La vida de los agricultores y las comunidades rurales es una historia de resiliencia.

Su vida siempre ha estado determinada por factores que escapan en gran medida a su control. Un clima cambiante produce inundaciones que destruyen hogares y cultivos. Las sequías arruinan las explotaciones agrícolas y hacen que el hambre aumente.

Y ahora se suma un desafío insólito al que hacer frente: la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID‑19). Un desafío que amplifica la vulnerabilidad que ya sufren las comunidades rurales aisladas.

No obstante, es posible reducir al mínimo la repercusión de la COVID-19 en estas comunidades, y es ahí donde entra en juego el valor del conocimiento.

Siguiendo un camino seguro durante la pandemia

Distancia social, uso de mascarillas, lavado de manos... Estas son algunas de las medidas que podemos emplear para protegernos de la COVID-19. Sin embargo, en zonas del mundo que se encuentran aisladas, donde el acceso a los medios de comunicación tradicionales suele ser escaso, puede ser difícil difundir información sobre estas medidas.

La FAO trabaja junto con ONG y líderes comunitarios en zonas así con el fin de utilizar las redes locales de intercambio de conocimientos para crear una mayor conciencia sobre cómo las personas, en especial los productores de alimentos, pueden protegerse de la COVID-19 y mantener al mismo tiempo sus medios de vida.

Valiéndose de altavoces de automóviles, emisiones de radio locales y otros medios, la FAO y sus asociados ayudan a crear conciencia y contrarrestar la propagación de información falsa.

Así ayudamos a difundir la información

Protección del modo de vida de las comunidades pastoriles

Los pastores recorren grandes distancias para encontrar agua y pastos para los animales, así como para acceder a los mercados. Por ello, sus comunidades se encuentran entre las más afectadas por las medidas de control de la circulación impuestas para frenar la propagación de la COVID-19.

A lo largo de la pandemia, las comunidades pastoriles de todo el mundo han tenido que enfrentarse a una serie de desafíos únicos:

El estilo de vida itinerante de los pastores hace que sea particularmente difícil hacerles llegar los mensajes acerca de la COVID-19 destinados a salvar vidas. Esto significa que deben implementarse varios métodos para lograr que reciban el apoyo y los conocimientos necesarios.

La FAO se encargó, entre otras cosas, de difundir noticias e información por la radio en idiomas locales; organizar sesiones de sensibilización in situ para las comunidades pastoriles a fin de transmitir información sobre medidas de protección y proporcionar equipos de protección individual, y distribuir estuches de higiene a lo largo de las rutas tradicionales de pastoreo.

Cómo los pastores mantuvieron la resiliencia ante la pandemia

Utilidad de las comunidades

En las comunidades rurales de todo el mundo, los grupos comunitarios de base desempeñan un valioso papel en la transmisión de información y conocimientos sobre la COVID-19.

De ello son ejemplo los clubes Dimitra (grupos de voluntarios que se reúnen para resolver problemas locales). Ya sea yendo de puerta en puerta en las aldeas para crear conciencia sobre las medidas de protección, instalando lavabos para las manos o cosiendo mascarillas, los miembros de estos clubes han ayudado a proporcionar a las aldeas aisladas conocimientos y herramientas vitales.

Los conocimientos y habilidades adquiridos en las escuelas de campo para agricultores han permitido que las familias que viven en zonas aisladas sigan teniendo medios de sustento. Durante los confinamientos, cuando no era posible reunirse cara a cara, los miembros de estas escuelas transmitieron conocimientos e información en línea. Mediante la venta de sus productos, estas familias, pese a su aislamiento, pueden conservar sus medios de subsistencia.

Más información sobre la utilidad de los grupos comunitarios Cómo algunas mujeres pakistaníes aplicaron las lecciones aprendidas en una escuela de campo para agricultores.

Los conocimientos salvan vidas

Con cada medida urgente y ambiciosa que adoptamos contra la pandemia y sus crecientes repercusiones, tenemos la oportunidad de reconstruir y mejorar los sistemas alimentarios y los medios de vida, todo ellos mientras rompemos los círculos viciosos contra los que las comunidades han luchado durante demasiado tiempo.

Hemos visto cómo los conocimientos pueden ayudar a salvar vidas durante la pandemia. Descubramos ahora cómo contribuye la FAO a aumentar la resiliencia de comunidades de todo el mundo frente a perturbaciones y presiones que puedan producirse en el futuro a través de su Oficina de Emergencias y Resiliencia (OER), así como los conocimientos generados a través de su plataforma de intercambio de conocimientos, KORE.

Sobre KORE (en inglés)