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7 METODOS DE PRODUCCION PESQUERA EN LOS CANALES DE RIEGO

7.1 La pesca en los canales de riego, y sus riesgos

7.1.1 Potencial

A pesar de la probable reducción de la diversidad del hábitat en los canales de riego, éstos pueden soportar varios niveles de producción pesquera. Los peces se introducen sin duda en el sistema de riego a partir de las aguas de origen, y algunas especies de peces pueden formar poblaciones naturales en los canales, aunque hay pocos datos que corroboren esta hipótesis. De hecho, es posible que la mayor parte de las poblaciones de peces existentes en muchos sistema de riego provengan de las aguas de origen, pero estos peces sólo constituirán una población autosuficiente si existen los adecuados estímulos para la cría, y si se dispone de alimentos suficientes para sostener a la población. En la mayoría de los casos no se sabe si los peces de los canales se reproducen activamente, o si se introducen periódicamente desde las vías acuáticas naturales.

No existe mucha documentación sobre la producción pesquera de los canales. En Egipto se calcula que casi el 16% de la producción pesquera de aguas dulces procede del Nilo y de sus canales de riego (Sadek, 1988). No está claro cuál proporción procede del Nilo, y cuál de los canales. La longitud total de los principales canales de riego y avenamiento es de 3 532 km, lo que representa un potencial considerable para las operaciones controladas de pesca o de acuicultura, suponiendo que los canales sean adecuados para ello (cuadro 15). Un obstáculo a la piscicultura en los canales de riego de Egipto y de otros países es la reluctancia del gobierno a permitir cualquier tipo de instalación en los canales de abastecimiento, por miedo a afectar la calidad del agua de riego, y reducir los caudales.

En el Sudán, la biomasa de peces en los canales secundarios del sistema de riego de Gezira oscila entre 50 kg/ha y 2 786 kg/ha, con una media de 660 kg/ha. En relación con la población permanente, esta es una cifra superior a la de la biomasa que suele encontrarse en la mayoría de los hábitat fluviales (Coates, 1984). Welcomme (1979a) indicó que el rendimiento medio de los ríos de las llanuras de aluvión durante la temporada seca varía entre 60 y 1 000 kg/ha. Sin embargo, la densidad de la población de peces tenderá a variar durante el año, en función del nivel del agua en el río. De ordinario se produce un aumento durante la temporada seca, cuando los peces están concentrados en una zona más pequeña. Esto se observó durante los estudios realizados en el río Kafue, en Africa (Welcomme, 1985).

Chizhik (1969) ha observado que en la URSS la producción pesquera potencial en los canales de riego podría alcanzar la cifra de 50 a 100 kg/ha, pero en zonas donde las especies se alimentos. Estas cifras se basan en una pesquería controlada, en la que se producen carpas herbívoras, carpas plateadas, carpas comunes y carpas cabezonas.

En Bangladesh, los canales de riego construidos por el Gobierno a lo largo de las carreteras y las vías férreas pueden producir hasta 500 kg/ha/año, que vendrían a añadirse a otras 10 000 toneladas anuales de la producción pesquera nacional en aguas continentales (Marr, 1986). Muchos de estos canales son de aguas estancadas (zanjas de préstamo) durante gran parte del año, y por consiguiente pueden explotarse con los mismos sistemas que los estanques.

Cuadro 15 Distribución de los canales de riego y avenamiento en Egipto (Sadek, 1988)
ZonaLongitud de los 
canales de riego
de agua dulce
Longitud de los
canales de
avenamiento
Total
Oriental304468772
Occidental233131364
Central180780960
Alto Egipto1 0923441 236
Total1 8091 7233 532

Se ha calculado que la simple introducción de las especies Oreochromis spp., Channa striata y Puntius gonionotus en los canales de riego que abastecen a los huertos de Tailandia, dio lugar a una cosecha de 350 kg/ha/año, sin alimentación suplementaria (Swingle, 1972).

No se conoce la adaptabilidad a los sistemas de canales de las especies de peces de los ríos de las llanuras de aluvión, en comparación con los otros ríos y con los embalses. Tampoco hay muchos datos sobre las relaciones ecológicas más amplias entre las aguas naturales y los correspondientes canales de riego. Coates (1984) observó que la duración media de la vida de un pez en los canales del sistema de riego de Gezira, en el Sudán, era generalmente menor que en el cercano río Nilo. Esta observación fue corroborada por Daget (1976), en los canales de riego de otros países. Esto podría indicar que los peces pequeños en los canales eran alevines que utilizaban la cubierta vegetal como protección, o que estos canales son zonas importantes de cría, o bien sirven para eludir los cambios estacionales en el régimen hidráulico o trófico de las vías acuáticas naturales. Si este fuera el caso, un esfuerzo pesquero sostenido podría dañar gravemente a las poblaciones de peces en las aguas naturales adyacentes.

7.1.2 La ordenación pesquera en los canales

Durante muchos años se ha prestado poca atención a la ordenación de la pesca en los ríos naturales, ya que en cierto modo se daba por supuesta la continua producción de las pesquerías (Welcomme, 1979). Sin embargo, la creciente competencia para la utilización de recursos hídricos en la agricultura, la industria u otros sectores nacionales ha afectado a los recursos pesqueros fluviales, y en muchos casos la producción va en descenso. Además, existe una mayor presión sobre las poblaciones de peces para obtener alimentos destinados a una población humana cada vez más numerosa.

La ordenación de las poblaciones pesqueras puede requerir la repoblación, la introducción de nuevas especies y la imposición de reglamentaciones para controlar el esfuerzo pesquero. En Egipto, las poblaciones de carpas herbívoras que eliminan las malas hierbas en los canales se pescan regularmente y son sustituidas por alevines, de modo que al tiempo que se eliminan las plantas acuáticas se obtiene una considerable producción de peces. Para evitar la posibilidad de que la pesca se efectuara antes de que se hubieran eliminado del todo las malas hierbas, se impusieron varias restricciones a los pescadores. Entre ellas figuraban la prohibición de la pesca hasta después de que terminase la temporada de crecimiento de las plantas, la prohibición de pescar candidades superiores a la producción de la temporada anterior, y la repoblación planeada de alevines. Además, los pescadores tuvieron que reemplazar a las carpas de longitud inferior a los 30–40 cm, y proteger sus propias zonas pesqueras (Van Zon, 1984).

Las operaciones de introducción de peces tienen que considerarse con cierta precaución, ya que hay numerosos ejemplos de introducción de especies que han alterado totalmente la estructura de la comunidad íctica natural. Si hay nichos vacantes para explotar en el sistema de canales, las operaciones de introducción de especies podrían ser beneficiosas para la pesca.

