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3 Tendencias en los últimos años y situación actual del sector forestal

3.1 Importancia del sector forestal a escala económica, ambiental y social para el país

Los bosques mantienen una cubierta del 79% del área total de la tierra de Belice (CSO, 2000). El bosque latifoliado ocupa la mayor cantidad del área de alrededor de un 70% y el pino ocupa un distante segundo lugar con 2.98% (ver el cuadro No 5). El 5.59% restante se compone de bambusales, vegetación arbustiva, manglares y palmas.

Bajo la Dirección del Plan del Sistema Nacional de Áreas Protegidas para Belice, se ha hecho un importante esfuerzo, consciente y deliberado, para poner por lo menos una porción de cada uno de los ecosistemas principales de bosque dentro de un sistema de áreas de protección, considerando la conservación de la biodiversidad vis a vis con el manejo convencional de la madera y la protección convencional de las cuencas hidrográficas, aunque éstas siguen siendo consideraciones importantes. La meta era conseguir por lo menos el 10% de cada ecosistema del bosque bajo cierta forma de protección. A pesar de que esta meta no se ha alcanzado para todos los tipos de vegetación, actualmente hay una buena representación bajo cobertura protegida de las diferentes áreas que, en muchos casos, exceden lo prescrito por el programa.

Cuadro 5 Cobertura forestal en hectáreas al año 1994

Clase de bosque

Área Has

% de la superficie Total

Bosque Latifoliado

1,419,000

65.12

Bosque Latifoliado Abierto

12,031

0.55

Bosque de Pino

57,625

2.64

Bosque de Pino Abierto

7,307

0.34

Bosques Latifoliadas no Comercial

84,838

3.89

Bosque Secundario “Guamil”

18,859

0.87

Bambú y Vegetación a la orilla de ríos

11,527

0.53

Vegetación arbustiva a lo largo de la costa

2,483

0.11

Manglares medios y altos

7,820

0.39

Manglares bajos

23,460

1.08

Salinos, suampos, vegetación con palmas y manglares

34,487

1.58

Pantanos

41,963

1.68

TOTAL

1,721,400

79.00

Fuente: Land Information Center, 1994, in NBSAP. 1998

Con el agotamiento de la madera en tierras nacionales, ha habido un cambio de las actividades de la silvicultura de concesiones en tierras privadas y públicas a las reservas de bosque maderable, los cuales representan los últimos remanentes, de acuerdo con el último inventario nacional. Los estudios, en el pasado, han indicado que solamente cerca del 14 % de las tierras forestales son aptas para la producción forestal; de ellas el 4.4% se ubican en terrenos nacionales y el 9.6% restante en áreas protegidas y terrenos privados. Esta categorización de terrenos aptos para el desarrollo de la actividad productiva forestal, no se refleja en la política forestal del país.

Figura 2 Tipos de permiso para explotación de madera aplicados en 1998 y 1999

3.1.1 Los productos no maderables

Los productos No-maderables del bosque requieren atención especial, puesto que tienen gran potencial para el aprovechamiento y el uso como recurso sostenible. Más allá de las aplicaciones (sin embargo no siempre sostenibles), han incluido la extracción del látex del zapote (Manilkara zapota, fam. Sapotáceas) para la fabricación del chicle y el uso de hierbas medicinales. Otros bienes a partir de los productos No-maderables del bosque son la miel, las materias primas para la artesanía, paja de las palmas del bosque, Xate (Chamedorea spp.), houseplants, las especias, los aceites, productos farmacéuticos, semillas, plantas de semillero del árbol, plantas de orquídea, los postes, las plantas medicinales y las frutas.

