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Problemas actuales del cultivo del álamo en Italia

W. VIVANI y L. ROTA

W. VIVANI y L. ROTA, del Istituto Nazionale per Piante da Legno «G. Piccarolo», Turín, Italia, prepararon este documento para la 13a reunión de la Comisión Internacional del Alamo, celebrada en Montreal, del 23 al 28 de septiembre de 1968.

El cultivo del álamo en Italia, y especialmente en el valle del Po, que es uno de los ejemplos más típicos del mundo, está atravesando una crisis económica y técnica en cuanto a planes de ordenación y métodos de cultivo, que puede repercutir considerablemente en su estructura actual.

Las causas de esta crisis y su persistencia son muchas, concomitantes e interdependientes. Dentro del contexto económico, puede observarse una evolución desfavorable del mercado del álamo cuyos precios, después de una baja importante en los últimos años, especialmente en ciertos sectores de utilización, se estabilizaron a un nivel notablemente bajo, siendo difícil reanudar la tendencia ascendente. Las bajas cotizaciones actuales de este producto pueden atribuirse a varios factores: la existencia de muchas plantaciones afectadas por el barrenillo de la madera; la corta de muchas plantaciones inmaduras, que se habían establecido en tierras labrantías, y que se han vuelto a dedicar a la agricultura como resultado de los recientes incrementos en los precios de los productos agrícolas; algunas medidas legislativas poco afortunadas¹ y la introducción en el mercado nacional de maderas exóticas que han reemplazado al álamo, especialmente para los usos más remunerativos, tales como en la industria del contrachapado.

¹ Esto se refiere a los reglamentos recientes que regulan la distribución del producto de las plantaciones lineares entre el propietario y el arrendatario y que omitieron determinar simultáneamente la distribución de los costos lo que ha inducido a los propietarios a anticipar las cortas.

Una cooperación más estrecha entre los productores de álamo, mediante algún tipo de asociación, permitiría planificar las cortas y proporcionar protección comercial al producto y por ende, estabilizar los precios, pero la absoluta falta de interés en cooperar, que se observa entre los productores, impide que se establezca una institución de este tipo.

Existen también otros factores, cada uno de los cuales tienen su parte de responsabilidad en la situación actual desala populicultura en Italia.

La presencia en vasta escala de diversos parásitos que podrían denominarse tradicionales, en especial, por ejemplo, Cryptorrhynchus lapathi y Saperda carcharias, entre los insectos, y del Dothicgiza populea, entre las enfermedades, y sobre todo la virulencia que en años recientes ha presentado Marssonina brunnea, han infligido un golpe decisivo a la producción de álamo, lo que, por una parte, ha incrementado el costo de las operaciones culturales y de lucha antiparasitaria y por otra, ha deteriorado la calidad y cantidad de la madera producida.

Además en 1960-62, la aparición de un grupo numeroso de empresarios completamente desprovistos de la preparación necesaria, pero confiados en que habían descubierto un campo nuevo y ventajoso para sus inversiones, ha dado lugar a que el cultivo del álamo se hiciera de manera irracional, faltando los necesarios cuidados culturales y protección fitosanitaria.

Las primeras bajas registradas en los precios destruyeron rápidamente las ilusiones y enfriaron el entusiasmo y, como resultado, las plantaciones maduras se abandonaron o se vendieron a cualquier precio, y las inmaduras se descuajaron; esto provocó una caída aún mayor de los precios, a lo que se añadió la escasez cada vez mayor de mano de obra agrícola, con la correspondiente subida de salarios. Ante esta situación, hay que estudiar las medidas de carácter técnico para remediarla, y que podrían impulsar el mercado y servir de guía para el perplejo cultivador de álamos.

En primer lugar, hay que investigar la posibilidad de reducir los costos del cultivo mediante el establecimiento de organizaciones apropiadas o la introducción de equipos mecánicos nuevos y mejorados. En cuanto a este último punto, en los últimos años se ha podido observar una tendencia constante hacia la mecanización en todas las fases del cultivo del álamo, desde la plantación hasta el apeo; se están tratando de resolver algunos problemas específicos causados por las crecientes dificultades técnicas, o se están realizando experimentos.

Esto se aplica a las operaciones de poda, que es importante hacer bien y oportunamente, si se desea obtener un surtido de productos valiosos; se han creado diversas máquinas, que han resultado particularmente eficaces por la rapidez y buena calidad de su trabajo. En este sentido, vale la pena mencionar que el equipo existente va, desde el más complejo (como las podadoras neumáticas, o aquellas que pueden trepar por el árbol y podarlo a alturas predeterminadas) hasta las podadores manuales más simples, de uso fácil y eficaz, de modo que es posible elegir el método más apropiado de acuerdo con las características específicas del predio en cuestión (tamaño, organización, disponibilidad de mano de obra, etc.).

