Página precedente Indice Página siguiente


Editorial: Mayor importancia de la silvicultura tropical

K.F.S. King

En los dos años últimos se ha producido en el mundo un brusco aumento de los precios del petróleo, una grave crisis en la disponibilidad de alimentos y una escasez de pasta y papel tan grave que en muchos países en desarrollo se cerraron centros escolares por falta de papel para producir textos.

Quizás por causa de la recesión general que ha afectado a la mayor parte del mundo en este período, juntamente con la continua y creciente pobreza de muchos de los países en desarrollo, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó importantes y amplias resoluciones relativas a Materias primas y desarrollo y al establecimiento de un Nuevo orden económico internacional.

Todos estos acontecimientos tienen consecuencias notables en el sector de la silvicultura y de las industrias forestales, y en la labor de la FAO en este campo.

El aumento de los precios del petróleo ha obligado a muchos países a considerar de nuevo la función de la madera como fuente de energía. No sólo se presta más atención al uso de madera para producir gas y carbón vegetal, sino que también se ha destacado dramáticamente el hecho de que la mayoría de los habitantes de los países de economía en desarrollo dependen actualmente, y tendrán que seguir dependiendo, de la madera como principal, y a veces única, fuente de energía para cocinar y calefacción.

Estos y otros factores influyen ciertamente en los sistemas silvícolas y de ordenación que se practican en los montes tropicales, por lo cual muchas de las actividades de la FAO en su ejercicio presupuestario 1976-77 se centrarán en la silvicultura tropical.

Silvicultura y agricultura

El hambre, la desnutrición y el hambre epidémica son tres expresiones que muy frecuentemente aparecen en la historia social de los países en vías de desarrollo. En los diversos foros donde se han examinado los problemas alimentarios del mundo durante los dos años últimos casi se ha ignorado la función de los montes. Y, sin embargo, es más que una coincidencia que en Bangladesh, Etiopía, la zona saheliana y Somalia, o sea en casi todas las áreas en las cuales ha habido grave escasez de alimentos, la vegetación forestal haya sido arrasada.

Las consecuencias de ello han sido inundaciones en los períodos de lluvias más intensas y sequías durante las estaciones secas. De todo esto naturalmente se ha resentido la producción de alimentos. Esta escasez de cultivos alimentarios volverá a producirse repetidamente en estas regiones ecológicamente frágiles, a menos que se comprenda y tenga presente la importancia de la silvicultura.

Esta tiene otros atributos que son importantes para el desarrollo general de las poblaciones rurales del mundo. El sector silvícola y de las industrias forestales tiene una gran capacidad de absorción de mano de obra y su expansión puede ser de importancia considerable para combatir el desempleo. La tecnología que se utiliza en las diversas industrias forestales abarca desde la sencillísima hasta la extremadamente compleja. Por consiguiente, existe siempre algún tipo de industria forestal que se puede establecer en cualquier país en desarrollo, cualquiera que sea la fase de su evolución económica y el nivel de complicación tecnológica. Y, lo que es más importante todavía, los forestales han ideado medios de obtener cultivos forestales juntamente con cultivos alimentarios, por lo que la producción de madera no se consigue a expensas de la de alimentos.

Esta armonización de la silvicultura con la producción alimentaria y el desarrollo rural general es otro campo en el que la FAO tiene el propósito de concentrar sus actividades en años venideros.

El tercer sector al que la FAO dedicará atención especial es el de la pasta y el papel. Es evidente que la FAO debe esforzarse en ayudar a sus Estados Miembros a superar los problemas socioeconómicos que surgen en este mundo moderno a consecuencia de la escasez del papel. Pero hay otros aspectos aún más positivos. Si las fábricas de pasta y papel se conciben como es debido, se planean con cuidado y se dirigen eficazmente, pueden proporcionar beneficios considerables a los países en desarrollo. Entre estos beneficios figuran, no sólo ganancias monetarias, sino también el ahorro y obtención de divisas y la provisión de oportunidades directas de trabajo en los montes y en las fábricas. De importancia quizás igual son los efectos propulsores y catalíticos de la presencia de esta industria en otros sectores, la introducción de tecnología relativamente complicada en economías menos industrializadas, y la creación de un ambiente de progreso que, muy a menudo, tiene una repercusión psicológica positiva en toda la nación.

