Previous PageTable Of ContentsNext Page

3 Situación actual del sector forestal

3.1 Caracterización del sector forestal

La evolución de la superficie cubierta por bosques (Índice de Boscosidad) desde 1492 a la fecha aparece en la figura 1. Durante el período neocolonial, (1902-1959), la tasa anual de deforestación fue las más alta de nuestra historia (70 000 ha/año) provocada fundamentalmente por la expansión acelerada de la industria azucarera y el desplazamiento de grandes masas de campesinos pobres hacia las montañas que desmontaron grandes superficies para lograr el sustento de sus familias. La tasa de deforestación que aunque variable se mantuvo positiva por más de 400 años, se revirtió definitivamente a partir de 1959 cuando triunfa la Revolución. Al cierre del año 2002, la superficie forestal cubierta ascendía a 2572,1 miles de ha cuya distribución por categorías aparece en la tabla 2. En 43 años, el índice de boscosidad creció de 13,4 % a 23.2%.

Se puede apreciar en la Tabla No 2 el crecimiento de la cobertura boscosa desde el año 1985 hasta el 2000. El incremento sustancial en el año 1995 en los bosques naturales y plantaciones debido a que se incluyen todas las áreas del Sistema de Reforestación y sus diversos tenentes. Con respecto a las plantaciones se produce una baja notable en el período 95 al 2000 por considerar que las plantaciones jóvenes menores de tres años no se incluyeran en la superficie cubierta hasta que no estuvieran establecidas.

Se debe significar que existe un adecuado balance entre las diferentes categorías en que se clasifican los bosques. Nótese que los bosques en los que se admiten talas (bosques de producción y bosques de protección) representan las ¾ partes del total de área cubierta (tabla 3) aunque en los protectores las talas no pueden ser totales de acuerdo con la Ley Forestal.

Debe mencionarse el hecho de que la distribución espacial del recurso forestal presenta marcadas diferencias en todo el país como se puede apreciar en la tabla 4. La variación del índice de boscosidad a nivel de provincias es muy alta lo que se acentúa cuando este análisis se realiza a nivel de municipio. En estos casos se pueden encontrar territorios donde prácticamente no existen bosques debido a sus condiciones topográficas y edáficas. Igualmente es dispar la superficie de bosques por habitantes aunque menos acentuada que en el caso del índice de boscosidad.

La distribución por formaciones de bosques aparece en la figura 2 en la que se nota que de las 16 existentes en el país, las tres formaciones de “Bosques semicaducifolios” (semidecíduos) en su conjunto ocupan la mayor parte de la cubierta forestal. Los manglares le siguen en extensión y es una formación de gran importancia protectora y productora.

Los pinares son desde el punto de vista productor la formación más importante y además cumplen significativas funciones de protección de las aguas y los suelos y de la biodiversidad en general.

En Cuba, el principal enemigo de los bosques son los incendios forestales que constituyen un problema de primer orden. Las negligencias de los hombres unido al déficit de recursos destinados al equipamiento necesario para el manejo del fuego así como la insuficiente capacitación, determinaron que en el período 1981-2002 ocurrieran 300 incendios forestales anualmente y se afectaran entre 5 y 6 mil ha de bosques.

Como se puede observar en la figura 3, la tendencia en las últimas dos décadas ha sido creciente lo que ha obligado a tomar medidas adicionales de prevención no sólo por el Cuerpo de Guardabosques, sino también por todos los tenentes de recursos forestales. Además se ha desarrollado una fuerte campaña de divulgación: Todas estas medidas ya comienzan a surtir efectos notándose una incipiente tendencia a la disminución de incendios forestales en los últimos dos años.

3.2 Legislación forestal

En 1998, un año después de haberse aprobado la Ley de Medio Ambiente, se promulga por la Asamblea Nacional del Poder Popular la Ley 85, Ley Forestal, con su Reglamento y Contravenciones correspondientes.

Esta Ley elaborada bajo los principios más novedosos, contó con el asesoramiento de la FAO y se tuvo en cuenta la experiencia de muchas legislaciones forestales contemporáneas. En la misma se establecen los principios del Manejo Forestal Sostenible, los deberes y derechos de los tenedores de recursos forestales o de las tierras con vocación forestal y deja muy claro los derechos y obligaciones de los habitantes del bosque y las comunidades en ellos existente.

