Perspectivas alimentarias 11/96

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YUCA



AUMENTO DE LA PRODUCCION Y EL CONSUMO EN 1996

Se pronostica que la producción mundial de yuca de 1996 aumentará en un 3 por ciento a 169 mi-llones de toneladas de raíces frescas, debido principal-mente a los aumentos registrados en Africa y América Latina. La producción de Africa, la principal zona pro-ductora, debería alcanzar los 88 millones de toneladas, o sea un 4 por ciento más que el año pasado, como consecuencia de unas condiciones climáticas favora-bles, el aumento de los rendimientos, el incremento de la superficie sembrada y, en algunos casos, las acerta-das políticas gubernamentales. Se estima un aumento de cosechas en Angola, Benin, Côte d'Ivoire, Mozambique, Nigeria (el mayor productor mundial) y Rwanda. En Benin, Côte d'Ivoire y Mozambique se pro-nostica que la producción será entre el 5 y 12 por ciento superior a la del año pasado. Asimismo, en Nigeria, la producción podría alcanzar un nuevo nivel récord de al-rededor de 35 millones de toneladas, o sea un 10 por ciento más que el año pasado. En general, este es el resultado de medidas gubernamentales dirigidas hacia la multiplicación y difusión en gran escala de material de material de siembra de alto rendimiento y resistente a las enfermedades, a un progresivo reemplazo de las variedades existentes con variedades nuevas, y a la promoción de nuevas prácticas agrícolas. En cambio, se señalan malas cosechas para Kenya y Burundi debi-das, respectivamente, a las condiciones secas y los dis-turbios civiles que trastornaron las actividades agrí-colas, y también para Uganda y el Zaire, como conse-cuencia de la disminución de la superficie sembrada y de los rendimientos debido a un brote del virus mo-saico. Se prevén pocos cambios en la producción de otros países de la región.

En América Latina y el Caribe, se pronostica que la producción de yuca aumentará en algunos paí-ses, particularmente en el Brasil y Colombia. En el Brasil, el segundo mayor productor y elaborador mun-dial de yuca, la producción de 1996 debería aumentar en un 4 por ciento hasta alcanzar los 26 400 000 tone-ladas, como consecuencia principalmente de un au-mento de la superficie sembrada y el establecimiento de un precio de sostenimiento a los agricultores. En Colombia, el aumento de la producción, aunque margi-nal, es el resultado de diversas medidas aplicadas por el Gobierno para sostener y aumentar los cultivos. De hecho, el plan cuatrienal del Gobierno para la mejora y el fortalecimiento de la agroindustria de la yuca en la costa atlántica tiene el objetivo de promover las indus-trias elaboradoras de trocitos, gránulos y harina para satisfacer la creciente demanda interna y externa de la yuca y productos derivados destinados a alimentos y piensos.

YUCA: PRODUCCION MUNDIAL 1/


1994 1995 1996 prelim.

(. . millones de toneladas . .)
Total mundial 163,0 164,8 168,8
Africa 82,7 84,2 87,6
Ghana 6,0 6,9 7,0
Madagascar 2,4 2,4 2,4
Mozambique 3,3 4,2 4,7
Nigeria 31,0 31,4 34,6
Tanzanía 7,2 6,0 6,0
Uganda 3,4 3,0 2,4
Zaire 18,0 18,9 18,8
Asia 49,1 48,2 47,8
China 3,5 3,5 3,5
Filipinas 1,8 2,0 1,9
India 5,8 6,0 5,8
Indonesia 15,7 15,4 15,8
Tailandia 19,1 18,2 17,7
Viet Nam 2,3 2,2 2,2
América Latina y el Caribe 31,0 32,2 33,2
Brasil 24,5 25,4 26,4
Colombia 1,8 1,8 1,8
Paraguay 2,5 2,7 2,6






























FUENTE: FAO
1/ Equivalente en raíces.


En Asia, la producción de 1996 se pronostica en 47 800 000 toneladas, prácticamente el mismo nivel del año pasado. Entre los principales países productores de la región, la producción de Tailandia de este año se pronostica en 17 700 000 toneladas, volumen ligeramente inferior al de 1995, como consecuencia de las intensas lluvias monzónicas caídas en todo el país que afectaron las raíces y los rendimientos de la yuca. Asimismo, en la India la producción debería disminuir en un 3 por ciento a 5 800 000 toneladas, ya que las plantaciones se vieron dañadas o destruidas por un ciclón tropical que asoló algunas de las principales zonas productoras. En cambio, en Indonesia, la producción de 1996 debería aumentar en un 3 por ciento respecto a 1995 hasta al-canzar los 5 800 000 toneladas, debido principalmente a las condiciones favorables del tiempo.