Análisis y situación del desarrollo forestal según se expuso a los gobiernos en el 18° Período de sesiones de la Conferencia de la FAO

Una última causa de preocupación radica en el tipo y la estructura del comercio en la producción forestal. Los países en desarrollo exportan todavía una proporción demasiado grande de madera sin elaborar e importan a su vez productos de madera manufacturados. La consecuencia de todo esto es que no sólo el valor añadido por la elaboración no se acumula en los países en desarrollo, sino que muchos de éstos con vastas extensiones de montes tienen continuamente déficit en la balanza comercial, con respecto al sector silvícola e industrias forestales. La FAO facilitará asesoramiento acerca de la elaboración de la madera en bruto, estado de los mercados, precios, tendencias del consumo y planes mundiales para el aumento de la capacidad de las instalaciones de la elaboración de la madera.

¿Cuál es la política de la FAO con respecto a los problemas forestales antes expuestos?

Fomento forestal en los trópicos

Aproximadamente el 55% de la superficie forestal del mundo se halla en los trópicos, pero en 1973 el valor de las exportaciones de productos forestales de países en desarrollo tropicales supuso nada más que 15% del total del comercio mundial de esos productos. Finlandia y el Congo son dos países cuya extensión territorial y superficie forestal son aproximadamente iguales. Pues bien, en 1973, el valor de los productos forestales exportados por Finlandia fue 60 veces mayor que el de los del Congo. América Latina posee más de 5 ha de tierras forestales por persona, mientras que la media mundial es de alrededor de 1 ha por persona. A pesar de ello, la región latinoamericana importa productos madereros por un valor superior al de los que exporta.

Existen muchas razones de este estado de cosas insatisfactorio. Los montes tropicales son complejos. Son diversos en su estructura y encierran gran número de especies cuyas propiedades madereras varían a veces muy considerablemente. Es muy poco lo que se sabe con certeza acerca de los índices de crecimiento de las varias especies, de la reacción de cada especie y de los montes en general a los diferentes tipos de prácticas de ordenación, y de las características de la materia prima de las maderas que existen en esos montes.

En consecuencia, la ordenación de los montes tropicales en muchos países es rudimentaria, la explotación es selectiva, los costos de producción son elevados y grandes extensiones de posible desarrollo permanecen olvidadas o reciben escasísima atención. La lucha para alcanzar algunos de los objetivos del Nuevo orden económico internacional requerirá una acción concertada y continua en diversas esferas: reconocimiento de recursos forestales, diagnóstico de estaciones, forestación, silvicultura y ordenación forestal, y creación de instituciones (por ejemplo, estructuras docentes, profesionales, jurídicas y orgánicas).

Para explotar eficazmente un recurso es necesario conocer su localización, su magnitud, su calidad, el costo de su movilización y si se le debe renovar o sustituir. Hasta ahora solamente se ha reconocido algo más del 10% de la cubierta forestal tropical y la mayoría de los reconocimientos ya efectuados se pensaron y realizaron en modo tal que no proporcionaron toda la información necesaria para una buena ordenación.

Teniendo presente la situación actual, la FAO formuló y sometió al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) una propuesta de financiación de un «Programa de vigilancia de la cubierta forestal tropical» tendiente a obtener los datos necesarios para establecer el mareo para investigaciones de accesibilidad y adecuación de terrenos. En Africa occidental se está iniciando un proyecto piloto para establecer la metodología más apropiada.

En 1976-77 se emprenderán estudios intensivos de los varios sistemas de ordenación de montes tropicales, que actualmente se practican en diferentes áreas. Además, se efectuará un programa de ordenación forestal en algunos países de Asia con vistas a ensayar ciertas hipótesis y a idear medios efectivos de aprovechamiento de montes tropicales hasta el máximo de sus posibilidades.

