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Arboles, plantas y una comunidad rural en el Sudán meridional

Janet Persson

Janet Persson es licenciada (M.A.) en lingüística de la Universidad de Reading, Reino Unido. Trabaja con el Summer Institute of Linguistics del Sudán meridional en un proyecto conjunto con las autoridades regionales en el que ha participado preparando material escrito en el lenguaje de los Mödö, y emprendiendo un programa de alfabetización para adultos.

Entre los conceptos fundamentales del nuevo enfoque que se centra en la «silvicultura en pro del desarrollo» cabe mencionar la planificación interdisciplinaria, la participación comunitaria, la importancia de la mujer en la silvicultura y las especies arbóreas de usos múltiples. En el presente articulo la importancia de tales conceptos se sugiere de manera indirecta pero atractiva en una gráfica descripción de una aldea de la tribu de los Mödö, en el Sudán meridional, en la que los árboles constituyen un elemento esencial para la supervivencia cotidiana.

La autora, aguda observadora y lingüista, nos proporciona suficiente información de índole sociológica y antropológica para demostrar lo sugestivos que pueden ser los estudios a fondo relacionados con la silvicultura realizados por profesionales de esos sectores, y la importancia que pueden tener para la planificación de las futuras actividades forestales. Mientras se nos describe la vida en esta aldea Mödö, nos es dado apreciar, implícitamente, la significación de la silvicultura comunitaria, el valor de la participación de la población en la planificación y en la adopción de decisiones y el grado de intervención de las mujeres en las actividades forestales. Por último, resulta notable el número de ejemplos que se proporcionan acerca de los diferentes usos de que puede ser objeto una única especie de árbol.

· En 1980 mi marido y yo nos establecimos en la aldea de Domeri (Lodo), situada a unas 10 millas al sur de Mvolo, en la provincia occidental de Equatoria (Sudán meridional). Era nuestro propósito aprender el lenguaje de los Mödö para realizar nuestros estudios lingüísticos por cuenta del Gobierno de la región meridional. Al ir aprendiendo esa lengua, nos dimos cuenta de que lo primero que los pobladores locales querían enseñarnos eran los nombres de los árboles. Ello nos hizo comprender la fundamental importancia que tienen los árboles y las otras plantas para la población local y, en consecuencia, como un medio de aprendizaje, empecé a estudiar de qué manera utilizaba la comunidad las diferentes especies locales.

Como en la localidad no había ningún botánico que pudiera proporcionarme los nombres científicos de las plantas que recogía, envié muestras al East African Herbarium de Nairobi, y quedé muy agradecida a dicha institución por el envío de una lista taxonómica que me permitía cotejarla con la de nombres vernáculos que yo estaba preparando.

La zona que rodea Domeri y Mvolo está constituida fundamentalmente por sabanas arboladas, con algunos tramos de monte espeso, y está cruzada por ríos que fluyen únicamente en la estación de las lluvias. Algunas especies sólo se encuentran en la proximidad de los ríos o en las zonas de bosque espeso. La capa arable del suelo es negra y cubre un estrato de arcilla roja pesada. La roca que predomina es la ferruginosa, con alguno que otro afloramiento de granito, especialmente en Mvolo. El año se divide en una estación lluviosa y una seca, de duración seca casi análoga, pero la lluviosa puede estar cortada por períodos de tiempo seco de un mes o más. La estación seca es de una sequedad extrema, y está caracterizada por un viento cargado de polvo que proviene del desierto de Sudán septentrional. Entre enero y marzo, cuando la capa freática alcanza su nivel mínimo, este viento del norte es caliente y marchita a las plantas jóvenes.

POBLADOS MÖDÖ RODEADOS DE CAMPOS en la estación seca (J. PERSSON)

Ejemplares de árboles y otras plantas recogidos en el distrito de Mvolo, Sudán, durante 1982-83


Nombre botánico

Nombre Mödö

Aplicaciones de los Mödö

A

*Acacia seyal

kono

setos espinosos; medicina para la fiebre


*Afzelia africana

kpëri

hortaliza; delantales de hojas; altura suficiente para colmenas


Annona senegalensis Pers.

mambolowe

fruto comestible; palos para encender fuego; construcción de tejados; trampas de caza; bastidores de taburetes


Anogeissus leiocarpus (DC) Guill & Perr

koro'ba

palos y pares; construcción de tejados; lazos, trampas de caza delantales de hojas

B

*Borassus aethiopum

mbere

fruto comestible; pares, esteras y cestas tejidas


Bridelia sp. nr

sönzu

fruto comestible; palos y pares


B. scleroneura Pax

mbirëni

palos y pares; colmenas


?Burkea sp.




*Butyrospermum niloticum

kilinö

aceite; fruto comestible, palos; mangos de azada; trampas de caza ;cola

C

Cassia sp.

mcbc a 'batí

bastidores de taburetes; medicina para la hernia


Cassia sp.

sölí

altura suficiente para colmenas


Cassia obtusifolia L.

lajira

hortaliza cultivada; astiles de flechas


Catunaregam sp.

pirizö

veneno para peces; trampas de caza; jabón; medicina para la ictericia


Cissus integrifolia

lu'ju

cuerda; función ritual


Combretum sp.

kirika'da

palos y pares; delantales de hojas


Combretum sp.

kidirö

ningún uso especifico


Combretum sp.

kangoro

recipientes para almacenamiento


Crossopteryx febrifuga Benth.

yangayo

trampas de caza; fundas de cuchillos; mangos de azada

Los Mödö y las otras tribus de la región relacionadas con ellos, conocidas con la denominación colectiva de Jur, son poblaciones agrícolas que han vivido hasta nuestros días en relativo aislamiento. La ciudad más cercana es Rumbek, que se encuentra a 128 km al norte de Mvolo, de manera que la cultura urbana apenas ha penetrado. Son pocos los bienes de consumo que se pueden obtener regularmente. Las comunidades Mödö, diseminadas por una vasta extensión de tierras boscosas, son aún en gran medida autosuficientes. Ello explica por qué los bosques y sus especies particulares son tan importantes para los Mödö : de ellos, así como de los cultivos de sus campos, la población depende para abastecerse de lo indispensable.

