Perspectivas alimentarias 11/96

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COMERCIO


El pronóstico relativo al comercio mundial de cereales en 1996/97 se ha rebajado, desde septiembre, en 2 millones de toneladas a 184 millones de toneladas, 18 millones de toneladas, o sea un 9 por ciento, menos que el año anterior, lo que representa el volumen más bajo desde 1990/91. Las revisiones de este mes tienen en cuenta la reducción de los pronósticos relativos al comercio de todas las principales categorías de cereales. Sin embargo, en comparación con el año anterior, la mayor parte de la gran contracción prevista tendrá lugar en el comercio del trigo y los cereales secundarios, ya que las importaciones de arroz en 1997 deberían ser ligeramente inferiores a la de 1996.

Según los pronósticos, el comercio mundial de trigo de 1996/97 disminuirá a 84 millones de toneladas, 9 millones de toneladas, o sea un 10 por ciento, menos que el año pasado, y 1 millón de toneladas menos de lo que se había previsto en septiembre (Cuadro A.2). Según los pronósticos actuales, el volumen del comercio mundial de trigo sería el menor desde finales de los años setenta. Mientras una parte de dicha disminución podría deberse a las menores importaciones de Marruecos, la reducción se ha visto muy influenciada por los hechos registrados en la CEI y China. La pronunciada disminución de las compras de la CEI desde comienzos de los años noventa ha tenido una influencia espectacular en el mercado del trigo. Las importaciones de la CEI han descendido en más de 15 millones de toneladas con respecto a los comienzos de los años ochenta y se prevé que seguirán disminuyendo este año a 3 millones de toneladas. Al mismo tiempo, las importaciones de trigo de China pasaron de alrededor de 9 millones de toneladas en los años setenta a más de 16 millones de toneladas al final de los años ochenta y volvieron a bajar a cerca de 9 millones de toneladas en los últimos años, fuera de unas compras extraordinarias realizadas en 1995/96. Se prevé que las compras de este año no superarán los 9 millones de toneladas como consecuencia de las excelentes cosechas obtenidas.

El análisis de las importaciones totales de trigo de otros países durante los dos últimos decenios señalan una tendencia más bien estable con grandes variaciones sólo ocasionales, relacionadas principalmente con los cambios registrados en los niveles de producción. En los últimos años, la sequía redujo gravemente los suministros internos de trigo en algunos países del norte de Africa, lo que provocó un aumento de las importaciones del año pasado. Durante la campaña de 1996/97, sin embargo, se pronostica que las importaciones de Marruecos y Túnez descenderán en más de la mitad, debido principalmente a las excelentes cosechas obtenidas en 1996. Las importaciones de trigo de los países en desarrollo del Africa subsahariana se han mantenido estables durante los dos últimos decenios, entre 4 y 5 millones de toneladas. A diferencia de la situación de Africa, las importaciones de trigo de Asia han ido aumentando. En Asia, han aumentado notablemente las importaciones de algunos países, como la República Islámica del Irán, Indonesia, y en alguna medida también Malasia, tendencia que según los pronósticos seguirá en la campaña de 1996/97.

También han aumentado las importaciones de trigo de América Latina y el Caribe, pasando de 10-12 millones de toneladas a principios de los años ochenta a 14-15 millones de toneladas en los años noventa. A Brasil y México se debe la mayor parte de este incremento, que juntos representan casi la mitad de las importaciones totales de trigo de la región. Según los indicios actuales, en 1996/97 las importaciones de trigo por parte de México registrarán un pequeño aumento de 200 000 toneladas respecto al año pasado, situándose en 1 600 000 toneladas, siempre y cuando disminuya, como se prevé, la producción. En cambio, en Brasil, como consecuencia de una demanda interna muy fuerte, en 1996/97 las importaciones de trigo deberían mantenerse en el nivel de 5 500 000 toneladas del año pasado, a pesar de la excelente cosecha prevista para este año.

Es probable que las importaciones totales de los países desarrollados disminuyan en 1996/97 debido principalmente a las menores importaciones realizadas por la CEI y la CE y pese al aumento de las importaciones de Bulgaria y Rumania. Aunque Bulgaria exportó trigo el año pasado, es probable que este año importe al menos 600 000 toneladas de trigo para subsanar la actual escasez derivada de una producción muy menguada a causa de las condiciones desfavorables del tiempo y la falta de finanzas para insumos. Asimismo, en abierto contraste con el año pasado en que Rumania exportó 2 millones de toneladas de trigo, se prevé que el país recurrirá a la importación de más de 100 000 toneladas durante 1996/97 ya que la producción se estima en un nivel muy bajo debido a una combinación de factores tales como el tiempo desfavorable, la insuficiencia de fondos para comprar fertilizantes y la falta de bancos comerciales estatales que proporcionen oportunamente créditos al sector agrícola.