En la actualidad, especies como el Xate en Belice se están aprovechando ilegalmente por “Xateros” no beliceños que cruzan la frontera desde el Petén para cosechar Xate en áreas protegidas beliceñas. El aprovechamiento del Xate representa una industria de aproximadamente $US 30 millones en la región. El Departamento Forestal en Belice apenas está en el proceso de otorgar permisos de cosecha a beliceños para el aprovechamiento de esta palma, cuyas hojas son codiciadas para arreglos ornamentales en los Estados Unidos y Europa. Otra especie que merece atención es la palma para paja (Sabal mauritiformis) que tradicionalmente se utilizaba en la construcción de los techos de las casas y otras estructuras rurales. En la actualidad existe una alta demanda para las hojas de esta palma para la construcción de techos de cabañas y otros edificios en la creciente industria turística.

3.1.2 El Sistema Nacional de Áreas Protegidas

La conservación en Belice data desde 1920, y el establecimiento de reservas forestales ha sido parte del manejo y modernización del desarrollo industrial forestal. Cinco de las Reservas existentes (Freshwater Creek, Sibun, Silo Grass, Vaca y Columbiam River) fueron creadas en 1930 (BELIZE’S INTERIM FIRST NATIONAL REPORT, 1998). La más reciente reserva creada es Terra Nova, en 1994. Hoy día, alrededor del 50% de los bosques estatales son considerados como de protección (Castañeda 1999).

Belice es el país de la región con mayor proporción del territorio destinado a llevar a cabo acciones de conservación de la biodiversidad. Cabe destacar la importancia que el país le ha dado a la conservación de recursos marinos y el creciente interés por la conservación del patrimonio cultural (García, 1996).

El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) en Belice cuenta con aproximadamente 1,033,220.96 hectáreas, lo que representa alrededor del 45.3% del territorio nacional. De ellas, únicamente el 38.3% (874,568 hectáreas) corresponden a áreas protegidas forestales; el 7% restante corresponde a Reservas Marinas.

La administración del SINAP está a cargo del Departamento Forestal del Ministerio de Recursos Naturales, Ambiente e Industria, instancia adscrita directamente al Primer Ministro del país. Pero existen otras dos instancias que pueden declarar y administrar áreas protegidas: el Departamento de Pesca y el Departamento de Arqueología (Manzanero, 1997).

Dentro de las potestades del Departamento Forestal figura el declarar las áreas protegidas según lo considere oportuno. Además, tiene como misión preservar y proteger los principales recursos naturales y culturales del país, a través de mecanismos que permitan el involucramiento de los habitantes y que éstos se beneficien de esa participación, haciendo uso adecuado de los recursos naturales.

Reconociendo la importancia de las áreas protegidas, el Ministerio de Recursos Naturales designó una fuerza de trabajo en Octubre de 2003 para el desarrollo de una política y plan para el Sistema de Áreas Protegidas de Belice. Posteriormente, el gabinete aprobó esta iniciativa que tiene cinco componentes. La primera componente está próximo a ser completado. Esta componente busca la formulación de una política ámplia de Áreas Protegidas, a través de la cual se establece la fundación cualitativa del proceso de planificación. Se espera que una versión preliminar de la política, que establecerá principios y criterios para el sistema de áreas protegidas, sea entregada en Noviembre del 2004 al Ministerio de Recursos Naturales y posteriormente al gabinete para su revisión y aprobación.

La segunda componente de esta iniciativa de planificación esta desarrollándose actualmente, y pretende determinar el estado actual del Sistema de Áreas Protegidas y evaluar las oportunidades para su re caracterización en lo referido a amplitud, representatividad, adecuación, balance y coherencia. Esta componente determinará si las actuales áreas protegidas brindan suficiente hábitat a las especies en conservación y si existen ecosistemas que no están adecuadamente (o no lo están totalmente) representados o cubiertos por las áreas protegidas existentes.

La tercera componente establecerá los Procedimientos de Manejo y Uso Sostenible de las Áreas Protegidas determinando y evaluando los procedimientos de administración y manejo empleados actualmente por los diversos administradores de áreas protegidas y agencias relacionadas al tema, y su capacidad de reflejar el pleno cumplimiento a través de los procedimientos adicionales y la legislación adaptada.