Plantas comestibles

Por lo que se refiere a la alimentación, los Mödö dependen fundamentalmente de lo que crece en sus campos y en los huertos que rodean a sus poblados. Los principales cultivos son el sorgo, el sésamo, los frijoles y el maní, con ciertas cantidades de mandioca y otras raíces. Cuando no se puede obtener otra cosa, utilizan como hortalizas las hojas de ciertos árboles: Grewia mollis, Pterocarpus sp. nr. P. Iucens y Afzelia africana. Las hojas picadas finamente, como las de las hortalizas cultivadas, se utilizan para hacer guisados.

CORTANDO TIRAS DE CORTEZA DE GREWIA MOLLIS usadas para atar los tejados de las casas (J. PERSSON)

Hay varios árboles que producen frutos comestibles. En abril y mayo, las jóvenes y las mujeres recorren a pie grandes distancias para recoger el fruto del butirospermo (Butyrospermum niloticum) y de la palma (Borassus aethiopum). No trepan a los árboles para arrancar los frutos sino que recogen los ya caídos, o sacuden los árboles para hacerlos caer. Las nueces de butirospermo son estimadas sobre todo por su aceite, pero su pulpa verde es también sumamente apreciada. El fruto anaranjado del Borassus aethiopum se considera delicioso y, como sus semillas germinan con bastante facilidad, pueden verse árboles de esa especie alrededor de las viviendas aunque su hábitat natural lo constituye la orilla del río o el pantano.

Otros frutos comestibles se obtienen de los siguientes árboles: Tamarindus indica, Ficus salicifolia, Bridelia sp. nr. B. scleroneura, Ximenia americana, Diospyros mespiliformis, Gardenia sp. (kïrï liso), Annona senegalensis, Vitex madiensis, Vangueria apiculata, Sclerocarya caffra, Grewia mollis, Parkia africana, Nauclea latifolia, Pterocarpus sp. (ngutu). Las personas adultas comen estos frutos si dan casualmente con ellos, pero no suelen ir a recogerlos expresamente. Los niños, por el contrario, pasan mañanas enteras en busca de frutos silvestres. La fruta cultivada como los mangos y los cítricos representan aún un lujo muy raro.

Hay varios tipos de ñame silvestre y otras raíces comestibles, pero no tienen gran importancia, por lo menos mientras la población pueda seguir con los cultivos. Sin embargo, la tradición oral atestigua que en ciertos períodos los Mödö, ya sea por necesidad o por gusto, han dependido en mayor medida de esos alimentos.

El aceite que se obtiene de las nueces de butirospermo ya mencionado, parece gozar de mayor favor que el de sésamo, que es el único otro aceite para cocinar que se produce localmente. El maní se cultiva, pero los Mödö no saben producir buen aceite de este producto y carecen del equipo necesario para extraer aceite en gran escala. Se limitan a preparar sólo un poco de aceite para cocinar o para algún huésped especial, por el procedimiento de pelar el maní, remojarlo en agua, molerlo cuando aún está húmedo y exprimirle el aceite a través de una cesta.

Como los Mödö no suelen tener la posibilidad de comprar sal en el mercado, una tarea habitual de las mujeres consiste en preparar sal vegetal para condimentar sus guisados. Arrancan las ramas de ciertos árboles, las ponen a secar, queman la madera y las hojas secas y echan agua a través de la ceniza obteniendo de ese Mödö un liquido salado que puede añadirse al guisado. A mi parecer la sal vegetal sabe tan bien como la mineral. Los árboles a los que se recurre para esta tarea son: Grewia mollis, Maytenus senegalensis y un tipo de la especie Sterculia. Los dos primeros son los que más se utilizan, pero también se pueden emplear los tallos de papayo, mandioca y maíz. En consecuencia, nunca es posible encontrar ejemplares frondosos de Grewia mollis o Maytenus senegalensis cerca de las habitaciones porque las amas de casa los despojan sin cesar de sus ramas.

Combustible

En ciertas partes del Sudán el carbón vegetal se utiliza habitualmente como combustible de cocina, pero en la región de los Mödö sólo arde en las fraguas de los herreros. La madera que utilizan para fabricarlo es la de Prosopis africana, considerada la más dura de la zona. No sé si alguna vez se cortan árboles cultivados para este uso, ni si los herreros tienen siempre la posibilidad de encontrar árboles muertos. De todos modos, los herreros no abundan y Prosopis africana es un árbol común, así que su sobreexplotación es improbable.

Para cocinar se suelen utilizar como combustible ramas muertas de árboles, que recogen las mujeres y niñas de cada familia. Hay tantos bosques que producen su propia cosecha de madera muerta que nunca hay necesidad de causar daño a los árboles vivos. Sin embargo, las mujeres no suelen recoger la madera del suelo, pues una vez que se cae se descompone rápidamente o se la comen las termitas. Prefieren arrancar las ramas muertas que aún están en los árboles. Casi todas las maderas se pueden utilizar como leña, pero algunas de las más comúnmente empleadas son: Ficus sp. (këlu de hojas redondas), Combretum spp. (kïdïrö y kirika'da), Butyrospermum niloticum, Borassus aethiopum, Ximenia americana, Anogeissus leiocarpus, Maytenus senegalensis, Annona senegalensis y Crossopteryx febrifuga.

En los hogares el fuego se enciende con carbones calientes de otros fuegos, pero cuando los hombres se encuentran en el bosque lo encienden frotando dos trozos de madera de Annona senegalensis.

Pesca

El pescado constituye un elemento corriente de la dieta de muchas personas. Cuando el río está en plena crecida, existen lugares en los que los hombres pueden pescar con redes, sumergiéndolas rápidamente en el agua y volviéndolas a retirar enseguida. Se trata de las redes tradicionales de los Mödö, tejidas con cuerda hecha de la corteza de una de las especies de Ficus (këlu de hojas redondas) atada a un bastidor hecho de madera de frondosas.