Sin embargo, cualesquiera que sean los sistemas a que se llegue finalmente, es más que probable que los montes naturales no siempre darán productos de valor tal que la silvicultura pueda competir con otras formas de aprovechamiento de la tierra. Por otra parte, el aumento de las necesidades de alimentos y la creciente preocupación por los problemas del medio ambiente limitarán inevitablemente la silvicultura productiva a extensiones menores, con las cuales habrá que satisfacer una demanda creciente de productos forestales. Por ello habrá que establecer plantaciones madereras que proporcionen más madera en superficies de terreno reducidas.

Aserraderos

Contrachapado de madera

Pequeñas industrias

Es de importancia extrema al respecto la elección de material genético. Los esfuerzos encaminados a proporcionar semillas adecuadas para el establecimiento de plantaciones exóticas de crecimiento rápido en países tropicales no han sido satisfactorios hasta ahora. Frecuentemente' la elección de las semillas originales ha dependido más de la disponibilidad de éstas que de su adaptabilidad al nuevo ambiente. Además, casi todas las introducciones se han hecho recurriendo solamente a una pequeña fracción genética total dentro del espectro natural de la especie.

La transferencia de semillas de árboles de un país a otro introduce un elemento internacional en la obtención de semillas. Con demasiada frecuencia, tanto el país productor como el que las importa carecen de personal y de fondos para la exploración y recogida de semillas. Solamente si una acción internacional coordinada hace factible la identificación rápida de las fuentes de semillas más apropiadas, así como su evolución, conservación y utilización, podrán los proyectos de plantación alcanzar eficazmente sus objetivos.

La acción desarrollada hasta ahora no ha bastado para cubrir las necesidades. Por ello, la FAO ha formulado recientemente un «Programa global para mejorar el uso de los recursos genéticos forestales». Las propuestas de la FAO abarcan programas de campo y actividades de apoyo relativas a divulgación de información, capacitación profesional, investigación, coordinación y certificación de semillas.

El Nuevo orden económico internacional debe considerarse expresión del deseo de los países en desarrollo de llegar a la autodeterminación económica. Por esta razón, los gobiernos están resueltos a planear y fiscalizar más eficazmente el aprovechamiento de sus recursos forestales como vehículo para el desarrollo socioeconómico. Existen aún, sin embargo, muchos obstáculos institucionales que se oponen al aprovechamiento racional y a la reposición de los recursos forestales. El programa de la FAO tiene por finalidad ayudar a los países (a) a mejorar su capacidad de planificación, administración y técnica en el sector silvícola y de las industrias forestales, (b) a crear mecanismos adecuados (servicios de investigación, información pública, estadística, etc.), y (c) a reforzar sus sistemas de enseñanza y capacitación forestales.

Armonización de la silvicultura con la producción alimentaria y el desarrollo rural

Se ha mencionado ya la importancia de vigilar la cubierta vegetal en las cuencas hidrográficas críticas. La fisonomía de los montes es tal que constituye una barrera extremadamente eficaz contra el agua de las precipitaciones. La estratificación natural en varios pisos de la cubierta forestal y la hojarasca acumulada sobre el suelo reducen el impacto de la lluvia en éste. Como consecuencia, los suelos forestales son poco o nada compactos y la escorrentía es lenta. Los montes, además, facilitan activamente la infiltración. Esto es importantísimo, puesto que, si la escorrentía se reduce o retrasa, la única alternativa a la infiltración es el indeseable anegamiento permanente. A causa de la gran permeabilidad de los suelos forestales y de la presencia de canales debidos a raíces viejas, se mejora la penetración del agua superficial en el terreno.

El efecto acumulativo de estas influencias de los bosques en el desplazamiento del agua y la retención de ésta en el suelo es importante para las comunidades agrícolas. Si se deja que la mayoría del agua de lluvia o toda ella corra por la superficie del terreno, puede ocurrir que los sistemas de drenaje existentes no basten para canalizar toda el agua que cae durante la estación de las lluvias y, por consiguiente, pueden producirse inundaciones, formación de torrentes, aterramiento de embalses y anegamiento de tierras de labor. Por el contrario, al reducirse el escurrimiento superficial en la estación lluviosa y discurrir el agua más lentamente en la estación seca, cuando es más necesaria, los bosques disminuyen la posibilidad de inundaciones y de sequías.