Los métodos establecidos para la determinación de poblaciones y la ordenación de la pesca fluvial podrían utilizarse en los sistemas de riego, pero las estimaciones de productividad deben considerarse con reserva (véase la sección 6.1). La evaluación de las poblaciones de peces y la predicción de las capturas son difíciles en un ecosistema inestable, máxime cuando estos sistemas están afectados por las actividades del ser humano. Holcik (1979) indicó varios métodos arbitrarios de determinar las poblaciones de peces en los ríos, y señaló que la elección del método dependía del caudal, el tipo de lecho y los bancales del río, los obstáculos al caudal y la intensidad de la navegación en el río.

Una cierta ordenación de las poblaciones de peces en los canales de riego será esencial en la mayoría de los sistemas para mantener una pesquería sostenible. Sin embargo, con frecuencia los sistemas de riego abarcan vastas zonas y se componen de miles de kilómetros de canales, lo que hace que una ordenación eficaz de la pesca sea una tarea difícil.

7.2 La piscicultura en los canales de riego, y sus riesgos

7.2.1 Potencial

En muchas situaciones la acuicultura puede ser más adecuada que la pesquería controlada, porque es posible ejercer un control mucho mayor sobre la producción y por el carácter limitado de los sistemas de producción. La acuicultura puede producir un número mucho más elevado de peces por superficie que la pesca. La producción media de peces de los océanos es inferior a 2 kg/ha/año, y en los lagos es de 200–250 kg/ha/año (Hepher, 1985), mientras que la producción potencial de la acuicultura intensiva, inclusiva con sistemas de baja tecnología, puede ser de hasta 1 500–2 000 t/ha/año (Hepher y Pruginin, 1981). Pantulu (1980) en su estudio de las posibilidades de producción acuícola de peces en los sistemas de riego de la cuenca del Bajo Mekong, predijo rendimientos de 6 t/ha/año (sin embargo, esto corresponde al cultivo tradicional en estanques en zonas no aptas para la producción agrícola, y no en canales de riego).

Los tipos de acuicultura pueden clasificarse, en términos amplios, como extensivos, semi-intensivos e intensivos, sobre la base de los insumos financieros, tecnológicos y de gestión del sistema. La acuicultura extensiva se basa en las fuentes naturales de alimentos para peces, principalmente el plancton y las algas. Es posible limitar las poblaciones naturales de peces, o bien incrementar una especie determinada mediante la repoblación moderada del cuerpo de agua, y el crecimiento de la fuente alimentaria puede fomentarse también mediante una cierta fertilización limitada. Los insumos financieros y de gestión son reducidos.

En el cultivo semi-intensivo los cercados se siembran con peces reproductores de una especie determinada, y se impide la presencia de otras especies. La alimentación se proporciona en forma de alimentos artificiales de bajo contenido proteínico (10–30%), para complementar la producción natural de alimentos estimulada por el uso de fertilizantes. Los insumos de gestión consisten en fertilizantes, la repoblación con peces reproductores y la alimentación complementaria regular. Las aportaciones financieras se dedican principalmente a la compra de peces reproductores y piensos de bajo contenido proteico. Los costos no son muy elevados.

Los sistemas de cultivo intensivo presuponen el control completo por parte del cultivador de todos los aspectos del ciclo de producción. Antes de proceder a la siembra en altas densidades del cercado con las especies que se van a cultivar, se eliminan todas las demás especies. Se proporcionan alimentos artificiales completos y prefabricados, que constituyen una dieta proteínica elevada (30–50%), basada habitualmente en harina de pescado. Otro insumo de gestión suele ser la clasificación de los peces durante el ciclo de producción en grupos de tamaño similar, con objeto de facilitar la ordenación eficiente de la población. Los insumos financieros son elevados, siendo el principal de ellos, habitualmente, la compra de piensos (hasta el 60% de los costos de producción); según las especies que se cultiven, los costos de compra de reproductores pueden ser también importantes (Beveridge, 1984).

Cada método de producción presenta sus propias ventajas e inconvenientes, que deben tenerse en cuenta antes de decidir cuál será el más adecuado. En el contexto de los canales de riego, las jaulas, corrales u otros cercados grandes ofrecen el medio más adecuado para la acuicultura. Los cercados pueden ser objeto de una ordenación extensiva o intensiva, pero en las jaulas y los corrales sólo podrán aplicarse prácticas de ordenación semi-intensiva, en la mayor parte de las situaciones. Estas opciones se examinan con más detalle en las siguientes secciones.

7.2.2 Cultivo en jaulas

Es posible que la piscicultura en jaulas se practicase ya en Camboya en el siglo XIX, cuando los pescadores construían jaulas o cestas de mimbre para los peces de la especie Clarias, en espera de transportarlos al mercado (Pantulu, 1979). Esta práctica se extendió al Viet Nam y a Tailandia, y hoy día el cultivo en jaulas de peces, y más recientemente camarones, se practica en todo el mundo (Beveridge, 1987). Actualmente, más de 70 especies se cultivan en jaulas de diversos tamaños y formas, tanto en aguas corrientes como en aguas estancadas (Coche, 1978) (véase el cuadro 16). En las distintas regiones se construyen jaulas de diversos materiales, según la disponibilidad y el costs. La duración prevista de los materiales se indica en el cuadro 17.

Las ventajas de la utilización de jaulas para la acuicultura pueden dividirse en dos clases, relacionadas respectivamente a los recursos y a la gestión. Desde el punto de vista de los recursos, las jaulas son atractivas porque permiten aprovechar las masas de agua existentes, y pueden complementar otras actividades. Por ejemplo, en Malasia y Singapur el cultivo de especies de peces plantívoros en jaulas sirve también para desbrozar las aguas eutroóficas (Beveridge, 1984), y en Indonesia se ha obtenido una producción en altas densidades de carpas en jaulas flotantes, en muchos de los embalses del país. En este mismo país, más concretamente en Java central, se utilizan jaulas para la producción de peces en los canales.

Las jaulas sirven también como medio de agrupar/atraer a los peces, lo que podría tener un efecto beneficioso para las poblaciones naturales de peces en los canales de riego, complementando asío otras operciones simultáneas de pesca. La presencia de medios de agrupación/atracci&0acute;n de peces tiene varias consecuencias beneficiosas para las poblaciones ícticas, ente ellas:

  1. la creación de zonas de sombra que hagan visible el zooplanction;

  2. la protección de los peces pequeños contra los predadores;

  3. la presencia de peces pequeños, que atrean a los peces más grandes;

  4. el suministro de un sustrato para el crecimiento de las lplantas y los animales, y para los huevos

Las jaulas pueden construirse sin mucho cost, utilizando materiales ampliamente disponibles, como el bambú para la estructura principal y bidones de plástico como flotadores. Asimismo pueden comprarse redes metálicas o de otros materiales a costo relativamente bajo. Por consiguiente, el cultivo en jaulas es muy apropiado para los pequeños explotadores.

