Es posible que la pandemia del Covid-19 lleve a un aumento de la deforestación y a la correspondiente pérdida de biodiversidad. Al contraerse los ingresos de los hogares y disminuir la disponibilidad de alimentos, las personas de algunas zonas rurales volverán a buscar en los bosques y los productos forestales sus medios de subsistencia, incluidas las plantas y la fauna y flora silvestres para alimentos, lo que puede producir una explotación excesiva de los recursos naturales. Asimismo, las personas y las empresas que buscan ingresos en tiempos de coacción pondrán aún más presión en los recursos forestales a través de la extracción del carbón vegetal, la conversión de los bosques a la agricultura y otras actividades económicas legales y, a veces, ilícitas. Se corre también el riesgo de que los programas de estímulos prioricen el rápido rendimiento financiero y el empleo, en vez de los objetivos a largo plazo en materia de clima y sostenibilidad, lo que podría agravar la deforestación o la degradación forestal.
Mientras tanto, la deforestación y la pérdida de biodiversidad correspondiente se reconocen como factores que contribuyen al riesgo de propagación de enfermedades.
El principal objetivo de la FAO es ayudar a garantizar la salud y la seguridad de todos los que participan en actividades forestales y, entre ellos, aquellos que más dependen de los bosques, de los productos forestales y de los ingresos generados por el sector. La FAO está trabajando con una amplia gama de asociados para enfrentar los impactos del Covid-19 en los medios de vida y en los bosques en diferentes contextos, y mejorar la contribución de los bosques a la salud y a la recuperación de la crisis, para reconstruir comunidades y sociedades más fuertes y resilientes.
Si desea ulterior información sobre los impactos del Covid-19 en el sector forestal, vea la reseña de orientación normativa de la FAO en: http://www.fao.org/documents/card/en/c/ca8844es.