a mediados de enero y mediados de mayo, hayan perjudicado a los rendimientos, particularmente del sorgo y frijol. Según los informes, la situación de estos cultivos es mala en las zonas centrales, particularmente en las zonas montañosas. En cambio, se señala que es buena la situación de las batatas y la yuca, que son cultivos más resistentes.

Pese a una situación del suministro de alimentos en general satisfactoria gracias al aumento de la cosecha de cultivos alimentarios de la primera temporada, persisten en diferentes zonas del país graves problemas nutricionales. Al final de abril, las autoridades locales de la provincia rural de Kigali lanzaron un llamamiento para pedir asistencia alimentaria en favor de las personas aquejadas de malnutrición en la región deficitaria de alimentos de Bugesera. Esta región quedó afectada por varias malas cosechas consecutivas. Según las estimaciones, en las comunas de Kanzenze, Gashora y Gikoro el número de las personas malnutridas constituye entre el 30 por ciento de la población (en Gikoro) y el 80 por ciento (en Kanzenze). Ya se han señalado muertes relacionadas con la malnutrición. En estas zonas se necesita asistencia alimentaria de urgencia.

SOMALIA* (13 de junio)

Aunque a mediados de abril y principios de mayo se recibieron lluvias buenas, a partir de entonces llovió poco o nada, lo que perjudicó las condiciones de crecimiento para la campaña "Gu" de 2000. También se recibieron pocas lluvias en las zonas de secano más vulnerables de Bakool y Gedo, mientras que en Hiran y Bay las lluvias fueron inferiores a la media. En algunas zonas centrales y meridionales hubo inundaciones provocadas por unas lluvias intensas. En conjunto, la superficie plantada y la productividad de las cosechas de cereales se vieron limitadas por la inseguridad y por la escasez de semillas y otros insumos agrícolas.

Pese a alguna mejora de la situación del suministro de alimentos en algunas partes del sur de Somalia gracias a una mejora de la cosecha Deyr de febrero de 2000, más de 650 000 personas atraviesan una situación de escasez de alimentos. Las regiones más afectadas han sido Bakool, Gedo, Bay e Hiran, en las que se perdió la cosecha Deyr. Dada la incertidumbre de las perspectivas para la principal estación de las lluvias "Gu", que representa alrededor de tres cuartas partes de la producción agrícola anual, la situación del suministro de alimentos sigue siendo en general inestable.

En otras partes, tales como en el noroeste (Somaliland) y el nordeste (Puntland) del país, se prevé un mejoramiento del suministro de alimentos y de la situación de los pastizales debido a las lluvias buenas y bien distribuidas caídas en abril y mayo. Se señala, sin embargo, que para unos 200 000 pastores pobres escasean los alimentos y el agua.

La ayuda alimentaria distribuida en el sur de Somalia en mayo de 2000 ascendió a alrededor de 1 560 toneladas.

SUDAN* (13 de junio)

Ha terminado la recolección de la cosecha de trigo de 2000. Una reciente misión de evaluación de cultivos FAO/SMIA estimó la producción de trigo en 214 000 toneladas, alrededor de un 24 por ciento más que la menguada cosecha del año pasado pero alrededor de un 60 por ciento menos de la media de los últimos cinco años (532 000 toneladas). Pese a unas condiciones atmosféricas casi óptimas, la superficie plantada con trigo disminuyó drásticamente debido a la liberalización de la producción de trigo y a la eliminación de los programas de ayuda del Gobierno destinados a fomentar la producción de trigo en los planes de riego de Gezira, Rahad y Nueva Halfa. En 1999, se eliminaron las directivas oficiales que obligaban a los agricultores a destinar una parte de sus tierras al cultivo de trigo. Esto, junto con la abolición de los acuerdos en materia de reembolso de las semillas y los fertilizantes, obligó a muchos agricultores a reducir drásticamente el cultivo de trigo y pasar a cultivos más lucrativos, tales como las hortalizas y las semillas oleaginosas, o dejar la tierra en barbecho. Como consecuencia, este año la superficie plantada con trigo disminuyó ulteriormente respecto de los 355 000 feddan (149 000 hectáreas) de la campaña 1998/99 a sólo 243 000 feddan (102 000 hectáreas), lo que representa una disminución de alrededor del 32 por ciento. Sin embargo, la combinación de unas condiciones atmosféricas favorables durante el período vegetativo y la incidencia relativamente baja de invasiones de plagas ha dado lugar a un aumento considerable de los rendimientos.

La misión también revisó a la baja la estimación final de la producción de sorgo de 1999/2000 a alrededor de 2 350 000 toneladas, frente a los 3 110 000 toneladas calculados por la misión de la FAO y el PMA del año pasado, debido principalmente a una disminución de los rendimientos y a los daños causados por las plagas, especialmente el mosquito del sorgo, las ratas, los saltamontes y los pájaros. Este nivel de la cosecha de sorgo representa una disminución de alrededor del 45 por ciento respecto a la excelente cosecha del año anterior y alrededor de un 24 por ciento respecto de la media de los últimos cinco años. Las estimaciones finales de la producción de mijo siguen inalteradas respecto a las estimaciones de la misión de la FAO y el PMA en 499 000 toneladas. La producción total de cereales de 1999/2000 se calcula, por lo tanto, en 3 140 000 toneladas, incluidas pequeñas cantidades de maíz y arroz. Esto representa una disminución respecto al año pasado y a la media de los últimos cinco años de alrededor del 39 y 24 por ciento, respectivamente.

