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Africa: Investigación para conservar el ambiente

D.U.U. Okali

D.U.U. OKALI trabaja en el Departamento de Manejo de los Recursos Forestales de la Universidad de Ibadán, Nigeria. Este articulo se tomó de su trabajo «Forest Resources» presentado al Simposio sobre el estado de la biología en Africa, que se celebró en abril de 1981 en Accra, Ghana con el patrocinio del Consejo Internacional de Uniones Científicas y la Unesco.

Debido a la gran variedad de plantas y animales, la compleja estructura biológica y la diversidad de los procesos de adaptación, todos los aspectos de la investigación biológica en Africa contribuyen al progreso de los conocimientos científicos.

En Africa todos los valores forestales corren peligro de extinción, a medida que los ecosistemas que los crean retroceden o se convierten en formas menos estables debido a la degradación. Por tanto, la conservación ocupa el primer lugar en el orden de prioridad de la investigación en Africa, y en este campo la actividad inmediata debe consistir en la elaboración de métodos para elevar la productividad y la utilización eficaz de los ecosistemas1.

Mucho se ha escrito en los últimos años sobre el tema de la conservación de los recursos forestales y de la investigación necesaria para lograrla. Roche2 cita muchas publicaciones, a las que deberá añadirse el tratamiento profundo del tema de la investigación en sentido amplio, necesario, según los informes de la Unesco3,4,5 para llenar las lagunas de la información científica sobre los ecosistemas tropicales.

Si, como lo indica Harley6, la actividad primaria debe tener por objeto aumentar la producción y la utilización eficaz del ecosistema, la función principal de la investigación sobre conservación debe ser la de averiguar cómo lograrlo. Esto exige reservar partes apropiadas de los ecosistemas de interés, sobre todo los que corren peligro de extinción, para estudiarlos y averiguar cómo funcionan. La identificación de dichos ecosistemas, la determinación de la superficie adecuada, la configuración y composición idóneas de las áreas que hay que reservar, y la elaboración de técnicas de manejo apropiadas, son las primeras medidas prácticas, que se deben basar en el conocimiento de las exigencias de los componentes del ecosistema. Primero hay que trazar pautas, realizando reconocimientos rápidos e investigaciones preliminares. El estudio de las curvas especie/unidad de superficie7,8 es útil para determinar la superficie que conviene tenga la reserva para lograr la efectiva conservación de las comunidades.

El paso siguiente consiste en examinar la dinámica estructural y evaluar los factores que causan los cambios de dicha dinámica en el ecosistema conservado. Aquí se abarcan todos los aspectos de los ecosistemas. No hay necesidad de enumerarlos uno por uno, porque casi no hay aspecto del estudio de los ecosistemas de Africa sobre el cual los conocimientos sean relativamente completos.

La observación de los cambios de la dinámica será fácil si se cuenta con áreas comparables, sometidas a otros sistemas de manejo, alrededor de las parcelas conservadas. El estudio científico de las Reservas Naturales Estrictas del Programa de la Biosfera de la Unesco y de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN) se ajusta a este modelo de conservación de los ecosistemas.

La mejor utilización de los recursos forestales depende también de los conocimientos cuantitativos sobre la distribución y la disponibilidad de estos recursos y de los ecosistemas que les dan origen. Se necesita investigación para mejorar los métodos de inventario y evaluación. Al respecto es útil el análisis cuantitativo de la forma de las plantas9, que permite determinar las relaciones alométricas10, para facilitar la rápida evaluación cuantitativa de los recursos forestales. Se atribuye especial importancia a la clasificación taxonómica de los recursos forestales, porque para la selección, la multiplicación y la mejora genética, se precisa una definición exacta de las características convenientes de producción. La investigación taxonómica es una de las menos desarrolladas en muchas instituciones africanas que se ocupan de capacitación e investigación sobre recursos forestales. El conocimiento de los recursos disponibles supone la exploración, para descubrir la utilidad general de especies ya conocidas y de otras nuevas. La ampliación de las actuales listas de especies económicas y la plena utilización de las llamadas secundarias constituyen una manera de mejorar el aprovechamiento de los recursos madereros de los bosques.

También se promueve la plena utilización controlando el biodeterioro de los productos obtenidos. Sobre todo en el caso de la madera, esto puede lograrse intensificando la investigación sobre la biología de los agentes del biodeterioro, lo que sirve para formular medidas de control eficaces11. El descubrimiento de la base de la resistencia natural de la madera a los hongos de la pudrición es un reto lanzado a la investigación sobre conservación.

