L. Worou y Tran Van Nao
L. WOROU es Director de Bosques de Benin. TRAN VAN NAO es Asesor Técnico Principal PNUD/FAO en ese país.
Objetivo de un proyecto PNUD/FAO en Benin
En Benin escasean los recursos forestales, sobre todo leña, madera para ebanistería y construcción, y forraje.
En algunos lugares una de cada cuatro jornadas se dedican a la recolección de leña. Suele ser necesario recorrer de 15 a 20 kilómetros para encontrar suficiente leña, y las personas que realizan esta labor - mujeres y niños - tienen que hacer grandes esfuerzos cuyos efectos son perjudiciales para su salud (sobre todo la de los niños de 7 a 8 años). A causa de la escasez de leña, los alimentos no se cocinan ni calientan suficientemente, no se hierve el agua y las condiciones higiénicas no son satisfactorias. Un atado de leña apenas suficiente para cocinar tres días cuesta 350-400 francos CFA, o sea el salario de un día.
En muchos lugares se cocina con residuos agrícolas como paja, hojas secas y tallos de sorgo y mijo, privando al suelo del humus necesario para mantener o aumentar la fertilidad. A voces se usa estiércol de vaca como combustible. Las consecuencias para la productividad son evidentes: la producción por hectárea es muy baja. Algunos ejemplos de rendimientos en el municipio de Ouaké, provincia de Djougou, revelan la gravedad del problema: arroz, 650 kg por hectárea, en comparación con el rendimiento normal de 1,5 a 2 toneladas por hectárea; ñame, 6 toneladas, en vez de 10 a 12; maní, 600 kg en vez de 1 a 1,5 toneladas. En la mayoría de las provincias del país se observa una situación semejante.
La falta de forraje en la temporada de sequía obliga a llevar a los vacunos a lugares húmedos, después de que han comido hasta las raíces toda la vegetación que había en la época de las lluvias.
El efecto simultáneo y sumado de la agricultura migratoria y la falta de leña y forraje, acelera y acentúa el proceso de degeneración en sabana. Esto puede causar a la larga la desertificación, si la estructura del suelo ya es mala.
Por consiguiente, es importante descubrir la manera de satisfacer las di versas necesidades, tanto de las personas como de los vacunos, y detener el empobrecimiento progresivo e inexorable de la tierra que ya ha provocado el éxodo de la población de algunas zonas rurales.
El programa de creación de bosques en los pueblos persigue tres objetivos:
· dar a los habitantes de los municipios la leña, madera y forraje que necesitan;
· aumentar la fertilidad del suelo utilizando plantas que fijan el nitrógeno para economizar fertilizante químico en los cultivos alimenticios;
· dar ejemplos de actividad forestal de utilidad múltiple para demostraciones. El programa se ejecuta a través de una red de oficinas que se extiende capilarmente hasta los campesinos.
La labor de extensión forestal se inició con la creación de una unidad forestal de alto nivel en la dirección de los CARDER (Centre d'action régional de développement rural). En las provincias, la labor de extensión se encomienda a los forestales, que en caso necesario cuentan con la ayuda del resto del personal de desarrollo rural. El interés de los campesinos por las plantaciones se fomenta por medio de varias estructuras de producción organizadas: grupos operativos rurales (groupements ruraux à vocation coopérative), centro agrícola experimental de tipo socialista (centre agricole expérimental de type socialiste), clubes 4-D de campesinos jóvenes, cooperativas de escuelas y sociedades estatales y privadas. Las medidas para alcanzar estos objetivos se dividen en tres categorías.
La primera consiste en ampliar las plantaciones de teca tradicionales para producir madera de ebanistería y carpintería. Las campañas de promoción del interés de los aldeanos y de las comunidades campesinas por dichas plantaciones comenzaron en 1976 y continuaron realizándose periódicamente con buenos resultados. Actualmente se están haciendo plantaciones de teca sin necesidad de promoción, y la demanda de plantines es muy grande.
