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AFRICA



AFRICA DEL NORTE

ARGELIA (28 de noviembre)

Unas buenas lluvias caídas en octubre impulsaron la plantación temprana de cereales de invierno en las zonas costeras del nordeste. La siembra de las cosechas de trigo y cebada de 1998 continuará hasta mediados de enero del próximo año, aunque la mayor parte suele estar sembrada ya en noviembre/diciembre.

En octubre se observaron en el extremo sur cerca del Níger adultos de langostas del desierto en fase solitaria, y es probable que haya adultos dispersos en algunos lugares del centro y sur del Sahara, que podrían reproducirse en las zonas en las que ha llovido últimamente.

Debido a las condiciones desfavorables del tiempo, la producción de cereales de 1997 descendió con respecto al volumen récord de 4,6 millones de toneladas de 1996 a alrededor de 1 080 000 toneladas, el nivel más bajo de los últimos 20 años. La producción de trigo de 1997 se calcula en 750 000 toneladas, alrededor de un 73 por ciento menos que el año anterior. La de cebada se estima en 300 000 toneladas, frente a 1,7 millones de toneladas del año pasado.

Se estima que debido a una disminución de la producción interna de 1997 las importaciones de cereales de 1997/98 (julio/junio) aumentarán a alrededor de 5,5 millones de toneladas.

EGIPTO (28 de noviembre)

Ha comenzado la siembra de la cosecha de trigo principalmente de regadío que se recogerá a partir de mediados de abril de 1998. El plan agrícola oficial tiene por objeto dedicar a la agricultura nuevas tierras que se sembrarán con variedades mejoradas de trigo, arroz y maíz.

Al final de septiembre ha habido algunas langostas del desierto adultas y aisladas en diversos lugares cerca del valle del río Nilo al sur de Asuán y en las llanuras costeras cerca de Halaib y Wadi Diib. Se prevé que se reproducirán en el sudeste en las llanuras costeras y en los wadis subcosteros, lo que podría determinar la formación de grupos y pequeñas nubes de saltones. Existe el peligro de que el número de langostas aumente significativamente ya que es probable que este año la reproducción tenga lugar antes que en los años anteriores.

La producción de trigo disminuyó en 1996/97 en alrededor del 4 por ciento a unos 5,5 millones de toneladas, debido a una disminución de los rendimientos causada por las fuertes tormentas de tierra y las elevadas temperaturas registradas al final del período vegetativo. La producción de maíz de 1996/97 se estima en 5,4 millones de toneladas.

Las importaciones de trigo y harina de trigo en 1997/98 (julio/junio) se pronostican en 7 millones de toneladas, y las de cereales secundarios en 3,2 millones de toneladas.

MARRUECOS (28 de noviembre)

Tras las condiciones secas registradas en octubre, unas lluvias superiores a lo normal caídas en noviembre permitieron la siembra generalizada de la cosecha de 1997/98 en el norte del país. En el sur, unas lluvias entre ligeras y moderadas recibidas en noviembre proporcionaron suficiente humedad del suelo para los preparativos de la tierra y la siembra de las cosechas de invierno. Se señala que el despunte y arraigo de los cultivos tempranos son satisfactorios. La plantación de los cultivos de invierno continuará hasta diciembre.

Podría haber langostas del desierto adultas y dispersas en el extremo sudoeste durante los períodos de los vientos cálidos del sur.

Debido a las condiciones desfavorables de crecimiento, en 1997 la producción de cereales, principalmente trigo y cebada, estimada en 4 millones de toneladas, fue inferior en un 60 por ciento a la de 1996. En consecuencia, las importaciones de trigo en 1997/98 (julio/junio) se pronostican en 2,4 millones de toneladas, frente a 1,1 millones de toneladas en 1996/97.

TUNEZ (28 de noviembre)

En octubre se recibieron unas precipitaciones generalizadas entre ligeras y moderadas que proporcionaron suficiente humedad para los preparativos de la tierra y pueden haber determinado alguna siembra temprana de los cereales de invierno. En noviembre siguieron cayendo en algunas zonas localizadas lluvias ligeras que mantuvieron suficiente humedad del suelo para el despunte y arraigo de los cereales de invierno. La siembra de las cosechas de trigo y cebada de 1998 continúa hasta mediados de enero, pero la mayor parte suele sembrarse entre mediados de noviembre y mediados de diciembre.

La producción de cereales de 1997, estimada en 1,1 millones de toneladas, se vio drásticamente limitada por la escasez de precipitaciones que redujo a la mitad la superficie total sembrada con cereales en la última campaña. Debido a una grave sequía se sembró solamente alrededor de 1 millón de hectáreas, lo que representa la mitad de la tierra cultivada.

Las importaciones de trigo y cebada de 1997/98 se pronostican en 1,2 millones de toneladas y 300 000 toneladas, respectivamente.


AFRICA OCCIDENTAL

BENIN (17 de noviembre)

La estación de las lluvias comenzó al final de marzo y fue en general favorable. Sin embargo, un período seco que suele producirse al final de julio/principios de agosto se prolongó más de lo nor-mal y retrasó en el sur la siembra de la segunda temporada. El índice de vegetación registrado por las imágenes trasmitidas por satélite indica una vegetación entre normal y superior a lo normal en octubre. En el norte se están recogiendo actualmente el mijo y el sorgo. Las perspectivas para los suministros alimentarios en 1997/98 son buenas en la provincia de Atacora, variadas en Borgou debido a la irregularidad de las lluvias, y en torno a lo normal en el sur del país. La superficie sem-brada durante el primer período vegetativo es inferior a lo normal para el maíz, pero muy superior a lo normal para los otros cultivos, especialmente mijo, sorgo, arroz y ñame. Las primeras estima-ciones relativas a la producción indican un volumen de alrededor de 916 000 toneladas de cereales y 2,5 millones de toneladas de raíces y tubérculos, lo que representa un volumen muy inferior a la media.

La situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria. Tras la cosecha de ñame y las primeras cosechas de maíz y sorgo han disminuido los precios en los mercados, que están suficientemente abastecidos. El Gobierno está creando una reserva de seguridad de alrededor de 1 000 toneladas de maíz y contribuyendo al establecimiento de existencias en las explotaciones agrícolas. Quedan todavía alrededor de 11 000 refugiados togoleses en Benin. La necesidad de importación de cereales para 1997 (enero/diciembre) se estima en 190 000 toneladas (incluidas las reexportaciones), principalmente trigo y arroz, de las cuales 16 000 toneladas en forma de ayuda alimentaria.

BURKINA FASO (2 de diciembre)

La estación de las lluvias de 1997 comenzó relativamente temprano a principios de abril en el sudoeste del país. Las lluvias se desplazaron en mayo hacia el norte y en junio cubrieron todo el país. En julio las precipitaciones se caracterizaron por focos de sequía en el centro, el este y el norte. En agosto llovió poco en comparación con años anteriores, especialmente en la primera década. La siembra y resiembra se escalonaron hasta finales de agosto, particularmente en el centro, el centronorte y el este, donde por la sequía fue necesario resembrar hasta mediados de agosto. La situación mejoró durante la primera década de septiembre, pero se echó a perder en las dos últimas décadas del mes, causando daños a los cultivos todavía jóvenes y en fase de floración, particularmente en el norte y el centro. Las lluvias de octubre llegaron demasiado tarde para remediar la situación en muchas partes del país.

Por lo que se refiere a las plagas, la situación se ha mantenido calma durante todo el período vegetativo, fuera de algunas infestaciones de saltamontes que afectaron el mijo, el sorgo y el maíz.

Una misión de evaluación de cultivos de la FAO/CILSS destacada al final de octubre/noviembre ha estimado la producción de cereales de 1997/98 en 2 275 000 toneladas, 8 por ciento menos que en 1996 y 7 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. Este es el nivel más bajo desde 1990, resultado de la disminución de la producción de mijo, sorgo y arroz en un 9, 13 y 12 por ciento, respectivamente. El maíz y el fonio, por otro lado, han registrado aumentos del 13 y el 18 por ciento. En comparación con los niveles medios de la producción entre 1992/93 y 1996/97, el arroz debería aumentar en un 39 por ciento y el maíz en un 14 por ciento, mientras que el mijo, el sorgo y el fonio deberían registrar una disminución situada entre el 9 y el 14 por ciento. Sólo seis de las 30 provincias aumentarán la producción respecto al año pasado, y muchas podrían registrar descensos considerables respecto a 1996, en algunos casos de más del 40 por ciento.

Debido a una cosecha inferior a la media, la situación general de los suministros de alimentos será difícil en las zonas en las que se obtuvieron cosechas reducidas. Los mercados están en general bien abastecidos, salvo en cuanto a maíz. Los precios de los cereales se mantienen estables e inferiores a los del año pasado, excepto en Ouagadougou y Fada N'Gourma. El Gobierno ha planificado una reunión con representantes de los donantes a principios de diciembre para presentar un plan de acción encaminado a prestar asistencia a las zonas afectadas. Las necesidades de ayuda alimentaria de urgencia se han calculado en 67 200 toneladas para satisfacer las necesidades de consumo de 800 000 personas durante siete meses. El déficit de las zonas afectadas se puede enjugar mediante la transferencia de cereales desde las provincias excedentarias, para lo cual se necesita ayuda exterior. Las necesidades de cereales para los programas de ayuda alimentaria en curso también se pueden cubrir con compras locales. Los refugiados tuareg de Malí están recibiendo ayuda alimentaria.

CABO VERDE (20 de noviembre)

En 1997 las precipitaciones estuvieron mal distribuidas. Las lluvias llegaron al final de agosto, un mes después de lo normal y cesaron a principios de octubre cuando el maíz estaba en la fase de floración. La mayoría de los cultivos plantados en julio en las islas de Santiago y Fogo se perdieron y en ambas islas se empezó a resembrar. Las dos primeras décadas de septiembre fueron muy húmedas en todas las islas, lo que favoreció el crecimiento del maíz. Sin embargo, la falta de precipitaciones desde la segunda década de octubre coincidió con la fase de floración y perjudicó la cosecha de maíz en el archipiélago.

Por lo que se refiere a las plagas, la situación fue relativamente tranquila, aunque en Santiago, Maio y Boavista las infestaciones de langostas causaron algunos daños a los cultivos de maíz y a los pastizales. Unas lluvias intensas caídas en agosto y septiembre repusieron las aguas profundas ampliando la superficie de regadío y mejorando la nutrición y salud del ganado en las zonas pastorales.

Unas precipitaciones mejoradas en Santiago y San Nicolau y la disponibilidad de semillas permitieron aumentar este año la superficie sembrada con maíz a 33 311 hectáreas, frente a 32 127 hectáreas en 1996/97, un incremento del 3,7 por ciento. Ello representa un aumento del 2 por ciento respecto a la media de los últimos cinco años. Sin embargo, la falta de lluvias en octubre echó a perder la cosecha de maíz en todas partes, excepto en las islas de Santiago y Fogo, en las que las perspectivas son ligeramente mejores. La producción nacional de maíz se estima en 1 137 toneladas frente a 1 304 toneladas en 1996, lo que representa una disminución del 13 por ciento. La peor cosecha desde 1987, inferior en un 84 por ciento a la media de los últimos cinco años.