SITUACION GENERAL DE LAS IMPORTACIONES MUNDIALES DE CEREALES


Trigo Cereales secund. Arroz (elaborado) Total

1995/96 1996/97 1995/96 1996/97 1996 1997 1995/96 1996/97

( . . . . . . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . . . . )
Asia 48,1 43,5 56,2 53,6 9,8 9,0 114,1 106,1
Africa 19,3 16,3 9,8 7,2 3,9 3,9 33,0 27,3
América Central 4,4 4,6 8,8 7,8 1,5 1,4 14,7 13,8
América del Sur 10,1 10,4 4,3 5,3 1,5 1,5 15,9 17,3
América del Norte 1,8 2,0 3,8 3,4 0,5 0,6 6,1 6,0
Europa 4,9 4,1 6,8 4,3 1,1 1,1 12,8 9,5
CEI 4,0 2,7 0,5 0,3 0,3 0,3 4,8 3,3
Oceanía 0,4 0,5 0,2 0,1 0,3 0,3 1,0 0,9
TOTAL MUNDIAL 93,1 84,0 90,4 82,0 18,9 18,2 1/ 202,5 184,2
Países en desarrollo 74,4 67,6 56,6 51,5 16,1 14,9 147,1 134,0
Países desarrollados 18,7 16,5 33,8 30,5 2,8 3,3 55,4 50,2

FUENTE: FAO
1/ Muy provisional.

Las actuales perspectivas de cosechas entre superiores a la media y de nivel récord, no sólo en las principales regiones exportadoras sino también en algunas regiones importadoras, indican que en 1996/97 las disponibilidades exportables serán más que suficientes para satisfacer la reducida demanda de importaciones de este año, pero también permitirán una recuperación de los remanentes de los grandes exportadores. Con excepción de los Estados Unidos, donde se pronostica que las exportaciones de este año serán considerablemente menores que el año pasado, se prevé que otros exportadores importantes expedirán menos trigo que durante la campaña de 1996/97. El aumento mayor debería registrarse en la Argentina, donde una excelente cosecha de trigo podría traducirse en una duplicación de las exportaciones con respecto al año pasado, a más de 8 millones de toneladas. Se prevé que las exportaciones de la CE alcanzarán los 15 millones de toneladas, 4 millones de toneladas más que en 1995/96. Como los principales países productores de cereales de la Comunidad obtendrán cosechas de nivel récord, se prevé que la Comisión atenuará su política de exportación permitiendo que ingresen a los mercados internacionales más cereales de la Comunidad. Se pronostica, asimismo, que también Australia y Canadá aumentarán sus exportaciones. El aumento de los envíos de los principales exportadores se vería compensado con creces principalmente por la disminución de las ventas de algunos países, especialmente de Europa oriental. Se prevé que tanto Bulgaria como Rumania llegarán a ser exportadores netos de trigo, mientras que también se pronostica que las exportaciones de Hungría descenderán de forma pronunciada debido a una cosecha inferior a la media. También se prevé una disminución de las exportaciones de la India.

El comercio internacional de cereales secundarios en 1996/97 se pronostica ahora en 82 millones de toneladas, 8 400 000 toneladas, o sea más del 9 por ciento, menos que las importaciones estimadas el año anterior y 500 000 toneladas menos que el pronóstico de septiembre. En este nivel, el comercio mundial de cereales secundarios sería uno de los más bajos de los dos últimos decenios. Desde comienzos de los años noventa, el comercio de cereales secundarios se ha estancado en torno a los 90-93 millones de toneladas, debido principalmente a una fuerte disminución de las compras de la CEI, que afecto especialmente a los mercados de maíz y cebada. El aumento de las compras de cebada por parte de Arabia Saudita desde finales de los años ochenta compensó en alguna medida la fuerte disminución de las importaciones de la CEI. Según los pronósticos actuales, en 1996/97 se contraerá notablemente el comercio de maíz, a menos de 60 millones de toneladas, 9 millones de toneladas menos que el año pasado. La disminución del comercio de maíz podría verse parcialmente compensada por un pequeño aumento del comercio de cebada que alcanzaría los 14 millones de toneladas. Es probable que el comercio mundial de sorgo se mantenga en el nivel bajo de poco más de 5 millones de toneladas del año pasado, lo mismo que el comercio total de otros cereales secundarios menores, tales como la avena, el centeno y el mijo que se situará en torno a los 3 500 000 toneladas.