A partir de lo anterior se separaron las responsabilidades y funciones estatales y de control de las propiamente económicas y empresariales; se crea la Dirección Nacional Forestal con la misión de dirigir técnica y metodológicamente al Servicio Estatal Forestal como entidad responsable del cumplimiento de la Ley Forestal y la aplicación a todos los niveles de la política forestal del Estado así como la exigencia a todos los tenentes y administradores de recursos forestales y a la población en general del cumplimiento de sus responsabilidades, deberes y derechos que tienen en relación con los bosques.

Derivados de la Ley Forestal, en la actualidad están vigentes un gran número de instrumentos legales tales como su Reglamento, el Decreto de Contravenciones, diversas resoluciones ministeriales, instructivos técnicos y cartas circulares. Lo que permite aseverar que la legislación forestal está hoy más completa que nunca antes.

3.3 Niveles de producción

En estos momentos en Cuba se plantan alrededor de 40,0 miles de ha como promedio anual y se emplean para estos propósitos unos 180 millones de plántulas de alrededor de 120 especies, entre forestales y frutales

Debe significarse que tradicionalmente los niveles de logros y supervivencia de las plantaciones no ha sido muy alto. Sin embargo, en los últimos años, incentivados lo ejecutores por los nuevos mecanismos de financiamiento y estimulación por los resultados finales de trabajo, los niveles de logro y supervivencia de las plantaciones se han incrementado pero aún siguen siendo bajos como puede verse en la figura 4.

Los tratamientos silvícolas se aplican a una superficie entre 50-60 miles de ha/año de plantaciones y se reconstruyen alrededor de unas 5,5 miles de ha de bosques naturales. Estos niveles son a todas luces insuficientes y no han podido incrementarse a los niveles necesarios durante muchos años lo que de cierta manera, compromete el futuro de los recursos forestales; se construyen unos 19 500 km de trochas contrafuegos y se realizan trabajos de manejos y conservación de flora y fauna en unas 300 000 ha anuales.

De acuerdo con los datos de inventario y Ordenación Forestal del Patrimonio Forestal de la Nación se poseen en la actualidad cerca de 130 millones de m3 de madera en pie y un incremento medio anual para todo el país de 10,6 millones de m3.

En los últimos años se han producido en el país como promedio anual alrededor de 1,67 millones de m3 de madera de todos los surtidos con la distribución que aparece en la tabla 5

Como se puede apreciar, la estructura de surtidos es muy favorable a la madera no activa (leña y carbón) que en su conjunto representan aproximadamente el 57 % del total de la producción lo que corresponde a una estructura típica de un país subdesarrollado en la cual el valor agregado de los productos es bajo.

Estas cifras son demostrativas de la importancia de estos productos para nuestro país aún cuando los mismos no se incluyen en el balance energético nacional. Por esta razón, no es posible hacer comparaciones en este sentido.

Los niveles de consumo de estos productos se dispararon a raíz del inicio del Período Especial cuando las importaciones de combustible fósil disminuyeron drásticamente las cuales provenían fundamentalmente de la ex Unión Soviética. En la medida que el abastecimiento de combustible se ha ido normalizando, el consumo ha ido decreciendo en los últimos 5 años pero no significativamente. Se une a esta situación el cierre de un número considerable de centrales azucareros los cuales son altos consumidores de leña.

Se prevé que en los próximos años la tendencia del consumo sea ligeramente decreciente aunque en el caso de estos productos, la demanda depende de no pocos factores de la economía mundial y local. Además, existe por parte de algunos empresarios foráneos el interés de comprar carbón cubano por lo que ese producto tiene perspectiva de convertirse en otro rubro exportable.

Teniendo en cuenta la importancia de estas producciones, en el país existe una política de establecimiento de plantaciones con este objetivo existiendo en la actualidad alrededor de 42 000 ha fundamentalmente de especies de madera de gran poder calórico como el Soplillo (Lisiloma bahamensis), Eucaliptos, Casuarina, Leucaena y Albisia. Existen otras 26 000 ha de plantaciones no establecidas (menores de 3 años) con este propósito.

