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Opciones y los factores que hay detrás de ellas


Muchas regiones del mundo carecen de máquinas, aun cuando sus necesidades son urgentes. Este documento aborda aquellas situaciones en las que aún hay mucho lugar para el desarrollo rural.

Opciones comerciales

Al crear una empresa, un primer paso es determinar el potencial de uso o comercialización que presenta el producto. Si bien una de las ventajas principales del negocio del procesamiento es que evita las agotadoras tareas diarias como son descascarar, moler o limpiar, no hay forma de absorber el costo de la maquinaria si el producto está destinado a consumo personal. Por esa razón, es imperativo conocer las siguientes hipótesis alternativas de propiedad y mercados.

Propietario

El propietario o los propietarios pueden ser:

Ventas/mercados para los productos

Pueden corresponder a:

Es necesario crear un plan de negocios sencillo, aun cuando no sea por escrito. La seguridad del negocio por una cantidad de años es vital. Si se debe pagar el precio de una máquina durante un determinado periodo, se debe identificar claramente los mercados para los productos y las probables utilidades. Si bien el concepto estudio de mercado suena complicado, es una necesidad esencial para poder determinar las ventas potenciales de los productos y conocer los factores que afectarán estas proyecciones. El diálogo con otros agricultores, vecinos o ancianos tribales puede contribuir a aumentar el grado de conciencia respecto de los planes y objetivos de otros agricultores o grupos de la región. De esta forma, es posible evitar una constante competencia y potenciar la colaboración con otros, de manera tal que los márgenes de ganancia no se vean reducidos porque cada uno de los actores lucha por conservar su rentabilidad. Si sólo una persona de la comunidad cuenta con una máquina, esta situación constituye una desventaja para los demás miembros de la misma. Es posible que sus productos no procesados no puedan competir con otros elaborados y, en consecuencia, no se vendan. Otras comunidades rurales pueden igualmente verse afectadas y, a poco andar, toda una región puede resultar desestabilizada en lugar de gozar de seguridad. Resulta más aconsejable compartir los riesgos y los beneficios en vez de concentrarse en un solo agricultor. Una forma de lograr el éxito es incluir a tanta gente como sea posible en la decisión de invertir en maquinaria y compartir los riesgos. De esta forma, se genera un sentido más amplio de propiedad y responsabilidad, situación que sumada a un poco de suerte, debería llegar a una base de clientes más extensa. Los esfuerzos de investigación pueden arrojar que los mercados son más extensos que lo que se había anticipado y que las comunidades locales requieren de tipos específicos de alimentos en especial, como resultado del crecimiento de la urbanización. Conocer estos datos de antemano implica que es posible adquirir una máquina de mayor tamaño, con lo que la operación se tornará más eficiente y aumentarán las oportunidades de empleo generadas por el negocio. Es muy posible que este proceso requiera de ayuda externa de organizaciones no gubernamentales (ONG), organismos donantes o funcionarios del gobierno local. Una vez que se ha avanzado bastante en el proceso de desarrollo, se pueden incorporar al proyecto global para la región la construcción de caminos, instalación de teléfonos, el suministro de energía eléctrica, mejor suministro de agua potable, alcantarillados e instalaciones de suministro agrícola. El financiamiento para nueva tecnología puede originarse en una diversidad de fuentes. Las organizaciones de asistencia han financiado una cantidad de empresas en el pasado y los bancos siempre han estado dispuestos a otorgar créditos en un contexto seguro, aun cuando casi siempre mediante altas tasas de interés que elevan la exposición del agricultor.