D

Dalbergia melanoxylon Guill. & Perr.

kölu

garrotes; fundas de cuchillos; antes cabezas de flechas


Daniella oliveri (Rolfe) Hutch. J.M. Dalz.

kila

altura suficiente para colmenas


Dichrostachys sp

kotclikë' dë

palos y pares


Diospyros mespiliformis A DC.

kolome

fruto comestible, construcción de tejados; bastidores de taburetes, altura suficiente para colmenas

E

Entada sp.

pirizaza

delantales de hojas


Erythrina abyssinica DC.

kcmc kuruku

ningún uso conocido

F

Ficus sp.

këlu

cuerda para redes esteras para vasijas y suspensión de colmenas cestas para almacenamiento


Ficus salicifolia Vahl

këlu

fruto comestible; delantales de hojas

G

Gardenia sp. (nudosa)

kïrï

espetones; espalderas para ñame


Gardenia sp. (lisa)

kïrï

fruto comestible; espetones


Grewia mollis Juss.

ya'da

hortaliza; fruto comestible; sal; cuerda para construcción; arcos; trampas de caza; construcción de tejados: función ritual

H

Harrisonia abyssinica Oliv.

ngero

arcos; asientos de taburetes


Hymenocardia acida Tul. var. acida

kilikere

palos y pares; palos de sostén para el ñame

K

Khaya senegalensis

´bölölö

veneno para peces

L

Lannea fruticosa (A. Rich.) Engl.

fcdc

lazos; mimbres para colmenas; altura suficiente para colmenas


Lannea schweinfurthii (Engl.) var. schweinfurthii

lapiri

ningún uso conocido


Lannea sp. nr L. barteri (Oliv.) Engl.

kudë

colmenas; cuerdas para suspensión de colmenas; delantales de hojas


Lonchocarpus sp nr L Iaxiflorus Guill. & Perr

pele

palos y pares; medicina para las úlceras

M

Maytenus senegalensis (Lam.) Exell.

'bili'dö

Sal


Monanthotaxis buchananii (Engl.) Verdc

'böli

construcción de tejados

Durante la estación seca los ríos dejan de correr y al descender el nivel de las aguas los peces se concentran en los charcos que se forman en el lecho del río. En esa época del año, los hombres, las mujeres y los niños se reúnen a orillas del río, se construyen refugios y allí se quedan varios días seguidos capturando peces, comiéndolos en grandes cantidades y secándolos para conservarlos. Algunos peces se atrapan con las manos, pero otros muchos se envenenan. El veneno para peces se extrae de diversos árboles y plantas. El fruto de un tipo de la especie Catunaregam da un veneno bueno, pero de acción lenta y puede obtenerse con facilidad. Otro veneno común proviene de la raíz de un tipo de la especie Neorautanenia. Un veneno muy popular se obtiene de las hojas y de otras partes de una de las especies de Tephrosia. Esta última especie es un arbusto que parece haber sido introducido en la región de los Mödö en época relativamente reciente. Sólo se lo encuentra en terrenos ocupados por antiguas haciendas. Mi informador creía que provenía de una zona más distante situada al sudoeste. Me explicó que era un veneno de acción extremadamente rápida y que, cuando se lo usa, hay que tener preparados ya de antemano los espetones que se emplean para el ahumado del pescado. Otras especies que producen veneno para peces son Khaya senegalensis y tres plantas que no he podido identificar. Una de ellas es un bulbo común (nboro), otra la raíz de una enredadera (dömïkorsbs) y la tercera la corteza de un árbol que crece junto a las aguas.

El pescado se coloca para su ahumado en espetones que comúnmente se hacen con la madera de un tipo de Gardenia sp.

N

Nauclea latifolia Smith

singeye

fruto comestible; fundas de cuchillos y peines, medicina para la hernia


Neorautanenia sp. nr N mitis (A. Rich) Verdc.

Dinyi

veneno para peces; franjas para Ias caderas

O

Ozoroa insignis Del. var. insignis tandiya

dckcmc

palos y pares

P

Parkia africana R. Br.

'bolctc

fruto comestible


Piliostigma thonningii (Schumach.) Milne-Redh.

Mbesi

palos y pares


Prosopis africana (Guill. & Perr.) Taub.

Kaliyc

carbón vegetal; palos y pares; tambores; trampas de caza; postes funerarios; colmenas


Pseudocedrela kotschyi (Schweinf.) Harms.

Kiyë'di

bastidores de taburetes y tumbonas; colmenas; medicina para el estómago


Pterocarpus sp.

ngutu

fruto comestible; yesca para fumigación de colmenas


Pterocarpus sp nr P. Iucens Guill. & Perr.

Yangilo

hortaliza; arcos; construcción de tejados

R

Rhus natalensis Krauss

ragba

construcción de tejados; medicina para los ojos

S

Sclerocarva caffra Sond.

Ngepe

fruto comestible


Sesbania sesban Merrill var. nubica Chiov.

Rere

astiles de flechas


Sterculia sp. = Padaw 239 *?Sterculia setigera

'binyc

sal; aceite cosmético altura suficiente para colmenas


Stereospermum kunthianum Cham

ma'bclc

camas fijas

T

*Tamarindus indica

maa

fruto comestible; colmenas altura suficiente para colmenas


Tephrosia sp.

ngamo

veneno para peces


Terminalia sp.

lökpö

palos y pares; colmenas; recipientes para almacenamiento; altura suficiente para colmenas


Terminalia sp.

lökpö mbara'boya

recipientes para almacenamiento

V

Vangueria apiculata K. Schum.

Yanbala

fruto comestible; pares


Vitex madiensis Oliv var. madiensis

wölö

fruto comestible; bastidores de taburetes; altura suficiente para colmenas

X

Ximenia americana L

madcngiti

fruto comestible

Z

Ziziphus pubescens Oliv.