Manejar los ecosistemas de manera que reporten beneficios permanentes, es conservarlos. Por eso se necesita investigación para elaborar regímenes óptimos de manejo de los ecosistemas naturales que dan origen a los recursos forestales. La utilización sostenida exige métodos que permitan una regeneración suficiente después de la corta. Habrá que realizar estudios detallados de los componentes principales de los ecosistemas, para determinar los límites de alteración del ambiente sin perjuicio de su regeneración continua. Para planificar la utilización sostenida se precisará información sobre productividad y capacidad de carga de las especies de interés. Hay grandes lagunas en los conocimientos sobre la reacción de las plantas a los ambientes tropicales. Hay que intensificar los estudios en el terreno, o por lo menos los estudios fisiológicos de plantas enteras, para descubrir los factores que controlan los períodos de crecimiento en los ambientes tropicales. Aún están por descubrirse los mecanismos que desencadenan el cambio del crecimiento vegetativo al reproductivo, el paso del crecimiento activo al reposo vegetativo, y la caída y rebrote de las hojas, que aparentemente no están sincronizados con los cambios visibles del ambiente. La incapacidad de interpretar los anillos de crecimiento, y por ende de fechar muchos árboles tropicales, sigue siendo un grave obstáculo al manejo de los bosques, porque limita la posibilidad de utilizar la edad para determinar la tasa de crecimiento y la productividad, de lo que depende la utilización racional.

Selección de árbol semillero en Ghana (conservación = productividad)

Cuando no pueden alcanzarse en sistemas naturales niveles convenientes de utilización o producción, se concentra la atención en la producción artificial mediante plantaciones o domesticación. De manera semejante, para la conservación ex situ puede ser preciso hacer plantaciones, jardines botánicos o arboretos, o criar animales cautivos en jardines zoológicos. El conocimiento de la biología total de la especie y sus relaciones con los demás organismos, por ejemplo, la simbiosis en las micorrizas, las plagas, los agentes que realizan la polinización o acarrean la semilla, es un requisito previo para que la plantación o la cría den buenos resultados: allí se plantean algunos de los problemas biológicos más estudiados y más difíciles de resolver en la investigación sobre recursos forestales. Son todavía insuficientes los conocimientos sobre el comportamiento reproductivo, arraigo de plantines y plagas de árboles forestales tan importantes como Chlorophora spp. y las caobas. Estas últimas se cuentan entre las maderas africanas más valiosas y explotadas, pero no se conocen técnicas satisfactorias de multiplicación, regeneración ni plantación artificial, principalmente porque no se han resuelto los problemas de las plagas. Es indispensable conocer los mecanismos de adaptación a la sequía para escoger o fomentar especies que tengan las mejores características para formar cortinas protectoras.

El aumento de la producción de madera y alimentos en un mismo terreno, mediante un sistema agrosilvícola estable, aliviará la presión de la explotación sobre los ecosistemas naturales, y facilitará su manejo.

Hay que resolver los problemas de la multiplicación y la propagación vegetativa - injertos y estacas - para facilitar las actividades de conservación, lo mismo que los problemas de la polinización artificial en la investigación sobre mejora genética. No se ha estudiado casi nada sobre la mejora genética en Africa, a pesar de su urgente necesidad para fomentar la conservación. Al respecto cabe recordar la opinión de que la estrategia de mejora genética de los rodales es diferente a la de árboles aislados en lo que respecta al aumento de la productividad. Es claro que los aspectos fisiológicos que influyen en el crecimiento de un árbol aislado no son los mismos que influyen en la productividad de todo un rodal12, de modo que hay que investigar uno y otro.

En cierto sentido el método más radical para resolver el problema de la optimización de la productividad de los ecosistemas cuyo estado natural se ha transformado, es el agrosilvícola. Las actividades de muchas organizaciones internacionales, principalmente el Consejo Internacional para la Investigación en Agrosilvicultura (CIIAS) con sede en Nairobi, la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) en Turrialba, y el Centro de Investigaciones para el Desarrollo Internacional (IDRC) de Canadá, giran en torno a este aspecto. En varias publicaciones de dichas organizaciones y sus dependencias13,14, se esbozan las necesidades de investigación biológica para optimizar este sistema de producción. El sistema de cultivo mixto agrosilvícola exige seleccionar el árbol y la especie agrícola ideales, para cultivarlos conjuntamente o uno después de la otra, con o sin fases entrecruzadas, en un mismo terreno.

