Perspectivas alimentarias 11/96

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UTILIZACION



EXAMEN DE 1995/96

El fuerte aumento de los precios internacionales de los cereales en 1995/96 contribuyó a una disminución de la utilización mundial de cereales, por primera vez desde 1988/89, a 1 791 millones de toneladas, aunque la contracción fue pequeña (8 millones de toneladas). Una considerable disminución del empleo de piensos en los países desarrollados compensó con creces el constante crecimiento de la demanda de alimentos y piensos en los países en desarrollo. Mientras la utilización de cereales secundarios, empleados principalmente para piensos en los países desarrollados, disminuyó considerable-mente, el consumo de trigo y arroz registró pequeños aumentos respecto al año anterior.

UTILIZACION MUNDIAL DE CEREALES


1994/95 1995/96 1996/97
pronóst.

( . . millones de toneladas . . )
Total utilización


Total mundial 1 799 1 791 1 827
Países en desarrollo 1 047 1 079 1 097
Países desarrollados 752 713 729
Consumo humano 1/


Total mundial 903 920 933
Países en desarrollo 740 754 767
Países desarrollados 164 166 167
Para piensos


Total mundial 646 614 633
Países en desarrollo 199 207 213
Países desarrollados 447 408 420
Otros usos 2/


Total mundial 249 288 260
Países en desarrollo 108 118 117
Países desarrollados 141 139 142
























FUENTE: FAO
Nota: Los totales se han calculado a partir de datos no redondeados.
1/ Para consumo humano directo.
2/ Entre los otros usos figuran semillas, usos industriales y desechos.


La actual estimación del consumo humano de cereales en 1995/96 es de 920 millones de toneladas, lo que representa la mitad del consumo mundial total, y un incremento del 1,9 por ciento, o sea 17 millones de toneladas, respecto al año anterior. Aunque la mayor parte del incremento del consumo humano se registró en los países en desarrollo, también se estima que ha aumentado discretamente en los países desarrollados respecto a la campaña anterior. A nivel mundial, el consumo humano per cápita permaneció prácticamente invariado en 1995/96 en alrededor de 161 kilogramos anuales.

Se estima que el consumo humano total de cereales ha alcanzado en los países en desarrollo los 754 millones de toneladas en 1995/96, casi un 2 por ciento más que el año anterior. Este aumento va a la par del crecimiento demográfico y, en consecuencia, la media del consumo humano per cápita en esos países se ha mantenido en 171 kilogramos. Asimismo, se esti-ma que los países de bajos ingresos y con déficit de ali-mentos como grupo, han mantenido su consumo humano anual per cápita de cereales en 174 kilogramos. Sin embargo, en algunos de esos países disminuyó, particularmente en Africa, mientras que las excelentes cosechas obtenidas en muchas partes de Asia en 1995 contribuyeron a un ligero aumento en la región.

UTILIZACION MUNDIAL DE CEREALES POR CEREAL


1994/95 1995/96 1996/97
pronóst.

(. . millones de toneladas . .)
TRIGO


Países en desarrollo 312 322 328
Países desarrollados 241 241 247
Total mundial 553 563 575
Consumo humano 393 399 403
Para piensos 94 92 101
Otros usos 1/ 67 72 71
CEREALES SECUNDARIOS


Países en desarrollo 385 399 407
Países desarrollados 493 454 464
Total mundial 878 853 871
Consumo humano 186 190 193
Para piensos 543 512 524
Otros usos 1/ 149 150 154
ARROZ (elabor.)


Países en desarrollo 350 358 362
Países desarrollados 18 17 18
Total mundial 368 376 380
Consumo humano 325 330 337
Para piensos 9 10 9
Otros usos 1/ 34 36 35




























FUENTE: FAO
Nota: Los totales se han calculado a partir de datos no redondeados.
1/ Entre los otros usos figuran semillas, usos industriales y desechos.



Según las estimaciones, el consumo humano total de cereales ha aumentado ligeramente a 166 mi-llones de toneladas en 1995/96, volumen suficiente pa-ra mantener el consumo per cápita en 129 kilogramos. En Europa y América del Norte se calcula que el consumo humano ha registrado un pequeño aumento, mientras que en la Comunidad de Estados Indepen-dientes (CEI) continuó disminuyendo.

Se estima que en 1995/96 la utilización mundial de cereales para piensos ha disminuido, respecto al año anterior, en 32 millones de toneladas, o sea un 5 por ciento, a 614 millones de toneladas. La fuerte disminución de la demanda de cereales para piensos en los países desarrollados se debe en gran medida a los altos precios internacionales. En los Estados Unidos, la utilización de cereales para piensos descendió en un 18 por ciento en 1995/96, pese al aumento del ganado, ya que los productores encon-traron formas alternativas, tales como períodos más largos de pastoreo, para reemplazar a los cereales que eran más caros. En la CEI, la razón principal de que haya seguido disminuyendo la utilización de cereales para piensos, más que los altos precios de los cereales, fueron los continuos cambios estructurales en el sector ganadero. Comparativamente, los piensos de cereales aumentaron ligeramente en los 12 países de la CE con respecto a 1994/95, debido en parte a la menor dis-ponibilidad de yuca, que se utiliza para piensos como sucedáneo de los cereales, así como a las restricciones a las exportaciones de cereales que contribuyeron a estabilizar sus precios internos.

CONSUMO PER CAPITA DE CEREALES


1994/95 1995/96 1996/97
pronóst.