Kcmckörö

trampas de caza

Ejemplares no identificados, conocidos sólo en Mödö


'do'dowc

medicina para el estómago (provoca el vómito)


dömïkorcbc

veneno para peces


gita

medicina para el dolor de cabeza y la fiebre


gorota

bastidores de taburetes y tumbonas, cuerda para atar colmenas; arcos; trampas de caza


gulu

bastidores de taburetes


kidana

arcos; garrotes


kö'bö (higuera)

cola


madombali

cuerdas de arco


nbcro

veneno para peces


siya döwölö

medicina para el estómago


yite

trampas de caza; patas de taburetes palillos de tambor


ycngc (bambú)

tejados, etc.; astas de lanza

Nota: las plantas con asterisco, identificadas par la autora; las restantes, par el East Africa Herbarium de Nairobi

Caza

Los Mödö se abastecen de carne recurriendo principalmente a la caza, actividad para la que utilizan diversos métodos. Al búfalo es posible aproximarse para lancearlo a corta distancia, pues no se aleja cuando lo atacan. Los animales y las aves pequeños se pueden cazar con arcos y flechas o con lazos. Se puede recurrir al empleo de trampas para cazar diferentes tipos de antílope: antílope jeroglífico, Alcelaphus caama, antílopes caballo, Ourebia, antílopes acuáticos, antilopes de los cañaverales, facoqueros y algunas veces también búfalos. Para atrapar a los animales más grandes, como la jirafa y el elefante, se excavan hoyos de unos 4 a 6 m de profundidad cerca del río, pero esos mismos hoyos pueden naturalmente servir para cazar también antílopes y búfalos. Los lagartos de la familia de los Varanidae, los conejos y otros animales se matan a garrotazos.

UNA VISTA DE LA REGION DE LOS MÖDÖ donde los árboles son un elemento esencial (J. PERSSON)

Todos estos sistemas de caza entrañan en algún modo la utilización de árboles. Las astas de las lanzas se hacen de bambú, cuando lo hay, o de cañas de diversas especies, mientras para los arcos se usa la madera de Pterocarpus sp. nr. P. Lucens, Harrisonia abyssinica, Grewia mollis y dos árboles que crecen a orillas del río y que no he podido identificar (kidana y gorota). Las cuerdas del arco se hacen generalmente con pellejo duro arrancado de un filete de un antílope que puede ser el acuático, pero es posible sustituirlo por las raíces de ciertas rastreras llamadas madombali.

El astil de las flechas, que tiene que ser muy liviano, se fabrica con el tallo de algunas plantas resistentes. Entre ellas, la favorita es Sesbania sesban, que al parecer es otra planta importada. Sólo se la encuentra en las granjas o en los terrenos ocupados por viejas granjas, aunque me han dicho que se propaga por si sola. Probablemente no sobrevive a los incendios violentos y por eso no se la encuentra en el bosque propiamente dicho, que está expuesto a las quemas anuales de hierba. Para los astiles de las flechas se pueden también emplear ciertas cañas de los ríos y una pequeña planta doméstica que se cultiva como hortaliza, la Cassia obtusifolia.

Las cabezas de las flechas se solían tallar de ébano, Dalbergia melanoxylon, una madera muy dura sumamente apreciada para el tallado, sobre todo por los Dinkas, que vienen a recogerla a la región de los Mödö. Pero actualmente sólo se utilizan cabezas de flecha hechas de hierro.

Las trampas que fabrican los Mödö para cazar a los animales de mayor tamaño son lazos de cuerdas con un mecanismo de resorte que tiene la forma de un arco y una flecha. Dicha trampa consta de varias partes: el lazo y la pesa, un arco con su cuerda y flecha, y un trozo redondo de corteza. El lazo y la cuerda del arco están hechos de tiras de cuero que se trenzan hasta obtener una cuerda muy resistente y luego se estiran. La resistencia de la cuerda y el tamaño de la pesa dependen de las dimensiones del animal al que se da caza. La trampa se instala enterrándola completamente apenas bajo la superficie de la tierra, en un sendero por el que se sabe que los animales pasan regularmente. Cuando uno de ellos pisa un trozo de corteza colocado sobre un pequeño hoyo excavado debajo del lazo, el resorte de la trampa se suelta y el lazo se cierra y le atrapa la pata.

Todos estos métodos de caza entrañan de algún modo la utilización de árboles.

Todos los poblados tienen su árbol de sombra, característica importante de la vida social; me enteré que en cierta ocasión el marchitamiento de un árbol de sombra se consideró un presagio lo suficientemente siniestro para inducir a una familia a trasladarse a otro sitio.

Las maderas usadas para el arco de la trampa son las de Catunaregam sp., Grewia mollis, Annona senegalensis, Ziziphus pubescens y la de dos otros árboles que crecen a orillas del río (yite y gorota). El trozo redondo de corteza se toma de Prosopis africana, Butyrospermum niloticum, Crossopteryx febrifuga o Anogeissus leiocarpus. Tanto las flechas como las estacas de madera que se utilizan para instalar el mecanismo de resorte se hacen siempre de madera de yite, mientras que para la pesa puede utilizarse un trozo suficientemente pesado de cualquier madera, con excepción de la de Anogeissus leiocarpus, que es considerada tabú.

Los lazos se obtienen de Lannea fruticosa, Anogeissus leiocarpus o cualquier otro árbol de ramas largas, delgadas y flexibles.

Las trampas que se excavan en un sendero por el que se sabe que los animales pasan cuando bajan a beber al río, se cubren con ramas sueltas y hierba para ocultarlas y a ambos lados se levanta una empalizada rudimentaria para obligar al animal a dirigirse hacia el hoyo. Como las trampas son sólo provisorias, parece que no es necesario que la madera de la empalizada sea de un árbol determinado. Se pueden fabricar buenos garrotes con la madera de Dalbergia melanoxylon y la de un árbol no identificado que crece a orillas del río (kidana).

Parece poco probable que la explotación de algunos de estos árboles y plantas pueda conducir a la destrucción de los montes. Los lazos, arcos y garrotes, así como las partes de madera de las trampas, duran muchos años y cada cazador suele poseer sólo un lazo o dos y pocas trampas; el número de trampas excavadas, cuya preparación exige mucho trabajo, es limitado.

Apicultura

La cría de abejas es muy común en el Sudán meridional. Algunos de los Avokaya, que viven entre Mundri y Maridi, poseen de 30 a 40 colmenas cada uno y venden tambores de petróleo llenos de miel a personas que la utilizan para preparar bebidas alcohólicas, como la cerveza de miel. No sé de ningún Mödö que tenga tantas colmenas, pero la mayoría de los hombres poseen algunas que inspeccionan unas tres veces al año. La miel es el único ingrediente dulce de las comidas de los Mödö, pues el azúcar se conserva estrictamente para endulzar el té.

