Página precedente Indice Página siguiente


2. Naturaleza y Propósito de la Guía

2.1. Porqué planificar la acuicultura en las lagunas costeras de México

La necesidad de lanzar una política racional y de largo alcance para el desarrollo sostenible de las actividades de pesca y acuicultura en las áreas estuarinas-lagunares de México deriva tanto de la extensión de estas áreas y de la reconocida relevancia económica de los recursos que encierran, como de su complejidad y fragilidad ecológica. Esto, en ausencia de medidas de programación adecuadas, hace inevitable que surjan, en forma progresivamente más acentuada, conflictos originados tanto por diferentes tendencias culturales de desarrollo, como por situaciones puntuales de competencia entre potenciales usuarios de recursos naturales (Recuadro 4).

Recuadro 4: Principales sistemas estuarinos de méxico
Estado Línea de costa (km)Sup. estuarina (ha)Potencial
Tamaulipas457.72231,200 P  
Baja California Sur2,705.39   224,000TP B
Sinaloa640.17221,600TPAB
Campeche523.30196,000 P B
Veracruz745.14116,600TPAB
Oaxaca597.51106,900TPAB
Nayarit300.41 92,400TPAB
Quintana Roo865.22 87,300T  B
Chiapas255.69 87,000  AB
Baja California1,555.23    74,800TP B
Sonora1,207.81    51,700 PAB
Tabasco183.86 29,800    
Guerrero484.94 22.700  A 
Yucatán342.47 13,600   B
Colima139.22   8,200T   
Jalisco341.93   3,200T   
Michoacán246.76      500   B
Total11,592.77     1,567,500        

En el marco de un concepto general de planificación del uso del territorio (Recuadro 3), la asunción directa de responsabilidad por parte de las instancias públicas en la formulación y ejecución de acciones de ordenamiento y programación del aprovechamiento productivo de los recursos renovables, se fundamenta primeramente en la naturaleza, que se les otorga en la Constitución, de bienes propiedad de la nación que hay que transmitir íntegros a las generaciones futuras.

Recuadro 3: Concepto de planificación del uso del territorio
 
  • ¿Qué es la planificación del uso del territorio?

    La planificación del uso del territorio consiste en la evaluación sistemática del potencial de recursos naturales disponibles, de las alternativas para su aprovechamiento y de las condiciones económicas y sociales en el entorno considerado, dirigida a la identificación y selección de las opciones más convenientes para el uso del territorio.

    Su propósito es de escoger y poner en práctica aquellos usos que puedan responder mejor a las necesidades de la gente, asegurando al mismo tiempo la conservación de los recursos para el futuro.

    Las causas que promueven la planificación corresponden a la demanda de hacer cambios, ya sea hacia un manejo más efectivo de los recursos o al establecimiento de modelos innovadores de uso del territorio, impuestos por la aparición de nuevas circunstancias socioeconómicas y/o políticas.

  • ¿ Cuándo resulta útil la planificación?

    Dos condiciones deben reunirse para que la planificación pueda lograr resultados útiles:

    • la necesidad de introducir cambios en la utilización del territorio, o de prevenir cambios no deseados, tiene que ser reconocida y aceptada por las poblaciones o grupos directamente interesados;

    • se requiere de clara voluntad política y de adecuada capacidad operativa para la eficaz ejecución del plan.

    En situaciones que no cumplan con estos requerimientos, puede ser oportuno promover una campaña de concientización o de armar acciones demostrativas enfocadas a crear las condiciones básicas para un ejercicio de planificación exitoso.

(Fuente: adaptado de FAO, 1993)

La asignación de las potencialidades está basada en la existencia de infraestructura socioeconómica y en el nivel de desarrollo regional, así como en los siguientes criterios específicos:

Además, sólo la autoridad pública puede manejar confiable y equitativamente la problemática relativa a la identificación y resolución (o, según circunstancias, prevención) de los inevitables conflictos entre las aspiraciones de los potenciales usuarios de los recursos y la irrenunciable exigencia de subordinar los intereses particulares, aunque lícitos, al preeminente interés general en la conservación del medio ambiente y de los mismos recursos.