La utilización de la yuca sigue de cerca a su producción interna en la mayoría de los países. En Africa, es probable que el consumo de la yuca fresca y sus productos hayan aumentado, en parte como consecuencia del aumento de los precios internos de los cereales, debido a los altos precios de importación, y del trastorno de los sistemas comerciales debido a los disturbios civiles registrados en algunos países. En otros países, como Benin, Camerún, la República Centroafricana, el Congo y Côte d'Ivoire, los consumidores han reaccionado a la pérdida del poder adquisitivo, tras la devaluación del CFA, aumentando el consumo de raíces y tubérculos, como la yuca. En consecuencia, se estima que en esos países la demanda de sucedáneos de cereales producidos en el país, entre ellos la yuca, ha aumentado de forma pronunciada provocando un aumento de los precios. En Nigeria, los precios de la harina de yuca aumentaron en alrededor de un 66 por ciento entre mayo de 1995 y mayo de 1996. Sin embargo, a pesar del aumento del precio y de la eliminación de la prohibición de exportar yuca y sus productos derivados, el consumo per cápita debería haber continuado su tendencia ascendente, ya que las nuevas variedades están resultando superiores a las tradicionales para la preparación de algunos alimentos.

En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe es probable que el aumento de la produc-ción haya determinado una mayor utilización de la yuca en 1996 como alimento y como forraje. En esta región, la yuca está pasando de ser un alimento básico tradi-cional a ser una materia prima orientada al mercado para la fabricación de alimentos destinados al consumo humano, de piensos para el ganado y de productos in-dustriales. En la mayoría de los países asiáticos, en particular China, la India, Indonesia, la República de Corea y Japón, los suministros internos deberían conti-nuar siendo complementados por las importaciones de harina de tapioca para satisfacer la creciente demanda de alimentos rápidos y usos industriales. También de-bería aumentar en Tailandia el uso de la yuca en la producción de piensos, alcohol y almidón, de confor-midad con la política gubernamental encaminada a promover su utilización. En efecto, de los 17 700 000 toneladas de raíces de yuca que se espera producir este año, alrededor de 10 millones de toneladas se convertirían en gránulos de tapioca y 7 300 000 se utilizarían para producir harina de yuca, mitad para el consumo interno y mitad para las exportaciones.

En los países desarrollados, particularmente en la CE, pese a la recolección de una cosecha de cereales de nivel casi récord, la utilización de la yuca para piensos debería de aumentar a causa de la competitividad de su precio actual con respecto a otros ingredientes. En efecto, en los últimos ocho meses la cotización media de la mezcla de yuca y soja en la comunidad fue considerablemente menor que la de la cebada y desde abril de 1996 fue también menor que la cotización del precio de exportación del maíz amarillo No 2 de los Estados Unidos (véase el Cuadro siguiente).


PROBABLE RECUPERACION DEL COMERCIO EN 1996

Según las estimaciones actuales, el comercio mundial de productos secos de la yuca ha revertido en 1996 la tendencia descendente establecida durante los últimos años y ha alcanzado los 6 400 000 toneladas (16 millones de toneladas en equivalente de raíces frescas), o sea un 18 por ciento más que el año pasado. Este incremento se debe al aumento de los envíos, principalmente como trocitos y gránulos para piensos, tanto a la CE como a los países no comunitarios, en los que tiene lugar la mayor parte del comercio internacional. También debería aumentar el comercio del almidón y la harina destinados a alimentos y usos industriales, que representan un 16 por ciento del comercio mundial.

COMERCIO MUNDIAL DE YUCA 1/


1994 1995 1996 prelim.

(. . millones de toneladas . .)
Exportaciones mundiales 7,0 5,4 6,4
Tailandia 5,8 4,1 5,0
Indonesia 0,7 0,5 0,6
China 2/ 0,4 0,4 0,4
Otros países 0,1 0,4 0,4
Importaciones mundiales 7,0 5,4 6,4
CE 3/ 5,4 3,2 3,8
China 2/ 0,6 0,6 0,6
Corea, Rep. de 0,2 0,2 0,4
Japón 0,4 0,4 0,4
Otros países 0,4 1,0 1,2















FUENTE: FAO
1/ En peso del producto en trocitos y gránulos, incluído el almidón y la harina.
2/ Incluída la provincia de Taiwán.
3/ Excluído el comercio entre los países miembros de la CE.


