La especie P. schmitti demuestra una gran resistencia a las condiciones de stress y a las enfermedades, lo cual puede conducir a un abandono de las precauciones de manejo y las normas sanitarias elementales en todas las etapas de su desarrollo. El manejo apropiado de los animales según las recomendaciones planteadas desde los reproductores hasta las postlarvas es un certificado de calidad de las larvas que se siembran y por lo tanto una seguridad para el éxito de la precría.
Las mejoras progresivas observadas en la producción de postlarvas confirman la capacidad del personal de cría larval y la aptitud profesional de su responsable. Sin embargo, la baja demanda actual de larvas de parte de la camaronera debe conducir a perfeccionar las condiciones de cría, a planificar la producción en el tiempo y a introducir a todo nivel la preocupación en los aspectos sanitarios poco considerados en el momento actual. Este trabajo no solamente se encuentra bajo la responsabilidad del departamento de bacteriología, a través de un control rutinario del medio, sino que concierne todos los departamentos con el cumplimiento diario de las normas profilácticas. Olvidar este aspecto primordial es prepararse a un futuro difícil para el funcionamiento del centro de desove, privilegiando la aparición de problemas patológicos.
Además de los trabajos básicos de manejo, es imperativo para los responsables de departamento de dedicarse a la síntesis de los datos y al análisis de los resultados. Asimismo, los movimientos permanentes de personal y la sucesión de jefes en el centro perjudican a la estabilidad necesaria en esta época de arranque.
La sintésis de toda la información, la constitución de un grupo homogéneo de profesionales y el apoyo eficiente y atento del Consejo técnico son los puntos claves de un funcionamiento coherente del centro de Desove de Tunas de Zaza.
