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4 CULTIVO DE TILAPIA EN ESTANQUES EN LOS LLANOS


4.1 Antecedentes
4.2 Necesidades de Investigación

4.1 Antecedentes

En contraste con las especies de peces indígenas, que requieren mucho tiempo para estudiar la biología en su relación con la acuicultura y para establecer técnicas practicas para su cultivo, se conoce gran parte de la biología y técnicas de cultivo de especies no indígenas. Aunque se necesita tiempo para adaptar estas técnicas a las condiciones latinoamericanas, muchas podrían aplicarse rápidamente a ensayos a escala piloto o comerciales, reduciendo así en varios años el fomento de la acuicultura.

Por otro lado, es posible que tales peces puedan influir en el equilibrio ecológico de las aguas naturales si escaparan a estas y también podrían exponer a las especies de peces indígenas a enfermedades nuevas. No se tienen pruebas directas y convincentes de que en el pasado hayan ocurrido tales modificaciones ambientales. Los experimentos han demostrado que algunas especies exóticas pueden competir por el alimento o dificultar de otra manera el desarrollo de las indígenas si se reproducen libremente en su nuevo ambiente. No obstante, las condiciones en las aguas libres no siempre favorecen el desarrollo y cría de los peces y su sobrevivencia puede ser escasa; por ejemplo, Nomura (1977) informa que en Brasil, la carpa fue eliminada de las aguas naturales por las especies de peces carnívoros locales. Aun así, el valor relativo para la pesquería obtenida con los peces introducidos debería evaluarse contra posibles perdidas de las especies damnificadas.

En América Latina se han introducido ya varios peces exóticos, algunos más extensamente que otros. En algunos casos la introducción ha dado resultados favorables, como lo comunicaron Nomura y Castagnolli (1977) respecto a la Tilapia rendalli introducida en los embalses de Brasil, y Granados (1977) sobre la introducción de T. nilotica 1/ en los principales embalses de México. Algunas de estas especies ameritan el estudio ulterior y las técnicas para su cultivo se tienen que determinar en las condiciones latinoamericanas antes de tratar la introducción amplia de otros peces exóticos. Sin embargo, si se va a introducir una nueva especie, aún con fines experimentales, se deberá proceder con más cuidado que en el pasado. Por esta razón el Centro en Pirassununga puede desempeñar una función importante en tales introducciones al facilitar medios de cuarentena una salvaguardia contra la introducción de patógenos y para realizar estudios preliminares sobre posibles efectos en la ecología de las aguas naturales.

1/ Se ha propuesto que las especies que crían en la boca, T. nilotica, T. aurea, T. mossambica y T. hornorum, se clasifiquen en el nombre genérico de Sarotherodon, mientras que las que no crían en la boca, como T. rendalli, se mantengan en el genero original

De los peces exóticos de agua cálida que se han introducido en América Latina y respecto de los cuales se han adquirido algunos conocimientos de sus posibilidades, dos han demostrado resultados prometedores: la tilapia y la carpa, por lo que se propone que estas especies sean estudiadas más a fondo.

En años recientes se han introducido en América Latina cinco especies de tilapia:

(i) Tilapia mossambica es un pez omnívoro que se alimenta de plancton, detritos y fauna del fondo y alcanza un peso de 500-600 g y más. Como se reproduce siendo joven y pequeña, el crecimiento ulterior queda obstaculizado. Tarda mucho tiempo en alcanzar un tamaño comercial y aún así pocas lo hacen y otras quedan atrofiadas por la producción de demasiados juveniles. El crecimiento, aun cuando las condiciones son buenas, es menor que el de otras especies de tilapia introducidas en América Latina (Bowman, 1977). La T. mossambica se ha introducido en Ecuador (Departamento de Limnología, 1977), El Salvador (Bowman, 1977), México (Lizárraga, 1977; Granados, 1977) y Colombia (Acero-Sánchez, 1977), pero otras introducciones deberán de ser desalentadas.

(ii) Tilapia rendalli (= T. melanopleura) se alimenta de vegetación superior y se han obtenido buenas tasas de crecimiento y rendimiento en los países de América Latina en la que se ha introducido, tales como Brasil (Nomura y Castagnolli, 1977), Colombia (Ramos, 1973; Acero-Sánchez, 1977), México (Granados, 1977), Paraguay (División de Caza, Pesca y Piscicultura, 1977) y Bolivia (1977).

