Hay pocas dudas de que la participación del sector en la ordenación de la pesquería ha recibido poca atención en la mayor parte de los países. Esta participación se limita en general a una función de asesoramiento, confiada a los representantes del sector.
Dado el carácter de las decisiones que deben adaptarse para la ordenación de la capacidad pesquera, sería recomendable reforzar el papel del sector al analizar los planteamientos alternativos y establecer medidas específicas. Los representantes del sector deberían ser capaces de asesorar sobre la respuesta probable ante las diferentes medidas, y proponer alternativas para hacer frente al problema. Además, al introducirse medidas de ordenación de la capacidad, parecería inevitable que el sector tuviera que desempeñar un papel activo en la aplicación, con una orientación progresiva hacia una u otra forma de ordenación conjunta.
Las organizaciones pesqueras se crean en general para conseguir varios objetivos: gestión de puertos, comercialización conjunta, participación en planes de crédito y otros esfuerzos de desarrollo y defensa de los intereses del grupo (globales, por áreas o por segmentos de la flota). La forma en que se organizan los pescadores es importante pero no transcendental cuando la organización tiene fundamentalmente un papel de asesoramiento. Para desempeñar un papel activo en la aplicación de las medidas de ordenación de la capacidad, los pescadores quizá tengan que reorganizarse de acuerdo con diferentes parámetros.
Para conseguir la participación eficaz en la ordenación de las pesquerías y de la capacidad pesquera, las organizaciones del sector y de los pescadores deberán estar en consonancia con el sistema de ordenación que se esté aplicando. La introducción de un nuevo sistema puede exigir alguna modificación en la forma en que se organizan las partes interesadas. Las autoridades pesqueras deberían facilitar esta reorganización, cuando sea necesario.
El papel concreto que corresponderá al sector dependerá del sistema de ordenación de la capacidad. Al avanzar hacia un sistema de ordenación conjunta, podrían delegarse algunas responsabilidades específicas a las organizaciones del sector y de los pescadores.
Otro tema importante es el clima que caracteriza actualmente las relaciones entre las autoridades pesqueras y el sector. Aquellas son consideradas en general por éste como "organismos reguladores", que además tendrían muchas deficiencias. Por otro lado, las autoridades pesqueras consideran en general que el sector se interesa fundamentalmente por los beneficios a corto plazo y por conservar las numerosas ventajas que hayan podido adquirir en el marco de anteriores políticas de expansión. Quizá sea importante que los Estados que se encuentran en esta situación adopten medidas importantes para establecer un entorno más constructivo y, con el tiempo, crear una relación de asociación con el sector.
