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3. Lineamientos del Proceso de Planificación Dirigido a la Realización de un Plandac

3.1. Secuencia y etapas de la preparación y realización de planes de desarrollo

En este inciso se presentan esquemáticamente (Recuadro 9) la secuencia y las características de las etapas fundamentales recomendadas para el proceso de planificación del desarrollo acuícola en ambientes lagunares dirigido a la formulación e implementación de un Plandac (Véanse también la Figura 3 y la Figura 4, ambas adaptadas de FAO, 1993). Las etapas se describen individualmente en forma más detallada en el capítulo siguiente.

Recuadro 9: Secuencia y características de las etapas de realización de un Plandac

Etapa 1. Delimitación del área de intervención. Definición, con base en criterios coherentes, del área de estudio tanto a nivel de cuenca hidrológica, como de sistema lagunar y de entidad administrativa (o agrupación de entidades). Ver 4.1.

Etapa 2. Concertación inicial, establecimiento de metas y términos de referencia. Evaluación preliminar de la situación; identificación de los problemas percibidos por las autoridades y los grupos sociales; definición concordada de objetivos, resultados esperados y nivel de detalle del Plan; redacción de los términos de referencia del Plandac, incluyendo estimaciones de tiempos y costos. Ver 4.2.

Etapa 3. Organización del trabajo. Identificación de las áreas temáticas y de las actividades especificas; selección del equipo de trabajo y preparación de términos de referencia individuales; elaboración de un programa detallado de operaciones. Ver 4.3.

Etapa 4. Realización del análisis de área. Estudio sistemático, integrado por aportes originados en el ámbito de cada área temática, de la situación actual en la zona de intervención (incluyendo programas en ejecución o planteados), dirigido a la realización de un diagnóstico que reúna en forma organizada los conocimientos necesarios para la acción de planificación del desarrollo. Ver 4.4.

Etapa 5. Identificación de potencialidades y limitantes del desarrollo. En esta etapa se evidencian y se priorizan, a partir de los resultados del análisis anterior, tanto las oportunidades potencialmente aprovechables para el crecimiento sostenible de la actividad acuícola (recursos físicos subexplotados, entorno socioeconómico favorable, disponibilidad de tecnología apropiada, etc…), como los factores que pueden afectarle negativamente (carencias o contaminación en el ambiente acuático; requerimientos de tecnología, insumos, capital; impacto de la producción sobre el medio ambiente, competencia con otras actividades, etc…). Ver 4.5.

Etapa 6. Establecimiento de escenarios y evaluación de alternativas. Elección, con base en las formas de explotación acuícola practicables compatiblemente con las potencialidades y limitantes identificadas, de una serie de opciones correspondientes a diferentes estrategias (p.ej: cultivos intensivos o extensivos; énfasis en el sector social o fomento d proyectos de inversión; etc…) y análisis comparativo de las ventajas y desventa jas relacionadas (de orden ecológico, social, económico—financiero, etc…). Ver 4.6.

Etapa 7. Selección de las alternativas más convenientes. Se llevarán a cabo concertaciones con las instancias administrativas y reuniones públicas con el conjunto de las partes interesadas, con el objetivo de ilustrar en todos sus aspectos las alterativas evaluadas así como sus implicaciones y de buscar el consenso más amplio posible sobre la adopción de una línea específica. Ver 4.7.

Etapa 8. Preparación del Plandac. Coherentemente con la estrategia adoptada, identificar al interior de la zona de intervención las áreas aptas para cada tipo de cultivo; formular recomendaciones para su uso reservado y controlado; preparar una serie de perfiles de proyectos-piloto con características adecuadas para acelerar la implementación del Plan y estimular la participación de los actores; establecer el marco operativo de las actividades de apoyo a la producción (fomento, capacitación, extensión, respaldo institucional, etc…); identificar fuentes de financiamiento y proponer la asignación de recursos. Ver 4.8.

Etapa 9. Implementación del Plandac. Generalmente en el marco de un proyecto separado y subsecuente, ejecutar el Plan; es recomendable, si las circunstancias lo permiten, que el equipo que participó en la formulación siga apoyando a la agencia o a los organismos encargados de su implementación. Ver 4.9.

Etapa 10. Monitoreo, evaluación y revisión del Plandac. Realizar un monitoreo constante de los avances en la ejecución del Plan y del nivel de alcance de las metas fijadas; intervenir, en su caso, introduciendo las acciones correctivas convenientes. Esta etapa incorpora la evaluación de los impactos biofísicos, de los relativos a la producción, y socioeconómicos. Ver 4.10.