La mayor parte de la disminución del comercio mundial de cereales secundarios debería producirse en los países en desarrollo. Se prevé que en 1996/97 las importaciones totales de dichos países descenderán en 5 millones de toneladas respecto al año pasado, a 51 500 000 toneladas. La mayor parte de la disminución de las importaciones se deberá a una reducción de las compras de maíz por parte de China. En cambio, deberían aumentar las compras de cebada de Arabia Saudita y las importaciones de maíz de Filipinas. Se pronostica que las importaciones totales de cereales secundarios de los países en desarrollo del Africa disminuirán en 1 800 000 toneladas, debido principalmente a una fuerte recuperación de la producción de algunos países del Africa septentrional y austral. El pronóstico relativo a las importaciones de cereales secundarios de América Latina y el Caribe se ha rebajado desde septiembre en 300 000 toneladas a 13 millones de toneladas, volumen casi idéntico al del año pasado. La revisión tiene en cuenta unas importaciones menores de lo previsto por parte de México, que según las previsiones actuales obtendrá una mayor cosecha de maíz. En cambio, se prevé que Brasil comprará más maíz este año para compensar el déficit de la producción.

Según los pronósticos, las importaciones totales de cereales secundarios de los países desarrollados disminuirán en 1996/97 por quinto año consecutivo a 30 500 000 toneladas, 3 millones de toneladas menos que en 1995/96. La mayor parte de la disminución prevista para este año debería producirse en la CE, donde se prevé que el aumento de la producción de cereales secundarios de 1996 determinará un descenso de las compras en más de 3 millones de toneladas, o sea casi un 70 por ciento, a 1 500 000 toneladas. Además, como consecuencia del fuerte aumento de la producción interna de maíz en Sudáfrica, las importaciones de este año deberían limitarse a alrededor de 50 000 toneladas, frente a casi 1 millón de toneladas en 1995/96. Debido a una disminución interna de maíz, puede que Bulgaria tenga que recurrir a la importación de más de 300 000 toneladas. Asimismo, se prevé que la disminución de la producción de Rumania llevará las importaciones a 400 000 toneladas, el cuádruple del año pasado. En el Japón, a raíz de una pequeña disminución de las importaciones de maíz de 1995/96, causada principalmente por el aumento de las importaciones de carne en reemplazo de la producción interna, se pronostica que las compras totales de cereales secundarios de este año aumentarán en unas 800 000 toneladas a 21 millones de toneladas.

La disminución de las importaciones mundiales de cereales secundarios prevista para 1996/97 afectará principalmente a las exportaciones de los Estados Unidos que, pese al fuerte aumento de la producción, deberían descender en 15 millones de toneladas. Mientras es probable que también disminuyan este año las exportaciones de maíz de la Argentina, las expediciones totales de cereales secundarios de la CE aumentarían notablemente. La mayor parte del aumento se debería al incremento de las exportaciones de cebada tras un año de ventas restringidas debidas a una preocupación por los suministros internos. Además, también se prevé que aumentarán en 1996/97 respecto al año pasado las exportaciones de cereales secundarios de Sudáfrica, Turquía, Hungría y Polonia.

El pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de arroz en 1996 ha variado un poco a 18 900 000 toneladas, un millón de toneladas menos que el nivel comercializado el año anterior. En los últimos meses la demanda de arroz ha seguido disminuyendo en el mercado internacional, lo cual ha afectado a las ventas de exportación y los envíos de casi todos los principales exportadores de arroz. A mediados de octubre las exportaciones de Tailandia totalizaban 4 200 000 toneladas, alrededor de 600 000 toneladas menos que el año anterior. En los Estados Unidos, las exportaciones de arroz han seguido disminuyendo y si bien se han efectuado, en el marco del programa PL480, ventas considerables a Jordania, Côte d'Ivoire, Moldova y Sri Lanka, las exportaciones totales de este año podrían seguir descendiendo respecto a la expectativa oficial de 2 700 000 toneladas. En la India, siguen disminuyendo los envíos de arroz del Puerto de Kandhla, su salida principal. En Myanmar, las exportaciones arroceras prácticamente se han interrumpido pese a la voluminosa cosecha del año pasado, y es probable también que las exportaciones de arroz de Australia desciendan de forma pronunciada con respecto al pronóstico original de 620 000 toneladas.