Pese a dos cosechas sucesivas reducidas, la situación general de los suministros de alimentos será satisfactoria ya que el país importa la mayor parte de lo que necesita para el consumo. Sin embargo, las poblaciones rurales, especialmente de las zonas semiáridas o áridas, se verán gravemente afectadas y posiblemente necesitarán asistencia.

CÔTE D'IVOIRE (17 de noviembre)

La estación de las lluvias comenzó a principios de marzo en el sur y a finales de marzo en el norte, con lluvias copiosas y generalizadas hasta finales de junio. Que disminuyeron notablemente en julio, agosto y principios de septiembre en el sur y el centro hasta niveles muy inferiores a lo normal. Desde finales de septiembre hasta principios de noviembre las precipitaciones se reanudaron y fueron generalizadas. En el norte, la recolección del mijo y sorgo está terminando y se espera una buena producción gracias a unas condiciones de crecimiento favorables. En el sur, se está cosechando el arroz. A raíz de la escasez de lluvias registrada desde mediados de julio hasta mediados de septiembre en el sur, la producción principal de maíz y arroz debería ser menor que en años anteriores. El arroz de montaña, que representa la mayor parte de la producción arrocera del país, se ha visto gravemente afectada por el período seco. La siembra de la segunda cosecha de maíz, que suele realizarse al final de agosto/principios de septiembre, no pudo empezar hasta finales de septiembre, debido a la falta de lluvia. En consecuencia, la segunda cosecha de maíz podría ser escasa si la estación de las lluvias cesara antes de la fase de maduración.

La situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria y los mercados están bien abastecidos. Sin embargo, los precios del arroz son más altos que los del mismo período del año pasado, debido probablemente a la escasa producción de la cosecha y al aumento de los impuestos de importación. La necesidad de importación de cereales en 1997 (enero/diciembre) se estima en 505 000 toneladas, principalmente trigo y arroz.

En los departamentos occidentales hay alrededor de 305 000 refugiados liberianos, cuyo estado nutricional es adecuado. La mayoría de ellos debería repatriarse en 1998, debido a una mejora de la situación de seguridad en Liberia. Se está proporcionando ayuda alimentaria a 50 000 personas vulnerables y, a través de la alimentación escolar, a 30 000 niños.

CHAD (20 de noviembre)

En 1997 las lluvias fueron irregulares y distribuidas en forma desigual. Salvo precipitaciones espo-rádicas caídas al final de marzo en el extremo sur de la zona sudanesa, las precipitaciones reci-bidas en esta zona fueron en general buenas hasta septiembre. En la zona saheliana, las primeras lluvias llegaron en la primera década de junio. Las precipitaciones fueron en general buenas en junio y julio en todas las zonas productoras, pero en septiembre fueron en su mayor parte esporádicas, irregulares e insuficientes. Al final de julio cuando termina la estación de las lluvias, la pluviosidad acumulativa estaba en torno a la media y era sólo ligeramente inferior a la de 1996.

En la zona sudanesa la siembra comenzó en la tercera década de abril y se siguió sembrando y resembrando hasta julio/agosto. En esa zona los cultivos estaban relativamente sanos, pese a algunos ligeros daños causados al mijo y el sorgo por las infestaciones de insectos y a un marchitamiento localizado debido a dos rachas secas. En las zonas sudanosahelianas, la primera siembra tuvo lugar en junio, pero los cultivos de mijo y sorgo se marchitaron cuando cesaron las lluvias en la tercera década de ese mes, por lo que fue necesario resembrar en julio y agosto. El nivel muy bajo de las precipitaciones de septiembre provocó un ulterior marchitamiento y se abandonaron algunos campos.

En cuanto a las langostas del desierto, la situación se ha mantenido relativamente calma durante toda la campaña. En cambio, se ha señalado la presencia de langostas migratorias africanas des-de principios de septiembre en la zona de Dourbali (Massenya) y a lo largo del eje entre Mandalia y Guelendeng (Mayo-Kebbi), en una franja de 10 km por lado entre los ríos Logone y Chari, así co-mo en Doum-Doum (Lac). La reproducción se ha ido escalonando, de suerte que se encuentran langostas de todas las fases de crecimiento. Se ha señalado la presencia de saltones en el cantón de Madiago y a lo largo del eje Linia-Dourbali al sudeste de N'Djamena. Ha habido también algu-nas grandes invasiones que causaron la destrucción localizada de viveros de sorgo y de cultivos trasplantados de tierras aluviales. Se han señalado también algunos daños al mijo y sorgo de se-cano. Si no se adoptan oportunamente medidas de lucha, la langosta migratoria africana constitui-rá una amenaza para los cultivos no sólo del Chad sino también del norte del Camerún. En otras partes, se ha señalado la presencia de saltamontes en los cultivos tardíos de mijo y sorgo de las prefecturas de Ouaddaï, Biltine, Lac, Kanem, Batha, Guera, Chari-Baguimi y Mayo-Kebbi. Su pre-sencia ha obligado a los agricultores a recoger sus cereales antes de que maduraran plenamente.

Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción total de cereales de 1997/98 en 993 300 toneladas, lo que representa un aumento del 13 por ciento res-pecto a 1996 y del 9 por ciento respecto a la media de los últimos cinco años. El aumento se debe principalmente al maíz y el arroz, que aumentaron en un 36 y 47 por ciento, respectivamente. En cambio, el mijo perla debería disminuir en alrededor del 7 por ciento, suponiendo que se tomen medidas de lucha contra la langosta migratoria africana, particularmente en las zonas en las que se produce sorgo de tierras aluviales y cereales de ciclo largo.

Se prevé que en 1997/98 la situación de los suministros de alimentos será en general mejor que en 1996/97, salvo en las zonas afectadas por las invasiones de langostas migratorias africanas a los cultivos de tierras de aluvión. Los mercados están en general bien abastecidos y los precios del mijo están bajando en la zona saheliana debido a las buenas perspectivas de la cosecha. La reserva de seguridad nacional está agotada, lo que impedirá la posibilidad de intervenir en las zonas vulnerables. Su nivel recomendado es de 22 000 toneladas, según las estimaciones de una misión de la FAO realizada en 1995. Se insta a los donantes a que ayuden a la reconstitución de dicha reserva efectuando compras en el lugar.

GAMBIA (20 de noviembre)

Las lluvias caídas en mayo en el este, y en junio en el resto del país, permitieron la siembra temprana de los cereales secundarios y del arroz de montaña. Las lluvias siguieron hasta la primera década de julio cuando se interrumpieron y sobrevino una racha seca. El cese de las lluvias a mediados de julio afectó a los cultivos tempranos de maíz y mijo, que se encontraban en ese momento en una fase crítica de desarrollo. También se vio perjudicada la situación de los pastizales, particularmente en el departamento de la ribera norte, donde los agricultores se vieron obligados a llevar su ganado hacia el sur. Sin embargo, unas lluvias abundantes caídas en agosto mejoraron la situación de los pastizales. Hubo una resiembra en gran escala, particularmente en el departamento de la ribera norte (DRN), la región más afectada. La falta de lluvias retrasó también el trasplante del arroz. Pese a la reanudación de las precipitaciones a mediados de agosto, se perdió prácticamente toda la cosecha de maíz, así como parte de las cosechas tempranas de mijo y sorgo. Se empezó a resembrar el arroz de montaña pero debido a la escasez de semillas no se pudo terminar. El arroz de terrenos pantanosos que se trasplantó a principios de agosto está creciendo en condiciones buenas. El mijo temprano se recogió al final de septiembre, un mes después de lo normal. Si las lluvias continuaban hasta octubre, la cosecha de maní debería ser buena pese a la escasez de semillas. Las precipitaciones fueron copiosas en la mayoría de las zonas durante la segunda década de agosto hasta principios de octubre. Sólo en el sur del departamento de Río Bajo (DRB) las precipitaciones fueron escasas. En conjunto, la pluviosidad acumulativa estuvo en torno a lo normal y fue mayor que el año pasado.

Los cultivos se vieron afectados también por infestaciones de orugas, y las invasiones de áfidos causaron daños a los cultivos de mijo y maní. Al final de septiembre el mildiú afectó el maíz y el mijo del departamento de Río Alto (DRA), y se ha señalado una proliferación de la striga en varios departamentos del país.

Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción total de cereales de 1997 en 84 750 toneladas, alrededor de un 24 por ciento menos que el año pasado y un volumen considerablemente inferior a la media, debido principalmente a una fuerte disminución de la producción de maíz y del arroz de montaña.

En consecuencia, se prevé que la situación de los suministros de alimentos será difícil. Las zonas más afectadas son Badibou y Jokadou en el departamento de la ribera norte (DRN), Saloum en la parte septentrional del departamento del Río central (DRC), y Wulli y Sandou en el norte del departamento del Río Alto (DRA). Es probable, sin embargo, que las buenas perspectivas para la producción de maní alivien la situación de los ingresos de los agricultores en algunas zonas.

GHANA (18 de noviembre)

La estación de las lluvias dio comienzo a mediados de marzo con lluvias generalizadas hasta la tercera década de junio en que disminuyeron notablemente. Las precipitaciones fueron muy limita-das en el sur y el centro durante el mes de julio y la primera quincena de agosto, y se reanudaron desde finales de agosto hasta finales de octubre. Aunque agosto suele ser un mes seco en el sur, este año el período seco se prolongó más de lo normal, y es probable que haya afectado las cosechas de arroz y maíz en esa zona, y retrasado la siembra de la segunda cosecha de maíz. En el norte se están recogiendo actualmente el mijo y sorgo, con perspectivas favorables. En el sur, se prevé que la producción de cereales estará en torno a la media o inferior debido a la irregularidad de las precipitaciones. Como en 1996, es probable que la producción de raíces y tubérculos sea superior a la media y compense la disminución de la producción de cereales. Las primeras estimaciones para 1997 indican una producción de 1 724 000 toneladas de cereales, nivel inferior al del año pasado, y de alrededor de 13 millones de toneladas de raíces y tubérculos.

La situación de los suministros de alimentos es satisfactoria. Algunos refugiados togoleses siguen todavía en Ghana tras las grandes repatriaciones efectuadas en 1996. También están recibiendo ayuda alimentaria alrededor de 30 000 refugiados liberianos. La necesidad de importación de cereales en 1997 se calcula en 387 000 toneladas, principalmente trigo y arroz.

GUINEA (17 de noviembre)

Las lluvias comenzaron al final de marzo en el extremo sudeste, aumentaron en abril en el sur y llegaron a ser abundantes en todo el país de mayo a septiembre. A principios de noviembre las precipitaciones acumulativas eran superiores a la media. La superficie plantada para el período vegetativo de 1997 es ligeramente superior a la del año pasado; entre normal y superior a la media la del arroz, la yuca y el maní, e inferior a la media la del maíz y el fonio. Actualmente se están recogiendo los cultivos alimentarios principales y se prevé una producción en torno a lo normal. Sin embargo, en algunas de las principales zonas productoras el gran número de refugiados está causando daños considerables, tales como degradación del suelo y desforestación.