La cuarta componente, probablemente la más importante de esta iniciativa de planificación de áreas protegidas es la búsqueda de identificar y cuantificar en términos económicos los beneficios derivados de las áreas protegidas. Se considera que la escasa contribución del sector forestal (y por extensión, de las áreas protegidas) al desarrollo económico, puede ser resultado de una escasa comprensión del rango de bienes, beneficios y servicios que son derivados de los recursos forestales.

Finalmente, la quinta componente busca desarrollar guías para mejorar la estructura de manejo del sistema de áreas protegidas en términos de coordinación, eficiencia y efectividad, con un conjunto amplio de procedimientos de monitoreo puestos en ejecución.

3.1.3 Proyectos del cambio del clima en el sector de la utilización del suelo y de la silvicultura

Belice tiene un potencial de al menos 600,000 toneladas de carbono factibles de comercializar en el mercado internacional del carbono, producto de un total de 182,478 hectáreas de terrenos aptos para desarrollar proyectos forestales que clasifican dentro del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto.

El país ha propuesto varios proyectos de cambio climático con anterioridad, pero de ellos solamente uno se inserta específicamente dentro del sector de la utilización del suelo y de la silvicultura, mientras que otro se está planeando actualmente. Estos proyectos son:

3.2 Tendencias en últimos años

3.2.1 Uso del recurso

A finales de los años 80 principios de los 90, con la entrada al mercado de nuevas tecnologías y la aplicación en el país de sistemas de ordenamiento territorial, se llega a la conclusión de que, aunque la cobertura forestal del país es de 79%, la realidad es que solo el 73.4% de esa cobertura se puede considerar como arbórea y, de ella, el 14% es apta para la producción de madera en forma sostenible. El resto de la cobertura forestal debe manejarse más en función de la protección de la biodiversidad y de la producción de servicios ambientales.

No obstante estos avances, a la fecha no existe un inventario forestal que oriente sobre la disponibilidad de tierras forestales en el país. De acuerdo al Departamento Forestal, los inventarios forestales son exigidos en la actualidad, para registrar los bloques sometidos anualmente a concesiones forestales. Existen indicios de que el aprovechamiento de
Caoba (Mahagony sp.) y Pino exceden muy por encima de la Corta Anual Permisible. Esto también indica que existe un alto porcentaje de corta ilegal que necesita ser evaluada. Se debe también reconocer que el actual sistema de licencias, tipos de licencias forestales y permisos han contribuido al uso no sostenible del recurso maderable.

3.2.1.1 Plantaciones

La existencia de una cobertura forestal tan alta pareciera haber influenciado en el poco interés de desarrollar las plantaciones forestales. A la fecha, se indica que existen alrededor de unas 3,000 hectáreas en todo el país, las cuales forman parte de algunos ensayos de pino realizados por el gobierno en Punta Gorda y algunas pequeñas plantaciones de caoba privadas recientes. El Departamento Forestal analiza actualmente la viabilidad de condicionar el otorgamiento de licencias de aprovechamiento forestal con la obligatoriedad de realizar plantaciones forestales de enriquecimiento. Se requiere poner en marcha requisitos e incentivos.

3.2.1.2 Licencias Forestales

En tiempos de la colonia, los ingleses ofrecían concesiones forestales bastante grandes que, por lo general, eran delimitadas por ríos y entre ellos se otorgaba un área a todo lo largo de tres millas. De lo anterior, se partió bajo un criterio de que el tamaño de la concesión permitía realizar el manejo sostenible, ya que ofrecía economías de escala. Con el tiempo, las concesiones se han reducido considerablemente, siendo otorgadas algunas de ellas bajo criterios más políticos y menos técnicos, lo cual está propiciando la falta de integración bosque-industria, ya que la superficie no se considera suficiente para abastecer en forma permanente y sostenida una industria.