En tercer lugar, los requerimientos de coordinación interinstitucional, particularmente complejos en el caso de manejo de sistemas costeros o de cuencas hidrográficas, hasta incluir en línea teórica todas las entidades con atribuciones sobre las actividades humanas ubicadas en el territorio de la cuenca, demandan un fuerte liderazgo público; como lo demuestran inclusive casos históricos muy conocidos y estudiados de entidades super partes, creadas exclusivamente para este propósito y dotadas de atribuciones y poderes extraordinarios, y, en el caso opuesto, los impactos negativos que la falta de una correcta acción de planificación del territorio ha ocasionado.

Consecuentemente, es recomendable que se establezcan instrumentos de manejo de áreas lagunares costeras dirigidos a aumentar la producción y la productividad de las actividades acuícolas y de pesca tradicional, tomando en cuenta las especificidades de los múltiples contextos involucrados así como la exigencia de su manejo integrado y la finalidad de preservar, estimular y fortalecer las condiciones ambientales (FAO, 1994). Para la realización de estos instrumentos, -denominados Planes Locales para el Desarrollo de la Acuicultura (Plandac) - se requiere la adopción de una metodología innovativa, caracterizada por su carácter multidisciplinario y por la búsqueda constante de la participación dialéctica de las partes interesadas en la formulación, adecuación y mejoramiento de las estrategias de desarrollo y de las hipótesis de intervención.

2.2. Qué se entiende por Planes Locales de Desarrollo de la Acuicultura

En respuesta a las preguntas fundamentales que motivan y promueven la acción de planificación (Recuadro 5), el Plan Local para el Desarrollo de la Acuicultura (Plandac) pretende integrar un conjunto coherente de decisiones acerca de los usos más convenientes del territorio relacionado con los cuerpos acuáticos lagunares y las formas de conseguirlos, a través tanto del ordenamiento, manejo y conservación de la base de recursos naturales disponibles, como de la inserción controlada de las nuevas actividades en el contexto productivo preexistente; en el Plan se definen, además, los patrones del cambio tecnológico e institucional requerido para su implementación.

Recuadro 5: Preguntas sobre planificación
 

¿Cuál es la situación actual?

¿El cambio de situación es preferible a la situación actual? En caso afirmativo:

¿Qué es lo que se necesita cambiar?

Los problemas de utilización del territorio y de los recursos y las oportunidades de cambio se identifican a través de discusiones con las partes locales involucradas — los “actores” — y mediante el estudio de sus necesidades y de los recursos disponibles.

¿Cómo pueden hacerse los cambios?

Planificadores y actores locales buscan varias alternativas de aprovechamiento de las potencialidades y de superación de los limitantes identificados.

¿Cuál es la mejor opción?

Las autoridades escogen las mejores opciones tomando como base las propuestas locales y el análisis de la situación actual y potencial así como de los beneficios comparativos esperados y los recursos disponibles.

¿Cómo es posible conseguir que el Plan tenga éxito?

La implementación del Plan debe acompañarse a la puesta en marcha de un mecanismo de monitoreo y seguimiento con la participación de los actores locales.

Fuente: adaptado de FAO, 1993)

La finalidad primaria del Plandac y su fundamento conceptual se esquematizan en el Recuadro 6.

Recuadro 6: Finalidad de un plandac
 

Con la metodología propuesta, la formulación de un Plandac tiene como meta principal el impulso de una modalidad de progreso planificado y satisfactorio para las comunidades asociadas a la explotación de los recursos acuáticos. Esta modalidad se fundamenta en un crecimiento económico eficiente, una mayor equidad social y la conservación del medio ambiente.

