Fortalecimiento del nexo entre ciencia y políticas
La pesca realiza una contribución esencial y cada vez mayor a la seguridad alimentaria, nutricional y de
los medios de vida.
Sin embargo, a pesar de los importantes éxitos logrados en algunas
regiones, la proporción de poblaciones de peces marinos que se explotan dentro de los límites de la
sostenibilidad biológica continúa disminuyendo.
¿Qué intervenciones innovadoras en materia de políticas y ordenación pesqueras son necesarias para
garantizar la sostenibilidad de la pesca?
¿De qué manera puede contribuir la pesca sostenible al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), en particular a poner fin al hambre y la pobreza?
¿De qué modo podemos garantizar que los alimentos acuáticos nutritivos lleguen a quienes más los
necesitan actualmente y en el futuro?
Acerca del presente informe
El Simposio Internacional
sobre Sostenibilidad de la Pesca, que tuvo lugar en Roma en noviembre de 2019, se celebró con el fin
de apoyar el desarrollo de una nueva visión de la pesca sostenible y justa desde el punto de vista social, y
resiliente a los desafíos del siglo XXI.
El simposio logró reunir a un grupo extraordinariamente diverso de participantes procedentes de distintos
sectores y regiones de todo el mundo. Además, el conjunto de recomendaciones que emergieron de los debates
de las sesiones ayudará a mejorar la sostenibilidad de la pesca de captura y a lograr progresos en pos de
las distintas metas y objetivos de los ODS.
Se espera que dichas recomendaciones sean aplicables a medio y largo plazo, pero también para abordar épocas
de crisis como la que vivimos actualmente con la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Hoy, más que nunca,
es fundamental que desarrollemos sistemas alimentarios resilientes y sostenibles en los que nadie se quede
atrás.
Este informe digital resume algunos de los principales puntos de debate, los conceptos clave y las
conclusiones más importantes del simposio.
La pesca marina y continental se encuentra en una importante
encrucijada
La población mundial alcanzará los 8 500 millones de personas en 2030.
Se estima que el consumo anual de pescado superará los 21.5 kg per capita en 2030.
Se prevé que el consumo mundial de pescado como alimento aumente más de un 18% en 2030.
Desde 1961, el crecimiento anual mundial del consumo de pescado ha sido el doble que el crecimiento de la
población, poniendo de manifiesto que la sostenibilidad de los recursos pesqueros es fundamental para
un mundo sin hambre ni malnutrición.
Sin embargo, existe una tendencia decreciente general del porcentaje de poblaciones de peces marinos
explotadas dentro de niveles biológicamente sostenibles, especialmente en las regiones menos desarrolladas.
Al mismo tiempo, la actividad pesquera continental se ve profundamente afectada por la demanda creciente de
pescado de agua dulce.
Analicemos de qué manera podemos fortalecer la interacción entre la ciencia y las políticas en la producción,
la ordenación y el comercio pesqueros, sobre la base de principios de sostenibilidad sólidos, con miras a
mejorar los resultados mundiales sobre el terreno.
La formulación de objetivos conjuntos e integrados en materia de biodiversidad y seguridad
alimentaria es necesaria para garantizar que los alimentos acuáticos puedan llegar a quienes más
los necesitan en la actualidad y en el futuro, reduciendo así las repercusiones indeseadas y el
desperdicio de alimentos, y abordando la malnutrición y el hambre.
2
La comunicación sobre cuestiones pesqueras tiene que mejorar de forma considerable. En
particular, es necesario cambiar la narrativa de la pesca, haciendo hincapié en su singularidad
e importancia como sistema de producción de alimentos y usarla como vehículo para empoderar a
los pescadores.
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La reducción y eliminación de las prácticas perjudiciales que pueden dar lugar a la
sobrecapacidad, la pesca excesiva o la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) son
instrumentos importantes para la sostenibilidad.
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Se debe mejorar la igualdad y la equidad de género, prestando apoyo a las generaciones más
jóvenes. Entre los mecanismos proactivos a tal efecto se incluye el impulso del papel de la
mujer en la toma decisiones, la participación de los jóvenes, las medidas específicas de
creación de capacidad, las estadísticas de género y los datos desglosados por sexo y por edad.
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La creación de capacidad sigue siendo necesaria, en especial cuando está orientada a la
recopilación y el análisis de datos, así como al mejoramiento de la capacidad de los países para
examinar y monitorear su actividad pesquera.
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Se deberá procurar voluntad política y fortalecer la capacidad para mejorar la aplicación de los
marcos normativos existentes. Se requieren innovaciones políticas en el sector para abordar los
nuevos desafíos como el cambio climático y la creciente demanda de pescado y productos
pesqueros.
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Es extremadamente necesario integrar la pesca en marcos de planificación y gobernanza más amplios
que abarquen múltiples sectores y faciliten la evaluación y la gestión con base empírica.
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Los medios de vida, el bienestar y el trabajo digno se deben tomar en consideración de forma más
concreta en la ordenación pesquera, en particular a través de una participación mayor de los
interesados y la garantía de los derechos y el acceso.