En cuanto a las ventajas de manejo, las jaulas suelen permitir un buen intercambio de agua, con las consiguientes altas densidades de poblaciín. Esto supone también un bajo costo de capital por unidad de producción, lo que hace que sean muy rentables. Disponer de un elevado número de peces en un cercado pequeño tiene varias ventajas desde el lpunto de vista de la gestión. Una es, evidentemente, que sólo hace falta una pequeña superficie, en comparación con otros sistemas de cultivo, para producir un volumen unitario de peces. Los costos de inversión están frecuentemente relacionados con la superficie de tierra/agua (compra del terreno, permisos, etc.), por lo que éste es otro aspecto positivo. Las poblaciones pueden manejarse mucho más fácilmente en jaulas que en estanques o en lagos; la alimentación por tamaños, la detección y tratamiento de enfermedades y la recolección se llevan a cabo de modo más eficiente.

Cuadro 16 Especies de peces comercialmente importantes, cultivadas en jaulas y corrales en aguas continentales (Beveridge, 1984)
EspeciesPaísesClimaTipo de
alimentación
Lotico/lénticoJaula/corral
Salmós Trucha arcoirisEuropa, América del Nore, Jap&0acute;n, trópicos de gran altitud (por ejemplo Colombia, Bolivia, Papua, Nueva Guinea)TempladoIntensivo. Alto contenido proteínico (40%)LénticoJaula flotante
Salmón (diversas especies) seguines (smolts)Europa, Ameérica del Norte, América del Sur, JapónTempladoIntensivo. Alto contenido proteínico (45%)LénticoJaula flotante
Carpas Carpas chinas (carpaplatead, carpa herbívora, carpa cabenoza)Asia, Europa, América del Norte Templado-tropical Principalmente semi-intensivo, aunque también extensivo (Asia) e intensivo (Europa, América del Norte)Lótico y lénticoJaulas y corrales
Principales carpas indias (Labeo rohita)AsiaSubtropical, tropicalSemi-intensivoPrincipalmente lénticoPrincipalmente jaulas
Carpa ComúnAsia, Europa, América del Norte, America del SurTempldotropicalPrincipalmente semi-intensivo, aunque también intensivoPrincipalmente lénticoPrincipalmente jaulas
Tilapias (O. mossambicua,
O. niloticus etc.)
Asia,Africa, America del Norte, America del SurSubtropical - tropicalPrincipalmente semi-intensivo, Aunque también intensivoPrincipalmente lénticoPrincipalmente jaulas
Bagres Bagres de canalAmérica del NorteTempladosubtropicalIntensivoLénticoJaulas flotantes
Clarias spp.Asia del Sudeste AfricaTropicalSemi-intensivoLótico y
léntico
Jaulas
flotantes
Cabezas de serpiente
Channa spp.
Ophicepha
Asia del SudesteTropicalSemi-intensivo/intensivoLótico y
léntico
Jaulas
flotantes
Pangasius spp.Asia del SudesteTropicalSemi-intensivoLénticoJaulas
flotantes
SabaloteAsia del SudesteTropicalSemi-intensivoLénticoCorrales
Cuadro 17 Duraciíon de los materiales utilizados para construir jaulas y corrales en las regiones templadas y tropicales (Beveridge, 1984)
MaterialDuración prevista en agua
dulce (años)
Bambú y trozas1–2
Bidones de metal0,5–3
Neumáticos15+
Bidones de plástico usados1,2+
Espuma de estireno–cubierta5+
–no2+
cubierta 
Ferrocemento10+
Tubos de cloruro de5+
policinilo 
Boyas esféricas–aluminio10+
–plástico5+
Cilindros de aluminio10+

1 Relleno de poliestireno

Asimismo, las jaulas son mucho más flexibles que las instalaciones de tierra. Por ejemplo, son fáciles de desplazar, bien dentro de la misma masa acuática o bien o otra masa, para proteger a las polaciones contra los contaminantes, los predadore, etc.

Como es natural, también hay inconvenientes en este tipo de cultivo, y Balarin y Haller (1982) señalaron varias limitaciones que deben considerarse antes de introducir jaulas de peces en una masa acuática.

Entre estas limitaciones figura la necsidad de un intercambio suficiente de agua a través de las jaulas, con objeto de eliminar los metabolitos y mantener los niveles de oxígeno. Las diferentes especies de peces consumen el oxígeno a ritmo distinto, según la clase de vida que lleven. Las especies carnívoras se alimentan activamente y emplean una gran cantidad se oxígeno en comparación con las especies bénticas, que se mueven más lentamente, o con las especies que filtran los alimentos. En algunos canales la nesidad de un intercambio suficiente de agua a través de las jaulas limitará el número de éstas. Tampoco se presrt este sisema al cultivo de especies bénticas ya que es necesario elevar las jaulas por encima del sustrato con objeto de que la corriente pueda eliminar los metabolitos acumulados.

En muchos canales el caudal varía segúnla temporada, y ello puede afectar al coeficiente de conversión de alimentos, las tasas de supervivencia y las densidades de población. Beverude (1987) propone un caudal óptimo a través de las jaulas marinas de 0, 1–0,6 m/s, y en todo caso que no supere 1 m/s. En las corrientes más altas hay una tendencia a la deformación deredes laterales de la jaula, que reduce el volumen de la jaula a proporciones inaceptables, y hace que los peces tengan que dedicar más energía a mantener su posición (Okbayashi, 1958; Beveridge, 1987).

Las jaulas pueden causar una reducción en el caudal de los canales, que a su vez afectará a la eficiencia del propio sistema de riego. En Indonesia, este problema se ha solucionado colocando las jaulas en el suelo de los canales de avenamiento, con lo que se reducen los efectos en el caudal y se mantiene un caudal suficiente de agua rica de nutrientes a través de la estructura (Cocta–Pierce y Effendi, 1988) (cuadro 18).

Otro problema potencial es la lposible difusión de enfermedades por parte de las poblaciones de peces naturales que son atraúdas a las jaulas, y las transferencias de los organismos patógenos de una a otra jaula. En Malasia, se determinó que la incidencia de infecciones de parásitos metazoos de Puntius binotatus en los canales de riego alcansaban su máximo durante la temporada de las illuvias. Por desgracia, este período coincide con el período máximo de densidad de la población, lo que agrava los problemas sanitarios (Leong, 1986).