Tailandia e Indonesia siguieron siendo los principales proveedores del mercado mundial, cubrien-do alrededor del 80 y 10 por ciento, respectivamente. Los envíos totales de productos de yuca de Tailandia en 1996 se pronostican actualmente en 5 millones de toneladas, o sea un 22 por ciento más que el nivel muy reducido del año pasado, ascendiendo a 4 200 000 toneladas la disponibilidad exportable total de trocitos y gránulos. Este volumen no sería suficiente para cumplir el contingente anual de 5 250 000 toneladas de Tailandia a la CE. Para 1996, el contingente de expor-tación de yuca de Tailandia a la CE se asignó en el marco del mecanismo de tres vías, en virtud del cual se adjudican a los exportadores 3 millones de toneladas en base a las existencias que retengan 1/, 1 500 000 toneladas sobre la actuación anterior del exportador 2/ y 750 000 toneladas de reserva 3/. Entre enero y agosto de este año, se ha exportado un total de 2 600 000 toneladas de trocitos y gránulos, de las cuales 2 200 000 toneladas a la Comunidad, principalmente a los Países Bajos, Irlanda, Portugal y España; se exportaron 400 000 toneladas a los países no comunitarios, entre ellos Japón, la República de Corea, Malasia, Suiza y Turquía.

PRECIOS DE LA YUCA, HARINA DE SOJA, CEBADA Y MAIZ EN LA CE


Gránulos de
yuca 1/
Harina de
soja 2/
Mezcla de yuca y
harina de soja 3/

Cebada 4/
Maíz EE.UU. No. 2
amarillo 5/

( . . . . . . . . . . . . . . . . .dólares EE.UU./ tonelada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .)






1990 167 208 175 225 109
1991 178 197 186 222 107
1992 183 204 187 235 104
1993 137 208 151 197 102
1994 144 192 154 182 107
1995 177 197 181 209 124
1996 6/ 158 263 179 200 184

FUENTE: FAO, Oil World y Agra Europe.
1/ F.o.b. Rotterdam (barcaza y ferrocarril) incluído un gravamen del 6 por ciento.
2/ Argentina (45/46 por ciento proteínas) c.i.f. Rotterdam.
3/ Mezcla efectuada con un 80 por ciento de gránulos de yuca y un 20 por ciento de harina de soja.
4/ Precio de venta de la cebada en España.
5/ Antes del embarque en los puertos del Golfo de los EE.UU..
6/ Promedio de enero-agosto.

Dadas las buenas perspectivas para la cosecha, las exportaciones de Indonesia también deberían de aumentar en 1996 respecto a 1995. Sin embargo, de resultas del efecto combinado de la fuerte demanda interna, el mecanismo de asignación de contingentes 4/ y los altos precios pagados por los países no comunitarios por los trocitos y gránulos en 1995, puede que Indonesia no cumpla su contingente de exportación de 866 000 toneladas a la CE. Entre los otros exportadores que tienen acuerdo de cooperación con la CE, es improbable que China alcance su contingente de 360 000-370 000 toneladas y Viet Nam no podría exportar más que una tercera parte de las 30 000 toneladas asignadas. Según las previsiones, los envíos totales de los exportadores menores de Africa, América Latina y el Caribe, y Asia no llegarán a más de 300 000 toneladas, de las cuales 146 000 toneladas son para el mercado de la CE.

Se pronostica que en 1996 aumentarán las importaciones mundiales, debido a la mayor demanda tanto de la CE como de los países no comunitarios. Según los pronósticos, las importaciones de la Co-munidad aumentarán por lo menos a 3 800 000 to-neladas, contra 3 200 000 toneladas en 1995. Podrían ser más, según la disponibilidad de suministros de los grandes países exportadores y la relación con los pre-cios de los cereales y semillas oleaginosas de la CE 5/.

Las compras totales de los países no comunitarios en 1996 se pronostican actualmente en 2 600 000 toneladas, o sea un 18 por ciento más que el año pasado. Se calcula que aumentarán las importaciones, especialmente en la forma de trocitos y gránulos, en el Japón, la República de Corea, Malasia, Filipinas y Turquía. Es posible que también aumenten este año las compras de harina de yuca, particularmente almidones nativos y modificados, dextrina y otros, debido principalmente a la fuerte demanda del Japón, China y la Federación de Rusia.