Los programas de préstamos del estado suelen ser más seguros, pero no siempre son fáciles de obtener. Por lo general, los comerciantes estarán dispuestos a diseñar y aplicar un programa, si bien sus intereses serán puramente comerciales y no siempre irán en beneficio del comprador. En muchas oportunidades, ésa es la forma en la que se venden máquinas inadecuadas. Los agricultores carentes de educación o capacitación y supeditados a un ambiente inestable no constituyen la mejor de las opciones en materia de préstamos. Incluso en los casos en que puedan pagar al contado haciendo uso de sus ahorros, es imperativo que identifiquen a un comerciante confiable que los aconseje sobre el mejor producto a comprar. Los servicios locales de extensión agrícola pueden ser sumamente útiles para alertar a los agricultores respecto de cuestiones tales como la competencia, la disponibilidad de préstamos, los comerciantes serios que operan en la región y la asesoría técnica. El desarrollo comercial tiene el potencial de estimular la economía local. De esta forma, grandes compañías pueden seleccionar una región por considerarla apta para la producción de un cultivo específico, como sería el coco o el maní y entregar adelantos a la comunidad local con miras a adquirir el producto primario procesado.

Incluso es posible que estén dispuestos a proporcionar la inversión inicial para la maquinaria necesaria para el procesamiento rural. Habitualmente, los cultivos comerciales se producen en gran escala, si bien algunos cultivos se prestan para la producción local. La presencia de un gran inversionista puede contribuir significativamente al suministro de maquinaria, semillas de gran calidad, fertilizante, información de cultivo y oportunidades de comercialización. El éxito de tales empresas dependerá del grado de dependencia que presente la comunidad respecto del inversionista. Cada una de las partes debe proteger sus propios intereses, situación que genera conflictos. Con frecuencia es más aconsejable que la comunidad conserve su independencia y no se vea limitada a un solo cultivo.

Es muy importante mantener los niveles de calidad. Por ejemplo, los agricultores que procesan el maíz que cultivan en sus tierras pueden echar por tierra el éxito de su negocio si el procesamiento es de calidad deficiente, en circunstancias que al operar a través de una central de procesamiento o de un comerciante podría obtenerse un producto de mayor calidad. Es necesario mantener y procesar los cultivos tradicionales, de manera que la vida de la región reciba el menor cambio posible. Con todo, la introducción de nuevos cultivos e instalaciones de procesamiento multiplica las posibilidades de empleo, mayor seguridad y futuro sustentable.

Opciones relativas a maquinaria

Por clara que parezca la opción de adquirir maquinaria, aún es necesario recopilar toda la información que sea posible al respecto. Es preferible ver las máquinas en funcionamiento en cualquier planta y dialogar con sus propietarios. Los comerciantes pueden disponer de un abanico de tipos y tamaños para ofrecer y orientar al comprador respecto de las características individuales, sin embargo, es probable que el mejor consejo lo entreguen los funcionarios de extensión agrícola y quienes ya cuenten con su propia máquina. Sin duda, del dinero que disponga el comprador y del potencial de la máquina serán factores determinantes.

En un contexto ideal, las máquinas deberían tener una vida útil de 10 años; en algunos casos, hay máquinas que funcionan adecuadamente por más de 20 años, mientras que otras presentan vidas más cortas por una serie de razones. Una variable fundamental es el mantenimiento periódico, factor que involucra disponibilidad de repuestos y conocimientos técnicos de reparación. Muchas máquinas procesadoras son como el dicho: duran para siempre hasta que aparecen otras mejores y el precio deja de ser prohibitivo. Por otra parte, es necesario contar con una fuente confiable de materias primas y combustible para mantener las máquinas en funcionamiento y conservar la confianza de la gente en el sistema. Apenas se desvanece la confianza, el negocio se ve amenazado, en especial si existen otras alternativas.

Opciones de cultivos

Es necesario investigar y consultar acerca de todas las alternativas disponibles antes de decidirse por un nuevo cultivo comercial. El procesamiento de alimentos básicos no requiere de mucha información, excepto al momento de optar por una máquina.

La decisión sobre qué cultivo producir debe ser la correcta desde un principio y para ello se deben llevar a cabo todo tipo de consultas a fin de determinar las necesidades y las preferencias locales. La introducción de nuevos cultivos y productos alimentarios puede demorar bastante. Por ejemplo, el maíz y la yuca sólo comenzaron a cultivarse en África hace poco, aún cuando hoy constituyan productos básicos bien arraigados.