Un problema que ha estado incidiendo en la actividad productiva de nuestro sector lo constituye el hecho de que los niveles de reposición de la base técnico productivo y el equipamiento en general es muy bajo y en algunos casos inexistentes lo que define un nivel de obsolescencia significativa que a su vez incide en:

• bajos índices de productividad del trabajo en las actividades extractivas-artesanales e industriales;

• costos elevados por sobre consumos de combustibles, lubricantes y otros insumos;

• Baja calidad de la madera aserrada;

• altos índices de residuos de tala y del aserrado;

• acciones de aprovechamiento con un alto grado de impacto fundamentalmente sobre los suelos y la vegetación.

Otro aspecto negativo que incide sobre la degradación de los bosques naturales y que demuestra la ausencia de una doctrina silvícola es el hecho de que en ocasiones se va al bosque a buscar el surtido deseado y no lo que sosteniblemente el bosque puede dar.

Prácticamente la única industria forestal existente en el país es la del aserrado. Según censo de 1997, en el país existen 379 aserraderos, cuya administración y características fundamentales aparecen en la tabla 6.

Su capacidad es de 1 944 m3 por jornada de 8 horas y se aprovecha en general a menos de una cuarta parte. En general es una industria obsoleta, con equipos que como promedio tienen más de 60-70 años de explotación sólo en Cuba edad que se incrementa si se tiene en cuenta que la mayoría de ellos se importaron de los Estados Unidos donde ya habían sido usados. Esta es una de las razones por las cuales la eficiencia en el aserrado (relación volumen madera aserrada/volumen bolo) como promedio es baja oscilando entre 50,9 para coníferas y 59,0) para maderas semiduras y además la calidad de la madera es también baja.

En los últimos años se ha logrado poner en marcha cinco modernos aserríos con una capacidad de 60 000 m3 /año en diferentes provincias del país los que han permitido, además de elevar los rendimientos industriales y la calidad de la madera, aumentar en más de tres veces la productividad del trabajo en la industria. Igualmente, se han instalado 7 plantas de secado de madera con una capacidad de 1 165 m3 por proceso.

La madera aserrada es sin duda el principal producto forestal maderero en Cuba. En la década de los años 80 se importaban como promedio anual 500 000 m3 fundamentalmente de especies coníferas proveniente de la ex Unión Soviética. Hoy el país produce menos de tres veces esa cifra y se importa una pequeña cantidad (alrededor de 15 000 m3) por lo que, en el caso específico de este surtido, como en todos los demás productos, la demanda seguirá siendo muy superior a la oferta.

Se cuenta además con una planta de preservación de maderas a base de creosota con una capacidad nominal de 12,5 m3 en jornada de dos turnos la cual también requiere ser modernizada.

3.4 Mercado y comercio

3.4.1 Importaciones

Los volúmenes de importación de productos forestales han transitado por diferentes períodos que se corresponden en general con las altas y bajas de la economía cubana. Ellos son:

• 1961-1971: de 24 millones de USD/año al inicio de este período hasta 44 millones/año en 1971.

• 1972-1987: continuó el ritmo ascendente hasta llegar a 270 millones /año al final del período.

• 1988-1999: se inicia un descenso vertiginoso vinculado al Período Especial (4 millones de USD/año) incrementándose discretamente hasta 25 millones de USD/año a finales del año 2000.

Tradicionalmente los principales productos forestales importados han sido: madera aserrada, traviesas, tableros de partículas, pulpa para papel, papel, cartón, aceite de trementina y colofonia, entre otros.

3.4.2 Exportaciones

A partir de 1947 año en el cual el país dejó de exportar madera, las exportaciones de este producto han sido prácticamente inexistentes. Como aspecto relevante se puede destacar la exportación de Productos Forestales no Madereros como las semillas forestales mejoradas genéticamente y la oleorresina de pino cuyo comportamiento en los últimos 30 años ha sido la siguiente:

Período

Semillas forestales (Kg.)