Existe preocupación por parte de aquellos industriales más tradicionales y que desean respetar las reglamentaciones, por la forma en que se están asignando las concesiones, limitando cada día más aquellas industrias con mayor capacidad. Éstas se ven obligadas a abastecer sus necesidades de materia prima de terceros que no siempre actúan dentro de la ley. Eso está obligando al Departamento Forestal a una revisión de la actual regulación y leyes respecto a la asignación de este tipo de licencias. Al mismo tiempo, se está considerando establecer vedas en ciertas regiones donde se conoce que no existe bosque apto para esta actividad. Las reservas forestales están siendo consideradas solo para operaciones de manejo forestal de largo plazo.

3.2.2 Industria

En Belice existen 45 aserraderos, con una capacidad instalada de alrededor de 200,000 metros cúbicos anuales.

Figura 3 Principales industrias de la Madera y su producción

La industria trabaja al 50% de la capacidad existente, datos de 1999 indican que tres aserraderos procesaron el 18% aproximadamente (uno con 9,000 metros cúbicos por año y los otros dos con 4,000 metros cúbicos por año). Otras 10 empresas de aserrío trabajaron el 30%, con una capacidad instalada de 3,000 metros cúbicos por año; y el restante 52% se concentra en 32 aserraderos que tienen una capacidad en el rango de 500 a 2.000 m³ por año.

Según las estadísticas del Departamento Forestal, la industria forestal nacional procesó, en el año 1999, 60,145 metros cúbicos/rollo, de los cuales solamente un 39% procedía de concesiones forestales ligadas a industrias existentes.

Cuando analizamos las estadísticas forestales del Departamento Forestal, podemos asumir que alrededor de 47,473 metros cúbicos provienen del aprovechamiento de alrededor de 30 especies en donde el pino aporta un 50% aproximadamente, la caoba un 8.4% y el 41.6% restante procede de 28 especies más. Ver Cuadro No. 6.

Cuadro 6 Producción de las principales especies en metros cúbicos

    Especies

Producción nacional total

Producción sostenible

1998

1999

1998

1999

    Banak

191.0

398.3

34.8

30.4

    Barba Jolote

510.4

363.3

262.5

14.0

    Billy Webb

416,5

386.2

   

    Bastard

   

2.0

 

    Bitterwood

637.4

381.0

59.7

 

    Black Cabbage

1,268.5

443.0

73.1

22.7

    Bark

       

    Buffet Tree

803.3

658.9

   

    Carbon

   

114.5

43.1

    Cedar

1,013.8

585.3

26.2

 

    Cedrillo

   

75.8

 

    Cotton

1,128.2

693.7

   

    Granadillo

   

19.5

 

    Hobillo

   

24.6

19.9

    Ironwood

   

97.8

91.6

    John Crow Bead

   

10.1

 

    Mahogany

6,588.0

4,078.8

182.9

97.6

    Male Bullhoof

1,064.0

626.5

140.3

27.5

    Monkey Apple

   

209.2

300.5

    Mylady

1,577.6

747.0

33.3

4.7

    Nargusta

1,552.7

946.4

378.2

97.9

    Pine

25,278.4

24,215.1

7,465.1

10,108.9

    Red Silion

   

22.3

57.8

    Salmwood

   

4.1

 

    Santa María

6,910.5

4,655.6

220.3

48.7

    Sapodilla

568.0

245.7

312.9

38.1

    Silion

   

78.1

17.4

    Tambran

565.9

416.7

   

    White Breadnut

   

279.0

257.5

    Yemeri

5,044.2

5,570.0

244.1

 

    Subtotal

56,452.7

46,687.0

10,429.9

20,057.1

    Otras Especies

4,117.2

2,046.6

130.4

74.5

    TOTAL

60,570.0

48,733.7

10,560.3

11,411.1

En cuanto al alto porcentaje de transformación del pino, es conveniente analizar si esto obedece a la oferta existente producto del ataque del descortezador de los pinos, que puso a disposición de la industria altas cantidades de materia prima de esa especie.

