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2. ESPECIES ALTAMENTE MIGRATORIAS

2.1 Túnidos y especies afines

2.1.1 Recursos

El suborden Scombroidei suele designar normalmente a los túnidos y especies semejantes a los túnidos, y está integrado por verdaderos túnidos, peces de pico, peces espada y especies semejantes a los túnidos distribuidas a lo largo y ancho de las zonas tropicales y templadas del mundo (Mapas 1 a 6). Muchas de estas especies tienen inmenso valor comercial o para la pesca deportiva.

El atún (Thunnini) comprende 13 especies5 y 4 géneros: Thunnus, Euthynnus, Katsuwonus y Auxis (melva y melvera). Las especies de mayor valor comercial pertenecen al género Thunnus. El atún común (Thunnus thynnus) se encuentra en los Océanos Pacífico y Atlántico. El atún del sur (T. maccoyii) vive en el Atlántico, Indico y Pacífico. El patudo (T. obesus) el rabil (T. albacares) y el atún blanco (T. alalunga) se encuentran en los tres océanos. El listado (Katsuwonus pelamis), especie comercialmente importante de valor relativamente menor, está también distribuido en los tres océanos. Las citadas especies suelen considerarse por lo general como las principales especies de túnidos desde el punto de vista comercial. Pueden efectuar largas migraciones a través de los océanos (en menor medida en los casos del rabil y el listado) y se consideran como altamente migratorias en la Convención de 1982.

5 La mayor parte de ellas incluidas entre las “especies altamente migratorias” en el Anexo I de la Convención de 1982

Otras especies de túnidos “altamente migratorias” son de carácter más nerítico y viven junto a las plataformas, alrededor de las islas y archipiélagos y no emigran a través de los océanos. En esta categoría se encuentran especies de menor valor comercial del grupo Thunnini, como los Euthynnus spp. (bacoretes y barrilete negro) o el atún de aleta negra (T. atlanticus), que, no obstante, aparecen incluidos en el Anexo I de la Convención de 1982.

El atún tongol, Thunnus tonggol (del Océano Indico oriental), tiene un comportamiento semejante pero es una de las dos especies de Thunnini (la otra sería el Euthyunnus lineatus) que no se ha incluido en la lista de especies altamente migratorias.

Los peces de pico (Istiophoridae) comprenden las agujas (Makaira spp.), peces vela (Istiophorus spp.) y marlines (Tetrapturus spp.). El pez espada (Xiphiidae) comprende sólo una especie (Xiphias gladius). Si se exceptúan dos especies de marlines, todas las especies de peces de pico y de pez espada tienen una distribución geográfica muy amplia, pero no todas ellas se encuentran necesariamente en todos los océanos. Estas especies constituyen un alimento excelente y son también muy valiosas en la pesca deportiva. Todas ellas se incluyen en la Convención de 1982.

Otras especies semejantes a los túnidos que revisten importancia para las pesquerías y no se mencionan en el Anexo I de la Convención de 1982 son dos especies de los mares australes, el atún lanzón (Allothunnus fallai) y el atún chauchera (Gasterochisma melampus)6, el peto (Acanthocybium solandri), los bonitos (Cybiosarda, Orcynopsis, Sarda) y los carites (Scomberomorus spp.). Ofrecen considerables posibilidades para muchos países en desarrollo y se capturan en actividades de pesca artesanal y deportiva. La mayor parte de estos recursos son compartidos por dos o más países, y es probable que las poblaciones rebasen el límite de las 200 millas. Su situación es desconocida o muy poco conocida y no está claro si deben incluirse en el Anexo I de la Convención de 1982 o no.

Dada la ausencia de una definición biológica y jurídica comúnmente aceptada de las especies altamente migratorias, la situación es incierta y la relación de especies contenida en la Convención de 1982 parece incompleta y, en algunos casos, arbitraria.

6 Ambas especies ofrecen un potencial significativo y son capturadas ahora incidentalmente en la pesquería japonesa del atún del sur

Mapa 1

Mapa 1: Distribución de las pesquerías de atún blanco (tomado de Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)

Mapa 2

Mapa 2: Distribución de ;as pesqurías de patudo (tomado de Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)

Mapa 3

Mapa 3: Distribución de las pesqurías de atún común y atún del sur (tomado de Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)

Mapa 4

Mapa 4: Distribución de las pesquerías de listado (tomado de Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)

Mapa 5

Mapa 5: Distribución de las pesquerías de rabil (tomado de Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)

Mapa 6

Mapa 6: Distribución de las pesquerí de marlín (tomado de Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)

2.1.2 Pesquerías

La mayor parte de los túnidos y especies afines se capturan comercialmente con varios métodos (caña y línea, jareta y palangre) en todos los océanos (Mapas 1 a 6). Los dos primeros métodos se utilizan para los peces que se encuentran próximos a la superficie del agua (por ejemplo, listado y rabil relativamente pequeño, atún balnco y atún común y atún del sur), mientras que el tercero de ellos se reserva para el pescado que vive en aguas más profundas (por ejemplo, grandes atunes comunes y atunes del sur, patudos, rabiles, atunes blancos, peces de pico y peces espada). Estas dos últimas especies son capturadas principalmente de forma incidental. La mayoría de las capturas con jareta y caña y línea se comercializan como pescado en conserva, mientras que las capturas con palangre, si se exceptúan las de atún blanco, se venden fundamentalmente en el mercado del sashimi7. Otros artes utilizados son los curricanes, líneas de mano, redes de deriva, trampas y arpones. Muchas veces se emplean dispositivos de agregación de peces naturales o artificiales conjuntamente con las jaretas o las líneas de mano. En el Cuardo 5 pueden verse algunos datos sobre las embarcaciones pesqueras, sus pabellones y técnicas.

En 1991, dieciséis países, más los agrupados en el apartado “Otros nep”8, capturaron el 90 por ciento de todos los atunes señalados en la Convención de 1982 (Figura 5). Otros ochenta países registraron capturas que representaron el 10 por ciento del total. De los dieciséis países con mayor volumen de capturas sólo cinco informan a la FAO sobre el número y composición de sus flotas atuneras9. Hay discrepancias evidentes en los datos presentados sobre las capturas. Por ejemplo, Panamá registra 17 700 toneladas de capturas correspondientes a 444 embarcaciones recogidas en el Lioyds's Register (unas 40 t por embarcación y año) mientras que Venezuela señala 82 800 t para sus 80 embarcaciones del Lloyd's Register (unas 1 000 t por embarcación), lo que demuestra la existencia de considerables defiencias en la información por parte de los buques que enarbolan pabellones de conveniencia.