Las variedades híbridas del girasol rinden buenos niveles de producción de aceite y se cultivan en la mayor parte de los trópicos. Nuevas variedades de yuca y maíz están siendo desarrolladas, de manera que sean más resistentes a las enfermedades, además de mejor sabor y mayor volumen de producción. A pesar que el proceso mecanizado de extracción de aceite de maní, semillas o frutos en general puede ser tarea sencilla y un producto de rápida comercialización, siempre ha representado un proceso tedioso que en cierta medida eleva el precio del aceite.

Por otra parte, las comunidades dedicadas a estos procesos con frecuencia están subnutridas. Como parte de su desarrollo, es posible sugerir nuevos cultivos destinados a diversificar sus dietas y la maquinaria necesaria para su procesamiento.

Muchas son las empresas que fracasan por un suministro deficiente de cultivos crudos á sin proceso. El fracaso puede ser resultado de una mala cosecha, producto de enfermedades o de condiciones climáticas adversas, o bien como consecuencia de la apertura de mercados alternativos para los productos agrícolas. Puede resultar útil estudiar la experiencia y la historia de una localidad y, de esta forma, contar con una garantía razonable del suministro crítico. La confianza en los suministros es mayor si los agricultores adquieren maquinaria para procesar sus propias cosechas y por supuesto si existe una abundancia de cosechas. De lo contrario, se debe realizar una investigación de mercado sobre fuentes alternativas de cosechas para ocupar las máquinas procesadoras antes de embarcarse en empresas nuevas. La seguridad de todo negocio se ve respaldada si existe el consenso previo de la comunidad respecto de apoyar o utilizar la nueva tecnología.

Opciones relativas a energía y potencia

Si un agricultor o grupo de agricultores no está dispuesto a invertir en energía mecánica o bien, si no se dispone de la infraestructura necesaria para sustentar la mecanización, es posible recurrir a la energía eólica, hidráulica, solar, animal o humana.

La energía hidráulica, alguna vez una fuente de energía que gozó de gran popularidad en los países desarrollados, sólo representa hoy una opción viable si se dispone de un suministro adecuado de agua. Los países montañosos suelen contar con excelentes recursos hídricos. El mercado ofrece hoy variados diseños de máquinas de alta y baja velocidad operadas con turbinas o ruedas hidráulicas. Si la comunidad dispone de una fuente de agua confiable, ésta debe ser la primera opción a considerar, debido a que el agua ofrece alta potencia a alta velocidad, siempre y cuando cuente con la suficiente altura y cantidad. Los requerimientos hídricos mínimos para ruedas hidráulicas pequeñas de movimiento lento son de 0.5m3 por minuto a una altura de 3 metros. Un par de ruedas medianas de piedra para moler de 60 centímetros de diámetro requerirán de aproximadamente 0,5kW.

FIGURA 3: Arroz secado al sol en Sri Lanka.

Muchos países han introducido la energía eólica en forma satisfactoria.

El molino de viento representa un ejemplo clásico de una máquina molturadora de granos. Sin embargo, el viento no constituye una fuente confiable de energía en los trópicos por su irregularidad y debilidad. A menos que una región, o bien una isla, disponga de recursos eólicos comprobados y confiables, este tipo de energía pocas veces es una opción viable para operar maquinaria de procesamiento.

La potencia animal es la alternativa a la que recurren muchas comunidades en las que la tradición ha sido utilizar animales. Asnos, búfalos, camellos y bueyes son especies útiles para el procesamiento de cultivos, no obstante, las máquinas deben estar diseñadas para adaptarse al animal. Como es evidente, la energía fluye a una velocidad relativamente menor, es decir, aproximadamente 1 rpm, si bien con un torque bastante alto. El trillado, la extracción de aceite y la molienda son labores adecuadas para la potencia animal, siempre que el diseño de la máquina permita la operación sobre la base de esta fuente de energía. Por el contrario, una máquina operada con un motor presenta una velocidad de entrada de por lo menos 500 rpm.