Con relación a la caoba, de la cantidad de metros cúbicos procesados, el 86% se exportó, mientras que el restante 14% se procesó en el país en carpinterías para la construcción de muebles y otros. Esto está provocando una fuerte crítica por parte de los trabajadores de la madera, quienes quisieran una política más orientada hacia el uso de esas maderas en el país y, por lo tanto, un mejor reacondicionamiento de la industria, que facilite la transformación y el mayor valor agregado a los productos del bosque.

Figura 4 Producción por especies

3.2.3 Áreas Protegidas

Con la independencia de Belice, en 1981, también se crea el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y se establece la Ley de Protección de Vida Silvestre. Bajo este marco legal, en 1982 se declara la primera área protegida de Belice como país independiente: el Monumento Natural Half Moon Caye.

Para el 2004, el sistema cuenta con más de 60 áreas protegidas en Belice, incluyendo las reservas públicas y privadas (PROARCA, 2004). Este total se ha aumentado posteriormente con la adición de varias áreas protegidas pequeñas. Otras más se están promoviendo activamente para su inclusión en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. De las 60 reservas ya incluidas, 57 tienen designación estatutaria y 3 son reservas privadas, de las cuales solamente el Área de Manejo y Conservación de Río del Bravo tiene apoyo legal. Las áreas protegidas tienen distinta designación, incluyendo reservas del bosque, parques nacionales, reservas de naturaleza, santuarios de la fauna, monumentos nacionales, reservas arqueológicas, reservas privadas y reservas marinas. Estas designaciones nos indican el tipo de actividades que pueden implementarse dentro del área protegida. El área para estas diversas categorías de protección se detalla en el siguiente cuadro.

Cuadro 7 Superficie del Sistema Nacional de Áreas Protegidas

Categoría

Hectáreas (legal)

Hectáreas (SIG)

Reservas Forestales

407,326.63

411,078.75

Reservas Privadas

113,090.55

107,648.73

Reservas de la Corona

----------------

---------------

Reservas Naturales

45,237.23

44,399.43

Monumentos Naturales

6,297.03

6,301.09

Santuarios de Vida Silvestre

150,079.33

150,079.33

Parques Nacionales

152,538.13

159,972.77

Reservas Marinas

158,652.08

158,652.08

TOTAL

1,033,220.96

1,038,132.18

3.3 Conclusiones de las tendencias y situación actual del sector forestal

Existe un 14% del territorio nacional que puede dedicarse a la producción forestal sostenible en Belice.

El Sistema Nacional de Áreas Protegidas ha propiciado una política más congruente, respaldada por el Estado, lo cual ha permitido que hoy las reservas representen el 45.3% del territorio nacional, incluyendo las Reservas Marinas. Las áreas protegidas con bosque representan el 38.3% del territorio nacional, pero un ordenamiento de las tierras forestales cubierta de bosque podría elevar este porcentaje al 40%; y el total a un 47% del territorio nacional

El potencial de tierras aptas para desarrollar proyectos forestales dentro del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto, es significativo y puede constituirse en un mecanismo financiero de importancia para apoyar la reforestación.

Desafortunadamente, los inversionistas dentro del sector forestal no cuentan con reglas claras para continuar invirtiendo en el desarrollo del sector, sobre todo porque no existe seguridad con respecto al abastecimiento de materia prima en forma continua y sostenible.

La capacidad de la industria instalada es de 200,000 m3 por año. Actualmente está operando al 50%, lo que hace pensar que una mayor demanda de madera por parte del crecimiento de la población no requeriría de nuevas instalaciones para la transformación primaria. En el caso de la transformación secundaria, es muy posible que sí se requiera de una inversión adicional, principalmente en lo que respecta a equipos de secado, equipo para muebles y otros.

El pino, a pesar de ocupar el 3% del territorio nacional, comparado con el bosque latifoliado que ocupa más del 70.4% del territorio; ha llegado a abastecer el 50% de la madera que actualmente consume la industria.

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