El informe Perspectivas alimentarias de la FAO se centra en los acontecimientos que afectan a los mercados mundiales de alimentos y piensos, con evaluaciones y previsiones completas en base a cada producto.
Esta edición incluye una sección especial sobre la quinua, examinando los aspectos básicos de este antiguo cultivo andino que tiene el potencial de convertirse en un nuevo e importante producto alimentario. La creciente demanda mundial y el auge de las exportaciones de Bolivia y Perú, han beneficiado a los pequeños productores, pero también representan un desafío a medida que cambian las dinámicas del mercado.
Hasta el año 2000, el volumen del comercio mundial de quinua fue modesto, menos de 2 000 toneladas anuales. Desde entonces las exportaciones mundiales se han expandido rápidamente, en especial durante los últimos siete años, pasando de aproximadamente 5 000 toneladas a 40 000. En 2012, el 64 por ciento del total fue suministrado por Bolivia, seguido de Perú con el 26 por ciento. Las exportaciones de Bolivia crecieron en forma sostenida desde 10 000 toneladas en 2007 a 26 000 en 2012. En el mismo período, el valor de las exportaciones se multiplicó por seis: de 13,1 millones de dólares EEUU a 78,9 millones.
Perú registró un crecimiento aún mayor de las exportaciones, en especial después de 2009, en respuesta sobre todo a la fuerte demanda de Estados Unidos. Los envíos de quinua del Perú crecieron desde 1 300 toneladas (por valor de 1,8 millones de dólares EEUU) en 2007, a 10 000 toneladas (por valor de 29,9 millones de dólares) en 2012.
El informe llega a la conclusión de que en el futuro la quinua podría desempeñar un papel más importante en el sistema alimentario mundial, teniendo en cuenta su capacidad de adaptación a diferentes regiones agroecológicas y sus cualidades nutricionales superiores. Sin embargo, a corto plazo, el alto precio de este producto -que hasta la fecha se ha destinado al nicho de mercado de los consumidores preocupados por la salud en países de altos ingresos-, impedirá la expansión del consumo en los países pobres. Teniendo en cuenta el precio de exportación actual de más de 3 000 dólares por tonelada, la quinua no puede competir con otros cultivos alimentarios como el arroz, cuya cotización es aproximadamente cinco veces menor en los mercados internacionales. A corto plazo, el aumento del consumo en los países desarrollados se seguirá satisfaciendo por medio de las exportaciones de Bolivia y Perú. A más largo plazo, se espera que aumente la productividad no sólo en los países andinos, sino también en las nuevas zonas productoras, en las que se están realizando inversiones para cultivar quinua con fines comerciales. Se espera que los planes actuales para aumentar la producción se traduzcan en un suministro mucho mayor a nivel mundial y una reducción de los precios a nivel de los productores, los consumidores y a nivel internacional, lo que puede alterar la dinámica actual del cultivo. Sin embargo, queda por ver si la quinua se convertirá algún día en un importante alimento básico en todo el mundo.