En el Cuadro 6 puede verse un resumen sobre las pesquerías y situación de las poblaciones, por especie y por océano. El total de las capturas anuales de túnidos y otras especies afines ha registrado un aumento constante, pasando de un promedio aproximado de 1,9 millones de toneladas en los primeros años 70 a 4,2 millones en 1990. Las capturas de las principales especies comerciales de túnidos pasaron de 1,4 a 2,8 milliones de toneladas, de los cuales el 66 por ciento correspondería al Pacífico, el 16 por ciento al Atlántico y el resto al Océano Indico. El listado y el rabil representan el 45 y el 35 por ciento de las capturas, respectivamente. En el Pacífico se produce el 71 por ciento de las capturas mundiales de listado, el 66 por ciento de rabil, el 58 por ciento de patudo y el 53 por ciento de atún blanco.

7 Mercado para el atún de alta calidad que debe consumirse crudo, fundamentalmente en el Japón

8 Las capturas de 1982 dentro de esta categoría se refieren exclusivamente al atún capturado en el Océano Atlánitco por embarcaciones de Ecuador, Islas Caimán, Malta, Marruecos, México, Noruega, Panamá, Vanuatu y Venezuela, agregadas para respetar el caráctar confidencial de los datos. Las capturas del Pacífico se refieren al total del atún capturado por Costa Rica, Colombia, Chipre, El Salvador, España, Honduras, Islas Caimán, Panamá, Perú, Vanuatu y la antigua URSS (FAO, 1993b)

9 Ecuador, Ghana, México, República de Corea y Taiwán (Prov. de China, que aparece en la Figura 5 en el apartado correspondiente a otros Países de Asia)

Cuadro 5
Resumen de las flotas atuneras que faenan total o parcialmente en alta mar
AreaArtepabellón principalEspecies deseadas
Pacífico nororientalcurricánEE.UU., Canadáatún blanco
Pacífico sudorientalpalangreJapón, República de Corea, Taiwánpatudo, atún blanco, Rabil
Pacífico centro-orientalred de cercoVanuatu, Venezuela, México, Panamá, Var.rabil, listado
Pacífico sur y centro-orientalpalangreRepública de Corea, Taiwán, Japónatún blanco, rabil, patudo
caña y líneaJapónlistado
red de cercoJapón, Taiwán, República de cerco Filipinas, Var.listado, rabil
Indico orientalpalangreJapón, Taiwán, República de Coreaatún, patudo, rabil
Indico centro-occidentalred de cercoFrancia, España, Japón, Var.listado, rabil
palangreTaiwán, República de Corea, Japónpatudo, rabil
Aántico orientalred de cercoFrancia, Españalistado, rabil
palangreJapón, República de Corea,Taiwán, Var.1atún, patudo, rabil, atún blanco
Atlántico centro-occidentalpalangreJapónatún

Var. = principalmente, pabellones de conveniencia, no se incluyen las flotas atuneras nacionales (por ejemplo, Hawai, Fiji, Islas Salomón, Maldivas, Senegal, etc.).

Figura 5

Figura 5: Capturas de túnidos en 1991, desglosadas por principales países pescadores, y porcentaje acumulativo de las capturas totales

(especies enumeradas en el Anexo I de la Convención de 1982 sobre el Derecho del Mar)

La situación de las pesquerías mundiales es muy dinámicas. En los primeros años 80, parte de las flotas francesa y española que utilizaban redes con cerco de jareta se desplazaron desde el Atlántico hasta el Océano Indico, lo que contribuyó de forma significantiva al aumento de las capturas en este océano, que se duplicaron con creces entre los primeros años 80 y 1989. La mayor parte de los cerqueros estadounidenses han dejado de faenar en el Pacífico Oriental debido a las capturas incidentales de delfines, y algunos de ellos se han transladado al Pacífico occidental, donde la República de Corea y Taiwán (Prov. de China) han iniciado también considerables operaciones con embarcaciones de este tipo. Aproximadamente dos tercios de las principales especies comerciales de atún son capturadas por países dedicados tradicionalmente a la pesca de túnidos10, pero en muchos países en desarrollo11, el sector atunero está creciendo con rapidez, incluido el sector artesanal.

10 Japón, Taiwán (Prov. de China). España, República de Corea, EE.UU. y Francia
11 Indonesia, Filipinas, México, Venezuela, Maldivas, Ecuador, Panamá, Ghana, Islas Salomón

Cuadro 6
Principales países pescadores de túnidos, total de las capturas y estado de explotación, por océano y por especie o grupo de especie
OcéanoEspeciePrincipales países pescadores (1990)Capturas (en miles de toneladas)Estado
1970– 19741975– 19791980– 1984198519861987198819891990de explotación
AtlánticoAtún blancoEspaña, Taiwán (Prov. de China)787264737564676469Norte: P
Sur: ? E
PatudoJapón, España, Portugal, Francia, Ghana515366776049577065 P o E
Atún comúnFrancia, España, Italia, Japón162322262120252323Oeste: A Este: A
ListadoEspaña, Ghana, Francia, Brasil7585131114115108142115133? M
RabilEspaña, Francia, Venezuela, Taiwán (Prov. de China)86124142148133136130155159Este: P Oeste: ?
Peces de pico y pez espadaEspaña, Italia, EE.UU., Argelia, Japón212129424145525451Marlín azul y blanco: P Velero: E Pez espada: E
Total de los principales túnidos, peces de pico y pez espada 327378454480445422473481500 
Pequeños túnidos y escombridosTurquía, México, Ghana, Senegal888612110086106120108112 
OCÉANO ATLÁNTICO TOTAL415464575580531528593589612 
IndicoAtún blancoTaiwán (Prov. de China)11111692842411940? P
PatudoRepública de Corea, Taiwán (Prov. de China), Japón163337434749544043 P
Atún del suraJapón, Australia503843352726231916 A
ListadoMaldivas, España, Francia, Indonesia383463137149169205238221L o M
RabilEspaña, Francia, Omán, Taiwán (Prov. de China)303855101118129180154180 P
Peces de pico y pez espadaTaiwán (Prov. de China), Sri Lanka, India, Japón6710171818181614Pez espada: M
Total de los principales 151161224342387433521486514 
túnidos, peces de pico y pez espada           
Pequeños túnidos y escómbridosIndia, Sri Lanka, Pakistán, Emiratos5686140214221262278278285 
OCÉANO INDICO, TOTAL207247364556608695799764799 
PacíficoAtún blancoTaiwán (Prov. de China), Japón, EE.UU., República de Corea121118104105108110116162124Norte: P Sur: P
PatudoJapón, República de Corea83125111124150150121128150 P
Atún comúnJapón, EE.UU.,201919111412696?
ListadoJapón, EE.UU., Filipinas, Indonesia, Taiwán (Prov. de China)395506666661815756935868885M
RabilMéxico, EE.UU., Japón, Filipinas, Indonesia300390400476542602586627648Este: P Centro y Este: L
Peces de pico y pez espadaJapón, Taiwán (Prov. de China)596062576673767681Pez espada: M
Total de los principales túnidos, peces de pico y pez espada97812781362143416951703184018701894 
Pequeños túnidos y escómbridosIndonesia, Japón, Thailandia,República de Corea Filipinas,340369532627641695815874918 
OCÉANO PACÍFICO, TOTAL131816471894206123362398265527442812 
Total, todos los océanos, principales túnidos, peces de pico y pez espada145618172040225625272558283428372908 
Total, todos los océanos, pequeños túnidos y escómbridos4845417939419481063121312601315 
Total, todos los túnidos y peces similares194023582833319734753621404740974223 

a Comprende el atún del sur capturado en el Pacífico y el Atlántico
Símbolos: ? - incierto o desconocido,
L = ligeramente explotado,
M - moderadamente explotado,
P - plenamente explotado,
E - excesivamente explotado, y 
A - agotado