(iii) Tilapia aurea se alimenta de detritos y animales pequeños que viven en la capa superior del fondo de la masa de agua (el légamo orgánico). Ha demostrado buenas tasas de crecimiento y rendimiento por unidad de superficie de estanque en Puerto Rico (Pagán-Font, 1977) y El Salvador (García-Ramirios, 1977).

(iv) Tilapia nilotica se ha introducido en Brasil (Lovshin, da Silva y Fernández, 1977), México (Granados, 1977; Lizárraga, 1977), Paraguay (División de Caza, Pesca y Piscicultura, 1977) y Costa Rica (FAO/PNUD, 1976). Se alimenta de plancton, tanto de phytoplancton como de zooplancton, crece bien y puede obtenerse una alta producción de su cultivo en estanques.

(v) Tilapia hornorum es un pez pequeño, de color oscuro, empleado principalmente para producir híbridos monosexuados cuando se cruza con Tilapia nilotica. Se ha introducido en Brasil (Lovshin, Da Silva y Fernández, 1977) y en Puerto Rico (Pagán-Font, 1977).

El cultivo comercial de la tilapia ofrece dos opciones fundamentales: (i) cultivo normal sin separación de sexos, y (ii) cultivo monosexual de poblaciones de machos.

(i) El cultivo normal sin separación de sexos ha fracasado con frecuencia en el pasado debido a un "desove silvestre" de la tilapia que produce muchos alevines que atrofian a toda la población. Teóricamente esto puede vencerse de dos maneras:

(a) prácticas de manejos que producen peces lo más grande posible en el menor tiempo posible, superan los efectos perjudiciales del "desove silvestre" si si éste ocurre cuando los peces han alcanzado casi el tamaño comercial. Por ende, los alevines no crecen lo suficiente para constituir un competidor principal por el alimento. Para seguir este sistema, el estanque se tiene que vaciar por completo después de cada recolección, secarse el fondo y destruir los peces restantes para que no queden ejemplares adultos capaces de desovar durante el próximo período de crecimiento. Para aumentar la tasa de crecimiento se requiere la selección de cepas de crecimiento rápido, preferiblemente junto con tendencias al desove tardío (todas las tilapias desovan siendo jóvenes, pero incluso un retraso de un mes en el desove puede ser beneficioso). T. aurea es la más conveniente de las especies mencionadas anteriormente con esta finalidad, pero esta posibilidad exige disponer de alimentos proteínicos y practicas de manejo de que estimulen el crecimiento rápido junto con densidades bajas de siembra, que normalmente van acompañadas de ciertas perdidas de rendimiento potencial por unidad de área;

(b) una variante de esta posibilidad es incluir una especie depredadora para controlar los alevines. Algunos experimentos de cultivo de tilapia con Cichlasoma nigrofasciatum han sido relativamente satisfactorios en el control de los alevines (García-Ramirios, 1977). Cichla ocellaris también puede ser un pez conveniente en tales policultivos (Nión, 1977). Sin embargo, este sistema exige un suministro de alevines de las especies depredadoras y la infraestructura para producirlos, y solamente C. ocellaris puede reproducirse con las actuales tecnologías. No obstante, este pez es caníbal y necesita mucho espacio en el estanque, por lo que hará falta un estanque relativamente grande. También se tienen que estudiar y determinar las tasas de siembra y de tamaño de tilapia-depredador; el equilibrio entre el depredador y la tilapia es muy delicado y toda perturbación del mismo puede dar por resultado un mal crecimiento y rendimiento, con la perdida consecuente de ingresos. El mantenimiento de este equilibrio exige acuicultores experimentados y su capacitación puede tomar algun tiempo.