Ahora analicemos detenidamente los problemas a los que se enfrenta la
pesca marina y continental.
La sostenibilidad y sus repercusiones en las políticas y la ordenación
El porcentaje de poblaciones de peces cuyos niveles son biológicamente sostenibles ha registrado una
tendencia decreciente.
La pesca sostenible es fundamental para los ecosistemas marinos y para las comunidades que dependen
de la pesca y los recursos pesqueros.
Estado actual de la sostenibilidad de la pesca a nivel mundial y
regional
A nivel mundial, la proporción de las poblaciones de peces cuyos niveles son biológicamente sostenibles ha
seguido una tendencia descendente, ya que se redujo del 90 por ciento en 1974 al 65,8 por ciento en 2017.
Si bien algunos países y regiones desarrollados han restablecido las poblaciones sobreexplotadas y han
eliminado en gran medida la pesca excesiva, algunos países en desarrollo hacen frente a un empeoramiento de
la situación con respecto a la sobrecapacidad, la producción por unidad de esfuerzo y la sostenibilidad de
los recursos.
Los desafíos y las posibles soluciones para la evaluación y el
seguimiento del estado de las poblaciones
La iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de hacer
un seguimiento del estado de las poblaciones de peces del mundo es el análisis más fidedigno y exhaustivo a
nivel regional y mundial, y abarca cerca del 70 por ciento de los desembarques mundiales de peces marinos y
alrededor de 400 especies/poblaciones.
A pesar de ello, no existe actualmente una iniciativa equivalente para hacer un seguimiento de la pesca
continental, lo que limita nuestra capacidad para comprender y estimar la situación de sostenibilidad de la
pesca de captura continental en todo el mundo.
La información y los conocimientos sobre la pesca, cuando se basan en los mejores saberes científicos
disponibles y los conocimientos tradicionales, locales, autóctonos y de las mujeres, y son validados por las
partes interesadas pertinentes, apoyarán la elaboración de políticas eficaces y mejorarán la capacidad de
los países y regiones para gestionar las poblaciones de manera sostenible.
Mensajes clave:
Formas de abordar las dificultades para lograr la sostenibilidad
ecológica de la pesca mundial y regional
Promover la evaluación y el seguimiento de las distintas poblaciones de peces y
mejorar la transparencia respecto de las poblaciones y de los países para
comprender mejor el estado de la pesca en las escalas geográficas pertinentes.
Alentar la elaboración y aplicación de métodos de evaluación de poblaciones más
sencillos que requieran datos menos detallados y menos conocimientos técnicos a
fin de reducir la proporción de poblaciones no evaluadas en todo el mundo.
Mejorar el seguimiento de la pesca continental y elaborar enfoques a fin de
evaluar la pesca de agua dulce, junto con instrumentos técnicos para gestionar los
sistemas continentales.
En el caso de la pesca continental, será especialmente importante la colaboración con
otros sectores (por ejemplo, el de la energía hidroeléctrica y la agricultura) y
considerar la pesca en un marco de ordenación integrada de las cuencas hidrográficas.
Movilizar recursos y proporcionar apoyo financiero para programas de desarrollo
continuo de capacidades orientados a reforzar los sistemas de evaluación y
seguimiento de las poblaciones y la pesca, en especial en el mundo en desarrollo y de la
pesca en pequeña escala y continental.
Considerar la posibilidad de adoptar una nueva meta mundial para la ordenación
sostenible que sea más conservadora o precautoria en situaciones donde haya
datos limitados o donde la gobernanza sea más débil.
Centrar los esfuerzos en la recopilación de información biológica, pesquera y sobre
los hábitats, de manera rigurosa y eficiente en función de los costos.
La escasez de datos no siempre significa que haya escasa información. Desarrollar y
aplicar mecanismos más adecuados para incorporar múltiples tipos de información
disponible, incluidos los conocimientos y la experiencia locales, y su
integración en los enfoques de evaluación y gestión.
Recopilar los datos básicos necesarios para una pesquería en particular e incorporar
conocimientos locales para ayudar a diseñar reglas empíricas y sencillas de
control de capturas.
Fomentar la comunicación, la movilización de conocimientos y la educación apropiadas
entre todos los agentes que participan en la adopción de decisiones (pescadores,
científicos y administradores) para mejorar la transferencia de información y la
aceptación y el cumplimiento de los reglamentos a fin de lograr sistemas de ordenación
eficaces.
Promover la comunicación y la sensibilización adecuadas sobre los efectos de la
pesca ilegal en la sobrepesca y la recuperación de las poblaciones de peces.
Fomentar mecanismos para mejorar y recompensar el cumplimiento de los reglamentos
de ordenación.
Es necesario que las organizaciones internacionales, las organizaciones no
gubernamentales (ONG), las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones
académicas y de investigación cooperen de una mejor manera y amplíen su alcance con
vistas a desarrollar capacidades técnicas en materia de pesca y acuicultura para
seguir asumiendo el reto de la sostenibilidad de la pesca mundial.
Vincular la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria
La sobreexplotación, la contaminación y la destrucción de hábitats están poniendo en peligro los
servicios que prestan los ecosistemas acuáticos.