Construcción de una trampa de peces en Nigeria (vida=ecosistema equilibrado)

Como base para la selección de las combinaciones ideales hay que conocer los problemas de interferencia y competencia entre las plantas. Estos problemas suelen ser las influencias alelopáticas de residuos de cualquiera de las componentes de la especie. Es necesario cuantificar mejor la base de la capacidad de rejuvenecimiento del suelo. Este campo de investigación se pone de relieve en el proyecto agrosilvícola que ejecuta actualmente el Departamento de Manejo de Recursos Forestales de la Universidad de Ibadán, con ayuda financiera del IDRC. Si se aplican y generalizan en la práctica Las ideas agrosilvícolas investiga das, el sistema representará un cambio fundamental en los métodos de uso de la tierra para su conservación, sobre todo en los ecosistemas forestales tropicales húmedos. El aumento de la producción de madera y alimentos en un mismo terreno y en un sistema agrosilvícola estable aliviará la presión de la explotación sobre los ecosistemas naturales, y en esta forma su conservación será más factible.

Aportes de importancia fundamental pueden hacer y han hecho las actividades de investigación orientadas principalmente hacia la solución de problemas prácticos como los que se acaban de esbozar. Por ejemplo, la necesidad de evaluar el potencial de los recursos del ecosistema del bosque pluvial tropical exige su estudio estructural y florístico. Se han descubierto así muchas especies nuevas para la ciencia en la rica flora y fauna de los ecosistemas forestales tropicales. La complejidad de la organización estructural y la variabilidad revelada por estos estudios han hecho cambiar los conceptos relacionados con la organización de las comunidades vegetales, que se basaban en ecosistemas templados menos complejos. Por ejemplo, la noción de que las comunidades vegetales se organizan en «asociaciones discretas» que han de estudiarse y clasificarse según los métodos de la Escuela de Fisiología de Zurich-Montpellier, se ha modificado para dar lugar al concepto del «continuo» de los fitoecólogos americanos15. Se ha revelado útil, a los diferentes niveles de análisis de la vegetación, combinar ambas técnicas de ordenación en el estudio de los continuos y su clasificación16. Lo que se trata de demostrar aquí es que la intensificación de la investigación sobre los ecosistemas forestales tropicales complejos de Africa puede contribuir a mejorar las técnicas de análisis e inventario de la vegetación. De la misma manera, los últimos estudios sobre la forma arquitectónica de las plantas basados en el examen de los árboles tropicales contribuyen a aclarar la estrategia que emplean las plantas para intercambiar energía y sustancias con el ambiente17. Hay que intensificar estos estudios. Además, las últimas ideas que presentan la sucesión vegetal como un proceso de reemplazo markoviano, que se comprende y prevé recurriendo a las probabilidades de reemplazo18, tienen que verificarse mediante ensayos con la vegetación forestal tropical.

Conservar los ecosistemas es manejarlos de manera que produzcan beneficios permanentes.

Las generalizaciones acerca de toda la gama del comportamiento de las plantas y de los animales siguen siendo prematuras mientras no se tome plenamente en cuenta a los organismos tropicales. Viene al caso el mecanismo de la fotosíntesis que se creía seguía generalmente la ruta del C319, hasta que se descubrió la ruta del C420 en las plantas tropicales. Todavía pueden hacerse descubrimientos fundamentales semejantes intensificando la investigación biológica de los recursos forestales de Africa. Una de las áreas de interés especial del Departamento de Manejo de los Recursos Forestales de la Universidad de Ibadán es el estudio del uso del agua por el bosque. Se afirma que es necesario determinar por lo menos algunos de los impactos ambientales de los grandes cambios que tienen lugar en el paisaje boscoso de los países en desarrollo. A ese respecto, se están tomando medidas que permitirán elaborar modelos útiles para averiguar el uso del agua por parte de varias especies arbóreas. Una de las medidas es la conductancia de los estomas de las hojas. En dos estudios separados (Whitehead, Okali y Fasehun21, y Grate, Okali y Fasehun, inédito), se ha observado que las conductancias de los estomas registra das en los árboles que más se plantan en Nigeria -Gmelina arbórea y teca (Tectona grandis) - son muy elevadas, por lo menos el triple de los valores de los árboles publicados por Korner et al.22 en un estudio reciente basado en los datos de especies de diferentes grupos ecológicos. También otros investigadores (Osonubi y Davies, inédito) obtuvieron altos valores de la conductancia de los estomas de Gmelina. No se sabe si estos elevados valores son características de la familia Verbenaceae a la cual pertenecen las dos especies estudiadas, o si constituyen una característica general de los árboles tropicales. La conductancia de los estomas y la conductancia de la capa de aire que rodea a las hojas conductancia aerodinámica - contribuyen a controlar la pérdida de agua por transpiración. La conductancia aerodinámica es baja en las hojas de gran tamaño (por ejemplo Gmelina y teca). Las medidas tomadas en el túnel aerodinámico de modelos de hojas de ambas especies23 revelan que la contrarrestan las altas conductancias de los estomas, de manera que la conductancia global, y por ende su efecto sobre la pérdida de agua, es semejante a la de las especies templadas que tienen hojas más pequeñas. Algunos autores24,25 han tratado de determinar el tamaño óptimo de la hoja en relación con la eficiencia del uso del agua y con la asimilación. Dado que, como lo revela el ejemplo anterior, los efectos del gran tamaño de la hoja sobre la pérdida de agua y la asimilación pueden modificarse mucho por las altas conductancias de los estomas, es claro que estos esfuerzos son prematuros para los bosques tropicales, en los cuales no se han estudiado a fondo las conductancias de los estomas.