También se ha creado equipo mecánico para las operaciones de corta, conversión preliminar y carga. Este varía desde las sierras de cadena, hasta los cargadores de horquilla instalados en la parte delantera de los tractores y utilizados para cargar trozas y recoger ramas; desde las desmenuzadoras mecánicas para destruir la madera descartada después de la conversión preliminar, hasta descortezadoras portátiles.

En años recientes se ha progresado considerablemente en la solución del problema del descepe, ya que las cortas se efectuaban a ras del suelo, sin ninguna otra operación que facilitara el descepe. El primer paso ha sido la invención de máquinas descepadoras con un cabezal circular, impulsadas por un tractor de suficiente potencia, que penetra en el suelo y después se alza llevando consigo el llamado «nabo», formado por la raíz principal de la planta. No obstante, todavía queda la onerosa tarea de deshacerse de los tocones, a la que se debe sumar el problema de encontrar un sitio para depositarlos.

Por este motivo, los cultivadores de álamo han recibido entusiastamente las modernas máquinas, que pueden penetrar como una pequeña barrena en el tocón enraizado, desmenuzándolo completamente en pequeños fragmentos. A continuación, la tierra puede ararse normalmente con tractor después de eliminar cualquier raíz que haya podido quedar en la superficie. El suelo queda entonces listo y los fragmentos de tocón, que se mezclan con la tierra, se descomponen rápidamente. Este equipo para desmenuzar tocones, inventado por hábiles artesanos, aún no ha sido producido en escala industrial, pero, no obstante, se utiliza cada vez con mayor frecuencia.

Otra iniciativa se refiere al establecimiento de asociaciones de populicultores, con el fin de llevar a cabo los tratamientos antiparasitarios considerados indispensables para un cultivo rentable del álamo.²

² El Dr. Federico Boccalari, Presidente de la Asociación Italiana del Alamo, ha puesto de relieve, en más de una ocasión, la importancia de este argumento.

Donde han podido funcionar estas asociaciones, han resultado particularmente eficaces, tanto por el volumen de trabajo realizado, como por las reducciones logradas en los costos. Una forma concreta de asociación facilitaría la colaboración indispensable entre productores, industriales y consumidores, para un auténtico mejoramiento de la situación.

Queda ahora por considerar el punto que constituye la raíz misma de la perplejidad entre los populicultores, y que se refiere a los propios planes de ordenación que hoy día están en tela de juicio. El tema es muy complejo, ya que involucra los factores específicos y los problemas antes mencionados, junto con otros de carácter más general, que se refieren a las futuras perspectivas de la demanda de madera como materia prima y a la organización y equipo de las industrias usuarias.

El cultivo del álamo en el Valle del Po ha tendido hasta hoy hacia el establecimiento de plantaciones de mediana densidad (270-300 plantas por ha), en turnos relativamente cortos (alrededor de 9-12 años), lo que se hizo con el fin de obtener surtidos de tamaño mediano, que lograran precios más remunerativos, ya que la industria del contrachapado estaba interesada en estas características. Como consecuencia, otras industrias madereras se han adaptado a esta tendencia, instalando equipo destinado específicamente para la manipulación y utilización de rollos de álamo de tamaño mediano, que abundan en el mercado.

Esta tendencia sigue manifestándose, pero se teme que en el futuro, debido a la influencia de los diversos factores negativos ya mencionados, el cultivo del álamo disminuya, y no sea capaz de abastecer la creciente demanda industrial de madera que se evidencia en los datos estadísticos más recientes. Sería interesante experimentar nuevos planes de ordenación para el cultivo del álamo, al objeto de determinar la posibilidad de producir, al menor costo, la mayor cantidad de madera posible por hectárea.

En primer lugar, es preciso recordar que Piccarolo, fundador del Istituto Nazionale per Piante da Legno, en Turín, comparando datos de producción obtenidos en el apeo de dos plantaciones uniformes, de 10 y 15 años respectivamente, observó que, en los cinco años comprendidos entre el 10° y el 15°, el volumen de madera se había duplicado.

Los datos publicados en un trabajo de la FAO³ confirman lo anterior. Da el crecimiento de una chopera en los diferentes años del turno, y se desprende que el incremento total en 15 años es más del doble que en el décimo año, en el caso de plantaciones más bien espaciadas (250 plantas por hectárea).

³ FAO, 1958. Los chopos en la producción de madera y la utilización de las tierras, FAO: Estudios de silvicultura y productos forestales, N° 12, Roma. Véase particularmente Cuadro 4, página 112.