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1/ El Departamento de Comercio Exterior de Tailandia (DCE) llevó a cabo cuatro controles. Evaluando las existencias de gránulos de tapioca retenidas por los exportadores autorizados, el DCE propone el contingente que se adjudicará a cada exportador para exportar a la Comunidad. Se asigna un mínimo de 600 000 toneladas después de cada control.
2/ El DCE asigna a los exportadores un contingente de 375 000 toneladas, en proporción al contingente adjudicado en el control de las existencias y en base a las exportaciones realizadas en años anteriores.
3/ El DCE reserva un contingente de 750 000 toneladas para asignar a los exportadores según las reglas y medidas aprobadas por el Ministerio de Comercio.
4/ En virtud del "sistema de contingentes de incentivo", en 1995 los exportadores indonesios podían exportar hasta 2 600 000 toneladas a la CE por cada tonelada exportada a los países no comunitarios.
5/ Los gránulos de yuca, utilizados como sucedá-neos de los cereales en las raciones de pien-sos, necesitan ser complementados con ha-rinas protéicas (por ejemplo, mezcla efectuada con un 80 por ciento de gránulos de yuca y un 20 por ciento de harina de soja). En conse-cuencia, los precios de la yuca en los países importadores están estrechamente vinculados con los precios internos de los cereales y ha-rinas oleaginosas. Sin embargo, la utilización de harinas protéicas en los piensos depende de su valor relativo, en comparación con otras proteínas y con los cereales. Como la Comunidad es con mucho el mercado mayor de harinas protéicas y productos para piensos en general, los altos precios de los cereales vigentes al comienzo del año hicieron que las mezclas de yuca fueran más competitivas en las raciones de piensos en comparación con los cereales forrajeros, a pesar de los fuertes precios de las harinas oleaginosas.



DISMINUCION DE LOS PRECIOS DE LOS GRANULOS DE YUCA EN LA CE



En los ocho primeros meses de 1996, el precio de importación de los gránulos de yuca, el principal producto de la yuca comercializado internacionalmente, continuaba su tendencia descendente, promediando a 158 dólares EE.UU. por tonelada, o sea un 10 por ciento menos que el precio del período correspondiente de 1995. Esta disminución se debió a los bajos precios internos de Tailandia debidos a la mala calidad de las cosechas de raíces y pese al efecto del aumento en la CE de los precios de la harina de soja para piensos compuestos. En efecto, en el mismo período, los gránulos de Argentina (c.i,f. Rotterdam) promediaron a 263 dólares EE.UU. por tonelada, o sea un 44 por ciento más que el nivel de 183 dólares EE.UU. del período correspondiente de 1995. A pesar del aumento de los precios de la harina de soja, los precios de las mezclas de yuca y soja siguieron siendo atrayentes en relación con los cereales forrajeros en los mercados de la CE.










PERSPECTIVAS DE LA PRODUCCIÓN Y EL COMERCIO DE 1997


Según los primeros indicios, la producción mundial de yuca en 1997 se recuperará algo en los principales países asiáticos. La expectativa de un aumento de los ingresos de exportación por las ventas de valor agregado de almidón, harina y otros productos sugiere que en los grandes países exportadores se reemplazará el material de siembra tradicional por variedades nuevas, de mayor rendimiento, y con un alto contenido de almidón idóneo para la elaboración, con el fin de satisfacer la creciente demanda interna y externa de productos de la tapioca. En Africa, la producción podría aumentar en algunos países debido a la reacción de los productores al aumento de los precios de la yuca, a una recuperación de las plantaciones tras la sequía y a la actual distribución de variedades nuevas de alto rendimiento y resistentes a las plagas. También pudiera registrarse un incremento en América Latina y el Caribe, ya que las mejoras técnicas y el aumento de los precios al productor deberían inducir a los productores a incrementar la superficie cultivada.

El volumen del comercio de la yuca en 1997 dependerá de varios factores, entre ellos, el movimien-to de los precios de los cereales y la soja en la CE y las disponibilidad de suministros en los grandes países ex-portadores. La reducción a 5 por ciento de la superficie detraída para cereales en la CE en la campaña agrí-cola de 1997 para estimular la producción de cereales podría traducirse en una baja de sus precios internos. A su vez, ello podría hacer que la yuca resultara menos competitiva en las raciones forrajeras y reducir la demanda de importación de piensos alternativos, como los trocitos y gránulos de yuca. Los suministros exportables podrían verse particularmente afectados por las posibles revisiones de la política tailandesa en materia de exportaciones, que está actualmente en examen, con respecto a la asignación de contingentes.


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