Los viveros que producen y venden plantines de teca dependen de la Société nationale pour le développement forestier (SNAFOR) y de los CARDER, y son unidades de producción financieramente autónomas y rentables. La venta de plantines es muy conveniente, y en el sur del país se perfila una nueva tendencia, muy prometedora, de instalar pequeños viveros privados en varios lugares. Esto significa que los particulares ya dominan la técnica de producción de plantines de teca en vivero. Es claro que el proceso de ampliación de las plantaciones de teca ya ha adquirido su propio impulso y de ahora en adelante el programa gubernamental de promoción de dichas plantaciones puede limitarse a las medidas siguientes:
· iniciar el proceso en regiones nuevas;
· fomentar la labor en los viveros de los CARDER, para que cumplan la función que les corresponde en la regulación de la oferta y la demanda.
Como la teca no sirve para leña, el Gobierno decidió buscar otras especies útiles para introducirlas poco a poco en los alrededores de los pueblos. Basándose en los resultados obtenidos en los ensayos de los últimos cinco años, se escogieron tres variedades de eucalipto para las primeras plantaciones del sur de Benin: Eucalyptus citriodora, E. tereticornis var. «Cooktown» y E. torreliana. Las plantaciones se manejarán con el fin de producir leña ininterrumpidamente y se harán donde todavía quedan tierras disponibles. Además se decidió introducir en muy pequeña escala Leucaena leucocephala y Albizzia lebbek.
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En Benin la escasez de leña significa comer alimentos crudos o mal cocidos, no hervir el agua y vivir en condiciones antihigiénicas. Se gasta el salario de un día para comprar la leña apenas suficiente para cocinar durante tres días. |
La tercera categoría abarca las plantaciones mixtas agrosilvícolas. Desde hace algún tiempo la agrosilvicultura constituye una forma de uso de la tierra allí donde es conveniente plantar árboles en terrenos agrícolas. Los servicios forestales y los campesinos han utilizado el método taungya para cultivar plantas alimenticias y plantar a la vez 7 000 ha de teca y eucalipto. En el futuro próximo se tiene la intención de introducir acacias para enriquecer el suelo con humus y nitrógeno y producir leña rápidamente. Se está realizando un programa de enriquecimiento de los terrenos en barbecho.
Se trazó un plan para ejecutar el programa de plantación de estas especies.
En 1980 el Departamento de Bosques de Cotonou instaló un pequeño vivero central, y las cooperativas rurales del sur del país hicieron pequeñas plantaciones. El Gobierno financió en su totalidad la campaña que terminó en diciembre de dicho año. Se produjeron y entregaron a las unidades mencionadas - 13 en total - 40 000 plantines que cubrieron un total de 16,7 ha (93% de la superficie programada). A fines de 1980 el Departamento de Bosques había llegado a dominar las nuevas técnicas y a abordar los problemas que plantean las especies poco conocidas. Además conoció las primeras reacciones de las comunidades ante las nuevas plantaciones. En 1981 se amplió el programa en el sur del país. Se perseguía el objetivo de producir 100 000 plantines para cubrir 50 ha, y además capacitar al personal forestal en técnicas y organización de programas, para poder encomendar a los CARDER en 1982 parte de las operaciones del sur de Benín, y en 1983 todas las operaciones de esa zona. En 1982 el programa se ampliará bastante en el sur de Benín, y se espera alcanzar los objetivos de 250 000 plantines producidos y 125 000 ha plantadas. Actualmente se estudian también programas de menor alcance para el centro y el norte del país.
Los resultados de estos ensayos pueden considerarse relativamente modestos por el momento, pero son importantes porque ayudarán al país a realizar plantaciones forestales de utilidad múltiple, basándose en resultados comprobados. Ayudarán a evitar el tipo de errores cometidos en otras partes, causa de desaliento ante la pérdida de plantaciones que constituían una necesidad vital y que podrían haber dado buenos resultados.