En cambio, el nivel de las exportaciones arroceras tanto de China como de Viet Nam se ha mantenido relativamente alto. Entre enero y agosto, las exportaciones de China totalizaron 150 000 toneladas, casi el quíntuplo de la cantidad exportada en el mismo período del año pasado. En Viet Nam, la gran cantidad de suministros ha llevado a pedir que en el año civil 1996 el contingente de exportación de arroz aumentara a 2 800 000 toneladas, 800 000 toneladas más que en 1995. Lo cual, combinado con una probable mejora de la disponibilidad de créditos a los exportadores y una disminución del impuesto a la exportación del arroz quebrado, ha aumentado la perspectiva de que Viet Nam envíe este año todo su contingente de exportación de 2 800 000 toneladas. En el marco del nuevo plan de crédito propuesto, los exportadores pagarían una tasa de interés del 1 por ciento por un préstamo de tres meses para comprar arroz destinado a la exportación. A finales de septiembre, las exportaciones arroceras del país totalizaban 2 200 000 toneladas, frente a 1 500 000 toneladas expedidas en el mismo período del año pasado.

Mientras el pronóstico relativo a las importaciones mundiales de 1996 ha cambiado poco respecto al mes anterior, las importaciones de algunos países sufrieron revisiones importantes. Los pronósticos relativos a las importaciones de Corea, RPD e Iraq han disminuido. Aunque ambos países continúan afrontando una grave escasez de alimentos, ha disminuido la probabilidad de que puedan importar el volumen que se había previsto. En los nueve primeros meses de 1996 las importaciones de la República Democrática Popular de Corea fueron considerablemente inferiores a las del año pasado.

También ha disminuido el pronóstico relativo a las importaciones de Bangladesh y Japón. Como se prevé que los inventarios arroceros del Japón totalizarán 2 300 000 toneladas al final de octubre y las perspectivas apuntan a una buena cosecha en 1996, el país no debería importar una gran cantidad en los próximos meses, sino que muy probablemente importará a principios de 1997 la mayor parte de su compromiso con la OMC correspondiente al ejercicio de 1996. En cambio, se ha aumentado de forma pronunciada el pronóstico relativo a las importaciones de la República Islámica del Irán en 1996. Al final de agosto las entregas al país habían llegado a alrededor de un millón de toneladas.

La recuperación de la producción en 1996 en los principales países importadores debería redundar en un debilitamiento de la demanda internacional de importaciones de arroz en 1997. Según los primeros in-dicios, el comercio descenderá en un 4 por ciento a 18 200 000 toneladas en 1997, lo que representa una disminución mayor de lo que se había previsto anterior-mente.

Se prevé que las importaciones de Asia descenderán considerablemente. Gracias a una recuperación de su producción en 1996 y a la reposición de sus existencias, Filipinas debería reducir sus importaciones de arroz en 1997 a una parte del volumen cercano a un millón de toneladas importadas en 1996. También se prevé una disminución de las compras de Bangladesh y China. Asimismo, tras el gran aumento de las compras efectuadas en 1996, el próximo año los países del Cercano Oriente deberían disminuir sus importaciones.

En cambio, Indonesia podría seguir siendo un gran importador en 1997. Aunque en 1996 la cosecha fue mayor, hasta ahora el organismo estatal de compra - BULOG - que se encarga del programa de distribución de arroz y de estabilización de los precios, no ha podido alcanzar su objetivo de compra. Ello podría dar lugar a importaciones relativamente cuantiosas en 1997, aunque el resultado definitivo dependería mucho de la cosecha nacional de 1997, la mayor parte de la cual se recoge al principio del año. Por lo que se refiere al Japón, sus importaciones en 1997 podrían muy bien aumentar respecto a 1996, a causa de un remanente de su compromiso de comprar arroz en el mercado internacional para tener acceso al mercado.

El debilitamiento de la demanda de importaciones debería afectar a casi todos los exportadores. La continua presión a la baja de los precios internacionales del arroz podría perjudicar la competitividad de las exportaciones de la India. Los precios internos de los cereales alimentarios de la India (tanto del trigo como del arroz) ya han subido en 1996, y aunque las existencias arroceras nacionales son abundantes, la gran cantidad exportada en los dos últimos años las han reducido a los niveles de comienzos de los años noventa. Es probable que las exportaciones de los Estados Unidos desciendan a 2 300 000 toneladas, y que disminuyan también las de Viet Nam. Las de Tailandia, que habían descendido considerablemente en 1996, podrían recuperarse marginalmente en 1997 gracias a una mejor cosecha obtenida en 1996.


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