Los mercados del atún son de alcance mundial, ya que los productos se intercambian libremente entre las distintas regiones y países. Los valores desembarcados de la mayor parte de las especies se sitúan entre 1 000 y 2 000 dólares EE.UU./t, si se exceptúa el atún común (20 000 dólares EE.UU./t)12 y patudo (8 000–12 000 dólares EE.UU./t). Las especies más importantes, en lo que respecta al total de los ingresos obtenidos por las flotas que las capturan, son el rabil, el patudo y el listado (Figura 6), cada una de las cuales aportóa estas flotas más de 1 800 millones de dólares EE.UU. en 1991).

Las capturas de los túnidos que no se incluyen entre las principales especies comerciales han aumentado de forma significativa, pasando de aproximadamente 500 000 toneladas en los primeros años 70 a 1,5 milliones de toneladas en 1990. Sólo el 10 por ciento de estas capturas está integrado por peces de pico y peces espada, capturados principalmente en el Pacífico y el Atlántico. Como la mayor parte de las especies secundarias, prescindiendo de los peces de pico y peces espada, son capturadas fundamentalmente en países en desarrollo por pesquerías artesanales y algunas veces son desechadas por las pesquerías industriales o no se identifican debidamente, las estadísticas sobre sus capturas son menos fiables. El rapidísimo crecimiento de las capturas entre 1970 y 1990 puede deberse en parte a la mejor calidad de las estadísticas. Las capturas de 1990 estuvieron integradas fundamentalmente por carite oriental (247 000 toneladas), melva y melvera (215 000 t), atún tongol (141 000 t), carite estriado (115 000 t), bacoreta oriental (98 000 t), pez espada (77 000 t), Bonito del Pacífico oriental (54 000 t), carites (46 000 t) y carite del Indo-Pacífico (43 000 t). Ello arroja un total de más de 400 000 t de pescado.

2.1.3 Situación de las poblaciones

En el Cuadro 6 pueden verse algunos detalles referentes a la situación de las poblaciones. Teniendo en cuenta las considerables dudas sobre su situación, cabe pensar que muchas poblaciones de las principales especies comerciales de túnidos están plenamente explotadas. Algunas de ellas están sobreexplotadas13 o agotadas. De las 20 poblaciones de las principales especies de túnidos, 14 se encuentran en dicho estado, mientras que cinco están entre ligera y moderadamente explotadas, siendo incierta la situación del resto. Las tendencias de las capturas por especies y océanos desde 1970 son las que pueden verse en las Figuras 7–9.
12 El valor desembarcado del atún común se ha multiplicado por seis desde 1982 debido a la disminución de las capturas y los valores actuales representan una presión cada vez mayor sobre estas poblaciones
13 En el presente documento por sobrepesca se entiende la sobrepesca de reclutamiento (es decir, la que se produce cuando la tasa anual de reclutamiento se ha visto afectada por el agotamiento de la población reproductora)

Figura 6

Figura 6: Ingresos totales en dólares EE.UU.y porcentajes obtenidos en 1991 por las flotas atuneras, por especie (especies enumeradas en al Anexo I de la Converción de 1982 sobre el Derecho del Mar)

Atún blanco. La población de atún blanco del Atlántico Norte parece estar intensamente explotada. En el Atlántico meridional, la explotación supera el nivel de rendimiento máximo sostenible, pero no se conoce bien el grado exacto de sobreexplotación. En el Océano Indico, esta población de atún blanco puede estar fuertemente explotada, pero la evaluación es poco segura. En el Pacífico septentrional parece estar plenamente explotada, pero en situación estable. En el Pacífico Sur, los estratos de aguas profundas de este recurso (los grupos de más edad) están ahora fuertemente explotados. Partiendo de los datos relativos a esa pesquería, el rendimiento máximo sostenible se estimó en 31 000–37 000 t, pero podría aumentar mediante la pesca superficial, aunque ello podría repercutir negativamente en las tasas de captura con palangre. Quizá no sea sostenible el volumen total de capturas con redes de deriva, palangre y curricán de los últimos años 80, pero el esfuerzo de pesca se ha reducido después del cierre de la pesquería con grandes redes pelágicas de deriva en 1991.

Patudo. En el Atlántico, el patudo se captura en el nivel de máximo rendimiento sostenible (estimado en 67 000–76 000 t), o por encima de él. En el océano Indico se captura intensamente, pero la situación de sus poblaciones parece ser satisfactoria. En el Pacífico, la población de patudo se explota en niveles próximos al rendimiento máximo sostenible (139 000–170 000 t en lo que respecta a la pesquería con palangre).

Atún común y atún del sur. En el Atlántico oriental y el Mediterráneo, las reducciones del esfuerzo de pesca, especialmente las dirigidas a los ejemplares pequeños, podrían aumentar el rendimiento a largo plazo. En el Atlántico occidental se considera que esta población está sobrepescada y la biomasa de adultos es ahora únicamente del 10 al 23 por ciento del nivel en 1970. En el Pacífico septentrional, la situación del atún común es poco conocida, pero parece que está sobreexplotado desde el punto de vista de rendimiento por recluta, y el reclutamiento sería muy variable. Es probable que se pueda aumentar el rendimiento por recluta elevando la edad mínima de captura a los 2,5 años. El atún del sur del Indico, Pacífico y Atlántico meridional está sobreexplotado; su biomasa reproductora ha registrado un continuo descenso, al menos hasta 1990. La mayor parte de los análisis recientes parecen revelar una disminución del reclutamiento entre 1975 y 1983, pero no ha sido posible determinar los niveles posteriores de reclutamiento.

Listado. En el Atlántico, el listado parece estar moderadamente explotado, aunque hay dudas al respecto. En el océano Indico, la población de listado parece encontrarse en buena situación, pero su potencial es en gran parte desconocido. Las capturas de listado pueden aumentar probablemente en el Pacífico oriental, central y occidental.

Rabil. La población de rabil del Atlántico oriental se explota en un nivel próximo al de rendimiento máximo sostenible. Las capturas de 1990 (147 000 t) fueron superiores al rendimiento máximo sostenible estimado (132 000 t), debido a la abundancia de algunas clases de edad, pero el esfuerzo pesquero pareció ser ligeramente inferior al que correspondería el rendimiento máximo sostenible. No se conoce bien la situación de la población del Atlántico occidental. En el océano Indico, el rabil no parece estar amenazado de sobreexplotación, a pesar del enorme crecimiento de las capturas durante los 10 últimos años. No obstante, deben efectuarse más investigaciones para poder determinar con exactitud cuál es su estado. En el Pacífico occidental y central la mayor parte de los análisis recientes parecen sugerir que sería sostenible la duplicación de las actuales capturas. En el Pacífico oriental, la población disminuyó entre los años 70 y 1982 y luego creció, debido al intento de capturar ejemplares mayores (mejorando el rendimiento por recluta) y como consecuencia del mayor reclutamiento, que se ha estabilizado desde 1985. Esta población parece estar ahora plenamente explotada o en niveles próximos a la plena explotación.