La construcción de una colmena es una tarea bastante larga que requiere habilidad. En primer lugar hay que hacer dos incisiones en forma de anillo en la corteza del árbol y una tercera incisión vertical que una a las anteriores. Al cabo de pocos meses, cuando la sección de la corteza situada entre las incisiones empieza a soltarse, se puede separar intacta del tronco. Este tubo de corteza cortado constituye la parte interior de la colmena, donde las abejas fabrican sus panales. La corteza adecuada para este uso proviene de Tamarindus indica, Prosopis africana, Pseudocedrela kotschyi, una de las especies de Terminalia (lökpö), Burkea sp., y Lannea sp. nr. L. barteri. Cuando la corteza ya está seca hay que atarla con ramas delgadas de Lannea fruticosa para evitar que se parta. Sucesivamente se cubre con una capa de hierba entretejida, atada con una cuerda de un árbol que crece a orillas del río (gorota). Si se desea, la colmena puede fumigarse por dentro con el humo perfumado de la madera resinosa de Pterocarpus sp. (ngutu), que dicen que atrae a las abejas. La colmena terminada se lleva al bosque a cierta distancia de la casa más próxima, y se cuelga habitualmente de un árbol de elevada estatura, en un punto próximo a la cima y a una altura por la que las abejas probablemente pasarán en busca de flores. Los capullos que crecen en los árboles se cuentan entre sus flores preferidas. Cabe también recordar que cuanto más alto se cuelgue la colmena menos expuesta se hallará al peligro del fuego. Algunas especies arbóreas que alcanzan una altura adecuada para las colmenas son Tamarindus indica, Afzelia africana, Diospyros mespiliformis, Daniella oliveri, Vitex madiensis, Lannea fruticosa, una de las especies de Cassia (sölï) y una de las de Sterculia. Las colmenas se levantan del suelo hasta las ramas superiores de un árbol alto, utilizando cuerdas hechas de la corteza de un tipo de la especie Ficus (këlu de hojas redondas), o de Lannea sp. nr. L. barteri, o de un cáñamo que suele cultivarse en los márgenes de los campos. El mismo tipo de cuerda se utiliza cuando hay que bajar un recipiente lleno de miel al recogerla de la colmena.

Es improbable que actualmente la apicultura pueda, no más que la caza, contribuir a la destrucción de los bosques. La población es muy reducida respecto de la superficie de tierras no cultivadas, y no se fabrican muchas colmenas al mismo tiempo. Si la población creciera considerablemente y los Mödö empezaran a poseer tantas colmenas como las que tienen algunos Avokaya, se podría producir un empobrecimiento de las especies que proporcionan corteza para las colmenas pues las incisiones anulares que a ese fin se les hace las matan. De todos modos, los Mödö conocen otros métodos de fabricar colmenas, cuya adopción se podría alentar si surgiera la necesidad de proteger las zonas boscosas.

Construcción

La aldea típica de los Mödö está constituida por un grupo de chozas redondas con tejado de paja, dispuestas a lo largo de los márgenes de un espacio de tierra despejado que forma una especie de plaza y que diariamente se barre para mantenerlo limpio. Algo más atrás de las viviendas suele haber otras chozas más pequeñas y construidas sobre estacas, que en realidad son graneros. Todo el poblado se halla rodeado por una faja circular de tierra de pocos metros de ancho que actúa a la vez como depósito de estiércol y como huerto para el cultivo de hortalizas. Es ahí donde se arrojan los desperdicios de las casas, en su mayor parte de origen vegetal, y ése es, por lo tanto, el único lugar en que las hortalizas dan bien, dado que el tipo de suelo común de la zona no es excesivamente fértil. Más allá de las tierras sembradas con hortalizas se extienden en todas las direcciones los campos, dispuestos alrededor del poblado en un gran circulo y cruzados por senderos que conducen a otros poblados.

En el centro de la plaza hay uno o dos árboles grandes que al desmontarse la tierra se dejan en pie para que proporcionen sombra. Todo poblado tiene su árbol de sombra, característica importante de la vida social; supe que en cierta ocasión el marchitamiento de un árbol de ese tipo se consideró un presagio lo suficientemente siniestro como para inducir a una familia a trasladarse a otro sitio. El único criterio que se tiene en cuenta al escoger un árbol de sombra es que la proporcione durante todo el año. Por eso no se usan las especies de hojas caducas ni las de estatura elevada que echan ramas a una altura excesiva. Dos árboles de sombra muy populares en Domeri son Bridelia sp. nr. B. scleroneura y un tipo de la especie Combretum (kirika 'da), pero he visto cumplir esa misma función a árboles de otras especies.

Una vez que se ha elegido el terreno para establecer un nuevo poblado y se ha escogido un árbol de sombra, todos los demás árboles pequeños se cortan y la tierra se roza para proceder a la construcción de las casas. Como los Mödö sólo tienen hachas pequeñas y carecen de sierras, los árboles grandes no pueden cortarse y hay que quemarlos. Ello significa que para eliminar la totalidad de los árboles se necesitan varios años. Sin embargo, con el tiempo se van extrayendo incluso los tocones y las raíces, de modo que en un terreno que lleve un largo periodo ocupado sólo encontraremos su árbol de sombra, las plantas que se cultivan y tal vez algunos butirospermos.

La construcción de las casas comienza con la excavación de los hoyos para los postes. Sucesivamente se cortan de los brinzales del bosque palos ahorquillados de aproximadamente dos metros de largo y se introducen en los hoyos. Una estructura de pares amarrada a aros de largas ramas sostiene el tejado, y las paredes se construyen con materiales diversos que pueden consistir en cañas de sorgo, hierba entrelazada o maderos mezclados con barro de construcción. Los palos y los pares, que deben ser de madera dura y resistente a los comejenes, se obtienen de Hymenocardia ácida, Combretum sp. (kirika 'da), Bridelia sp. nr. B. scleroneura, Piliostigma thonningii, Anogeissus leiocarpus, Terminalia sp. (lökpö), Lonchocarpus sp. nr. L. Iaxiflorus, Dichrostachys sp., Prosopis africana, Ozoroa insignis y Burkea sp. El Butyrospermum niloticum es adecuado para los palos, pero no para los pares, y Borassus aethiopum y Vangueria spiculata lo son para los pares, pero no para los palos.