Esto enfoque se basa en el convencimiento que formas organizadas de explotación acuícola en ambientes lagunares — también referidas como “acuicultura ecológica” (FAO, 1994) —, oportunamente integradas a una pesca artesanal regulada, pueden lograr convenientemente el aprovechamiento racional de recursos naturales económicamente relevantes, beneficiando no marginalmente a poblaciones generalmente desaventajadas; esto, sin afectar a los ecosistemas huéspedes y más bien garantizando, a través de la concientización y responsabilización de los mismos actores, la integridad de las condiciones ambientales óptimas necesarias para el desarrollo y la estabilización de la producción.

(Fuente: adaptado de FAO, 1993)

En un Plandac — como resultado de la aplicación a porciones específicas del territorio de los principios y procedimientos generales presentados en esta Guía — se definirán escenarios de desarrollo sostenible de la acuicultura establecidos con base en las aspiraciones locales, expresadas durante un proceso continuo de consulta entre los responsables de la redacción del Plan y los actores directos, así como las demás instancias públicas y privadas en sus diferentes niveles de competencia o de interés. La principal característica de este proceso es su naturaleza viva y participativa, la cual también debe de utilizarse para diseñar, poner en marcha y mantener un mecanismo de monitoreo y evaluación de las fases de ejecución del Plandac, a fin de garantizar que ésta siga las prioridades, directrices y modalidades fijadas, y de detectar prontamente anomalías o efectos no deseados, permitiendo así los ajustes o replanteamientos convenientes.

En los Plandac, se identifican los lineamientos básicos para la formulación de programas y perfiles de proyectos en espacios rurales definidos a nivel local, municipal, estatal y federal, que optimicen el uso de los recursos locales y externos. Su elaboración permite, al mismo tiempo, sistematizar la reflexión antes y durante la acción; por tanto, preceden y presiden la acción, no necesariamente con grandes documentos escritos como en la planificación tradicional, pero st en forma ordenada y con base en información recogida de forma organizada, lo cual constituye la diferencia de la improvisación. El enfoque de formular perfiles de proyectos de acuicultura facilita una mejor asignación de recursos para in versión y una evaluación más eficiente de sus resultados. La compatibilidad de las acciones propuestas por las instancias públicas con las de los actores económicos (asociaciones, cooperativas y empresas del sector social y privado), facilita la definición de las necesidades reales de inversión sentidas por los habitantes de las áreas rurales y acelera su adopción por parte de los beneficiarios.

Un Plandac típicamente incluye, al nivel de detalle que se estime conveniente y oportuno, un análisis de factibilidad y viabilidad técnica, económica y ambiental de los perfiles de proyectos identificados; realizado en consulta con los agentes involucrados. Entre las áreas críticas del análisis, destacan: el marco financiero y comercial, la evaluación del potencial de recursos naturales asequible, el tiempo, el poder de decisión, los requerimientos de capacitación de los actores y la capacidad institucional de organización y realización.

Finalmente, un instrumento fundamental para la ejecución del Plandac consiste en el establecimiento de mecanismos oportunos para que la voz de las comunidades llegue hacia los sectores que establecen las decisiones de financiamiento y a los agentes de asistencia técnica, sean estos gubernamentales o no gubernamentales. Por esto, en la metodología propuesta se prevé la instauración de un novedoso sistema de comunicación basado en el entrenamiento de operadores de nivel intermedio — en especial productores acuícolas o pesqueros con características de liderazgo reconocido en sus ámbitos locales — en técnicas de levantamiento rápido de datos sobre la situación económica y las necesidades de las poblaciones en relación con las iniciativas progresivamente promovidas en el marco del Plan, así como sobre técnicas de organización de la producción, de formulación de perfiles de proyectos y de capacitación microempresarial.