Cuadro 18 Comparaciín entre sistemas de acuicultura (cultivo de carpas en Indonesia) (Costa-Pierce y Effendi, 1988)
CaracterísticaExtensivoSemi-intensivoIntensivo
Densidad de población peces/haBajaj (2–5 000)Moderada (30–100 000)Alta (200–500 000)
Tipos de alimentaciónSólo alimentos naturalesBajo costo, suplementario (salvado, estiércol, etc.)Completa comercial 20–25% de proteínas
Gestiónpoblación, recolecciónPoblación, alimentación, recolecciónPoblación, alimentació n,calidad y cantidad del agua, manipulació n de la población recolección
Insumos de capital (Rp/ha)Bajos (20–50 000)bajos-moderados (100 000–5mill)Altos (500–700 mill)
Insumo de funcionamiento (Rp/ha/cosecha)Bajos (40–100 000)Moderados (500 000–2mill)Altos (150–20mill)
Producto bruto (Kg/ha/añoBajos (100–300)Moderado (1 000–5 000)Alto (100–250 000)
Beneficio netoRentable. Establecido , en aumentoVariable. Según la temporadaNo demostrado. Muchos se en 1987

100 Rp = 1 dólar de los EE.UU

Asimismo, las jaulas favorecen la rápida acumulación de algas, especialmente en las aguas de alto contenido de nutrientes. La acumulación de algas reduce el intercambio de agua y puede contribuir a la deformación de las redes en las corrientes más fuertes. Ambos factores son desfavorables para la salud de los peces. Una excesiva acumulación de algas aumenta la necesidad de mano de obra, y reduce la capacidad de carga de las jaulas.

  1. Cultivos extensivos y semi-intensivos en jaulas

    Los cultivos extensivos y semi-intensivos son más aptos para las aguas dulces de las regiones tropicales, por los elevados niveles de producción primaria de dichas aguas (Brylinsky, 1980); se ha demostrado que existe una correlación positiva entre el rendimiento piscícola y la productividad primaria (Oglesby, 1977, 1982; Marten y Polovina, 1982). Asimismo, los cultivos extensivos y semi-intensivos se limitan a las especies de alimentación béntica, plantívora, detritual y de deriva, ya que las especies carnívoras tienen altas necesidades de proteínas que no pueden satisfacerse con la producción primaria, y otras especies tienen aparatos bucales especiales que no se ajustan a este tipo de alimentos (Beveridge, 1984).

    Las aguas con una elevada carga orgánica son adecuadas también para este tipo de cultivo (Costa-Pierce y Effendi, 1988). Como la productividad de una masa de agua depende de la disponibilidad de nutrientes esenciales (en particular el fósforo), la luz y la temperatura, cuanto mayor sea la carga de nutrientes mayor será la productividad del agua, y más elevada será la densidad permisible de población (salvo que se proyecte un alto nivel de alimentación complementaria).

    Las especies aptas para los cultivos extensivos son las plantívoras, omnívoras y detritívoras. Las especies que se alimentan de macrofitas necesitarán alimentos artificiales complementarios, ya que las jaulas no están en contacto con el sustrato y los peces que se cultiven en ellas no podrán consumir macrofitas acuáticas. El cultivos en jaulas de algunas especies permite obtener cifras muy altas de producción (con un sistema no intensivo). Beveridge (1984) observa que la producción de tilapia en jaulas mediante un sistema de cultivo extensivo puede dar una cifra de hasta 1,9 kg/km3/mes (cuadro 19), aunque no prevé que este nivel de producción pueda sostenerse durante largos períodos. En los apéndices 2 y 3 figuran los cálculos de las densidades adecuadas de población, sobre la base del suministro disponible de oxígeno y de alimentos.

    Cuadro 19 Cultivo extensivo de tilapia en jaulas en Filipinas; cifras de producción (extraído de Beveridge, 1984)
    LagoBaluanBatoTaalSampalocLagunaBunot
    Fecha Tamaño de la jaula (mm3)1982/3 2501983 1501983 45001983 9001978 150–10001980 2500
    Densidad de población no/m31050501,6–24–84
    Tamaño de los peces (g)˜1  12–16˜1-
    Tiempo de cultivo (meses)5446–94–54
    Tamaño en el momento de la recolección200160100225–300100250
    Prod. kg/m3/mes0,401,901,250,05–0,080,07–0,180,24
    ReferenciaABCDEF

    A - Oliva (1983)
    B - Bisuna (en Beveridge 1984)
    C - Guerrero
    D - Guerrero (1983)
    E - Mane (1979)
    F - Alvarez (1981)

    En Tailandia, el cultivo extensivo de la carpa cabezona, la carpa herbívora y la tilapia del Nilo en los canales de riego utilizados para el cultivo de hortalizas ha tenido bastante éxito (Little y Muir, 1987), aunque el índice de mortalidad de las carpas fue elevado (40%). Esto puede atribuirse a los residuos de plaguicidas y a la alta temperatura de los canales (Edwards et al., 1986), problema éste que probablemente se registrará en la mayoría de las operaciones de acuicultura en los sistemas de riego.

  2. Cultivo intensivo en jaulas

    Este tipo de cultivo se basa casi enteramente en el uso de alimentos artificiales completos, ya que la productividad natural del agua no puede sustentar las densidades característicamente altas de población empleadas en estos sistemas. Sin embargo, no hay mucho interés en la producción comercial de alimentos artificiales completos para los peces de bajo valor (Beveridge, 1984). Esto es imputable principalmente al elevado costo de los alimentos artificiales en relación con el bajo valor de mercado de estas especies. Los costos de estos alimentos pueden representar hasta el 60% de los costos totales de explotación. Por consiguiente, a menudo el cultivo intensivo en jaulas se limita, por razones económicas, a las especies que pueden obtener un alto precio en el mercado.

    El caudal a través de la jaula puede ser crítico para la supervivencia de los peces en el cercado. Las necesidades de oxígeno pueden variar según la especie, el tamaño y la fase de crecimiento, y pueden ser muy superiores a las cantidades de oxígeno que porporciona el agua del canal. Los problemas planteados por un suministro insuficiente de oxígeno son, entre otros, el descenso del coeficiente de conversión de alimentos, una salud deficiente y un ritmo menor de alimentación de los peces. La cantidad de oxígeno en el agua disminuye al aumentar la temperatura y la salinidad. Otro factor que debe tenerse en cuenta en este contexto es la intensidad de la actividad fotosintética durante el día (producción de oxígeno) y la cantidad de oxígeno requerida por las plantas para respirar (día y noche). Es posible calcular la densidad de población conociendo el caudal, el contenido de oxígeno del agua y las necesidades de oxígeno de los peces. El cálculo (Beveridge, 1984) puede verse en el apéndice 2.

    La consideración de las necesidades de oxígeno del sistema será especialmente importante si se quiere cultivar los peces en una serie de jaulas a lo largo de un canal. La primera jaula recibirá el agua plenamente oxigenada, mientras que las últimas jaulas recibirán agua con menos cantidad de oxígeno, y más cantidad de dióxido de carbono y desecho metabólicos. En un típico canal de riego hay muy pocas oportunidades de reoxigenar el agua, y las condiciones para la piscicultura se deteriorarán rápidamente. Hará falta pues instalar un equipo de aireación (por ejemplo, aireadores de ruedas de paletas).