Los aros de ramas flexibles a los que se sujetan los pares se llaman mo'ba. El árbol preferido para este uso es Monanthotaxis buchananii, y se encuentra únicamente en el monte espeso y no en las masas más abiertas características de la zona. Cuando no se quiere tomar la molestia de transportar ramas desde el bosque, se utilizan las de otros árboles también indicados como Grewia mollis, Pterocarpus sp. nr. P. lucens, Thus natalensis, Diospyros mespiliformis, Annona senegalensis y Anogeissus leiocarpos.

No se utilizan clavos Todas las partes de la construcción se sujetan entre si amarrándolas con cuerdas hechas de tiras delgadas de la corteza de Grewia mollis, uno de los árboles locales más comunes. Otra cuerda aún más resistente, indicada para atar la paja de los tejados, es la que se obtiene de la trepadora Cissus integrifolia.

Si una casa ha de tener paredes de barro, se pueden utilizar trozos de madera de casi todos los tipos y de la longitud necesaria para llenar los huecos que quedan entre los palos. Luego tales maderos se recubren por la parte de adentro con dos capas de barro de construcción preparado con tierra tomada de un termitero y mezclada con paja.

Los graneros se construyen con el mismo material que las viviendas, pero siempre a una cierta altura del suelo y, por lo tanto, poseen pisos de madera recubierta de barro y las paredes se hacen completamente de barro de construcción y sin utilizar trozos de madera.

Mencionaré otro tipo de construcción pues utiliza las mismas maderas que las viviendas o los graneros. Me refiero a la armazón elevada que se instala en los campos en la época de la cosecha del sésamo y que se usa para colgar las cabezas de sésamo cuando hay que secarlas. Consiste en varios postes erguidos, con travesaños hechos de caña de sorgo partidas o de bambú. La diferencia entre estos palos erguidos y los que se utilizan para la construcción de las casas estriba en que los primeros no son ahorquillados y que deben tener unos cinco metros de largo, es decir, deben ser largos y delgados en vez de cortos y gruesos. Por ese motivo, los palos se toman de las ramas de árboles grandes de la especie y no de los brinzales. Ello significa que a menudo hay que ir a recogerlos a lugares distantes pues los árboles de gran tamaño se han vuelto raros en las zonas con poblaciones asentadas desde hace largo tiempo.

La escasez de árboles grandes de ciertas especies puede indicar que la corta de madera para construcción empobrece realmente los bosques, en cierta medida. Puede también significar que los Mödö tienen intención de asentarse en un lugar por períodos largos y que los árboles grandes han desaparecido debido a que se ha desmontado la tierra para poder construir nuevos poblados y preparar nuevos campos en la zona.

Mencioné el bambú al hablar de los enrejados para el secado del sésamo. En la región de los Mödö el bambú crece únicamente en pocos lugares y es sumamente estimado para la construcción de dichas estructuras, así como para la de tejados y para otros fines, pero la dificultad que plantea su transporte ha limitado su utilización a ciertas zonas. Sin embargo, si se pudieran traer camiones para el transporte del bambú, probablemente la demanda seria superior a la oferta.

RED DE PESCA TRADICIONAL DE LOS MÖDÖ otro producto derivado de los árboles (J. PERSSON)

Mobiliario

Los Mödö disponen de escasas herramientas, pero de todos modos se las ingenian para amueblar sus casas con camas, sillas y taburetes que ellos mismos fabrican. Algunas personas han comprado mesas pequeñas que no pueden hacer por si solas porque carecen de los medios para fabricar tablas anchas y lisas que puedan utilizarse como tableros de mesa.

Son tres los métodos principales que se utilizan para la fabricación de los muebles. El primero consiste en clavar palos ahorquillados de Stereospermum kunthianum de la altura que se desee en el piso de tierra de la choza, y en extender sobre ellos una estera de cañas atadas de sorgo. Esta última puede sujetarse firmemente a los palos o dejarse suelta para poder enrollarla. Este es el método que se emplea tradicionalmente para las camas, así como para los altos estantes que la mayoría de las mujeres tienen en el interior de las casas, encima del fogón donde cocinan.

En segundo lugar, hay un método común para la fabricación de taburetes o banquillos que en los últimos años se ha extendido a la de camas y sillas. Se arma un bastidor con trozos apropiados de brinzales o ramas de Diospyros mespiliformis, Annona senegalensis, Vitex madiensis, un tipo de la especie Cassia (mcbc a 'batí), Pseudocedrela kotschyi y dos árboles que crecen a orillas del río (gulu y gorota). Se perforan agujeros en los trozos de madera por medio de una barra de hierro calentada al rojo en un fuego de herrería, y las extremidades se reducen hasta que puedan introducirse en los agujeros de manera que las diversas partes encajen unas en otras. La madera favorita para las patas se llama yite y se considera muy liviana y duradera. Los asientos de estas sillas y taburetes se fabrican con tablillas de Harrisonia abyssinica, madera que se parece a la caña, introducidas en ranuras hechas en el bastidor.

En tercer lugar se fabrican también tumbonas con armazón de madera y asientos de pieles de animales. Los armazones se hacen de trozos de Pseudocedrela kotschyi o gorota, que se labran con una azuela y luego se unen unos a otros con clavos.

El hogar

Muchas de las faenas que se realizan en el hogar entrañan la utilización de alguna parte de un árbol o planta. Casi diariamente puede verse a las mujeres picando hortalizas, pelando ñame o partiendo vainas de sésamo con pequeños cuchillos de 10 a 12 cm de largo. Estos cuchillos tienen hoja de metal, que se labra como la cabeza de una lanza, pero sus vainas están hechas de la madera de Dalbergia melanoxylon, Crossopteryx febrifuga o Nauclea latifolia.