Pasta de madera

Plantaciones

Mecanización

Por ello, en los años venideros, y mediante el Programa Ordinario y el Programa de Campo de la FAO, se procurará identificar las cuencas y zonas ecológicamente críticas que han sido denudadas de su cubierta forestal. Después, se asesorará a los Estados Miembros sobre las técnicas que deben usarse para repoblar esos terrenos. También se prestará asesoramiento en lo que respecta a aquellas áreas, actualmente cubiertas de bosques, pero que puedan estar amenazadas de destrucción. Este asesoramiento incluirá el sistema silvícola y de ordenación que haya de emplearse.

El objetivo de estas acciones es aumentar la productividad de las áreas agrícolas de la zona de influencia de las cuencas de captación de aguas y los bosques.

Existe un procedimiento más directo en la política de la FAO para combinar la producción forestal y alimentaria en ciertas regiones. El establecimiento de plantaciones se ha convertido en un aspecto importante del desarrollo forestal en todo el mundo. A lo largo de los años se han elaborado técnicas que permiten producir alimentos simultáneamente y en las mismas áreas que los cultivos forestales permanentes. El sistema ha recibido el nombre de agri-silvicultura y, si se adoptase extensivamente, originaría aumentos considerables tanto en la producción de alimentos como de madera en la mayoría de las áreas tropicales, pero sobre todo en aquellas que están actualmente sometidas a un cultivo migratorio intenso.

Esto es particularmente importante. Más de 250 millones de seres humanos de los países en desarrollo viven a duras penas de la agricultura migratoria practicada en una extensión de 3000 a 6000 millones de ha. Combinando el establecimiento de montes permanentes con la producción de alimentos, se eliminarán los efectos perjudiciales del cultivo migratorio y, en vez del matorral degradado, que queda cuando los agricultores abandonan tierras sometidas a ese cultivo, aparecerán bosques susceptibles de ser aprovechados para el bienestar económico de aquéllos.

Sin embargo, el esfuerzo principal de la FAO en su política de armonización de la silvicultura con el desarrollo rural está en la creación de oportunidades de trabajo y en la expansión de las economías de mercado de las aldeas y otros centros de población rural. En la mayoría de los Estados Miembros se ha puesto el acento en el aumento de la producción de madera, bien sea ordenando superficies más extensas de montes naturales o bien estableciendo plantaciones. Pero la posibilidad de acrecentar notablemente el empleo mediante estas prácticas no se ha considerado en toda su amplitud. Las operaciones forestales pueden utilizar métodos muy exigentes en mano de obra o técnicas altamente mecanizadas. Lo que es más importante, no obstante, es que casi siempre pueden realizarse económicamente con abundante fuerza de trabajo.

Además, aunque se ha demostrado la viabilidad económica de las plantaciones destinadas para leña de uso local, de los pequeños aserraderos y de las industrias forestales secundarias artesanales, las estrategias de fomento rural adoptadas por muchos países en desarrollo tienden a pasar por alto los efectos propulsores de esta clase de operaciones en la economía general. La FAO, al integrar las actividades pertinentes de sus Programas Ordinario y de Campo, espera demostrar la importancia del fomento rural.

Pasta y papel

En 1974, los países en desarrollo poseían apenas el 6,2% de la capacidad mundial de la producción de pasta y papel. La FAO ha pronosticado que, para 1979, esta participación de la producción mundial aumentará en 1,4%, llegando a 7,6%, es decir, un aumento extremadamente modesto. Además, la más reciente evaluación hecha por la FAO de la situación futura de la demanda y la oferta de pasta y papel indica que, al final del decenio, habrá una grave escasez mundial de pasta, papel y cartón. Los países que más sufrirán de esta escasez serán los que están en vías de desarrollo. En consecuencia, muchos de sus esfuerzos evolutivos podrán resentirse, pues no dispondrán fácilmente de los requisitos fundamentales para enseñanza, comercio y comunicación, a pesar de que la mayor parte de la fibra de madera de todo el mundo radica en esos países.