Oleorresina de pino (Ton)

1972-75

3701

-

1976-80

2515

-

1981-85

1887

-

1986-90

6904

2677

1991-95

2203

974

1996-2000

235

2931

2001-2002

65

2112

En el caso de las semillas forestales, como se ve en el cuadro anterior, la tendencia de los niveles de exportación han ido en franca disminución lo que ha tenido que ver con la saturación del mercado internacional de la especie que Cuba ha exportado tradicionalmente (Pinus caribaea var caribaea) de la cual actualmente existen fuentes semilleras mejoradas genéticamente que garantizan las necesidades internas y quedan cantidades que pueden exportarse.

En general, la actividad de semillas forestales se vio seriamente afectada por el llamado Período Especial. La demanda interna actualmente no se satisface con semillas provenientes de fuentes certificadas y por tanto en ocasiones se emplea un material genéticamente no confiable. En estos momentos, esta actividad está en un claro proceso de recuperación y se trabaja fuertemente en el rescate de las fuentes semilleras certificadas existentes y en la creación y selección de otras nuevas, de tal manera que, en los próximos 10 años, no menos del 80% de la semilla que se emplee en los planes corrientes de reforestación, que también van en ascenso, provenga de estas fuentes.

3.5 Capacitación

La capacitación que tuvo un auge significativo hasta finales de los años 80 y principios de los 90 constituye desde hace más de 10 años un gran problema al igual que la formación de ingenieros y técnicos forestales cuya cantidad no suple en algunos territorios el éxodo de personal técnico hacia otras actividades mejor remuneradas y a las necesidades crecientes de personal especializado.

No obstante se deben mencionar como aspectos puntuales, la capacitación dada a más de 900 especialistas y técnicos forestales en diversos temas lo que fue posible gracias a la ejecución de proyectos de cooperación con el PNUD y la FAO sobre fortalecimiento del Servicio Forestal y de la actividad contra incendios forestales en Cuba.

3.6 Estructura del sector forestal

A partir de la década de los 90 cuando ocurren cambios trascendentales en la economía y política internacionales se hizo necesario para la subsistencia del país realizar profundos cambios en la estructura de las relaciones de producción fundamentalmente en el escenario rural las cuales también influenciaron al sector forestal.

El país transformó las grandes empresas agrícolas estatales en Unidades Básicas de Producción Cooperativas entregando el 85% de las tierras cultivables a estas unidades y a otros usufructuarios privadas e individuales.

A partir de estas transformaciones se han producido profundos cambios en el sector forestal, estableciéndose la siguiente estructura:

• La Dirección Forestal Nacional. Máxima autoridad del Sector Forestal la cual dirige técnica y metodológicamente a los Servicios Estatales Forestales de las 14 provincias y 165 municipios del país. Esta estructura (Fig. 5) funciona desde enero de 1997 ejecutando las tareas estatales dentro del sector forestal previstas en la Constitución de la República, y en la Ley 85, Ley Forestal y sus disposiciones complementarias.

• El Grupo Empresarial Agropecuario de Montaña (GEAM). Está compuesto por 29 Empresas Forestales Integrales las que tienen bajo su administración la mayor parte del patrimonio forestal del país. Estas empresas ejecutan actividades de fomento, manejo y uso de los recursos forestales dentro de su patrimonio y son responsables de la producción de los mayores volúmenes de productos forestales, madereros y no madereros, y de su transformación primaria.

• Nueva Forestal SA. Es una asociación surgida en 1998 a la cual se le subordinan dos EFI (La Palma y Minas de Matahambre) y una planta de de impregnación de maderas. en total administra una superficie de bosque de 86 299 ha de las cuales 35 000 son plantaciones, fundamentalmente de coníferas y eucaliptos.

• La Empresa Nacional de Protección de la Flora y la Fauna. Esta entidad posee el 95% de las Áreas Protegidas Terrestres del país (48), con 868,8 miles de hectáreas de bosques (6% del territorio nacional) administrados por 24 establecimientos distribuidos en todas las provincias.

• Instituto de Investigaciones Forestales. Tiene una experiencia acumulada de más de 30 años. Presenta importantes logros y cuenta con más de 350 investigadores y especialistas y 7 Estaciones Experimentales.