Debido a una disminución de las cosechas de cereales en 1999/2000 y a la utilización de las reservas debida principalmente al aumento de las exportaciones durante 1999, los precios de los cereales han subido de forma pronunciada desde noviembre de 1999.

Con una producción de cereales estimada en 3 140 000 toneladas, unas importaciones comerciales de cereales pronosticadas en 912 000 toneladas y una asistencia alimentaria de alrededor de 104 000 toneladas, será necesario recurrir de manera significativa a las existencias para satisfacer la necesidad de utilización de cereales del país, estimada en 1999/2000 en alrededor de 4,7 millones de toneladas. Con lo cual se calcula que las existencias de cereales se reducirán en 538 000 toneladas, lo que en la práctica equivaldrá a su agotamiento al final de la actual campaña comercial.

La situación del suministro de alimentos sigue siendo muy inestable en el sur del Sudán, debido principalmente a la inseguridad, y en algunos focos de los estados de Kordofan, Darfur, y Mar Rojo y Kessela en el norte, en los que las pérdidas de cosecha y los desplazamientos de la población han afectado a un gran número de personas. El conflicto entre Etiopía y Eritrea, países vecinos, también ha provocado la uida de decenas de miles de refugiados hacia la frontera con el Sudán perjudicando la situación del suministro de alimentos en las zonas fronterizas. El Gobierno del Sudán ya ha dirigido un llamamiento a la comunidad internacional pidiendo ayuda de socorro y de urgencia para los refugiados.

Las perspectivas iniciales para los cereales secundarios de 2000/01, cuya plantación está a punto de comenzar, son prometedoras. Los altos precios de los cereales vigentes actualmente en el país y las crecientes oportunidades de exportación a las vecinas Eritrea y Etiopía han inducido a los agricultores a una preparación temprana de la tierra y a un probable incremento de la superficie plantada, a lo cual contribuyó también la llegada temprana de las lluvias en algunas partes. El Gobierno ha emprendido también una estrategia de entrega temprana de los insumos agrícolas necesarios, tales como semillas, fertilizantes, combustible y plaguicidas.

TANZANIA (3 de junio)

Ha comenzado la recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2000 en las zonas unimodales. La escasez de las precipitaciones recibidas en los últimos tres meses en las regiones de Dodoma y Singida debería reducir gravemente la producción de maíz. En cambio, unas lluvias buenas caídas en la zona cerealera de las montañas meridionales y en las regiones occidentales de Tabora y Kigoma favorecieron a los cultivos. En las zonas de precipitaciones bimodales del litoral septentrional y en las zonas nordorientales las cosechas de cereales se empezarán a recoger a partir del mes próximo. Se prevé que el retraso de las plantaciones en las regiones de Arusha, Kilimanjaro Tanga, debido al comienzo tardío de las lluvias, afectará a los rendimientos. En las regiones de Mara, Mwanza y Shinyanga se registraron lluvias favorables.

La cosecha de cereales de 1999, principalmente maíz, se estima en 4 millones de toneladas (incluido el arroz cáscara), alrededor de un 16 por ciento menos que la producción del año pasado debido a la irregularidad de las lluvias, a una utilización escasa de insumos y a un brote de orugas negras. En cambio, la producción de otros cultivos alimentarios, tales como frijoles, papas, yuca y plátanos, se ha incrementado en cerca del 13 por ciento a 3,3 millones de toneladas.

En conjunto, pese a la disminución de la producción de cereales de 1999/2000, la situación del suministro de alimentos se mantiene estable gracias a la gran cantidad de importaciones realizadas en el segundo semestre de 1999 y a la prohibición de las exportaciones de maíz impuesta por el Gobierno. En algunos mercados del país los precios del maíz estaban por debajo de la media de los últimos cinco años. Sin embargo, se necesita asistencia alimentaria para cerca de 800 000 personas aquejadas de Singida, Tabora, Tanga el sur de Mwanza, todas las cuales han obtenido una mala cosecha por tercer año consecutivo.

UGANDA (3 de junio)

Las perspectivas para las cosechas de cereales de la temporada principal de 2000 mejoraron con las lluvias favorables recibidas últimamente. Sin embargo, en los distritos orientales de Katakwi, Kumi, Lira y Soroti, las lluvias tardías e irregulares retrasaron la plantación. También en las zonas pastorales del nordeste las lluvias mejoraron la situación de los pastizales y del ganado.

La producción de la cosecha de la temporada principal de 1999 fue inferior a la media debido a una sequía prolongada experimentada en diversas partes del país. Según las estimaciones, la producción de cereales de 1999 es inferior a la media en alrededor del 9 por ciento (1,7 millones de toneladas).

La situación del suministro de alimentos es suficiente en la mayor parte del país. En abril y mayo los precios del maíz y el frijol han seguido las tendencias estacionales normales. No obstante, la situación del suministro de alimentos sigue siendo inestable en los distritos de Kotido y Moroto, en los que cerca de 215 000 personas necesitan urgentemente asistencia alimentaria, a causa principalmente de la mala cosecha de la última campaña y de las pérdidas de ganado debidas a las prácticas de cuatrerismo. También ha empeorado la situación del suministro de alimentos en Gulu y Kitgum debido a los disturbios civiles. Además, se sigue necesitando asistencia alimentaria para cerca de 112 000 personas del distrito de Bundibugyo, desplazadas a causa de los conflictos.


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