Con respecto a las opciones de desarrollo de la acuicultura en lagunas costeras relacionadas con el concepto de “acuicultura ecológica” o “acuicultura ecocompatible”, es conveniente considerar modelos de manejo productivo realizados con éxito en otras regiones del planeta. En los Recuadros 6 y 7 de las páginas siguientes, se reportan, por lo tanto, algunos de los elementos más representativos de las experiencias desarrolladas en el Mediterráneo y, en particular, en Italia.

Recuadro 7: Evolución de los modelos de gestión de ambientes lagunares en la región del Mediterráneo

En las figuras A, B, C, se presentan tres grados evolutivos de los modelos de gestión de lagunas mediterráneas, con particular referencia a la experiencia italiana.

Naturalmente, en esta sede, las generalizaciones tienen un significado orientado a proporcionar una serie de ideas sobre modelos de gestión aplicados y no se refieren a casos de estudio específicos para los cuales existe una amplia bibliografía.

Por lo que concierne a las lagunas costeras, se pueden utilizar varios criterios de clasificación.

En el contexto de este trabajo, no se van a examinar los aspectos fundamentales relacionados con la geomorfología y la caracterización ecológica, básicos para todas las actividades de pesca y acuicultura. Sin embargo, se considerarán los aspectos generales de intervención humana.

Un criterio de clasificación puede basarse en la capacidad de control hidráulico, porque de ésta pueden depender varios parámetros ecológicos. Otro criterio puede ser el ligado a la presencia o ausencia de artes fijas de captura.

En efecto, si la laguna posee un control hidráulico y obras de captura, algunos parámetros dinámicos ecológicos están bajo control humano parcial.

Esto puede ser ampliado a través de la siembra de algunas especies, ya sea capturadas en la naturaleza como juveniles, o reproducidas artificialmente.

Se podría concluir, sin entrar en el mérito de la posibilidad de generalizar un enfoque de este tipo, que uno de los descriptores esenciales para la ordenación de la producción de las lagunas mediterráneas consiste justamente en la capacidad de control hidráulico.

En tal sentido, cuanto mayor sea el control, mayores son las perspectivas de aplicación de un modelo consolidado de gestión ecológica.

En el caso de la experiencia italiana, se puede considerar una gama completa de niveles de control que van desde algunas lagunas que están exclusivamente sujetas a dinámicas naturales, en las cuales el hombre se limita a capturar las especies comerciales, hasta el caso de la “vallicultura” del Adriático norte, un ejemplo de acuicultura ecológica en ambientes naturales.

Figura A. Modelo primitivo: Falta de control, variaciones debidas a la dinámica ambiental (meteo-marina, aportes continentales).

Figura B. Modelo con control hidráulico: Desaparición de zonas marginales húmedas.

Figura C. Modelo de manejo con acuicultura: Incremento de la producción, Control hidrodinámico, Control del aporte continental, Riesgo de impacto ambiental.

(Cataudella, S. y M. Pedini, In: FAO, 1994)

Fig. A Fig. C
Fig. AFig. BFig. C
 Fig. B 

Recuadro 8: Patrones de manejo acuícola de lagunas costeras en Italia
  • La “vallicultura

    Con respecto a la “vallicultura”, puede ser útil retomar la descripción sintética de Ardizzone et al. (1988): un “valle” es un sector de una laguna que ha sido confinado con diques, y caracterizado por la presencia de agua salobre y escasa profundidad promedio (de pocos cm a 1 m). Las estructuras principales de un “valle” son diques, esclusas, canalizaciones internas, sistemas de captura de peces y estanques para pasar el invierno y barreras para peces.