Las últimas estimaciones cifran en 545 000 el número total de los refugiados liberianos y sierraleoneses que están en Guinea. Se proporciona ayuda alimentaria a 60 000 refugiados sierraleoneses y 105 000 refugiados liberianos. De Sierra Leona han llegado nuevos refugiados, especialmente a Maritime y Forest Guinea. Aunque algunos de los refugiados liberianos deberían regresar a Liberia en 1998, la presencia de los refugiados está aumentando la demanda de alimentos y, como consecuencia, las existencias disponibles se están agotando rápidamente y aumentan los precios. La necesidad de importación de cereales para 1997 se estima en 375 000 toneladas.

GUINEA-BISSAU (20 de noviembre)

Este año las precipitaciones recibidas en todo el país han sido buenas. En mayo dio comienzo la siembra temprana y en los meses sucesivos las lluvias fueron regulares y copiosas. En agosto y septiembre hubo inundaciones localizadas en los manglares del sur y en las tierras bajas del este. Al 30 de septiembre las precipitaciones acumulativas eran superiores a las del año pasado pero inferiores a los niveles normales. Sin embargo, las intensas lluvias caídas en octubre podrían repercutir negativamente en el volumen de la cosecha, particularmente del arroz de tierras bajas en el norte y el este.

Ha habido una considerable infestación de oruga en el arroz, el mijo y el fonio. Se han infestado unas 5 000 hectáreas, con daños estimados en un 15-20 por ciento. Unas buenas precipitaciones han favorecido el crecimiento de los pastizales y rellenado los puntos de aguada, asegurando suficiente pienso para el ganado.

Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS visitó el país al final de octubre. La superficie plantada se estima en 156 300 hectáreas, nivel ligeramente superior al del año pasado y superior en un 26 por ciento a la media de 1992-1995. En comparación con el período vegetativo de 1996/97, la superficie sembrada con cereales de secano ha aumentado en un 4,6 por ciento mientras que el arroz ha descendido en un 0,6 por ciento, a causa principalmente de una marcada disminución del arroz de terrenos pantanosos debida a la escasez de mano de obra. Evaluaciones provisionales indican una producción total de cereales de 186 600 toneladas, 26 por ciento más que el año pasado y un volumen superior a la media de los últimos cinco años.

La situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria. Los mercados están bien abastecidos y los precios se mantienen en general estables. Tras la entrada de Guinea-Bissau en la UMOA (Union Monétaire Ouest Africaine) y la zona del franco, los precios de los alimentos han aumentado algo, especialmente los del arroz, lo que limitará la posibilidad de compra por parte del sector pobre de la población urbana. Por lo tanto, la situación nutricional sigue siendo motivo de preocupación, particularmente en las zonas urbanas. Aunque los cultivos no cereales, tales como la yuca, la batata, la alubia y el anacardo, contribuirán a satisfacer una gran parte de las necesidades alimentarias de las zonas rurales, el bajo poder adquisitivo en las ciudades y la inflación galopante podrían minar gravemente el acceso a los suministros alimentarios.

LIBERIA* (17 de noviembre)

Las precipitaciones disminuyeron en julio y agosto en el oeste, cesaron en el este, y se reanudaron a principios de septiembre, llegando a generalizarse en todo el país al final del mes. A principios de noviembre las precipitaciones acumulativas han sido normales, pero durante el período vegetativo las lluvias han sido más bien irregulares. Actualmente se está cosechando el arroz. Siguen predominando en todo el país una paz y estabilidad relativas que han alentado las actividades agrícolas. Durante el período vegetativo, las actividades agrícolas han sido casi normales en los condados de Lofa, Bong y Nimba, que se consideran los principales centros productores de cereales del país. Aunque la escasez de herramientas y de semillas de arroz fue un factor limitante, la ejecución de un programa de distribución de semillas y aperos en gran escala contribuyó a aliviarla. Informes provisionales señalan que dicho programa debería haber llegado a unas 118 000 familias vulnerables, o sea el 55 por ciento del total. No se han registrado problemas importantes en materia de clima o plagas. Los rendimientos del arroz y la yuca deberían ser semejantes a las estimaciones correspondientes al período vegetativo de 1996, y las actuales estimaciones de la FAO señalan una producción de alrededor de 170 000 toneladas de arroz y 280 000 toneladas de yuca, lo que representa un volumen considerablemente superior al del año pasado.

Tras el regreso de miles de refugiados de los países vecinos, el precio del arroz está subiendo rápidamente. La mayoría de la población ha vuelto a la yuca como sucedáneo, pero los precios de este producto también están subiendo. La situación de los suministros de alimentos está mejorando tras la recuperación de las actividades comerciales. Se está distribuyendo ayuda alimentaria a alrededor de 250 000 personas desplazadas, 165 000 personas vulnerables, 125 000 niños a través de la alimentación escolar, y 94 000 a través de programas de alimentos por trabajo. El suministro de alimentos en el mercado urbano es estable aunque la mayor parte de los alimentos disponibles proviene de la asistencia humanitaria. La situación general de los suministros de alimentos en las zonas rurales tiende a mejorar a medida que se va recogiendo la cosecha principal. En general, Liberia sigue dependiendo mucho de la ayuda alimentaria, especialmente los condados que cuentan con un gran número de repatriados.

MALI (20 de noviembre)

En 1997, las precipitaciones han sido en su conjunto regulares y bien distribuidas, lo cual ha compensado unas lluvias tardías caídas en algunos lugares y algunos focos de sequía que se registraron a lo largo de la campaña. En mayo el comienzo de la estación de las lluvias fue normal, y los pluviómetros registraron en la mayoría de las estaciones lecturas entre normales y altas. Las lluvias de junio estuvieron distribuidas en forma despareja pero en general fueron superiores a las del año pasado. Las diferentes zonas agrícolas recibieron una gran cantidad de lluvias en julio, y el nivel acumulativo fue superior a lo normal o normal en la mayoría de las estaciones del sur y del centro. Las precipitaciones caídas en todo el país en agosto fueron también copiosas, con un nivel acumulativo que al 31 de agosto arrojaba valores normales. En septiembre y en las dos primeras décadas de octubre las lluvias fueron en general normales en la mayor parte del país.

La siembra de secano comenzó en mayo y junio en la zona sudanesa y en parte de la zona saheliana. En julio dicha actividad se generalizó. Aunque en la zona saheliana la siembra de este año comenzó antes de lo normal a causa de las lluvias tempranas que cayeron en mayo y junio, la interrupción de las precipitaciones al final de junio impidió la siembra y obligó a resembrar en varias zonas. Sin embargo, las cosechas de los cereales principales (maíz, sorgo, mijo y arroz) no se vieron afectadas, salvo en las regiones de Tombouctou, Gao y Mopti, en las que las precipitaciones causaron inundaciones antes de la germinación del arroz y, en consecuencia, los rendimientos fueron menores de lo normal.

La situación con respecto a la langosta fue en general tranquila, salvo por lo que se refiere a la presencia ocasional de adultos de langostas del desierto en Adrar des Iforas, en el norte. Un gran número de pájaros causó daños a los cultivos de arroz en Segou. Las operaciones efectuadas desde aviones y desde tierra contribuyeron a impedir las invasiones de pájaros y a reducir al mínimo las pérdidas, pero hace falta mantener la vigilancia ya que no se han destruido los nidos. Las perspectivas para el ganado son satisfactorias, ya que la situación de los pastizales ha sido en general buena, salvo en Nara, Tombouctou, Menaka y en el norte de las regiones de Kayes y Mopti.

Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción total de cereales en 2,4 millones de toneladas, 7 por ciento más que el año pasado y un volumen superior a la media de los últimos cinco años. El incremento se debe principalmente al aumento de la superficie sembrada con maíz y sorgo y a los buenos rendimientos de esos productos así como del arroz. La producción de mijo también debería superar la media quinquenal. Las repercusiones de una ligera disminución de la superficie sembrada se habían visto compensadas por el aumento de los rendimientos. El sorgo ha disminuido en un 14 por ciento respecto a la media de los últimos cinco años, pero ha aumentado la producción de las cosechas secundarias, tales como las del trigo y el fonio. En general, mientras las principales regiones agrícolas (Koulikoro, Sikasso, Ségou) deberían lograr una producción mayor de cereales, se prevé que las regiones de Mopti y Tombouctou serán deficitarias.

Gracias a una buena cosecha, la situación de los suministros de alimentos es en general satisfactoria. Los mercados están bien abastecidos, y los precios de los cereales bajaron desde agosto/septiembre a niveles en general mucho más bajos de los del mismo período de 1996. La reserva de seguridad nacional se sitúa en 29 500 toneladas de mijo o sorgo, lo que representa un volumen mayor que el del año pasado y que facilitará las intervenciones durante la próxima campaña comercial, si hacen falta. Se cuenta con existencias en las zonas de mayor riesgo, especialmente en las regiones de Tombouctou y Gao. Se está dando ayuda alimentaria a los tuareg que han regresado de los países vecinos. Se dispone de excedentes exportables para transacciones triangulares con países vecinos deficitarios, especialmente el norte y centro del Senegal, Mauritania y algunas zonas del Níger y Burkina Faso.

MAURITANIA* (20 de noviembre)

La campaña comenzó con unas pocas precipitaciones dispersas recibidas en mayo en la parte agrícola del país. Las lluvias caídas en junio en el centro sur, el sur y el este fueron intensas. Pero la interrupción de las precipitaciones en julio-agosto en el sudoeste causó el marchitamiento de los cultivos de secano, y las semillas no fueron suficientes para resembrar cuando se reanudaron las lluvias al final de agosto, que llenaron los embalses y las represas en la mayor parte del país, e incluso reventaron las presas de regulación y los terraplenes en el sur y el sudeste. Las buenas reservas de agua mejoraron los cultivos en las zonas de las presas y en las tierras bajas. Las crecidas del río Senegal han sido mayores que las de 1996 debido a la descarga de aguas de la presa Manantali que empezó el 27 de agosto y duró 45 días. La mayoría de las regiones recibieron lluvias ligeras en septiembre. En la primera década de octubre las precipitaciones fueron fuertes pero notablemente menores que el año pasado en Maghama, Timbedra, Kiffa y Ould Yengé.

La situación con respecto a la langosta siguió calma. Hubo importantes invasiones de saltamontes que obligaron a resembrar una y otra vez e incluso a abandonar los campos en la zona de Diéri. Se ha empezado un tratamiento desde aviones y desde tierra para combatir el gran número de pájaros que comen los cultivos. En el sur se registró durante el verano un pequeño número de adultos de langostas del desierto en fase solitaria, y más recientemente en el norte. Equipos de campo ubicados a lo largo del país vigilan constantemente la situación.

Al final de octubre una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción total de cereales de 1997/98 en 153 400 toneladas, 26 por ciento más que en 1996/97, y 5 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. Se prevén aumentos sustanciales en los cultivos de tierras bajas y de regadío de varias zonas. En cambio, la producción de cultivos de secano, que son los que más han sufrido por la irregularidad de las precipitaciones y las invasiones de los saltamontes, volverá a ser escasa este año.