FIGURA 3

Figura 3: Etapas del proceso de desarrollo de un Plandac

El planteamiento propuesto constituye una adaptación a la materia específica tratada en la presente Guía de la secuencia identificada y descrita por FAO (1994) en un ámbito más general de metodología de planificación de usos del territorio.

A un nivel de síntesis aún mayor, estas etapas pueden agruparse en la secuencia lógica siguiente:

3.2 Los protagonistas de la planificación

Realizar la planificación del uso del territorio y de sus recursos y, en el caso particular, del desarrollo acuícola en ecosistemas costeros a través de un Plandac, significa reunir los esfuerzos de diferentes grupos de protagonistas en un trabajo cooperativo dirigido a metas de reconocido interés común. Tres grupos están directamente involucrados (Figura 5):

3.3 La necesidad de flexibilidad

Los pasos del proceso de planificación presentados anteriormente deben de ser seguidos con oportuna flexibilidad, en relación a las circunstancias que caracterizan cada situación y con el objeto de hacer el mejor uso posible de las peculiaridades locales y de los recursos disponibles. Lo importante es entender el enfoque cabal del proceso y la metodología subyacente, para poder decidir convenientemente si seguir textualmente la secuencia-base propuesta o modificarla, omitiendo, ampliando o simplificando algunos de los pasos.

El esquema presentado se refiere a las etapas de preparación de un plan específico en respuesta a la percepción de determinadas necesidades. No resulta siempre posible proceder de esta forma secuencial; otros dos enfoques pueden adoptarse si la situación lo impone:

En la práctica, en ambos casos considerados, el proceso comienza con la etapa 4 del esquema general y termina con una versión muy acelerada y condensada de las etapas 5–10.

3.4. Planificación e implementación

Los planes se hacen para ponerlos en práctica; el esfuerzo desplegado en los ejercicios de planificación está destinado a desperdiciarse si la fase de ejecución no se realiza en forma satisfactoria. Aunque, en raros casos, un ejercicio puede establecer que ningún cambio es recomendable, practicable o deseado, la conclusión natural del proceso de planificación consiste por lo general en su implementación exitosa.

En muchos casos, la implementación no será parte del ejercicio de planificación per se, sino constituirá una etapa ulterior y separada que requerirá de la instauración del mecanismo institucional apropiado y de la adjudicación de recursos considerablemente mayores. Bajo estas circunstancias, la atención del equipo de planificación deberá concentrarse en las modalidades de implementación, monitoreo y evaluación más recomendables para el contexto estudiado, es decir, en el diseño detallado de las etapas 9 y 10 y en la formulación de un conjunto de sugerencias para su ejecución.

3.5 Planificación como proceso iterativo

Tanto en un caso general, como en el ejercicio específico dirigido al Plandac, la planificación debe considerarse como un proceso iterativo y continuo. En ningún momento se conseguirá un nivel perfecto de conocimiento sobre el territorio y su comportamiento en respuesta a las acciones implementadas para su manejo; por consiguiente, al adquirir más información y más experiencia, se tendrá que proceder a cambios y adecuaciones en el Plandac original.

La Figura 3 muestra en forma simplificada la planificación como proceso lógico y secuencial aunque, en la práctica, se requiere frecuentemente de una reiteración de las primeras etapas, con modificaciones derivantes de la experiencia obtenida. En particular, las alternativas identificadas en la etapa 6 deben someterse a discusión con las partes interesadas (etapa 7) y pueden volverse a formular varias veces antes de alcanzar el nivel de consenso esperado. Además, cambios sucesivos pueden ser impuestos por la modificación de las condiciones externas, por ejemplo, variaciones en la tendencia de los mercados o cambios en las prioridades nacionales de desarrollo o en las normas de protección al medio ambiente.

Las tareas del planificador nunca se terminan. Algunas de las acciones recomendadas pueden no traducirse en resultados satisfactorios; o, planteamientos válidos establecidos en el pasado pueden no mantener su fuerza inicial ante la evolución de las condiciones generales. Así, llegará el momento en el cual el monitoreo y la revisión de un plan anterior ya no serán suficientes y el planificador tendrá que regresar de la etapa 10 a la 1 para emprender la formulación de un Plandac totalmente nuevo.


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