A la región de los Mödö no han llegado muchas vasijas de metal para cocinar o para almacenar alimentos. Las mujeres fabrican sus propios cacharros de barro para cocinar, recoger agua y conservar alimentos. Poco antes de concluirse el proceso de cocción de las vasijas, éstas se disponen sobre una pequeña estera de cuerdas donde se les da su conformación característica. Esas esteras están hechas con la misma cuerda que se utiliza para las típicas redes de pesca de los Mödö, que proviene de un tipo de la especie Ficus (këlu de hoja redonda).

Cuando las vasijas de barro o las grandes calabazas huecas que se utilizan para transportar el agua se rajan y empiezan a gotear, se componen con la savia de Butyrospermum niloticum, semejante a la cola, o con la de un tipo de higuera (köbö) o con cera de abeja.

En las casas grandes se necesitan continuamente cestas de todo tipo y para toda clase de usos así como nuevas esteras para dormir, a medida que las viejas se gastan. Las más resistentes, y por lo tanto las preferidas, se hacen con la parte externa de las cañas de sorgo, divididas en tiras angostas. La fabricación de una cesta de caña de sorgo exige muchas horas y lastima los dedos. Para obtener un resultado más rápido, aunque menos duradero, las mujeres optan por las hojas de Borassus aethiopum.

Una tarea que se realiza anualmente, al concluirse la principal cosecha, es la de fabricar recipientes para almacenamiento de diferente tipo además de las vasijas ya mencionadas. Uno de ellos se hace íntegramente con una hierba de cierta especie. Otro se fabrica con hojas de un tipo de la especie Combretum (kangoro) o con dos especies de Terminalia (lökpö y mbara'boya). Estos tres árboles tienen hojas relativamente grandes y probablemente por eso se los elige. Hay un tercer tipo de recipiente para almacenamiento que es una especie de gran cesta de trama muy abierta, como las que se usan en algunos lugares para el transporte de pollos. Este tercer tipo se teje con los retoños de la misma especie de Ficus que proporciona su corteza para la fabricación de las redes y las esteras utilizadas en la preparación de las vasijas de barro.

Usos agrícolas

Naturalmente, la principal relación que existe entre la agricultura y los montes naturales es que estos últimos tienden inevitablemente a ser destruidos para dar paso a los cultivos alimentarios. Y aunque los Mödö conocen y estiman sus bosques y saben cómo utilizarlos, no vacilan, cuando es necesario, en quemar árboles o cortarlos y desmontar las tierras para destinarlas a campo de cultivo. Lo que más les interesa es obtener buenas cosechas. Saben que las cenizas de madera y la madera podrida aumentan la fertilidad del suelo, y buscan lugares donde se hayan quemado trozas de árboles en pie para cultivar en ellos las hortalizas que requieren un suelo rico, como las calabazas o la popular verdura Cleome parvipetala.

Las azadas son los únicos aperos corrientes. Todas ellas son de pala, pero las que se utilizan para rozar los campos tienen mangos o astiles más largos que las que se destinan a la escarda. Los mangos de las primeras miden de dos a cuatro metros. Los más largos los usan los hombres y los más cortos las mujeres. Los mangos de las azadas para escardar miden de 15 cm a 1,2 m. Estos astiles se fabrican con la madera elástica de Butyrospermum niloticum, con elementos transversales de Crossopteryx febrifuga.

La belleza y el aseo

Aunque a todos los Mödö les gusta usar ropa cuando pueden conseguirla, muchas mujeres no tienen suficientes vestidos como para ponerse uno para trabajar. Cuando así sucede, recogen diariamente hojas de ciertos árboles, forman con ellas un ramillete bien ordenado y después de colocárselo debajo de las sartas de cuentas con que se ciñen las caderas, se cubren con ellos por detrás y por delante, por motivos de decencia. A este respecto son muy meticulosas. He visto a una mujer dedicar un cuarto de hora al arreglo de su ramillete de hojas. Algunos árboles son muy preferidos a otros. El favorito es Afzelia africana, escogiéndose sobre todo sus hojas más oscuras. Un tipo de la especie Enfada es asimismo popular, y también se utilizan las hojas de Combretum sp. (kirika 'da), Anogeissus leiocarpus, Lannea sp. nr. L. barteri y Ficus salicifolia. Al parecer el principal requisito es que las hojas sean pequeñas.

En la época del Imperio Azande, que se extendió hasta el Sudán meridional, los Azande se vestían. con una tela que obtenían golpeando la corteza de una de las especies de Ficus. Según pude enterarme a través de los Mödö, estos últimos conocían, y tal vez todavía conozcan, el arte de fabricar esa tela, pero el empleo de la misma nunca se difundió. El árbol apropiado para ello no es común en la zona y sólo se encuentra en algunos lugares diseminados a orillas del río.

Desde la edad de seis años, aproximadamente, hasta que se casan, las niñas suelen cubrirse únicamente con sartas de cuentas y con una franja dispuesta alrededor de las caderas, que se puede hacer con algodón cultivado en las casas o con un hilo fabricado con la corteza de Neorautanenia sp. nr. N. mitis y que se tiñe de rojo con polvo de mineral de hierro.

Se pueden obtener aceites cosméticos para friccionar el cuerpo de una de las especies de Sterculia ('biny), y de dos árboles que crecen en las orillas de los ríos, pero a las mujeres les resulta más práctico friccionarse con aceite de cocina, con ungüentos perfumados comprados en alguna tienda o incluso con grasa para automóviles. Lo mismo puede decirse del jabón, que se puede producir con raíces de una de las especies de Catunaregam, y de otro árbol que crece cerca de los ríos. Dicen que este jabón es muy eficaz, pero como la gente está acostumbrada al manufacturado, sólo en caso de extrema necesidad utiliza jabón hecho de raíces de árboles. Una mujer me dijo que había usado «jabón de árbol» durante la guerra civil del Sudán, cuando no se podía obtener el jabón que se vende en las tiendas; ahora ha dejado de usarlo. Los peines se tallan con la madera de Nauclea latifolia.

