Primeramente,
se enumeran los principios aplicables a todo tipo de animales, seguidos de
aquellos que son más específicos para peces, crustáceos y moluscos.
- Tanto
las especies salvajes como las cultivadas son susceptibles a los patógenos
infecciosos de las enfermedades de interés.
- El
análisis del riesgo es el proceso adecuado para dirigir la selección de
enfermedades que garantice el establecimiento y mantenimiento de zonas.
- En
el proceso de establecimiento de una zona libre de una enfermedad o patógeno
significativo, no existe una razón válida para necesitar la comprobación de una
especie de la que no exista evidencia científica para demostrar que ésta es refractaria
a la infección producida por el patógeno(s) al que el test estádestinado.
- No
existe una razón válida para investigar especies en ambientes que no entran en
el rango de tolerancia fisiológica o el rango de transmisión epidemiológica del
patógeno al que el test estádestinado.
- Se
debe utilizar un tamaño apropiado de muestra para demostrar la presencia o
ausencia de un patógeno infeccioso en una población (por ejemplo, Cameron,
2002).
- Algunas
de las pruebas disponibles para la vigilancia (por ejemplo, ensayo biomolecular4) son solamente indicativas de
la presencia de un patógeno en particular y deben ser aplicadas conjuntamente
con otras pruebas que demuestren la viabilidad de dicho patógeno (por ejemplo,
bioensayo, técnicas de histología y de cultivo).
- Los
procedimientos de muestreo para las enfermedades listadas por la OIE y otros
patógenos significativos pueden ser letales para el huésped, de manera que,
cualquier proyecto de vigilancia tiene que tener en consideración las
limitaciones del muestreo letal, por ejemplo, por el número limitado de stocks
susceptibles, como el de reproductores de valor, los cuales presentan mínimas
oportunidades de transferencia de enfermedades. Otros métodos de muestreo no
letales alternativos podrían ser necesarios en estas circunstancias.
- Se
conoce que muchos patógenos de interés son transportados por huéspedes
clínicamente sanos.
- La
detección de patógenos virales en especimenes clínicamente normales, requiere
frecuentemente, del usode tecnología de Nivel III (es decir, cultivo de
tejidos, microscopio electrónico, PCR u otras herramientas de diagnóstico
biomolecular).
- No
existen metodologías científicamente fiables para deshacerse de una población
animal portadora de patógenos virales u otros transmitidos directamente.
- Las poblaciones sin comprobar
deben ser consideradas sospechosas de transportar patógenos significativos, a
menos que las condiciones ambientales o la susceptibilidad del huésped
demuestren lo contrario. Esto es debidoa la baja prevalencia de ciertas
enfermedades significativas en poblaciones salvajes sanas, la diversidad de
especies en medios abiertos, la falta de conocimiento científico sobre la
susceptibilidad de la mayoría de las especies no cultivadas, y la dificultad
para establecer exactamente el estado sanitario de las poblaciones salvajes.
Es probable que la prevalencia de
una infección en poblaciones animales tanto salvajes como cultivadas, sea
altamente variable, oscilando desde un solo animal infectado a varios miles,
hasta la población infectada en su totalidad.
Existe
la inmunización contra algunas enfermedades de salmónidos, aunque los niveles
de protección son variables.
- Actualmente
no se dispone de vacunas para mejorar la tolerancia a, o la resistencia contra,
enfermedades significativas de moluscos.
- Actualmente
no se dispone de líneas celulares para el aislamiento y caracterización de
agentes infecciosos intracelulares (virus, algunas bacterias).
- Los
moluscos que son aparentemente sanos pueden hospedar uno o más patógenos que no
puedan ser identificados debido a la ausencia de patología y/o de pruebas de
detección lo suficientemente sensibles/específicas.
Los
moluscos proporcionan frecuentemente superficies de substrato para una gama de
organismos del fouling micro y macroscópicos, que pueden ser un factor en la
transmisión de enfermedades, aunque rara vez son incluidosen métodos rutinarios
de vigilancia de enfermedades, los cuales se centran en las patologías de los
tejidos blandos.