Capacitación sobre corta

Trabajo de viveros

Repoblación forestal

Tiempo atrás se creía que las mezclas de maderas de frondosas tropicales no servían para producir una pasta adecuada para transformarla en muchos tipos de papel. Sin embargo, en los cinco años últimos, más o menos, se han conseguido notables avances en la tecnología de la pasta y el papel. Actualmente abundan las pruebas que indican que las especies tropicales se pueden utilizar, mezcladas, para la producción de la mayor parte de los tipos de papel.

Los problemas de la obtención de pasta y papel en los países tropicales no son tecnológicos, sino que fundamentalmente se limitan a la formación de capital y a la disponibilidad de personal capacitado.

Se ha calculado que el establecimiento de fábricas con capacidad combinada para obtener el papel que se precisa para eliminar las escaseces que se prevén requeriría una inversión del orden de 7000 millones de dólares a los costos actuales. Reunir este capital resultará una carga pesadísima para los países en desarrollo. Más importantes, sin embargo, serien los efectos adversos que tan gran inversión tendría en las frágiles economías de los países del tercer mundo, si se hiciera sin prestar cuidadosa atención a todas las consecuencias del establecimiento de proyectos de fabricación de pasta y papel.

Por ello, y con el concurso de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, la FAO ha creado este año un equipo formado por especialistas en pasta y papel, forestales especialistas en recursos, y macroeconomistas y microeconomistas. Este equipo examina actualmente la posibilidad de establecer diversos tipos de proyectos de obtención de pasta y papel en determinados países. Solamente se recomendará la financiación de los proyectos que sean beneficiosos para la economía de esos países.

Para ejecutar tales proyectos se necesitará personal directivo y ejecutor capacitado. A corto plazo, el problema se puede resolver empleando expertos de países desarrollados. Es evidente que ésta no es una solución perfecta. No sólo no es inagotable el número de expertos que pueden proporcionar los países en desarrollo, sino que, además, un desarrollo significativo solamente se puede conseguir cuando interviene en él, en todos los niveles de este tipo de operación, personal local. Por esta razón, será necesario establecer programas de capacitación para personas de países en desarrollo que les permitan adquirir los necesarios conocimientos técnicos.

Plantaciones para obtener pasta

Anteriormente se ha destacado la creciente importancia de las mezclas de maderas de frondosas tropicales como fuente de fibra para la obtención de pasta y papel. Debe señalarse, sin embargo, que las plantaciones forestales tienen ciertas ventajas que seria prudente no tener en cuenta a la larga. He aquí algunas de ellas:

- Se pueden elegir especies para finalidades y tecnologías especificas o para una gama de éstas.

- Puede elegirse la localización de las plantaciones para aprovechar las condiciones físicas y climáticas más apropiadas para el crecimiento, y para sacar ventaja de las instalaciones portuarias y de otra infraestructura.

- Los índices de crecimiento de las plantaciones son generalmente mucho mayores que los de los montes naturales.

- Los costos de producción son comúnmente menores en las plantaciones que en los montes naturales.

- Es más económico abonar y practicar la mejora arbórea en las plantaciones que en los montes naturales.

La estrategia para el fomento de la producción de pasta en los países en desarrollo debe basarse, pues, en el conocimiento de los dos tipos generales de montes que pueden obtenerse en esos países. Las nuevas fábricas que se establezcan para aliviar la escasez prevista de suministros deberán situarse preferiblemente en los países en desarrollo que dispongan de materias primas y utilizar ante todo mezclas de especies de frondosas tropicales. Al mismo tiempo, habrá que establecer plantaciones para la producción de madera para pasta con vistas a satisfacer las futuras exigencias de fibra.