La salud de los ecosistemas es fundamental para satisfacer las necesidades nutricionales de una
población creciente.
Conciliar los objetivos relacionados con la pesca y la biodiversidad
La diversidad biológica y las complejas interconexiones entre las especies y las poblaciones, sus funciones y
el medio ambiente, sustentan los alimentos y los medios de vida de los que depende nuestra creciente
población.
A pesar de los vínculos entre el suministro de alimentos y los sistemas ecológicos y socioeconómicos, a
menudo se ha considerado que los objetivos de conservación de la biodiversidad compiten con los objetivos de
seguridad alimentaria.
Sin embargo, se ha comprobado que la ordenación y conservación de los hábitats y de las poblaciones de peces,
lo que incluye las iniciativas de restauración y restablecimiento, ofrecen múltiples beneficios. Se ha
estimado lo siguiente:
Cada dólar de los EE.UU. invertido en la restauración de los hábitats costeros puede quizá generar 15
USD en beneficios (ABT, 2015).
Cada dólar de los EE.UU. invertido en la recuperación de poblaciones de peces puede generar 4,80 USD
en beneficios (Sumaila, 2012).
Los ecosistemas productivos y saludables proporcionan en realidad más alimentos que los sistemas degradados.
Es evidente por los datos recientes que forzar un sistema enérgicamente no mejora la seguridad alimentaria y
pone la integridad del sistema en peligro de sufrir perturbaciones.
Las mujeres y los hombres cuentan con unos conocimientos específicos sobre diversidad diferentes y los
utilizan de distintas maneras. La recopilación de datos desglosados por sexo puede arrojar una luz sobre las
funciones de género en la protección de la biodiversidad y la ordenación pesquera, y ayudarnos a diseñar
intervenciones que promuevan la igualdad y la inclusión.
Se deben elaborar objetivos y prioridades que nos ayuden a garantizar que se satisfacen las necesidades
nutricionales de la población al tiempo que se mantiene la resiliencia de los ecosistemas, y se deben
establecer medidas para garantizar que estos se cumplan.
Mensajes clave:
Formas de vincular más adecuadamente los objetivos de
conservación de la biodiversidad y de seguridad alimentaria
Apoyar el desarrollo de objetivos conjuntos de biodiversidad y seguridad alimentaria
que reconozcan las compensaciones recíprocas y que sean pertinentes a nivel nacional
y local, y complementen las metas a las que se aspira en relación con la biodiversidad y
la seguridad alimentaria.
Participar e influir en los marcos de políticas existentes y nuevos (por ejemplo,
el Marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020 del Convenio sobre la
Diversidad Biológica [CDB] y los ODS) que representan oportunidades para diseñar,
aplicar y supervisar objetivos conjuntos.
Continuar desarrollando marcos de ordenación integrada inclusivos que rápidamente
pasen a puntos de referencia en consonancia con los objetivos de sostenibilidad de los
ecosistemas, promoviendo la administración y la ordenación participativa que se traducen
efectivamente en medidas en todos los niveles.
Mejorar la capacidad para supervisar la sostenibilidad ecológica, económica y social e
informar sobre esta, incorporando información sobre los ecosistemas (incluidas
las personas), basándose en diversos conjuntos de conocimientos (ciencias sociales,
económicas y biológicas y conocimientos locales y tradicionales), desglosada por sexo.
Promover y fortalecer asociaciones diversas, inclusivas y responsables para
gestionar eficazmente los ecosistemas en favor tanto de la biodiversidad como de la
seguridad alimentaria.
Integrar mecanismos basados en el mercado a través de medidas para proteger valores
sociales y ecológicos no comerciales, que logren avances en la sostenibilidad de
la ordenación pesquera.
La aplicación debería basarse en las experiencias anteriores de utilización de esos
instrumentos que ayudan a lograr objetivos conjuntos y tener en cuenta el
contexto específico.
De la marea a la mesa: el papel del pescado en la seguridad alimentaria
y la nutrición
Se calcula que 690 millones de personas —una de cada nueve— están subalimentadas.
El pescado desempeña un papel muy importante en nuestra lucha para garantizar la alimentación y
nutrición para todos.
Las personas nunca han consumido tanto pescado como hoy en día: el consumo global per capita de
pescado se ha duplicado desde la década de 1960, de 9 kg por año a 20,5 kg por año. Desde 1961, la tasa
media de crecimiento anual del consumo aparente de pescado comestible a nivel mundial ha superado la de la
población y del consumo de carne procedente de todos los animales terrestres juntos.
Actualmente, los productos pesqueros proporcionan a unos
0 mil millones
de personas casi un 20 % del aporte medio de proteínas animales per capita.
Además, los productos de la pesca brindan a otros
0 mil millones
de personas casi un 15 % del aporte medio de proteínas animales per capita.
Sin embargo, el pescado aún está subrepresentado en los estudios y
políticas sobre seguridad alimentaria y nutricional.
A pesar de que el pescado y los productos pesqueros cumplen un importante papel en nuestra lucha para
garantizar la alimentación y nutrición para todos, a menudo estos están separados de otras partes de los
sistemas alimentarios y agrícolas en los estudios, debates y políticas sobre seguridad alimentaria.