La energía solar abunda en los trópicos y, por esta razón, debe utilizarse en la forma más extensa que sea posible en las operaciones de secado.

Protección para la lluvia, paneles solares y algún sistema que facilite el flujo de aire son tres elementos que pueden transformar un proceso de riesgo elevado e ineficiente en una operación confiable y eficiente con una inversión reducida. La yuca, el camote, especias, frutas y vegetales pueden conservarse con secadores solares y almacenarse durante las estaciones de escasez de alimentos. Con cubiertas bien ventiladas de polietileno y un caballete es posible fabricar un secador sencillo y de bajo costo. Por supuesto, existen otros tipos más sofisticados de secadores.

La bioenergía es un subproducto de cultivos tales como la palmera de aceite, el arroz, el maíz y la caña de azúcar que puede utilizarse como combustible si se dispone de cantidades suficientes. No obstante, es necesaria una planificación detallada que garantice que el sistema es sustenible y confiable a la vez. Por ejemplo, hay suficiente energía disponible en la cascarilla del arroz para operar toda una planta de procesamiento de arroz si se cuenta con los medios para convertir esta energía en potencia rotatoria. En el pasado, la bioenergía se ha utilizado para operar motores de vapor, si bien hoy es una práctica poco común.

Por su parte, el metano se origina en el material orgánico húmedo de desecho. Es el gas natural que se produce en contenedores cerrados y constituye un combustible excelente para motores diesel y de gasolina. Los subproductos de plantas de procesamiento de frutas y vegetales, al igual que cualquier otro residuo vegetal pueden utilizarse para producir metano, tal como se analiza más adelante en este documento.

La potencia humana de pies y manos puede utilizarse en una cantidad de máquinas y herramientas de aplicación al procesamiento en pequeña escala. En las primeras etapas del desarrollo, en particular en regiones remotas, por lo general resulta más aconsejable comenzar con maquinaria manual u operada con potencia animal y en áreas periurbanas se recomiendan las máquinas con motor. Los motores diesel y de gasolina ofrecen un rango de 3 kW hasta 25 kW da potencia para operaciones a escala rural.

FIGURA 4 Molino de martillos operado con motor diesel en Zaire.

Los motores diesel resultan más confiables que los motores de gasolina. Estos motores requieren de una mayor inversión inicial, sin embargo, a la larga su operación resulta menos onerosa. Muchos motores diesel han funcionado durante décadas en países en vías de desarrollo y fundamentalmente se utilizan para accionar generadores que a su vez alimentan motores eléctricos, sistemas de iluminación y equipos de oficina. Un trabajador manual puede producir cerca de 75 W durante un determinado periodo, mientras que un motor diesel puede mantener su producción de potencia de, digamos, 3 kW, en forma continua. Esta cifra equivale a 40 veces la producción humana y representa un ahorro en términos de remuneración. Los motores no requieren de descanso ni vacaciones, aun cuando sí exigen de una fuente confiable de combustible y conllevan una inversión monetaria sustancial. Una necesidad básica es la capacitación en el cuidado y mantenimiento de los motores. Con frecuencia, la opción más popular de motor y combustible es el diesel, siempre y cuando sea fácil de conseguir en el mercado. Este tipo de combustible también es adecuado para tractores y muchos vehículos de transporte. Sin embargo, si la instalación dispone de electricidad, ésta será la alternativa preferida por ser menos costosa, más sencilla y más confiable en cuanto a su operación. Los motores eléctricos son silenciosos, fáciles de encender y de funcionamiento más limpio, no contaminan y se ofrecen en distintos tamaños. Con todo, el objetivo principal de esta publicación es abordar las necesidades de regiones que carecen de electricidad.


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