7.2.3 Estudios de casos; el cultivo en jaulas en los canales de riego

Indonesia/Java

El cultivo extensivo de carpas en los canales de avenamiento y de aguas residuales de Indonesia ha dado resultados satisfactorios durante muchos años. El sistema se basa casi por entero en la cadena de alimentación natural para la alimentación de las carpas. Esta práctica es casi una excepción en el cultivo tradicional en jaulas, que habitualmente se basa en un sistema de alimentos artificiales preparados, altas inversiones de capital y escasa contribución de la producción natural.

Vaas y Saachlan (1956) hicieron un informe sobre la cría de carpas en jaulas, en los canales que cruzan el centro de Bandung (Java occidental). Se cree que esta práctica se originó en el Japón, o bien que procede de la costumbre de guardar los peces en los canales antes de la venta, habiéndose observado que en este tiempo los peces engordaban. En este estudio particular, los canales eran de 4 a 5 m de anchura con una profundidad mínima del agua de 30–40 cm, y servían también de cloacas abiertas para los excrementos humanos y los desechos de las cocinas. Se llenaron jaulas rectangulares con carpas comunes de 8 a 12 cm de longitud. Los peces alcanzaban pesos de 50 a 75 kg en dos o tres meses con escasa alimentación complementaria, que se limitaba de ordinario a un poco de salvado de arroz o pan duro. La alimentación en las jaulas tendía a ser esporádica, y los peces más pequeños comían especies de larvas quironómidas y oligocaetas. Estos organismos se encuentran en grandes cantidades en zonas de abundantes depósitos orgánicos de aguas tanto tropicales como templadas (Pearson y Rosenberg, 1978); Gowen y Bradbury, 1987; Redding, 1988), y pueden formar parte de la dieta natural de muchos peces omnívoros y detritívoros.

Estudios posteriores de Costa-Pierce y Effendi (1988) sobre la cría en jaulas en Cianjur, Indonesia, indicaban que el método actual de producción de carpas en jaulas en los canales había sido un éxito financiero (cuadro 20) y además no había obstaculizado los caudales de agua en los canales. No obstante, en un principio las jaulas eran flotantes, pero a finales de los años 60 las autoridades encargadas del regadío observaron que no sólo resultaban afectados los caudales de agua para los campos arroceros, sino que además el número de jaulas en el sistema era tan elevado que causaban inundaciones durante la temporada de las lluvias. Después de la prohibición de las jaulas flotantes, a comienzos de los años 70 se fueron colocando jaulas de bambú en el fondo de los canales, que es el sistema empleado actualmente.

Cuadro 20 Análisis económico de las jaulas de aguas residuales en Cianjur (Costa-Pierce y Effendi, 1988)
Variable
económica
UnidadCosto por
unidad
Cantidad
por año
Costo
total
Ingresos brutos 1 6006096 000
a. Produc. peceskg   
b. Arenam3   
Ingresos brutos totales   192 000
Costos variables    
a. Alevines
(100–125g)
kg1 8002036 000
b. Alimentokg48000
artificialdías/hombre2 00036 000
c. Mano de obra   36 350
d. Reparación y mantenimiento    
@ 50% de costos fijos    
Total de costos variables   78 350
Costos fijos    
a. Bambúpieza1 5004060 000
b. Clavoskg1 50023 000
c. Madera 5×7×5mTablero1 70011 700
d. Mano de obradías/hombre2 00048 000
Total de costos fijos   72 700
Costos totales   151 050
Ganancia sobre costos Variables   113 650
Ganancia sobre costos totales   40 950

Los costos se indican en rupias indonesias

Gráfico 9

Gráfico 9 Jaula sumergida en Cota Cianjur, Indonesia (Costa-Pierce y Effendi, 1988)

Jaulas de 3 × 4 m se depositan en el lecho del canal y se dejan durante un período de seisv meses, barriéndose periódicamente los desechos acumulados en la parte superior de la jaula (gráfico 9). Se determinó que la jaula servía para tres finalidades: la producción de carpas, la recolección de arena (que tiene valor comercial) y el procesamiento directo de las aguas cloacales. Los peces se mantenía a razón a 1 kg/m3, con un total de 8 a 10 peces por kilo. En seis meses habían alcanzado el peso de 1 kilo, lo que permitía obtener dos cosechas al año. Una jaula puede producir 60 kg de peces al año sin adición de alimentos, y 1,5 m3 de arena a la semana durante la temporada de las lluvias. En el cuadro 20 figura el análisis económico, con una ganancia sobre los costos totales de 40 950 rupias indonesias. Debe observarse, no obstante, que este sistema funciona en un entorno caracterizado por una carga orgánica excepcionalmente alta, lo que explica en gran parte su éxito.

Egipto

Gran parte de la escasa información disponible sobre la producción piscícola con sistemas de acuicultura en los canales de riego procede de recientes trabajos experimentales en Egipto. Un ejemplo interesante son las investigaciones realizadas en el río Nilo y sus canales de riego.

En 1983 se calculóque el 13% de la ingesta de proteínas de la población de Egipto era de proteínas de pescado (Jauncey y Stewart, 1987). La población de este país era de 50 millones en 1986 y será de 70 millones en el año 2000 (una tasa de crecimiento demográfico del 2,6%). Con un consumo de pescado por habitante situado entre los 4,7 y los 6,2 kg/año, en el año 2000 es probable que se registre un déficit de 450 000 toneladas al año en la producción pesquera continental y marítima (Jauncey y Stewart, 1987).

Se ha calculado que en 1986 la producción por acuicultura contribuyó con 106 000 toneladas a la producción total egipcia de pescado (Sadek, 1988). Los sistemas tradicionales de producción son los cercados extensivos “howash”, los estanques de filtración, los sistemas de riego y los estanques de las aldeas. El rendimiento medio varía entre los 760 y los 2 500 kg/ha de pescado, según la intensidad de explotación. Además, el cultivo en jaulas de mújol y tilapia en el Lago Quarum y en la explotación piscícola gubernamental cercana al Lago Manzala se prevé que produzca 1 300 kg/ha/año (Sadek, 1988). No obstante, si la demanda de pescado y el índice de crecimiento demográfico siguen aumentando, aumentarán también las presiones para incrementar la producción acuícola, ya que se ha superado el rendimiento máximo sostenible del sector pesquero.

Egipto posee aproximadamente 50 000 km de canales de riego y avenamiento, de los cuales unos 3 532 km son de tamaño adecuado para la acuicultura. Las posibilidades de practicar alguna forma de acuicultura en esas aguas son considerables, según Jauncey y Stewart (1987).

Sin embargo, un importante obstáculo para el desarrollo en gran escala as la prohibición gubernamental de utilizar las tierras agrícolas y el agua potable de los canales de riego del Nilo para la acuicultura comercial. Hay aguas de avenamiento salinas y salobres que pueden servir para la acuicultura, pero estas aguas entrañan muchos peligros, como la escorrentía de los plaguicidas agrícolas, y la contaminación derivada de las actividades industriales y mineras.