Considerando que la demanda de alimentos aumentará un 60 por ciento de aquí a 2050 (FAO, 2017), esto debe
cambiar.
El papel del pescado en los esfuerzos de nutrición mundiales podría reforzarse por medio de investigaciones y
reformas de políticas específicas, pero hasta ahora no hemos podido vincular las investigaciones y las
políticas. Destacar la función del pescado en las prioridades de las políticas sobre nutrición y seguridad
alimentaria, sobre la base de datos empíricos, ayudará a que el sector haga su posible contribución a un
futuro sostenible para la alimentación.
Aunque se estima que unos 690 millones de personas están subalimentadas y la seguridad alimentaria y la
nutrición ocupan un lugar destacado en las agendas políticas mundiales, la nutrición atrae solo una fracción
de la asistencia oficial para el desarrollo (menos del 1 por ciento en 2016).
Mensajes clave:
Formas en que la pesca puede contribuir a la seguridad
alimentaria y la nutrición
Utilizar la mejor información científica disponible para elaborar planes de acción
en materia de política alimentaria y la nutrición.
Mejorar la recopilación y el análisis de datos sobre consumo de alimentos
acuáticos y el análisis de los nutrientes y la inocuidad alimentaria (en el nivel de las
especies, considerando las partes utilizadas, los métodos de elaboración y los métodos
de preparación).
Velar por que los alimentos acuáticos lleguen a aquellos que más los necesitan, en
diferentes comunidades de las regiones y a personas con necesidades individuales
diversas en los hogares, a fin de lograr que los niños, las mujeres y los hombres
obtengan los micronutrientes, ácidos grasos y proteínas biodisponibles esenciales.
Transmitir mensajes específicos para cada contexto por canales adecuados para
alentar el consumo de alimentos acuáticos más nutritivos y producidos de manera
sostenible.
Incluir alimentos acuáticos en las políticas de los sistemas alimentarios dada su
contribución potencial para combatir todas las formas de malnutrición.
Mejorar la utilización y la estabilidad del suministro de alimentos acuáticos
apoyando las tecnologías disruptivas, las innovaciones sociales y los riesgos
controlados para activar nuevas redes de gobernanza de la cadena de suministro que sean
capaces de empoderar a las empresas dirigidas por mujeres, inclusivas y socialmente
justas.
La información anterior procede del Simposio Internacional sobre Sostenibilidad de la Pesca. ¿Desea saber más
sobre el papel del pescado en la seguridad alimentaria y la nutrición? Vea las actas y el folleto íntegros del simposio.
SESIÓN 4
Garantizar medios de vida pesqueros sostenibles
La pesca constituye hoy en día una fuente crucial de ingresos y medios de vida en todo el mundo.
Para preservar los medios de vida y la diversidad de aquellos que dependen de la pesca es necesario
hacer frente a la degradación ambiental, la contaminación, las condiciones de trabajo y otros
factores.
Más de 39 millones de personas trabajan en el sector primario de la pesca de captura. Cuando se añade el
número incluso más alto de personas que trabajan en las actividades previas y posteriores a la captura,
resulta claro que la pesca constituye hoy en día una fuente crucial de ingresos y medios de vida en todo el
mundo. Además, aproximadamente el 47 por ciento de la fuerza total de trabajo de la pesca en pequeña escala
son mujeres, vinculadas principalmente a las actividades posteriores a la captura y relacionadas con el
comercio.
El 10-12 por ciento de la población mundial depende de la pesca para obtener
sus medios de vida.
Se estima que 5,8 millones de pescadores en el mundo obtienen ingresos de menos de
1 USD al día (2012).
La pesca a menudo sustenta el tejido económico y social de las comunidades costeras y rurales, y es crucial
para la cohesión y estabilidad de la comunidad, así como para las economías locales.
Para mantener los medios de vida y la diversidad de aquellos que dependen de las cadenas de valor de la pesca
de captura continental y marina, es preciso abordar las vulnerabilidades comunes, como la degradación
ambiental, la contaminación, la competencia de otros sectores y las exigentes condiciones de trabajo.
Existen varios instrumentos y marcos relativos a la buena gobernanza a nivel mundial que prestan apoyo a los
medios de vida pesqueros, entre los que se incluyen:
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS);
los instrumentos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT);
las Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala (Directrices
PPE);
las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y
los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional.
Asimismo, existen los siguientes instrumentos que son pertinentes para la pesca, pero que a menudo no se
aplican a ese sector:
la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer;
la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer;
el Convenio 190 de la OIT, relativo a la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del
trabajo.
Deben reconocerse y aplicarse plenamente estos instrumentos, y otros instrumentos pertinentes, para
garantizar la sostenibilidad de los medios de vida en el sector.
Mensajes clave:
Formas de trabajar para garantizar medios de vida sostenibles e
inclusivos basados en la pesca
Reconocer y apoyar de forma plena el papel de la pesca, en particular de la pesca
en pequeña escala, en los ingresos, la cultura y la seguridad alimentaria y la
nutrición.