Figura 7
Figura 8

Figura 8: Tendencias de las capturas de túnidos en el Océano Pací (especies enumeradas en el Anexo I de la Convención de 1982 sobre el Derecho del Mar)

Figura 9

Figura 9: Tendencias de las capturas de en el Océano Indico (especies enumeradas en el Anexo de la Convención de 1982 sobre el Derecho del Mar)

Peces de pico y pez espada. Es posible que la aguja azul y el marlín blanco del Atlántico se encuentren sobreexplotados. Hay cierta preocupación por la situación del pez vela en el Atlántico occidental y todavía mayor por la del pez espada en el Atlántico. Las estadísticas relativas a los peces de pico y al pez espada del Indico y el Pacífico son incompletas, siendo también limitada la información biológica básica. Por ello, el conocimiento sobre el material reproductor de estas poblaciones es generalmente insuficiente. La explotación del pez espada parece ser insuficiente en el Océano Indico y moderada en el Pacífico.

En resumen, algunas especies de túnidos se encuentran todavía en una situación aceptable, con niveles relativamente bajos o moderados de explotación, como ocurre en los casos del listado en todos los océanos, el atún blanco en el Atlántico, y el rabil en el Pacífico occidental y central. Otras poblaciones se ven sometidas a fuerte presión, por ejemplo el rabil en el Pacífico oriental y en el Atlántico. Otras son explotadas por encima de su rendimiento máximo sostenible, por ejemplo el atún común en el Atlántico oriental y el mar Mediterráneo, el atún blanco en el Atlántico meridional y, quizá, el patudo en el Atlántico. Finalmente, algunos recursos de túnidos se consideran agotados, por ejemplo, el atún común y el atún del sur en el Atlántico. La situación del rabil en el Atlántico occidental y del atún común en el Pacífico no se conoce debidamente. El grado de explotación de las restantes poblaciones puede calificarse entre fuerte y excesivo. De esta evaluación se deduce que las especies de túnidos con mayor longevidad, que requieren protección más atenta, están o sobreexplotadas o agotadas, mientras que las especies con ciclo vital más breve se encuentran todavía en situación relativamente aceptable.

Por lo general falta información sobre la situación de las poblaciones de especies costeras semejantes a los túnidos, ya que normalmente es muy poca la investigación realizada sobre ellas.

2.1.4 Ordenación de las pesquerías

Acuerdos internacionales

La FAO preparó, como base previa a la creación de la Comisión del Atún del Océano Indico un estudio y análisis completo de los organismos internacionales encargados de la ordenación del atún (Shomura y Jayewardene, 1992). Algunos de los Estados cuyos nacionales capturan túnidos cooperan en comisiones internacionales especializadas, como la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), en el Pacífico Oriental, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (CICAA), la Comisión de Pesca para el Océano Indico, de la FAO, la Comisión de Pesca del Indo-Pacífico, también de la FAO, y el Acuerdo Trilateral sobre el Atún del Sur (entre Australia, Japón y Nueva Zelandia). La Comisión del Pacífico Sur (CPS) realiza estudios científicos sobre los túnidos de la zona que es competencia de la Comisión, mientras que el Organismo de Pesca del Foro para el Pacífico Sur (FFA) se encarga de regular el acceso a los recursos de atún dentro de la jurisdicción de sus países miembros. La Convención de Wellington entró en vigor en 1991 en el Pacífico Sur en repuesta a las actividades de pesca con redes de deriva de atún blanco del sur y ha dado lugar a negociaciones sobre un acuerdo para la ordenación del atún blanco del Pacífico sur. Hay también varias actividades en curso con el objeto de establecer oficialmente nuevos organismos de ordenación del atún en otros lugares del mundo, entre ellos el Acuerdo sobre la pesca del atún del Pacífico oriental (EPTA), la Organización de Pesca del Atún del Océano Pacífico Oriental (OAPO), la Organización del Atún del Océano Indico Occidental (WIOTO) y la Comisión del Atún del Océano Indico (CAOI), de la FAO.

La CIAT, la CICAA y la CPOI recopilan datos y efectúan evaluaciones conjuntas sobre toda la zona de distribución de las poblaciones. No es así en el Pacífico, donde la CIAT y el FFA/CPS abarcan sólo una parte de la zona interesada. La atribución de competencias en toda la zona de distribución es condición necesaria (pero no suficiente) para una ordenación adecuada, y la situación del Pacífico podría mejorar en este sentido.

Problemas de ordenación

La principal preocupación es la conservación de los agotados recursos de atún. Algunos países han manifestado su inquietud al respecto, y este tema se recogió en los debates en torno a la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES). Se trata de un ejemplo claro de especie altamente migratoria que recorre inmensas distancias, en la mayor parte de los casos a través de aguas costeras, donde es muy vulnerable al riesgo acumulado de la pesca en un gran número de lugares distintos, lo que representa un caso clásico de pesquería de “guantelete” en todas las fases de su ciclo vital, tanto ejemplares jóvenes como adultos de 30 ños de edad. Esta situación, en la que el riesgo de captura crece a lo largo de todo su ciclo vita, requiere un mecanismo especial de ordenación. Sólo así se conseguirá proteger y mejorar la situación de estas poblaciones. La recuperación de estas especies tan longevas requerirá tiempo y una estrategia de ordenación a largo plazo con rígidas medidas encaminadas a reducir las tasas de explotación y proteger las tallas pequeñas antes de que maduren sexualmente y puedan efectuar una contribución substancial a la reproducción de la población.

En la Consulta Técnica de la FAO sobre la pesca en alta mar, celebrada en Roma del 7 al 15 de septiembre de 1992, la CIAT subrayó “el alto grado de superposición entre las actuales organizaciones relacionadas con el atún, que aumentará conforme vaya creciendo el número de órganos regionales”. Podría conseguirse mayour eficiencia si los órganos regionales colaboraran más estrechamente, por ejemplo mediante un “mecanismo común”. La necesidad de un mecanismo mundial de ordenación de los túnidos se debe al hecho de que la mayor parte de las embarcaciones pesqueras que se dedican a la captura a la captura de estas especies pueden seleccionar prácticamente a cualqiera de las poblaciones al desplazarse por las distintas regiones y océanos. No obstante parece que un organismo mundial podría encontrar las mismas dificultades que las distintas comisiones si los reglamentos de ordenación de ordenación son ignorados por los Estados que no son parte de la Convención.