Se prevé que la situación general de los suministros alimentarios será difícil para los agricultores afectados por la mala producción de los cultivos de secano, especialmente en las dos Hodh, Gorgol y Guidimaka. Tras las considerables importaciones efectuadas, los precios del trigo y el arroz se mantienen estables o incluso han disminuido. En cambio, los precios de los cereales secundarios locales han subido, debido a unas malas perspectivas para las cosechas de secano.

NIGER (20 de noviembre)

Las primeras lluvias importantes de 1997 llegaron al final de abril en el sudoeste y el centro sur. Su nivel disminuyó en el sudoeste durante las dos primeras décadas de mayo. En junio las precipitaciones fueron escasas y esporádicas, aunque se han recibido chaparrones localizados. A principios de julio se registraron precipitaciones más intensas en la mayor parte del país, particularmente en los departamentos de Dosso y Maradi, el sur del departamento de Zinder y en los distritos de Bouza y Birni N'Konni (departamento de Tahoua). En la segunda década de julio las lluvias se volvieron ligeras, pero mejoraron al final del mes en el oeste y el sudoeste. En agosto fueron inferiores a la media en el centro y el este, pese a unas lluvias torrenciales localizadas en la franja septentrional.

Con la llegada de las lluvias en abril se empezó a sembrar en el sur de los departamentos de Dosso y Tahoua, y en mayo en los departamentos de Maradi, Zinder y Tillabéri. La siembra de mijo y sorgo se generalizó en junio y julio. A causa de la irregularidad de las precipitaciones, desde abril hasta julio se fue sembrando a lo largo del eje sur-norte. La siembra temprana fracasó en algunas partes de los departamentos de Tillabéri (Ouallam), Dosso, Tahoua, Zinder y Diffa, lo que obligó a realizar una importante resiembra. La falta de lluvias suficientes en las dos primeras décadas de agosto limitó el crecimiento de los cultivos en la mayoría de los departamentos. Hay riesgos de falta de agua en algunas partes para los cultivos tardíos, particularmente en los departamentos de Tahoua y Maradi.

Se han señalado grandes infestaciones de mijo por parte de saltamontes e insectos, barrenadores del tallo y la crisomela de los cereales. Puede que resulten afectados el sorgo y el caupí, pero los daños a los cultivos no deberían ser cuantiosos debido a las medidas de lucha tomadas oportunamente. Al 24 de octubre, se habían pulverizado desde el aire unas 293 000 hectáreas sobre un total de 800 000 hectáreas infestadas.

Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción de cereales de 1997/98 en 2 250 000 toneladas, poco menos que en 1996 pero 4 por ciento más que la media de los últimos cinco años.

A pesar de esta cosecha media, se prevé que el suministro de alimentos será difícil en las distintas zonas deficitarias que obtuvieron malas cosechas, algunas por segundo o tercer año consecutivo. Las zonas más afectadas, de oeste a este, son: Tera, Tillabery, Ouallam, Filingué, Kollo, Tahoua, Bouza, Keita, Tanout, Myrriah, Gouré, Maina, Diffa y N'Guigmi. El gobierno ha estimado el déficit nacional de cereales en 151 000 toneladas y ha lanzado un llamamiento pidiendo asistencia internacional para atender las necesidades de las poblaciones afectadas de las zonas vulnerables. Ha pedido especialmente que los proyectos en curso en las zonas afectadas organizaran en las semanas venideras actividades productivas de fuera de temporada con objeto de impedir los desplazamientos de la población. El sistema nacional de alerta temprana organizará un seminario nacional a principios de diciembre para determinar con mayor precisión las zonas afectadas y las poblaciones que necesitarán ser vigiladas durante el próximo año. Además, la reserva de seguridad nacional está casi agotada. Su nivel se halla ahora en alrededor de 2 500 toneladas, más 1 500 toneladas de reserva financiera. La junta comercial, el Office des Produits Vivriers du Niger (OPVN), prevé la compra de alrededor de 10 000 toneladas, y 15 000 toneladas deberían recibirse de las contribuciones de un donante destinadas a la reconstitución de la reserva de seguridad nacional. Los precios del mijo son relativamente altos, debido posiblemente a la fuerte demanda de compras locales por parte del OPVN o de los donantes.

NIGERIA (17 de noviembre)

Fuera de la continua escasez de fertilizantes que ha impedido la producción de cultivos, como el arroz, las condiciones de crecimiento fueron favorables durante todo el período vegetativo y la producción debería ser entre normal y superior a lo normal, salvo en sudoeste, donde algunas zonas productoras de maíz recibieron precipitaciones muy limitadas en julio y en la primera quincena de agosto. El período seco, que suele ser en julio, se prolongó mucho más de lo normal. En zonas extensas no llovió desde mediados de julio hasta finales de septiembre, lo que retrasó la siembra de los cultivos de la segunda temporada. Las imágenes trasmitidas por satélite al final de octubre muestran una vegetación media en el sur y superior a la media en el norte, y en general las perspectivas para las cosechas son buenas. En el sur y el centro, la segunda cosecha de maíz está creciendo satisfactoriamente, y se está recogiendo el arroz de regadío. Es probable que se produzcan infestaciones de langostas migratorias africanas en el nordeste de Nigeria procedentes de los enjambres recientemente registrados en el sur del Chad, que podrían causar daños a las cosechas de mijo y sorgo que se están recogiendo actualmente.

El suministro de alimentos se ve limitado todavía por la gran cantidad de pérdidas postcosecha y los altos costos de distribución. Durante todo el período vegetativo hubo escasez de fertilizantes, semillas mejoradas y plaguicidas. En consecuencia, muchos agricultores pasaron del arroz y el maíz al mijo, sorgo y maní, que dependen menos de fertilizantes. En 1997 se prevé una disminución de la producción de arroz y maíz, que podría compensarse con el aumento de la producción de mijo y sorgo, según la evolución de las infestaciones de langostas. Es probable que ello tenga repercusiones en los países vecinos, especialmente el Níger y el Chad, que normalmente importan cereales secundarios de Nigeria para satisfacer sus necesidades. Podrían también hacer falta más importaciones de arroz. La necesidad de importación de cereales para 1997 se estima en 1 250 000 toneladas, incluidas 900 000 toneladas de trigo y 250 000 toneladas de arroz.

SENEGAL (20 de noviembre)

Tras unas lluvias tempranas superiores a la media caídas en mayo en el sudeste y en junio en el resto del país, las lluvias cesaron durante julio excepto en el noroeste, donde cayeron algunas precipitaciones en la última década. A mediados de agosto se reanudaron las lluvias regulares, lo que mejoró algo las condiciones de crecimiento en el nordeste del país. En septiembre y octubre las lluvias fueron en general satisfactorias y oportunas. Sin embargo, se registró una pluviosidad acumulativa inferior a la media en la mayoría de las zonas.

Las intensas lluvias tempranas que cayeron en mayo y junio permitieron adelantar los preparativos de la tierra y la primera siembra, particularmente en el centro y el sur. El despunte de los cultivos fue satisfactorio, pero la larga interrupción de las precipitaciones, desde principios de julio hasta mediados de agosto, echó a perder las primeras siembras en la mayor parte del centro y del norte. Algunos cultivos lograron sobrevivir y crecer normalmente principalmente en las tierras bajas del norte y en el centro norte. No hay una gran preocupación por el sorgo, que puede madurar con poca humedad, pero la falta de lluvias en octubre en el norte y el centro norte perjudicará el rendimiento del mijo. La situación de los cultivos tardíos es particularmente preocupante en las regiones de Saint-Louis, Louga y Thiès, y en menor medida en los departamentos de Kaffrine (región de Kaolack) y Tambacounda (región de Tambacounda).

El nivel de agua del río Senegal ha subido más que el año pasado pero menos que en 1995. Durante 45 días desde el 27 de agosto se abrió la presa de Manantali, pero el tiempo permitido para inundar los campos resultó a veces insuficiente para asegurar el crecimiento adecuado de los cultivos de tierras aluviales en algunas de las zonas más bajas de Matam y Podor.

De resultas de una prolongada racha seca, se produjeron brotes localizados de plagas, tales como orugas y saltamontes, que destruyeron algunos cultivos, particularmente en la región de Fatick. De un total de 294 600 hectáreas infestadas de plagas, principalmente saltamontes, se ha aplicado un tratamiento a 171 500 hectáreas. Hace falta seguir de cerca la situación para descubrir la presencia de langostas en fase solitaria y aplicar medidas de lucha para impedir que se produzcan daños a los cultivos tardíos.

Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción de cereales de secano de 1997 en 774 000 toneladas, tomando como base la encuesta nacional de producción. Este volumen es alrededor del 25 por ciento inferior a la media y 20 por ciento inferior a la producción de 1996. Otra producción de fuera de temporada prevista en 37 100 toneladas llevaría la producción total de cereales a 811 100 toneladas, 20 por ciento menos que en 1996 y 21 por ciento menos que la media.

Debido a esta cosecha inferior a la media, la situación general de los suministros de alimentos será difícil durante la campaña comercial 1997/98. Las zonas que corren mayor riesgo están ubicadas en las regiones de Fatick (especialmente las zonas de Tattaguine, Niakhar, Colobane Djilor, Fimela y Wadiour), Louga, Thiès (Tivaouane, Méouane, Niakhène y Médina Dakhar), Tambacounda (zonas de Koumpentoum, Koutiaba, Fadayacounba y Missira) y Saint Louis. En septiembre, el gobierno empezó a distribuir alimentos en las zonas afectadas por la sequía. En el norte, las repercusiones de la mala cosecha pueden compensarse en parte con la producción de los cultivos de tierras de aluvión o de regadío. Hace falta ayuda exterior para las actividades productivas de fuera de temporada y la transferencia de cereales desde las zonas excedentarias del sur hasta las zonas deficitarias del norte. Actualmente, los mercados están bien abastecidos en general. Los precios de los cereales han bajado en agosto y septiembre antes de la cosecha, excepto los del maíz.

SIERRA LEONA* (17 de noviembre)

Tras el levantamiento político del 25 de mayo de 1997, la situación de seguridad sigue sien-do inestable pero se siguen efectuando algunas entregas de ayuda alimentaria. La situa-ción general de los suministros de alimentos va mejorando ya que actualmente se está re-colectando el arroz, el alimento básico. Las lluvias han sido generalizadas durante el pe-ríodo vegetativo y el análisis de la cubierta vegetal (NDVI) mediante las imágenes tras-mitidas por satélite muestra una vegetación normal para este período. Debido a las buenas condiciones del tiempo y a una distribución de insumos agrícolas en gran escala realizada por las ONG, la producción de alimentos debería ser mayor que la del año pasado. La recolección del arroz de regadío está muy avanzada en las principales zonas productoras, mientras que el arroz de terrenos pantanosos está creciendo satisfactoriamente. También se han sembrado grandes extensiones de yuca, batata, banana, maní y hortalizas, que proporcionan una parte considerable de los suministros alimentarios antes de la cosecha principal del arroz. Las limitaciones principales de las actividades agrícolas provienen de la deficiencia o falta de infraestructura, la inseguridad, el pequeño número de comerciantes que quedan en el país, y el embargo a las exportaciones. En consecuencia, la capacidad de los hogares para generar ingresos es extremadamente limitada.