  • Diques

    Los “valle”, tanto aquellos estacionalmente cerrados por encañizadas y fibras vegetales (“serraglia”), como aquellos que han sido parcialmente represados por diques (“semi-arginate”) representan — según Bullo, 1891 (*) — dos estadios sucesivos de un proceso evolutivo único que lleva sucesivamente al cierre de la laguna y a la construcción de un “valle” cerrado por terraplenes. Los terraplenes, de tierra, son reforzados con piedras en su base, especialmente a lo largo de su parte exterior, que está más expuesta a la erosión del viento y del mar. La siembra de vegetación apropiada mejora su solidez. Siempre que sea posible, se construyen lo suficientemente amplios para ser usados por vehículos u otros transportes mecánicos. Su altura depende del rango de la marea: en la laguna de Venecia, la altura se encuentra comprendida entre 2 y 2.5 m por encima del nivel medio del mar.

  • Compuertas

    Los terraplenes están interrumpidos en algunos lugares por aperturas a través de las cuales es posible intercambiar agua entre el “valle” y el mar y/o la laguna y, si existe, también con una fuente de agua dulce. Este intercambio se controla a través de compuertas, que son maniobradas de acuerdo con las necesidades del “valle” y/o de las características cualitativas del agua del mar o de la laguna. El número de compuertas, y especialmente su anchura total, son proporcionales a la extensión del “valle”, aunque también dependen de su ubicación, conformación interna, la velocidad del flujo de intercambio de agua. Normalmente, hay de 2 a 4 compuertas hacia el mar o la laguna externa, cada una con varias aperturas, entre 40 y 200 cm de anchura. Las compuertas principales se sitúan a nivel de la cámara de captura de pescado en la parte interior, y en la exterior, en el lugar más adecuado para la entrada de agua de mar, en una zona a barlovento. Su apertura útil, entre 2 y más de 50 m, es mayor que la de las compuertas secundarias. Una de las compuertas se dedica a los sectores del “valle” que se utilizan para hacer pasar el invierno a los peces.

  • Canalizaciones

    Un “valle” se subdivide normalmente en varios compartimientos, debido a la presencia de amplias áreas emergentes, aunque éstas se comunican a través de canales. Esta subdivisión de debe en parte a la configuración del área, pero a menudo es también el resultado de una acción del hombre que lleva a mejorar la gestión del “valle”. Los canales internos permiten el movimiento de circulación del agua y también el movimiento de los peces.

    Un canal periférico, de 3 a 6 m de ancho y de 2 a 3 m de profundidad, corre paralelo a los diques. Además de su obvio papel hidráulico (ligado a los drenajes), también ofrece protección a los peces cuando hay malas condiciones de tiempo (por ejemplo, en las heladas).

    Otros canales se encuentran en el fondo de los compartimientos, confluyendo en un canal principal (de 1.5–2 m por debajo del nivel del “valle”) que conecta los varios compartimientos con el sistema de captura que se encuentra tras la compuerta principal. La presencia de canales es esencial para la regulación hidráulica del “valle” y durante el otoño, para permitir la pesca: en primer lugar mediante la propagación del estímulo representado por nueva agua marina que atrae a los peces desde las áreas más lejanas y posteriormente cuando los compartimientos están descargados y parcialmente drenados, haciendo converger los peces hacia la cámara de captura.

    Cerca de las áreas emergentes es típico también encontrar verdaderos agujeros (“gorghi”) que alcanzan los 4 m de profundidad y 5–6 m de diámetro, que comunican con los compartimientos restantes; en éstos los peces pueden refugiarse cuando haya cambios bruscos de temperatura, especialmente en invierno — incidentalmente, en estas estructuras es también posible pescarlos.