En el Gobierno de El Behera, a unos 100 km de distancia de Alejandría, se ha organizado un sistema experimental de cultivo en jaulas en el río Nilo y en los canales de riego (Nour, comunicación personal). El proyecto tiene por finalidad la producción de tilapia, carpas comunes y mújoles grises con un sistema de policultivo, y de bagre con un sistema de monocultivo. Las jaulas se han colocado en el río Nilo ya que los principales canales de suministro no pueden. utilizarse por el momento, debido al posible efecto en los caudales.

Los acuicultores han construido las jaulas con materiales locales tales como el bambú, y han sembrado alevines proporcionados por la Universidad de Alenjandría, que participa en la realización del proyecto. Los alevines, de 20 a 30 g de longitud se siembran a una densidad aproximada de 100 kg/m3 (esto es, de 500 a 700 alevines por cada jaula de 2 m × 4 m × 2 m) en marzo/mayo. La compoción de especies de cada jaula es la siguiente:carpas (60%), tilapia (10,20%) y mújol gris (10%). La composición consiste en un aglomerado que contiene un 25% de proteínas, a razón del 2% de peso corporal a la semana (a un costo de 300 libras egipcias por tonelada).

Los peces alcanzan el tamaño de mercado (tilapia -200 g; carpa -500 g; mújol gris -150 g) en los meses de octubre/noviembre, que es la época de la recolección. El principal problema planteado en este proyecto es la alta mortalidad durante la captura y el transporte de los alevines desde los estanques de desove revestidos de tierra.

El número de jaulas en esta zona ha aumentado de 10 a 600 en tres años, y esta es una actividad muy popular entre los acuicultores locales, que pueden esperar un beneficio medio de 200 dólares de una inversión inicial de 80 dólares.

Ishak (1982) e Ishak et al. (1986) han descrito un cultivo experimental parecido de Oreochromis niloticus en los canales de riego del Nilo. Se colocaron jaulas de 3 m3 de volumen en canales de agua corriente y estancada, introduciéndose en ellas 100 peces de unos 30 g. Después de alimentar a los peces a razón del 5% del peso corporal por día durante 150 días, los peces de los canales de agua corriente habían alcanzado un peso de 152 g, mientras que los del agua estancada sólo pesaban 76 g. Los mismos autores mostraron que utilizando jaulas de 4 m3 podían obtenerse dos cosechas al año, con un período de crecimiento de 105 días. En este ejemplo, se obtuvo una producció n total de 40 kg/m3 en un período de siete meses (equivalente a 700 t/ha/año). En una superficie de una hectárea de jaulas (cada una de 12–16m2) podrían producirse inas 100 toneladas por año.

Tailandia

En Tailandia se han llevado a cabo actividades experimentales de producción del camarón de agua dulce Macrobrachium rosenbergii con diferentes sistemas de cultivo. Desde que se construyeron diques para los sistemas de riego, las poblaciones silvestres han disminuido al quedar obstruidas las rutas naturales de emigración y desove, y las aguas están sido crecientemente contaminadas por desechos industriales y agrícolas (Menasveta y Piyatiratitivokul, 1982). El mercado cada vez mayor de camarones ha estimulado el interés en el posible uso de otros sistemas de cultivo para esta especie.

Jaulas de malla de nilón (2 m × 3 m × 1,8 m) (gráfico 10), con un tamaño de malla de 16/cm2 se sumergieron en un canal de riego a una profundidad de 1,2 m, en la zona de riegos de Rangsit. Los otros sistemas utilizados con fines de comparación fueron un estanque de tierra (30 m × 30 m) con una profundidad de 1,5 m, y una larga zanja en un huerto (1,2 m× 100 m × 1,2 m, con una profundidad de 0,9 m).

La densidad de población al comienzo del experimento era de 5 camarones de seis semanas de edad/m2. Los camarones se alimentaron con una dieta compuesta a razón del 5% del peso corporal por día, con un 40% de proteínas, 20% de carbohidratos, 15% de grasas, 20% de cenizas y 5% de humedad. Los resultados muestran que después de seis meses, aunque la mayor tasa de crecimiento se registró en los estanques, la tasa de supervivencia más elevada se consiguió en las jaulas (cuadro 21). La producción máxima se obtuvo en los estanques de tierra, con 200 kg/rai (1 rai = 0,16 ha). En segundo lugar quedaron clasificadas las jaulas, con 138 kg/rai, y la producción de la zanja fue de 78 kg/rai. Esto indica que el cultivo de camarones en los canales de riego es económicamente viable, a pesar de la alta turbidez del agua. Sin embargo, habitualmente estos canales se utilizan para el transporte y el nivel del agua no se mantiene constante. Se justifica un ulterior análisis económico de este sistema en relación con el posible aumento de la producción en los canales ya construidos, en comparación con el elevado costo que supone la excavación de estanques de tierra. Además, si pudiera establecerse una colaboración entre las autoridades encargadas del riego y los acuicultores para eliminar el obstáculo a la acuicultura que representan las fluctuaciones del nivel del agua en los canales, ello permitiría alcanzar el pleno potencial de producción acuícola.

Hiranwat et al. (1985) introdujeron carpas herbívoras y Puntius gonionotus en los canales de riego, para la lucha contra las plantas acuáticas. Después de cuatro meses se procedió a la recolección. El peso individual medio de las carpas herbívoras había aumentado de 48 g a 631 g, mientras que el de los Puntius había pasado de 23 g a 81 g.

Gráfico 10

Gráfico 10 Illustración esquemática de una jaula fija simple para el cultivo de camarones en canales de Tailandia

Cuadro 21 Supervivencia y producción de camarones de agua dulce en los tres sistemas de cultivo. (Menasveta y Piyatiratitivokul, 1982)
Sistemas
de
cultivo
meses
Población
inicial
SupervivenciaSupervivencia
%
Producción kgProducción
en
kg/rai/6
Estanque12 0005 76048,0315210
Jaula1206352,51,55138
Zanja
(Canal)
60021135,25,5574

Notas:

1 rai = 0,16 ha

7.2.4 Cultivo en corrales

Un procedimiento opcional al cultivo en jaulas es la producción piscícola en un sistema más extensivo, mediante el bloqueo parcial del canal con barreras espaciadas que forman una serie de corrales. Este sistema da excelentes resultados con los policultivos, ya que ha demostrado ser la mejor técnica para aprovechar al máximo los recursos naturales en un sistema extensivo o semi-intensivo (no obstante, es posible que el sistema de riego posea la diversidad de nichos necesaria para un policultivo eficiente). Con este sistema los insumos son mínimos, y consisten en peces reproductores, la vigilancia regular del lugar para comprobar la calidad del agua y la presencia de depredadores, y probablemente alguna alimentación complementaria (aunque esto último dependerá de la productividad natural del sistema, y de las densidades de población empleadas). La capacidad de sustentación puede calcularse con la misma ecuación que la utilizada en el caso de los peces enjaulados, ignorando el margen correspondiente al factor de transmisión (véanse los apéndices 2 y 3) si el corral abarca toda la anchura del canal. Sin embargo, debe tenerse muy en cuenta que cada sistema de canales es diferente, y que la calidad del agua y el contenido de oxígeno deben comprobarse cuidadosamente antes de tomar una decisión acerca de las especies y las tasas de siembra.