Otro problema grave en la mayor parte de las pesquerías es la falta de tradición y de mecanismos para el control directo del esfuerzo de pesca, de limitaciones globales del tamaño de las flotas y de asignación explícita de los recursos. A pesar de ello, se ha conseguido evitar hasta ahora14 una situación grave de sobreexplotación, en la mayor parte de los casos gracias a las limitaciones impuestas por un mercado bastante saturado así como a las grandes posibilidades de expansión hacia otras especies o áreas. En el futuro, al aumentar la demanda y los precios, la falta de controles de esfuerzo y de mecanismos de asignación puede dar lugar a la extensión de la sobrepesca y al agotamiento de los túnidos más pequeños y, actualmente, de menos valor.

En los últimos años, algunos países costeros han comenzado a controlar el acceso de los flotas atuneras de altura a sus ZEE (por ejemplo, México y, más recientemente, los Estados Unidos). Otros países cobran a las naciones que pescan en aguas distantes por sus actividades de captura de túnidos en sus ZEE (por ejemplo, algunos países del Pacífico Sur, Senegal, Marruecos) y están determinando de manera unilateral el número de embarcaciones autorizadas y el volumen que puede capturarse. Las posibles consecuencias son importantes. Por un lado, esta circunstancia ha sido considerada por algunos especialistas como reconocimiento implícito de un derecho privilegiado del Estado ribereño a la explotación de las especies altamente migratorias cuando se encuentran en sus ZEE (Munro, 1993). Por el otro, se pone de manifiesto la existencia de un problema de ordenación ya que, en ausencia de un acuerdo internacional sobre el total de capturas admisibles, el volumen total de las flotas y la asignación de recursos entre los distintos Estados, es probable que la competencia entre los Estados ribereños que intentan obtener el mayor partido posible de un recurso común internacional lleve a formas de explotación insostenibles.

El rendimiento global potencial de los túnidos y otros recursos semejantes depende de la combinación de técnicas de pesca utilizadas, ya que los distintos métodos oftrecen distintas posibilidades de seleccionar a los diferentes grupos de edad. Se puede mejorar el rendimiento en algunos casos (por ejemplo, en el del atún blanco y el rabil en el Atlántico y el atún común y el atún del sur) protegiendo a los ejemplares pequeños o inmaturos y seleccionado con mayor precisión a los grupos de mayor edad. El cumplimiento de las normas sobre tallas recomendadas por la CICAA, especialmente en el caso del atún común del Mar Mediterráneo, deja todavía bastante que desear. La protección de las tallas pequenñas puede ser ineficaz a escala global en el caso de poblaciones con alta mortalidad, como el listado, o inútil (o inaceptable) a nivel local en lugares donde la emigración es intensa. En tales casos, las interacciones bioeconómicas entre los varios segmentos de la pesquería deben estudiarse cuidadosamente para evaluar los efectos generales y locales de las medidas de ordenación Se han efectuado propuestas sobre el establecimineto de un mecanismo mundial de ordenación del atún.

Un problema preocupante es la captura incidental de delfines en las redes de cerco, especialmente en las pesquerías del rabil del Pacífico oriental. Las actividades de investigación, seguimiento y ordenación han conseguido, con gran eficacia, reducir la mortalidad incidental de delfines. Muchas empresas conserveras no aceptan ya atunes capturados juntamente con delfines. Este embargo ha tenido consecuencias en las operaciones de pesca en el Pacífico oriental, donde la intensidad pesquera ha disminuido (algunas embarcaciones se han desplazado al Pacífico occidental). La necesidad de proteger a los delfines tendrá como consecuencia el abandono o la reducción del volumen de capturas de grandes rabiles, normalmente asociados a los delfines. Ello puede tener como consecuencia una concentración del esfuerzo en los ejemplares más pequeños, característicos de los bancos “sin delfines”, lo que no representaría precisamente la forma más indicada de explotación del atún.
14 Con excepción de las poblaciones de atún

2.2 Tiburones oceánicos

2.2.1 Recursos

Hay unas 350 especies de tiburones y la mayor parte de ellas se alejan considerablemente de la costa o transcurren una fase de su ciclo vital en aguas costeras (Compagno, 1984). En los Mapas 7 y 8 puede verse la distribución de algunos grandes tiburones neríticos y oceánicos. Los tiburones neríticos se encuentran con frecuencia entre la zona costera y la parte exterior de la plataforma así como en los taludes, y pueden en algunos casos “penetrar” en alta mar, cuando la plataforma es lo bastante ancha. Los grandes tiburones oceánicos se distribuyen esencialmente en alta mar y a veces realizan largas migraciones de más de 1 000 km, pero pueden encontrarse también muy cerca de la costa y, por ello, es probable que “penetren” en las ZEE, sobre todo las de los países insulares.

Los tiburones son capturados en forma incidental en muchas pesquerías oceánicas y costeras, pero ahora se capturan deliberadamente con palangres, líneas de mano y algunas veces arrastres de fondo. Son también objecto codiciado de la pesca deportiva. Las pesquerías del tiburón han aumentado de número recientemente como consecuencia de la expansión del mercado de carne y productos del tiburón.

2.2.2 Pesquerías

Son pocas las pesquerías de tiburón bien documentadas. Los países con mayor volumen de capturas pertenecen a Asia y Europa, destacando Taiwán (Prov. de China), Japón, la República de Corea, Francia, Noruega, Rusia, España y el Reino Unido, y en los Estados Unidos está aumentando el interés de los consumidores. Por lo general, las estadísticas de capturas presentadas a la FAO no reflejan debidamente las capturas reales, y el desglose por especies de las capturas registradas es insuficiente. Dado el posible alcance de los descartes y la información insuficiente de las capturas incidentales15 las series cronológicas disponibles no son una indicación fiable de la extracción total del mar y podrían considerarse, en la mejor de los casos, como valores mínimos, indicativos quizá de las tendencias. La captura deportiva de tiburones es también considerable, sobre todo en algunos países, y la falta de información sobre su magnitud aumenta la incertidumbre sobre el volumen de las capturas de tiburón en todo el mundo.
15 Sobre todo cuando se desembarcan en forma de aletas de tiburón. Las exportaciones de este producto han subido un 60 por ciento, en lo que respecta al volumen, y un 180 por ciento en ciento en cuanto al valor en los diez últimos años. Las importaciones de aletas de tiburón han aumentado igualmente un 70 y un 250 por ciento en lo que se refiere al volumen y al valor, respectivamente, durante el mismo período (FAO FISHDAB, 1993).