Reconocer el papel de la mujer y dar prioridad al logro de la igualdad de género
en toda la cadena de valor, incluida la adopción de decisiones.
Empoderar a las comunidades pesqueras, fortalecer los enfoques participativos y
fomentar la capacidad. A través de la creación de instituciones inclusivas y
organizaciones de pesca en pequeña escala y el apoyo a estas, incluidas aquellas que
representan los derechos de las comunidades indígenas, las mujeres y los sectores
marginados de las sociedades, las comunidades locales pueden participar en la
planificación, el desarrollo y la gobernanza de los recursos con miras a garantizar el
acceso a los recursos y los mercados.
Modificar los sistemas de recopilación de datos para incluir datos interdisciplinarios
y desglosados que tengan en cuenta la nutrición, el bienestar, el género y otras
dimensiones más allá de las capturas. Alentar la producción conjunta de información con
las partes interesadas a fin de promover la confianza y la colaboración entre los
gobiernos, los círculos académicos y las comunidades de pescadores en pequeña escala, y
crear capacidad para utilizar la información.
Promover enfoques de desarrollo y gobernanza de la pesca que se basen en los
principios de las Directrices PPE.
Garantizar que los agentes de la cadena de valor, en particular las mujeres y los
productores y elaboradores en pequeña escala, tengan capacidad para aprovechar
oportunidades y obtener beneficios, así como para participar totalmente en
sistemas alimentarios sostenibles y equitativos.
Fomentar el reconocimiento del papel de la pesca en pequeña escala en los medios de
vida, la alimentación y la nutrición de millones de personas en todo el mundo, y
aprovechar la celebración del Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales
en 2022 para dar mayor relieve a los medios de vida pesqueros.
El pescado y los productos pesqueros se encuentran entre los productos más comercializados en el
plano internacional.
Alrededor del 38 % de la producción total de la pesca y la acuicultura se exporta, mientras que el
78 % está expuesto a la competencia comercial internacional.
El comercio internacional ha registrado un aumento en los últimos decenios, de 8 000 millones en 1976 a 164
000 millones de USD en 2018.
El comercio de pescado y productos pesqueros genera grandes ingresos económicos. Asimismo, el sector de la
pesca genera ingresos para millones de personas que trabajan en una variedad de industrias y actividades en
todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo, ya sea como productores principales (el 74 por
ciento de la pesca de captura total), consumidores y también exportadores.
Sin embargo, a menudo no se documenta adecuadamente la plena contribución de los sectores de la pesca y la
acuicultura a la economía.
De igual manera, la labor complementaria invisible, no remunerada o mal retribuida de las mujeres permite que
las actividades de pesca realizadas por hombres sigan llevándose a cabo incluso en momentos en que no es
rentable (por ejemplo, la reparación y la fabricación de redes, la gestión y la venta). La contribución de
las mujeres o los grupos minoritarios a la fuerza de trabajo puede ocasionar problemas en los casos en que
la labor se desempeña sin retribución alguna o no se registra, puesto que da lugar a aportaciones ocultas
que dificultan la existencia de una estructura de precios transparente.
Las lagunas de conocimientos pueden conducir a que la planificación y las decisiones que toman los encargados
de formular políticas no sean óptimas, y además la falta de datos económicos y socioeconómicos suficientes
impide que el sector realice los cambios transformativos necesarios que le permitirían alcanzar su pleno
potencial como generador de beneficios económicos y sociales a largo plazo.
Resulta esencial comprender esta contribución para lograr un crecimiento económico y un desarrollo
inclusivos.
Mensajes clave:
En relación con la sostenibilidad económica de la pesca
La pesca es una actividad económica, y la asignación y utilización eficiente y eficaz
de recursos económicos escasos debería formar parte del debate sobre las políticas
también en el sector pesquero. La contribución de las mujeres o los grupos
minoritarios a la fuerza de trabajo puede causar problemas en los casos en que la labor
se desempeña sin retribución alguna o no se registra, puesto que da lugar a aportaciones
ocultas que dificultan la existencia de una estructura de precios transparente.
Mejorar la recopilación y el análisis de datos económicos sobre el impacto total
del sector, en especial en lo que respecta a la contribución de la mujer y la pesca en
pequeña escala, para ayudar a los encargados de la formulación de políticas a tomar
decisiones fundamentadas.
Incluir factores económicos en las compensaciones entre políticas. La
incorporación de instrumentos basados en el mercado da lugar a una eficiencia financiera
mejor y al aumento de la rentabilidad para los operadores, pero reduce el número de
empleos, lo que trae consigo la necesidad de introducir sistemas de apoyo social o
medidas complementarias durante la transición.
El aumento de la edad media de los pescadores, junto con una mayor disponibilidad de
instrumentos tecnológicos, ofrece oportunidades de reestructuración sectorial y
mejores posibilidades para los jóvenes y las personas bien cualificadas lo que
conduce a un mayor rendimiento económico.
Promover la confianza en las relaciones de la cadena de valor. La ordenación
pesquera no se lleva a cabo de forma aislada y requiere sensibilización mediante la
participación en la sostenibilidad en todos los niveles de la cadena de suministro,
incluidos los consumidores y los pescadores.