En las ciudades principales, la situación de los suministros de alimentos se está volviendo difícil, debido al embargo impuesto por la Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental (CEDEAO). Aunque los suministros humanitarios están exentos, se prevé que los pobres y vulnerables quedarán muy afectados por la disminución de las actividades comerciales y los altos precios de mercado de los alimentos. Los precios de los comestibles son muy altos en Freetown y el abastecimiento de alimentos y agua está empeorando. Se estima que el consumo diario de alimentos ha disminuido en alrededor del 20 por ciento respecto a lo normal. También se señala una grave escasez de combustible que afecta gravemente todas las actividades económicas. Sólo un número limitado de negocios y mercados ha reabierto ya que muchos comerciantes han dejado el país. Debido a la mala situación de seguridad, entre las zonas rurales y Freetown se realiza un comercio muy limitado. Sierra Leona había importado considerables cantidades de arroz antes del embargo, pero se venden a precios muy altos.

El número de personas desplazadas se estima actualmente en alrededor de 100 000. Se ha distribuido ayuda alimentaria a 26 000 personas desplazadas en Kenema, 15 000 en Makeni y 22 000 en la zona de Bo, de las existencias que había en el país antes del embargo pero que ahora se han agotado. La ayuda humanitaria es muy limitada debido a las malas condiciones de seguridad. También están recibiendo ayuda alimentaria alrededor de 60 000 refugiados sierraleoneses en el vecino país de Guinea.

En el balance nacional de los cereales realizado a principios de 1997, tras una misión de evaluación de cultivos y alimentos de la FAO y el SMIA realizada en diciembre de 1996, se había señalado para 1997 la necesidad de importar 260 000 toneladas de cereales. Las im-portaciones comerciales se habían calculado en 180 000 toneladas y la necesidad de ayuda alimentaria en 80 000 toneladas. Se estima que desde enero hasta finales de agosto se ha-bían recibido alrededor de 120 000 toneladas de importaciones comerciales, y al final de septiembre los informes de los donantes indicaban que se habían prometido para Sierra Leona alrededor de 115 000 toneladas de ayuda alimentaria. Por consiguiente, suponiendo que antes de fin de año no se pueden efectuar otras importaciones, al final de 1997 se ha-brán recibido 230 000 toneladas, quedando un déficit de 30 000 toneladas. El balance revi-sado señala que es probable que el consumo de cereales pase de 114 kg/persona/año a 101 kg/persona/año. La necesidad de importación de cereales de Sierra Leona en 1998 se esti-ma actualmente en alrededor de 300 000 toneladas, de las cuales prácticamente todo se tendría que proporcionar como ayuda alimentaria si el embargo interrumpe las importa-ciones comerciales.

TOGO (17 de noviembre)

Las lluvias fueron abundantes desde mediados de agosto hasta el final de octubre, y disminuyeron a principios de noviembre. De resultas de unas buenas condiciones climáticas, la producción de cereales de 1997 debería ser superior a la media. Algunas zonas, especialmente del centro, experimentaron períodos secos en julio y agosto y podrían haber retrasado la siembra de los cultivos de la segunda temporada. En el norte se están recolectando el mijo y el sorgo. En el sur se está recogiendo el arroz, y la segunda cosecha de maíz está creciendo satisfactoriamente. Las estimaciones provisionales para 1997 señalan una producción de alrededor de 755 000 toneladas de cereales, 1,2 millones de toneladas de raíces y tubérculos, y 102 000 toneladas de legumbres, y una producción total muy superior a la media.

Los mercados están bien abastecidos de comestibles. Siguen en el país alrededor de 10 000 refugiados de Ghana.


AFRICA CENTRAL

CAMERUN (17 de noviembre)

Las precipitaciones fueron abundantes y superiores a la media desde mediados de agosto hasta principios de noviembre. Al final de octubre las precipitaciones acumulativas y el índice de vegetación eran superiores a la media en todo el país. La recolección del mijo y sorgo está llegando a su término en el norte, mientras que la segunda cosecha de maíz está creciendo satisfactoriamente en el centro. Las perspectivas para la producción de 1997 son buenas. Pero se han producido en el norte infestaciones de langostas migratorias africanas debidas a los enjambres registrados últimamente en el sur del Chad, que podrían causar daños a los cultivos de mijo y sorgo y constituir también una amenaza para los cultivos de tierras aluviales que se están plantando actualmente. Se han empezado operaciones de lucha en las zonas afectadas.

La necesidad de importación de cereales para 1997/98 (julio/junio) se estima en 260 000 toneladas de trigo y arroz y 10 000 toneladas de cereales secundarios.

CONGO, REPUBLICA DE (17 de noviembre)

Las precipitaciones comenzaron a mediados de agosto, fueron abundantes en el norte y centro al final de agosto, y llegaron al sur a principios de octubre, lo que permitió la siembra del maíz. Como el principal período vegetativo comienza en septiembre en el norte y el centro, las actividades agrícolas y particularmente la siembra de maíz podrían haberse visto afectadas por la inseguridad, la presencia de un gran número de refugiados, y la falta de semillas y otros insumos que normalmente provienen de Brazzaville o Pointe Noire. Esto podría afectar la producción de cereales, pero sólo marginalmente por lo que se refiere a la producción de raíces y tubérculos que constituye la mayor parte de la producción de cultivos alimentarios. También las actividades de pesca en el río Congo, que representa una parte considerable de los ingresos familiares, se ven impedidas por la disminución de las actividades comerciales entre esas dos ciudades importantes.

Se estima que durante los disturbios civiles dejaron Brazzaville alrededor de 600 000 perso-nas, de las cuales unas 450 000 fueron a zonas rurales en las que ha aumentado considera-blemente la demanda de los recursos disponibles. Ello podría entorpecer las actividades agrícolas normales en muchas zonas y limitar la producción del período vegetativo prin-cipal que está comenzando ahora. En Brazzaville se está proporcionando ayuda alimentaria a alrededor de 55 000 refugiados de Rwanda y la República Democrática del Congo, así co-mo a congoleños desplazados. En Loukolela y Bilolo, cerca de 10 000 refugiados rwan-deses siguen recibiendo asistencia alimentaria. Alrededor de 40 000 congoleños huyeron a la República Democrática del Congo donde están alojados en un campamento de refugia-dos cerca de Kinshasa. Antes de las hostilidades, la situación general de los suministros de alimentos era satisfactoria, con una producción total de cultivos alimentarios básicos (raíces, tubérculos y plátanos) de alrededor de 650 000 toneladas, y los mercados estaban bien abastecidos de dichos productos. Para la campaña comercial 1997/98 (julio/junio), la necesidad de importación de cereales se estima en 113 000 toneladas, principalmente trigo, incluida una necesidad de ayuda alimentaria estructural de 2 000 toneladas.

CONGO, REPUBLICA DEMOCRATICA DEL* (28 de noviembre)

Las lluvias estacionales comenzaron en agosto en el norte y se desplazaron hacia el sur. En octubre y noviembre hubo lluvias abundantes en todo el país. La cosecha principal de maíz se ha plantado al comenzar las lluvias. En el este se están recogiendo actualmente el mijo y sorgo. Según los informes, las actuales cosechas de sorgo, maíz y café de Rutshuru, cerca de Goma, son malas debido a la intermitencia de las lluvias y la falta de insumos básicos, así como al retraso de la siembra debido a los disturbios civiles y a los desplazamientos de la población. Lo mismo ocurre probablemente en muchas otras zonas, particularmente en el este, centro, y sur, aunque la yuca, el cultivo alimentario principal, puede conservarse sobre el terreno y se ve menos afectada por la falta de insumos. Sería especialmente útil la distribución de semillas y aperos en el centro y el sur, donde ha comenzado ahora la siembra de las cosechas de la temporada principal. La República Democrática del Congo ha empezado también a comprar un gran número de bovinos de los países sahelianos para reconstituir las existencias del subsector ganadero del país.

La situación de los suministros de alimentos es todavía crítica en el este donde se señalan casos de malnutrición grave entre los refugiados y la situación de seguridad es tensa. Además de las 190 000 personas desplazadas en el interior del país (PDI), de las cuales 95 000 en Masisi, las fuentes humanitarias estiman en 20 000 el número de los refugiados que quedan todavía. El aumento de los disturbios civiles en el norte y sur de Kivu ha dado lugar a considerables desplazamientos de la población y desórdenes, y repercutió también negativamente en la entrega de la ayuda humanitaria. La OACNUR suspendió sus operaciones en favor de los refugiados rwandeses así como las actividades de rehabilitación en la región, y la vigilancia y distribución de la ayuda alimentaria son muy limitadas. En el oeste, tras las hostilidades que tuvieron lugar en Brazzaville, alrededor de 40 000 congoleños han buscado refugio en Kinshasa. Además, en el sur del país hay unos 50 000 refugiados angoleños que están recibiendo asistencia y 119 000 que no reciben asistencia alguna. Se prevé que la mayor parte de la población que no recibe asistencia regresará espontáneamente dado que la situación en Angola ha mejorado algo, en tanto que la repatriación de los refugiados que reciben asistencia ha comenzado ya. Quedan, además, en el país alrededor de 92 000 refugiados sudaneses y 37 000 ugandeses.

La necesidad de importación de cereales en 1997 (enero/diciembre) se estima en 180 000 toneladas de trigo y arroz y 60 000 toneladas de cereales secundarios.

GABON (17 de noviembre)

Tras unas precipitaciones limitadas recibidas en julio y agosto, las lluvias aumentaron en septiembre y llegaron a ser abundantes en octubre y principios de noviembre en todo el país, lo que permitió la siembra de la segunda cosecha de maíz. El índice de vegetación correspondiente a octubre señala una vegetación superior a lo normal en todo el país. Los cultivos alimentarios básicos son la yuca y los plátanos, cuya producción se estima en alrededor de 330 000 toneladas. La producción de cereales de 1996, principalmente maíz, se estima en alrededor de 25 000 toneladas. El país importa la mayor parte del trigo y arroz que necesita, que se calcula en 76 000 toneladas. No se necesita ayuda alimentaria.

GUINEA ECUATORIAL (17 de noviembre)

Tras unas precipitaciones limitadas recibidas en julio y agosto, las lluvias aumentaron en septiembre y llegaron a ser abundantes en octubre y principios de noviembre en todo el país, lo que permitió la siembra de la segunda cosecha de maíz. Los cultivos alimentarios básicos son la batata, la yuca y los plátanos. Anualmente se importan unas 10 000 toneladas de trigo y arroz, y la necesidad de ayuda alimentaria para 1997 se estima en 2 000 toneladas de trigo.

REPUBLICA CENTROAFRICANA (17 de noviembre)

Las condiciones de crecimiento han sido favorables durante todo el período vegetativo. La recolección del mijo y sorgo está terminando, mientras que la segunda cosecha de maíz está creciendo satisfactoriamente. Las primeras estimaciones señalan para 1997 una producción de alrededor de 120 000 toneladas de cereales, volumen superior a la media. La producción de yuca se calcula en 580 000 toneladas.