(ii) El cultivo monosexual de machos de tilapia soluciona el problema del "desove silvestre" en los estanques de cría. Por cuanto la tasa de crecimiento de los machos es mayor que el de las hembras, la obtención de peces de más talla y de rendimientos mayores es una ventaja adicional. Las tilapias macho monosexuadas pueden obtenerse de tres maneras:

(a) el sexuado manual exige personal muy diestro, pero incluso el más experimentado puede cometer errores de por lo menos 2-5 por ciento. Si el error es superior a esa cantidad, el resultado puede tener efectos perjudiciales en la productividad del estanque. Ambos sexos hay que criarlos hasta que alcanzen de 50 a 80 g de peso antes de poder sexuarlos, dando esto por resultado una pérdida de cerca del 50 por ciento de la producción hasta este tamaño, debido a la destrucción de las hembras;

(b) pueden obtenerse el monosexo de machos híbridos cruzando algunas especies de tilapias. La genética de la determinación del sexo de estos híbridos es muy complicada y no todos los cruces producen un 100 por ciento de machos. El cruce efectuado en Israel entre machos de T. nilotica y hembras de T. aurea sólo produjo del 80 al 90 por ciento de machos híbridos; el cruce en México entre machos de T. mossambica y hembras de T. nilotica sólo produjo un 80 por ciento de machos (González, 1977), en tanto que el cruce entre machos de T. hornorum y hembras de T. nilotica generalmente da una descendencia exclusivamente de machos. No obstante, puede obtenerse algunas hembras si los reproductores no son de líneas puras. En Israel se han encontrado dificultades con T. nilotica importada de Uganda que era de naturaleza diversa. También se ha de tener presente que el F1 es fértil y puede cruzarse con el progenitor hembra para producir alevines de ambos sexos. Los impedimentos encontrados en el suministro de híbridos son, por tanto, las de mantener la pureza de los progenitores y la escasa fecundidad que restringe el suministro de alevines. En ocasiones ocurren grandes mortandades en estanques de cría muy poblados que reducen todavía más la producción de alevines. Claramente la manipulación de la producción de alevines no esta al alcance de la mayor parte de los piscicultores individuales. Se necesitan unidades de producción a gran escala para el suministro de alevines híbridos, con medios especiales para mantener reproductores puros, alevines de cría, y controlar las enfermedades, si es esta la opción que habrá de seguirse;

(c) son alentadoras las tecnologías de inversión de sexos. Como el tamaño de los alevines de tilapia se determina entre la segunda y sexta semana después de la oclusión, la alimentación con hormonas sexuales (testosteronas) durante este período transformara las hembras en machos. Estas técnicas han dado resultado en el laboratorio, pero todavía se tienen que ensayar a escala comercial. Este procedimiento requiere que los alevines se tengan en estanques que no sean de tierra (para excluir el alimento natural) durante una semana, alimentándolos con piensos fortificados con hormonas; por tal razón el espacio puede ser un problema. La producción de alimento especial puede ser fastidioso, especialmente si se necesita una licencia para el empleo de las hormonas. De las diversas técnicas para impedir la reproducción en los estanques las ultimas dos parecen ser las más prometedoras para el desarrollo del cultivo de la tilapia en América Latina. Los experimentos efectuados hasta la fecha sobre el cultivo de híbridos son alentadores (Bownan, 1977; Lovshin, da Silva y Fernández, 1977) y podrían ser muy lucrativos (Greenfield, Lira y Jensen, 1977). Por lo tanto, estas técnicas deben ser consideradas cuidadosamente para su ulterior desarrollo en el Centro, aunque las técnicas de inversión de sexos pueden crear impedimentos en el futuro inmediato.

4.2 Necesidades de Investigación

En vista de la relativamente amplia distribución regional que la tilapia ya tiene en América Latina, su aceptación por los consumidores y los prometedores resultados obtenidos hasta la fecha, el Grupo de Trabajo propone que se de prioridad a la modificación y mejora de la técnicas de su cultivo. Se cree que esto podría lograrse antes que el perfeccionamiento de técnicas para el cultivo de peces indígenas. Como se ha explicado anteriormente, parece ser que el cultivo de tilapias macho monosexuales tiene las mayores posibilidades. Como el mercado de América Latina demanda peces de por lo menos 200 g de peso, y como los precios probablemente serán mucho más altos para los peces mayores, deberán desarrollarse procedimientos para que los peces alcancen esa talla. En primer lugar esto significara prescindir de la Tilapia mossambica que tiene menos probabilidades de alcanzar este tamaño. El híbrido de T. hornorum x T. nilotica es la única combinación que hasta la fecha ha dado progenies macho monosexuales, pero es de color oscuro y en algunos lugares tiene menos interés comercial que T. aurea que es de color más claro. Si se logra la inversión de sexos, esta parece ser la especie más conveniente. Segundo, deberá estudiarse la posibilidad de lograr niveles intermedios o incluso de gran intensificación empleando fertilizantes, abonos orgánicos o alimentos con objeto de obtener peces de talla más grande y rendimientos mayores. Se ha de tener presente que la tilapia utiliza pobremente los cereales granulados como el sorgo, pero utiliza bien la proteína vegetal como la de la soja o cualquier otra torta de harina de aceite.