Usos medicinales

Los Mödö utilizan muchos medicamentos hechos de hierbas, pero la mayoría de la población sólo conoce unos pocos. Ello se debe a que los curanderos especializados mantienen sus tratamientos secretos. Indicaré a continuación los remedios que conocía mi informador y que son, a su parecer, más o menos eficaces. Para la irritación de ojos se prepara un baño con una infusión de hojas de Rhus natalensis. Las hojas de Lonchocarpus sp. nr. L. laxiflorus se colocan sobre úlceras así como sobre llagas de una cierta entidad para cicatrizarlas. Con las raíces de Nauclea latifolia o con una de las especies de Cassia (mcbc a 'bati) se prepara un remedio para la hernia inguinal, dolencia muy común entre los hombres Mödö. Hay varios tratamientos para los dolores de estómago: Pseudocedrela kotschyi, una pequeña planta no identificada (siya döwölö), y un árbol tampoco identificado y muy raro ('do'dowc). La ictericia se trata con una infusión preparada con las raíces de Catunaregam sp. Acacia sayal proporciona un medicamento para las fiebres comunes, mientras que para los fuertes dolores de cabeza y el paludismo se utiliza un bulbo de sabor muy amargo (gita). Al parecer, el conocimiento de esta última cura se difundió entre los Mödö durante la guerra civil. Antes no estaban familiarizados con el bulbo gita, que crece en su zona.

Seria útil realizar más investigaciones sobre estos medicamentos populares y sobre su eficacia.

Aspectos diversos

El canto y la danza son actividades populares. El instrumento más común es un tambor de una sola cara, de 30 a 60 cm de altura, con una piel de cabra atada con cuerdas en torno al cuerpo del tambor. Este instrumento se hace con Prosopis africana, madera dura y de larga duración. Unicamente a unos pocos expertos se les reconoce la capacidad de hacer buenos tambores.

Prosopis africana es también la madera que se usa para los postes funerarios porque duran más tiempo que los de cualquier otra. Algunas veces los postes de este tipo son ahorquillados y llevan tallados unos pocos diseños sencillos. Como cortar un árbol tan duro con un hacha pequeña exige mucho tiempo y trabajo, los postes funerarios no se colocan el día de la sepultura sino pasado algún tiempo.

Hay dos plantas, el árbol Grewia mollis y la rastrera Cissus integrifolia, que tienen una función ritual. Grewia mollis se conoce en la región de los Mödö, con el nombre de ya 'da y el bc ya 'da o «propietario del ya 'da» es el cabeza de una familia. Le compete la función de bendecir el hogar rociando de agua, con una rama del árbol citado, a todos los miembros de la familia reunidos.

Se dice que tanto Grewia mollis como Cissus integrifolia las usan los brujos con poderes mágicos para atraer a la lluvia cuando la invocan en sus ritos, y estas dos plantas se utilizan también en ofrendas rituales en la época de la cosecha o en momentos de apuro. No sé por qué motivo se ha otorgado a estas especies en particular una función ritual. Ambas son muy comunes y proporcionan tipos de cuerda muy útiles. De Grewia mollis se extrae también sal vegetal, pero lo mismo ocurre con muchos otros árboles que no tienen usos rituales.

Conclusión

Actualmente los Mödö viven en armonía con su ambiente natural y su sistema de vida no constituye una amenaza para los bosques, salvo en unas pocas zonas pequeñas en las que existen asentamientos más permanentes. Probablemente la actividad más destructiva es la quema de pastos que se realiza en la estación seca. Sin embargo, la población local no es la única responsable de los incendios que se producen. Los turistas abandonan con demasiada frecuencia los fuegos de sus campamentos sin apagarlos, o arrojan pitillos aún encendidos sobre el pasto seco, a los lados de las carreteras. De todos modos, se podría educar a la población local para que vigilara con mayor atención los fuegos con que queman los matorrales y a apagarlos con más cuidado. Sólo algunos fuegos son realmente necesarios para sus actividades agrícolas o de caza, pero la gente no ve qué ventaja práctica puede aportarles el apagar incendios que no amenazan sus cultivos o casas, y habitualmente los dejan arder hasta que se extinguen por si solos.

Ciertos tipos de corta de madera, por ejemplo la de la destinada a la construcción, podrían causar deforestación si la población creciera considerablemente, pero por el momento eso parece poco probable. No obstante, se podría establecer una comparación entre la región de los Mödö y la de los Avokaya que se encuentra mucho más al sur. A partir de 1982 la zona comprendida entre Maridi y algunos puntos situados más hacia el este, a lo largo de las carreteras de Mundri y Yei, ha recibido un aflujo repentino de refugiados de Uganda, de manera que zonas boscosas que en un tiempo estaban escasamente pobladas ahora tienen una densidad demográfica bastante elevada. Ante semejantes aumentos de población debería intentarse adoptar un nuevo sistema de ordenación de los bosques, idóneo para que soporten las mayores presiones de que son objeto

A menudo los Mödö se quejan de que en la época de sus antepasados las lluvias eran más abundantes. Aunque los campesinos raramente se muestran contentos del tiempo y aunque todos tienden a añorar los felices días de antaño (que tal vez no fueron tan felices), ciertas referencias incluidas en escritos europeos de mediados del siglo XIX parecen demostrar que en muchas comarcas del Sudán meridional ha habido efectivamente una disminución de la pluviosidad. Ello seguramente debe también afectar a las especies naturales de la región, de manera que, según algunos observadores, los brinzales de algunas especies menos resistentes a la sequía no podrán sobrevivir a una estación seca prolongada y sólo quedarán los árboles de más edad de esas especies. Estas circunstancias deberían justificar la realización de ulteriores investigaciones.

Quiero también poner de relieve que, si bien viven en equilibrio con su ambiente forestal, la actitud de los Mödö no parece que vaya a evitar que contribuyan a una despoblación de los bosques. No están mejor informados ni son menos egoístas que otras poblaciones del mundo, y cabe prever que explotarán los montes en su propio provecho mientras estén a su alcance. De hecho, esos montes les permiten satisfacer muchas de sus necesidades vitales, y no se puede esperar que renuncien a utilizarlos si no encuentran alguna otra solución factible.


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