Como se ha observado ya, existe una situación adversa en el balance comercial en el sector de la silvicultura y las industrias forestales del conjunto de los países en desarrollo. No obstante, en el último cuarto de siglo, y más exactamente hasta la actual recesión económica mundial, se produjo una fuerte tendencia ascendente en la exportación de productos de frondosas tropicales. Desde 1960 hasta 1973 estas exportaciones aumentaron en un 325% en lo que se refiere a trozas, en un 120% en el caso de madera aserrada, y en cerca de 700% en el de chapas y contrachapados. Las exportaciones de este último grupo de productos crecieron desde una base bajísima; a pesar de ello, el aumento de las ventas en ultramar ha sido notable. Para 1973, el valor del total de estas exportaciones supuso aproximadamente 3000 millones de dólares.

Reconocimientos

Investigación

Papel

Pero esta historia feliz no deja de presentar sus problemas graves. Las fluctuaciones en la demanda del mercado en los países consumidores generalmente influye en los países en desarrollo en primer lugar y, a menudo, se traducen, no artificialmente, en precios más bajos. Las trozas sin elaborar dominan en el comercio, pues comprenden 70% del mismo en volumen. La renta y otros beneficios de valor añadido van a los países más industrializados.

La limitación más grave se debe a la predilección de los consumidores de los países desarrollados por un reducido número de especies. Esto influye en la estructura de la explotación. Donde las especies preferidas crecen abundantemente existe una remoción casi sistemática del bosque. Donde las especies solicitadas sólo se dan esporádicamente, y esto es lo más corriente, tales especies se extraen selectivamente, con la degradación y el despilfarro consiguientes de los recursos restantes.

Se sabe que muchas de las especies que quedan en el bosque después de esta operación selectiva son aprovechables. Es la tradición lo que impide su aceptación en, los mercados del mundo desarrollado. Algunos países en desarrollo son conocedores de esto y han establecido ya juntas nacionales para la exportación de madera. Estas juntas tratan de regular el comercio de productos madereros y fomentar las especies que actualmente no tienen aprecio. De hecho, en ciertas regiones, en Africa occidental y Asia por ejemplo, se han formado grupos de países con estos mismos fines. Cinco países latinoamericanos han trazado recientemente una estrategia para la investigación cooperativa de las propiedades tecnológicas de especies madereras. Todas estas realizaciones son positivas y es función de la FAO asistir a los países en desarrollo a crear o reforzar organismos de este tipo y proporcionarles mayor y más amplia información técnica y comercial.

Aunque los conocimientos de que se dispone son muchos, quedan todavía muchas lagunas por rellenar. Los conocimientos adquiridos deben ordenarse. Se debiera elaborar un sistema, internacionalmente aceptado, de clasificación de las propiedades de las especies. Los mecanismos de encauzamiento de los conocimientos relativos a las ofertas y demandas de un producto se tendrían que mejorar mucho. Hay que formular estrategias de mercadeo.

Formas de ayuda internacional

Los problemas anteriormente descritos no se prestan por sí mismos a soluciones fáciles o rápidas. Para resolverlos se requiere, por parte de los países en desarrollo, en primer lugar, un conocimiento y una concientización completos del valor actual de sus recursos y de sus posibilidades, así como la determinación firme de elevar el nivel de eficacia de sus instituciones; en segundo lugar, y por parte de los países desarrollados, una disposición sincera a permitir la transferencia efectiva de ingresos y tecnología a los países en desarrollo, disposición que se debe reflejar en sus inversiones y políticas comerciales; y, en tercer lugar, y por parte de los países en desarrollo y de los desarrollados, un esfuerzo conjunto en el campo de la investigación tecnológica y la capacitación de personal. Satisfacer estas necesidades sin fricciones ni enfrentamientos inútiles es hoy día la justificación primordial de la acción internacional. Por ello, la preocupación capital del Departamento de Montes de la FAO es crear las formas de una acción internacional.

K.F.S. King
Subdirector General
Depart. de Montes. FAO


Página precedente Inicìo de página Página siguiente