(. . . . . kg. por persona . . . . .)
Países en desarrollo 170,3 170,5 170,5
Países desarrollados 128,9 129,1 129,6
TOTAL 161,0 161,2 161,4
Países con bajos ingresos y déficit de alimentos 173,8 174,0 173,9
(excluída la China e India) (150,3) (151,4) (151,5)
Trigo 69,9 70,0 69,8
Cereales secund. 33,2 33,4 33,4
Arroz (elabor.) 57,8 57,8 58,3














FUENTE: FAO


Se estima que en 1995/96 el consumo de cereales para piensos en los países en desarrollo, que representa alrededor de una quinta parte de su utiliza-ción total de cereales, ha aumentado en alrededor del 4 por ciento a 207 millones de toneladas. La mayor parte de la expansión se produjo en Asia, principalmente China, donde una excelente cosecha de maíz, combi-nada con el aumento de las importaciones y la prohibi-ción de exportar maíz, contribuyeron a satisfacer la fuerte demanda de un sector ganadero en expansión.

Por lo que se refiere a otros usos de los cereales (principalmente semilla, usos industriales y pérdidas) se estima que en 1995/96 han aumentado en 9 millones de toneladas a 258 millones de toneladas. Se supone que este fenómeno se debe en gran parte a las pérdidas poscosecha, especialmente en Asia, donde algunos países obtuvieron cosechas cercanas al nivel récord.


PERSPECTIVAS PARA 1996/97

Según los primeros indicios, en 1996/97 la utilización mundial de cereales se recuperará en un 2 por ciento, o sea 36 millones de toneladas, a 1 827 millones de toneladas, nivel ligeramente inferior todavía a la tendencia a largo plazo. Mientras este primer pronóstico señala una moderada expansión del consumo humano de cereales, el empleo de piensos debería recuperarse considerablemente, a causa de que sus precios son más bajos que en la campaña pasada. La constante y fuerte demanda de productos pecuarios en las economías de rápido crecimiento de Asia y América Latina y el Caribe debería también contribuir a un aumento del uso mundial de piensos, en particular de cereales secundarios.

Según los pronósticos, el consumo humano mundial de cereales aumentará en un 1,4 por ciento, o sea 13 millones de toneladas, hasta alcanzar en 1996/97 un total de 933 millones de toneladas, casi según la tendencia, y se prevé que el consumo humano mundial per cápita se mantendrá inalterado en 161 kilogramos. La mayor parte del incremento del consumo humano total de cereales debería producirse en los países en desarrollo, debido principalmente a las buenas cosechas obtenidas en muchas partes de Asia y a una recuperación de la producción en Africa. Según los pronósticos, en los países desarrollados el consumo humano de cereales aumentará sólo ligeramente.

En 1996/97, el cambio más importante con mucho en el consumo mundial de cereales en 1996/97 debería producirse en su uso para piensos que, según los pronósticos, aumentará en un 3,1 por ciento, o sea 19 millones de toneladas, a 633 millones de toneladas, volumen situado en torno al nivel medio de los últimos cinco años, pero ligeramente inferior a la tendencia. La recuperación se debe en gran medida a que la utilización de forrajes se ha normalizado en los países desarrollados, con algunas excepciones, debido principalmente a una disminución de los precios internacionales de los cereales. Según los pronósticos, el uso de piensos por parte de esos países aumentará en 12 millones de toneladas respecto al año anterior. En los Estados Unidos, el uso de cereales para forrajes debería aumentar en 1996/97 en alrededor de un 12 por ciento a 156 millones de toneladas, situándose en torno al nivel medio de la primera mitad de los años noventa, pero por debajo del nivel récord de 1994/95. Este año podría también aumentar la utilización de cereales forrajeros en la CE debido a un considerable aumento de la producción de la presente campaña. El efecto de la crisis de la EBE (véase el cuadro en la p.) en la demanda de cereales en la CE en 1996/97 es una incógnita, pero es posible que tenga repercusiones. Como la producción de carne se desplaza desde la carne vacuna a otros tipos de carne, como la de cerdo y aves de corral, el uso de cereales podría aumentar ya que en las raciones forrajeras para estos animales se emplea un porcentaje mayor de cereales que en las del ganado vacuno. Sin embargo, este efecto podría verse contrarrestado por el hecho de que el cerdo y las aves de corral son convertidores más eficaces de cereales en carne, por lo cual necesitan menos cereales por unidad de producción. En contraste con el aumento previsto en la CE y los Estados Unidos, se pronostica que el uso de piensos disminuirá en algunos países de la CEI y en Europa oriental debido a los continuos cambios estructurales, especialmente en la CEI, a una disminución del número de los animales a raíz de la gran matanza efectuada en la última campaña, y a la escasez de piensos.

Se prevé que el uso de cereales forrajeros en los países en desarrollo continuará su tendencia ascendente en 1996/97, aumentando en un 3 por ciento, o sea 6 millones de toneladas, a 213 millones de toneladas. Aunque se prevé un mayor uso de forrajes, especialmente de cereales secundarios, en los países con economías de rápido crecimiento del Lejano Oriente, es probable que en Asia el aumento total sea menor este año debido a una posible disminución del uso de piensos en Arabia Saudita donde, gracias a una situación muy mejorada de los pastizales, debería disminuir el empleo de cebada para camellos y ovejas. También se pronostica un uso mayor de piensos en Africa del Norte y América del Sur debido principalmente a una combinación de precios más bajos y aumento de los suministros internos.


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