El suelo es un recurso no renovable

El Año Internacional de los Suelos (AIS) se presentó el pasado 5 de diciembre de 2014, Día Mundial del Suelo, y la campaña de comunicación del AIS está en marcha con diversos materiales promocionales que ya están disponibles en el sitio web.

La campaña se articula en torno a seis mensajes clave que ponen de relieve las múltiples formas en las que todos dependemos en suelos.

A pesar de ser un recurso no renovable —lo que significa que su pérdida y degradación no es recuperable en el curso de una vida humana —, el suelo es a menudo ignorado. Se estima que hoy en día, el 33 por ciento de las tierras están de moderada a altamente degradadas debido a la erosión, la salinización, compactación, acidificación y la contaminación química de los suelos.

A lo largo de 2015, la FAO pretende sensibilizar sobre las funciones clave del suelo y cómo estas se solapan con los objetivos estratégicos de la FAO a través de una serie de productos de comunicación.

Mensajes clave

  • Unos suelos sanos son la base para la producción de alimentos saludables.
  • Los suelos son el fundamento para la vegetación que se cultiva o gestiona para producir alimentos, fibras, combustibles o productos medicinales.
  • Los suelos sostienen la biodiversidad del planeta y albergan una cuarta parte de la misma.
  • Los suelos ayudan a combatir y adaptarse al cambio climático por su papel clave en el ciclo del carbono.
  • Los suelos almacenan y filtran agua mejorando nuestra resiliencia ante inundaciones y sequías.
  • Los suelos son un recurso no renovable, su conservación es esencial para la seguridad alimentaria y un futuro sostenible.

La amenaza de la degradación del suelo

Los suelos sufren una creciente presión por la intensificación y la competencia de su uso para la agricultura, la silvicultura, el pastoreo y la urbanización. Se estima que la demanda de alimentos, piensos y fibras de una población creciente aumentará un 60 por ciento para 2050. Estas presiones, combinadas con usos y prácticas de gestión no sostenibles de la tierra, así como los fenómenos climáticos extremos, causan su degradación. Por lo tanto, la conservación del suelo y el manejo sostenible de la tierra se han convertido en esenciales para revertir la tendencia de la degradación del suelo y garantizar la seguridad alimentaria y un futuro sostenible.

¿Cómo podemos proteger nuestros suelos?

Pueden hacerse muchas cosas a distintos niveles para promover la gestión sostenible de los suelos y garantizar que estén sanos. Entre ellas figuran una mayor inversión gubernamental, promoción de prácticas de gestión para la adaptación y mitigación del cambio climático, además de una legislación estricta y el desarrollo de políticas inclusivas por parte de los gobiernos, entre otras medidas. Los agricultores y las personas directamente en contacto con el suelo tienen que entender los beneficios de las prácticas de gestión sostenible de la tierra antes de poder aplicarlas. La educación, los programas de extensión eficaces y la promoción de tecnologías adecuadas tienen un papel fundamental en este aspecto.

La función de la FAO

En colaboración con las organizaciones asociadas y los gobiernos, la FAO promueve la conservación del suelo en todo el mundo. Reconocer y valorar los suelos por su capacidad productiva, así como por su contribución a la seguridad alimentaria y al mantenimiento de servicios ecosistémicos esenciales, es fundamental para el proceso.

Ya están en marcha una serie de proyectos importantes como el Programa de Gestión de agroecosistemas transfronterizos en la cuenca del río Kagera, la Iniciativa de la Gran Muralla Verde y la Acción contra la Desertificación.

Enlaces

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09/02/2015

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