• El Cuerpo de Guardabosques de la República de Cuba. Es un órgano que cumple funciones estatales en interés de la protección de los recursos naturales y el manejo del fuego. Se subordina al Ministerio del Interior y para ejercer la protección se divide en seis Ecoregiones y cuenta con 2000 efectivos, de los cuales, 500 están dedicados al Manejo de Fuego. Existen 34 Brigadas Profesionales de Prevención y Combate de Incendios Forestales (Fig. 6).

• Sector Cooperativo y Campesino. Hasta hace relativamente poco tiempo, este sector no tenía una gran incidencia en la actividad forestal. Sin embargo a partir de 1993 con la creación de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa y la entrega de tierras a pequeños productores fueron traspasadas al sector privado aproximadamente el 85 % de las tierras cultivables del país lo que ha incrementado la superficie forestal en este tipo de administración. Actualmente son tenientes de recursos forestales los campesinos individuales, las Cooperativas de Producción Agropecuaria, las Cooperativas de Créditos y Servicios y las Unidades Básicas de Producción Cooperativa. Además, existen miles de usufructuarios individuales con bosque dentro de sus tierras cuya extensión es normalmente pequeña.

• Otras Empresas Agrícolas. Entre las mismas se encuentra las empresas ganaderas, tabacaleras y de cultivos varios las cuales anualmente ejecutan actividades de reforestación y manejos de su patrimonio forestal. Sobresale por su importancia el Grupo de Empresas del Tabaco que a partir de hace unos años delineó una política certera para el autoabastecimiento de madera de uso directo, fundamentalmente cujes y otros surtidos empleados en todo el proceso de producción de los famosos habanos. Actualmente cuenta con 2 233 ha de plantaciones de eucalipto con estos propósitos las cuales manejan en turnos cortos por el método de tallar.

• Empresas Agroforestales de Montaña. Se subordinan al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y ejecutan actividades de reforestación, manejos de bosque y aprovechamiento. Asimismo producen madera aserrada y otros surtidos.

3.7 La enseñanza forestal

Fundada en 1968 en la Facultad Agropecuaria de la Universidad de la Habana la Carrera de Ingeniería Forestal constituyó junto a la creación del Instituto Tecnológico Forestal “Invasión de Occidente” y del Instituto de Investigaciones Forestales uno de los pilares sobre los que se ha sustentado el desarrollo forestal de Cuba.

En los 35 años transcurridos desde su fundación han egresado de la Facultad Forestal un total de 1 706 Ingenieros Forestales de los cuales 1 547 han sido cubanos y 159 extranjeros provenientes de 20 países de América Latina y de África.

La institución responsabilizada con la formación de los ingenieros forestales lo constituye la Facultad Forestal y de Agronomía de la Universidad de Pinar del Río, constituyendo el Departamento de Producción Forestal el encargado con la dirección del proceso docente

La Enseñanza Forestal Universitaria ha estado concebida con un Plan de Estudios enmarcado en 5 años con un total de 6 776 horas donde se incluyen las tres componentes principales: académica, laboral e investigativa y organizado en disciplinas académicas que responden a las principales Esferas de Actuación en correspondencia con el Problema Profesional que debe enfrentar el Ingeniero Forestal una vez egresado de las aulas universitarias.

El claustro de profesores de la carrera de Ingeniería Forestal está formado por 52 Profesores donde el 70 % posee el Grado Científico de Doctor en Ciencias Forestales y el 25 % posee Categorías Docentes superiores (Profesores Titulares y Auxiliares).

En correspondencia con el Programa de Desarrollo Forestal del país en estos 30 años el cual ha estado dirigido fundamentalmente a la creación de nuevos bosques y al manejo de los existentes, la formación de los Ingenieros ha tenido su peso fundamental en la Silvicultura, la Ordenación y la Protección del Bosque. Sin embargo, para dar respuesta a exigencias específicas del sector productivo relacionadas con el aprovechamientos y la industria forestal encaminada a lograr el aprovechamiento integral y sostenible de los recursos forestales se ha creado un Sistema de Educación de Post-Grado el cual permite a través de las diferentes modalidades dar respuesta a las exigencias para la formación especializada en las áreas antes mencionadas.