Además de los más de 35 000 refugiados de Rwanda, Burundi y la República Democrática del Congo que llegaron a la República Centroafricana al final de mayo y principios de junio, hay en el país 27 400 refugiados sudaneses que están recibiendo asistencia, así como también 5 000 chadianos, aproximadamente. Para la campaña comercial de 1997 (enero/diciembre) la necesidad de importación de cereales se estima en 39 000 toneladas, principalmente trigo y arroz.


AFRICA ORIENTAL

BURUNDI* (14 de noviembre)

Las perspectivas para las cosechas de la primera temporada de 1998, que se recogerán a partir de finales de diciembre, son inciertas. Un retraso de tres semanas de la estación de las lluvias redujo la superficie sembrada y dejó los cultivos en condiciones vulnerables a un cese temprano de las precipitaciones. En la segunda quincena de octubre las precipitaciones fueron abundantes en la parte occidental pero insuficientes en las zonas sudorientales. Unas lluvias superiores a la media recibidas en la primera década de noviembre en estas zonas mejoraron las condiciones de humedad del suelo para los cultivos, pero es probable que hayan llegado demasiado tarde para evitar la disminución de los rendimientos, particularmente en las provincias de Ruyigi y Cankuso.

Una producción reducida en la primera temporada de 1998 podría agravar la ya inestable situación de los suministros de alimentos debida a una producción de alimentos en la temporada anterior inferior al nivel medio registrado antes de la crisis y al trastorno de las actividades comerciales provocado por el embargo impuesto por los países vecinos. Los precios de los alimentos se mantienen altos. La situación es particularmente difícil para las personas que se encuentran en campamentos de reorganización y no tienen acceso a las tierras. El gobierno ha anunciado últimamente un programa encaminado a clausurar todos los campamentos obligando a los que viven en ellos a volver a sus casas. Se señala que la situación nutricional sigue siendo alarmante en varias zonas, particularmente en las prefecturas afectadas por la inseguridad, lo que impide las intervenciones de socorro por parte de los organismos internacionales, y en varios lugares destinados a personas desplazadas.

En octubre se registraron incidentes cada vez más violentos en las provincias de Cibitoke, Bubanza, Rural Bujumbura, Bururi y Makamba.

ERITREA* (14 de noviembre)

Ha comenzado la cosecha de cereales de la temporada principal de 1997. Según pronósticos provisionales, la producción será ligeramente superior al nivel bajo del año pasado. La estación de las lluvias comenzó bien y la superficie plantada con cereales aumentó en un 11 por ciento con respecto a 1996. Sin embargo, un cese temprano de las precipitaciones en septiembre cuando los cultivos se encontraban en la fase crítica de maduración perjudicó los rendimientos. En las zonas pastorales, unas lluvias copiosas caídas en octubre mejoraron la situación de los pastizales y los abastecimientos de agua. Con las lluvias, sin embargo, existe el riesgo de que aumente significativamente el número de las langostas en las llanuras costeras del Mar Rojo.

Los precios de mercado de los principales alimentos básicos, que han ido subiendo constantemente desde junio debido a una disminución de los suministros, siguieron subiendo en septiembre en previsión de una cosecha menguada.

El año que viene la situación alimentaria será difícil, dado que se prevé una cosecha de cereales inferior a la media por tercer año consecutivo y una fuerte disminución de las disponibilidades exportables del vecino país de Etiopía. Es probable que empeore la seguridad alimentaria de grandes sectores de la población, que ni siquiera en años normales cubren sus necesidades de subsistencia.

ETIOPIA* (1 de diciembre)

Unas lluvias superiores a lo normal caídas en noviembre en las partes sudorientales que limitan con Somalia y Kenya, provocaron grandes inundaciones que causaron centenares de víctimas, el desplazamiento de un gran número de personas y graves daños a las viviendas. Según los informes, se han perdido más de 12 000 animales domésticos y se inundaron 30 000 hectáreas. El gobierno está distribuyendo ayuda alimentaria y no alimentaria en las zonas afectadas, principalmente a las comunidades en torno a Kelafo, Mustahil y Ferfer, que están aisladas por la crecida de las aguas. Se ha dado comienzo a una evaluación pormenorizada de los daños causados por las inundaciones.

En otras partes del país, unas lluvias abundantes y generalizadas caídas en octubre y noviembre han afectado el potencial de rendimiento de las cosechas de cereales y legumbres de la temporada principal "Meher" que se están recolectando. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA visitó Etiopía del 2 al 26 de noviembre de 1997 para estimar la producción de dichas cosechas y las necesidades de importación para 1998, incluidas las necesidades de ayuda alimentaria. La misión pronostica una cosecha meher de 8 786 000 toneladas de cereales y legumbres, lo que representa un 25,6 por ciento menos que el nivel del año pasado. La disminución de la producción se debe primordialmente a las lluvias belg, escasas y tardías, y a las precipitaciones irregulares y escasas del período vegetativo meher, particularmente en las zonas de tierras bajas, agravado todo ello por unas lluvias intensas caídas durante la recolección. Otro de los factores que contribuyeron a la disminución es la reducción del 20 por ciento de la utilización de fertilizantes en las principales zonas excedentarias debido a la eliminación de subvenciones y a las restricciones del crédito a los morosos. Los equipos de pulverizadores, con el apoyo del Ministerio de Agricultura, lucharon eficazmente este año contra la oruga, la principal plaga migratoria. Aunque hubo plagas y enfermedades no migratorias, en la mayoría de las zonas no superaron los niveles normales de tolerancia. La producción pecuaria se vio amenazada por las sequías registradas a mediados de la temporada principal en todas las zonas agropastorales que causaron un descenso del 60-70 por ciento de los precios, migraciones prematuras y un aumento de la morbilidad y mortalidad. Afortunadamente, las lluvias tardías recibidas en octubre y noviembre revirtieron en todos los aspectos la situación, que se ha normalizado pese a algunas pérdidas localizadas.

En octubre de 1997, los precios de todos los principales cereales fueron más altos que el año pasado debido a la escasez de suministros y a las previsiones de los comerciantes que estimaban que la producción sería menor que la excelente cosecha de 1996.

KENYA (27 de noviembre)

Unas lluvias caídas en las zonas costeras y nordorientales desde mediados de octubre en relación con el fenómeno de El Niño, las más fuertes de los últimos 30 años, provocaron inundaciones y corrimientos de tierras que causaron la pérdida de vidas humanas, graves daños a la infraestructura y a las viviendas, y el desplazamiento de la población. El gobierno ha declarado zonas de desastre las provincias de la Costa y nordoriental y algunas partes de la provincia oriental. También se señalan daños agrícolas localizados. Sin embargo, dado que la mayoría de dichas provincias son zonas agrícolas marginales, las pérdidas de cosechas no deberían tener repercusiones importantes en el plano nacional. Varias ciudades de las zonas de desastre han quedado aisladas por las inundaciones durante más de un mes. Los suministros alimentarios se han agotado y los precios de los alimentos se han triplicado, particularmente en las aldeas que están junto al río Tana. El gobierno está distribuyendo ayuda de socorro con helicóptero y por mar a unas 60 000 personas afectadas de estas zonas, y ha formulado un llamamiento a la comunidad internacional para que complemente sus esfuerzos con ayuda alimentaria y no alimentaria. También se han desplazado alrededor de 2 000 refugiados de Somalia, sur del Sudán y Etiopía que viven en campamentos alrededor de Dadaab.

En conjunto, pese a unas pérdidas de cosechas localizadas, unas lluvias abundantes reci-bidas desde el comienzo de la temporada de "lluvias cortas" de 1997/98 en las zonas bimo-dales de las provincias occidental, central y oriental, favorecieron el incremento de la su-perficie plantada con maíz y legumbres y beneficiaron el arraigo de los cultivos. Sin embar-go, las perspectivas para la recolección que tendrá lugar desde mediados de enero podrían empeorar si en diciembre siguieran cayendo grandes precipitaciones. Las copiosas lluvias han beneficiado también la situación de los pastizales y del ganado que no se ha recu-perado del todo de la grave sequía registrada en la anterior temporada de "lluvias cortas".

Sigue la recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de "lluvias lar-gas" de 1997 en las principales zonas productoras unimodales del valle de Rift. Las pers-pectivas han empeorado de resultas de unas continuas precipitaciones superiores a lo nor-mal caídas durante noviembre, que han retrasado las operaciones de recolección y perjudi-cado los rendimientos. El potencial del rendimiento se había visto afectado anteriormente por las rachas secas registradas en mayo y septiembre, no obstante las precipitaciones en general abundantes recibidas durante el período vegetativo, mientras que el retraso de la estación de las lluvias determinó la reducción de la superficie plantada con la cosecha prin-cipal de maíz. Los pronósticos relativos a la producción se han revisado a la baja e indican una producción de maíz de 1,9 millones de toneladas, en torno a la menguada cosecha de 1996. La producción de trigo se pronostica en 320 000 toneladas, volumen inferior al buen nivel del año anterior, con una compensación parcial de la disminución de los rendimientos gracias a un aumento de la superficie sembrada. Ha terminado la recolección del frijol, que se produce principalmente en las zonas bimodales. La producción se calcula en un tercio menos del nivel medio como consecuencia de la escasez de semillas. Este es el segundo año consecutivo en que se obtiene una mala cosecha de frijoles.

De resultas de una producción de cereales de la temporada principal de 1997 menor de lo previsto, y suponiendo una buena cosecha de la temporada secundaria, las importaciones de cereales en la campaña comercial de 1997/98 (octubre/septiembre) deberían mantenerse en el alto nivel del año anterior.

Los precios del maíz, alimento básico, empezaron a bajar desde septiembre debido a las importaciones sin precedentes efectuadas en la campaña comercial de 1996/97 (octubre/septiembre) y a la llegada de la nueva cosecha a los mercados. Siguen, con todo, a niveles muy altos y fuera del alcance de grandes sectores de la población vulnerable.

RWANDA* (14 de noviembre)

Unas lluvias normales caídas en la primera década de noviembre, después de las copiosas lluvias recibidas desde mediados de octubre, beneficiaron los cultivos alimentarios de la primera temporada de 1998. Sin embargo, las perspectivas para la cosecha que empezará a finales de diciembre, son inciertas. Un retraso de tres semanas de la estación de las lluvias dio lugar a una disminución de la superficie plantada y dejó a los cultivos vulnerables a un cese temprano de las precipitaciones, mientras que la inseguridad reinante en las provin-cias nordoccidentales de Ruhengeri y Gisengi sigue trastornando las actividades agrícolas normales.

La situación de los suministros de alimentos es difícil. La producción de la temporada B de 1997 fue mayor que el año anterior pero inferior a la media registrada antes de la guerra. La pequeña campaña C de las "zonas pantanosas" fue también escasa. En total, la producción del segundo semestre fue inferior a las necesidades de una población en expansión después de las repatriaciones masivas de diciembre de 1996 y principios de 1997. Los precios de los alimentos básicos siguen aumentando, salvo los de los frijoles que se han estabilizado en niveles altos. Se señala una grave escasez de alimentos en las prefecturas de Gikongoro, Butare y Kibungo.