    La disponibilidad de agua dulce es fundamental para el engorde de peces durante el verano, para ajustar la temperatura y salinidad de los compartimientos, y en invierno para permitir un mínimo de intercambio de agua y también para permitir la formación de una fina capa protectora de hielo en la superficie que permite mantener temperaturas más altas en el fondo. Si no se dispone de fuentes de agua superficiales, en algunos casos se utilizan pozos artesianos. Sin embargo, son a menudo insuficientes, tanto por lo que refiere a cantidad y calidad de agua, que generalmente tiene la ventaja de tener una temperatura constante, entre 18 y 20 grados, y la desventaja de contener cantidades variables de amoniaco, hierro, etc…

  • Cámaras de pesca y compartimientos para invernar

    Las cámaras de captura (“colauro”) son los canales frente a la compuerta principal donde acuden los peces en otoño en respuesta al estímulo de las aguas nuevas. Aquí se capturan los peces dividiéndolos por especies y dimensiones y, según su tamaño, son vendidos o son pasados a invernar. Junto a esta estructura, se encuentran las casonas de pesca y los depósitos y otras infraestructuras del “valle”. El “colauro” tiene paredes recubiertas de cemento que pueden llegar a 50 cm por encima del nivel del agua. Las dimensiones del “colauro” dependen del tamaño del “valle”, pueden sobrepasar los 100 m de longitud y los 15 m de anchura.

    Junto a las cámaras de captura, hay áreas (“peschiere”) que se utilizan en otoño para almacenar los peces capturados, para que pasen el invierno los peces de talla inferior a la comercial y para sembrar los alevines que han sido comprados en primavera.

(*) Bullo, G.S. 1891. Piscicoltura marina. Stima delle coltivazioni in acqua salata. Padova, Tipografo Prosperini, 431 p.

(Cataudella, S. y M. Pedini, In: FAO, 1994)

En cuanto a la coordinación interinstitucional requerida para la formulación del Plan, se observa que, dentro de la lógica de planificación vigente en México, un Plandac constituye naturalmente parte integrante de los planes de desarrollo de la entidad administrativa — típicamente uno o más municipios agrupados conforme a las indicaciones del correspondiente Comité Estatal de Planificación y Desarrollo (Coplade) — donde se encuentran localizados los cuerpos de agua considerados en el Plan. A su vez, los planes de desarrollo departamental (o subregional) y estatal constituyen parte integrante de los planes o lineamientos de desarrollo nacional. La relación entre estos varios niveles es de doble vía pues para la formulación de los planes más agregados es necesario y conveniente partir de los planes locales y, al mismo tiempo, los planes locales, para ser formulados, requieren de indicaciones estratégicas de relevancia global, proporcionadas por los niveles superiores de planificación. Un esquema de estos elementos y de su mutua relación se da en la Figura 1 (adaptada de British Columbia C.O.R.E., 1994), mientras que la Figura 2 presenta la conexión entre planes locales, planes estatales y planes nacionales con referencia al caso de estudio desarrollado en Nayarit.

FIGURA 1

Figura 1: Elementos de estrategia dentro de un Plandac y su relación con otros niveles de planificación

2.3. Objetivos de la Guía

Los Planes Locales para el Desarrollo de la Acuicultura pueden representar una herramienta esencial para el propósito de conseguir un manejo eficaz y un aprovechamiento racional de los recursos bioacuáticos lagunares de México. Además, por el desarrollo relativamente reciente y acelerado de la práctica acuícola y a pesar de la existencia de una cantidad impresionante de estudios hidrológicos y ecológicos sobre los ambientes costeros nacionales, en el país sólo existen experiencias concretas de ejercicios de planificación de esta específica naturaleza.

En este sentido, con la realización de la presente Guía se enfrentó el reto de proporcionar un valioso instrumento práctico a quienes ya están o estarán inmersos en cualquier proceso de planificación que comprenda, aunque como subcomponente, actividades relativas al manejo de los recursos lagunares. Esto incluye tanto a los responsables institucionales de planificación del uso del territorio y de las actividades económicas, como a extensionistas, ecólogos y a todos los operadores interesados en aspectos del desarrollo de las cuencas donde están localizados los ecosistemas lagunares.

FIGURA 2

Figura 2: Interrelación entre planes locales, estatales y nacionales (caso de estudio en Nayarit)

La Guía podrá convertirse en:


Página precedente Inicěo de página Página siguiente