Se propone que al investigar el cultivo de la tilapia se efectúen los experimentos siguientes:

(i) Cría de híbridos de tilapia

(a) generalmente dos especies no se pueden cruzar en un acuario pequeño y necesitan estanques o por lo menos tanques grandes; la tilapia híbrida es poco fecunda. Por tanto, se requieren más reproductores y el plan de cría deberá enfatizar principalmente la producción de material reproductor puro dentro del vivero para la cría fuera de ella. La pureza de la línea debe vigilarse con cuidado y los progenitores marcarse debidamente;

(b) deberán efectuarse experimentos para aumentar el numero de alevines obtenidos mediante el cruce;

(c) hay que estudiar métodos mejorados de cría, densidad de siembra de alevines de tamaños diferentes, alimentación de los alevines y las enfermedades que puedan causar la perdida de alevines en la fase de cría;

(d) también pueden estudiarse otras especies que den hasta un 100 por ciento de descendientes machos.

(ii) Inversión de sexos de tilapia (T. aurea u otras especies)

(a) en primer lugar hay que efectuar un estudio en el laboratorio;
(b) irá seguida de un estudio a escala piloto si los primeros resultados lo justifican.

(iii) Estudio de alimentación

Se tratará principalmente de comparar la utilización relativa de los diversos alimentos disponibles, más bien que de efectuar investigaciones fundamentales sobre los requerimientos nutritivos del pez:

(a) la aceptabilidad de diversos alimentos locales por la tilapia;

(b) ensayos de digestibilidad de diversos alimentos. Estos estudios son bastante complicados y tienen que efectuarse en un laboratorio de química, con el posible uso de indicadores inertes (Cr2O3) o incluso de indicadores radiactivos. En el ultimo caso puede ser preciso pedir la cooperación de una universidad próxima que cuente con el material necesario;

(c) estudios de crecimiento en tanques de agua corriente para hacer comparaciones de los piensos.

(iv) Estudios de cultivo

Como existe una vigorosa acción recíproca entre algunos de los factores relativo al cultivo tales como el grado de intensificación, la cantidad de alimento, la composición de alimento y la tasa de siembra, estos experimentos deberán proyectarse sobre la base de diseños factoriales estudiando los parámetros siguientes:

(a) tasa de siembra;
(b) fertilizantes, cantidad de fertilizante y fertilización;
(c) abonado, cantidad de abono, formas, frecuencia del abonado;
(d) alimentación, piensos, cantidad de alimento, métodos de alimentación.

Estas variables independientes, que pueden combinarse en el experimento factorial, deberán ir seguidas del estudio de algunas variables dependientes que pueden afectar el rendimiento y el crecimiento. Estas pueden cambiar según el experimento e incluir:

(a) temperatura;
(b) oxígeno disuelto;
(c) pH;
(d) producción primaria;
(e) fitoplancton;
(f) zooplancton;
(g) bentos;
(h) los hábitos alimentarios de los peces (análisis estomacales).

De los peces experimentales se deberán obtener muestras frecuentes (cada 10-14 días) para determinar su tasa de crecimiento, estado de salud y cantidad de alimento para el período siguiente.

(v) Los ensayos de rendimiento a escala piloto deberán realizarse lo antes posible. En ellos se tendrá muy presente el costo de la producción, de modo que puedan hacerse proyecciones económicas para el sistema.

(vi) En las primeras fases de la investigación del sistema también se estudiará la calidad del producto, comerciabilidad y la preparación de nuevos productos.


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