Se prevé una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA para enero de 1998 para evaluar la producción de alimentos A de 1998 y estimar las necesidades de importación para el primer semestre del próximo año, incluida la ayuda alimentaria.

SOMALIA* (28 de noviembre)

Unas lluvias persistentemente fuertes caídas desde mediados de octubre causaron grandes inundaciones, al menos 1 500 víctimas y cuantiosos daños a la infraestructura y a las propiedades. Se ha desplazado un gran número de personas. También se señalan importantes pérdidas de cultivos y de ganado en las zonas agrícolas, particularmente en el sur a lo largo de los ríos Juba y Shebelle.

Los cultivos "deyr" de 1997/98, que normalmente representa alrededor del 20 por ciento de la producción anual de cereales, se plantaron justo antes de que comenzaran las lluvias fuertes. Debido a las precipitaciones caídas durante un mes se han perjudicado las cosechas de maíz y sorgo en las regiones de Juba inferior y central, Shebelle inferior y central, pero también en la zona de sorgo de las regiones de Bay, Bakool e Hiraan, y en las zonas productoras del noroeste. Todavía no se puede contar con una evaluación pormenorizada de las pérdidas agrícolas, pero las estimaciones provisionales indican que al menos la mitad de la cosecha de cereales de las zonas productoras del sur han sufrido graves daños por las inundaciones. Las perspectivas para la cosecha que se recogerá a partir de enero son, por lo tanto, malas y se prevé que la producción de cereales "Deyr" de 1997/98 será escasa por cuarto año consecutivo. Las inundaciones han destruido también las reservas alimentarias de las familias, las semillas y los insumos agrícolas. Las pérdidas de ganado se estiman provisionalmente en 21 000 cabezas.

La inundación ha agravado una situación alimentaria ya inestable en varias partes del país provocada por una serie de malas cosechas y el trastorno de las actividades agrícolas y comerciales debido a la persistencia de los conflictos civiles y a la inseguridad. Los precios de los alimentos básicos, que ya estaban en niveles altos, se han triplicado desde que comenzaron las inundaciones en las zonas afectadas del sur. La situación es particularmente crítica a lo largo del río Juba, desde Jamame hasta Buale, donde se ha producido una grave escasez de alimentos debido a que las ciudades han quedado aisladas por la inundación.

En el país en conjunto, el empeoramiento de las perspectivas de la producción de la cosecha "Deyr" de 1997/98 determinará un déficit de cereales destinados al consumo humano mucho mayor de lo que se había previsto anteriormente. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, destacada en agosto de este año, calculó que para la campaña comercial de 1997/98 (septiembre/agosto) se necesitaban importar 247 000 toneladas, de las cuales 215 000 toneladas deberían cubrirse comercialmente y 32 000 toneladas mediante ayuda alimentaria. Esta estimación se basaba en el supuesto de una cosecha secundaria "Deyr" normal de alrededor de 95 000 toneladas. Como según los actuales indicios la cosecha "Deyr" será nuevamente reducida, el déficit de cereales se ha revisado a 280 000 toneladas y la necesidad de ayuda alimentaria a 60 000 toneladas.

Actualmente se está proporcionando socorro alimentario y no alimentario a alrededor de 112 000 personas, pero la persistencia del mal tiempo y de la inseguridad están entorpeciendo las operaciones de socorro. Se necesitan, además, urgentemente nuevas promesas de ayuda alimentaria y asistencia para el transporte de las distribuciones de socorro, principalmente por medio de helicópteros y buques.

SUDAN* (3 de diciembre)

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA recién ha terminado su trabajo de campo en el Sudán y ha llegado a la conclusión de que la producción de cereales ha disminuido significativamente respecto a la cosecha sin precedentes del año pasado. La mayor parte de la disminución se ha producido en el sorgo debido a una reducción de la superficie plantada y al efecto de un septiembre seco en gran parte del país. El sorgo de regadío es semejante al del año pasado. La producción de mijo es mayor que la cosecha muy reducida del año pasado, pero el trigo de invierno debería ser semejante a 1996/97. Una cantidad considerable de existencias de 1996 debería asegurar suficientes suministros de alimentos, pero habrá un grave déficit de alimentos en Darfur Norte y en algunas partes de Kordofan Norte.

En el sur del Sudán, la temporada estuvo dominada por un largo período seco que siguió a unas lluvias buenas para la siembra recibidas en abril. Gran parte de la cosecha de la primera temporada se perdió en Equatoria oriental, Lakes, Bahr El Jebel y Bahr El Ghazal. Algunos cultivos de sorgo de temporada larga sobrevivieron pero los rendimientos disminuirán a causa de una fuerte infestación de barrenadores del tallo del sorgo.

La inseguridad causó mucho trastorno en las actividades agrícolas en Bahr El Ghazal y en algunas partes de los estados de Jonglei. En los estados de Bahr El Jebel, Bahr El Ghazal, Equatoria oriental y Lakes habrá una grave escasez de alimentos.

TANZANIA (27 de noviembre)

Ha terminado la siembra de la campaña agrícola de lluvias cortas "Vuli" de 1997/98 en las zonas bimodales del norte, mientras que la campaña principal de "lluvias largas" de 1998 en las partes unimodales del centro y del sur está muy avanzada. Unas lluvias generalizadas superiores a lo normal caídas en noviembre, que provocaron inundaciones localizadas en el norte y el este, favorecieron en general las operaciones de siembra y mantuvieron condiciones adecuadas del suelo para el arraigo de los cultivos.

Tras una fuerte disminución de la producción total de cereales y productos no cereales de 1997, la situación de los suministros de alimentos es difícil en general. Los precios del maíz, el arroz, el sorgo y la yuca se han duplicado con creces desde el año pasado y el país hace frente a un déficit de 851 000 toneladas de cereales en 1997/98 (junio/mayo). Gran parte del déficit debería cubrirse comercialmente y el gobierno ha anunciado medidas para facilitar las importaciones del sector privado. Sin embargo, las necesidades de ayuda alimentaria para 1,4 millones de personas muy afectadas se calculan en 76 000 toneladas de cereales. La situación de los suministros de alimentos es particularmente difícil en las zonas en las que la cosecha fue mala, principalmente en las bimodales del norte afectadas por dos menguadas cosechas consecutivas. El resultado de la cosecha "Vuli" de 1997/98 será decisivo para la seguridad alimentaria de la población de esas zonas. Está prevista para enero de 1998 la visita al país de una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA para evaluar las cosechas "Vuli" durante la recolección y las perspectivas para la campaña agrícola principal en el sur.

UGANDA (14 de noviembre)

Unas lluvias excepcionalmente fuertes caídas en noviembre en la parte oriental, relacionadas con el fenómeno de El Niño, provocaron inundaciones y corrimientos de tierra que causaron pérdidas de vidas humanas, desplazamientos de la población y graves daños a las propiedades. La zona más afectada es el distrito de Mbale pero también Tororo, Bugiri y Pallisa. Todavía no se cuenta con una evaluación de las pérdidas agrícolas. También se han registrado inundaciones en algunas zonas occidentales.

Las perspectivas para los cultivos alimentarios de la segunda temporada de 1997 que se cosecharán a partir de enero son inciertas. El retraso de un mes de la estación de las lluvias determinó una disminución de la superficie sembrada, y es probable que las fuertes lluvias generalizadas recibidas en noviembre hayan provocado pérdidas localizadas de las cosechas debidas a las inundaciones. En las zonas septentrionales, afectadas por los conflictos civiles, las actividades agrícolas continúan trastornadas. Las perspectivas para la cosecha podían empeorar si seguía lloviendo abundantemente hasta diciembre.

La situación de los suministros de alimentos es difícil debido a la escasa cosecha de la primera temporada de 1997, que fue la segunda cosecha reducida consecutiva. En los últimos meses se han estabilizado los precios del maíz y el frijol, los alimentos básicos, pero se encuentran en niveles sin precedentes. La situación es particularmente grave en el distrito de Karamoja, donde escasean los alimentos, pero también en otras zonas vulnerables del este y el nordeste afectadas por una serie de malas cosechas. También experimentan graves dificultades alimentarias más de 200 000 personas desplazadas en los distritos septentrionales de Gulu y Kitgum y unas 80 000 en los distritos occidentales de Kasese y Bundibugyo, afectados por disturbios civiles.


AFRICA AUSTRAL

ANGOLA* (14 de noviembre)

En el norte del país han comenzado los preparativos de la tierra y la siembra temprana para la campaña de 1997/98. Como el país está situado al norte de la zona que se presume afectada por el fenómeno de El Niño, se prevé que las repercusiones en los cultivos será menor. Como en los últimos años, serán muy necesarias las intervenciones de las ONG, los donantes y los organismos de las Naciones Unidas para el suministro de los insumos agrícolas necesarios (semillas, aperos y fertilizantes) a las personas desplazadas en el interior del país, los repatriados, y los agricultores de las principales zonas productoras.

La situación nacional de los suministros de alimentos sigue siendo difícil. Debido a la tensa situación de seguridad de los últimos meses, el acceso a un 20-40 por ciento del país es limitado y en algunas zonas remotas afectadas por la sequía (Cuanza Sul y Namibe) se experimentan dificultades alimentarias. Hasta ahora las promesas de ayuda alimentaria de los donantes ascienden a 237 000 toneladas, de las cuales se han entregado 161 000 toneladas.

BOTSWANA (14 de noviembre)

Unas lluvias localizadas recibidas en el sur del país en octubre mejoraron las condiciones para los preparativos de la tierra con vistas a las cosechas de cereales de 1998 que se plantarán en los próximos meses. En previsión de que se produzca una sequía relacionada con El Niño hacia el final de la campaña, las autoridades nacionales están aconsejando a los agricultores a que aprovechen las lluvias tempranas para sembrar cultivos de maduración rápida, tales como el mijo o el sorgo de temporada corta. Las estimaciones de la cosecha de cereales secundarios de 1997 se cifran en 27 000 toneladas, incluidas 21 000 toneladas de mijo y sorgo, que es una tercera parte de la cosecha del año pasado. La producción de maíz disminuyó a 6 000 toneladas frente a las 23 000 toneladas del año pasado como consecuencia de las malas condiciones del tiempo y las plagas.

Se prevé que la situación de los suministros de alimentos para la campaña comercial de 1997/98 será satisfactoria ya que es probable que las necesidades de importación de cereales se cubran comercialmente.

LESOTHO (14 de noviembre)

Tras unas condiciones excepcionalmente secas imperantes en septiembre y octubre, unas lluvias ligeras caídas al final de octubre mejoraron las condiciones para los preparativos de la tierra y la siembra de las cosechas de cereales de 1997/98. En las zonas de montaña se señalan algunos retrasos en la plantación del trigo y el maíz de verano, mientras que en las zonas de tierras bajas han comenzado los preparativos de la tierra y la siembra temprana de variedades de maduración rápida. Las previsiones para la cosecha de trigo de invierno que se encuentra ahora en la fase de maduración se han revisado a la baja como consecuencia de la falta de precipitaciones en septiembre. El gobierno ha advertido a los agricultores sobre la probabilidad de que escaseen las precipitaciones en la presente campaña agrícola como consecuencia del fenómeno de El Niño, y los ha animado a plantar diversos cultivos resistentes a la sequía y a utilizar semillas híbridas.