Si bien las jaulas y los corrales se parecen en el hecho de que las paredes laterales son artificiales, los corrales se diferencian de las jaulas en que la base del cercado es el propio sustrato, y no una estructura artificial como una red o un entramado de madera. Los corrales presentan ciertas ventajas con respecto a las jaulas, la principal de las cuales quizás sea que permite el acceso a los organismos bénticos, lo que supone otra fuente de alimentos (Beveridge, 1984). Sin embargo, adolecen de una importante desventaja, por cuanto dificultan la recolección. Los corrales suelen ser más grandes que las jaulas, y son menos aptos para el cultivo intensivo.

Materiales de bajo costo, como palos de bambú o mallas de cuerda, sirven de barreras para impedir que escapen los peces más grandes. No obstante, para impedir la entrada de especies depredadoras es necesario, por lo menos en las primeras fases, utilizar redes de malla de luz pequeña. De hecho, es más seguro utilizar estas redes durante todo el ciclo de cultivo, ya que con las vallas de bambú u otros procedimientos análogos los peces pueden escaparse más fácilmente.

Además de la actividad piscícola propiamente dicha, en los corrales pueden cultivarse alevines como parte de un programa de repoblación. Después de criar los alevines durante unos pocos meses en un sector cercado del canal, los peces podrán liberarse para que se integren al resto del sistema, siendo ya de un tamaño suficiente para eludir los posibles depredadores.

7.2.5 Estudios de casos; el cultivo en corrales en los canales de riego

China

En China, la promoción del riego comenzó con el primer plan quinquenal, después de la revolución de 1949. Las primeras operaciones se concentraron en la concentraron en la construcción de embalses, y en la época en que dio comienzo la revolución cultural de 1966–1969, tanto la agricultura como la acuicultura habían conocido un considerable desarrollo (Tapiador y Coche, 1977).

Las superficies totales de aguas continentales de China cubren 17 millones de hectáreas, lo que supone aproximadamente el 1,8% del territorio, y de 5 a 6 millones de hectáreas se destinan a la producción piscícola; el 60% de esta extensión son estanques, y el 40% embalses y lagos. Diez millones de hectáreas se dedican a la producción piscícola en los arrozales.

Una de las zonas agrícolas más productivas de China se encuentra en el Delta del Zhujiang (río de la Perla) que abarca una superficie de 12 000 km2 al sur de Canton. Es también una de las zonas más pobladas, con una densidad de 17 personas por hectárea de tierra cultivada (Ruddle et al., 1983; Ruddle y Gungfu Zhong, 1988). Desde que se rehabilitaron los marjales, hace casi seis siglos, y a lo largo de todo el proceso de gradual recuperación de tierras pantanosas, que se convirtieron en estanques rodeados de diques, la economía se ha basado en un delicado equilibrio entre los ecosistemas terrestres y los acuáticos.

La parte principal del Delta está cruzada por numerosos canales que sirven principalmente para el transporte. El sistema integrado de la agricultura intensiva y el policultivo de carpas y otros peces de agua dulce abarca una superficie de 800 km2 y sustenta a una población de 1,2 millones de personas. En 1979 esta región contaba con una superficie de vías acuáticas continentales estimada en 2,74 millones de ha, y la producción total de peces de agua dulce era de 1 115 900 t, de las cuales 813 000 t eran cultivados.

La mayorís de los peces de cultivo (60%) se producen en los estanques del bajo Yangtse y del río de la Perla, aunque la mayor cantidad de peces procede de las pesquerías de los canales y los lagos del Delta del Yangtse (Solecki, 1966). El agua de los estanques, de alto contenido de nutrientes y plancton, se vierte en los canales de riego y contribuye a la fertilizaciín de las cosechas (principalmente moreras para la producción de gusanos de seda). A continuación el agua regresa al estanque, enriquecida con desechos compuestos de capullos de gusanos de seda Y larvas muertas, que constituyen un nutritivo alimento para los peces.

Hemos facilitado aquí una versión muy simplificada del ciclo evolutivo de este sistema integrado. En el ciclo intervienen otros cultivos y la ganadería, y las relaciones energéticas que operan en esta cadena morera-dique-pez son muy complejas. Los excrementos animales y humanos se utilizan como fertilizantes para la producción agrícola y piscícola. Se carece de documentación suficiente sobre las técnicas y tecnología de estos sistemas integrados, y no se conocen muy bien los niveles de productividad y la condición económica de los sistemas agrícolas integrados (Ruddle y Zhong, 1988).

Lo que sí se sabe es que los múltiples sistemas de riego de China producen actualmente de 300 a 350 kg/ha/año de peces, con sistemas de acuicultura extensiva en corrales situados en los canales. Este sistema se ha perfeccionado especialmente en la región del Delta del Zhujiang, donde la producción piscícola puede alcanzar incluso cifras de 1 350 kg/ha/año. El sistema de riego consiste principalmente en canales de flujo gravitacional, complementado con bombas. Gran parte de los canales se encuentran en las tierras bajas, y su velocidad de caudal está situada entre 0,1 y 0,3 m/s. Se utilizan para riegos, avenamientos y navegación. El arroz es el principal cultivo, y se dispone de agua durante todo el año, lo que supone una ventaja para la piscicultura en los canales.

La piscicultura no se lleva a cabo en los principales canales de suministro, por la irregularidad de los caudales y por los trabajos periódicos de mantenimiento que hacen necesario secar los canales. Otras características de estos canales que limitan las posibilidades de la piscicultura son la elevada velocidad de los caudales y los problemas que puede plantear la presencia de muchos corrales, que obstaculizarían el flujo del agua.

En algunos de los canales de más pequeños se cultivan plantas acuáticas como el jacinto acuático, las lentejas de agua y la azolla, que se destinan a la alimentación de los peces. Según Tapiador y Coche (1977) el coeficiente de conversión de la carpa herbívora alimentada con plantas acuáticas se sitúa en torno a 35:1.

Sólo en algunas provincias, como por ejemplo en Zhujiang (Guangdong), se utilizan ampliamente los canales para el policultivo de carpas. Las especies cultivas son las siguientes:

Carpa herbívoraCtenopharyngodon idella
Carpa plateadaHypophthalmichthys molitrix
Carpa cabezonaAristichthys nobilis
Carpa negra o de caracolMylopharyngodon piceus
Carpa del barroCirrhinus molitorella
Carpa comúnCyprinus carpio

En la provincia de Zhejian (Shaoxing) la piscicultura en los canales de riego navegables es una práctica tradicional. La zona abastecida por los canales de riego en este sistema es de 12 693 ha. Los canales (de tres metros de profundidad) están bloqueados cada 40-50 ha por un cercado de bambú y malla, que puede desplazarse para permitir el paso de las embarcaciones. Las prácticas de manejo son el mantenimiento general, la repoblación anual, la lucha contra los depredadores mediante la pesca intensiva antes de la repoblación, la regulación del tamaño mínimo de los peces que pueden extraerse y la recolección de la mayoría de la población durante el invierno.