En promedio en los 35 años transcurridos se han estado graduando alrededor de 45 Ingenieros Forestales en cada año, lo cual le ha permitido al país contar con un indicador de aproximadamente 1 Ingeniero Forestal por cada 1 500 ha de bosque, el cual está en correspondencia con el existente en los países desarrollados. Hay que destacar que alrededor de 375 de los egresados (25 % del total) ocupan funciones docentes, de investigación, como directivos, así como especialistas no vinculados directamente a la producción, lo que se corresponde igualmente con indicadores internacionales.

Prevaleciendo el concepto integrador de la docencia, la investigación y la producción fue creado en el año 2001 el Centro de Estudios Forestales de la Facultad Forestal responsabilizado con la proyección y ejecución de las investigaciones forestales en la universidad y rector de la política de superación Post-Graduada en la rama forestal en el país.

El Sistema de Post-Grado para garantizar la superación continua de los egresados contempla todas las modalidades aprobadas por la Comisión de Educación de Post-Grado del Ministerio de Educación Superior: Superación dinámica, Cursos, Entrenamientos, Diplomados, Especialidades, Maestrías y Doctorados.

Anualmente aproximadamente 500 profesionales, especialistas y técnicos forestales de diferentes niveles reciben algún curso o actividad de superación.

La Maestría en Ciencias Forestales se imparte en su tercera versión sobrepasando los 100 alumnos que la han recibido.

El Doctorado en Ciencias Forestales, vigente desde 1998 ha egresado un total de 29 Doctores, pertenecientes a instituciones docentes, científicas y productivas. Para la conducción del Doctorado existe un Programa el cual permite la formación tanto de doctorantes cubanos como extranjeros.

De forma sistemática especialistas del Instituto de Investigaciones Forestales y de otras instituciones científicas están vinculados tanto a la enseñanza de pregrado como a la de postgrado, formando parte del claustro del Departamento.

El Instituto Tecnológico “Invasión de Occidente” fundado en 1967 ha sido la institución encargada durante muchos años de formar a técnicos medios forestales y obreros calificados. Últimamente se forman técnicos forestales también en otros dos Institutos Politécnicos Agropecuarios

La carrera de ingeniería forestal se ve favorecida con la apertura en el curso 2002-2003 de dos facultades forestales, una en la Universidad Agraria de Bayamo y la otra en la Universidad de Sabaneta con una matrícula entre ambas de alrededor de 30 alumnos.

Finalmente se debe hacer mención a la existencia de 4 facultades de montaña que forman ingenieros en producción agrícola especializados en ecosistemas montañosos. En su formación se contemplan aspectos relativos a la silvicultura y producción forestal en estos ecosistemas.

3.7.1 Recursos humanos

En la actualidad laboran en la actividad productiva en todo el país alrededor de 35 000 trabajadores como promedio de los cuales el 85 % aproximadamente son obreros vinculados directamente a la producción (70 % dedicados a la silvicultura y el 30% a la industria y actividades de aprovechamiento) y el resto son funcionarios, técnicos, obreros de servicio y dirigentes.

Si a esta cifra le sumamos el personal que trabaja en actividades de investigación y docentes, de protección y en el Servicio Estatal Forestal, el total de trabajadores del sector no sobrepasa los 40 000 cifra que no es significativa en comparación con otras ramas de la economía.

No obstante, de acuerdo con las proyecciones, el número de trabajadores en nuestro sector debe crecer sustancialmente para dar respuesta a los planes que más adelante se detallan.

3.8 Situación actual del sector forestal

Cuantitativamente y visto desde el punto de vista económico el sector forestal tiene poca importancia para el país (menos del 1% del PIB). Sin embargo, analizado en su totalidad y globalmente, las producciones del sector forestal son decisivas para innumerables ramas de la economía (industria azucarera, producciones agropecuarias, turismo, transporte) y por supuesto de la sociedad en su conjunto (salud, educación, cultura) sin tener en cuenta las funciones medio – ambientales y ecológicas de los bosques.

La demanda actual de todos los productos forestales, madereros y no madereros es muy superior a la producción por lo que el mercado para estos productos está asegurado. A mediano y largo plazo se prevé que está situación sé mantendrá igual, o sea, habrá mercado seguro para los productos forestales.

La actividad forestal actualmente no es una fuente sustancial de empleo en comparación con otros sectores, sin embargo en algunas zonas del medio rural, es la única.

Previous PageTop Of PageNext Page