Debido a una cosecha de cereales inferior a la media que fue mucho menor que la cosecha récord de 1996, la situación nacional de los suministros de alimentos para la actual campaña comercial sigue siendo difícil. La necesidad de importación de cereales debería ser de alrededor de 260 000 toneladas, incluidas algunas 95 000 toneladas de ayuda alimentaria. La ayuda alimentaria prometida hasta ahora asciende a 10 000 toneladas, ya entregadas.

MADAGASCAR (18 de noviembre)

Las precipitaciones recibidas en octubre y principios de noviembre fueron favorables para el trasplante de la cosecha de arroz de la temporada principal. Sin embargo, hay una gran preocupación por las repercusiones de las langostas migratorias en las cosechas de 1997/98, ya que se informa que los enjambres que suelen formarse en las zonas sudoccidentales se están desplazando a las zonas más agrícolas del noroeste y el norte. Una misión de la FAO y el PMA visitó Madagascar en agosto/septiembre de 1997 para evaluar los daños causados por las langostas a los cultivos en el sur del país y sus consecuencias para la situación de los suministros de alimentos. La misión detectó que la zona costera del sur era la más afectada por el efecto combinado de las langostas y la falta de precipitaciones, lo que estaba produciendo la pérdida de la mayor parte de la cosecha de maíz y una fuerte disminución de la producción de otros cultivos, tales como la yuca y la batata. Sin embargo, el déficit de producción en el sur del país se ha visto compensado por las buenas cosechas obtenidas en otras partes en las que se produce más del 90 por ciento de la producción nacional de cereales. En el plano nacional, la misión estimó la cosecha total de cereales de 1997 en 2,7 millones de toneladas, casi como en 1996. La producción de yuca y batata se estimó en alrededor de 2 830 000 toneladas, lo que representa una disminución del 1,3 por ciento.

Las necesidades de importación de cereales para la campaña comercial de 1997/98 se pronostican en 168 000 toneladas, tres cuartas partes de las cuales deberían obtenerse por canales comerciales y el resto como ayuda alimentaria. La misión consideró muy inestable la situación de los suministros alimentarios en las zonas costeras del sur, y recomendó una ayuda alimentaria urgente en forma de alimentos por trabajo a unas 472 000 personas durante un período inicial de 3 meses.

MALAWI* (17 de noviembre)

Hasta ahora el país ha recibido pocas lluvias. Debido a las preocupaciones por una posible sequía relacionada con El Niño en la próxima campaña agrícola, el gobierno ha emprendido planes contingentes y está fomentando la siembra de cultivos resistentes a la sequía (tales como la yuca, la batata, el mijo, y el sorgo) así como la conservación de aguas.

Las estimaciones oficiales revisadas de la cosecha de maíz de 1997 indican una producción de 1,5 millones de toneladas, lo que representa una disminución respecto al pronóstico inicial de alrededor de 2 millones de toneladas. En consecuencia, la situación de los suministros de alimentos durante la campaña comercial de 1997/98 debería ser más difícil de lo previsto. El país necesitará importar hasta 300 000 toneladas de maíz, parte de las cuales podría obtenerse de los países vecinos. El 31 de octubre, el gobierno dirigió un llamamiento a la comunidad de los donantes pidiendo un apoyo financiero para importar 87 000 toneladas de maíz destinadas ventas comerciales así como para apoyar los costos de distribución de un programa limitado de maíz de socorro y otras actividades de socorro. Hasta ahora las promesas ascienden a 55 000 toneladas, de las cuales se han entregado 6 000 toneladas.

MOZAMBIQUE* (17 de noviembre)

Han comenzado los preparativos para la campaña comercial de 1997/98 en medio de grandes preocupaciones por la posibilidad de una sequía relacionada con El Niño. El go-bierno ha iniciado una campaña de información para despertar la conciencia de la pobla-ción, particularmente sobre la necesidad de preparar planes para situaciones imprevistas.

Gracias a la buena cosecha de cereales de 1997, de 1 530 000 toneladas, incluida la producción récord de 1 040 000 toneladas de maíz, la situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria. Las necesidades de importación de cereales se estiman en 205 000 toneladas de arroz y trigo, frente a más de 300 000 toneladas importadas en años anteriores. La ayuda alimentaria, estimada en alrededor de 112 000 toneladas de cereales, es primordialmente para las personas vulnerables de las zonas remotas y de las regiones afectadas por las inundaciones de principios de año. Hasta ahora las promesas ascienden a 206 000 toneladas, de las cuales se han entregado 82 000 toneladas.

NAMIBIA (14 de noviembre)

Namibia se considera un país fronterizo de la subregión que podría recibir pocas precipitaciones en la presente campaña debido a El Niño. En consecuencia, el gobierno creó un comité interministerial encargado de evaluar los diversos aspectos de una posible emergencia en relación con la agricultura, la ganadería, la falta de agua, el medio ambiente, el presupuesto y la economía nacional.

La producción de cereales de 1997 se estima ahora en un volumen récord de 171 300 toneladas, tras una revisión a la baja del pronóstico relativo a la cosecha de trigo de invierno, de 6 300 toneladas a 4 900 toneladas. La producción total todavía es casi el doble del año pasado. Las necesidades de cereales deberían satisfacerse mediante canales comerciales.

SUDAFRICA (18 de noviembre)

Tras unas buenas lluvias generalizadas caídas en agosto, llovió poco o casi nada en septiembre y la primera década de octubre. En consecuencia, el segundo pronóstico oficial de la cosecha de trigo, cuya recolección está casi terminando, pasó de 2,8 millones de toneladas en septiembre a 2,3 millones de toneladas. Lo que representa una cifra ligeramente inferior al nivel superior a la media de 1996 pero aún así superior a las necesidades de consumo del país, que se sitúan en torno a los 2,5 millones de toneladas. Las precipitaciones han sido copiosas y generalizadas desde mediados de octubre, y proporcionaron condiciones para que los agricultores pudieran preparar la tierra y empezaran en algunas zonas a sembrar. Los productores de maíz, el cultivo más importante del país y una importante fuente de divisas, han empezado a prepararse para una sequía relacionada con El Niño, y se ha aconsejado a los agricultores que sembraran solamente en sus suelos más ricos de humedad.

La producción total de cereales de 1997 se calcula en 11,9 millones de toneladas, 12 por ciento menos que en 1996, pero un volumen superior a la media de los últimos cinco años. La estimación oficial definitiva indica una producción de 9 millones de toneladas, unas 500 000 toneladas más de lo previsto, debido a unas cosechas mejores obtenidas en las provincias de Free State, North-west y Gauteng. Como consecuencia de la buena cosecha de 1997, el país podría tener más de un millón de toneladas de maíz para exportar, y a los comerciantes privados se permite exportar cualquier cantidad de maíz por primera vez en decenios, gracias a la total liberalización aplicada este año. En noviembre también se liberalizó la industria de trigo tras el desmantelamiento de la Junta estatal de trigo. Aunque una gran parte del maíz y trigo disponibles podría exportarse a países de la subregión que obtuvieron poca producción este año, algunos agricultores podrían optar por almacenar una cantidad mayor de sus cereales dadas las preocupaciones por una posible sequía hacia fines de año debida al fenómeno de El Niño, dado que particularmente el triángulo de maíz de Sudáfrica está entre las zonas que más probablemente recibirán precipitaciones inferiores a lo normal como consecuencia de El Niño de este año.

SWAZILANDIA (18 de noviembre)

Unas lluvias generalizadas no estacionales cayeron en la mayor parte del país en septiembre y octubre, que proporcionaron suficiente humedad para los preparativos de la tierra y la siembra temprana de la cosecha de maíz de 1997/98. Sin embargo, como el país se encuentra en una zona que se supone se verá gravemente afectada por El Niño, se ha advertido a los agricultores sobre la mayor probabilidad de una sequía y se los ha animado a reducir los riesgos de la producción durante la campaña. La cosecha de maíz de 1997 se ha revisado al alza y se estima ahora en 85 000 toneladas, volumen ligeramente superior a la media pero muy inferior a la cosecha del año pasado.

La situación general de los suministros de alimentos en la campaña comercial de 1997/98 debería seguir siendo satisfactoria debido a la disponibilidad de una gran cantidad de existencias remanentes de la buena cosecha de maíz de 1996. Todas las importaciones de cereales que se efectúen durante el año deberían cubrirse a través de canales comerciales.

ZAMBIA (18 de noviembre)

Unas lluvias localizadas cayeron al final de octubre en las partes septentrionales y nordoccidentales y han comenzado los preparativos de la tierra para la plantación de las cosechas de cereales de 1997/98 que se recogerán a partir de abril. Como se prevé que una gran parte del país recibirá precipitaciones inferiores a lo normal durante la próxima temporada como consecuencia del actual fenómeno de El Niño, el gobierno ha prevenido contra la sequía, y ha aconsejado a los agricultores a plantar en fechas diferentes utilizando diversas variedades de maíz de temporada corta.

La producción de cereales se estima en 1,1 millones de toneladas, incluida la producción de 960 000 toneladas de maíz, 32 por ciento menos que el año pasado. También se pronostica que la producción de arroz y sorgo disminuirá en alrededor del 14 y el 6 por ciento, respectivamente, con respecto a 1996. En cambio, se pronostica que la producción de mijo se mantendrá en alrededor de 55 000 toneladas.

Debido a una disminución de las disponibilidades internas, la situación de los suministros alimentarios para la campaña comercial de 1997/98 debería ser más difícil que el año anterior. Sin embargo, se prevé que las importaciones de alrededor de las 320 000 toneladas de cereales necesarias se cubrirán a través de canales comerciales. Una gran parte de las importaciones de maíz deberían provenir de países de la subregión, particularmente Sudáfrica y Zimbabwe.

ZIMBABWE* (17 de noviembre)

En septiembre se recibieron lluvias tempranas relativamente buenas pero las lluvias generalizadas para la siembra comenzaron recién a mediados de noviembre, lo que podría impulsar a muchos agricultores a comenzar a plantar las cosechas de cereales secundarios que se recogerán a partir de abril. Como el país se considera uno de los que corren riesgo de precipitaciones inferiores a lo normal durante la presente campaña como consecuencia del fenómeno de El Niño, se ha aconsejado a los agricultores a plantar temprano y a utilizar semillas resistentes a la sequía.

La producción de cereales de 1997 se estima en 2,7 millones de toneladas, frente a 3,1 millones de toneladas en 1996. La producción de maíz asciende a 2,2 millones de toneladas, 16 por ciento menos que la buena cosecha del año pasado pero ligeramente superior a la media. La producción de mijo y sorgo se calcula en alrededor de 220 000 toneladas, casi igual que la cosecha superior a la media de 1996.

Durante la campaña comercial de 1997/98 la situación nacional de los suministros alimentarios debería seguir siendo satisfactoria. Se prevé que el suministro de maíz satisfará las necesidades, incluida la reposición de las existencias, y dejará un excedente exportable de unas 400 000 toneladas.

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