Definir y asignar derechos de propiedad y aplicar medidas, basadas en los
contextos locales, para mejorar el rendimiento económico de la pesca.
Reconocer el papel de la mujer y los grupos desfavorecidos en la cadena de valor
mediante el logro de la igualdad de remuneración y el mejoramiento de la inclusión y
la participación en todos los niveles. Incorporar políticas inclusivas con miras
a mejorar el papel, el bienestar y las condiciones de trabajo de todo el capital humano
en el sector.
Mejorar el acceso al crédito, financiación y seguros, en especial en el subsector
en pequeña escala y, en particular, para mujeres empresarias u operadores de grupos
desfavorecidos.
Reducir el desperdicio y aumentar la utilización desarrollando nuevos productos y
mercados.
Reducir y eliminar las subvenciones perjudiciales que contribuyen a la
sobrecapacidad y la pesca excesiva.
Promover una mayor responsabilidad social en la cadena de valor de la pesca,
trabajando juntos a través de asociaciones entre los sectores público y privado y,
mediante la colaboración internacional con la OIT, la Organización Marítima
Internacional (OMI) y otros.
La distribución, la productividad y la estacionalidad de los recursos marinos se están viendo
afectadas por el cambio climático, lo que tiene consecuencias en la pesca marina y continental.
Las iniciativas para mitigar los efectos y adaptarse a ellos deberían planificarse y aplicarse
teniendo en cuenta la complejidad interconectada de la pesca, así como centrarse en las personas.
La pesca de captura es el único sector importante de producción de alimentos que depende de la explotación
sostenible de poblaciones silvestres. Por lo tanto, este se ve afectado por las fluctuaciones naturales de
la abundancia de los recursos a causa de complejas interacciones físicas, biológicas y ecológicas.
El clima plantea un nuevo e importante desafío para la ordenación pesquera por cuanto añade una gran
incertidumbre con la que lidiar. Esto se debe a que las estrategias de ordenación pesquera se han diseñado
principalmente bajo la premisa de que las poblaciones fluctúan alrededor de un tamaño medio de la población
y, por consiguiente, por su naturaleza soportan máximos y mínimos. Ahora bien, en el caso de que el cambio
climático ocasione cambios unidireccionales, por ejemplo, en la abundancia, distribución e historia de vida
de los recursos pesqueros, ¿contamos con los instrumentos para ajustar nuestras estrategias de ordenación
del modo consiguiente?
El océano ha absorbido el 93 por ciento del calor adicional producido por el cambio climático
antropógeno
Para el año 2100, hasta 35 zonas económicas exclusivas (ZEE) recibirán nuevas
poblaciones transfronterizas.
Efectos del cambio climático en la pesca marina
Los cambios en el potencial de captura de peces marinos varían según la región. Se prevé que las mayores
disminuciones se producirán en los trópicos, mientras que se calcula que, en las regiones de latitudes
altas, el potencial de captura aumentará o bien disminuirá menos que en los trópicos.
Se prevé que, para el año 2100, hasta 35 ZEE recibirán nuevas poblaciones transfronterizas debido a los
cambios en la distribución, por lo que surgirán nuevas dificultades y oportunidades para las naciones
pesqueras y se crearán posibles conflictos acerca de los recursos que comenzarán a compartirse.
Efectos del cambio climático en la pesca continental
Aproximadamente el 50 por ciento de las especies de peces continentales se ven amenazadas por los efectos del
cambio climático, tales como el aumento de las temperaturas del agua, las alteraciones en las evacuaciones e
interacciones entre estos factores de estrés y otros como las especies invasivas, los patógenos y la energía
hidroeléctrica.
Mensajes clave
Visión para el futuro: una adaptación y una mitigación
innovadoras
Poner en práctica una adaptación transformadora con urgencia. Muchos pescadores ya
se están adaptando, pero las instituciones y las políticas deben dar un paso adelante.
Aprender de ejemplos de adaptación exitosos.
Responder al cambio climático mejorando la ordenación de la pesca por medio de la
aplicación de enfoques intersectoriales, holísticos y precautorios que logren solidez
ante la variabilidad, más que estabilidad.
Desarrollar mecanismos de ordenación espacial adaptativa que puedan ayudar a
abordar los cambios en la distribución de las especies y los cambios en la
estacionalidad de los procesos ecológicos.
Con el cambio climático, casi siempre habrá ganadores y perdedores. Esto requiere
negociar las compensaciones recíprocas y basarse en consideraciones de justicia
climática, equidad y éticas al tomar decisiones con respecto a la asignación de
los recursos pesqueros y el acceso a estos.
Diversificar las cadenas de valor añadiendo valor a los recursos nuevos o actualmente
subestimados Promover la diversificación del mercado para evitar los eslabones
débiles que ocasionan una escasa resiliencia ante los cambios y las crisis. Educar a los
consumidores.
Diseñar soluciones de adaptación que consideren las diferencias de género en
función de la vulnerabilidad y se basen en las aptitudes específicas y el papel positivo
que pueden desempeñar las mujeres y los jóvenes.