Lo que se subraya aquí es que los conocimientos científicos básicos pueden acrecentarse con una investigación biológica que tenga por objeto principal resolver los problemas prácticos que plantean los recursos forestales de Africa. Es probable que todo aspecto de la investigación biológica haga algún aporte, debido a la gran diversidad de plantas y animales, a la complejidad de la estructura y a la organización y variedad de los procesos de adaptación que originan estas características. Queda ano mucho por investigar acerca de los ecosistemas tropicales para poder hacer generalizaciones sobre la reacción y los patrones de conducta de las plantas y animales.

Todos los valores forestales de Africa corren peligro de extinción, a causa de la degradación o conversión a formas menos estables de los recursos que les dan origen.

La índole de los recursos forestales como entidades geográficamente delimitadas exige estudiar cada recurso en el lugar donde se encuentra. Es imperativo instalar los centros de estudio en lugares estratégicos de las diversas zonas y subregiones ecológicas de Africa. Pero para no disipar los esfuerzos dispersando demasiado a los investigadores, es necesario atribuir importancia a los puntos donde pueden concentrarse determinados tipos de investigación. La ubicación de estos centros la determinarán no sólo los recursos del lugar, sino también la disponibilidad de la pericia necesaria y de una tradición desarrollada de investigación en cada materia. Por ejemplo, un centro de importancia para la investigación sobre métodos de rehabilitación de ecosistemas forestales degradados. sobre todo mediante la agrosilvicultura, conviene ubicarlo en la subregión del oeste de Africa: uno de investigación sobre sistemas de manejo de bosques naturales. en la subregión del centro de Africa; uno de reconocimientos, evaluación y vigilancia de los recursos, en el este de Africa, valiéndose de instituciones como La Unidad de Vigilancia de Terrenos de Pastoreo de Kenya como núcleo; uno de manejo de la fauna también en el este de Africa, en la escuela de la fauna de Mweka, y uno de investigación sobre cortinas protectoras, en la zona del Sahel. La concentración en centros estratégicos promovería los métodos multidisciplinarios en los estudios sobre el manejo de recursos gracias al mayor número y diversidad de los científicos así reunidos. Además conviene que los centros sirvan para la capacitación en técnicas de investigación, a fin de poder dislocar a los científicos capacitados y aumentar las posibilidades de investigación local donde ya hay recursos.

Un gran obstáculo para materializar la idea de una red de investigación sobre recursos forestales es la falta de personal idóneo para los diversos centros. El aumento de la movilidad de los científicos entre los centros aliviaría este problema temporalmente, pero a largo plazo se requiere una capacitación en masa en ciencias biológicas, etc. Otra dificultad es lograr compromisos nacionales, primero para fomentar la investigación biocientífica en los diversos países, aumentando los presupuestos, y segundo para estimular la cooperación internacional, a fin de que los centros de importancia ubicados fuera de las fronteras nacionales sean objeto de reconocimiento y apoyo. Habrá que desarrollar una corriente de información entre los centros, a través de publicaciones y reuniones.

Por último, para que los resultados de la investigación lleguen a las autoridades, los que desarrollan y utilizan los recursos deben intervenir en el proceso de concepción de los centros de investigación. Los científicos que se ocupan de la investigación biológica deben proseguir sus investigaciones e interpretaciones de manera que puedan difundirse fácilmente, recurriendo a especialistas en extensión si es necesario.

Es preciso que todos los científicos y los encargados de asignar fondos para la investigación comprendan que el obstáculo para la aplicación de la ciencia a la utilización de los recursos suele encontrarse en este punto. ¿Y cuál es la utilidad de la investigación científica si no se usa en beneficio de la humanidad?

Referencias

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