Mapa 7

Mapa 7: Distribución de los tiburones neríticos (tomado de Garcia y Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)

Mapa 8

Mapa 8: Distribución de los tiburones oceánicos (tomado de Garcia y Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)

Las capturas registradas han crecide de forma constante desde los años 40 hasta la actualidad. Según los datos presentados a la FAO (1993b), en 1991 se desembarcaron aproximadamente 700 000 t de peces cartilaginoso, de las cuales unas 220 000 t se identificaron como rayas, 170 000 t como tiburones y 310 000 t no llegaron a identificarse. En conjunto, los desembarques de titurones identificados has pasado de 148 000 t en 1970–74 a 170 000 t en 1991. Por desgracia, las estadísticas revelan que los mayores aumentos de desembarques corresponden al groupo registrado por la FAO bajo el apartado de elasmobranquios sin identificar. Ello denyestra la dificultad de analizar las tendencias específicas de cada especie en las pesquerías de elasmobranquios a escala mundial. NO obtante, es interesante señalar que los desembarqyes registrados de tiburones pelágicos han disminuido ligeramente durante los 20 últimos años mientras que, en los diez últimos años, los desembarques registrados de peces demersales han aumentado ligeramente. Ello puede ser indicio de una sobrepesca global de tiburones oceánicos y de una mayor utilización de las capturas incidentales de elasmobranquios en las pesquerías denersales. No obstante, dada la importancia de las capturas no identificadas, la interpretación de estas tendencias mundiales es muy arriesgada.

Los galludos represenan una parte considerable be los desembarques de tiburón. Este group domina los desembarques de tiburón en el Atlántico y el Pacífico septentrionales y, aunque la mayor parte de las capturas proceden de la zona de la plataforma continental, algunos ejemplares se capturan a profundidades de hasta 900m. La mielga forma parte de la pesquería demersal de especies múltiples qye se encuentra en el Atlántico noroccidental y puede constituir una población transzonal en ese lugar y frente a la costa del Canadá. Los desembarques de mielga en el Atlántico noroccidental (área de pesca 21 de la FAO) comunicados a la FAO en 1990/91 sumaron un volumen aproximado de 14 000 t. Los desembarques de galludos en todo el mundo ascendieron aproximadamente a 47 000 t durante el mismo período.

Los jaquetones son en su mayor parte especies oceánicas. El marrajo sardinero (Lamna nasus), que pertenece a este grupo, es capturado en cantidades consierables con líneas y redes de enmalle los océanos septentrionales y meridionales. Las capturas de los océanos septenrionales se comunican periódicamente a la FAO, pero las de los mares australes tienen un volumen mucho mayor que el que se señala en las informaciones. Varias poblaciones de marrajos del Atlántico septentrional parecen haberse agotado en los años 60, debido a la pesca intensiva. De hecho, las capturas registradas de jaquetones han disminuido recientemente en todo el mundo, descendiendo desde un máximo de 44 000 t en 1984 a 14 500 t en 1991. El mapa de la distribución del marrajo (Mapa 7) indica que este tiburón representa un recurso transzonal en la plataforma del Atlántico y el Pacífico septentrional, así como en Australia, Nueva Zelandia, Perú, Chile, Argentina y Sudáfrica.

El tiburón salmón (Lamma ditropis) es una especie común en el Pacífico septentrional. Se captura incidentalmente y muchas veces se descarta en las pesquerías con redes de deriva de calamar y salmón así como en los palangres utilizados en Asia. El interés por esta especie está aumentando en Alaska. Las poblaciones pueden haberse agotado también desde mitad de los años 50 (Compagno, 1988).

Los marrajos carite y dientuso (Isurus paucus y I. oxyrinchus) son capturados incidentalmente por los palangres pelágicos tropicales. El marrajo dientuso (I. oxyrinchus) está ampliamente distribuido entre los 40°S y 50°N y representa una especie importante para las pesquerías con red de enmalle y palangre por la calidad de su carne. Es también estimado en la pesca deportiva por su energía una vez capturado. Las cifras de capturas son bajas.

Los zorros (Alopias vulpinus, A. supercilliosus y A. pelagicus) son otro grupo importante en el que se incluyen especies costeras y oceánicas. Son capturados por planagreros de Rusia y Japón en el Pacífico Central y océano Indico septentrional. El zorro pelágico capturado también aguas situadas frente a California y el noreste de los Estados Unidos.

El tiburón azul (Prionace glauca) está distribuido a lo largo y ancho de las aguas templadas y tropicales y se considera el tiburón oceánico abundante en el Pacífico oriental y en Atlántico, donde es capturado frecuentemente de forma incidental por las redes de deriva y palangres destinados a la captura del atún (Litvinov, 1989). Emigra hacia el norte en el verano y hacia el sur en el invierno y se concentra en los montes submarinos. Se sabe que emigra periódicamente en el sentido de las agujas del reloj a través del Atlántico septentrional. Se captura en el Pacífico septentrional de forma incidental en la pesquería de la pota gigante con redes de deriva en las que queda atrapada mientras intenta atacar a las potas. Se captura también abundantemente con línea y anzuelo, arrastres pelágicos y arrastres de fondo. Esta especies fue la más importante en el total de 7 000 t de tiburón desembarcadas en el Japón en los primeros años 70 (Gulland, 1971).

El tiburón oceánico (Carchrhinus longimanus) y el tiurón jaquetón (Carcharhinus falciformis) son capturados incidentalmente en las pesquerías de todo el munod con palangre, red de cerco y línea de mano. Otras especies significativamente presentes en alta mar y capturadas esencialmente con palangres destinados a la captura de túnidos y peces de pico son el tiburón cocodrilo (Pseudocarchrias kamoharai) y la tintorea tigre (Galeocerdo curvier, aunque esta última está estrechamente asociada a la plataforma continental.

El enorme (hasta 18 m de longitud) e inconfundible tiburón ballena (Rhincodon typus) se encuentra en el área intertropical (de los 30°N a los 30°S). Esta especie altamente migratoria, el mayor pez del mundo, se alimenta de plancton y pequeñas especies pelágicas. Es el único tiburón queno se captura nunca con palangre y normalmente se cobra con redes o arpones (por ejemplo, en Sengegal, Pakistán, India y Taiwán (Prov. de China)). El peregrino (Cetorhinus maximus), otra especie con alimentación ciliar, es capturado abundantemente en China y el Japón; Compagno (1988) indica que las pesquerías de esta especie costera-pelágica no han sido nunca sostenibles.

2.2.3 Situació de las poblaciones y problemas de ordenación

No hay información suficiente sobre las posibilidades y situación de la mayor parte de las poblaciones. La mayoría de los tiburones oceánicos antes enumerados son vivíparos u ovovíparos con canibalismo uterino (excepto en el género Carcharhinus y los que tienen alimentación ciliar). Su fecundidad es baja, crecen lentamente y son muy longevos. En consecuencia, tienen poca capacidad de recuperación frente a la pesca y presentan un elevado riesgo de sobrepesca de reclutamiento. Holden (1977), basándose en los estudios de casos disponibles, formuló algunas dudas sobre la sostenibilidad de las pesquerías del tiburón. Los ejemplos del hundimiento de las pesquerías del marrajo sardinero en el Atlántico septentrional, el Galeorhinus zyopterus en California, la mielga escocesa-noruega y el cazón australiano (NMFS, 1985) ilustran claramente ese peligro. Muchos expertos opinan que la mayor parte de las poblaciones de tiburones sólo pueden producir rendimientos sostenibles muy bajos, muchas veces con tasas inferiores al 10 por ciento de su biomasa. Por desgracia, como los tiburones sólo se capturan muchas veces incidentalmente, es muy difícil ordenar sus poblaciones para conseguir niveles de producción sostenibles. Los tiburones deberían ser objeto de una ordenación tan cuidadosa como la de los pequeños cetáceos, pero han recibido sin duda menos atención por parte de los grupos de ecologistas y los medios de comunicación. Quizá ello se deba en parte al hecho de que la imagen de los tiburones ante la opinión pública no es muy positiva.