Invertir en innovación para modificar la pesca, alternativas de seguro modernas,
sistemas de alerta temprana, comunicación y el uso de datos de la industria en tiempo
real.
Sistemas de información sobre la pesca y nuevas tecnologías
La demanda de datos e información evoluciona a medida que la demanda de pescado, la competencia por
los recursos y el cambio climático aumentan.
Las nuevas tecnologías de la información tienen posibilidades de cambiar la forma en que
interpretamos y comunicamos las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad de la pesca.
¿Cuán eficaces son la recopilación de datos y los sistemas de
información sobre la pesca actuales?
En general, el sector pesquero sigue demorándose en adoptar nuevas tecnologías de sistemas de información. La
capacidad de muchos países en desarrollo para adoptar tecnologías incluso básicas suele ser en algunos casos
muy baja.
Todavía siguen existiendo marcos de recopilación de datos inadecuados y grandes carencias de datos que
impiden a muchos países evaluar adecuadamente la situación de sus recursos pesqueros y hacer el seguimiento
correspondiente, así como diseñar políticas y planes de ordenación pesquera eficaces.
En el informe de la FAO denominado El estado mundial
de la pesca y la acuicultura, se expone con claridad que es necesario mejorar la disponibilidad y el
uso de datos, estadísticas e información sobre la pesca. Las metas de los ODS constituyen una oportunidad
única para aumentar la generación de datos y mejorar su calidad, disponibilidad y uso en los sistemas de
seguimiento que orientan la formulación de políticas.
Una visión del futuro: ¿qué necesidades deben abordar las nuevas
tecnologías?
La tecnología de la información es una industria en la que se innova rápidamente y resulta difícil predecir
cómo será en un plazo mayor de cinco años y de qué manera transformará nuestros procesos de seguimiento y
ordenación. Sin embargo, es evidente que los datos se utilizan cada vez más para motivar las decisiones en
tiempo real.
La inteligencia artificial estará apoyada por la disponibilidad de una enorme cantidad de datos heterogéneos
generados, en gran parte, por las tecnologías de observación cuya variedad, distribución y propósito están
creciendo de manera exponencial, desde satélites, boyas y vehículos terrestres y submarinos hasta
dispositivos a disposición de los ciudadanos.
No obstante, la innovación en las tecnologías basadas en los datos conlleva una serie de riesgos —como los
relativos a la confianza y la transparencia, los dilemas éticos y la división entre información y
conocimientos— que se deben abordar de manera adecuada.
Aplicar nuevas tecnologías de la información: obstáculos y soluciones
Aunque los gobiernos y los organismos que están a cargo del seguimiento y la ordenación de la pesca se han
mostrado históricamente reticentes al acceso abierto a los sistemas de datos, los datos sobre los peces y la
pesca se están convirtiendo rápidamente en un bien público.
Es probable que la aparición de nuevas tecnologías como las cadenas de bloques, los macrodatos, la
inteligencia artificial y el aprendizaje profundo afecten de manera significativa la cadena de valor de los
datos establecida y que transformen la ordenación del sector a corto y medio plazo.
La función que desempeña el sector público en este ámbito en el plano nacional, regional y mundial sigue
siendo fundamental. Apoyando el fortalecimiento de la gobernanza y el aumento de las alianzas entre los
proveedores de datos y tecnologías y las estrategias destinadas a la sostenibilidad, el sector público puede
ayudar a lograr aportes de datos exhaustivos, neutrales y que puedan compartirse, desde aplicaciones locales
hasta estadísticas y seguimiento de tendencias mundiales.
Mensajes clave:
En relación con el papel de la innovación y las nuevas
tecnologías de la información
Integrar la recopilación de datos con las cadenas de suministro. Es extremadamente
necesario que los países en desarrollo inviertan en la capacidad para reunir, compilar y
analizar datos en sistemas completamente integrados.
Promover estructuras en línea que presten servicios analíticos e invertir en
tecnologías de teleobservación, accesibilidad a internet y sensores como formas
de generar conocimientos nuevos, en tiempo real e inclusivos.
Elaborar datos clave, sencillos y fáciles de recopilar como método para ampliar la
información que se utiliza al fundamentar las decisiones en materia de ordenación
pesquera.
Abordar los obstáculos institucionales y normativos que imposibilitan la
aplicación de sistemas eficaces de información sobre la pesca y de intercambio de datos,
y considerar políticas de datos abiertos regidas por principios seguros y transparentes.
Generar conocimientos fiables a partir de los datos. Desarrollar procesos bien
definidos, transparentes e inclusivos para facilitar la comunicación en la interfaz
entre ciencias y políticas a fin de garantizar que las fuentes fiables de datos e
información (lo que incluye las fuentes autóctonas) produzcan conocimientos sobre la
pesca que sean creíbles, pertinentes, legítimos y de libre acceso, en todos los niveles.
Reducir la brecha digital. Invertir en la recopilación de datos móvil y el uso de
tecnologías de teleobservación, hacer intervenir a las comunidades de pescadores,
incluidos las mujeres y los jóvenes, y empoderarlos con servicios (tales como servicios
de análisis) a fin de mejorar sus medios de vida y facilitar el sentido de propiedad.