Las principales especies cultivadas son la carpa cabezona (60%) y la carpa plateada (40%); cuando las plantas acuáticas plantean problemas se cultivan también carpas herbívoras. Los peces se introducen en los corrales de la primavera al verano, con una densidad de 1 800 peces/ha a 15 g o 900 peces/ha a 250 g. El rendimiento de este sistema varía entre unos 300 kg/ha y 1 350 kg/ha al año. Asimismo, los canales presentan posibilidades para el cultivo de mejillones de agua dulce.

Casi el 70% de los peces producidos en la región de Shunde se venden vivos a Hong Kong, Macao y Guagzhou, y su venta proporciona la mayor parte de los ingresos de la zona. En total, el Delta del Zhujing produce el 80% de las exportaciones de peces vivos de la China, con un total de 90 000 toneladas al año (1979).

7.3 Especies aptas para el cultivo

Daget (1976) sugirió una especie apta para el cultivo en los canales de caudales lentos de Africa, donde los niveles de oxígeno pueden tender a ser bajos; se trata de la Clarias lazera, que es una especie que puede respirar en forma facultativa fuera del agua. El cultivo semi-intensivo en las regiones tropicales se basa en especies que se alimentan con materias situadas en un bajo eslabón de la cadena alimentaria, como plantívoros, omnívoros, detritívoros , fitófagos y benthófagos. Estas especies son las tilapias (Oreochormis niloticus, O. mossabicus, O. aureus), la carpa plateada (Hypophthalmichthys molitrix), la carpa cabezona (Artistichthys nobilis) y la carpa común (Cyprinus carpio) (Beveridge, 1987). La mayoría de las operaciones se han realizado con especies de agua dulce, aunque no hay que pasar por alto las posibilidades de cultivo de sigánidos y mújoles en agua salobre. En el Limcanal de yugoslavia, se han criado y engordado con éxito peces y moluscos, aunque con este sistema la buena calidad del agua fue esencial para el cultivo de moluscos (Loix, 1987).

Las especies cultivadas comercialmente en jaulas y corrales son las carpas, las tilapias, los bagres, las cabezas de serpiente y los pangásidos (cuadro 16), todas las cuales se prestan al cultivo en canales de riego. Todas ellas son muy tolerantes a la mala calidad del agua (en particular al alto nivel de sólidos suspendidos y al bajo nivel de oxígeno disuelto), y su cultivo se practica en varias partes del mundo. Las tilapias son tal vez la especie más versátil, especialmente cuando se cultivan en aguas deterioradas de alta salinidad, aunque su fuga a canales y aguas conexas puede ser perjudical. Asimismo, junto con las carpas chinas e indias, es más apta para las técnicas de producción extensiva y semi-intensiva. Los bagres y las cabezas de srpiente son carnívoros y por consiguiente necesitan alimentos artificiales más caros, de alto contenido proteínico. Los camarones de agua dulce (Macrobrachium spp.) deberían considerarse también par el cultivo en corrales.

No hay que pasar por alto la posibilidad de utilizar peces autóctonos, y no las omnipresentes tilapias u otras especies introducidas.

7.4 Resumen

Existe un considerable potencial para la producción piscícola en canales de riego que cuenten con caudales adecuados, agua de calidad y profundidad suficiente, sobretodo en las zonas tropicales donde la productividad primaria es más elevada (Brylinsky, 1980). Muchas masas acuáticas como los embalses, los lagos y los ríos destinados a integrarse en sistemas de riego han sido ampliamente estudiados en lo relativo a su productividad y ecología. Sin embargo, los propios sistemas de canales no han recibido mucha atención en cuanto a sus posibilidades para la piscicultura. Hay ya varios ejemplos de producciones piscícolas integradas en masas acuáticas naturales y artificiales (véase el gráfico 11), pero el potencial de los canales para la producción piscícola no ha sido muy estudiado.

Las pesquerías de captura pueden resultar difíciles de manejar en algunos sistemas de riego, y la acuicultura parece una opción más práctica. Como la producción primaria es la base de toda la aportación sucesiva de energía a la red alimentaria acuática, el cultivo extensivo y semi-intensivo en los trópicos podría ser más viable en los canales con una alta condición eutrófica. Dado que la producción piscícola intensiva no se basa en la productividad natural, con frecuencia el costo de los alimentos artificiales completos hace que los sistemas intensivos sean antieconómicos, excepto para las especies de alto precio.

Gráfico 11

Gráfico 11 Resumen de la integración de la producción piscícola con los recursos hídricos naturales y artificiales (Little y Nuir, 1987)

  1. El desarrollo de pesquerías en grandes lagos y embalses eutróficos puede ser problemático y poco productivo. Aumento de la eutroficación causado por el desarrollo urbano y agrícola.

  2. Subdivisión física en estanques (China)

  3. Desarrollo potencial de chinamps en ciénagas con acuicultura asociada(México, Bangladesh, Birmania, Cachemir).

  4. Corrales para piscicultura en aguas poco profundas o, con frecuencia, en grandes zonas cercadas de lagos y embalses (Filipinas, Indonesia, China).

  5. Producción variable de peces en jaulas flotantes, basada en el grado de alimentación complementaria y la cantidad de alimentos naturales. El lugar de la selección suele ser crítico (Fillipinas, China).

  6. Las macrofitas acuáticas pueden cultivarse en los canales de riego; ejemplo de ello son el jacinto acuático y la lechuga acuática, que sirven de alimento para los peces (China).

  7. Cercas divisorias de canales; las zonas divididas pueden repoblase con peces (China).

  8. Pequeños diques/embalses (5 ha) en una granja para el riego en pequeña escala, o para la repoblación con peces (Israel, Taiwán, Tailandia, Zimbabwe).

  9. Peces en campos de cultivo de arroz/taro/espinaca etc. (Sudeste de Asia).

  10. Los canales de regadio dentro de las ganjas (por ejemplo en los huertos) pueden repoblarse con peces (Sudeste de Asia).

  11. Jaulas fijas en los ríos, y canales de aguas servidas; a menudo es posible conseguir una alta densidad de población (Camboya, Indonesia).

  12. Los canales de drenaje de las carreteras ofrecen posibilidades para el cultivo en jaulas, que podría ser estacional (Panamá, Bangladesh).

  13. Las zanjas de préstamo/estanques de minas podrían utilizarse como estanques piscícolas convencionales o zonas de cultivo en jaulas (Malasia)


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