En un estudio más reciente de Prevosto4 sobre el incremento y rendimiento del clono I-214 (que es el álamo más utilizado en el Valle del Po), en función del espaciamiento y duración del turno, se dan indicaciones más precisas y detalladas a este respecto. Los datos que aparecen a continuación han sido extraídos de varios de los cuadros de dicho estudio:

4 Michele PREVOSTO: L'accrescimento del pioppo euro-americano I-214 nei diversi ambienti della pianura lombardo-piemontese in relazione alla spaziatura ed al turno. Ente Nazionale per Carta e Cellulosa, Roma, 1965.

FIGURA 1. - Plantación lineal de Populus nigra var. italica cerca de Turín.

CASTELLANI

INCREMENTO POR HECTÁREA DE UNA PLANTACIÓN DE ÁLAMOS EN DIFERENTES Años DESPUÉS DE LA PLANTACIÓN Y CON DIVERSO ESPACIAMIENTO (CLONO I -214)

Espaciamiento

Años después de la plantación

Clase de estación

1a

2a

3a

4a

Plantas por ha

Metros cúbicos

Denso (455-1111)

5

165

144

116

78

10

445

388

296

213

15

554

464

363

259

Mediano (278-435)

5

112

92

70

50

10

404

343

255

174

15

616

503

371

230

Amplio (200-270)

5

88

71

53

41

10

319

269

221

158

15

572

486

402

272

De estos datos se desprende que, si el turno se prolongara de 10 a 15 años, especialmente en las plantaciones con espaciamiento mediano y amplio, durante los últimos cinco años resultarían incrementos adicionales suficientes como para hacer reflexionar seriamente a los populicultores sobre la validez de las rotaciones que actualmente se practican.

En este punto se podrían hacer objeciones respecto a la influencia negativa del interés compuesto sobre los costos de plantación y de cuidados, si se prolongan los turnos. No obstante, en relación con esto es preciso manifestar que, en el transcurso de los últimos años, se han observado condiciones particulares que pueden disminuir la fuerza de tales objeciones.

La apreciable subida de precios que han experimentado ciertos productos agrícolas tradicionales (cereales, legumbres, etc.) permite pensar de nuevo en la conveniencia de practicar cultivos agrícolas interlineales en las choperas durante los primeros años del turno, es decir, mientras el desarrollo gradual del follaje lo permita.

Ahora bien, esta combinación de populicultura y agricultura, por lo menos en los primeros años, produce beneficios anuales que pueden compensar al populicultor de los costos de establecimiento y cuidados culturales, y disminuir considerablemente la incidencia del interés compuesto, aun en el caso de un turno más largo

FIGURA 2. - Populus X euramericana, de 4 años, cerca de Roma.

ENTE NAZIONALE PER LA CELLULOSA E PER LA CARTA

FIGURA 3. - Populus X euramericana, de 4 años, cerca de Bérgamo.

CASTELLANI

La legislación italiana, gracias a la activa participación de la Direzione Generale per l'Economia Montana e per le Foreste, prevé actualmente la concesión de subsidios estatales para el establecimiento de plantaciones de álamos en las zonas especialmente idóneas para la populicultura (tierras ribereñas de los ríos propensas a inundarse temporalmente). Estos subsidios, que pueden ascender al 50 por ciento de los costos totales de establecimiento, reducen la inversión inicial y, en consecuencia, aligeran la carga representada por la prolongación del turno. Sería muy conveniente que estas disposiciones se aplicaran en mayor extensión, con el fin de orientar el cultivo del álamo en Italia hacia una mayor producción de madera.

En vista de este conjunto de factores asociados, sería de suma utilidad experimentar nuevos planes de ordenación basados en plantaciones con mayor espaciamiento, especialmente entre hileras; en una prolongación de los turnos actuales; y en la combinación del cultivo de árboles con cultivos agrícolas corrientes, por lo menos mientras esto resulte factible económica y técnicamente.

Los planes de este tipo permitirían no sólo incrementar la producción de madera para satisfacer la creciente demanda de materia prima, sino también reducir los costos (menores gastos de plantación, debido a un mayor espaciamiento, la posibilidad de obtener una subvención inicial del Estado, beneficios obtenidos de la asociación con cultivos agrícolas). De esta manera, se podría influir muy positivamente sobre el balance general del cultivo del álamo.

Es obvio que un sistema de cultivo de esta naturaleza implicará efectuar algunos cambios en los porcentajes de los distintos surtidos de madera que se obtienen, con ventaja para aquellos productos destinados a satisfacer la creciente demanda del sector del papel y los tableros de partículas.5

5 Como indicó G. Giordano en la reunión celebrada en Turín, en abril de 1968, sobre los problemas de populicultura.

Tal vez, al principio se tropiece con inconvenientes debidos a las mayores dimensiones de las trozas, por cuanto las industrias italianas no cuentan en la actualidad con el equipo necesario para elaborarlas. Mientras no estén debidamente equipadas, tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones y pensar en que el citado inconveniente se verá compensado por la mayor disponibilidad de madera.


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