Apoyar la creación de capacidad en la cadena de suministro de datos; es decir, la
recopilación, la gestión y el análisis de datos.
Elaborar directrices internacionales en materia de políticas sobre cómo
desarrollar y utilizar de manera equitativa las nuevas tecnologías y garantizar que se
apliquen los principios “FAIR” (datos encontrables, accesibles, interoperables y
reutilizables).
Apoyar el fortalecimiento de la gobernanza y el aumento de las asociaciones entre los
proveedores de datos y tecnologías, de manera que el sector público pueda ayudar
a lograr aportes de datos exhaustivos, neutrales y que puedan compartirse, desde
aplicaciones locales hasta estadísticas y seguimiento de tendencias mundiales.
Oportunidades en materia de políticas para la pesca en el siglo XXI
Los recursos acuáticos, aun siendo renovables, son limitados.
Y tienen que someterse a una ordenación adecuada si se quiere que su contribución al bienestar
nutricional, económico y social de la creciente población mundial se pueda mantener.
La conciencia acerca de la importancia de nuestros océanos y aguas continentales ha ido aumentando, tanto en
los gobiernos como en la sociedad civil; no obstante, el reconocimiento de los muchos servicios que
proporcionan ha adquirido notoriedad en las agendas de los líderes políticos de alto nivel solo en los
últimos tiempos.
Actualmente, existe amplio acuerdo en cuanto a que deben reforzarse los marcos de gobernanza de los océanos y
los mares a fin de garantizar que haya bienes y servicios basados en los océanos para las generaciones
futuras y de desarrollar una economía azul realmente sostenible.
El marco normativo internacional del sector pesquero, basado en los llamamientos formulados en el Código de
Conducta para la Pesca Responsable (1995) respecto de la cooperación y la coordinación en los planos
regional y mundial, ya está bien establecido, tanto en las zonas bajo la jurisdicción nacional como en alta
mar.
Sin embargo, el grado de aplicación de las políticas pesqueras a nivel nacional, regional y mundial no es
uniforme y estas han mostrado cierta disparidad en los resultados. A veces, esto se debe a fracasos de las
políticas, otras veces, a fracasos en la aplicación, tales como falta de capacidad o falta de recursos.
Las políticas destinadas al sector pesquero no se relacionan
únicamente con el pescado
Los puestos de trabajo que se crean tanto para los hombres como para las mujeres a medida que el
pescado pasa del mar a la mesa ayudan a eliminar la pobreza.
Los peces capturados proporcionan seguridad alimentaria y nutrición.
Las pesquerías bien gestionadas, que son sostenibles desde el punto de vista ecológico, pueden
contribuir a la erradicación de la pobreza, al bienestar económico, a hacer frente al cambio
climático y a fomentar la paz y seguridad.
Si se reconoce y facilita el acceso de los pescadores artesanales en pequeña escala a estos
recursos naturales y mercados, habrá menos desigualdades entre las opiniones de los sectores que
compiten entre sí y se atenderá más adecuadamente la igualdad entre los géneros.
Mensajes clave:
Más allá del Código de Conducta: oportunidades en materia de
políticas para el siglo XXI
Integrar la pesca en marcos de planificación y gobernanza más amplios que abarquen
múltiples sectores. La ordenación pesquera no puede actuar de forma aislada, y
debe trabajar junto con otros sectores más visibles y económicamente valiosos.
Mantener e intensificar los esfuerzos para erradicar la pesca INDNR En particular,
todos los Estados del pabellón, del puerto, ribereños y de mercado deben ratificar y
aplicar el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto destinadas a prevenir,
desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Fortalecer la voluntad y capacidad política para mejorar la aplicación de los marcos
normativos existentes y apoyar la innovación en las políticas para los nuevos
desafíos.
Garantizar que las decisiones en materia de políticas y ordenación pesqueras sean
inclusivas, promoviendo los datos científicos comprobados y el reconocimiento de
los conocimientos locales y tradicionales.
Mejorar la percepción pública y de los gobiernos con respecto a la pesca para
justificar inversiones y responder a las críticas, a fin de aumentar el sentido de
propiedad respecto de la agenda de la pesca.
Aumentar la rendición de cuentas y generar más confianza en la capacidad y
transparencia del sector pesquero para formar parte de la solución.
Mejorar la cohesión entre los objetivos de la pesca y los objetivos de conservación de
la biodiversidad.
Garantizar los medios de vida, el bienestar y el trabajo decente es un objetivo
fundamental de la gobernanza y la ordenación de la pesca, y debe contar con la
participación de las partes interesadas y garantizar los derechos y el acceso, al tiempo
que se concilian los objetivos de seguridad alimentaria y suministro de alimentos con la
conservación.
Garantizar que las iniciativas para fortalecer la economía azul se basen en el
desarrollo sostenible e incorporen los derechos de las personas cuyos medios de
vida dependen del mar ahora y de las futuras generaciones de pescadores.
Mejorar la igualdad de género, el apoyo a las generaciones jóvenes y la creación de
capacidad en las comunidades de pescadores.