Los grandes tiburones pelágicos fueron considerados, hasta hace muy poco, como capturas incidentales sin ninguna utilidad, y en el mejor de los casos sólo se conservaban sus aletas. Por ello, tradicionalmente no se ha llvado ningún registro de sus capturas. En años más recientes, la tendencia hacia el desembarque de tiburones enteros ha mejorado probablemente la recopilación de datos sobre dichas capturas; no obstante, en la mayor parte de las pesquerías los datos son insuficientes para la evaluación de las poblaciones. La fragilidad a la explotación demostrada por las poblaciones de tiburones no está necesariamente reñida con el aumento de los desembarques registrados en los últimos 50 años, aumento que podría explicarse por la combinación de los siguientes factores:

De hecho, hay algunas señales de que muchas poblaciones se han agotado como consecuencia de la pesca o han sufrido una grave sobreexplotación.

Gulland (1971) observó que el potential mundial de los tiburones no podría ser más que de unos centenares de miles de toneladas y que la comparación de las capturas mundiales con esta estimación muy aproxmativa del potential de las poblaciones con el fin de hacerse una idea de la actual presión de pesca no era demasiado útil por varia razones. En primer lugar, las estasísticas son imprecisas. Además estas comparaciones no rebelarían el probable agotamiento local de varias especies y poblaciones y, sin una buena serie cronológica de las capturas, sería imposible interpretar el coeficiente entre capturas y potencial. En concreto, los coeficientes bajos podrían deberse tanto a un bajo nivel de pesca como al agotamiento. Dada la importancia del tiburón en el ecosistema oceánico, la falta de interés de la comunidad científica y de los órganos regionales de pesca por estas especies debería suscitar cierta preocupación.

2.3 Tortugas marinas

Aunque las tortugas marinas no se incluyeron en la lista de especies altamente migratorias de la Convención de 1982, su distribución geográfica es muy extensa y sus migraciones son de gran amplitud. La mayor parte de las capturas se producen en las zonas costeras, directamente en las playas cuando el desove o en aguas costeras en las pesquerías con red de enmalle. Las pesquerías con grandes redes pelágicas de deriva son también una posible causa de mortalidad para estas tortugas.

No se conoce con exactitud la estructura de estas poblaciones, pero muchas de ellas son consideradas como especies en peligro. Son capturadas a mano cuando se encuentran en tierra o se pescan accidentalmente en los transmallos, trampas, arrastres e incluso en los palangres utilizados para la pesca de túnidos y peces de pico. Es muy difícil determinar la abundancia de estas especies y no hay prácticamente ninguna evaluación sobre sus poblaciones. Las estadísticas sobre las capturas de tortugas son, al parecer, muy deficiente y en el caso de los huevos no hay prácticamente ninguna información. Las capturas registradas, que habían alcanzado un total aproximado de 5 500 t en 1970–74 y llehado a un máximo de 7 400 t en 1975–80 disminuyeron de forma constante desde entonces hasta situarse en sólo 1 255 t en 1991 (Cuadro 1). No se conocen las razones de este descenso. En general, las capturas no deberían considerarse como buen índice de la abundancia de las poblaciones, y su disminución podría ser resultado de las restricciones del mercado. No obstante, dada la fragilidad de los animales y en ausencia de una explicación alternativa convincente, la información disponible podría interpretarse como muestra de una disminución de los recursos. El catálogo de la FAO sobre las tortugas del mundo (Marquez, 1990) revela que cuatro especies tienen un carácter claramente oceánico:

La caguama (Caretta caretta) realiza probablemente largas migraciones siguiendo las corrientes templadas (Corriente de California, Kuroshio, Gulf Stream). Se ha divisado en el mar abierto pero es muy poco lo que se sabe sobre su distribución en alta mar. Se han localizado importantes lugares de anidamiento en todos los océanos. Esta especie se explota normalmente por su carne, cuero, grasa y huevos (en forma ilegal). El total de las capturas registradas bajó de 480 t en 1970–74 a 185 t en 1988, exclusivamente en el Atlántico central. En los últimos años, se capturaron 32 000 ejemplaqres frente a la costa atlántica de los Estados Unidos y 10 500 en el Golfo de México. Se han señalado muertes accidentales como consecuencia de la voladura de una plataforma petrolífera.

La tortuga verde (Chelonia mydas) puede recorrer miles de kilómetros desde los criaderos hasta las zonas donde encuentra abundante alimentación. Algunas poblaciones (por ejemplo, en las islas Ascensión) emigran 2 000 km a través del océano y han demostrado cierta tendencia a volver al lugar de origen. Se capturan con un gran número de artes y a mano, fundamentalmente por su carne y huevos. Está muy generalizada la recolección furtiva. Las capturas registradas han bajado desde 400–500 t en los años 70 a 300– 350 t en los últimos años 80. Se considera que esta especie está en peligro y aparece inckuida en la CITES. Sucomercio internacional está prohibido desde los últimos años 70 pero persosten pesquerías locales de “subsistencia” en muchos lugares del mundo.

La tortuga carey (Erethmochelys imbricata) es la más tropical de todas las tortugas marinas. Parece que parte de la población no es migratoria. Son pocos los datos disponibles sobre las posibles migraciones transoceánicas, aunque se supone su existencia entre grupos de islas en Oceanía. Esta especie es explotada por su “concha”, carne y huevos. No obstante, según la IUCN sería una especie en peligro. Como efecto de las restricciones impuestas por la CITES, las exportaciones han disminuido considerablemente desde 1979. El total de las importaciones de conchas de carey elaboradas en el Japón fue de 25 y 29 t en 1987 y 1988 respectivamente. El comercio mundial japonés de conchas de tortuga entre 1970 y 1986 representa el equivalente de 600 000 ejemplares adultos (Ogren, 1989, pág. 108). Las capturas registradas han oscilado entre 240 y 370 t, pero parece que las cifras no son precisas. Son raras las agrupaciones de estas tortugas para el anidamiento.

La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) se adapta a aguas más frías, tiene una distribución muy anplia, anida en zonas tropicales y subtropicales y la distribución de los ejemplares adultos se extiende desde 40°S a 60°N. No hay ninguna prueba de que se haya visto perturbada la distribución general de esta especie. En el Atlántico occidental se han observado tendencias ascendentes en lo que respecta a la abundancia de nidos (Ogren, 1989, pág. 149), pero la interpretación de este hecho no es clara. Esta tortuga, capturada accidentalmente en redes de deriva y palangres, se considera todavía una especie en peligro en toda su zona de distribución y aparece incluida en al Anexo 1 de la CITES. Su situación se ha visto especialmente agravada en el Asia sudoriental, y las perspectivas futuras no parecen muy brillantes en el Atlántico occidental (Ogren, 1989, págs. 151–152). No se han localizado capturas registradas de esta especie, aunque es seguro que se capturan en todas las aguas donde están distribuidas.

Se están realizando esfuerzando esfuerzos (por ejemplo, en el Golfo de México y en Indonesoa) para reducir la mortalidad de las tortugas en las pesquerías del camarón con arrastre mediante la utilización de dispositivos de explosión de tortugas que permiten la huída selectica de éstas si quedan capturadas accidentalmente en los arrastres.

2.4 Japutas y palometes

Las japutas y palometes registradas en las estadísticas de la FAO comprenden una heterogénea agrupación de diferentes familias (Bramidae16, Formionidae y Stromateidae). El total de sus capturas ha pasado de 37 000 t en 1970–74 a 115 000–140 000 t al final de los años 80. Las Bramidae (Brama spp.) son una importante familia de peces oceánicos pero la información disponible al respecto es muy escasa. La Brama japonica, en el Pacífico, tiene una distribución antitropical. Constituye una importante captura incidental en la pesquería del calamar Ommastrephes bartrami con redes de deriva y quizá también en la pesquería del salmón, pero muchas veces los ejemplares capturados se desechan. Beamish y McFarlane (1989) estimaban aproximadamente estos descartes en 300 000 t partiendo de un coeficiente 1:1 entre calamar y japutas en las redes. La Brama brama, en el Atlántico, tiene también una distribución antitropical y se explota en aguas próximas a la costa española y en el Africa occidental. Los desembraques registrados pasaron de 200 t en 1970–75 a 7 000 t en 1988. Esta especie se vende en fresco en españa y parece que se utiliza para la transformación en harina de pescado en los arrastreros industriales que faenan frente a la costa de Africa occidental. La Brama dussumieri es tropical, su distribución quizá sea la más “oceá”nica (alta mar) de todas las Brama, y es capturada incidentalmente por los arrastreros que pescan camarón en aguas profundas. Otras especies importantes capturadas incidentalmente con palangre son la Taractichthys spp. (capturada junto con la Brama brama frente a las costas españolas y en los palangres japoneses del Pacífico) y la Taractes spp. Se desconocen por completo el potencial y la situación de estas poblaciones.
16 En el Anexo I de la Convención de 1982 sólo se incluyen las Bramidae

2.5 Papardas

La paparda del Pacífico (Cololabis saira17 tiene una zona de distribución que penetra también en aguas de altura, aun cuando la mayor parte de las capturas se producen cerca de la plataforma, donde desova. Hay tres poblaciones en el Pacífico septentrional, una en el noroeste a lo largo de la costa del Pacífico japonés, otra en el Mar del Japón otra en el Pacífico central. Según Chikuni (1985) está última población oceánica no se ha explotado nunca de forma comercial. Al parecer, la población noroccidental ha sido intensivamente explotada y las capturas han disminuido, pasando de aproximadamente 500 000 t en los últimos años 50 a 235 000–350 000 t en los 80 (Cuadro 1). Las poblaciones actualmente explotadas parecen estarlo plenamente y no es de prever ningún aumento de las capturas. No se conoce el potencial de las poblaciones de altura.

2.6 Dorados

Los dorados (Coryphaena hippurus y C. equoiselis) aparecen incluidos en el Anexo I de la Convención de 1982. Tienen distribución muy amplia en todas las aguas oceánicas, junto a la costa de las islas y aguas más adentro frente a las masas continentales, más allá de la influencia de la escorrentía del agua. Son capturados por las líneas utilizadas paraq la pesca a la cacea del atún y, en algunas ocasiones, con redes de cercr y redes de deriva. Su captura se está desarrollando como consecuencia de la utilizaci5on más generalizada de dispositivos de agregación de peces. Gulland (1971) opinaba, partendo de datos muy limitados, que el potencial mundial podría ser de aproximadamente un million de tonekadas. Las capturas actuales comunicadas a la FAO se referen únicamente al C.hippurus, lo que demostraría probablemente la imprecisión con que se determina la composición de las unas 19 000 t en 1970–74 a 23 000 t en 1975–80 y 30 000–37 000 t en 1988. Las capturas registradas corresponden fundamentalmente al Pacífico septentrional (60–70 por ciento).

2.7 Especies que podrían ser altamente migratorias

En la Sección 2.1 sobre túnidos y especies afines se señalan varias especies de importancia para las pesquerías (Thunnus tonggol, Allothunnus fallai, Gasteroschisma melampus, Acanthocybium solandri, Scomberomorus spp.) que no se incluyen en la Convención de 1982 a pesar de que tienen en común muchas de las características de algunas de las especies allí recogidas.
17 Aparece incluida en el Anexo I de la Convención de 1982 junto con Scomberesox spp.

La familia Exocoetodae (peces voladores) es un grupo que podria revestir gran importancia, en especial para los países insulares; sin embargo, no se incluye en la Convención de 1982, a pesar del becho de que parece pertenecer al mismo conjunto de especies oceánicas que el dorado (Coryphaena spp.) Los géneros más importantes son los siguientes: Exocoetus, Cypselurus, Hirunduchthys, Cheilopogon y Prognichthys. Algunas especies son neríticas, pero muchas de ellas son decididamente oceánicas. Sus pautas de migración y la estructura de sus poblaciones no son bien conocidas. El total de los desembarques registrados ha variado entre 60 000 t y 90 000 t en los dos últimos decenios, sin que se haya podido observar una tendencia clara. Aproximadamente el 70 por ciento procede del Pacífico, el 20 por ciento del Océano Indico y el 10 por ciento del Atlántico. Mahon (1990) fija en 4 000–5 000 toneladas las capturas correspondientes a las islas del Caribe oriental, y la mayor parte de las mismas serían de Hirundichthys. No se conoce el potencial de estas pesquerías. Según Suda (1973), el potential de las capturas mundiales podría ser de unas 100 000 toneladas en las áreas costeras, más un potencial desconocido en las oceánicas.

El pez luna, de la familia Molidae, es un extraño de la fauna oceánica del que hay muy poca información. Sólo existen tres esoecies en todo el mundo. Es capturado incidentalmente en las pesquerías con redes de enmalle y se consume el mundo en el Mediterráneo. Nunca tendrá importancia para las pesquerías, pero reviste interés desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad. El escolar de canal (Gempylus serpens), el escolar negro (Lepidocybium flavobrunneum) y el escolar clavo (Ruvettus pretiosus), de la familia Gempylidae, son especies que se capturan cerca de la costa pero que realizan grandes migraciones mar adentro. Todas ellas forman parte habitual de las capturas incidentales de las pesquerías de túnidos con palangre; lo mismo ocurre con los lanzones (Alepisaurus ferox y A. brevirostris).


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